¡A partir de hoy comenzaré a trabajar como Maou!
Capitulo 6
Lo que ha pasado volando es un ave.
No hay polución en el aire de la mañana, un poco más grande que puedo. Cuando abro la ventana para respirar aire fresco hay pájaros color azul con largas colas de plumas anaranjadas volando justo por el balcón. Son hermosas, pero con una voz horrible: ¡Engiwaru! [1]
Parece que todos toman el desayuno por su cuenta. Desaparecí el pan y el queso que trajeron a mi habitación sin pensarlo. En la comida lo único más importante es la cantidad. Así es el raro filete de anoche no se ha completado.
Luego de que comí lo suficiente para dos personas, Günter entro viéndose pálido y agotado. Su cabello y sus ropas están arregladas, pero tiene los ojos rojos y grandes ojeras debajo de ellos. Mientras pongo leche en mi taza de té negro levanto con elegancia la mano y el saludo.
—Buenos días Su Majestad. Lo veo con bastantes ánimos, parece muy optimista.
No te ves muy bien. Luces como si no hubieras dormido lo suficiente.
-Si. Estuve pensando sobre… el duelo al amanecer…
—Yo también estuve pensando sobre eso.
Luego, no hay mejor estrategia que la que pensé. Sin embargo, no hay forma de que muera, se podría decir que es la salida perfecta y definitiva.
- ¿Está despierto Conrad? Quiero pedirle algo prestado.
Se ha visto temprano esta mañana y salió a la ciudad por provisiones. Debería volver cerca del amanecer. ¿Pero que planea hacer, Su Majestad? Wolfram es más esbelto que sus hermanos mayores pero es bueno con la espada. Heredó el maryoku de fuego del lado materno de su familia, y además es el usuario de fuego más destacado de este país. Si lo desafías tomándolo a la ligera…
Maryoku de fuego… Entonces Ignis (elemento fuego), ¡está involucrado en esto!
—Te lo estás tomando muy en serio. Ayer me dijiste que la gente rara vez muere.
—Lo dije, ciertamente lo dije pero…
Günter suena más afligido que la persona involucrada en esto.
—No planeo usar espadas. No puedo ganar con eso. Sino con en lo que soy invencible.
— ¿Entonces qué clase de armamento usará…?
Justo en ese momento el sol salió sobre el horizonte y un cuerno señalo que era el amanecer. Luego de pasar el tiempo con Günter me apresuró a salir de la habitación. Y tomé prestado de Conrad, que ya había vuelto de la ciudad, lo que necesitaba.
Cuando salimos al patio el número de guardias estaba reducido al mínimo y las ventanas que dan al centro están cerradas para mantener el encuentro en privado. Lady Cherie me saluda con la mano y una sonrisa desde su palco privado en un balcón cercano. Gwendal está apoyado contra la pared de brazos cruzados y mi oponente, Wolfram, reclinado con aires de suficiencia en una silla.
Es un tipo susceptible, así que debe estar irritado porque su oponente no se presentó a tiempo. Mi primera estrategia era hacerlo perder la concentración por el enojo. Puedes llamarla la estrategia de "He estado esperando por ti, Parkinson" [2].
Bastante de mal gusto.
—He estado imaginando como ruegas misericordia mientras te muelo a golpes en el piso. Me entretuve bastante pensando en eso mientras esperaba.
No está muy enojado que digamos. ¡La operación Pansy Parkinson es un fracaso total!
— ¡¿Estás diciendo que perderé?! ¡Tal vez demuestre mis habilidades ocultas!
¡¿Cómo me va a ayudar enojarme?! ¡Cálmate, cálmate!
Mande colocar una mesa y dos sillas al centro del patio, y comencé a prepararme.
La expresión de Wolfram cambió.
— ¡¿Por qué estás colocando un tablero al centro de la mesa?!
— ¿Pero de que te estás quejando? ¿Prefieres las piezas negras o las piezas blancas?
— ¡¿Las blancas?!
—¡Bien! ¡¿Tendremos que usar estos relojes de arena, para medir el tiempo de cada uno, espero no te moleste?! Umm. Gustas tomar asiento.
Tomé prestado los elementos del juego de Conrad para esto.
Los plebeyos apenas les llama la atención, y la gente rica o los nobles generalmente se les instruye desde muy pequeños. Siendo un noble orgulloso, Wolfram definitivamente aprendió sobre ajedrez. Espero un buen rival, no me gustaría derrotarlo fácilmente durante el combate. Si eso pasa, entonces será una gran decepción. No obstante, la victoria es mía.
—El ajedrez es un deporte mental, entre dos personas, donde cada uno dispone de 16 piezas móviles que se colocan sobre un tablero dividido en 64 casillas. El objetivo del juego es…
— Derrocar al rey del oponente, ¡lo sé! ¡Es un juego de estrategia!
De mi grupo, Günter luce sorprendido.
—Es un duelo sin desventajas. El manejar una espada me es imposible, y tú no conoces los deportes de mi mundo. Y como el ajedrez, parece ser una epidemia en los mundos, el duelo es más que justo.
— ¡Me tienes que estar tomando el pelo! ¡¿De verdad estas tratando de retarme a un combate así de patético [3]?!
— ¿Patético? ¿Cómo puedes ser tan descortés? Tu seguridad se convierte en perdición. Me diste la oportunidad de seleccionar las armas del duelo, es decir, elegir algo desconocido para ti y ganar con facilidad. Pero opte por algo que conoces, deberías estar agradecido.
Lady Cherie saluda efusivamente hacia mí desde el balcón.
— ¡Su Majestad es benévolo!
Lanza un beso apasionado.
—… ¿Preparado, Lord von Bielefeld Wolfram?
Se dan las indicaciones apresuradamente y el réferi grita: ¡Comiencen! Empiezo sacrificando una insignificante pieza y con un movimiento rápido empleo el típico truco conocido como La Clavada. Fue una victoria instantánea. Ni siquiera hubo batalla.
— ¡Jaque Mate!
Sin entender que ha pasado, el chico lindo queda con la boca medio abierta mirando estúpidamente al tablero. Así es como me sentí yo ayer. Qué pena. Olvidando por completo su odio y su hostilidad mientras esta aturdido, Wolfram luce más como un ángel engañado que como un noble de familia mazoku. Pero nada se resolverá si me pongo a simpatizar con él.
— ¡Su Majestad! Ha sido una espléndida batalla.
Günter ya está conmovido hasta las lágrimas y perdiendo su compostura se cuelga de mí.
— ¡Te dije que tenía una estrategia! ¡Solo tienes que ser astuto!
—Este duelo nacido de la profunda benevolencia de Su Majestad, y que ha sido resuelto sin derramar una gota de sangre de ambas partes, será una historia conmovedora que se contará por años entre los mazoku.
—Espero que esto resuelva todo.
La única persona que se ve tranquila parece ser Conrad que murmura algo mientras le ofrece la mano a su hermano derrotado. En un segundo su piel blanca se pone roja y el perdedor de la batalla aparta de un golpe la mano de su hermano.
— ¡¿Qué clase de victoria estúpida es esta?!
—Wolfram.
— ¡¿Cómo puede decidirse la victoria con un juego de ajedrez?!
No ha aprendido la lección. La humillación alimenta su ira y parece olvidar completamente el hecho de que ha perdido.
— ¡Tu, escucha! ¿Planeas convertirte en el rey de este país? ¡Entonces deberías pelear como un mazoku! ¡No andar con jueguitos!
— Lo advertí, ¡la seguridad que decías poseer, provoco la perdida de este duelo! El enojarte solo demuestra el mal perdedor que hay en ti.
— ¡Cierra la boca! ¡Alguien tráigame mi espada!
Un soldado viene corriendo. Apresuradamente contesto con voz aguda.
—Pero que chico tan problemático, ¡No lo tomes tan en serio solo porque has sido humillado!
— ¡¿Humillado?! ¿Entonces tu no ibas enserio ese duelo de porquería que acabamos de tener?
— ¡Siempre tomo los conflictos con seriedad!
Poco a poco esto comienza a sonar como el monólogo cómico de una pareja casada. Günter intenta mediar.
—Wolfram, ¿no fue esa condición tu propia sugerencia? No puedo ignorar una demanda tan egoísta.
— ¿Y qué vas a hacer entonces? ¿Vas a pelear en su lugar? ¿El hombre que se hace llamar el nuevo Maou va a usar a un subordinado para luchar en un encuentro uno a uno?
Mientras pienso en como este bastardo tiene una respuesta para todo, la parte lógica de mi cerebro está teniendo una extraña premonición. No tengo idea de donde viene tal muestra de sabiduría, ¿es de la parte derecha o izquierda de mi cerebro? Casi sin notarlo… la forma en la que veo mis alrededores cambia gradualmente; mis sentidos no eran claros. Sin sacar los ojos de mí oponente le pregunto a Conrad a mí lado: —Si me convierto en el Maou, digo, solo por casualidad. Si eso pasa, ¿entonces este tipo va a ser mi aliado?
—Por supuesto.
Conrad asiente profundamente. No lo está diciendo solo porque es su hermano menor.
— No parece ser la clase de persona, que traicionaría a alguien solo porque le odia o tiene resentimientos…
—No, no es esa clase de persona.
— Lo intuía. ¡¿Es más del tipo que cooperaria con alguien que odia por un bien mayor?!
—Si hablamos de Wolfram, entonces no importa lo mucho que odie a alguien, sé que al final se comprometería por el bienestar de los mazokus. Tiene orgullo como mazoku, y quiere mantener a los mazokus a la cabeza en el mundo. Así que incluso si se trata de alguien que odia si cree que en sus ideales probablemente le seguiría.
—Es Leal, posee coraje, probablemente es creativo y sus respuestas son muy inteligentes con una pisca de astucia, ¡una combinación poco común! Posiblemente un Hufflepuff o Ravenclaw.
—Y ¿me permite agregar una cosa más? Acerca de Gwen. El ama este país más que nadie. Él es más serio que yo, pero no siente más que amor y devoción hacia los mazokus y Shin Makoku.
Él parece estar conteniendo una herida dolorosa.
—…Ese es el problema.
Wolfram es un aliado. Aunque estemos en bandos diferentes en este momento, de alguna manera estaremos en el mismo equipo. Mis calculaciones y mis emociones son una.
—Entiendo. Dame una espada de práctica. Tengo que terminar rápido con esto.
La única manera de arreglar la herida de esta humillación es pelear con espadas reales.
Mi orgullo cae, y todo es gracias al chico lindo. Claro está, que soy un principiante con la espada, no puedo ganar. Pero incluso si pierdo esta pelea seguirá siendo un empate. No tengo buenas posibilidades desde el principio, pero incluso un empate está bien, ¿verdad?
—Pensé que esto podría pasar.
Conrad toma una espada y un escudo que tenía contra la pared y luego de que me las da llama a Günter. Entonces él reemplaza las armas del otro lado con las usadas para las prácticas con palabras sabias.
—Su Majestad, no se preocupe. Puede parecerle increíblemente fuerte por su gran tamaño, pero no tiene filo. Si le golpea en la cabeza lo machacara un poco pero no puede atravesar su corazón.
—Mi padre se molestara si vuelvo con el cráneo fracturado, si bien, primero tendría que sobrevivir a dicha fractura…
Conrad se desabrocha dos botones y saca una tira que cuelga de su cuello.
Tiene el tamaño de una snitch con un borde plateado alrededor de una gema.
—Su Majestad, tome esto.
Es azul oscuro, más oscuro que el cielo.
—Mi… amiga me lo dio. Se dice que es un amuleto de protección. Es un maseki [4] así que no debería funcionar para nadie que no tenga maryoku. Aunque sea para la buena fortuna, la defensa, o incrementar la fuerza, debería ser útil para algo.
— ¿Me lo estás obsequiando?
—Sí.
— ¡Un Momento! — giro a hacia mi tutor, que tiene cara de querer interrumpir —. ¿El recibir obsequios tiene algo que ver con sus costumbres? No quisiera comprometerme o aceptar un duelo, por segunda ocasión.
Mi tutor se aclara la garganta forzosamente e indica.
—Así es, Su majestad. El acto de recibir un regalo simboliza aceptar la lealtad de esa persona, incluso si Su Majestad no la desea. No me preocupa Conrart, pero no debería incrementar el número de sus sirvientes sin saberlo.
— Lo conjeturaba.
La parte de la piedra está un poco caliente cuando cuelga sobre mi pecho.
Me paro sobre el piso duro color gris con la espada en mi mano derecha y el escudo en la izquierda, los mismos que use ayer por primera vez.
Wolfram no usa escudo y sostiene su espada con ambas manos apuntando hacia mí.
— ¿Esa de verdad es una espada de práctica…?
Es más como la cabeza del calamar gigante congelada que una espada. Solo con abanicar esa cosa nos haría volar de un golpe fuera del castillo. Bueno, tal vez exagere, un poco.
— ¡¿Estás listo extranjero?!
¿Me han enviado aquí sin mi permiso y ahora me están llamando "extranjero"?
—Mi nombre es Draco Malfoy. Si quieres puedes agregarle el "heredero", no me importa.
— ¡No jodas conmigo!
La pelea comienza de repente. Wolfram viene hacia mí blandiendo el arma con un largo movimiento e intentar golpearme con ese molusco cefalópodo gigante. Con la rapidez de un relámpago me agacho y sostengo el escudo hacia arriba y al centro intentando reflejar el golpe. El impacto se siente como ser golpeado con una potente bludger y las vibraciones recorren todo mi cuerpo. Los que están fuera de la arena me gritan frenéticamente.
— ¡Su Majestad, esquívelo, esquívelo! ¡Es peligroso si recibe un golpe directo!
— ¡Deja de darle tantos consejos, Günter! ¡Si no estuviera acostumbrado su brazo se hubiera fracturado de un golpe! ¡Puede que sea solo instinto, pero el razonamiento de Su Majestad es correcto!
No era razonamiento, son años de práctica. Igualmente, me han dicho que nunca debes dejar escapar la snitch, incluso si tienes que recibir un golpe directo. En resumen, es mi trabajo buscar la forma de no salir tan lesionado en el progreso.
Antes de poder responder llega otro golpe. Otro más, directo desde arriba. Es imposible para el escudo absorberlo todo. Mi brazo derecho, mi codo y mi hombro se están entumeciendo. Continúa por el lado derecho, por debajo de nuevo.
— ¿Qué pasa? ¡¿Para qué estas sosteniendo una espada?! ¡Solo estas dejando colgar inútilmente tu brazo derecho! ¡¿O estás paralizado del miedo?!
— ¡Cierra la boca!
Cálmate Draco Malfoy, no te apresures.
La gran arma de metal viene hacia mí directo de frente, está brillando bajo el sol del mediodía con líneas plateadas a lo largo de ella. Mantén la calma. Mi brazo duele. Mantén el balance, corrige tu postura, no puedes pestañear, no hay tiempo, inclínate hacia adelante, y entra en su mente.
Dolor.
Miedo.
Soledad.
Se dice que tanta soledad aterra; los ojos hinchados, lágrimas, las lágrimas que ruedan por sus mejillas rosadas, desaparecen por el tacto de sus mangas contra su la cara, la cara, las mangas, empapado de lagrimas.
—Eres previsible.
— ¡¿Qué dijiste?!
Decidido tiro a un lado mi escudo y mi oponente baja la guardia. Aprovechando la oportunidad tomo la empuñadura de mi espada con ambas manos colocándola frente a mí.
—Ay, ha tirado su escudo. Ay, no puedo ver, Conrart. ¡Apúrate y tira la toalla…! ¿O era la sabana?
—Aun no. Su Majestad está leyendo el ritmo de Wolfram. La base de sus ataques es ejemplar pero siempre es predecible. Mira, apenas detiene su espada. Además, no he traído una toalla.
—Es cierto.
Puedo leer a donde apunta la próxima vez. Pero no tiene nada que ver con su técnica o ser ejemplar. Es más que nada entender la personalidad de mi oponente.
Ya ha decidido su secuencia de ataque. Nunca hay ningún cambio en ella. Es el mismo ritmo de antes. Puedes leer a un mago que nunca cambia de hechizos, y luego de un rato, ese mago será derrotado. Esto es lo mismo.
El metal choca contra el mental frete a mi cara. Aunque vuelan las chispas aprieto los dientes. Mi dedo meñique al final de la empuñadura se entumece por las vibraciones.
—…Si fuera tu entrenador, ¡no saldrías de suplente porque tus tiempos y técnicas siempre son los mismos! ¡Un jugador tan predecible es…!
Si te atacan por el costado te tomara más tiempo recomponerte que si te atacan de frente. Alineo mi pierna derecha con mi hombro y bajo mi espada esperando su acercamiento.
Mi oponente se sincroniza para responder y doy un paso hacia adelante con la pierna izquierda. Pongo más peso en mis pulgares sobre la espada, mi espada.
— ¡…Maldita sea!
¡Es un buen golpe!
Fue el sonido agudo que estoy acostumbrado a oír durante las prácticas. Mis antebrazos duelen intensamente. El impacto gradualmente se convierte en una vibración que se esparce por mis costillas y mis caderas.
La enorme arma de Wolfram vuela por el aire golpeando el piso con un sonido seco.
—…Allá va
Mi oponente esta desarmado ahora.
—… He vuelto a ganar… Uy!
Salté con elegancia hacia atrás. Con la cara pálida, Wolfram tiene algo del tamaño de una quaffle en su mano derecha. Una bola de fuego naranja descansa sobre su palma con su dedo medio inclinado un poco hacia afuera.
— ¡Wolfram! — Gritó Günter — ¡A Su Majestad no se le ha enseñado a usar su maryoku aun! ¡No comiences a usar majutsu porque has sido derrotado!
— ¡Aun no he sido derrotado!
— Lo fuiste. ¡Y dos veces seguidas! Aunque si prefieres dejarlo en empate, está bien.
—No es un empate. Vamos a continuar hasta que uno de los dos no pueda pelear más.
Su hermoso rostro esta torcido de ira y el mazoku extiende hacia afuera su mano derecha.
Günter gritó algún tipo de encantamiento, pero solo hubo una pequeña explosión arriba en el cielo. Una persona normal como yo no puede imaginar el proceso, pero probablemente fue ataque de ida y vuelta.
— ¡Gwendal! ¡¿Por qué te entrometes?! Si no detenemos a Wolf, Su Majestad será…
—Eres tú el que está entrometiéndose. Esta es una chance para ver si estamos en un error. Si de verdad es el Maou debería ser capaz de derrotar a alguien como Wolfram.
—Pero Su Majestad aún no ha hecho ningún pacto con un elemento…
—El maryoku es…
Gwendal se separa de la pared dándose vuelta mientras interrumpe a Günter. Como siempre, tiene una expresión malhumorada en su hermoso rostro.
—El maryoku está en la naturaleza del alma. No es algo que se puede obtener aprendiéndolo o deseándolo. Si ese de verdad es el Maou, incluso si no ha hecho el pacto o tenido entrenamiento, ¿no deberían todos los elementos responder ante él? Se arrodillarían ante tan noble alma.
No estoy en posición de ponerme a escuchar las conversaciones de los alrededores. Debería ser el Maou, es decir, aun si hay una remota posibilidad de que lo sea… mi confianza de poder ganar aumenta…
— ¡Todo lo que está hecho de fuego, obedezcan a los mazokus quienes han masacrado a los soushu!
¡Ignis, me las pagaras! En algún momento habrá una ocasión para contraatacar, así que necesito buscar un lugar donde las bolas de fuego no me alcancen, ¡Aaah, tendré que usar magia sin varita! Son pocos los hechizos que logro hacer.
— ¡Lean mi voluntad y obedezcan!
Me incline hacia adelante. La bola de fuego se ha hecho más grande y pasa sobre mi cabeza golpeando la pared. El olor único y horripilante de cabello quemado irrita mis sentidos.
Me van a matar. ¡Si una de esas cosas me pega me voy a morir!
Conrad desenfunda su espada y Gwendal apunta la punta plateada de la suya hacia él.
—Gwen, deshaz la barrera. Si no lo haces, detendré a Wolfram aunque eso signifique cortarte.
— ¿Cortarme? Me pregunto si eso es verdad, Conrart.
—Es completamente verdad.
Wolfram también parece completamente serio. Esta vez no es una bola de fuego. Con un pequeño movimiento de su dedo medio el aire comienza a temblar. Las puntas de sus dedos se ponen rojo sangre y ese color crece y se convierte en una bestia del tamaño de un lobo. Pero aun es fuego.
— ¿Nada mal…?
Con una sonrisa cruel Wolfram libera la bestia feroz.
¿Nada mal… en serio? Si no puedo ganar con ajedrez o espadas, ¡¿con que puedo ganar?! ¡Magia! No tengo más opciones. La bestia se come la distancia que recorrí en tan solo tres pasos. Me levanto, simplemente mirando. Es inútil. Incluso si intentara huir, me alcanzaría rápido con esas cuatro patas.
Pensé: Esto tiene que ser una broma.
En el momento que estaba por atacarme con sus garras delanteras bajé la cabeza rápidamente. Estuvo tan cerca que paso saltando sobre mí y con la fuerza de su ataque no pudo parar. Normalmente golpearía contra la pared, pero…
Desafortunadamente había un pasillo en esa dirección, con una persona corriendo a través de él a pasos cortos. Voltee mi cuello dolorosamente e intente gritarle que tuviera cuidado. Al verla la reconozco como la chica que me trajo el cambio de ropa ayer.
Chasquee los dedos al mismo tiempo que gritaba — ¡Protego Totalum!
Una serie de barras protectoras aparecieron inmediatamente.
Fui demasiado rápido. Günter, Conrad y Gwendal no apartaron su vista de mí.
La bestia flameante continúa abalanzándose hacia adelante. Por la fuerza del impacto y sin siquiera un grito la chica voló al mismo tiempo que las barreras protectoras y el lobo desaparecían. Derribó al blanco equivocado.
—…Felicidades…
Los guardias cercanos corren hacia el lugar confundidos. Un dolor agudo en el lado derecho de mi pecho se siente como si me hubiera roto las costillas. Nunca había hecho un hechizo tan poderoso sin mi varita. Respirar se vuelve doloroso mientras mi corazón late con un sonido grave. Esta son las consecuencias de mis actos.
— ¡Por tu victoria! Aunque…
Una sensación de calor que no se ve en mis caderas o mi estómago nace dentro de mi cuerpo. Corre a través de mis nervios y enciende una alarma en la parte trasera de mi cabeza.
—Involucrar a una chica que no tiene nada que ver… Es…
Humo blanco puro se esparce delante de mí.
Y con eso, mi conciencia ...
Referencias
1. Engiwaru: mal presagio.
2. Pansy Parkinson es la mejor amiga de Draco Malfoy, y le gusta llamar a la atención llegando tarde a casi cualquier evento.
3. En esta ocasión, Patético está relacionado con lo grotesco y lo que produce la ajena.
4. Maseki: piedra demoníaca.
