¡Arma definitiva!
Capítulo 3
Si Lord von Christ fuera mago, estaría lamentándose: "¡Oh Merlín, oh Merlín!". Pero como no es ni mago ni humano, está lamentándose: "¡Su Majestad!" hacia el cielo.
Sus largas y frenéticas zancadas lo llevan una y otra vez por la amplia habitación. El señor del castillo se detuvo al pasar por la puerta abierta y entró. Miró a Günter sospechosamente.
—Günter, ¿todavía no has partido hacia la capital?
— ¡No hay tiempo para pensar en eso! ¡Él ha desaparecido, ha desaparecido, desparecido, desaparecido!
—Cálmate. ¿De verdad eres Lord von Christ?
Gwendal dio un paso atrás fríamente, alejándose de Günter. No podía permitirse verse envuelto.
— ¡No se trata de mí! — Miró a Gwendal —. ¡Es Su Majestad! Wolfram ha desaparecido… ¡creo que ha ido a perseguir a Su Majestad! Aaah, ¿qué debería hacer? ¡Esto es un desastre! Si algo le pasa a Su Majestad, ¿cómo podría enmendarlo?
—No exageres. Wolfram puede cuidarse a sí mismo… no creo que sea una carga.
— ¿No crees que él pueda ser una carga? ¡¿Ese Principito Caprichoso?!
— ¿Principito Caprichoso [1]?
Hubo un momento de silencio.
A pesar de ocupar el cargo de tutor y asistente del rey, llamar a alguien que hasta hace muy poco tiempo fue Príncipe, "Principito" —y para peor, en frente de su propio hermano— era una impertinencia. No sería para sorprenderse si Gwendal lo tomara como una ofensa.
—…De hecho, yo también lo creo.
—P-parece que estamos de acuerdo por una vez.
Y así fue como se creó la Alianza De Los Que Siempre Pesaron En Wolfram Como Un Principito Caprichoso, abreviado, la Alianza Principito.
• • •
— ¡Achú!
— ¡Salud! —respondo de manera limitada al pequeño y lindo estornudo de Wolfram, mientras rebusco en mi baúl y echo todo fuera del equipaje de la ropa.
—¡Aaargh, maldición, no está aquí, ni aquí, tampoco está aquí!
—¿Qué estás buscando? —me pregunta Wolfram, que finalmente se ha recuperado cerca del mediodía, echado boca abajo en la cama. Sus pies están sobre las almohadas y las sacude y patea de vez en cuando.
—Estoy casi seguro de que lo puse aquí, la caja de plata que guarda mi varita.
—Hump.
Él suena tanto decepcionado como también disgustado.
Entiendo un poco como se siente. Es como si ofreciera mi amistad a alguien y me rechazara por un desconocido. ¿No sería mejor elegirme a mí en vez de alguien que no sabe ni cuantos hermanos tiene?
Me estoy preparando para un baile, el escenario perfecto para un ex príncipe.
El desayuno comenzó con el saludo del capitán; me forzaron a tomar té mientras caminaba inquieto por la cubierta al medio día; hubo invitaciones a una partida de billar en la sala de juegos por la tarde y una cena completa al atardecer; luego de que termino la cena pudimos tomar una ducha antes de que nuestra presencia fuera requerida en una reunión social… ¡No hay descanso en el magnífico crucero de lujo! Y si el invitado en la suite de lujo no aparece inmediatamente se convierte en el sujeto de los rumores y es acusado de ser excéntrico.
— ¿No hubiera sido mejor pasar desapercibidos en vez de atraer la atención durante todo el viaje? Pudimos haber conseguido cabinas de tercera clase y quedarnos encerrados en la habitación.
— ¡No podría soportar una habitación compartida ni con literas!
—No, tampoco podría. Aunque, tú no estabas en los planes.
—Entonces tus planes estaban mal desde el principio.
Suena como si estuviera cerca de recuperar su yo de siempre. Pero aun si ha recuperado su energía no se puede dar rienda suelta con otras personas. No creo que este aristócrata orgulloso pueda pasar por alguien que viene de una familia de mercaderes de seda crepé. No tiene mi experiencia en actuación.
—De todos modos, ¿qué hay en ese baúl?
—Cosas que Günter insistió que traiga, dijo que serían necesarias… ¿Un libro?
Rompo el envoltorio de papel encerado para revelar un libro de tapa dura de aspecto importante forrado en cuero verde de cabra de montaña. Su título está escrito en letras doradas, pero lamentablemente no puedo leer las escrituras de los mazokus sin tener que aplicar un hechizo revelador.
—Déjame ver, lo leeré para ti… El Sueño comenzó en primavera, un Diario.
— ¿Un diario? ¿Quizá quiere que me convierta en poeta?
¡Por Merlín, nunca entenderé a los profesores!
—…Conocí a Su Majestad por primera vez hoy. Él es mucho, muchísimo, veces más maravilloso de lo que mi limitada imaginación pudiera alguna vez haber concebido.
— ¿Huh?
Wolfram voltea una página y continúa leyendo en voz alta.
—Lord Draco descendió de su caballo y suavemente llevó su cabello dorado detrás de su oreja pulida como el trigo con un grácil movimiento de su suave y pálida mano alabastro. Volteó a verme con sus brillantes ojos sagaces y habló.
— ¿Eso no…?
¿Eso no es un diario nuevo que Günter quiere que me quede?, me abstuve de preguntar.
—Mi leal Lord von Christ, mi amigo verdadero, he sido capaz de regresar gracias a tí.
— Gunter sería un gran novelista. Sin embargo, nada de eso sucedió.
¿Por qué tengo que ser torturado así por el diario de alguien más? Aunque yo también estaría retorciéndome si alguien lee mi diario en voz alta. ¡No es que tenga uno!
—Draco, ¿cómo van los preparativos? …Parece que te has recuperado bastante, Wolf. ¿Cómo conseguiste el diario de Günter, "Diario Amor-Amor de Su Majestad"?
Conrad mira de cerca desde el living sonriendo irónicamente mientras se apresura a atar su corbata.
—Alguien debe haberlo confundido con un libro nuevo y lo envolvió. Vamos, por favor apresúrese en cambiarse si ya no quiere seguir escuchándolo.
—Su Majestad tiene en consideración al reino y su gente por sobre todo. Oh, cuan fervientemente yo, Lord von Christ Günter, deseo permanecer al lado de tan esplendido y hermoso hombre, tal cual es Lord Draco.
— Termine, ¡vámonos!
¿Qué expresión pondría el intelectual de mi tutor si supiera que estuvimos leyendo esto?
• • •
El tutor lucia espantoso.
Mechones de cabello desordenados se pegaban a sus pálidas mejillas bajo sus ojos inyectados en sangre, y había varias arrugas profundas entre sus cejas. Cualquier mujer en un radio de cinco metros quedaría al borde de las lágrimas al ver su hermosa figura angustiada.
—Günter, ¿no tienes un montón de cosas de las cuales hacerte cargo?
—No tantas.
El distintivo olor de calcio quemado llenaba el Castillo Voltaire. Alguien ya colapsó gimiendo en el pasillo: así de fuerte es.
—Por favor mira las rajas en la articulación de este humero —dijo Günter sosteniendo un hueso quemado en alto. Había un destello de obsesión en sus ojos—. Hay dos puntos donde estas líneas oblicuas cotas se cruzan con estas tres verticales. Esos significan obstáculos. Lo que quiere decir que ahora mismo, en este mismo instante, el peligro acecha a Su Majestad. ¡Y él está fuera de nuestro alcance!
Los largos y huesudos dedos de Gwendal se retorcieron inconscientemente. Esa es su única muestra de irritación; en todos los otros aspectos se ve igual de malhumorado y aristocrático que siempre.
—Eso es lo que podría pasar. ¿De qué es ese hueso?
—De Ajatar [2]. Intente usar otra clase de huesos, pero… solo Ajatar consiguió predecirle.
—Umm. Si su fortuna se puede predecir solo con hueso de Ajatar, ese jovencito debe valer demasiado.
— ¿Vale demasiado? ¡¿No estás preocupado?! ¡Él es la estrella de la esperanza mazoku! ¡¿No crees que hay un límite incluso para fingir apatía?!
—No voy a tolerar este hedor en mi castillo ni por estrellas, la luna o una Ajatar. Si vas a quemar huesos, hazlo afuera. Si quieres asar una res, hazlo con la carne. ¿Tienes idea de cuantas quejas he recibido?
Apagando el fuego con resentimiento, el administrador pesimista siseó: —…De todos modos debería haberle pedido uno a Anissina.
Tres segundos después, Lord von Voltaire retruca, aunque solo en su mente.
• • •
¡Huesos!
No son las lady's en sus variopintos vestidos de colores o la orquesta en vivo en el escenario lo que me congela por un segundo mientras hago mi incomoda entrada al baile de etiqueta.
Hay incontables cantidades de huesos desparramados en el piso. De repente me doy cuenta de que todos menos nosotros están tirando los huesos de pollo o pescado de los platos al piso. Mientras me quedo parado aquí mirando, la mujer cerca de la mesa del buffet justo frente a nosotros le da un bocado a su pollo frito y tira el hueso al piso casualmente y de forma tan burda como cualquier hombre.
— ¿Dónde quedaron sus modales y etiqueta?
—Creo que eso son modales, señorito.
La pista de baile se puede comparar tranquilamente con dos canchas de tenis. Para llegar al centro no tenemos opción más que pasar por encima de todos los cadáveres de los pequeños animales que han desaparecido en los estómagos de la gente. Estos crujen lastimosamente bajo nuestros pies. Que baile más indócil.
Soy incapaz de relajarme más en un lugar lleno de muggles.
Todos se apartan para crear un camino, inclinándose y haciendo una reverencia como saludo. Algunos hombres me dan la mano. Siento que me he hecho el ministro por un día. Para el momento que llego al centro de la pista creo que entiendo la parte mala de es ser una celebridad. La próxima vez que vea a Potter en el colegio, voy a tratar de molestarle menos.
De cerca el piano suena como un instrumento de percusión. Las cuerdas de los violines están muy tensas y suenan muy agudos.
—Ahora que hemos llegado aquí, prepárese, tendrá que bailar.
—Bien, ¿Me concedería este baile?
Conrad solo inclina la cabeza un poco y deja su bebida, viéndose algo nervioso.
— ¿eh?
—Costumbres diferentes, — digo sin interés —. Solo quiero estar seguro.
—Oh. Está bien, hay muchas ocasiones en las que dos hombres se emparejan.
—No voy a tomar el lugar de la señorita.
—Está bien, siempre he querido intentar la otra parte. Vamos, Señorito…
Izquierda, izquierda, derecha, derecha, izquierda, derecha… Derecha, derecha, izquierda, izquierda, vuelta, vuelta, paro, derecha, atrapar cuando se inclina hacia atrás, crack.
Un pequeño hueso se rompe bajo mi zapato. Este es el baile del infierno.
—Perfecto, señorito. ¿No está contento de no estar haciendo esto con Gwendal?
— ¡Ni siquiera había pensado acerca de eso!
El Sr. Hyscliff está en el centro de la pista utilizando su peluca decorosamente. Se dobla junto a una pequeña y delicada mujer que debe ser su esposa. Están brillando de sudor bajo las luces.
—Ups.
La música cambia de repente a una más lenta y todos comienzan a pegarse unos con otros.
Mi hombro golpeó contra la pareja vecina. Son el capitán de la nave y el navegante.
¡Agh! Que pareja más tosca. Para ellos es más como barba contra barba que mejilla contra mejilla.
Alguien me clava el dedo en la cabeza varias veces. Volteo y veo una gran mujer con un magnifico cabello naranja sonriéndome. Es tan fornida que se le ven los músculos incluso a través de la ropa. Está usando guantes de seda hasta arriba del codo. Con sus curvas, expuestas desde los hombros hasta la espalda.
Guau… Sus bíceps son muy…
—Impresionante.
—Umm. Gracias. ¿Me concedería este baile?
Su voz es melódica y ronca. Pero está a mucho camino de ser sexy. Supongo que esta petición requirió coraje, pero no creo que pueda manejar a este caballero… eeeh, señorita.
—Gra…
— ¡Espera un momentito!
¿Perdón?
Lady's en elaborados vestidos que parecen hechos con royos enteros de lazo empujan entre la multitud de gente viniendo hacia nosotros.
—Yo lo vi primero. Si va a bailar con alguien, entonces tiene que ser conmigo.
Otra lady en un traje clásico verde agua contesta: — Sus ojos encontraron los míos primero, lo que significa que yo debo ser su pareja.
—Un momento, tengo los ojos puestos en él desde el principio, así que si va a pedir un baile a alguien, yo debo ser la primera.
Esa era la mujer salvaje arroja-huesos. Ahora parece que todas han ganado coraje, y cada vez hay más gritos de "¡Espera un momento!". Ay, que escena.
—Yo soy la que se decidió primero. Así que una canción, por favor.
—Bueno, en ese caso, yo concebí la idea primero.
—¡No es verdad! ¡Mamilen lo presintió con su sexto sentido!
—Sí, sí, pero él se ve mejor conmigo.
—Él es con quien he soñado. Estamos destinados a estar juntos.
—No me importaría ser el último, si aun así le concediera un baile a este viejo guerrero.
Guau, tenemos gente de todas las clases aquí.
—Ay, ay, impresionante. Pero no hubiera esperado menos de mi Señorito Lucius. Qué envidia me da.
—De que estás hablando, ¡Kaku!
— ¿Ah? Es un placer ver que mi señor es tan solicitado.
— Mi prometido no lo vería bien, ¿verdad?
Niega con la cabeza. Su sonrisa es brillante y tan alegre como puede ser, puedo ver con claridad cuanto se está divirtiendo.
Un segundo después, Conrad finalmente dice: "Bueno, no se puede hacer nada". Una voz de barítono que puede ser usada como arma en las manos de los ambiciosos se dirige a mí desde atrás de las mujeres.
—Parece que está pasando un momento difícil para tomar una decisión.
— .
—Veo que hay muchas que anhelan la compañía de alguien tan fascinante como usted.
Claro, si no fuera un Slytherin ni un Malfoy, probablemente me lloverían cartas de compromiso.
—Pero milord Lucius aún es joven. No debe estar acostumbrado a ser tan halagado. ¿Puedo hacerle una sugerencia?
Él abre los brazos expansivamente, sus ojos indican hacia su esposa sentada en una silla contra la pared con un vaso contra los labios.
— ¿Bailaría con ella?
Con la pequeña lady sentada junto a su esposa, que se ha quedado hasta tarde esta noche y luce bastante aburrida.
Ella viste un vestido color rosa pálido, su cabello suelto enroscado con lazo. Sus piernas se mecen en un vaivén.
—Esta es su primera fiesta de noche. Ya tiene seis; hay un dicho en mi país que dice que si bailas en tu primera fiesta de primavera cuando tu edad es un múltiplo de seis, tu vida será apasionada como ninguna. Me presento como un ejemplo de ello.
Hyscliff ríe resonante, sacando su pecho más que el guardabosque.
—Debe ser por tan apasionado amor que su prometido lo ha perseguido hasta aquí entrando de polizón al barco. Deseo esa clase de vida para mi hija, así que espero que le conceda ser su primera pareja.
¿No debería un padre normal intentar mantener a los hombres lo más lejos posible de su hija? Extraños. Esta gente del otro lado del mundo es imposible de comprender.
—Entonces, Señorito, vaya hasta la dama y diga algo adecuado y caballeroso.
—Está bien.
Mientras me doy la vuelta hacia la silla de la niña, las lady's se dispersan de mal humor. Una de ellas chasca la lengua y sisea lo suficientemente fuerte como para oírla: ¿Así que prefiere las niñas? Absolutamente no. Me arrodillo frente a Beatrice y digo con mi voz más juguetona posible:
—Señorita, arriba las manos. Usted, señorita, a cometido el peor de las infracciones: quedarse sentada durante un baile, su condena es concederme esta pieza y divertirse.
¡Maldición!
Ella salta fuera de la silla y va hacia el centro de la pista. Bastante proactiva, debe haberlo heredado de su padre. La canción es un vals lento, fácil de bailar. Pero como estoy muy doblado hacia adelante termino con un horrible paso errático.
— ¿Tu cabello está teñido?
Sus grandes ojos son del color mármol, y no tienen ni un rastro de malicia. Con ojos tan claros viéndome hacia arriba, no puedo pensar en mentir.
—Sí, ¿cómo supiste?
—Porque no te queda bien.
Los niños son tan crueles.
—Eso creí. Cuéntame sobre tu padre, Beatrice, ¿qué clase de persona es él?
—Alguien que abandonaría todo por amor.
—…Ya veo, así que es un hombre valiente.
Él debe decirle eso todos los días. Parce que el par de padre e hija no son muy dados al interrogatorio. Beatrice se vuelve tímida. El brillo en sus ojos mármol se vuelve del color de las estrellas.
—Tú también pareces un poco valiente.
¿Yo? ¿Valiente?
—…
Ella me suelta cuando el tiempo está terminando y corre a colgarse fuertemente de la cintura de su padre. El Sr. Hyscliff levanta alto a su hija, abarrotándola tanto de halagos que pondría a cualquier muggle al límite.
— ¡Ha sido fantástico, Beatrice! ¡Esa es mi princesita! Ha sido un baile muy elegante.
— ¿Cómo una reina?
—Por supuesto, siempre eres una reina. Tú y tu madre son mi orgullo y alegría.
Estoy avergonzado de solo escucharlos; mi sudor cae por mi cara y mi cuello.
—…Ah…
El lente de contacto se mueve en mi ojo derecho.
Esto no es bueno.
Si me expongo como mazoku aquí, todos los planes irán a la borda. Una melodía como la que escuchas en Año Nuevo comienza.
—Kaku…
¿Dónde diablos está?
Lord Weller está charlando con alguien cerca del piano.
De toda la gente, es la mujer que me abordó antes: la Señorita Biceps. Sus gustos son como… emm, bastante radicales. Pero hay mucha variedad y rango de gustos respecto al sexo opuesto. ¿O tal vez en Shin Makoku las mujeres así son muy admiradas? No me sorprendería que la gente con cuerpos musculosos fueran muy exóticos.
Se ven bastante íntimos con el brazo alrededor de los hombros de ella.
Doy una mirada silenciosa hacia ellos antes de escabullirme solo fuera del salón.
Desearle el triunfo en el amor a un compañero de juegos es una expresión de compañerismo.
Dentro del sistema de veinticuatro horas al que estoy acostumbrado, deben ser las diez de la noche en punto. La tensión se relaja en mi cuerpo a medida que camino. Suaves olas golpean contra el fondo del barco. Es raro, pero la paz me llena la mente mientras observo el océano negro puro.
Ahora que vuelvo a pensarlo, no había rastro de nada negro además de nuestras sombras largas y curvadas a nuestros pies en ese salón deslumbrante y brillante.
Una flama se ondea a la distancia. Debe ser el barco que nos ha estado siguiendo desde Shildkraut.
El dolor en mi ojo derecho se vuelve más punzante. Troto girando en el pasillo para volver a la habitación lo más rápido que puedo para poder sacármelo.
Choco con fuerza contra alguien cuando entro al pasillo en penumbras. Este es el golpe fatal.
— ¡La lentilla…!
Se ha caído de mi ojo.
—Lo siento, milord, ¿lo he lastimado?
— ¡No te muevas!
Él se congela por reflejo.
—Esta es la primera vez en mi vida que se me ha caído un lente de contacto. Y justo ahora es la primera vez en mi vida que tengo que buscar mi lente de contacto. ¿Ilumina con tu lámpara el piso? Si no está a tus pies, arrodíllate y tantea con la mano.
—S-sí señor. ¿Pero qué clase de cosa es un contacto…?
Cubro con calma mi ojo derecho y acaricio el piso con mi mano izquierda.
—Um… ¿se ha lastimado la cara?
—No… chico Pecas.
Resulta que quien ha causado que se me caiga la lente es el marinero con pecas en la cara que parece el hijo perdido de los Weasley. Él se agarra la cabeza con falso remordimiento y comienza a buscar conmigo.
—Me ha visto esta mañana en una situación extraña, y ahora… De verdad lo siento mucho. Estaba de patrulla, pero no pensé que habría nadie por aquí.
—Está bien.
Miente, miente tan mal. Solo un crédulo se tragaría esa farsa.
Decidí seguirle su juego.
— Debe ser duro ser un aprendiz, tienes que patrullar tan tarde tu solo por la noche. No vale la pena ponerle tanto esfuerzo si tu jefe es un idiota, ¿verdad?
—Pero me caí de la escalera porque estaba soñando despierto. Oh, y él fue quien me enseño como subir y bajar. Por eso estaba enojado. No lo culpo para nada. Hay muchas cosas que recordar, y yo soy muy tonto.
Cuando levanto la vista, el chico está sonriendo. Su cinismo me sorprendido bastante. Me apoyo en mis dorillas y dejo de buscar con la mano izquierda.
— ¿Qué no tiene la culpa? Él… te golpeo.
—Les pasa a todos cuando son aprendices. Es igual para todos los marineros. Este es mi primer viaje, y estoy muy feliz de poder estar en una nave tan impresionante como esta.
— ¿Estas feliz?
— ¡Oh, sí!
Tan solo hace medio día estaba pensando que él no era de confiar. Ahora sé que no merece ni mi lastima. De repente me siento avergonzado de mí mismo, así que miro hacia abajo para esconder mi expresión.
—Sueño con navegar un barco tan grande como este algún día… ¡Oh, milord, hay algo brillante en su pecho!
Es verdad, hay una pequeña escama de vidrio colgando al lado de un botón.
Tozo evasivamente y me paro con un: — No vemos, aprendiz.
—Me llamo Rick, milord.
—Nos vemos, Rick. Continúa con tu trabajo, y evita que se acerquen a mi suite. No me gustan las, emm, sorpresas.
Me voy sin esperar una respuesta y me meto a nuestra habitación.
— ¡Wolfram! Se me cayó un lente de contacto.
— ¿Estabas bailando?
El ex príncipe sale de la cama vistiendo una bata de baño, blanca esponjosa y con una toalla atada como turbante alrededor de la cabeza.
— ¿Por qué estas vestido como una chica que acaba de salir del baño?
—Te pregunté si bailaste —demanda bruscamente fulminándome con la mirada de forma amenazadora con sus brazos cruzados. Oooh, alerta, estamos en medio de un ataque de egoísmo.
—Claro que bailé — digo neutral —. ¡En una clase de pociones haces pociones, en un baile… bailas!
— ¡Buscón!
— ¿Buscón?
¡¿Qué quiere decir al llamare buscón?! Hago una búsqueda en mi enciclopedia cerebral para encontrar el término correcto. Buscón: persona que estafa o hurta cosas de pequeño valor.
— Nunca he tomado algo que no me pertenezca.
Estoy un poco preocupado por el precedente "buscón"…
—¡Te estoy llamando infiel!
— ¿Eso nuevamente? No he traicionado a nadie, ¡y nunca lo haré! ¿Aun así vas a reclamarme? Además, no tengo porque darte explicaciones.
—¡Escucha! Si, eres bien parecido, reconoceré eso, incluso aunque seas un completo novato en el interior. Estoy seguro de que hay muchas personas que han puesto los ojos en ti, pero eso no significa que puedas andar aceptando las invitaciones de todos. Si careces de decencia no eres apto para ser un noble, ¡no importa lo lindo que seas!
— Tengo demasiada dig…
El impacto acurre justo al inicio de mi respuesta.
• • •
Referencias
1. Wagamama Puu: wagamama significa caprichoso, egoísta o terco. Puu es una forma corta e insultante de "pu-rin-su" la pronunciación japonesa para "prince" (príncipe) en inglés.
2. Ajatar es un espíritu conocido como "El diablo de los bosques". Se trata de un espíritu maligno femenino que se manifiesta como una serpiente o un dragón. Se dice que es la madre del diablo. Propaga la enfermedad y la peste, cualquiera que la mira se enferma, y amamanta serpientes.
