Cap11: misión de tres… y kurama.

Buenas! Si, lo estabais pidiendo incluso en los reviews de otras historias (saludos desde aquí a MasterAlex1201 y a Frankox14 xD), así que aquí lo tenéis, otro capítulo sobre el arte de no hacer nada. es un poco más largo de lo normal, pero es que sería o hacer dos capitulos largos como este o tres muy cortos y he preferido la primera opción. Hoy tenemos mucho de la gran guerra de fangirls de Naruto, bastante Sasuke con su harem, clones y kurama, creo que os gustará. Así que no os entretengo más, al lío!

CLASIFICACION OCTIZORRITAS: Shion, Sakura, Hinata, Shizuka (os molo lo de las gemelas por lo que veo XD kurama está orgulloso de vosotros), Kurotsuchi. Estas de momento muy mal se las tiene que dar para no estar, viendo la avalancha de votos. Los otros tres puestos están entre Ino, Ayame, Karin, Temari, Shizune, Mei, Samui y koyuki. Siguen las apuestas!

Logan Morninghstar: hola buenas! Me encantaría hacer sólo un fic con eso, en serio, pero creo que dará sólo para un episodio, tampoco quiero hacer una saga. Aunque te adelanto: tendrá lemmon, peleas de monstruos, alcohol y desenfreno, hoy ya te puedes hacer una idea leyendo el capítulo xD un saludo!

Kirito720: Hola! Así me gusta, amenizando las reuniones familiares XD Si, a Sasuke le ha llegado el karma, y lo está haciendo con ganas, hoy verás un poco más de eso, y en el siguiente lo tendrás a raudales xD. Es lo que siempre me digo al leer un harem por aquí, "pero este autor sabe lo que es convivir con decenas de mujeres celosas?". Aunque no hay mal que por bien no venga: esta obra y la de "la oscuridad en ti" me están sirviendo para tomarle cariño al uchiha, el truco era ponerle un enfoque que me gustase.

Y queda apuntada tu idea de usar a kurama de porra XD me ha gustado, la verás en un futuro ;) Disfruta del capítulo, un saludo!

AliceUchihaLockwood: Hola de nuevo! :D ¿que haces aquí entonces sin ver deadpool 2? te aseguro que es mil veces mejor que mi fic XD Si, orochimaru tiene muy mala suerte... aunque ha resucitado de milagro por magia de Kishimoto y le he evitado acabar yendo a reuniones de padres de alumnos como en boruto, así que es una de cal y otra de arena...

No te adelanto el final de Sasuke, yo solo te digo que hoy da un paso más en su locura. Es curioso: en este fic, el único cuerdo del equipo 7 es el baka de Naruto XD y sobre el SasuKarin... ya se verá, como mínimo tienen una hija en común... de momento la pelirroja ha decidido alejarse de ese manicomio, hacer algo parecido al Fjaka.

Y me apunto las canciones, hoy vas a oír una XD Un saludo, disfruta del capítulo!

Kitsunaro64: hola viejo amigo! Gracias, hoy intentó superarlo. Verás sobre todo las consecuencias de dejar suelto al gran kurama, no te digo nada más xD Y si, ya tengo casi preparado el esquema de un narushizuka con jiraiya por ahí enredando, llevo bastante trabajando en el, y jiraiya tiene mucho potencial, creo que lo podré poner a la altura del kurama de aquí con suerte XD publicare una sinopsis en el especial, estate atento! Un saludo y espero que te guste!

GJr-sama: hola nuevo lector! Me alegra que te gustase, hoy tienes más, sobre todo por el bando femenino, que las quiero poner también momentos cómicos. Un saludo y disfrútalo!

Mrcocomanx: Hola buenas! Siempre te veo entre los lectores que me dan fav a las historias, un placer leerte, en serio! Creo que eres de mis followers más antiguos!

Gracias! Besar al zorro fue mi primer experimento para hacer un fic de comedia con humor absurdo, y veo que funcionó, yo también me reí mucho escribiéndolo xD y es curioso: eres la segunda persona que me sugiere esa broma de piratas del caribe. Por supuesto que la usare, pero no en este fic: esa broma lleva el nombre de JIRAIYA escrito a fuego.

Apuntadas las octizorritas, kurama te agradece la ayuda. Gracias a ti y a los votos logrados por mp, creo que habrá doble ración de gemelas en la broma xD un saludo y disfruta del capítulo!


-aaaaaaaaa- personaje hablando

-aaaaaaaa- personaje pensando

-aaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando

-aaaaaaaa- ser sobrenatural pensando

Obviamente, los personajes y el mundo Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo aportó la historia y entierro a boruto en lo más profundo del infierno para que no vuelva a salir. No autorizo el plagio de mis obras.


Shion se desperezó tras darse una ducha esa mañana. Realmente, el día empezaba muy bien, por lo que tenía razones de sobra para estar contenta: su ojiazul superó su examen sin problema y llegó a la noche sano y salvo, Kurama no les molestó cuando decidió levantar a su novio con un poco de "sana diversión matutina", esa ducha la había relajado al máximo… Naruto había salido al jardín a entrenar, dejándola sola, y era la ocasión perfecta para concentrarse y arreglar un problema persistente, aprovechando que como era fin de semana no tenía que trabajar. Encendió algunas velas de incienso, puso algo de música relajante de cantos de monjes budistas, se sentó en el cómodo suelo del salón en posición de loto y cerró los ojos con un único objetivo: alcanzar de nuevo su estado de paz mental necesario para tener sus visiones. Porque, mal que le pesase, su vida en konoha no era perfecta sólo por ese detalle: no había tenido ni una sola visión desde que llegó con Naruto. No es que eso la impidiese dormir, podría perfectamente sufrir de amnesia total que dormiría como un bebé en brazos de Naruto cada noche, pero no sería responsable no intentar arreglar ese contratiempo ahora que podía. Sus visiones habían sido una carga toda su vida, pero, desde que el rubio la demostró que las podía cambiar, se habían convertido en una útil herramienta para evitar males a la gente. Podía prever atentados, epidemias… era su deber conservar su don en perfectas condiciones. Sin contar su principal motivación para recuperarlas.

Su situación no era algo nuevo en su orden, ya mucho antes muchas sacerdotisas habían tenido lo que llamaban "apagones", etapas donde sus visiones no acudían a ellas de la forma adecuada. La orden de Hikari era antiquísima, y documentaba fielmente cada acontecimiento que le ocurría a sus videntes, así como las soluciones al problema. No era la primera en recibir visiones, sí que era cierto que poseía un gran talento para ello, pero su gran peculiaridad era su poder para los exorcismos, heredado del pacto que hizo moryo con su propia madre y anterior suma sacerdotisa. Era curioso: ella ayudaba al mundo empleando una energía de origen demoniaco, igual que el amor de su vida. Pero volviendo al problema, ni era la primera en recibir visiones, ni la primera en sufrir un apagón. Cómo le explicó a Naruto durante sus lecciones sobre el Fjaka, el vidente necesitaba estar en un estado de paz mental para hacer su trabajo, el denominado estado Zen. El vidente, al estar satisfecho con su vida y entorno gracias al Fjaka, se liberaba de preocupaciones y analizaba sin ninguna distracción las visiones del futuro que su diosa les enviaba, un momento llamado "iluminación". Los apagones llegaban cuando el vidente era incapaz de analizar sus visiones con esa calma espiritual. Como era el caso de Shion desde que había llegado a Konoha.

La rubia cerró los ojos, dejándose llevar por su relajación, buscando invocar esas visiones que solía recibir. Un apagón no tenía necesariamente porque implicar una total falta de visiones, tenía más que ver con la incapacidad de ordenarlas. Los ojos de la sacerdotisa adoptaron esas formas geométricas que mostraban cuando la joven invocaba su poder, mientras en la mente de Shion se sucedían cientos de imágenes entre flashes. Era muchas, demasiadas, todas desordenadas y la mayoría sin importancia. Pudo ver a Naruto escogiendo una camiseta negra para salir en lugar de una blanca, pudo ver cómo una bola de lodo la impactaba en la cabeza y la pringaba entera, pudo ver un extraño pero adorable bebé zorro de ojos azules siendo acariciado en el vientre por un desconocido… Era caótico, y carecía del más mínimo sentido, sobre todo eso último… debía de centrarse. Frunció el ceño, buscando eliminar toda preocupación de su mente, pero sólo logró visualizar color rosa y verde. Y sabía perfectamente lo que significaba. Abrió los ojos con un destello de furia, obligada a reconocer que la causa de su inquietud trabajaba en el hospital, se llamaba Sakura y se apellidaba Haruno… y la razón era simple: celos. Celos y miedo. De ahí que la preocupase tanto recuperar sus visiones: quería prever lo que iba a hacer la haruno.

Shion maldijo por lo bajo su suerte. Joder, no se consideraba celosa, en absoluto. Pero tenía truco: ¿Cómo ibas a tener celos cuando, con sólo cerrar los ojos, podías saber si tu novio rubio se enamoraría de esa mujer, o se fugaría con ella? En el templo, Shion dedicó el mismo día que vio llegar al rubio a asegurarse de que ninguna compañera de trabajo se la fuese a adelantar en conquistarlo, de ahí su pose segura con el uzumaki. Aún así, Shion ya había intentado encontrar nuevas formas de sentirse segura al llegar a Konoha, y comenzar a luchar contra esa sensación de inseguridad y miedo: tuvo que empezar con esa chica tan parecida a ella físicamente, Hinata hyuuga. Princesa de un clan carismático, un excelente gusto por los hombres, y estaba profundamente enamorada de Naruto. Ahí su novio demostró ser infalible: una simple afirmación suya espantó cualquier fantasma de celos de la ojivioleta. Era cierto que era hermosa, pero su forma de ser no encajaba con el hiperactivo uzumaki. Luego estaba esa chica rubia a la que hizo referencia una de las novias de ese chico castaño del harem, Ino yamanaka. Guapísima, muy inteligente y con una personalidad arrolladora, cualquiera se preocuparía. Aquí no hizo ni falta la intervención de Naruto: la joven estaba claramente centrada en otros objetivos, y entre los dos ni tan siquiera había surgido la duda.

Y entonces llegó Sakura. Guapa, inteligente, con un talento muy envidiable para la medicina, y el amor eterno del uzumaki. Desde un principio, Shion sabía que, si debía de temer de alguien, era de ella, pero se convenció de que la haruno no estaba interesada en el rubio. Joder, lo había rechazado en favor de "mister alegría", estaba claro que la chica no tenía buen gusto por los hombres y no era una amenaza. Pero, como mujer, supo en seguida identificar que estaba equivocada. Como se fijaba en él cuando creía que nadie la veía, como se sonrojaba imperceptiblemente al hablarle… y gestos como ese suspiro de la barbacoa. Oh si, Sakura haruno era un peligro, una roba novios y una mala persona. Hasta Naruto le había comentado que estuvo ayer con ella en SU casa viendo una película, así, despreocupadamente, como si no fuese nada raro… por un pelo lo castra... Esa mujer era la causa de su enfado… y la de su bloqueo espiritual por ende, era imposible alcanzar el Fjaka en ese estado. Seguro que coleccionaba hombres a decenas y ahora se le había antojado el ojiazul, sólo había que ver lo guapa que era para saber qué habría disfrutado de una vida de atenciones masculinas… ¡joder, si se le habían declarado los dos hombres más atractivos de konoha! Era una rival a tener en cuenta, un peligro que quería alejar lo máximo posible de su Naruto kun. Esa mujer sólo quería jugar con él, se la veía a kilómetros que sólo quería a Naruto por su fama y renombre, y ella no lo iba a permitir. Alguien llamó al timbre del hogar, sacándola ya definitivamente de su meditación. Esta vez Shion maldijo en voz alta, fuese quien fuese iba a ganarse un buen grito…

Un poco antes, una joven pelirrosada atravesaba las calles de konoha. Lo hacía con una sonrisa, disfrutando de su día libre, vestida con su tradicional short y camiseta negra, sus botas altas y su chaqueta color vino, y con un saco marrón a su espalda que, para confusión de los transeúntes, de vez en cuando se revolvía. A pesar del "sobresalto" nocturno sufrido, la haruno tenía razones de sobra para sonreír. Y la razón era la persona que iba a visitar: Naruto uzumaki, el baka de su mejor amigo. SU baka. Lo había echado muchísimo de menos esos seis meses, y secretamente había contado cada día en su regreso. Naruto tenía el súper poder de hacerla sonreír, siempre, en cualquier situación. Su estancia fuera le había recordado lo que sintió cuando se fue a ese viaje de años con el pervertido de Jiraiya: añoranza por el color naranja. Por supuesto, después de haberlo rechazado temió de verdad perderlo, quedarse sin su caballero de cuento, sin ese apoyo imprescindible para ella. Pero ahora había vuelto, y su relación con él estaba en perfecto estado, incluso mejor que nunca. Salvo por un detalle… un detalle de pelo rubio y ojos violeta. Su sonrisa fue desdibujándose hacia una mueca de furia contenida al recordar a Shion, o como se hizo llamar ante Kakashi, "Shion uzumaki". Sólo de recordarlo rechinaba los dientes.

Shion uzumaki, ¿cómo se atrevía? Seguro que llegó con toda su pompa y engañó al pobre Naruto para que la presentase así, y así mandarle un mensaje al mundo: que Naruto uzumaki era de su propiedad. ¿De su propiedad? ¿Quién se creía que era? Sakura tenía calada de sobra a esa ojivioleta, con su cuerpo de escándalo y esa falsa amabilidad. Por favor, desde el primer momento en que la vio mirarla con ese gesto de superioridad lo supo: esa mujer quería alejarla de Naruto. De SU Naruto. Porque hasta ino había notado esos gestos hostiles que la dirigía cada vez que cruzaban palabra: sólo el sentido del decoro y la educación de Sakura había evitado una pelea, porque la ojivioleta la estaba buscando. Mirándola de reojo cada vez que hablaba con Naruto, llamando la atención del uzumaki cada vez que hablaba con él… Shion era una mala pécora, ya lo recordaba de su misión con ella. Una niña rica y mimada, con seguramente una infancia perfecta llena de caprichos por su cargo, y ahora que había crecido se le había antojado el gran héroe del continente. Otra interesada únicamente en el renombre de Naruto, otra posible fuente de dolor del rubio. Y Sakura no iba a dejar a Naruto en sus garras, no señor, era su deber evitar que se aprovechasen de su corazón de oro. Lo mínimo que le debía era alejarle de las malas personas.

-Ya ya, muy bonito el discurso, pero lo más importante, ¿Cuándo le pateamos ese culo gordo a esa roba narutos?- preguntó su inner con una mueca homicida, mientras sostenía una antorcha y a su espalda descansaba una hoguera con un maniquí vestido con una túnica ceremonial y una peluca rubia.

-A ver, no adelantemos acontecimientos, que puede que me haya excedido al pensar así de ella… de momento estaré más atenta a ver de qué palo va esa… chica…- contestó Sakura, intentando imponer algo de cordura entre tanto sentimiento. Porque ahora se notaba acalorada, furiosa, y su madre tenía un dicho para cuando ella estaba así: "genio vivo. Mente lenta"

-Venga ya, es una interesada que nos quiere apartar de nuestro Naruto, NUESTRO. NARUTO. ¡Reacciona!

-Después de rechazarlo no creo que tenga ningún derecho sobre él más que el de ser su amiga…- se lamentó Sakura, pateando por su frustración una piedra cercana tan fuerte que la lanzó a kilómetros de distancia, mientras los transeúntes se apartaban con miedo. Que no se quejasen, ya se había cruzado con decenas esparcidas por todas partes y no las había tocado…

-Fue un error Sakura, no te me hundas.- intentó animarla inner.- Sólo toma fuerzas y vayamos a recuperar a nuestro baka. ¿Le has visto? Está como un dango de fresa, y parece mucho más maduro y centrado, es un imán de busconas interesadas… es más, te diría que tenemos que luchar, estamos a tiempo de recuperarlo DEL TODO…

-No me estreses… no soy una rompe hogares, de momento quiero recuperar el terreno perdido como amiga y defender mi territorio, además de asegurarme de que esa… chica… no se aproveche de mi Naruto. No voy a permitir que le rompa el corazón, Naruto se merece lo mejor.

-Es un comienzo… pero recuerda esto: siempre nos lo hemos preguntado, ¿Dónde están los hombres buenos, donde hay algún dios? ¿Dónde está ese Hércules que parta el mal en dos?- cuestionó al aire Inner con una voz cada vez más melodiosa, mientras Sakura arqueaba una ceja y la miraba extrañada. Ella nunca se había preguntado eso.

-Pero ¿Qué dices? ¿Y por qué me suena lo que estás cantando?- preguntó completamente confundida, mientras Inner sacaba un micrófono de Kami sabe dónde y aparecía vestida con un vestido rojo de lentejuelas abierto en la pierna. Incluso apareció un piano, ¿un puto piano? ¿No se supone que debería de imaginarlo para que pasasen esas cosas?

-¿Queda algún valiente montado en su corcel?- continuó inner con aún más sentimiento, ya sin ocultar el canto, tumbándose sobre el piano mientras a Sakura se le dibujaba una gran gota en la nuca.- Otra vez las noches en vela soñaaaaaaando estaaar con él…

-Un momento, ya me acuerdo, ¿me estás cantando la puta letra de "I need a hero"?- repuso una indignada Sakura en su paisaje mental, siendo ignorada totalmente por su yo interno, que se había entregado al momento cumbre.

-CAÑAAAA.- exclamó Inner al aire, mientras un impresionante espectáculo de luces multicolor aparecía de fondo y un coro de mini inner gritaba en un inmenso atril para acompañar la canción. Sakura negó al aire y cortó su conexión con ese espectáculo dantesco. Definitivamente, esa película de la pareja de ogros verdes, el asno y el gato adorable con botas que había visto el día anterior con Naruto le había provocado secuelas…

-Tengo que pedirle a Ino que me haga un chequeo psicológico…- reconoció para sus adentros la haruno, llegando ya al complejo uzumaki. Ese extraño espectáculo de su inner no la hizo distraerse de la razón de su enfado. Shion… aggghh, ojalá no la tuviese que ver. Llamó a la puerta y espero a que abriesen.- Que no abra Shion, que no abra Shion, que no abra Shion…- pero la suerte no estaba con ella ese día. La puerta de roble se abrió, y tras ella apareció una despampanante mujer rubia, vestida con una camiseta blanca de tirantes ceñida y un pantalón holgado rojo. Shion. Ambas mujeres cruzaron miradas con una expresión de ira contenida, y se quedaron mirándose en silencio durante unos segundos sin hablar, examinándose, para luego dejar que imperase la educación.

-Haruno san, que… agradable sorpresa verte aquí.- declaró con una sonrisa forzada Shion.- Encima viene a intentar quitarme el novio en mi propia casa la muy…

-Shion, me alegro de verte.- contestó también con una fingida educación la ojijade.- Asquerosa lagarta, seguro que tienes al pobre Naruto secuestrado en un zulo…

-Pasa, pasa, no te quedes fuera, que seguro que estás pasando frío con tan poca ropa…- dejó caer Shion apretando los dientes, soltando disimuladamente una pulla.

-No te creas, hace una temperatura muy agradable… lo que me sorprende es que estés sudando, ¿te he interrumpido haciendo ejercicio? Con esa figura seguro que te pasas horas y horas y horas y horas en el gimnasio…- le devolvió el golpe con esa fingida educación. Si alguien pasase entre las miradas de las dos féminas en ese momento, sería cortado en pedacitos.

-No te creas, es algo natural. ¿Puedo ofrecerte algo? ¿Un té? ¿Para llevar?

-Que te crees tú que me voy a ir… No hace falta, eres muy amable Shion.- declaró Sakura, poniendo todas sus energías en no mandarla a volar de un puñetazo.- Venía a hablar con Naruto, ¿está en casa?

-Que te crees tú que te voy a dejar a solas con mi Naruto kun…- pensó Shion conteniendo a duras penas sus ganas de desterrarla a la otra dimensión.- Naruto kun está entrenando en el jardín, te acompaño, que ayer me dio mucha pena no poder acompañaros para ver esa película, a Naruto kun le habría gustado verla con nosotras a la vez…- dejó caer con algo de furia la ojivioleta, para dirigirse con la haruno al jardín sin cruzar más palabra las féminas. Y por dentro sólo pensaban una cosa… "como odio a esa mujer".

Pero ambas dejaron de lado su rivalidad para enfocar toda su atención en el espectáculo del jardín. El entrenamiento de Naruto. Veinte copias del rubio realizaban decenas de ejercicios diferentes, convirtiendo el jardín en un gigantesco dojo… y todos sin camiseta y en pantalón corto naranja con rebordes negros, con sus cuerpos sudorosos y musculados al sol. Ambas féminas tragaron duro y se ruborizaron de inmediato, ver eso las tenía al borde de la hemorragia nasal. Cinco Naruto meditaban en una esquina del lugar, acumulando energía natural con tal concentración que incluso los pájaros se posaban sobre ellos. En el centro del patio, un Naruto con las manos atadas a la espalda combatía a otros cinco armados con katana, buscando perfeccionar el taijutsu y juego de piernas del ojiazul. Saltaba, giraba para esquivar y repartía rodillazos y patadas entre sus asaltantes con una precisión letal, sin recibir ni un solo corte. Y, destacando sobre todos, estaba el original. Naruto les había explicado a ambas como funcionaba el entrenamiento a base de clones: el original recibiría su experiencia, como mejoras en el estilo de taijutsu o control de chakra, pero no su trabajo físico. Sólo tenía un cuerpo, así que se debía de centrar en él mientras sus clones se encargaban del resto. Naruto levantaba en el suelo unas inmensas pesas de metal asistido por un par de clones, cargadas además con sellos de gravedad, agrietándose incluso el suelo con un fuerte estruendo cuando las soltó para saludar a sus visitas.

-¡Hola chicas!- saludó con efusividad Naruto, mientras tomaba una toalla para secarse el sudor de esa piel tostada de su pecho y rostro, y ambas mujeres literalmente se le comían con la mirada y aprovechaban que estaba distraído para secarse las gotas de sangre que se escurrían por sus narices.

-Hola Naruto/hola Naruto kun.- respondieron ambas al unísono dentro de su hipnosis, para luego mirarse mal al ver que habían hecho coro. Naruto se quedó un poco incómodo al verlas reaccionar así entre ellas, pero decidió ignorarlo mientras se ponía una camiseta negra con la espiral uzumaki en la espalda.

-Veo que te estás tomando en serio el entrenamiento para el examen Naruto, me alegro… creí que te pasarías el mes en el Ichiraku.- confesó Sakura con una sonrisa, llegando a un acuerdo tácito con Shion de ni mirarse tan siquiera.

-Ya bueno, lo hago más por mi que por el examen… quiero mantenerme en forma, el examen ya lo tengo más o menos planteado…- repuso con humildad el rubio.

-¿Ya arreglaste tus problemas con los clones Naruto kun?- intervino Shion, sinceramente interesada. Desde hacía meses los clones de Naruto hacían cosas extrañas, y esas actuaciones parecían haberse recrudecido desde que devoraron vivo al clon de Naruto-Sasuke en medio del desierto.

-Sinceramente… no. Al menos he conseguido que se centren un poco a cambio de dejarles hacer una estatua en el jardín… es esa de ahí…- señaló Naruto despreocupadamente a un extremo del jardín, para luego abrir los ojos con horror.- …anda y no me jodas…- maldijo Naruto, mientras las féminas abrían los ojos con espanto al ver la figura. Se trataba de una especie de figura hecha en madera finamente tallada con algunos tramos pintados en rojo sangre, una representación de dos metros de altura de algo que parecía Naruto. Y parecía porque su expresión y pose eran… perturbadoras: estaba erguido, desnudo, con numerosos kanji tribales por el cuerpo y las dos manos extendidas hacia delante con dos órganos humanos en sus palmas. Su rostro estaba furioso, amenazante, con la boca abierta derramando pintura roja y mostrando una hilera de amenazantes colmillos en una expresión de furia, como una deidad antigua reclamando sacrificios. Naruto miró a los clones con furia, y todos desaparecieron de golpe con expresiones de terror, por lo que exclamó al cielo con furia.- ¿Se puede saber qué cojones es esto?

-Esto… parece un tótem tribal Naruto kun…- intentó aportar Shion algo de luz al asunto, procurando no fijarse en esa estatua. Joder, era terrorífica, no iba a quedarse con eso en casa ni de coña.- Se… se usaban para rituales y sacrificios humanos…

-Naruto, ¿se puede saber que le has hecho a tus clones para que te representen… así?- preguntó Sakura atemorizada. Maldita sea, esa estatua emanaba maldad, incluso se sentía nerviosa en su presencia.

-¡Nada dattebayo! Joder, no sé qué podría hacer para que me viesen así… ¿En serio parezco eso? Lo único que no me cabrea es la parte de debajo de la cintura de la estatua…- se lamentó Naruto, aunque las dos féminas observaron a lo que se refería el uzumaki: los clones le habían representado con un inmenso pene, uno que le llegaba hasta las rodillas enroscándose en su pierna como una serpiente. Sakura abrió los ojos con asombro y no pudo evitar mirar a los pantalones de Naruto, para luego sonrojarse y darse la vuelta para contener su hemorragia nasal. Nunca se había fijado, y ese pantalón corto de entrenamiento no dejaba nada a la imaginación ahora que sabía qué buscar exactamente…

-Esto…- intentó reponerse Shion de su sonrojo, notando como se acaloraba al recordar lo que habían hecho esa mañana empleando lo que representaba esa parte de la estatua.- Los… los tótem suelen ser una muestra de fuerza y virilidad del dios concreto, de ahí… esa parte… Naruto kun, deberías de hablar con tus clones sobre el sentido de la vida y dejar de ignorarles, está claro que están buscando las respuestas por sí mismos… y que están siendo bastante raras…- concluyó Shion con un escalofrío al volver a mirar la expresión de esa aterradora estatua. Joder, parecía que la iba a morder en cualquier momento.

-Y dale, ¡que no pienso hablar conmigo mismo sobre el origen de la vida de los clones! ¡Son copias de mi, está claro que YO soy el origen de su vida, esto es ridículo dattebayo!- se quejó Naruto a su novia, mientras esta adoptaba un gesto de disgusto.

-¡Haz lo que quieras, pero yo no quiero esa cosa en mi jardín!- exclamó Shion, sufriendo sólo de pensar en levantarse por la noche a por un vaso de agua y ver en la oscuridad del jardín esa estatua mirando en su dirección… con esos colmillos y ojos… ya tenía bastante con los "regalos nocturnos" de ese zorro pervertido, como para añadirle esa estatua de "Naruto dios del asesinato". Pero una idea apareció en su mente, haciéndola dibujar incluso una sonrisa maligna.- Mira, podrías regalársela a Sakura san, que la encantan tus esculturas. Así no te echa tanto de menos y no tiene que atravesarse la ciudad entera para verte…- dejó caer, obteniendo de inmediato un gesto de enfado de la haruno, que ya había conseguido reponerse de su ultima hemorragia nasal.

-Ah no, ni de coña…- contestó una aterrada Sakura. No iba a meter ESO en su casa, que encima con lo grande que era solo cabría en el pasillo de la entrada de su piso… se imaginaba llegando por la noche de trabajar, en medio de una tormenta… abriendo la puerta y encontrándose ESO mirándola desde el fondo del pasillo… un terrible escalofrío recorrió su espalda. Eso sin contar que tendría que tapar… la serpiente… del tótem, como la viese su madre la metía en un convento… No, la estatua de "Naruto emperador de la matanza" no iba a llegar a su casa. La haruno se rehizo, intentando devolverle el golpe a la rubia con gentileza.- Digo que aquí tenéis mucho más espacio Shion… además, así puedes estudiar más sobre los tótem… Naruto seguro que podría dejarte más tiempo libre y quedar con sus amigos para que te puedas centrar…- ambas féminas volvieron a mirarse con pura furia, pero el saco de Sakura, que la haruno había posado en la entrada del jardín, volvió a removerse, llamando la atención de los tres.

-Esto, Sakura chan… dime que no es una persona pequeñita lo que llevas ahí…- rogó Naruto con incredulidad, mientras Sakura negaba con la cabeza con una suave sonrisa ante la ocurrencia.

-Ah si, casi se me olvidaba…- dijo Sakura con un tono severo, para ir hasta el saco y meter la mano dentro. Del interior, agarrada por la mano de Sakura, salió un escarabajo gigante de medio metro con siete colas, entero golpeado y emitiendo mil lamentos mientras colgaba boca abajo de la mano de la haruno de manera grotesca.

-¿¡CHOMEI!?- exclamó Naruto con un tono de horror, al ver al siete colas en tan mal estado.- Pe… pero, ¿Qué ha pasado Sakura chan?

-Pues resulta que ella y sus ocho amigos biju junto a Hiashi se colaron borrachos en mi dormitorio y me los encontré en mi cama con una máquina de fotos y poniéndome pegatinas de colores en la cara. Chomei fue la única a la que atrapé… siento que este así, me asusté bastante creyendo que era alguna clase de animales salvajes y no controlé mi fuerza… También influye en su estado que está de resaca eh, yo solo soy responsable de los golpes…- se excusó la haruno con vergüenza, no dejaba de ser una entidad de chakra adorada en el mundo entero y ella literalmente la había usado de saco de boxeo. La mandíbula de Naruto cayó hasta el suelo y casi apareció en el otro extremo del planeta, mientras Shion arqueaba ambas cejas con asombro. Sakura había vencido a una entidad demoníaca de siete colas sin exorcismos ni poderes sagrados, recién levantada. Esa chica era MUY fuerte, vencer a un biju era una proeza, aunque estuviese en forma chibi y ebria. Puede que fuese una rompe hogares, pero lo que Naruto le había dicho sobre su habilidad parecía cierto.

-E… está bien, no… no pasa nada…- contestó Naruto reponiéndose como pudo de la impresión.- lo siento por el susto, Sakura chan, gracias por traerla…- agradeció el rubio con una suave sonrisa, sonrojándose la kunoichi de vuelta mientras Shion miraba a su novio conteniendo las ganas de darle un buen golpe.- Esto… ¿por casualidad no sabrás dónde están el resto no? He intentado contactar con ellos desde ayer y no hay manera, y Killer Bee tampoco ha podido encontrar a Gyuki… que sé que son mayorcitos y saben arreglárselas, pero me preocupan un poco.- Sakura arqueó los hombros, ella sólo pudo capturar al siete colas entre el caos que se desató en el piso, pero entonces Shion decidió intervenir.

-Naruto kun, ¿estás buscando a los biju?- Naruto asintió con confusión.- Haberlo dicho antes, acompáñame, yo sé dónde están.

Unos totalmente confusos Naruto y Sakura, que ahora sostenía a Chomei con más respeto para llevarla a alguna habitación a dormir su resaca, siguieron a Shion, que con una misteriosa sonrisa les guiaba a través de los pasillos del complejo. Tras andar unos minutos, llegaron a una habitación, y tanto Naruto como Sakura no pudieron evitar gritar de asombro cuando la ojivioleta abrió la puerta. Ya de por sí el olor era terrible, se podría encender una cerilla en ese ambiente cargado de alcohol y destruir konoha al instante, pero lo que más llamaba la atención era el origen de ese olor. Colgando del techo por unas hebras plateadas, conocidas en la orden de Shion como las cuerdas de Hikari y diseñadas para someter demonios, se encontraban los biju perdidos por Naruto, todos lamentándose por la luz en su forma chibi, a excepción de isobu, que colgaba con su caparazón al fondo completamente resignado pero sin lamentarse. Naruto miró con los ojos como platos a su novia, mientras esta encendía las luces del cuarto con brusquedad, arrancando más lamentos de los obviamente resacosos biju, encabezados por un malogrado kurama, que procedió a hablar.

-Aggghhhhh, luuuuz, apagad la luuuuz.- gritó el biju de nueve colas con unas marcadas ojeras y su pelaje despeinado, revolviéndose con desesperación y chocándose en su balanceo con Shukaku, que se lamentaba a su lado con su barriga colgando grotescamente entre las cuerdas, mientras Sakura se preguntaba si todos los días en el hogar uzumaki eran así de… peculiares.

-Shion chan, pero… ¿qué es esto?- preguntó con duda Naruto, sin saber exactamente como tomarse este panorama.

-Esto es un castigo para los biju por lo que hicieron anoche.- procedió a explicar Shion, mientras Sakura abría los ojos con asombro. ¿Shion había vencido a los demás biju sola? Eso era… increíble. Sería una mala pécora, pero era muy poderosa, Naruto tenía razón cuando la dijo que kurama la temía.- Llegaron borrachos de madrugada, aterrorizaron al barrio junto a Hiashi hyuuga, dejaron todo echo un asco…

-Kami santo, nunca maaaaaaas…- se lamentó Matatabi, intentando deshacerse de esas cuerdas sagradas sin éxito.

-Esto… yo no me di cuenta…

-Normal, duermes como un tronco…- declaró Sakura con una suave risa, recordando que literalmente había que gritarle a Naruto al oido para despertarle cuando dormía después de una misión.

-Exacto.- añadió Shion, sin darse cuenta ninguna de las féminas que estaban haciendo frente común.- Intenté despertarle creyendo que era otra vez orochimaru escapándose por nuestro jardín, pero solo babeaba la almohada y gritaba algo de "karaoke" mientras cantaba "living on a prayer"…- añadió la rubia, riendo las dos mujeres a la vez, para luego frenarse en seco al darse cuenta de con quien estaban hablando y volviendo a mirarse con furia renovada.- el caso es que les dejé colgando en esas cuerdas para evitar que volviesen a hacer trastadas, y no has podido contactar con ellos porque ese poder bloquea cualquier intento de los biju de escapar, o pedir ayuda.

-E… está bien, pero… ¿no te parece que con una bronca habría bastado? Es un poco cruel tenerles ahí colgando de resaca…- confesó Naruto, apiadándose de su buen amigo kitsune, que en serio estaba sufriendo en su máximo nivel en ese momento.

-Kurama me ofreció un trio interespecies contigo…- dijo con una voz que destilaba puro odio la sacerdotisa, mientras Naruto abría los ojos con sorpresa y miraba a su amigo biju consternado.

-¿que hice qué?- preguntó kurama completamente avergonzado, balanceándose en esas cuerdas plateadas.- Joder, no me acuerdo de nada… no vuelvo a beber…

-Un momento, Shion chan…- intervino Naruto, contando en voz alta los biju.- Aquí sólo cuento siete biju, junto al de Sakura chan ocho… ¿Dónde está el último? ¿Y kokuo?- preguntó Naruto a los allí presentes, que repararon en ese momento en que faltaba el caballo delfín de cinco colas.

-No sé Naruto kun, yo solo me encargué de los que entraron…

-Naruto san.- interrumpió Isobu, que no parecía en absoluto afectado.- yo estuve sobrio toda la noche, pero no vi el momento en que se separó de nosotros… le contaría más, pero…

-¡Pero nada, como digas algo te quitamos el caparazón!- ladró Shukaku, intentando patear a su hermano desde su cuerda sin éxito, y golpeando por accidente a Gyuki y Songoku, que gritaron por el dolor de cabeza al moverse.

-Va… vale… Naruto san, sólo puedo asegurarle que kokuo sigue vivo…

-Aghhh, está bien, ya lo buscaré hoy… a mi edad y siendo la niñera de un ser milenario… Shion chan, déjales ya libres para que puedan irse a dormir, creo que ya han aprendido la lección.- anunció Naruto, deshaciendo de inmediato Shion las cuerdas y cayendo al suelo los biju entre lamentos generalizados. En cuanto pudieron, Kurama y gyuki huyeron al paraje mental de sus jinchuriki, donde podrían recuperarse más rápido de la resaca al pasar el tiempo más deprisa, mientras el resto bajaron como pudieron las persianas y continuaron durmiendo donde cayeron. Los tres humanos salieron del cuarto intentando olvidar ese momento surrealista, mientras Naruto se lamentaba.- A ver, si fueseis un caballo delfín milenario resacoso, ¿dónde os esconderíais?- ambas féminas le miraron con indignación por esa pregunta estúpida, joder, ¿Y ellas qué podían saber? Ni tan siquiera se imaginaban que los biju pudiesen emborracharse… Encima era un puto caballo delfín, no podían ni excluir el mar… Pero su discusión fue interrumpida por un anbu con una máscara de tigre, que apareció en un sunshin en medio del pasillo.

-Uzumaki sama, el hokage requiere su presencia y la de la doctora haruno para una misión urgente.

-¿Ahora? Es mi día libre, y tengo que gastarlo en algo importante… esto… no habrán encontrado un biju de cinco colas perdido por casualidad, ¿no?- preguntó el uzumaki al anbu, que aún con su máscara no pudo ocultar su sorpresa, sobre todo cuando dio un paso atrás.

-Esto… no, uzumaki sama… pero el hokage insistió en que fuese a la torre, que era algo urgente…

-Agggh, está bien, así de paso puedo preguntarle a él si sabe algo…- concedió Naruto, disolviéndose el anbu en un sunshin de hojas mientras Naruto se triscaba los dedos.- Bueno Sakura chan, me da que nos toca misión…- declaró el rubio a la pelirrosada con una sonrisa, mientras la haruno se la devolvía aún más intensa. Unos cuantos días a solas con su mejor amigo de misión, como en los viejos tiempos…estaba a un paso de dar saltos de alegría, echaba de menos la acción. Pero alguien también cayó en la cuenta de esos días a solas que pasarían Naruto y Sakura. Shion apretó los puños con rabia, y miró a ambos shinobi con un gesto serio. ¿Su novio en una misión de días a solas con esa lagarta? Compartiendo comida, anécdotas, a solas, cada vez más juntos… No tenía acceso a sus visiones, pero tenía claro que no iba a permitir eso. Ah no… con su corazón latiendo a mil por hora, decidió intervenir.

-Os acompaño, que también tengo algo que hablar con Kakashi…- comentó, mientras Sakura y ella cruzaban una mirada de puro odio.

Y así las dos mujeres y el rubio salieron del complejo uzumaki tras ponerse algo más cómodo la rubia, con Naruto en medio y una mujer a cada lado buscando acercarse lo máximo posible a él… y cortándole la circulación de sus brazos al agarrárselos mientras tanto. El rubio comenzaba a preocuparse por esa competitividad de las féminas. Suerte que, cuando estaba a punto de ponerse azul, todos se fijaron en las calles de konoha. Joder, ¿les habían invadido por la noche y no se habían dado cuenta? La aldea era un maldito caos: los edificios presentaban renegrones propios del fuego, las calles mostraban toneladas de arena y escombros, los shinobi corrían de aquí para allá reparando construcciones e informando a los viandantes… Al final iba a ser cierto eso de que les necesitaban con urgencia. En el monte hokage, un grupo de escultores se afanaban por borrar una figura alargada esculpida cerca de la boca de la representación del primero, mientras un grupo de camiones retiraban unas gigantescas botellas de sake, tan grandes como un edificio, así como centenares de tamaño normal que se encontraban desperdigadas por doquier. La situación alcanzó el punto crítico cuando un pingüino se cruzó en su camino, huyendo de los cuidadores del Zoo, que intentaban devolverlo a su lugar mientras otros cinco llevaban a uno de los elefantes con cuidado a través de las calles semiderruidas. Joder, ¿Qué había pasado?

-Sa… Sakura chan…- dijo Naruto, mientras Shion se acercaba un poco más a él para esquivar un grupo de monos que huía en medio de la calle.- ¿tú no sabes nada de esto?

-Pues no…- contestó Sakura con una mueca de total asombro, moviéndose a un lado justo a tiempo para esquivar una de las farolas de la calle que se había caído en su dirección. Con su debate interno sobre Naruto no se había fijado en el caos reinante, y era para matarla, porque parecía el armaggedon…

-Claaaro, por eso había tantas piedras para patear…- se dijo inner mentalmente.

-Y tú kurama, ¿Viste algo por la noche?- cuestionó el ojiazul en su paraje mental, obteniendo un lamento y un estertor cercano a la muerte del resacoso biju, que en ese momento estaba en un rincón de su antigua jaula con la mirada perdida, envuelto en una manta y bebiendo café de una taza con su propia imagen estampada.- Vale, me tomaré eso como un no…

El trío llegó a la torre hokage, donde los anbu habían montado un cuartel general para atender los daños en la villa. Se habían designado escuadrones anbu para proteger los sectores claves de la aldea, equipos jounin para el rastreo de los alrededores de la villa en busca de enemigos, los chunnin patrullaban las calles y reconstruían edificios liderados por Yamato y su elemento madera… konoha estaba en situación de alerta. Incluso se había reportado un informe sobre una gran pelea de monstruos gigantes al otro lado del monte hokage, y habían enviado a los equipos ocho y diez a las alcantarillas a rastrear a una extraña criatura que desde la mañana estaba emitiendo lamentos y preguntando dónde quedaba la zona de clanes… era todo incomprensible, aunque esto último hizo mucha gracia a Sakura… sólo de imaginarse a ino ensuciándose sus botas nuevas en las aguas residuales de la ciudad le hacia reírse. Kakashi en ese momento se encontraba en su despacho, impartiendo instrucciones a Tsunade senju. No se reportaban heridos, lo cual era un milagro teniendo en cuenta los daños materiales, pero no se descartaba un ataque repentino, por lo que el hospital debía de estar preparado. La ojimiel acabó de informar y se dirigió a su trabajo, saludando afectuosamente a sus dos nietos en todo menos en la sangre y, para sorpresa de la fémina, también a Shion. La joven parecía caerle bien a la abuela oficiosa de Naruto. Una vez salió del lugar, Kakashi se puso a hablar.

-Sakura, Naruto, al fin llegáis… esto es terrible, TERRIBLE.- exclamó un hundido kakashi, preocupando a los asistentes.

-Pe… pero, ¿Qué ha pasado Kakashi sensei? ¿Nos ha atacado alguna nación? ¿Ha reaparecido kaguya?- preguntó Naruto completamente preparado para lo que fuese. Viendo el panorama de destrucción, sólo podía ser algo a nivel mundial.

-No lo sabemos. Por culpa del concurso de karaoke prácticamente nadie estuvo vigilando por la noche, y al parecer un grupo de malditos monstruos debió de entrar en la aldea y destruir todos estos lugares… es raro, no han afectado a ninguna de nuestras plazas fuertes ni infraestructuras, es un daño totalmente aleatorio, incluso encontramos a Gamabunta y sus soldados sapos inconscientes sobre el monte hokage, conseguimos de milagro devolverlos al monte myoboku… cuando se recuperen necesitaría que les interrogases sobre lo que pasó, nosotros no pudimos, estaban en un estado lamentable… pero os juro que esos hijos de mala madre lo pagarán… por el honor de esta aldea que lo pagarán…- finalizó con un tono que destilaba puro odio, tanto que sus interlocutores dieron instintivamente un paso atrás.

-Esto, Kakashi sensei… sé que no es el mejor momento pero… ¿no habrá visto un biju de cinco colas por ahí suelto no?

-¿Cómo? ¿Has perdido un biju?- preguntó un aterrado Kakashi, mientras Naruto palidecía.- asignaré algunos jounin a su búsqueda, lo que menos nos interesa es un biju perdido por ahí…

-Se… sería perfecto, pero… ¿para qué nos ha llamado?- preguntó el rubio, intentando calmar un poco el ambiente. El hokage estaba realmente furioso…

-Bien, os explico: durante el ataque han robado algo importante… el pergamino con las técnicas secretas de los hokage…

-¿Otra vez?- preguntó una indignada Sakura.- Joder, creo que ya va siendo hora de mejorar las medidas de seguridad de esta aldea, ¡hasta Naruto pudo robarlo con sólo doce años!

-Ehhh, ¡fue una proeza!- se defendió un ofendido Naruto.- Me costó mucho dejar a cada guardia inconsciente usando el orioke…

-Esto…- interrumpió el peliplateado.- …en nuestra defensa diré que mejoramos las medidas de seguridad, pero alguien se dejó la puta puerta del búnker abierta tras entrar usando nuestras claves e impidió que los sellos de detección se reactivasen… Estamos buscando a los responsables, y caerá sobre ellos todo el peso de mi furia, ¡incluso se infiltraron en mi torre!

-¿Intentaron atentar contra usted, hokage sama?- preguntó una alarmada Shion. El que esos asaltantes hubiesen podido acceder al domicilio de la máxima autoridad de konoha era muy preocupante.

-PEOR. Esos monstruos sin corazón destruyeron lo único bueno que poseía, tomaron mi ilusión y la hicieron añicos, corrompieron el mayor rayo de esperanza de mi vida… ¡ARRANCARON EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE MI ICHA ICHA EDICIÓN PLATINO CON NUEVE MIL CRÍTICAS POSITIVAS Y EL DOBLE DE LEMMON!- exclamó con un tono de puro dolor el hokage, mientras los tres asistentes se caían al suelo de espaldas. ESA era la razón del enfado del normalmente tranquilo Kakashi...- Pero ya habrá tiempo para interrogar y torturar a cada posible conspirador y hacérselo pagar… página por página… Sakura, Naruto, vuestra misión será buscar ese pergamino en los bosques de konoha. No pueden haber ido muy lejos, sean quienes sean los que lo hayan robado… saldréis de inmediato, se os dará lo que necesitéis en la armería.

-Hai, hokage sama.- proclamaron ambos shinobi al unísono tras cuadrarse.

-Lo único que lamento es que solo vayáis dos, pero estamos desbordados… iban a acompañaros Sasuke y Sai, pero uno está de baja por enfermedad y el otro se halla obsesionado con pintar murales multicolor y figuras de Ino desnuda, no le he visto en facultades para acompañaros…

-Pero, hokage sama… ¿no podría apoyarnos el escuadrón tobirama? Sólo dos shinobi vamos muy justos…- reconoció la haruno con pesadez, viendo lo grave de la situación. Podrían rastrear y encontrarlos en unas semanas, pero la misión podría salirse de madre y durar excesivamente (costándole el examen chunnin al pobre Naruto), e incluso complicarse y no tendrían apoyo…

-Lo siento, el escuadrón tobirama está cumpliendo una misión ultrasecreta rango triple S con licencia para matar y asesinar…

-Kakashi senseeeei.- se quejó la pelirrosada, incapaz de guardar las formas incluso por la indignación.- No me jodas, ¿nos vas a enviar a una misión sin refuerzos por enviarlos a buscar un libro porno?

-¡Compendio de sabiduría ancestral! Y todo responde a… nuestros informes de inteligencia… si, a eso. Es posible, y no podéis negarlo, que los autores de la masacre se hallen en las inmediaciones de la empresa editora del icha icha, así que el escuadrón tobirama tiene la orden de barrer esa zona en busca de sospechosos… y de paso traerme una decena de ejemplares…- finalizó el dirigente con un tono de voz más bajo en esta última parte, mientras recibía las miradas de reprobación de sus alumnos.- Lo siento, pero ya está hecho, tendréis que arreglároslas…

-Esto, hokage sama…- intervino Shion, viendo al fin la solución a su preocupación más reciente.- Podría acompañarles en su misión y así todo sería más fácil.- nada más decirlo, Sakura saltó como un resorte.

-¿Ya está acaparando a Naruto otra vez? Será lagarta…- se quejó Sakura internamente, aunque por fuera mantuviese la serenidad.- Shion san, no es una buena idea, usted carece de entrenamiento ninja, podría ponerse en peligro.

-Como sabía que ibas a poner alguna pega, que te crees tú que te voy a dejar irte de vacaciones con mi Naruto kun, roba novios…- insultó por lo bajo Shion, ofreciendo externamente una imagen de amabilidad.- no se preocupe, haruno san, sé cuidarme sola, y mis visiones podrían ahorrarles semanas de rastreo…- Ambas féminas continuaron un duelo de veladas amenazas, intentando imponerse mientras Naruto suspiraba agotado, hasta que Kakashi decidió poner paz.

-Se acabó, Shion san, acepto su petición.- Sakura iba a intervenir, cuando Kakashi volvió a interrumpirla.- Sakura, tú misma has reconocido que necesitaréis ayuda, y Shion puede ser muy útil. Es mi última palabra.- sentenció el mandatario, mientras Shion le sacaba la lengua con un gesto infantil a Sakura y esta levantaba el mentón indignada.

-Si necesitan ayuda, yo también les acompañaré.- anunció kurama, apareciendo en una nube de humo junto al trío.

-Kurama, ¿tú no estabas medio muerto por la resaca?- preguntó Naruto.

-Ventajas de tu paisaje mental cachorro, el tiempo allí es relativo, ¿o te crees que puedo recargarte el chakra tan rápido en tan poco tiempo? Sólo me he encerrado allí el equivalente a una semana de aquí y listo.- aclaró el biju, para luego dibujar una sonrisa traviesa.- esta misión puede ser peligrosa, y yo quiero estar presente. Además, viendo cómo se llevan estas dos, esto sólo puede acabar en masacre o trío adolescente, ¡Y YO NO ME LO VOY A PERDER POR NADA EN EL MUNDO!- exclamó con felicidad el kitsune, quedándose el despacho de golpe en silencio mientras Kakashi y Naruto tragaban grueso presos del terror.- Oh mierda, dije eso último en voz alta…- maldijo el biju al aire, mientras Sakura y Shion le rodeaban con una expresión de ira homicida, tronándose los puños la ojijade e invocando más de esas infernales tiras plateadas la ojivioleta.- Venga chicas, será guay, una misión de tres y kurama, ¿a que suena divertido?- preguntó, intentando dibujar esa sonrisa tierna que había estado ensayando la última semana. Ensanchó los labios y los ojos lo máximo posible, ladeando ligeramente la cabeza y ondeando sus colas en una pose supuestamente adorable. Y era supuestamente porque ofrecía una imagen repugnante y antinatural, con esos colmillos dibujando una sonrisa que en lugar de afable parecía sacada de una película de psicópatas, y esos ojos rojos brillando como los de un demonio en lugar de como un peluche de dibujos animados. Incluso el biju intentó acompañarlo de una música de película infantil, pero sólo logró darle un toque aún más siniestro al momento. Kakashi y Naruto lanzaron un lamento de horror de la que apartaban la mirada, mientras que ambas féminas pusieron una expresión de asco antes de continuar rodeándole lentamente.

-Kurama, sólo lo estás empeorando…- anunció Naruto, completamente convencido de que de esta lo mataban. Y él no iba a meterse en medio, desde luego… no debía de existir nada en el mundo que soportase un ataque de esas dos mujeres enfadadas…

-Vale, el gaki tiene razón, tendré que usar mi arma secreta. Hora de aplicar lo que aprendí en esa película de los dos ogros verdes y ese gato tan… yo.- y dicho esto, el kitsune desapareció en una nube de humo, para reaparecer de nuevo con el aspecto cambiado. Ahora era un precioso bebé zorro de rasgos faciales suaves, con dos inmensos ojos azules como los de Naruto y un pelaje parecido al de un peluche, y nueve esponjosas colas a su espalda. Naruto iba a gritar indignado que era un plan de escape ridículo, pero se calló en cuanto vio a ambas féminas cambiar de golpe su expresión de furia por una de absoluta ternura. Ambas lo tomaron en brazos con un gesto de puro amor, mientras Naruto fruncía el ceño totalmente confundido.

-¡Pero si es como un pequeño bebé zorrito de peluche!- exclamó Sakura, acariciando ese pelaje tan suave con los ojos iluminados como dos estrellas.

-¡Y tiene los mismos ojos que Naruto kun!- declaró Shion, también rendida a ese encanto kitsune mientras lo abrazaba, para luego ambas gritar al unísono.

-KAWAAAAAAAAI.- Naruto negó de fondo con cansancio. ¿Por qué le gustaban sólo las mujeres tsundere? Al menos ya no se querían matar... Estaba claro, sería finalmente una misión de tres… y kurama.

Pasados unos días, en el complejo uchiha…

-Joder… esto parece un centro anbu de detención clandestino…- se quejó el uchiha al cielo.

Su habitación, antaño un ejemplo de poder con sus muebles de roble, cuadros de uchiha ilustres (incluido él mismo en poses poderosas) y jarrones y estatuas decorativos, había dejado de existir. Ahora, en su lugar, sólo tenía cuatro paredes desnudas y un suelo de fría madera, conteniendo una cama simple con un colchón viejo, una mesa plegable de plástico con una silla vieja y una lámpara de los chinos con una luz parpadeante por tener roto algún fusible. Joder, vale que al pelinegro le gustaba la decoración sobria, pero esto era excederse, sólo faltaba un cubo de letrina maloliente en una esquina y ya podría ser calificado ese lugar como celda… Y maldijo por lo bajo porque no tenía solución, esa era la nueva decoración escogida por su esposa midori con el beneplácito de todas sus demás esposas… bueno, de las que le quedaban, Zabiha Senju y Anzu Inuzuka se habían fugado una noche para vivir su amor lejos de los estereotipos de la sociedad y no habían vuelto a dar señales… Y encima esta decoración sólo estaba para su cuarto, el resto de habitaciones eran un auténtico lujo, llenas de ricos tapices, alfombras de exquisita factura, cuadros y mobiliario de última generación y todo totalmente ergonómico. ¿Por qué, entonces, su habitación parecía el puto zulo de un pedófilo perseguido por la ley? Muy simple… el presupuesto se había acabado en el resto de habitaciones.

Aprovechando su periodo de convalecencia, donde el pelinegro se aferró a la existencia como un náufrago a un madero flotante mientras era ignorado sistemáticamente por sus mujeres, más centradas en sus guerras personales que en atender a su futuro marido, las futuras matriarcas uchiha votaron sobre cómo redecorar la casa. Sasuke intentó impedirlo, pero bastante tenía con respirar entre tanta flema y fiebre, así que más féminas fueron sistemáticamente acordando cómo emplear los ahora indefensos ahorros del uchiha, que desaparecieron como lágrimas en la lluvia en dos días: tiraron cada mueble del lugar y compraron muebles de diseño, dejaron a phillip pintar cada pared en tonos chillones porque "era lo más cool", y llegaron a acuerdos entre ellas para comprar lo que más les apetecía, como un dojo para que Ayiko hyuuga ensayase sus katas, o una fiesta con la gente más "in" (¿Qué demonios es in y por que él no estaba incluido? Se preguntó el uchiha, cuando un portero le prohibió la entrada al salón de su propia casa por no estar en la lista) para midori y la gente de la capital… Sólo Karin se había preocupado por él, y empleando sus exiguos ahorros se había asegurado de que tuviese un colchón, porque si no no tendría ni eso. Si incluso se llevaron el colchón del uchiha CON ÉL CONVALECIENTE TODAVÍA ENCIMA, dejándole tirado en el hall de la entrada sin que nadie se diese cuenta. Maldita sea, si esto era hacer historia, prefería vestirse con ese horrible spandex verde…

Pero ya estaba medianamente recuperado, salvo algún estornudo suelto. Estaba en la mierda, si, pero se iba a reponer. Sasuke era el portador del legendario rinnegan, el mayor talento shinobi del continente, no se iba a dejar hundir por una decoración propia del motel de psicosis. No, resurgiría de sus cenizas, cual ave fénix, y al final cada segundo habría merecido la pena. Cuando en el futuro volviese la vista atrás, acompañando de sus descendientes genéticamente perfectos, gobernando el continente shinobi y siendo una leyenda viviente, se acordaría de este momento y se reiría. Vaya que si lo haría. Además, su plan seguía viento en popa: era cierto que estaba arruinado, pero entre las cuentas uchiha que desbloquearía en cuanto ascendiese a chunnin y las dotes cuando se casase, recuperaría cada Ryu con creces; y también era cierto que había perdido a dos de sus cinco prometidas, pero hoy los consejeros le traían nuevas aspirantes. Había recalcado que las quería probadamente heterosexuales, para evitar nuevas fugas, así que hoy teóricamente debería de ser un buen día. A la hora acordada, el timbre del hogar sonó, atendiendo Karin a las visitas a pesar del embarazo avanzado (supuestamente saldría de cuentas en unas semanas, pero la joven no tenía prisa. Joder… como para traer un ser vivo al mundo en ese manicomio…) y pasando al interior de la morada dos ancianos acompañados de dos mujeres, que se quedaron observando el lugar con curiosidad.

-Bienvenidos.- saludo Sasuke con su pompa de rey del continente, poniendo su mejor sonrisa arrogante y aproximándose a sus visitas sacando pecho y mirándolo todo desde su superioridad moral, mientras Karin negaba al cielo con hastío y se dirigía a su cuarto para no ver ese espectáculo.

-Buenos días, honorable Uchiha sama.- saludo koharu con una suave reverencia.- confiamos en que se encuentre recuperado de su convalecencia.

-Fue una molestia sin importancia.- declaró el uchiha, para luego estornudar sonoramente.

-Jesus.- le disculpó Homura, para luego continuar hablando. Sasuke siempre se había preguntado una cosa… ¿Por qué hablaban alternándose SIEMPRE? Joder, daba mucho mal rollo…- Uchiha sama, nos acompañan sus dos futuras prometidas… permítanos presentarle a Mihayo Aburame…- anunció el consejero, mientras Sasuke tuvo que emplear toda su fuerza de voluntad para no babear en ese momento. Joder, esa mujer era UN MONUMENTO. Seguramente sería la mujer más bella que había visto en su vida: a ese pelo rojo que debía de reconocer que era su fetiche, se añadía un cuerpo curvilíneo con medidas dignas de una modelo, acompañadas de una ropa elegante pero no muy llamativa que la favorecía enormemente. Esos ojos verdes, esa piel suave y blanca, esos labios carnosos… incluso la joven le guiñó un ojo con picardía, demostrando que CLARAMENTE no era homosexual. Era jodidamente perfecta… y por eso Sasuke hizo una pregunta, aprovechando que la joven se detuvo a ver un cuadro lejano.

-Vale, ¿Qué fallo tiene? ¿Tiene doble personalidad? ¿Es una maníaca de la limpieza hasta el extremo de lavarse diez veces al día? ¿Tiene pene?

-¿Cómo que fallo uchiha sama?- preguntó de vuelta una extrañada koharu.- Cumple sus requisitos: probadamente heterosexual, hermosa, miembro prominente del clan aburame… sus hijos serían los ninjas sensores perfectos gracias a los insectos y su sharingan…- Sasuke la observó con detenimiento, comenzando a creerse que al fin había encontrado una esposa sin cosas raras, bella y encima interesada en él, sin peros… pero entonces vio el fallo.

-Un momento… ¿está jugando con una mantis religiosa?- preguntó el uchiha, tras ver a la joven juguetear con un par de insectos verdes con pinzas, afirmando los consejeros con confusión mientras el uchiha abría sus ojos con terror.- ¿Estáis locos? ¿Sabéis que los Aburame heredan comportamientos de sus insectos asociados Y ME TRAÉIS COMO PROMETIDA A UNA CRIADORA DE MANTIS?- cuestionó el pelinegro, recordando ese detalle del clan de los insectos que aprendió de Shino.

-U… uchiha sama, no sea supersticioso… aunque eso explicaría lo que pasó con el Aburame con el que salía…- comentó homura, comenzando a pensar en que fue raro que ese joven apareciese decapitado… Mihayo sonrió con dulzura al uchiha y le lanzó un beso desde lejos, para luego dirigirse al interior del hogar a buscar su cuarto acompañada de sus mantis. Sasuke sintió un terrible escalofrío… definitivamente, pondría el pestillo en su puerta mientras esa mujer andase por su casa.- Bueno, uchiha sama, la otra candidata será de su pleno agrado. Birtra Akimichi. No es la más atractiva de su impresionante harem, pero es una excelente cocinera y tercera en la línea de sucesión Akimichi.- Sasuke llegó a la cocina acompañado de los consejeros, encontrándose a Birtra manos a la obra, cocinando algo que, sinceramente, olía delicioso. A ver, comparada con Mihayo, la mujer perdía, pero no estaba mal: era delgada para los estándares akimichi, quizás un poco ancha de hombros para su gusto, pero con su gran busto, su cuidado pelo castaño y sus delicadas facciones, era digna de ser una uchiha. Sin contar que lo que estaba cocinando olía que alimentaba.

-Hola Birtra…- saludó seductoramente el pelinegro.

-Buenos días, uchiha sama.- contestó con un suave sonrojo la mujer.

-Perfecto, no es lesbiana y tiene un sonrojo atractivo. Creo que tengo una buena candidata a matriarca uchiha…- pensó con felicidad el pelinegro, para luego tomar un tomate de una cesta cercana y llevárselo a la boca con gusto como forma de celebrar que su plan avanzaba correctamente. Pero antes de morder, Birtra adoptó un gesto de furia y golpeó la mano del uchiha con el cucharón con el que removía el guiso, cayéndose la fruta al suelo mientras el pelinegro se lamentaba y la miraba sobresaltado.

-¿Está loco, uchiha sama? ¿Usted sabe lo nocivos que son los tomates, la cantidad de sustancias químicas con los que los tratan?- preguntó con pura rabia la joven, atemorizando a Sasuke, que incluso dio un paso atrás.- Mientras yo esté en esta casa no habrá ninguna de esas frutas del mal, he tirado el resto a la basura nada más entrar y se me había escapado ese, mejor tome esta naranja, que tiene muchas vitaminas…- aseguró la akimichi mientras le daba una naranja, para luego volver a cocinar de la que Sasuke se alejaba con un notorio enfado. ¿Que los tomates eran una fruta del mal? ¿LOS TOMATES? Y encima los tira y cambia por una naranja, que son agrias y tienen un color repugnante y llamativo… oh si, esta mujer acababa de caer en su lista de personas non gratas.

-En serio, ¿lo hacéis a posta verdad?- cuestionó a los consejeros, conteniendo sus ganas de asesinar… En serio que quería atravesarles con un chidori y poner fin a esta estupidez, pero sabía que esos dos buitres eran vitales para sus planes de expansión, sobre todo fuera de konoha, donde ellos tenían contactos en la administración de cada kage. En fin, acompañado de esos dos incompetentes, el uchiha se dirigió a su precario cuarto, deseando acabar la vista de una puta vez e ir a destruir un par de campos de entrenamiento a kirin limpio… encima Naruto se había ido de misión y llevaba días fuera, por lo que su gran batalla por el destino del mundo tendría que esperar…

-Gran decoración Uchiha sama, le digo completamente en serio: tiene un gusto exquisito.- halagó koharu, mientras Sasuke arqueaba una ceja. Lo peor de todo es que, conociendo a esos dos, lo dirían en serio… por si acaso alejaría a sus futuros vástagos de esos dos carroñeros…

-Hmpf… bien, ¿Cómo va nuestro plan de expansión?

-Le informamos que ya tenemos precontratos firmados con Kumo y Kiri para la integración de sus más bellas kunoichi en su proyecto de clan, y Suna y Iwa ya han concertado encuentros con nosotros para hacer lo mismo.- declaró Homura, mientras Sasuke asentía complacido.- Así que es el momento de pasar al siguiente estadio del plan: su cara al público.

-¿Mi cara al público?- preguntó Sasuke, algo confuso.

-Si, es parte vital en su plan para alcanzar el poder tener una buena imagen entre el pueblo, un potente apoyo popular puede encumbrarle en poco tiempo.- expuso koharu, mientras el uchiha alternaba de un consejero en otro como en un partido de tenis.- Así que nos hemos tomado la libertad de hacer una serie de estudios entre la población sobre la imagen que tienen de usted y… siento decirlo, pero tenemos trabajo por delante.

-¿Cómo? ¿No les caigo bien?- cuestionó un consternado Sasuke. Joder, en la academia se desvivían por atraer su atención, las mujeres le miraban con lujuria por la calle… supuestamente eso le hacía popular ¿no?

-Entiéndalo uchiha sama.- le disculpó Homura.- Su deserción, unida a que casi mata al actual héroe del mundo shinobi.- Sasuke no pudo evitar gruñir al recordar al dobe…- y a su colaboración con akatsuki y la formación de su propio grupo paramilitar que atentó contra el hermano del dirigente de kumo creó una imagen de usted algo… distorsionada.

-Define "distorsionada"…

-El noventa por ciento de los encuestados afirma que no estaría cómodo si usted apareciese en la puerta de su casa, mientras que el noventa y siete por ciento de los padres de familia preguntados no le querrían como novio de sus hijas.- proclamó koharu, sacando un enorme taco de hojas de papel de su bolso.- Entre el público femenino la cosa mejora un poco, pero sólo un tres por ciento de las encuestadas accedería a tener con usted algo más que una noche de pasión…

-¿Cuál es el margen de error?- dijo Sasuke, notando como sus ganas de destrozar algo aumentaban.

-Tres por ciento.- contestó Homura, mientras Sasuke se caía para atrás.- Y eso sin contar que tenemos un problema con… su firma…

-¿Qué le pasa a mi firma?- Preguntó Sasuke, al borde del colapso.

-Nuestros grafólogos la han analizado… coinciden en que presenta trazos marcados y agudos, que revelan unas tendencias psicopáticas reprimidas, mientras que la amplitud de los caracteres muestra un marcado narcisismo y egolatría… y a eso hay que añadir que su forma es… confusa, poco recomendable si planea firmar documentos oficiales… su S mayúscula inicial tiene los extremos tan cerrados que aparenta dos grandes círculos, mientras que el resto de letras se presentan de forma muy compacta, aparentando un tallo con algún reborde similar a venas que desciende progresivamente, y la A final presenta el rabillo algo alto, simbolizando todo ello en su conjunto un…- Koharu iba a continuar, pero incluso la anciana se sonrojó y le tendió un papel con su forma ampliada, mientras homura completaba la frase.

-Un pene erecto…- Sasuke abrió los ojos con sorpresa. Joder, pues así descrito si, tenían razón, parecía un pene erecto. Joder, ¿Por qué nadie le había avisado? ¡La llevaba usando desde la academia y nadie le dijo nada! Aunque esto explicaba porque kabuto y los cuatro del sonido le pedían autógrafos entre risas… Sasuke arrugó el papel con furia, mientras los consejeros se miraban con algo de temor.- Esto… y está el tema de su peinado…

-¿Qué le pasa a mi puto peinado?

-A nosotros nos agrada, peeeeero…- Koharu comenzó a exponer.- … resulta que es muy parecido al de un villano de una saga de magos reciente, un profesor de pociones que no ha caído muy bien entre el público adolescente lamentablemente…- Sasuke se mesó el pelo con indignación.- ya sé que usted está cómodo con su estilo, pero sería recomendable cambiarlo un tiempo a uno más… juvenil… para así asegurar que siga siendo un sex simbol entre las jóvenes, que no dejarán de ser las adultas del futuro y su principal público…- Sasuke maldijo por lo bajo, esos buitres tenían razón. Si era tan impopular, no podía permitirse perder a sus fangirls por un peinado…- Pero tenemos una solución a todos sus problemas señor…

-¿Destruir la aldea y refundarla?- cuestionó el pelinegro con ironía, deseando que sus interlocutores asintiesen, pero no era su día… claramente.

-Uchiha sama, hemos contratado un grupo de estilistas, los mejores del continente, para mejorar su estilo de vestir y peinado, y darle la apariencia perfecta. Están esperando fuera sus órdenes. Y además, para aprovechar ese cambio de look, hemos programado para mañana una visita a la academia.

-¿la academia? No es de mi interés rodearme de críos…- se excusó con desdén el uchiha. Lo que le faltaba, estar de niñera de un grupo de mocosos…

-Uchiha sama, medítelo bien. Los niños son fácilmente impresionables, y en un futuro serán sus súbditos. Sin contar que también mejorarán su popularidad presente cuando vayan a sus casas y hablen a sus padres del grandioso uchiha Sasuke. Sólo tendría que contarles un par de anécdotas de su entrenamiento y mostrarles alguna de sus grandes técnicas, eso además aumentaría su público a favor en la parte final del examen.

-Esos chiquillos no son de mi agrado, ya deberían de admirarme sin necesidad de que les de una clase.- anunció con arrogancia el pelinegro, decidiendo los consejeros optar por su arma definitiva.

-Uchiha sama, Naruto uzumaki suele dar regularmente clases a los chiquillos de la academia.- declaró homura, saltando como un resorte el uchiha ante la mención del rubio.- Sus niveles de popularidad están disparados, prácticamente el cien por cien de los encuestados le querría en su familia, su adoración entre las jóvenes supera récords año tras año… es más, vemos una tendencia a disminuir sus niveles de aceptación a medida de que aumentan los suyos… no sé si nos explicamos…- Sasuke maldijo en voz alta. Maldito uzuratoncachi, no sólo le rehuye su gran batalla final, le quita su objetivo del país del demonio y le arrebata el título de "nuevo shinobi no Kami", ¿ahora también se lleva a sus fangirls? Ah no, eso sí que no. Si Naruto quería guerra, se iba a enfrentar al Sasuke más encantador de la historia. Y cuando le arrebatase el amor del pueblo, tendrían su batalla, el uchiha vencería y nadie se le opondría nunca más. Con un asentimiento, el pelinegro le dio la señal a los consejeros para comenzar su cambio de imagen. Un nuevo Sasuke nacía ese día. Y el mundo debía de prepararse.

Al mismo tiempo, entre los bosques del norte del país del fuego, tres figuras y un kitsune de un metro se movían por los senderos. Lo hacían de forma lenta, y brutalmente ruidosa, la peor forma de llevar a cabo una misión de rastreo. Si su objetivo estaba en las cercanías, se habría escapado hace horas… Y era curiosa esa situación, porque la mitad del grupo se encontraba en total silencio, más por no poder hacer nada que por no tener nada que decir. Tres días de continuas discusiones entre Sakura y Shion, tres días de una batalla incesante que tenía a Naruto al borde del ataque epiléptico… discutían por todo: por el rumbo a tomar, por quien lideraba el grupo, por quien cocinaba… y qué decir de por la noche: Sakura prácticamente echaba fuego por los ojos cuando Shion se ponía cariñosa con el uzumaki, mientras que Shion rechinaba los dientes cuando Sakura y Naruto se quedaban a solas. Y para empeorarlo, kurama hacia algún comentario sobre que ambas féminas podían descargar su tensión de forma más… física, y las dos mujeres perseguían al travieso biju sedientas de sangre, olvidándose por completo de la misión. Sólo habían hecho caso a una sugerencia del biju: dormir las dos junto a Naruto, por "razones de seguridad". Naruto jamás lo había pasado tan mal durmiendo: ambas féminas se pegaban a él lo máximo posible, aplastándolo e inmovilizándolo, mientras se cruzaban miradas de molestia y de vez en cuando se insultaban veladamente. Y lo peor es que no podía decir nada: era común en las misiones ninja que los shinobi durmiesen juntos, así que no podía expulsarlas de su tienda.

Y para colmo de males, kurama lo estaba disfrutando de lo lindo… Definitivamente, los que decían que querían un harem no eran conscientes de lo que conllevaba… En ese momento Naruto y kurama contemplaban el espectáculo provocado por ambas féminas, que habían iniciado otra ridícula discusión por otra tontería, ambos con reacciones dispares: el kitsune, cada vez que las dos mujeres se gritaban, miraba a Naruto con una sonrisa zorruna, y le transmitía con telepatía imágenes de Naruto "disciplinándolas" en un ardiente trío donde ambas acababan incluso besándose y acariciándose mientras cabalgaban al uzumaki. El ojiazul en serio tuvo que hacer un esfuerzo por ignorar esos mensajes, joder, eran muy gráficos y él no dejaba de ser un hombre. Y además no estaba de humor para hacer esas cosas en esos momentos: a Naruto se le estaba empezando a agotar su paciencia… joder, ¿era tan difícil que su novia, el amor de su vida, se llevase bien con su mejor amiga, su principal apoyo a lo largo de su vida? ¿Estaba pidiendo tanto? Parecía ser que si, porque el uzumaki tenía la sensación que las dos mujeres no habían iniciado una batalla postapocalíptica en medio de ese bosque porque estaba él delante, no por falta de ganas. Tuvo que salir de su declive interno para prestar atención a la conversación de las dos mujeres, esperando que entrasen de una puta vez en razón…

-Shion san, estamos dando vueltas en círculos…- acusó Sakura con hastío y falsa amabilidad.- ¡Ya es la tercera vez que pasamos al lado del arbusto con forma rana Gustavo!- gritó, señalando un arbusto cercano y obteniendo un gesto asombrado de Naruto y kurama. Joder, era como esa jodida rana, y todo natural… milagros de la naturaleza…

-Sakura san, por tercera vez, el pergamino está cerca, pero con tu voz de coro continuo es un poco más complicado hallarlo…- contestó con ese tono sereno Shion, intentando aparentar cordialidad, aunque Naruto ya había descubierto hace un par de días que ambas mujeres sólo ponían ese tono para insultarse sin que Naruto pudiese intervenir en defensa de nadie…- Deberías de aplicar la máxima de "no rompas el silencio si no es para mejorarlo"- golpeó con una falsa sonrisa Shion, apretando los dientes por dentro mientras Sakura entrecerraba los ojos con rabia. Una buena forma de mandarla callar.

-Y tú la de "si no sabes torear, para que te metes en el ruedo manolete"…- repuso Sakura con otra sonrisa forzada, de la que Shion entendía el significado. "No pintas nada aquí y nos estás retrasando"

-Quizás era mucho esperar…- concedió Naruto con pesadumbre… no iba a haber raciocinio en esta misión…

-Gracias por el consejo Sakura san, lo tendré en cuenta… ahora déjame concentrarme…- Shion cerró los ojos, dispuesta a cerrarla la boca a esa pesada. Que pensándolo bien, ella tenía razón, llevaban un día perdidos por su culpa, ya se había fijado en ese llamativo arbusto antes, pero no se lo iba a reconocer jamás, y menos delante de Naruto kun. Iba a invocar sus visiones desordenadas, e intentar usar la lógica para darles coherencia. Sus ojos adoptaron sus clásicas formas geométricas, mientras Sakura suspiraba… ya era el décimo intento y se imaginaba el resultado…- Veo que debemos de girar a la izquierda…- sus tres acompañantes se giraron en esa dirección.- Salvo que este sea el momento en que una serpiente de diez metros nos espera tras los árboles…- todos se frenaron, aterrados ante esa posibilidad.- ¿Naruto kun, cuantos vasos de agua bebiste esta mañana?

-Esto… dos… ¿por?

-Claro, y por eso fuiste una vez más al baño de lo normal y tardamos un poco más en llegar, no hay peligro, podemos avanzar…- todos suspiraron con alivio, avanzando en esa dirección.- ¡esperad! Tengo que calcular cuánto estuvo kurama olfateando ciervos esta mañana, puede que haya una osa con sus crías y ataque a Naruto kun…- anunció con seriedad la rubia, mientras el rubio tragaba grueso. Joder, eso no sonaba bien…

-Maldita sea Shion, ¡esto es ridículo! Admite que te has perdido de una puta vez y déjame rastrear…- se quejó la pelirrosada, harta ya de dar vueltas sin sentido y sentir mil amenazas en cada esquina. Estaba claro que esa mujer sólo había ido para apartarla de Naruto y entorpecer su misión…

-No me he perdido, sólo estoy analizando las mil opciones posibles para encontrar el camino más seguro hacia el pergamino. Yo ya he visto a Naruto kun con él bajo el brazo.- se defendió la ojivioleta, para luego mirar con desprecio a la haruno.- Deja de molestar, si necesito tu espalda para viajar te avisaré…- dejó caer una ya harta Shion, haciendo referencia a como se conocieron ambas mujeres. Sakura apretó los dientes con furia, ¿la estaba tratando como un puto caballo?

-¿Qué has dicho? Si te llevaba a la espalda era porque a pie te hubiesen capturado… como no podías salir sin ese vestido de barbie…- contraatacó la haruno, ofendida por esa pulla de la ojivioleta.

-¿Barbie?- preguntó una furiosa Shion, mientras Naruto negaba al viento… tercera bronca del día…

-Si, por ser rubia de bote y tener muchos kilos de plástico encima…- dejó caer Sakura, señalando con las cejas los pechos de shion.

-¿CÓMO? ¡Perdona pero todo lo mío es natural!- declaró indignada la ojivioleta, tocándose incluso los pechos para mostrar que estaban perfectos y obteniendo un gemido ansioso de kurama, que observaba todo con una sonrisa zorruna y tomando… ¿palomitas? ¿De donde las había sacado?- Creo que los implantes te hacen más falta a ti…

-¿PERDONA? ¡A mí no me hace falta una puta mierda! Este es el cuerpo de una kunoichi, más te gustaría tener este trasero.- inquirió la ojijade, mostrando su perfecto y redondo trasero, respondiendo con otro gemido ansioso kurama. El trío estaba cerca, y el capítulo estrella de su novela también.- Más te gustaría tener esto y no esos dos almohadones…

-Más quisieras tú, marimacho…- insultó directamente Shion, hablando a la vez Sakura.

-Seguro, loca…

-¿QUÉ HAS DICHO?- preguntaron a la vez las dos al oír el insulto de la otra, para comenzar a chocar las frentes con furia y gruñirse. Naruto giró su mirada para no ver ese espectáculo, pero se enfadó aún más cuando vio a kurama asintiéndole con una sonrisa traviesa.

-Cachorro, entra ahí y pon disciplina. Azota ese trasero perfecto y muerde esos pechotes turgentes, yo observaré todo desde esa rama de ahí y jalearé tus mejores momentos.- anunció el kitsune, acabando ya con la paciencia del rubio, que se fue dando un suspiro cansado.- ¿A dónde vas gaki? ¡Esas mujeres están pidiendo un sometimiento al estilo kitsune a gritos! ¡Follatelas por mi! ¡POR MIIIII!

Naruto cortó su enlace mental para dejar de oír los lamentos del zorro, y se fue al interior del bosque a poner fin a esa aventura ridícula. En serio, si seguía ahí terminaría dándole dos gritos a cada una y diciéndolas de todo, y no quería tener que arrepentirse después, o hacerlas sentir mal. Ambas eran unas crías, y le estaban decepcionando muchísimo. Por un lado estaba Sakura: en serio, ¿Qué la pasaba? Joder, ¿no entendía que Shion es su novia y tiene ciertos derechos que ella no puede tener por ser mejor amiga? La veía ansiosa por estar con él, y hostil con Shion por ello, y no lo entendía, ¿acaso se creía que por tener novia iba a dejar de ser su amigo? Era ridículo… casi tanto como lo de su novia. Naruto podía ser un poco despistado, pero hasta él se había dado cuenta: Shion tenía celos de Sakura, unos celos terribles. Y por ello no lo dejaba casi ni respirar si temía que se quedase a solas con la haruno, ¿tan poco confiaba en él que se creía que si iba a darse una vuelta con Sakura acabaría follándosela contra un árbol? Porque no sería por falta de "te quiero" o de muestras de que ella es su novia y nadie lo podía cambiar… Y lo que más le jodía: ninguna estaba haciendo el más mínimo esfuerzo por arreglarlo, a pesar de que él se lo había pedido a ambas por favor… estaba claro que debía de acabar su misión rápidamente y tener una charla con cada una por separado, porque a este ritmo le obligarían a elegir, y no le parecía justo.

Triscó el cuello y se preparó para cumplir con la misión por la vía rápida. Confiaba en el criterio de Shion, aunque no entendiese esas indicaciones tan confusas, así que el pergamino estaría cerca. Y, puesto que no era muy bueno rastreando, recurriría a su técnica estrella: los clones de sombra. Tendría que esforzarse al máximo y convocar al máximo posible, su limite estaba en cerca de quinientos, y disolverlos gradualmente para no caer inconsciente por la información recibida al acabar, pero confiaba en que con esa técnica barriese el bosque entero en un día. Junto sus índices en cruz y exclamó el nombre de la técnica con fuerza cuando estuvo lo suficientemente lejos de las dos féminas y Ero kitsune, lo que le faltaba sería que se metiesen ellos y lo complicasen todo. El claro se llenó de humo, mientras el rubio sentía su energía drenarse enormemente. Los clones de sombra… antes de Naruto, el récord lo tenía su inventor, tobirama senju, con diez clones funcionales simultáneos. Naruto lo había multiplicado por cincuenta… Antes de que el humo se disipase, el rubio comenzó a impartir instrucciones para no perder ni un segundo.

-A ver chicos, nos vamos a dividir en escuadrones de diez y… ¿pero qué cojones?- preguntó al aire Naruto con consternación. Si, la técnica había funcionado, ante él tenía quinientas copias de si mismo… sólo que vestidas diferentes. Todos llevaban un taparrabos arcaico, con el resto de sus cuerpos desnudos llenos de kanjis pintados en rojo sangre, como si fuesen una especie de tribu de aborígenes. Iban armados con armas de piedra y antorchas, y algunos hacían danzas tribales con extraños gritos. Llevado en un palanquín por diez porteadores, un clon con una máscara de madera muy parecida a la cara de su tótem sanguinario hizo acto de presencia, mientras Naruto se daba de cabezazos contra un árbol.

-Oh, sanguinario Dios, líder y creador del mundo…- comenzó a recitar el clon sumo sacerdote.- …hemos acudido a tu llamada para adorarte y calmar tus ansias de sangre, ¡Todos gritar ramen en honor a Naruto!

-RAMEN.- gritaron todos los clones al unísono, mientras Naruto casi lloraba del espanto… los imbéciles de clones habían formado una secta tribal para adorarle, de ahí el puto tótem…

-Pero… ¿Qué cojones estáis haciendo?- inquirió Naruto con su paciencia ya colmada.

-¿No es de su agrado, o cruel Dios rubio? Sólo queremos calmar tu ira, y así podrás bendecirnos con Sakuras y Shiones chanes y buenas cosechas…- siguió exponiendo el sumo sacerdote, mientras todos los demás asentían. Naruto dibujó en su rostro un gesto de consternación, ¿Qué cosechas? Eran puros clones, no tenían tierras…- Y para ello te traemos lo que quieres, oh, su malignidad, ¡TRAED A LOS VÍRGENES!- ordenó el clon jefe, mientras, para horror del rubio original, los clones traían atados a varios de los Naruto que usaba para él Orioke, amordazados y listos para un ritual.

-ALTO, ¿Qué es esto? ¿Un puto sacrificio humano? Y dejad de llamarme "su malignidad"

-¿No es de su agrado, mi Dios? ¡DESHACEROS DE ESOS VÍRGENES, NO SON PUROS! ¡Traed el doble de los de la reserva!

-RAMEN.- gritaron al unísono los clones, mientras traían nuevos sacrificios entre danzas tribales. La vena en la frente de Naruto se hinchó hasta límites insospechados, mientras el ojiazul en serio se preguntaba cómo estos puntos retrasados habían llegado a la conclusión de que era un dios deseoso de sacrificios, ¡joder, era ridículo! Era hora de acabar con esto.

-¡YA ESTÁ BIEN!- gritó, frenándose en seco todos los clones para mirarle con expectación.- Voy a poner fin a todo esto, así que escuchadme bien: no quiero ni sacrificios, ni altares, ni tótem, ni mierdas. A partir de ahora sólo tenéis dos misiones: amaros los unos a los otros y obedecer mis órdenes si os doy alguna.- declaró el uzumaki, asintiendo mentalmente. Joder, eran dos reglas muy simples de cumplir, con eso debía de bastar…

-Mi… mi señor, ¿ese es el sentido de la vida? ¿Amarnos?- preguntó uno de los clones más cercanos

-Si, algo así, así que dejaros de chorradas y vamos a…

-¡Un momento! ¿Amarnos en qué sentido?- preguntó otro clon mientras levantaba la mano.

-Joder, está clarísimo.- le respondió otro antes de que el original hablase.- no hacernos daño y comportarnos…- Naruto asintió, satisfecho con la respuesta.- … Y MATAR A TODO EL QUE NO AME AL RESTO.- gritó con furia, mientras algunos clones asentían con entusiasmo.

-Eh, espera, yo no he dicho…- intentó aclarar Naruto, pero fue de nuevo interrumpido.

-¡No intentes convencernos infiel!- espetó otro clon al clon anterior.- tu secta es un grupo de fanáticos, y no te permitiremos expandir tus blasfemias más tiempo, LUCHAREMOS PARA PODER AMARNOS DESPUÉS DE ACABAR CONTIGO.

-¡No lo habéis entendido!- exclamó un tercer clon.- El creador ha dicho que debemos amarnos desde la total paz, no recurriendo nunca a la violencia. Debemos de sentarnos a meditar y no hacer absolutamente nada más, aunque él nos necesite, sólo así podremos no matarnos.- Naruto negó con la cabeza. Joder, tampoco era eso… Joder, ¿Cómo habían llegado a esas conclusiones? El sólo había dicho que se amasen y obedeciesen…

-Infieles, vuestra sangre purificará vuestra alma corrupta, nos esperan noventa y nueve shiones y sakuras en el más allá, NARUTO HU ACKBAR.

-Blasfemos, prepararos para conocer al verdadero señor, moriremos y renaceremos en el paraíso de los clones con el Naruto original, donde no nos faltará nada, NARUTO LO DISPONE.

-No os permitiremos manchar el suelo sagrado con vuestras mentiras nunca más, el destino es hacer el bien para reencarnarse en alguno de los clones favoritos del jefe y estar con Shion y Sakura chan, HOMENAJE A AMIDA BUDA NARUTO.

-GUERRA RELIGIOSAAAAA.- gritó un último clon con fuerza, para acto seguido desatarse el pandemónium. Quinientos clones, divididos en más de un centenar de sectas y corrientes religiosas, iniciaron una guerra de todos contra todos, matándose a puñetazos, mordiscos o con piedras y maderos, mientras Naruto ponía una palma sobre su cara y negaba hacia el suelo con cansancio. Joder, todo lo contrario de lo que había dicho… En medio del caos, se fijó que a su lado esperaba un clon sin hacer nada, contemplando la batalla con tranquilidad.

-¿Y tú? ¿Tú lo has entendido?- preguntó, con la esperanza de que al menos uno de sus clones fuese inteligente…

-No, es que yo soy ateo. No creo que existas.- declaró con una sonrisa, para luego seguir viendo la pelea, mientras Naruto le miraba indignado. Joder, si él no existía, ¿de dónde venían todos? ¡Si estaba hablando con él incluso! El rubio original se metió entre sus quinientas copias para intentar poner paz, pero no pudo evitar que la batalla se recrudeciese hasta que todos los clones se disolvieron en una gran nube de humo al mismo tiempo. Naruto se agarró la cabeza, notando acumularse todos los recuerdos de cada clon a la vez, perdiendo la consciencia casi de inmediato. Lo último que pudo ver antes de cerrar los ojos fue un grupo de desconocidos rodeándole…

Ending

-¿Naruto kun, cuantos vasos de agua bebiste esta mañana?

-Esto… dos… ¿por?

-Claro, y por eso fuiste una vez más al baño de lo normal, no hay peligro, podemos avanzar…- todos suspiraron con alivio, avanzando en esa dirección.- ¡esperad! Tengo que calcular cuánto estuvo kurama olfateando ciervos esta mañana, puede que haya una osa con sus crías y ataque a Naruto kun…- anunció con seriedad la rubia, mientras el rubio tragaba grueso. Joder, eso no sonaba bien…

-Esto es ridículo, ahí no hay nada ¡Naruto, nos vamos!- exclamó una Sakura con su paciencia agotada, para tomar del brazo a Naruto y llevarlo por el camino mientras Shion hacía cuentas con los dedos.

-¡NO, ESPERAD!- gritó Shion, intentando impedirlo, pero ya era tarde. Un gigantesco rugido alertó a los desprevenidos shinobi, que sólo vieron una gigantesca masa marrón abalanzarse sobre ellos. Naruto atinó a empujar a Sakura para alejarla del peligro, saliendo volando al impacto de un gigantesco oso. Shion, en lugar de ayudarlo, se dirigió furiosa a Sakura.- Estarás contenta, ¡mira lo que has hecho! ¡Te lo avisé!- acusó la ojivioleta a la pelirrosada, que reaccionó indignada mientras Naruto volaba como un muñeco de trapo en las zarpas del animal.

-¡A mí no me eches la culpa! Es la única vez que has acertado en estos tres días, ahora aparta que voy a salvarle…- declaró Sakura, apartando a Shion de un empujón mientras Naruto gritaba por ayuda.

-¿como le acabas de ayudar ahora? Mejor lo hago yo…- declaró la rubia, remagándose e invocando sus tiras de tela plateadas.

-¿Y cómo lo vas a ayudar? ¿Llevas un arma entre tanto vestidito?- preguntó con sorna Sakura, encarándose ambas mujeres e ignorando por completo las súplicas de auxilio del pobre uzumaki y los intentos de ayuda de kurama.

-Al menos no le he lanzado directo contra un oso…

-¿te crees mejor por haber acertado una de mil? hasta un reloj estropeado da bien la hora dos veces al día…- Al mismo tiempo que las féminas discutían, Naruto luchaba por su vida.

-SOCORROOOOO- gritó el uzumaki, esquivando a duras penas un mordisco del frenético oso mientras rodaba por el suelo.

-No te oyen gaki, están muy ocupadas echándose la culpa…- comentó Kurama, poniendo un gesto de solidario dolor al ver a Naruto volar por los aires de nuevo.

-Joder, ¡pues ayúdame tú, lánzale fuego o algo, que a mí no me da un respiro!- rogó el rubio, agachándose justo a tiempo para evitar que el oso le descabezase de un zarpazo

-Naruto, es una osa protegiendo a sus oseznos, ¡Es también una víctima, que hemos invadido su hábitat y la obligamos a arriesgarse más al buscar alimento, si la matas dejas a tres adorables ositos huérfanos! ¡NO AL MALTRATO ANIMAL!

-¿Y qué hago dattebayo? ¿Me dejo comer porque te dan pena desde que viste ese documental en Discovery max?

-Los pobres osos están en peligro de extinción, ¡no bromees con eso! Metete en su mente Naruto, piensa como ella para poder escapar… YA SÉ, haz como el protagonista de "el renacido", ¡hazte el muerto!- sugirió el biju, mientras Naruto fruncía el ceño con indignación.

-¿estás loco? ¿Tú viste cómo acabó Leonardo Di Caprio en esa película después de hacerlo? ¡Kurama, que me comeeeee!- gritó el rubio, mientras el oso conseguía acertarle un zarpazo en una pierna.

-Mierda, tienes razón, aguanta cachorro, voy a…- un grupo de pequeños rugidos sorprendió al biju por la espalda, siendo embestido de golpe por los tres oseznos de la osa, que decidieron unirse a la batalla.- AGGGHHHH, apartaros de mi, peluches del maaaaaal- gritó el biju, intentando zafarse del ataque de esos adorables oseznos para ayudar a Naruto, pero uno de los oseznos acertó un mordisco en una de sus colas.- AY, MI COLA NUMERO TRES.


Y fin. Capítulo donde tenemos un poco de todo xD Para empezar, la guerra por el alma de Naruto kun comienza. Se forjarán alianzas, cada lector escogerá bando, se insultaran los hermanos en los reviews, y nadie ayudará al pobre Naruto a deshacerse de ese oso mientras tanto. Que? Os creíais que en este fic sólo le ocurren putadas a Sasuke? Naruto tb va a recibir, sobre todo por estar en medio de una guerra entre una mujer con la fuerza de un rinoceronte y otra con poderes místicos. Lo curioso: siempre se ponen a discutir entre ellas y acaban ignorándolo xD vosotros que creéis? Masacre o trío?

Konoha está en llamas prácticamente, el caos se ha adueñado de las calles. Os preguntaréis, que ha pasado? Puede que el especial de "resacón en konoha" lo explique TODO. Lo de la casa de Sakura, la desaparición de kokuo, Gamabunta inconsciente en el monte hokage, el capítulo perdido de Kakashi... quién sabe muahahahaaaa

Sasuke sigue en su viaje de karma... a veces me da pena, pero me río mucho con lo que se me ocurre para el y sigo escribiendo xD como veis, le espera un cambio de diseño para dejar de parecerse al profesor snape, además de que tendrá que dormir con un ojo abierto para que no le asalte la criadora de mantis... de todos los insectos, tenía que criar esos precisamente, sospechoso no? XD

Y por último, los clones. Ya lo del tótem hacía sospechar que algo raro les pasaba, y era que se habían montado una secta XD. Es mi forma de criticar las guerras de religión y demás, de ahí que represente las corrientes mayoritarias cuando Naruto les ordena quererse, no busco atacar a ninguna religión en concreto, es un ataque general. Por supuesto, representan a esas religiones hace siglos, no actualmente, lo de los clones evolucionará. La pregunta es, ¿Naruto lo aguantara?

Y al parecer, Naruto ha caído inconsciente y está rodeado de desconocidos, ¿que pasara? ¿Arreglaran Shion y Sakura sus diferencias para encontrarle? ¿Como será el nuevo look de Sasuke? Tendréis que esperar un poco, porque el siguiente capítulo será el especial, "resacón en konoha". Hasta entonces, me despido!