Cap12: Indigno zorrito bebé
Buenas! Aquí me tenéis con otro capítulo más de Fjaka. Si, he estado muy metido con "asqueroso baka hentai", pero Fjaka sigue siendo la historia principal. Es solo que cada capítulo de ABH es mucho más corto que los de Fjaka, eso sin contar que aquí estamos de fiestas, tengo un examen importante en septiembre, el verano... una locura, vamos XD. Hoy tenéis el desenlace del capítulo de "misión de tres y kurama", con mucho narushion, mucho Sasuke y mucho Naruto. Espero que os guste, pasó a los review:
Kirito720: hola buenas! Pues si, kurama es todo un caso, como para no ponerlo en una noche de borrachera XD y hinata tuvo que copiar ese gesto de alguien, me hizo gracia que fuese del severo hiashi y no de su madre XD en cuanto a los clones... en este capítulo no porque Naruto estará bastante liado, pero el siguiente y el siguiente al siguiente vas a tener clones para aburrir... digamos que su religión está avanzando, y es algo preocupante XD
AliceUchihaLockwood: saludos! Me alegra que te hiciese gracia, lo del golpe de la purga lo hice con unos amigos hace tiempo y no pude resistirme a ponerlo por aquí XD si, yo también me identifico con Isobu, no visito nunca zoos por eso, comommucho reservas naturales y si son amplias... en fin, en konoha al menos ya hay unos cuantos animales en libertad XD falló la ejecución, pero bueno, la intención es lo que cuenta.
No te negaré que me encantaría que tuviese su propio fic, pero me gusta más ponerlo como dúo cómico con Naruto. Tengo que ver si se convierte en un pj tipo jiraiya y puedo hacer algo más, pero de momento está muy contento aquí y en Asqueroso baka hentai haciendo de puto pervertido pelado XD espero que te guste lo de hoy, un saludo!
-aaaaaaaaa- personaje hablando
-aaaaaaaa- personaje pensando
-aaaaaaaaa- ser sobrenatural hablando
-aaaaaaaa- ser sobrenatural pensando
Obviamente, los personajes y el mundo Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo aportó la historia y entierro a boruto en lo más profundo del infierno para que no vuelva a salir. No autorizo el plagio de mis obras.
-Naruto…- oyó el joven uzumaki mientras mantenía los ojos cerrados.- Naruto…- volvió a oír. La voz le resultaba familiar, por lo que intentó responderla, pero estaba demasiado a gusto dormido. Se notaba agotado, extenuado, quizás por el episodio de los clones, aunque eso no explicaba que sintiese miedo al oír esa voz…- NARUTO.- gritó la voz, y el uzumaki no tuvo más remedio que abrir los ojos, asustado. Estaba en su cama, y frente a él pudo ver de forma difuminada una melena rubia clara y unos ojos violetas muy queridos, por lo que se recompuso como pudo.
-Shion chan… arggghh, estaba durmiendo…- se disculpó el uzumaki mientras se estiraba. Se notaba más cansado de lo normal, joder, si se acababa de despertar… ¿y por qué tenía ganas de encerrarse en el trastero para que nadie lo encontrase y poder llorar tranquilo? Pero, de pronto, el uzumaki se atragantó tras ver mejor a su novia. Joder, o Shion había comido como una loca últimamente, o…- Ehhh… ¿estás embarazada?- preguntó asustado, viendo el vientre hinchado de la ex sacerdotisa. Joder, joder, joder y joder. Pero, ¿Cuándo…? Era imposible, encima era un vientre de muchos meses…
-Claro, y tengo antojo…- reconoció Shion con un suave sonrojo, vestida con un camisón premamá blanco.
-¿Antojo? ¿Otra vez?- un momento, ¿Cómo que otra vez? Había salido de su boca sin querer, como lo que siguió comentando el uzumaki.- pero si ayer te traje cincuenta barras de chocolate… eh, espera, ¿Qué cojones estoy diciendo? Pero, pero… ¿Cómo es que estás TAN embarazada?- preguntó al borde del ictus el ojiazul. Joder, es que debía de estar con ocho meses de embarazo, y hace unas horas la recordaba normal…
-Por la misma causa que yo, asqueroso baka hentai…- Naruto abrió los ojos con terror al escuchar a su espalda esa voz tan familiar… y esa forma de llamarle tan particular… y joder, sobre todo esa frase tan terrorífica…
-AHHHH, Sa… ¿Sakura chan?- exclamó presa del terror al ver a su amiga vestida con un camisón premamá rosa y tumbada al otro lado de la cama con un gesto de enfado, con una barriga igual de abultada que la ojivioleta.- Co… ¿Cómo?
-¿Qué como? ¿Te suena "oh, tranquilas, soy el gran uzumaki Naruto, haré la marcha atrás y no tendremos problemas, que yo controlo"?- le acusó la ojijade con un notorio enfado, uno que hizo a Naruto temblar como una hoja. Sakura solo ponía ese gesto en los momentos de mayor ira…- ¡por tu culpa parezco una morsa del ártico!
-Sakura san, es otro de tus cambios hormonales…- intentó tranquilizarla Shion mientras se acariciaba el vientre.- Y Naruto, de la que vas a comprarme las chocolatinas, trae también helado de chocolate… y gofres… y manzanas de un rojo intenso, las de rojo apagado saben mal…
-¡Maldita sea Shion, por culpa de tus antojos nos hemos dejado la asignación uzumaki de todo el año en comida y tenemos a Naruto haciendo de hokage, mimo callejero, paseador de perros y bedel de la academia para traer más dinero a casa, contrólate un poco!- la regañó Sakura, para luego mirar a Naruto.- Mejor trae helado de fresa y puede que me quede contenta.
-¡No tengas morro! Tráelo de chocolate Naruto kun…
-¡De fresa!- le espetó Sakura a Shion, encarándose ambas féminas desde cada lado de la cama… con Naruto en medio.
-¡De chocolate!
-¿De fresa con chocolate?- preguntó con un tenue hilo de voz el ojiazul. Algo de su mente le decía que era una mala idea interrumpirlas… y, cuando ambas mujeres se giraron a mirarle con puro odio, supo que debía de hacer más caso a esa vocecita…
-¿DE FRESA CON CHOCOLATE? ¡Nos embarazas y encima dices eso! Mezclar ambos sabores mataría nuestro plato favorito, ¡eres un estúpido insensible!- le acusaron a la vez con lágrimas en los ojos, comenzando Naruto a ponerse más nervioso ante la situación. Habían hablado a la vez incluso, como las putas gemelas del resplandor... No entendía nada, y en estas situaciones sabía lo que debía de hacer.
-Kurama, socorro…- imploró en su pasaje mental.
-Ya voy… urfff…- Naruto abrió los ojos con sorpresa al oír a su amigo biju a su espalda, dándose la vuelta para ahogar un grito de espanto.- Cacho… bruaggggh… rro…- consiguió finalizar tras un gran eructo el biju de nueve colas. Y la consternación de Naruto era obvia: frente a él no se encontraba un esplendoroso zorro de fuego, si no una bola de pelo de más de cien kilos y apenas cincuenta centímetros de altura con una barriga grotesca colgando. Y, lo que más asustó a Naruto…
-e… espera un poco, Naruto kun… que kurama tiene que acabarse su quinto desayuno…- pidió una tímida hinata, vestida también con un camisón premamá de color púrpura y con un vientre de embarazo avanzado. La hyuuga tendió otra cucharada al biju.- Di ahhhhh...
-Arggghhh… mi cuerpo es hojaldre, mi sangre es siropeeeeee…- se quejó el biju al aire, para luego volver a eructar dentro de su infierno cardiovascular. Muchas mujeres alimentándolo con platos deliciosos… era tan bonito y a la vez tan terrible, hacía tiempo que había abandonado su gloria pasada para convertirse en un balón de playa de pelaje naranja. Antes de que Naruto pudiese hablar, otra voz desde la entrada del cuarto le heló la sangre…
-Naruto kun, de la que esperas podrías atenderme… me he vuelto a despertar juguetona, y el sexo en los últimos días del embarazo es de lo mejorcito…- dejó caer una también encinta ino con un sugerente camisón azul turquesa.
-Y a mí…- añadió una encinta kurotsuchi, con su camisón rojo.
-Y a mí…- añadió una encinta Temari, vestida de amarillo.
-Yo es que tengo también antojo… pero de helado de vainilla…- comentó una embarazada Karin, con un camisón negro. Naruto se sintió prácticamente morir cuando pudo vislumbrar una interminable fila de mujeres embarazadas en el pasillo de su casa… pudo ver a Shizuka, tenten, Shizune, Ayame, koyuki… joder, incluso a Tsunade oba chan… y, en el espejo de cuerpo entero de su cuarto pudo verlo… su propio reflejo. Estaba viejo, debía de tener cincuenta años… aunque todas ellas estaban jóvenes, quizás simplemente hubiese envejecido fatal… estaba raquítico, en los huesos, y tenía ojeras, patas de gallo, la piel manchada, y lo peor de todo… ni un solo pelo en la cabeza. Estaba como jiji sarutobi… corrijo, sarutobi tenía pelo en los laterales, él ni ahí… sus más de cincuenta esposas le habían consumido como un puto plato de ramen… ¿Cómo podía haber alguien que quisiese un harem? Era un jodido infierno… Sintió como su labio inferior temblaba, y estaba a punto de gritar de terror, cuando todo empeoró aún más.
-¡He roto aguas!- gritó Shion con emoción.
-¡Y yo también shannaro!- rugió Sakura.
-Y… y yo, na… Naruto kun…- añadió hinata. Y, una a una, todas las mujeres se fueron sumando a ese comentario, anunciándose más de medio centenar de partos inminentes. Joder, ¿Cómo iba a llevar a medio centenar de mujeres al hospital? ¿Y cómo iba a atender a medio centenar de retoños a la vez una vez naciesen?. Con lágrimas en los ojos, y viendo una avalancha de bebés llorosos abalanzándose hacia él junto a esposas enfadadas y celosas y un kurama obeso que se arrastraba como un zombie al grito de panceta, Naruto hizo lo único que podía hacer.
-AHHHHHHHH, ¡ESTOY CALVO!- gritó Naruto con horror tras cerrar los ojos. Y, al abrirlos, ya no estaba en su cuarto… gracias a kami. Lo cierto es que no sabía dónde estaba, aunque no se quejaba, que no había bebés, ni esposas enfadadas… ni kurama en modo emperador de los choripanes… Pero un temor seguía persistiendo. Con un gesto de pánico, Naruto subió sus manos a su pelo, pero estas se frenaron a medio camino. Estaban atadas a su silla. Miró a su alrededor y pudo ver cómo dos individuos con mala pinta, ambos con tatuajes por todo el cuerpo, chalecos de cuero y armas, le miraban con una ceja arqueada.- ¡Eh, vosotros! ¿Sigo teniendo melena rubia no?- los guardias se miraron entre ellos con un gesto de confusión, hasta que una tercera voz intervino.
-Sigues teniendo pelo… Naruto kun.
-Buffff, gracias a kami, no veas que pesadilla más jodida he ten… ¡AAAAHHHH! Ka… ¿kabuto?- preguntó un impresionado Naruto. Ya se empezaba a situar: estaba en una carpa por lo que veía, y como prisionero. Los guardias eran claramente maleantes mercenarios, y frente a él estaba sentado kabuto, con su pelo blanco y pajizo, y una túnica granate… ah, y esa inquietante serpiente blanca gigante que asomaba de entre sus ropas y que nadie sabía de dónde procedía. Bueno, no estaba para pensarlo, estaba claro que kabuto era el líder, y Naruto necesitaba respuestas.- Esto… ¿Por qué estoy atado? ¿Qué hago aquí?
-Naruto kun…- comenzó a exponer kabuto, mientras acariciaba esa serpiente blanca en su regazo.- te preguntarás por qué te he traído aquí…
-Si, vamos, es justo lo que acabo de preguntar…
-No me interrumpas, arrearle una torta…
-Eh, ¡espera! Auch…- se quejó Naruto tras recibir un sonoro tortazo en la mejilla.
-Bien, pues te preguntas por que te he reunido aquí… y yo puedo contestarte, Naruto kun…
-Si, por eso te lo he… Auch.- Naruto volvió a recibir otro golpe.
-… creo que andas detrás del pergamino de las técnicas prohibidas de konoha…- Naruto iba a hablar, pero recibió otra trota y volvió a quejarse lastimosamente.- Idiotas, ¡ahora sí que tenía que hablar! Es imposible hacer una buena puesta en escena… en fin, supongo que es este pergamino, ¿no?- preguntó kabuto, mientras su serpiente envolvía un pergamino enorme.
-Si, es ese… Auch… ¡oye, que estaba contestando, dattebayo!- se quejó Naruto al guardia, que le había vuelto a abofetear.
-Disculpa a Keinichi, solo le caen bien los animales, de ahí que sea tosco con las personas…- disculpó el peliblanco a su esbirro.- en fin, te preguntarás por que tengo yo el pergamino, ¿no?
-…- Naruto asintió sin hablar… y recibió otra torta.- AUCH, ¡pero si no he hablado, dattebayo!
-Keinichi…- volvió a corregir el yakushi.- bien Naruto kun, lo tengo por una simple razón… ahora es mío. Mío para engrosar mi colección, mío para agrandar mi botín, MIRA NARUTO…- gritó Kabuto con una emoción desbordada y los ojos abiertos en exceso, tan fervientemente que incluso se le caía la baba.- ¡MIS COSAS! – y el peliplateado señaló a las espaldas de Naruto con ambas manos y la respiración agitada. Naruto intentó girarse, pero no podía al estar atado.- Ah, es verdad, chicos, ya sabéis qué hacer…
-AUCH.- volvió a quejarse Naruto cuando le dieron otra torta.
-¡No imbéciles, girarle!- ordenó el sennin serpiente con la vena en su frente marcada. Una vez que Naruto estuvo en posición, pudo verlo… un gran montón de… cosas. Si, no había otra forma de describirlo, era una montaña de mil cosas variopintas. Desde armas ninja y pergaminos de técnicas hasta calcetines sucios y ropa interior claramente arrancada de tendales, una montaña de tesoros y mierda que dejó a Naruto sin palabras.- ¿impresionado eh? Antes de que itachi kun usase su Izanami en mi, mi vida era solo una especie de homenaje a orochimaru. Vivía por y para completar su obra, perfeccionar sus técnicas… no era feliz. Pero el izanami busca crear en el individuo un estado de felicidad mediante la propia aceptación y el propósito de enmienda, y yo encontré el mío. Naruto kun, ya no ansío conquistar el mundo, ¡AHORA QUIERO ACUMULAR TODAS LAS COSAS VALIOSAS DEL MUNDO BAJO MI PROPIEDAD!- Sentenció, para luego reírse con una carcajada maníaca mientras Naruto y los guardas se miraban confundidos. Allí había pañales usados incluso, ¿eso era algo valioso? Aunque el rubio sí que tenía que intervenir, por lo que dejó esa pregunta para luego.
-Ka… kabuto, ¿me estás vacilando? El Izanami no sirve para eso, ¡busca que hagas el bien!
-Y lo estoy haciendo, ya no intento conquistar el mundo, y de paso acumulo bajo mi poder cada… cosaaaaargghhh…- dijo en una especie de pseudo orgasmo el yakushi, incomodando MUCHÍSIMO a los espectadores, sobre todo a Naruto, que notaba a esa serpiente blanca demasiado cerca de su cara.
-¡No puedes cambiar la megalomanía por la cleptomanía y un síndrome de Diógenes kabuto!- exclamó Naruto, preguntándose si seguía soñando… esto era aún más surrealista que kurama comiendo las tortitas de hinata con una barriga enorme…- ¡es ridículo!
-¡No lo es!- se defendió el sennin de las serpientes con un puchero.- además, ¿prefieres esto o que me encargue de un orfanato, viendo mi historial?- preguntó con un gesto de superioridad, debiendo de asentir Naruto… kabuto, famoso por asesinar a miles de personas en sus experimentos, criando niños… un escalofrío recorrió la espina dorsal del rubio.- acumularé cada cosa del mundo y la añadiré a mí montón. Yo y mis hombres nos hemos recorrido las cinco naciones elementales haciéndonos con todo lo que encontramos, y ahora vuestro pergamino pasará a formar parte de mi colección. Tranquilo, no lo abriré, me gusta así… sin tocar… en su envoltura original… y ahora tengo además para mi colección lo que me dará konoha para recuperar a su jinchuriki de cabello rubio y sedosoooorggghrll…- declaró kabuto en un nuevo pseudo orgasmo mientras su serpiente se frotaba contra Naruto. Vale, por eso no le había matado… le quería para un rescate… ya está bien, eso ya sí que no, este interrogatorio había finalizado. Y mientras no supiese de donde salía esa serpiente, la quería a más de diez metros de él.
-Lo siento kabuto, pero no puedo permitirlo…- interrumpió Naruto, preparado para dejar salir su modo kurama y poner fin a este momento surrealista. Se concentró y comenzó a dejar salir su chakra naranja.- VAMOS KURAMAAAAAAAAA.- gritó al aire, preparado para una de sus entradas triunfales con su armadura de chakra anaranjado, con música heroica y todo. Pero no hubo ni música, ni heroísmo… ni chakra, salvo unas ligeras ascuas naranjas en sus manos. Ah, y una torta de keinichi.- AUCH…
-Waw, ¿lo habéis visto? Ha soltado mini llamas y todo.- exclamó con felicidad kabuto, mientras Naruto no entendía nada.- Deja de intentarlo Naruto kun, ¿en serio te creías que iba a secuestrar al nuevo shinobi no kami sin tomar precauciones? De cierto lugar conocido como la prisión de hozukijo, comúnmente llamada "la prisión de sangre", tomé el jutsu de sellado de chakra más potente del mundo, el único que puede contenerte…- anunció el yakushi, mientras un consternado Naruto se miraba al pecho y maldecía. Joder, el Katon: tenro (fuego: prisión celestial), la técnica de sellado del clan que gobernaba el complejo carcelario. Podía sentir su cuerpo arder de la que esas marcas similares a tatuajes de color rojo que tenía por su piel brillaban con fuerza, drenándola el chakra… estaba en apuros.- por cierto, nunca pensé que tú también fueras un compañero presidiario, veo que tienes un pasado oscuro, Naruto kun, ¿Qué hiciste? ¿Robo? ¿Asesinato? ¿Pirateaste netflix?
-¡No hice nada, era inocente!- se defendió un ofendido Naruto. Acusarle de piratear netflix a él, que era un firme defensor de la propiedad intelectual… si tenía todas sus películas originales, para burlas de kurama, que veía los últimos estrenos desde su cuenta pirata y le jodía los finales de las series por pura maldad… breaking bad, vikingos, Shingeki no kiojin… maldito zorro demoníaco…
-Claro, como yo…- se burló kabuto.
-Y yo…- dijo también keinichi.
-Y yo…- añadió el otro guardia.
-¡Que lo digo en serio!- gritó Naruto.- Todo era un plan de oba chan para descubrir a una secta que vivía en la prisión y desenterrar un antiguo artefacto de poder… podrían habérmelo dicho y me habría ahorrado la angustia y el sufrimiento de pensar que me habían abandonado, sin contar el que me atravesase el pecho la garra del puto demonio del lugar por no poder invocar correctamente mi chakra y casi me muriese… joder, lo cierto es que les dejé sin castigo alguno, y en el caso de algunos como kakashi sensei o Sakura chan fue un poco pasarse… AUCH.- volvió a lamentarse Naruto cuando recibió otro tortazo de keinichi para que dejase de farfullar.
-No hace falta que te inventes historias ridículas Naruto kun, si ese plan existiese era completamente estúpido y tú habrías destruido la aldea con razón, hubiese sido ya la última burla sobre ti de esa gente…- declaró kabuto, para luego mirar a Naruto con malicia.- Espero que al menos fuesen amables contigo en las duchas… en fin, lo dicho, dentro de unos días pediremos un rescate a konoha, y así me darán más… COSAAAAASRGGHHS- gritó con emoción, para luego hacer una seña a sus guardias para que le abriesen la puerta de la tienda.- Vigiladlo las veinticuatro horas, levantaremos el campamento al anochecer.- ordenó, para salir del lugar mientras sus hombres asentían y se disponían frente a la entrada.
-Arggghh, está bien Naruto, cálmate, que no está todo tan jodido.- pensó el uzumaki mientras normalizaba su respiración.- estás sin apenas chakra, pero tienes refuerzos, no has venido sólo. Shion chan, Sakura chan y kurama están en el bosque, y seguro que ellas ya han arreglado sus diferencias al ver que no he vuelto y unido fuerzas en una épica aventura para rescatarme. Si, Sakura y Shion son dos mujeres fuertes e inteligentes, no tardarán mucho en llegar… voy a preguntarle a kurama por donde van para preparar el asalto y fuga, ¡Kurama!- exclamó en su paisaje mental, obteniendo de inmediato una respuesta. Era extraño, solo oía su voz, así que el verdadero kurama seguía en el exterior…
-Dime cachorro.
-Kurama, ¡me ha secuestrado kabuto! Él está detrás de todo, y tiene una serpiente blanca con una inquietante forma fálica unida al cuerpo que me da muy mal rollo...- explicó Naruto con rapidez, mientras su biju devolvía varios "aha" en respuesta… ¿estaba distraído en este momento crítico? ¿en serio?- ¡Kurama! ¿quieres hacerme caso? Rápido, necesito que guíes a las chicas hasta mí usando nuestra conexión mental…
-Está bien, se lo explico y vamos, aunque tardaremos un poco…- declaró con un hilillo de voz el kitsune, mientras Naruto arqueaba una ceja.- Digamos que esto está al rojo vivo cachorro…- anunció el nueve colas, mientras Naruto movía las manos indignado, ¿Qué podía haber más importante para Shion y Sakura que rescatarle?
Y, en el exterior, kurama estaba viendo la respuesta. En el claro donde las había dejado, Sakura y Shion habían llevado su discusión al siguiente nivel… el homicida. Árboles arrancados de cuajo, cráteres humeantes en el suelo, piedras hechas añicos… parecía un campo de batalla de la gran guerra, pero solo era el resultado de que la rubia y la pelirrosada hubiesen dejado de fingir tolerancia mutua y dejasen salir cada ápice de odio y envidia que sentían por la otra. Era cuestión de tiempo, las hostilidades entre ambas solo habían ido en aumento desde el famoso suspiro conjunto en la barbacoa de chouji, y, para consternación del uzumaki que lo estaba viendo todo desde los ojos de kurama gracias a su conexión, ambas mujeres no iban a parar. Una decena de hebras de tela brillante y plateada se lanzaron a por Sakura, que las esquivó de una ágil voltereta. De la que caía, la haruno lanzó un inmenso tronco contra Shion, que la obligó a invocar un escudo sagrado que la protegiese del golpe. Rugiendo, Sakura intentó llevar el combate a un estado más cercano, donde sabía que tenía ventaja, pero por los pelos acaba cayendo en uno de esos repugnantes portales interdimensionales de la sacerdotisa al correr hacia ella. Frenándose, lanzó un par de shuriken que fueron desviados por las hebras de tela de Shion.
-Ya sabía yo que ibas de mosquita muerta, pero que en el fondo quieres quitarme a mi Naruto kun, ¡ROBA NOVIOS!- acusó con furia Shion a la pelirrosada, mientras lanzaba una jabalina de diamante que Sakura esquivó por poco.
-¿Yo, robarte a TU Naruto?- respondió una ofendida Sakura, de la que reventaba el suelo de un puñetazo y obligaba a Shion a moverse.- En todo caso será MI Naruto, llevo estando con él desde los cinco años, y ahora vienes tú a acapararlo como si fuese de tu propiedad, ¡no lo pienso permitir, barbie de mercadillo!
-¡Tabla de planchar!- devolvió el insulto Shion, de la que invocaba un trueno plateado que impactó contra un trozo de tierra que Sakura levantó de una patada para defenderse.
-¡Culo gordo!/¡Frente pala!- insultaron ambas a la vez, para luego abrir la boca con indignación y mirarse con llamas en sus ojos.- ¡ESTÁS MUERTA!- declararon de nuevo al unísono, para ya sí que sí atacar con todo. Sakura invocó su byakugou no in, dejando que el sello de su frente se extendiese por su cuerpo y dotándola de tal fuerza que incluso el suelo entero tembló cuando dio una fuerte pisada al pavimento; mientras Shion se dejaba envolver por la Luz plateada como si fuese un capullo y reaparecía con su forma sagrada, con cuatro alas de plumas brillantes y plateadas a la espalda y su cuerpo surcado por miles de símbolos astrales, acumulando tal poder que las piedras y escombros de su alrededor comenzaron a flotar. Vale, definitivamente esas dos se iban a matar ahí, para terror de Naruto. Parecía la imagen de la pelea final de una película épica. Cuando la una cargo contra la otra, Naruto intentó intervenir desesperado.
-¡Maldita sea kurama, hay que pararlas! ¡Déjame hablar con ellas usando tu cuerpo!- gritó un apurado Naruto.
-Espera gaki, se me ocurre una idea mejor…- anunció el biju con una sonrisa perversa, para actuar antes de que Naruto pudiese decir nada.- PELEA DE CHICAAAAAAS.- gritó el biju de pelaje naranja, preso de la excitación, para luego lanzar una inmensa bola de barro al combate antes de que ambas féminas se golpearan. Su plan era brillante: por culpa del barro, ambas resbalarían y tendrían que abrazarse más para no caer, y, presas de la emoción del momento, acabarían tocándose sus cuerpos húmedos e iniciando una candente batalla carnal yuri que daría inicio a su plan de harem para el gaki. Luego, tras sus decenas de orgasmos y grabarlo todo kurama en vídeo con varios contrapicados y efectos de cortinilla de estrella, irían a rescatar a Naruto y repetirían el proceso con el rubio en medio. El trío estaba ahí, lo podía rozar con la punta de sus garras… lástima que el biju no lo hubiese pensado mejor. Si, el barro cayó en la zona de batalla… y sobre ambas féminas, que no se esperaban el golpe. Ambas, totalmente cubiertas de barro, frenaron su trifulca para mirar al biju con un absoluto odio… se habían lavado el pelo esa mañana, y ahora estaban llenas de mierda. Ese biju iba a pagar en dolor... Se fueron acercando al kitsune de la que tronaban sus nudillos e invocaban decenas y decenas de esas hebras plateadas, mientras kurama tragaba grueso presa del terror.-E… esperar chi… chicas… na… Naruto necesita…- pero, antes de que pudiese decir nada, ambas atraparon al zorro, y la conexión con Naruto se cortó de golpe, para horror del rubio. Esperaba que al menos kurama pudiese avisarlas antes de que lo despedazasen…
Mientras tanto, en konoha, otro shinobi legendario no vivía la vida… la sufría. Sasuke uchiha, el portador del legendario rinnegan y mangekyo sharingan, amo del fuego negro, emperador del ojo púrpura, barajaba seriamente el fingir su propia muerte y empezar una nueva vida en alguna isla remota, de campesino, sin preocupaciones ni momentos ridículos… muy seriamente. Para empezar, estaba su nuevo look… era algo dantesco. ¿Cuándo había accedido a eso? A primera hora de la mañana, una legión de estilistas había literalmente invadido el complejo uchiha para convertir a Sasuke en el nuevo ídolo adolescente y… digamos que Sasuke no estaba muy conforme. Para empezar, le habían tirado toda su ropa, sus únicas posesiones de verdad tras la renovación del mobiliario del complejo, y la habían sustituido por ropas de diseño de pasarela de moda… una incomodísima ropa de moda. Unos pantalones negros de tiro tan alto que llegaban hasta sus sobacos (al parecer, un tal versace decía que el hombre debía de vestir así…), una camiseta transparente de plástico que no transpiraba una puta mierda y le tenía sudando como un cerdo (según otro señor, Gucci, el hombre debe de sudar) y una chaqueta púrpura de plumas fluorescente, completamente incompatible con su trabajo shinobi… entre el ruido, los colores y el calor que desprendía, se infiltraría en una base enemiga antes el Naruto de la época de equipo siete con su horrible chandal naranja que él con su rinnegan. Demonios, ojalá fuese ese horrible chandal naranja su ropa actual…
Y en cuanto a su peinado… ahora no tenía uno. No, tenía una construcción compleja de cabello, laca y gomina, una imagen de su pelo negro con forma de ondas laterales en el lado derecho de su cabeza, mientras el izquierdo estaba repeinado y pegado a la piel. Parecía el peinado de dos caras, el malo de esos cómics que tanto adoraba el uzuratoncachi. Y todo en conjunto daba una imagen ridícula: había pasado de ser el profesor severus snape a uno de los extras del Capitolio de esa película que vio con Karin una tarde, los juegos del hambre. La mayoría de sus mujeres habían reaccionado de forma diplomática, diciendo con rapidez que estaba guapo para luego volver a ignorarlo. Midori incluso había mostrado un entusiasmo desmedido, diciendo que era lo más In dentro de las discotecas de la capital. Vale, al menos ya podría entrar en esas fiestas privadas que montaba su prometida en el salón de su casa… tendría que pasar tres horas de peinado y maquillaje, pero era un avance. Solo Karin reaccionó de forma diferente al resto: primero se rió en la cara del uchiha, luego le dijo que estaba ridículo, y después se fue negando de vuelta a su cuarto con su abultado vientre. Y, viendo cómo los ciudadanos de la hoja reprimían las carcajadas al verle, se comenzaba a hacer a la idea de que la única que le había dicho la verdad era Karin. Aunque tampoco iba a haber consecuencias contra sus mujeres… bastante tenía con sobrevivir…
(Flashback inicia)
Sasuke se revolvió en su colchón, incómodo. El colchón estaba lleno de bultos, era algo viejo, pero no estaba para quejarse mucho. Karin no tenía demasiados ahorros, carecía de ingresos propios, así que había sido un milagro que consiguiese ese colchón para él, aunque estuviese deforme. En serio, era el mejor regalo que le habían hecho en toda su vida… Así que solo se revolvía y buscaba la postura idónea entre tanto muelle y bulto, sin quejarse. Se movía con los ojos cerrados hasta que sintió como algo se subía con él al colchón. Abrió los ojos de inmediato, buscando su equipo ninja para defenderse… si, ese equipo ninja que guardaba en su anterior colchón y que ahora estaba en el vertedero de konoha… y, desesperado, miró a su agresor dispuesto a usar su rinnegan. Pero lo que vio le dejo congelado. Sobre él, con una lencería de encaje, se encontraba la explosiva mihayo aburame. Era una visión celestial: su pelo rojo oscuro caía sobre sus hombros con suavidad, contrastando con su lencería negra elegante que remarcaba su piel clara y sus pechos copa D. Kami santo, era una visión celestial, y ahora la tenía a horcajadas sobre su pelvis con una sonrisa pícara MUY tentadora. Y el uchiha habría caído si no hubiese recordado su sospecha… las mantis religiosas acostumbraban a decapitar al macho tras el coito… joder, ¿Por qué tenía que ser todo tan complicado? El solo quería conquistar el mundo mediante el sexo…
-Hola, Sasuke kun…- saludó mihayo, alumbrándose esos ojos verdes con lujuria incluso en la oscuridad del cuarto. Sasuke tragó hondo, buscando una forma de evitar que le descabezase tras follárselo, y de no entorpecer su plan de dominación mundial al ofenderla. Con el voto de los aburame en el bolsillo, unido al del resto de los clanes de sus prometidas y a la influencia en el daimyo de midori, ya tenía mayoría en el consejo… podría vetar la elección del próximo hokage si quisiese. Joder, no podían haberle traído a una hermana gemela de mihayo obsesionada con las mariquitas, no…- Veo que pusiste el pestillo… no sabía que eras tan tímido, pero eso me gusta…- vale, había entrado en su habitación forzando la puerta en mitad de la noche… un detalle excitante, pero que se volvía terrorífico si se acordaba del detalle de las mantis. Sasuke sintió su propio sudor y volvió a tragar hondo, riéndose mihayo del gesto.- Tranquilo Sasuke kun, estoy en esos días del mes, así que no podemos hacer nada… pero mañana estaré disponible para ti… te voy a hacer de todo, siempre he sido muy traviesa y me gustas muchísimo… es una lástima que sólo lo podamos hacer una vez, pero bueno… no te olvidarás jamás, MUAHAHAHAAAA…- le prometió la pelirroja a escasos centímetros de sus labios, provocando en Sasuke al tiempo una erección y un escalofrío de pánico. Y ya, cuando giró la cara y vio, entre la oscuridad de la habitación, a decenas de mantis mirándole desde su mesilla de plástico barato con esas amenazadoras pinzas, lo supo… iba a hacer guardia toda la noche en cuanto Mihayo se fuese…
(Fin del flashback)
Solo de recordar ese momento temblaba… además de sufrir ojeras por ese episodio, tenía un gran trauma… era una chica perfecta joder, y se la veía ansiosa por hacerle de todo, pero no se la podía follar sin acabar descabezado… que era Sasuke uchiha, dudaba que lo lograse, pero sabía bien que, si había logrado subirse a su cama esa noche, algún día podría hacerlo de nuevo y matarle… era muy sigilosa. ¡Joder, es que era perfecta hasta en eso! Pero debía de ser fuerte, ahora estaba cumpliendo con su destino. A ver, no era el momento más glorioso de su carismático futuro. Ni tan siquiera el décimo mejor. Pero tampoco era el peor, eso seguro… lo había comprobado, y no llevaba la nalga al aire, ni dos de sus mujeres estaban haciéndolo entre ellas encima de su cuerpo enfermo como si de un cojín se tratase. Así que Sasuke se encontraba en la academia, vestido ridículamente y fingiendo su cara más amable, luchando por mejorar su imagen pública, y eso pasaba por encandilar a las nuevas generaciones. Reunidos por ese par de buitres del consejo, los alumnos recién llegados a la academia observaron con una mueca de asombro como era presentado Sasuke uchiha, príncipe del rinnegan, señor del sharingan, emperador de los tres tomoes. Todo empezó perfectamente, con Sasuke haciendo un par de trucos con su Raiton y su rinnegan, nada difícil para él… un par de dragones eléctricos, elevar a un par de niños sobre el suelo… el problema vino cuando los niños se esforzaron en mostrarle su shurikenjutsu y Sasuke tuvo que hablar…
-Mal haruya…- criticó Sasuke, siendo interrumpido por la citada niña, de pelo azul claro y ojos ámbar.
-Me llamo Haruka…
-Eso, Laruka…- siguió sin hacerla caso el uchiha.- solo has acertado tres de los cinco blancos en el centro, yo a tu edad los acertaba todos.- Ambos consejeros, que estaban oyéndolo todo, se miraron con una mueca seria. Joder, esa niña solo tenía seis años y ya acertaba con sus shuriken a algo, era un gran logro…
-Sensei dice que lo hago muy bien…- repuso la niña con lágrimas en los ojos, mirando con incomodidad Sasuke a los consejeros. Joder, los niños no eran lo suyo, lo tenía claro, ¿no le podían haber puesto a entrenar gennin? Al menos ellos no lloraban… bueno, Sakura lo hacía, y Naruto de vez en cuando cuando se ponía melodramático, pero el resto nada… Y además no se le daba bien hablar, era un hecho. Y ahora estaba hablando… a niños. Un terreno hostil e inhóspito para él… Suspiró tras ver a los dos buitres hacerle señas de que hiciese algo, y decidió ser sincero.
-Escúchame, no te lo tomes a mal, el que te critique es algo bueno, significa que tienes potencial…- la niña dejó de llorar por unos instantes para atenderlo mejor.- Si considerase que eres una inútil que sólo está para morir por sus compañeros como carne de cañón o para ser violada salvajemente por un grupo de bandidos y que estaría mejor cocinando o en una panadería, te diría a todo que bien hecho y no te aportaría nada, yo solo atiendo a los mejores.- la explicó, tragando grueso la niña. Se había quedado únicamente con lo de "morir como carne de cañón" y "violada salvajemente", y ahora contemplaba con una palidez brutal a su sensei de la academia, que negaba mirando al suelo con desesperación. Pero ¿como se le ocurre a Sasuke decirle eso a una niña de seis años? Iba a decirle algo, cuando otra niña de cabello negro y ojos castaños, Hanan, se acercó al pelinegro con una sonrisa risueña. Hanan era un sol, una niña muy lista que sacaba notas brillantes en los ejercicios escritos, aunque los ejercicios físicos se la resistían. Pero siempre luchaba por mejorar, ahora no había acertado ningún shuriken, pero estaba convencida de que, con algún consejo de Sasuke, podría hacerlo.
-Sasuke sama, ¿Qué le ha parecido mi lanzamiento?- preguntó sonrojada la niña mientras Sasuke miraba de reojo sus dianas vacías.
-Muy bien, sigue así, seguro que llegarás lejos…- afirmó el vengador con una sonrisa forzada y totalmente antinatural, rayando incluso lo siniestro y borrando cualquier sonrojo de la niña, haciéndola llorar también. Había oído hablar a Sasuke con Haruka, y sabía perfectamente lo que significaba esa felicitación…- y a todos salvo a kiruka y al chico de pelo castaño de las dos dianas, seguid así, muy bien…- añadió con la misma sonrisa tétrica, quedándose congelados todos los niños… todos lo habían oído hablar con Haruka, y ahora tenían sus ojos aguados y creían que iban a morir. El sensei de la academia le dirigió una mirada asesina al uchiha, que no entendía ese odio… joder, cuando críticas te miran mal, cuando felicitas te miran mal… y se estaba muriendo de calor con esa ropa de mierda…
-Esto, uchiha sama…- intervinieron en su rescate los consejeros, que veían que quizás ese plan de llevar a un hombre con el instinto paternal de un trozo de roca a la academia no había sido su mejor idea. Se habían basado en Naruto, que les contaba como él a su edad era el peor estudiante de la academia y cómo podían superarle esforzándose, para luego enseñarles algunas técnicas e incluso convocar a algún sapo para que los niños jugasen a subirse a él… joder, lo hacía perfecto, y sin ayuda, los niños estaban como locos por verlo; pero claro, Sasuke no era Naruto… fallo suyo que ahora intentarían arreglar.- Vamos un poco mal de tiempo, ¿le importaría hablarles sobre lo que significa ser ninja y así no distraemos más a los niños de sus clases?- sugirieron con su característica diplomacia, aunque bastaba con mirar a los pobres estudiantes, muchos de ellos todavía llorando y siendo consolados por su sensei, para saber que esto tenía que acabar rápido. Quizás si Sasuke se limitaba a dar un discurso, sin interactuar, podría remontar esto… solo quedaba confiar.
-Está bien… chicos, ¿Qué significa ser ninja? Es la pregunta que todos debéis de haceros…- comenzó a exponer el pelinegro, agradeciendo el hablar sin interrupciones… el plan era ganarse a su público dando uno de esos discursos edulcorados tan propios del dobe, un plan simple que había ensayado de camino al lugar. Había empezado bien… hasta que un mensajero le llamó por la espalda y le dio una nota. Sasuke la abrió con un gesto molesto, y vio que procedía de midori… al parecer el baño que había reformado tres veces ya necesitaba una nueva reforma, así que necesitaba más dinero… joder, ¿esa mujer no se cansaba nunca? Le estaba arruinando… bueno, ya tendría tiempo para quejarse, ahora tocaba inspirar a esos gaki.- Mi mejor amigo y gran rival lo define como "no rendirse jamás en proteger a tus seres queridos".- la simple mención de Naruto hizo a los niños animarse un poco más. Eso sonaba mucho mejor que lo que les había dicho antes ese señor tan malo… Sasuke, más confiado, iba a seguir, pero un nuevo mensajero le interrumpió… otra nota, al parecer su prometida hyuuga había golpeado hasta enviar al hospital a una chica por llevar una foto de Sasuke en su carpeta… joder, estupendo, otra fianza a pagar…- Aunque no siempre será tan bonito: cuatro de cada diez de vosotros acabareis como mercenarios de poca monta, quizás delincuentes a los que cazar como animales…- expuso ante los atemorizados gaki, olvidando la idea de ser agradable. Esas notas le habían enfadado y descentrado… debía de volver a ganarse a su público.- Pero, si os esforzáis, podréis ser como los grandes shinobi, como Naruto uzumaki, o itachi uchiha…- cuando volvía a la senda del bien, otra vez volvían a interrumpirlo con otra nota, está vez de birtra Akimichi. Su prometida le había pasado una lista de la compra para traer víveres tras la charla de la academia… tres hojas de cosas a comprar… Y NO HABÍA TOMATES. Joder, y sabía que si los comprase esa mujer los encontraría y tiraría, había encontrado cada escondite secreto del uchiha… era como un perro de presa. Furioso por su falta de tomates, Sasuke siguió su discurso.- …bueno, en este último caso, Itachi tuvo que masacrar a todo su clan por orden de su aldea para evitar un golpe de estado… pero fue un héroe, no lo dudéis… podría haber perdonado a las mujeres y los niños pequeños, mató hasta a los bebés, incluso mató a mi amigo del parque, que era muy parecido a ese niño de ahí que me está mirando… pero un shinobi debe de cumplir su misión a cualquier precio y no dejarse llevar por los remordimientos o porque la víctima sea un niño como vosotros…- explicó Sasuke mientras los niños palidecían al oír esa revelación, Sasuke recibió otra nota. Mihayo le citaba esta noche en su cuarto, para así poder consumar su unión… para siempre MUAHAHAHAAAA. Joder, era aterrador, hasta había transcrito esa sonrisa sensual pero claramente malvada… aunque a lo mejor estaba dictando… o era su firma, a saber… Sasuke comenzó a sentirse aún más incómodo en su ropa de diseño al pensar en su atractiva pero presumiblemente letal prometida, y comenzó a farfullar.- Lo… lo importante es que entrenéis, y entrenéis hasta desfallecer. Yo con solo cinco años estuve días y días ensayando la bola de fuego… el cuerpo me dolía, no podía casi ni respirar, incluso me provoqué quemaduras graves en los primeros intentos… mis manos estaban llenas de llagas sangrantes y…
-Esto… uchiha sama, creo que ya es suf…- intentó koharu poner fin a este terrible discurso del pelinegro. Muchos de los niños estaban llorando, el sensei no podía hacer otra cosa que negar ante sus desmoralizados alumnos, y el uchiha comenzaba a desvariar al verse sobrepasado por sus mil problemas. Joder, o le sacaban pronto de allí o perderían una generación entera. Ambos consejeros tomaron a Sasuke de sus hombros para alejarlo, pero el uchiha tenía algo que decir en su ataque de pánico.
-NO HAGÁIS UN HAREM NUNCA NIÑOS, NUUUUNCAAAAAA.- gritó desesperado el vengador mientras era alejado por los consejeros, sobresaltándose aún más los niños para seguir llorando. Definitivamente, ese cambio de imagen de Sasuke sería mucho más difícil…
Dejando de lado el ataque de ansiedad de Sasuke uchiha, que en ese momento respiraba con ansia dentro de una bolsa de papel para calmarse, Naruto seguía secuestrado. Se encontraba atado en una silla de pies y manos, con un sello inhibidor de chakra en su pecho que le convertía prácticamente en un civil, y con dos guardias vigilándolo al fondo de la carpa, una situación jodida. El protocolo shinobi estándar era claro sobre qué hacer en estas situaciones: desatarse (Naruto lo había hecho disimuladamente en cuanto kabuto se fue de la carpa, ventajas de una vida de delincuente juvenil) y esperar los refuerzos. Con un escuadrón normal, no habría pasado ni media hora secuestrado… pero su escuadrón no era normal. Su novia y su mejor amiga se habían olvidado de que existía y se habían enfrascado en una batalla a muerte, y su otro compañero había decidido que era el momento perfecto para enfadarlas aún más llenándolas de barro. Su última conexión con kurama se había cortado abruptamente entre gritos de dolor, por lo que presumía que no podría contar con el biju. Y que no había transmitido el puto mensaje de socorro… estaba a veinte minutos al norte del claro donde estaban combatiendo las dos féminas, atendiendo a la posición de kurama antes del desastre, y ya habían pasado cuatro putas horas… no iban a venir a rescatarlo en una épica aventura.
No iban a venir, y él no podía esperar más. Anochecería en poco tiempo, y entonces los maleantes levantarían el campamento, y su fuga sería entonces imposible. Y aún ahora sería difícil: No dejaba de estar con su chakra sellado, desarmado y rodeado de enemigos, cualquier plan tendría unas posibilidades ínfimas de éxito. Pero contaba con dos ases en la manga. Para empezar, sus severos guardias habían sido relevados por dos más incompetentes, que en este momento jugaban a las cartas en una mesa en la entrada de la carpa, sin tener contacto visual con él. Y luego, puede que tuviese su chakra sellado con esa técnica infernal, pero también era cierto que sabía cómo eludirla: senjutsu. Ya en la prisión de sangre consiguió enfrentarse a un enemigo más fuerte incluso que gamabunta a base de chakra natural. No era infalible, la técnica de prisión celestial consumía su chakra a un ritmo vertiginoso, tanto que sus reservas normales ya estaban agotadas, y las que llevaba acumulando las últimas horas estaban ya en las últimas. Le valdrían solo para las técnicas más básicas, es decir, bunshin y henge. Ni hablar de batallas, ni de super técnicas tipo rasen shuriken (en la prisión necesitó un día ininterrumpido acumulando chakra para lanzarlo una sola vez…), ni tan siquiera un kage bunshin.
Ya tenía un plan: se sustituiría con un bunshin aprovechando que los guardias estaban distraídos y ni tan siquiera se fijarían en el humo, y luego escaparía del campamento con un henge llevándose el pergamino que descansaba a su espalda. Pero, ¿en qué se transformaría? En un miembro del campamento estaba descartado, le podrían preguntar algo y descubrir, y entonces sería el fin. Necesitaba algo pequeño, que además le reclamaría menos chakra; y terrestre, salvo que quisiese aprender a volar en ese momento; pero no se le ocurría en qué… y entonces se acordó de un truco de kurama para sobrevivir… En el interior del campamento, la actividad era normal. Los maleantes paseaban entre las carpas y tiendas con tranquilidad, algunos patrullando, otros formando corros a la luz de varias hogueras, y otros simplemente andaban hacia su tienda entre carcajadas con algún camarada. Un ambiente relajado en el que nadie reparaba en un invitado… sorpresa. Un pequeño bebé zorro de pelaje naranja y ojos azules correteaba con un trozo de pollo en la boca, moviéndose con rapidez entre las tiendas. Intentaba no cruzarse con nadie, ser sigiloso en su pequeño hurto, pero, para su desgracia, alguien sí que reparó en él. El pequeño zorro iba a escabullirse, cuando dos grandes manos lo tomaron por sorpresa.
-Pero ¿qué tenemos aquí?- preguntó el hombre que le había tomado entre sus manos. El bebé zorro se revolvió incómodo al verse atrapado, pero el captor no lo dejó escapar mientras su acompañante lo miraba con molestia.- Un pequeño ladrón…
-Tienes razón keinichi, esos carroñeros del bosque son una puta plaga…- comentó el guardia que acompañaba al captor. El zorro emitió un lamento cuando el malhechor sacó un puñal, pero keinichi decidió intervenir.
-Eh eh eh, ¿Qué se supone que vas a hacer?- preguntó, cubriendo al pequeño bebé zorro con su cuerpo.
-Matarlo, joder, si te parece lo adopto…
-Ni se te ocurra, es un pequeño bebé zorrito, ¡es una especie protegida, maldito monstruo!- gritó keinichi, encarándose con su amigo.
-¿maldito monstruo? Pero si acabamos de matar a dos cabrones en la tienda central por timarnos al jugar a las cartas, ¿en serio te da reparo matar a esa alimaña?
-¡no es una alimaña, es indefenso y precioso!- gritó de nuevo keinichi mientras el bebé zorro estornudaba, para ternura del sicario.- ¡Oh, es como un pequeño bebé!
-Agggh, en serio, no entiendo lo tuyo con los animales…- se quejó el amigo de keinichi, guardando su arma.- déjate de chorradas y suéltalo al menos… me niego a tenerlo en nuestra tienda.
-Jooo, ¿no podemos adoptarlo?- el otro maleante negó al aire… ver a un asesino consumado con esa pose infantil era ridículo…- Bueno, pequeño zorrito, sal de aquí con tu trocito de pollo, pero antes, dame un besito…- keinichi se acercó el bebé zorro a la mejilla, el cual estaba visiblemente incómodo.- No te voy a dejar ir hasta que me des el besín…- afirmó el maleante, y entonces el bebé zorro le lamió tímidamente la mejilla, para extasis del maleante amante de los animales. Hasta los asesinos despiadados tienen su corazoncito.
El sicario terminó soltando al pequeño zorro, que salió corriendo de inmediato. Al poco rato, el pequeño animal entró en una carpa que parecía vacía, sin ninguna vigilancia, y se deshizo en una nube de humo. Un visiblemente humillado Naruto apareció entre la bruma, con el pergamino de las técnicas hokage bajo el brazo. Joder, por qué poco… Si, su elección para el henge había sido transformarse en un zorro bebé, mientras transformaba el pergamino en ese trozo de pollo que llevaba en la boca: era pequeño, por lo que reclamaba poco chakra; era común, por lo que llamaría menos la atención; y era rápido, por lo que podría salir de ahí antes. Pero al final nada de eso le había servido… le había servido su apariencia adorable. Cuando kurama uso esa puta técnica vio ridículo todo: desde esa idea, pasando por la apariencia, hasta la reacción de Shion y Sakura, que prácticamente se habían derretido bajo esos ojos azules; pero ahora no podía negar que funcionaba… como dictaba la probabilidad, le habían atrapado (ese plan era un plan suicida, estaba desesperado), con cualquier otro disfraz habría sido descubierto, pero la apariencia de peluche de un kurama bebé le había salvado. Joder, a ver quién aguantaba ahora al biju cuando se enterase. Se había refugiado en esa tienda para acumular más chakra y calmarse un poco, no en vano acababa de pasar por uno de los momentos más vergonzosos de su vida… había lamido la cara a un hombre… y ahora se quedaría ahí en silencio, esperando.
-¿Quién acaba de entrar?- preguntó una voz en el interior de la carpa, desde dentro de un lavabo desmontable, temblando Naruto al reconocerla. Kabuto… joder, era la tienda de kabuto. Había mierda diseminada por todas partes, junto a armas y algunos objetos preciosos, y en medio se encontraba un urinario portátil con cuatro paredes de plástico tan común en las obras, algo normal teniendo en cuenta que se trataba de un campamento nómada y Kabuto seguía teniendo escrúpulos para ir al baño delante de sus hombres… Era la guarida de la serpiente, y él se encontraba en medio… ¿le habría descubierto? Si era así, era su fin…- Bueno, sea quien sea, tráeme papel higiénico, que no queda…- ordenó el yakushi, presuponiendo que se trataba de uno de sus guardias.
Percibía una mancha de chakra ínfima, similar a la de un civil, y nadie estaría tan loco para infiltrarse en su campamento, por lo que podía estar tranquilo y seguir leyendo su catálogo de la teletienda para decidir qué comprar esa noche… solo tenía dos batamantas, dos más le vendrían perfectas… el sennin siguió leyendo sin levantar la mirada, lo cual fue un craso error. Naruto abrió los ojos con sorpresa y tuvo que pellizcarse: ante él, encerrado en el baño, tenía al segundo criminal más buscado del continente tras orochimaru… sentado en un retrete portátil. Sin armas, sin poder verle. Desprevenido. Joder, al final kurama tendría razón y tenía una suerte inmensa, no podía dejar pasar esa oportunidad. Tomó un pergamino cercano y comenzó a aplicar sus conocimientos de fuinjutsu uzumaki mientras acumulaba más chakra natural: un sello inhibidor de chakra por aquí, otro de silencio por acá, un montón de cuerdas bloqueando la salida y ya lo tenía… Al poco rato, de la tienda de kabuto volvió a salir ese zorro bebé de antes, solo que esta vez con un enorme jamón en la boca, el resultado de camuflar con un henge el retrete con kabuto dentro y el pergamino de técnicas prohibidas. No le quedaba mucho tiempo, su nueva carga consumía mucho chakra y concentración, por eso de que kabuto se movía e intentaba salir entre lamentos y maldiciones al verse sacudido y volcado con sus propias heces; pero iba a conseguirlo. Aunque antes, el destino volvió a jugarle una mala pasada…
-¡pero si es mi zorrito bebé!- exclamó keinichi desde una hoguera cercana, acercándose al "animal".- Ven aquí a que te rasque la tripitaaaaa…- Naruto, dentro de su henge, tragó hondo… con lo pesado que era el jamón/retrete portátil, no podría salir corriendo, así que era hora de vender su dignidad… otra vez…
Y, de la que Naruto sufría su secuestro y autorescate carente de dignidad, en lo profundo del bosque, una gran batalla había tocado a su fin. Entre los cráteres humeantes, escombros y troncos destrozados, dos mujeres tomaban aire cómo podían. Para ser justos, había que decir que era normal que estuviesen cansadas: ambas habían combatido entre ellas durante horas, y luego habían unido fuerzas para darle la paliza de su vida al biju de nueve colas, que en ese momento se lamentaba amordazado y golpeado, colgando grotescamente de un árbol cercano entre tiras de luz plateada invocadas por Shion. Y puede que fuese por el hecho de haberse dicho a la cara todo lo que opinaban de la otra ("ojalá te cases con Sasuke" fue lo más fino que se dijeron), o por ese subidón que da pegarle una paliza en equipo a una bestia mitológica y pervertida, pero lo cierto es que Shion y Sakura habían alcanzado un momento de tregua, una Epifanía. Ya no tenían ganas de partirle la cara a la otra, solo querían respirar y descansar. Ambas estaban tiradas boca arriba en el suelo, una al lado de la otra, respirando pesadamente, llenas de barro y escombros… y, como no, no pudieron evitar hablarse.
-Pa… - comenzó Sakura con dificultad, cada palabra era un segundo sin su muy necesario oxígeno.- Para ser… una civil… eres fuerte de narices… y yo que creí que Naruto exageraba…
-Gra… cias…- contestó Shion, secándose el sudor de la frente como pudo. Menos mal que la gustaba salir a correr regularmente y que sus noches con su Naruto kun eran maratonianas, si no no la habría dado la gasolina para esa pelea…- tú… tú eres increíble… Naruto kun tenía razón… ¿no se supone que… como kunoichi médico… no deberías de centrarte tanto en el combate?
-Escuela de Tsunade senju… lo mismo… arreglamos que rompemos un hueso… además… estar en el equipo siete es muy exigente…- reconoció con orgullo la haruno, a la que le dolían todos los huesos del cuerpo. La habían golpeado, ensartado, electrocutado… esa chica rubia era una barbaridad en combate…
-Te… envidio… lo que daría yo por ser… tan fuerte… como tú.- Si, la Shion de hace unas horas se habría cortado las venas antes de decir eso, pero puede que fuese el cansancio, o el hecho de que esa chica le había dado la paliza de su vida, pero ahora todo lo pasado le daba igual, quería ser sincera.- Siempre oigo hablar a Naruto de como Sakura chan venció a Sasori y sus cien marionetas… o golpeó a kaguya en los morros… o como le salvó la vida en la guerra…- enumeró la ojivioleta, abriendo los ojos con sorpresa Sakura.
-¿Qué tú me envidias? Has… vencido a un biju de nueve colas y a… Sasuke con su rinnegan con una sola técnica… si no la hubiese visto antes, ahora estaría volando entre dimensiones…- declaró la pelirrosada, revolviéndose incómoda.- Y lo más… importante… haces feliz a Naruto… Quizás… quizás por eso te… tengo manía… Antes era yo quien le alegraba, me…. Perseguía pidiendo citas… y ahora solo sonríe de verdad para ti… ahora que estás tú, ¿Qué… le aporto yo?- se preguntó Sakura, mientras Shion arqueaba una ceja con extrañeza.
-Es… curioso… yo… creo que también te pillé manía por eso… Na… Naruto me hace muy feliz… no he amado tanto a nadie nunca, ni me veo con nadie más… y él me demuestra que me quiere a cada segundo… pero… cuando te ve a ti también sonríe… me… me habló de ti en el país del demonio, de lo importante que eres para él… y… y tengo miedo… miedo de que pueda… dejar de quererme por ti…- confesó con una mueca de tristeza la rubia.
-Naruto no te haría eso jamás… es la persona más leal que he conocido, y te… quiere…
-¿Y tú a él?- la interrumpió Shion, yendo al meollo de la cuestión. Sakura apretó los labios con incomodidad antes de hablar.
-No… no lo sé… nunca he sido capaz de entenderme a mí misma, y no quiero enredarle la vida si no soy capaz de aclararme… pienso en él casi siempre… me… me importa muchísimo, es alguien vital en mi vida… pero a veces me pregunto si no lo hago en realidad porque … estás tú… antes no fui capaz de sacar nada en claro, solo cuando llegaste tú comencé a aclararme…- comenzó a explicar Sakura. Joder, es que hasta ella lo tenía que admitir: era una mujer muy difícil.- No… no quiero hacerle daño por nada del mundo… por… por eso no me metería en lo vuestro, y menos sin tener claros mis sentimientos… por… por mucho que me dé miedo que me deje atrás…
-Te debo una disculpa entonces…- repuso Shion, mirando al cielo con una sonrisa.- Te he juzgado mal… creí que eras una rompe hogares… que te habías encaprichado de Naruto y que querías romper mi noviazgo. Y solo tengo que verte para tener miedo a que lo logres… debes de tener aspirantes a decenas… has rechazado a Naruto, a Sasuke…
-Y para de contar porque no hay más… bueno, lee también se me confesó de gennin… pero no es mi tipo…- recordó Sakura con una sonrisa, mientras Shion abría los ojos con sorpresa. Y repulsión al pensar en ese chico de cejas tan grandes declarándosela… pobre Sakura joder…- Si te soy sincera solo he dado un beso en mi vida… y fue a Naruto para hacerle el boca a boca…
-Ya tenemos algo en común… también Naruto y su cabeza hueca ha sido el único hombre en mi vida…- reconoció Shion entre risas, riéndose también Sakura.- Mira… yo estoy dispuesta a hacer las paces… a Naruto le importa mucho que nos llevemos bien, y en serio quiero intentarlo…- Sakura asintió, a ella también se lo había dicho Naruto, y quería cumplir ese deseo.- solo… solo prométeme una cosa… que pase lo que pase… irás de cara conmigo cuando te aclares… yo… yo me encargaré de mis propias inseguridades y no las volcaré contigo… no le hablare de ti, tranquila, no soy de esas… pero me gustaría que fueses legal conmigo…- ofreció Shion, girándose Sakura hacia ella con un gesto serio.
-¿Y… si veo que estoy enamorada de él… y me dice que si…?- preguntó, con más tono de miedo que de curiosidad. Quería esa tregua con Shion, pero antes lo tenía que dejar todo claro…
-Si solo te quiere a ti… lo aceptaré aunque me duela… Si solo me quiere a mí en ese sentido, espero que lo aceptes aunque te duela… Y si nos quiere a las dos de esta manera… te ahogaré con la almohada mientras duermes y asunto arreglado, que no se me da bien compartir…- declaró Shion con una sonrisa contenida, arrancándole una carcajada a Sakura.
-Se te ha pegado lo baka del baka…
-Los que duermen en el mismo colchón…- finalizó Shion con una sonrisa, para luego tenderla la mano desde el suelo.- ¿paces?
-Paces.- afirmó Sakura con una sonrisa, tomando la mano de la rubia. Ambas mujeres asintieron mientras se miraban a los ojos, viendo a la otra con otra perspectiva. Antes de esa conversación, se habían formado una imagen totalmente desligada de la realidad de la otra: Shion veía a la kunoichi pelirrosada como una caprichosa sin moral, una coleccionista de amantes que quería robarle a su Naruto a toda costa; Sakura veía a la sacerdotisa como una novia absorbente que no la importaba lo más mínimo hacer feliz a Naruto, solo tenerlo como trofeo. Pero, con este pacto, ambas habían descubierto la verdad: habían sido unas estúpidas. Y el pobre Naruto lo había sufrido de lleno, le debían una disculpa…- Un momento Shion… ¿Dónde está Naruto?- Shion abrió los ojos con sorpresa, mirando alrededor mientras se levantaba a la vez que Sakura. Joder, era cierto, ¿Dónde estaba? Llevaban pegándose horas, y él no había hecho nada… seguro que estaría enfadado…
-No… no lo sé… ¿crees que kurama sabrá algo y nos quería decir eso?- preguntó la ojivioleta, sintiendo de inmediato Sakura una punzada de culpa. Antes de que pudiesen ir a desatar a kurama, una voz se oyó en el otro lado del claro.
-A buenas horas eh…- gritó un enfadado y cansado Naruto. Shion y Sakura se giraron y arquearon las cejas sorprendidas: el rubio estaba sin camiseta, con un extraño sello rojo en forma de cruz por todo el tórax, completamente sudado y sucio por la maleza y tierra del bosque, cargando con un pergamino enorme bajo el brazo y arrastrando por el suelo un… ¿retrete portátil que se quejaba y sacudía?- No ayudéis eh, ya lo hago todo yo…- se volvió a quejar Naruto, reaccionando ambas féminas de inmediato.
-Pe… pero Naruto kun, ¿Qué te ha…?- preguntó una aturdida Shion mientras Sakura ayudaba a tirar de ese misterioso retrete lleno de sellos.
-¿que qué me ha pasado?- la interrumpió Naruto con enfado mientras se secaba los chorretones de sudor que le caían por la frente.- Pues resulta que, mientras mi novia y mi mejor amiga se dedicaban a luchar a muerte entre ellas, yo he sido secuestrado por kabuto y sus maleantes, que me sellaron el chakra y me querían usar de rehén para pedir un rescate a la hoja… y lo mejor de todo es que os intenté avisar, pero cierto biju desagradecido…- continuó, llegando hasta donde Kurama y arrancándole la mordaza con brusquedad.- en lugar de ayudarme, se dedicó a joderlo todo aún más… Espero que te haya dolido, zorro pulgoso…
-Aghhhh, odio estas malditas tiras demoníacas… no me riñas, ya solo quiero que me amamanten después de la paliza de hoy…- se quejó kurama, cayendo al suelo tras desconvocar las lianas Shion y disolviéndose en una nube de humo para volver al paraje mental del rubio y así recuperarse de la paliza… Hubo un momento en el que Shion le había quemado el pelaje mientras Sakura le ahorraba con su colita número cinco…
-na… Naruto… ¿Por qué tu retrete habla y está sellado?- preguntó Sakura con duda, mientras el retrete se removía con furia.
-Aggghh, estoy cubierto de mi propia mierda, abridmeeeeeeeeeee.- gritó dentro el pobre kabuto, al cual el vaivén del viaje le había hecho rebozarse en los deshechos del baño por accidente, reconociendo Sakura de inmediato la voz.
-Un momento, ¿ese no es kabuto?- cuestionó con sorpresa, mientras Naruto asentía.
-Así es, le pillé cagando de la que huía y aproveché, y ahora no quiero más preguntas hasta llegar a konoha, absoluto silencio.- ordenó Naruto, retomando el pergamino de técnicas prohibidas y comenzando a andar en dirección a la aldea, siendo seguido por Shion y Sakura, que miraban al suelo con vergüenza y transportaban entre las dos el retrete valiéndose de sus técnicas y súperfuerza.
Y más vergüenza sintieron al llegar a la aldea. Kakashi les recibió en su despacho con una expresión de júbilo cuando vio a Naruto portando el pergamino perdido, expresión que se transformó en una de asombro cuando el uzumaki le anunció que tenía capturado a kabuto yakushi dentro de esa especie de contenedor portátil. Su expresión se tornó en una de asco cuando el rubio abrió el citado contenedor y de él cayó un kabuto rebozado en heces, regando de mierda y fluidos humanos todo el despacho del hokage. Naruto podría haber sido más cuidadoso, pero le debía una a Kakashi por enviarle sin refuerzos a una misión así para poder conseguir una copia de su icha icha. Luego tuvo que dar un informe exhaustivo de la misión, cayendo ya en total vergüenza Shion y Sakura cuando el ojiazul relató cada una de sus desgracias del día, incluyendo clones religiosos, interrogatorios con bofetones y esa serpiente blanca tan perturbadora, su henge zorruno y demás. De lo malo malo, ahora era rico de nuevo, la captura de kabuto tenía una jugosa recompensa, pero inexplicablemente para todos (salvo para el uzumaki), éste decidió donar todo a la conservación del zorro y demás especies autóctonas de los bosques de konoha. Se conformaba con estar ya en casa, y con que le quitasen el puto sello de la prisión celestial. Shion y Sakura abandonaron el despacho en silencio, dejando al rubio refunfuñando sobre novias y amigas desagradecidas que se olvidaban de él.
Tras unas horas llegó al complejo uzumaki, donde le esperaba una preocupada Shion. La rubia estaba atacada de los nervios, puesto que quería disculparse y aclarar algo muy importante con él, algo que se había prometido hacer desde que hizo las paces con Sakura. Ahora lo entendía todo, entendía su falta de visiones… no estaba "a oscuras" por culpa de Sakura… lo estaba por su propia culpa. Se había dejado llevar por sus propios miedos e inseguridades, y con ello había dejado de vivir el presente. Sakura solo fue un chivo expiatorio, si se hubiese librado de ella se habría acabado preocupando por hinata o Ino seguramente… en realidad temía que Naruto se cansase de ella. Temía que todo lo bueno que la estaba ocurriendo desapareciese. En definitiva, que Naruto no la quisiese. Y, llevada por esos temores, era incapaz de pensar en otra cosa. No podía seguir así. Tenía que luchar contra sus miedos, dejar de temblar para seguir disfrutando del mejor momento de su vida. Y, para ello, tenía a su paladín de ojos azules. Aceptaría lo que fuese que la dijese, por mucho que la doliese, pero no saldría de esa conversación con más temores. Cuando Naruto entró por la puerta, ella le estaba esperando con un cuenco de Ichiraku ramen de cerdo (el favorito del ojiazul) recién hecho junto con una nota que ponía "perdona a la tonta de tu novia". Naruto contempló el detalle con ternura dentro de su máscara de enfado que había decidido mostrar. Le era difícil seguir enfadado ante ese regalo tan acertado y esa carita de no haber roto un plato que le estaba enseñando Shion…
-Perdonada…- anunció Naruto intentando mantener la seriedad, algo que no evitó que la sacerdotisa sonriese satisfecha. El primer paso estaba dado al menos…- pero respóndeme una cosa… ¿Qué te ocurre con Sakura chan? Y antes de que te quejes, ella va a tener la misma conversación…- anunció, cruzándose de brazos y esperando para obtener una respuesta. Shion tomó aire y suspiró con miedo. Hora de la verdad.
-Lo… lo que pasó con Sakura no se repetirá, Naruto kun… tienes mi palabra, ella y yo ya lo hemos hablado…- comenzó a exponer la rubia, cumpliendo con su promesa a la haruno de no revelar lo que le ocurría a la kunoichi.- y lo… lo que me pasa a mí lo quiero hablar contigo. Si… siento haber sido una novia terrible, Naruto kun…- se disculpó con lágrimas en los ojos la fémina, mientras Naruto adoptaba una mueca de pena. A ver, una cosa era castigar un poco a su novia con algo de indiferencia, y otra hacerla sentirse así, eso nunca. Sólo quería ver a esa mujer sonriendo, y en serio se esforzaba por ello.
-Shion chan, no te pongas así… si con el ramen ya está todo compensado… es que sólo quiero saber porque estás tan nerviosa últimamente, nada más…- explicó Naruto, tomando entre sus brazos a Shion, que posó su cabeza en el hombro del rubio y aspiró su fragancia para seguir hablando.
-Es que… tengo miedo…- reveló la sacerdotisa, arqueando una ceja Naruto. ¿Miedo? ¿A que dattebayo? Si fuese necesario, Naruto taparía a la luna para que ella estuviese feliz…- tengo miedo de que puedas enamorarte de otra, de que te canses de mí… de que un día no me quieras…- finalizó Shion, volcando todas sus inseguridades en su novio. El momento de la verdad… Shion había intentado prever un montón de reacciones dentro de su temor: Naruto ignorándola y evadiendo el tema, Naruto dejándola, Naruto riéndose de ella… Pero lo que ocurrió no lo había previsto. Tras unos segundos, donde la fémina se abrazó a él con fuerza, temiendo lo peor, el uzumaki tomó sus mejillas con dulzura, y con una inmensa sonrisa le dio un beso en los labios. Uno cargado de amor, uno que buscaba calmarla. Shion sonrió y se dejó llevar por el ósculo, subiendo hasta una nube y más allá incluso. Con una sonrisa boba, la joven volvió a oír al uzumaki hablar tras interrumpir el beso.
-Mira que eres tontorrona eh… -dijo el ojiazul conteniendo la carcajada.- ¿Así que por eso estabas así? Dime cariño, ¿cuál es la frase que más me repites?
-Naruto, por detrás no…
-No, la otra…- repuso Naruto con una gran gota de sudor en su nuca. ¿Tanto insistía en experimentar en la cama?
-Naruto, los fantasmas no existen…
-No, la otra…- el uzumaki comenzó a sentir vergüenza. Joder, sabía que los fantasmas no existen, pero es que los ruidos a las tantas de la mañana dentro del inmenso complejo uzumaki le dejaban aterrado… menos mal que no vivió ahí solo de pequeño.
-¿eres un mentiroso terrible?- preguntó Shion. Era eso o prohibirle tomar ramen para desayunar, y ahora no venía a cuento…
-Exacto… ahora mírame a los ojos…- ordenó, clavando sus zafiros en los ojos violetas de Shion. La joven se quedó congelada, hipnotizada por esa mirada. Le gustaban muchas cosas de su Naruto, como su sonrisa, su actitud positiva, su inocencia… pero, en lo referente al físico, esos dos ojos se llevaban la palma. Eran como dos mares, dos océanos profundos que la atraían sin remisión. Solo podía obedecerlos, nada más.- Te quiero. No puedo ser más feliz, para mí eres todo, y si te fueses yo me iría tras de ti, a la luna y vuelta si es necesario. ¿Tengo que repetírtelo?- preguntó con una sonrisa socarrona, mientras Shion respondía con otra sonrisa y negaba con la cabeza. Lo siguiente que hizo la joven fue lanzarse a besar esos labios, un impulso que ya llevaba conteniendo demasiado tiempo. Y, en el mismo momento en que sus labios contactaron con los de Naruto, volvió a tener una visión. Era potente, luminosa, y la absorbió de inmediato. Se vio a si misma acunando a un bebé en sus brazos, una niña pelirroja con unos ojos violeta preciosos. Sonreía, y la niña le devolvía la sonrisa… una igual que la de Naruto. Estaba tan embelesada con ella que no se dio cuenta de que tenía a alguien a sus espaldas hasta que sintió unos varoniles brazos rodeándola la cintura. Solo pudo sonreír aún más cuando olió ese aroma a roble tan característico. Naruto. Su Naruto. Y, nada más volver de su visión, lo supo. Era su futuro. Una visión brillante de la familia que tendría con Naruto. Sus visiones habían vuelto, y lo hacían concediéndola su mayor deseo. Lo suyo con Naruto no era pasajero, era un vínculo fuerte. Irrompible. Se miraron de nuevo, sonriendo, pero un ruido de un golpe y un lamento al fondo del complejo les llamó su atención.- ¿Qué ha sido eso?- preguntó un asustado Naruto.
-Habrá sido algún biju en su habitación Naruto kun…
-Esto… ¿y si ha sido…
-Naruto kun, te lo volveré a decir… los fantasmas no existen…- declaró Shion mientras negaba con una sonrisa, para luego volver a besar los labios de su novio.
Y no le habría venido mal al atemorizado uzumaki conocer la verdad… no se trataba de un fantasma, si no de algo peor. En una de las habitaciones sin usar del complejo, Sasuke uchiha maldecía al aire tras golpearse el dedo gordo del pie con un mueble de madera al esconderse de los tortolitos. Estaba vestido únicamente con unos calzoncillos blancos y cortos, con su ropa de diseño revuelta en el suelo para formar un colchón rudimentario. La razón por la que había acabado allí era, cuanto menos, difícil de entender, salvo para el propio Sasuke. Todo empezó mientras volvía de su desastrosa charla en la academia. Al parecer iban a necesitar llevar psicólogos para los niños de lo traumatizados que habían quedado, y los consejeros le habían comentado que le enviarían expertos en protocolo para trabajar su oratoria... Sasuke no lo entendía, no les había mentido en nada… los niños de hoy día eran unos blandos, y ahora tendría que dejar de lado su entrenamiento por esa chorrada. De camino hacia el complejo uchiha, un derrotado Sasuke cargaba con decenas de productos para cocinar en varias bolsas de la compra. El emperador del susanoo perfecto había tenido que rebuscar en cada oferta del supermercado y pegarse con las marujas del lugar, midori le había dejado la cuenta sin apenas dinero y no estaba para derroches, pero lo había conseguido. Aunque, para su desgracia, no le quedó dinero para tomates… otra semana sin tomates... Se arrastraba como un fantasma por las calles, hasta que llegó al complejo, y todo empeoró aún más.
Para empezar, un individuo de seguridad privada de midori le bloqueó la entrada. Al parecer, había una fiesta, y solo podía entrar gente In. Sasuke le contestó que era su puta casa y que él estaba vestido In, que si no no llevaría esa asquerosa ropa ridícula. Pero el portero negó y le advirtió de que su ropa ya estaba pasada de moda, que ahora se llevaban las rayas horizontales con remolinos intercalados. ¿En serio ya no valía? Si solo había pasado un puto día… además… ¿Quién en su sano juicio se vestiría como un yonki de gasolinera? Hastiado por el mundo de la moda, hecho un vistazo a su hogar. En la cocina, birtra cocinaba mientras una Ayiko completamente ebria gritaba que mataría a quien intentase tocar a su Sasuke kun, que su pene era de su propiedad… estupendo, otra vez siendo asaltado e intimidado por su esposa hyuuga... En su salón, una fiesta se desarrollaba entre luces de colores. Sintió un escalofrío cuando distinguió las voces de los amigos de midori, criticando la decoración y dándole ideas a su prometida para reformar de nuevo la casa. Otra vez no joder, seguro que se llevaban su adorado colchón y acababa durmiendo en una esterilla… Pero lo peor vino cuando observó su cuarto. Podía distinguir una tenue luz roja encendida, y por la ventana pudo vislumbrar las sombras de insectos con pinzas. Mantis religiosas. Mihayo se había vuelto a colar en su cuarto… y, cuando oyó su risa malévola a todo volumen mientras proclamaba que hoy sellaría su amor con Sasuke, y que era una pena que solo lo pudiesen hacer una vez, tuvo que tirar las bolsas de la compra al suelo para llevarse las manos a la cabeza y gritar con todas sus fuerzas. Y, cuando las bajó, vio para su horror que estaban llenas de cuero cabelludo. Joder, ¿también se estaba quedando calvo?
No, eso sí que no. No podía quedarse calvo. Sentía el mundo estrecharse, ese ataque de ansiedad de la academia volver. Su vida era un puto infierno de mujeres celosas y de situaciones surrealistas. Joder, y ahora se estaba quedando como una bola de billar, e iba disfrazado como un puto payaso de feria. No, necesitaba distanciarse, respirar. Desaparecer un tiempo para dedicarse a su propio entrenamiento. Pero, ¿A dónde podía ir? No podía salir de konoha, debía de estar allí, al tanto de los exámenes chunnin. El complejo uchiha estaba descartado, y como le sugiriese a Sakura quedarse en su casa, le volvería a mandar a kumo de un golpe. Las opciones se acababan, porque era necesario que además no le fuesen a buscar allí, lo que descartaba el hogar de kakashi. Esos buitres del consejo le seguirían hasta el mismo infierno, sería imposible librarse de ellos… no, debía de ir a un lugar inimaginable, uno en el que nadie se lo esperase encontrar… y a su mente le vino una única imagen. La de cierto rubio inútil. Joder, el complejo uzumaki, era perfecto. Grande, seguro, con un amplio jardín para entrenar. Pero el dobe no entendería sus razones, y seguro que avisaría a su novia embarazada, la cual se lo revelaría al resto… sin contar que la psicópata de la sacerdotisa le expulsaría de inmediato del hogar uzumaki. No, debía de ser más listo… no les diría nada a Naruto y Shion. No, viviría como un okupa en ese complejo el tiempo que pudiese, sin dejar rastro y robando comida, luz y agua, como si fuese invisible. Podría parecer un plan ridículo, pero joder, a peor no iba a ir. Y allí no estarían sus esposas, lo más importante. Ya se preocuparía por la ropa cuando se diese el problema…
Tuvo suerte de encontrar el complejo vacío cuando llegó, al parecer el dobe y su novia habían salido de misión hace unos días. Con su rinnegan investigó el lugar: detectó enormes marcas de chakra en algunas habitaciones, seguramente de los biju que vivían en ese lugar, pero vislumbró una completamente vacía. Y, tras infiltrarse en el lugar, comprobó que esa habitación estaba completamente deshabitada. Solo había polvo y una extraña estatua de madera tapada con una manta blanca, por lo que no era una habitación muy concurrida. Ideal para iniciar su vida de okupa. Aplicó lo que aprendió de orochimaru y camufló al máximo su chakra y olor, y se dispuso a instalarse en el que sería su refugio, su nuevo hogar hasta que reuniese fuerzas (y ganas) para volver al infierno del complejo uchiha. Y tenía que admitirlo: estaba contento, ilusionado por su nueva vida… no más discusiones de pareja, no más estilistas… y encima el mobiliario le gustaba. Cuando quitó esa manta blanca, quedó maravillado ante la estatua que tapaba. Era una representación del dobe, solo que con una pose sanguinaria y un toque tribal que le sentaba muy bien. Debía de ser una especie de tótem del uzuratoncachi, y el uchiha estaba asombrado con los detalles: los colmillos, la sangre roja pintada, los órganos en sus manos… incluso la puta serpiente-pene, era todo perfecto en esa estatua. Joder, no entendía como esos dos podían tener esta obra de arte escondida y no en el hall de entrada, pero, en cuanto dominase el mundo, lo tenía claro: Naruto tendría que hacerle uno de estos… solo que más grande…
Ending:
-Joder kurama, es que tú no lo viste… tuve que disfrazarme de un zorro bebé… y lamerle la cara a un tío… - se quejó Naruto mientras bebía de su refresco.
-Ya ya, si me lo has contado ya decenas de veces, por eso te he traído aquí, para que te recuperes más rápido… BIENVENIDO AL JODIDO BURGER KING DE KONOHA.- exclamó con felicidad kurama, mientras movía con inquietud sus colas en su asiento, con una gran corona de cartón del menú infantil en su cabeza.
-¿en serio te crees que me puedes compensar todo lo que pasé en ese secuestro con un menú del burger de la aldea? FUI SECUESTRADO Y ME RESTREGARON UNA SERPIENTE MUY INQUIETANTE POR LA CARA.- regañó el uzumaki al biju, que sorbía soda con una sonrisa de oreja a oreja tras acabarse su menú, para luego mirar esa corona de cartón con envidia.- Encima esa corona debería de ser mía, yo me pedí el menú infantil, y tú te la has quedado con el muñeco…
-¿bromeas? La corona es mía, para algo yo soy el King de los biju. Y el muñeco era el único que me faltaba en mi colección, ¡el jodido muñeco de Godzilla rey de los monstruos! Qué ganas de que saquen la película.- declaró con felicidad el biju mientras jugueteaba con su muñeco articulado. Ya tenía a motra, a ghidora, Rodan… Shukaku estaba como loco, ansioso por recrear sus batallas usando su recreación a escala de San Francisco en arena.
-Joder, primero me rascan la barriga y luego tú me traes aquí solo para completar tu colección de kaiju…
-Pero, ¿a que da gusto el que te rasquen la barriga eh? No me lo niegues…- Naruto giró la cabeza, cansado, y avergonzado porque el biju tenía razón… había sido bonito, y eso le preocupaba mucho…- Así me gusta, venga, te invito a otro menú, voy a pedirme uno steakhouse con extra de bacon y un cubo de alistas de pollo, ¿tú qué quieres?- preguntó el biju, mientras al kitsune se le hacía la boca agua.
-¿Sabes que te acabaras poniendo como una foca si sigues comiendo así no?
-Ni de coña, mira este cuerpazo… ¡mi cuerpo es poder, mi sangre es fuego!- afirmó el biju con orgullo mientras iluminaba el local con sus flamas naranjas. Como viese el sueño que tuvo Naruto, no diría lo mismo, y se pediría la bebida light…
Y fin. Ha pasado un tiempo, pero tenemos Fjaka de vuelta. Después de leer el sueño de Naruto... en serio deseáis que se haga un harem? Imaginarlo, decenas y decenas de mujeres pidiéndote de todo... terrible. Fijaros en el pobre Sasuke, que ya se está quedando calvo y solo lleva una semana XD
si, el secuestrador era Kabuto, y no un Kabuto cualquiera, UN KABUTO CLEPTOMANO. El Izanami le quitó su megalomanía, pero en ningún lugar dice que tiene que sustituirse por algo bueno. Y, aún así, es mucho mejor que su papel en boruto... joder, poner a ese monstruo a cargo de un orfanato, es muy fuerte. Espero que os gustase el guiño a la película de Naruto "prision de sangre", siempre me hizo mucha gracia la pitada que le hicieron a Naruto en esa peli Tsunade y demás, así, de gratis... yo habría destruido la aldea nada más volver xD suerte que halló la forma de huir, aunque fuese completamente indigna... pobre Naruto, aunque al final se llevó el premio gordo: pergamino y delincuente internacional. Ha sido feo, pero efectivo.
Sakura y Shion al fin se han dado rienda suelta. Casi se matan, casi matan a kurama, pero ya se han dejado claras las cosas. En realidad, no tienen razones para odiarse. Ambas quieren lo mejor para Naruto, todo lo demás son problemas que tienen que solventar ellas solas. Shion ya lo ha hablado con el uzumaki, lo cual era necesario. Es lógico que Shion, sin poder invocar sus visiones, estuviese insegura, pero nada que no se pueda arreglar preguntando. Ventajas de que Naruto sea incapaz de mentir. Ahora, con todo hablado, ya sabe su futuro. No se romperá el narushion, podéis estar tranquilos! En el caso de Sakura, todo es más complicado y requerirá de algunos capítulos para aclararse. Quiere a Naruto, como mínimo como un amigo muy muy muy especial, pero ahí tiene la duda de si lo ama. Un poco tarde para preguntárselo, quién sabe, pero mejor tarde que nunca.
Y por último... Sasuke. Pobre hombre, su vida es un jodido infierno. Midori gasta, la hyuuga se pega, birtra le quita sus tomates y mihayo... mihayo es un GRAN problema. Guapísima, y con costumbres heredadas de las mantis religiosas, Sasuke va a sufrir. Y a eso añadirle ese cambio de look (si habéis visto los juegos del hambre, os podréis hacer una idea de cómo viste XD) y esa horrible charla en la academia (poner a Sasuke a hablar con niños? En serio? Lo raro es que de esa clase quede alguno tras haberles mostrado el mundo de forma cruel, aunque fuese sin querer). Así que, como su vida es un infierno, decide hacer un fantasma de la ópera y vivir en el complejo uzumaki como un okupa sin que Shion y Naruto lo sepan. Os lo imaginabais? Creéis que funcionara? O mihayo lo encontrará y le descabezara? Quién sabe...
el siguiente capítulo os dará algunas respuestas, como la solucion al tema de la comida y la ropa por parte de Sasuke. Será "buscando a kokuo" (si, resacón en konoha sigue teniendo consecuencias nefastas... kurama y la noche de karaoke son una mezcla explosiva). Hasta entonces, pasarlo bien! Un saludo!
