¡Arma definitiva!
Capítulo 6
Una marcha oscura se ha estado reproduciendo sin parar en mi cabeza.
Mi cuerpo flota en una placida calidez en los límites entre el sueño y la lucidez. Los rayos de luz que caen sobre mi rostro convierten la oscuridad tras mis parpados en blanco puro.
Finalmente despierto cuando mi rostro es ensombrecido por la noche de nuevo. Separo mi mejilla del pecho de Conrad.
—…la marca de tenebrosa…
—¿Que, está reflexionando sobre los problemas de la Guerra Fría?
—¿Guerra Fría? No, no, esto apenas va al clímax.
El segundo hijo, murmura admirado: "Oh, ¿en verdad?". El tercer hijo está parado en la puerta, aun en bata.
Sus hermosas cejas están unidas en un gesto exagerado de fruncir el ceño.
—Esto es una pesadilla.
—¿Quién tiene una pesadilla, yo?
—No, yo.
—Wolfram, ¿porque estas tan enojado? … ¿He hecho algo de nuevo? ¿Fue impresionante o espantoso?
—¿Hecho algo? ¡¿Quieres decir que no recuerdas?! ¡¿Nada de eso?!
Wolfram se desliza desde su posición reclinado contra la puerta hasta el piso derrotado y con la cabeza gacha.
—Pero que tipo con buena suerte.
—¿Hum? ¡¿He hecho algo tan terrible que tengo buena suerte de no poder recordarlo?! ¿Dónde estamos?
Hay una diferencia bastante grande entre esta pequeña habitación en penumbras de seis por nueve con la suite de lujo. El rítmico balanceo no se ha detenido, así que debemos estar en el océano. Estoy bastante seguro de que incluso las cabinas de tercera clase tienen literas, pero en esta habitación no hay ningún mueble. La ventana tiene barrotes, y la madera del piso y las paredes está descolorida y descascarada.
—¿Por qué estamos en una celda? ¿Po…Qué hice? ¿Hace cuando que estoy durmiendo? Estaba instruyendo a la Sabandija Pestilente, alguien estaba por caer al mar… Beatrice, ¿ella está bien?
Aferrando la chaqueta de Conrad de repente me doy cuenta de que aun usa su ropa de noche. Está manchada con motas de marrón oxido, prueba de la feroz batalla.
—Déjeme responderle sus preguntas una a una. Primero, Beatrice está bien y con sus padres. La rescató y luego castigó a los piratas con un majutsu de un poder sobrenatural. De hecho, pensándolo mejor, esta nave es originaria de Hildryad, lo que significa que la mayoría de la carne proviene de animales alimentados con pienso exportado de nuestro reino, lo cual debe de haber sido absorbido como calcio. Por eso es que funcionó tan bien.
¿Por eso no agote toda mi energía?
—De todos modos, fue gracias a Su Majestad que ellos fueron destrozados. Luego de eso, el barco patrulla de Shimaron llegó apresuradamente y ataron a todos los piratas. Ha estado durmiendo profundamente por dos días. Cuando ese color violeta de afuera cambie a azul le daremos la bienvenida a una nueva noche, y la gente comenzará a convertir sus terribles experiencias en temas de conversación para acompañar sus bebidas durante alguna de esas fiestas. Pero da igual, tengo un pedido que hacerle.
Él toma mi mejilla y tira hacia abajo suavemente.
—Quítese el lente de contacto antes de que vuelva a dormir.
Sonrisa de enfermera.
—¿Por qué estamos encerrados? Amm… eso significa que, salve a todos, asusté a un par de personas y los piratas no escaparon, ¿verdad?
Lamento que nos descubrieran, ciertamente, pero no iba dejar que escaparan con un "cargamento" de esclavos humanos a bordo, incluidos Wolfram y yo.
—Eso no es todo. La nave escolta recibió bastantes daños también, y todos los salvavidas de este barco fueron destruidos. Probablemente planeaban pender fuego al barco al irse y hundirlo matando a todos.
Incluso Conrad.
Su explicación es totalmente falta de emociones, como si esto no fuera relevante. ¿Cómo puede estar tan calmado cuando podrían haberlo matado?
—Un momento, ¿porque estamos encerrados cuando salvé a todos?
—Porque han descubierto que somos mazokus —se encoje de hombros Conrad dándolo por sentado—. El territorio de Shimaron no es un lugar donde los mazokus pueden ir a hacer un viaje de placer.
—Tsk, ¡Muggles!
¡¿Son gente tan poco racional?!
Puede haber sido solo mi insignificante sentido de justicia pura, pero los salvé. No tiene nada que ver con que sea mazoku, mago o muggle, lo hice para salvar a todos. Principalmente a Wolfram, a Beatrice, a Conrad y a mí; pero termine salvando a todos. Ellos deberían alabarme, sin embargo, nos tienen cautivos.
Supongo que no debería haber metido mis narices en esto después de todo. Tengo que… quizá… ¡Ah!, solo esta vez.
—Escuchen, lo diré solo una vez. ¿De acuerdo? …Lo siento… sean modestos, nunca antes me he… nunca me he… me he… bueno eso y…
—¿…Por qué?
—No está en mis principios y… oh, te refieres a eso. Tal vez fui, quizá, solo un poco impetuoso.
La habitación es fría, muy fría.
Me escurro para prenderme con los brazos alrededor de las rodillas y apoyo mi frente contra el hombro de Conrad.
Sentando con las piernas extendidas, aun con el cabeza encorvada e indefenso, Wolfram dice: —No hay nada por lo que tengas que disculparte.
—Wolf…
—Son los humanos los que son estúpidos.
Puedo ver por el rabillo del ojo la leve perturbación de Conrad. Su padre era humano, y sangre humana corre por sus venas.
Vamos a terminar ya mismo con esta clase de charla y ver que vamos a hacer en vez de mortificarnos con esto.
Miro hacia el pequeño cuadrado de cielo violeta con sus nubes lavanda pálida.
—El atardecer tiene unas lindas rayas horizontales. ¡Qué mal que solo podemos mirarlo por la ventana pero no ir afuera!
—Si eres el Maou, entonces conviértete en algo que pueda volar fuera de aquí.
—No seas ridículo. No soy anima… espera, mi varita. ¿Dónde está?
—¡Su varita! No recuerdo a verla visto.
—Cierto, la deje en la suite. Después de…
Ahora que me desperté de mi larga siesta mi estómago ruge como una tórtola. Está quejándose por no haber tenido nada de beber ni de comer durante un día y medio.
—Y-yo, la tome. ¡Pensé que sería útil! Pero apenas la agite, ¡el quinqué estallo en mil pedazos!
—Es normal, Wolfram. Esta varita me escogió, la tuya aun debe estarte esperando.
—¿Eso te escogió? Y dices que la mía me espera…
—¡La varita escoge al mago, no al revés!
La puerta se abre de golpe con un grito apasionado.
Wolfram, que estaba apoyado contra ella, salta lejos. Parado allí hay un hombre con el cabello naranja recogido holgadamente, sosteniendo con cuidado una bandeja plateada con ambas manos.
—¡Gracias por esperar, aquí está su comida gourmet!
El vapor y un aroma que te hace agua la boca llena toda la habitación.
Al principio lo confundo como uno de los guardias y me pregunto qué clase de selección de personal tienen como para que sea tan cómico.
Pero el viene directo hacia mí y se arrodilla para dejar la bandeja a mi lado.
—Se ha despertado, Su Majestad. Me alegro de que no fuera nada serio. Aquí tiene, es un poco diferente de lo que los otros invitados reciben, pero espero que se adapte a sus gustos…
—¿Hum? Entonces, usted es un mazoku. Todos en este barco saben que soy mazoku, aunque solo soy un mazoku común en un viaje…
Es decir, que él es o un espía o un simple militar encubierto…
Sonriendo ampliamente, él endereza su flexible espalda y coloca ambas manos sobre mis hombros.
—¡Bueno, bueno! ¡Así que los rumores son ciertos! ¡Usted es un bombón!
Las comisuras de los labios de Conrad están relajadas, aunque se tuercen de manera interesante. No puedo sentir ninguna hostilidad en él.
—Oye, estas siendo irrespetuoso con Su Majestad.
—Supongo que sí. Pero solo cuenta como impertinencia dentro del país. ¿No puedo al menos divertirme un poco a costa de un hombre frio que ha olvidado todo de mí en este distante océano?
—¿Olvidado? ¿Eso significa que nos conocemos?
Sus ojos con forma de almendra levemente inclinados sonríen pícaramente. Son de un color azul que de alguna manera dan la impresión de tener la capacidad de volverse crueles con el simple accionar de un botón.
—…No soy muy bueno recordando rostros…
—En realidad no es un rostro memorable, ¿verdad?
Su voz ronca, suena familiar. Tiene un cuello grueso y firme, y los esplendidos músculos que cubren sus hombros continúan hacia su espalda siendo obvios incluso bajo su camiseta.
— ¿Señorita Músculo?
—¡Correcto!
—¿Uh? ¿Te convertiste en hombre?
No, no es Metamorfomago ni utilizo una poción.
—No sea tonto, siempre fui un tipo. El vestido de mujer es por mi trabajo, así lo dicta mi trabajo.
Ahora que sé que es un hombre, la voz ronca es bastante cautivadora.
—Entonces, ¿Conrad le estaba cortejando?
—¿El Comandante? ¿Quiere decir porque somos tan cercanos? Bueno, crecimos juntos después de todo.
¡¿Crecieron juntos?! ¿Eso quiere decir que tenemos que agregar otro a la familia? Gwen, Conrad y Wolf son hermanos, así que si él y Conrad tienen el mismo padre…
—Oh no, no somos hermanos.
El Segundo hijo impugna rápidamente esa hipótesis.
—Para hacerlo simple, somos amigos de la infancia. Ambos somos medio humanos, y vivimos en el mismo lugar cuando éramos niños. Cuando crecimos terminamos en la misma compañía, y sobrevivimos situaciones de vida o muerte juntos como camaradas de armas. Su nombre es Gurrier Josak. Ha estado escoltándonos desde Schildkraut para auxiliarnos en caso de emergencia.
—Encantado.
El alegre guardaespaldas bromista saluda.
—Es un sujeto irrespetuoso, pero doy fe de sus habilidades. Solo ignórelo durante el viaje.
—De hecho, nos hemos duchado juntos en Shin Makoku incluso antes de abordar este barco.
—Duchar… ¡ah! ¿Entonces estabas en el baño transexual? Entonces viste mi…
¿Entonces viste mi flor? Quise preguntar, pero Josak prefirió hacer una broma:
—¿Pequeño? Oh si, tuve una buena vista.
—¡Eh!
—¡¿Qué?! ¡Draco, ¿tienes un hijo a mis espaldas?!
—¡No seas estúpido!
El arma de Josak es un hacha.
—…De todos modos, tome el tentempié antes de que se ponga frio. Su Majestad, ¿estará bien con lo normal? ¿O deberíamos empezar con comida de enfermería?
—No, está bien. — le aseguro con apetito. Soy genial sobreestimando mi propio estómago.
—Fantástico, así es como debe ser. El jefe de cocineros vino a verme en secreto. Es un gran admirador de su arte, me dijo que era la primera vez que veía algo como eso creado con las cosas que usualmente tiran sin pensarlo dos veces.
— ¿Arte? Conrad, Wolf, ¿hice cosas con partes recicladas?
Las miradas de ambos hermanos están sobre mí.
— ¿Lo hice?
—Bueno, no se preocupe por eso.
Josak se sienta de piernas cruzadas mientras ríe de forma apagada. No hay mesa, así que tuve que trozar una cuchara de madera, para transformarla en una mesa y sillas. Nos sentamos en un círculo alrededor de la mesa y comemos.
Nadie toma las costillas de cordero con salsa de hierbas.
Me pregunto por qué… se ven muy bien.
• • •
Josak vuelve antes del amanecer y nos despierta para escapar.
Estábamos durmiendo apiñados juntos, y tuve un sueño acerca de mí siendo atacado por pirañas. No quiero pensar en que es lo que pasó después.
—Deberíamos ser capaces de llegar a la costa antes de que este barco lo haga, incluso con un bote salvavidas a remo. Siendo que estamos escapando en el medio del océano, intentaremos alejarnos lo más posible. Ahora, Su Majestad, Comandante, levántese. Su Excelencia luce como si estuviera aun en el mundo de los sueños.
Los chicos lindos, así como las chicas lindas, tienen baja presión. Wolfram se frota los ojos adorablemente y jala de las ásperas sabanas más cerca.
—Wolfram, vas a llegar tarde a la clase de pociones si vuelves a dormir. Puedes tomar una siesta durante la hora de transformaciones.
Tengo la sensación de que yo tampoco estoy del todo lucido.
—Solo pude recuperar casi la mitad de su equipaje. Aunque creo que conseguí todas las cosas importantes.
—¿Los piratas no destruyeron todos los botes salvavidas?
—Ah, déjeme aclararle eso. Ese era su plan para engañar a los guardias y escabullirse lejos.
Josak nos entrega ropa para los tres y unos globos de goma de color Amarillo pálido de su bolsa. Coloca su boca en uno de ellos y sopla.
—Dejen de mirar y apúrense en cambiarse, luego inflen esto.
—¿Qué es?
—Muñecas de práctica para rescates en el agua. Sr. Salvavidas.
¿Entonces es un experto en ahogamientos?
—Pongan su ropa, fuuu, en esos, fuuu, y los dejaremos aquí, fuuu, cuando nos vayamos, fuuu, y estarán disfrazados como ustedes, fuuu. Ellos no saben que esperar de los mazokus, así que dejaran estos Sr. Salvavidas prisioneros, jajaja, me hace reír solo pensar en ello.
—¿Es por cosas como esta que hay muchos rumores raros acerca de los mazoku?
—Bueno, supongo… pero necesitamos ganar tiempo, Su Majestad.
Eso solo suena como una auto-justificación para mí.
Nos escabullimos rápidamente hacia la cubierta del barco y nos trepamos en el bote salvavidas que esperaba por nosotros. Dándonos una señal con el pulgar arriba, sonriendo y fumando un cigarro está el marinero que golpeó al pecoso. Si, ese que sabemos que se puede comprar con dinero.
—No a va ir corriendo a delatarnos.
Agarrando su remo sesgado, Conrad mira atrás hacia el crucero de lujo desapareciendo en la distancia.
—Hay dos clases de personas que se dejan sobornar. Uno te traiciona por un poco de cambio, mientras que el otro no te traiciona excepto que sea por una gran cantidad de dinero. El dinero es su debilidad, pero una vez que lo sobornas se queda sobornado.
—Sabía que ese tipo sería útil. Aunque, no creí necesitarlo con rapidez.
—¡Ustedes dos, dejen de hablar y sigan remando! ¡Si nos alcanzan todo habrá sido en vano!
El bote comienza a inclinarse levemente. Wolfram comienza a adormilarse a mi lado.
—¡Wolf, no te duermas! ¡Estamos girando!
—Mmmmh.
— ¡No me hagas mmmh! ¡Rema!
Cuatro fugitivos reman desesperadamente hacia las luces vacilantes de la isla mientras el amanecer cubre el océano de color plata.
Adiós, este es mi último viaje en un extravagante crucero de lujo. La verdad es que no tengo nada de qué arrepentirme.
Gotas que me salpican desde los remos caen por mis mejillas, la sal se pega en mi lengua cuando las lamo.
Van dar Via aún está en silencio y sin movimiento. Probablemente estará abarrotada y muy animada cuando el festival comience.
El tesoro de Shin Makoku descansa en esa isla. El arma definitiva más poderosa que no puede ser blandida por nadie más que el Maou. Voy a conseguirla. No vine aquí a ser atacado por piratas.
¡Muy bien! Solo espera, maken [1] Mörgif.
Un vistazo a la pequeña nave en la distancia me dice que estamos cerca de la costa.
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Referencias
1. Maken= espada demoníaca.
