"¡La carta de Narcissa!"


Para Draco:

Draco, me considero una bruja muy feliz.

Cuando te vi por primera vez, te ame demasiado. Pero tambien me odie y culpe a Lucius y todos en este mundo. Me odie y culpé a mí misma. El haberte traído a este mundo en tiempos oscuros fue mi terror y mi luz, y maldije a tu padre por tener que seguir viviendo con una marca en su brazo.

Nunca pensé encontrar algo por lo cual sacrificar mi vida con tal de protegerlo, y maldije la sangre pura que ata a la bruja con las decisiones de su cónyuge.

Pero ahora todo es diferente.

Quise cargar sobre mis hombros todos los pecados y las heridas del alma de Lucius que se habían ido creciendo con el tiempo, pero eso fue antes de conocerte. Si realmente existe algo que te de felicidad, quiero que lo sigas con corazón hasta allí.

Y si ese lugar no está justo a nosotros, no importa hijo mío, porque solo quiero una buena vida para ti. Encuentra una linda y amable bruja como yo y no tomes el camino equivocado de tus padres.

Draco.

Yo te protegeré.

No podrán dañarte, porque he encontrado la joya más preciosa de todas, le cuidare con mi vida.

Te ama, tu mamá, Narcissa Malfoy.


—No, no puedo enviarle esta carta — chillaba Narcissa, colocando de nuevo la carta en el sobre verde —. Draco, va a pensar que algo malo pasa.

Las delicadas manos de Narcissa, acariciaban el ilustre pergamino áureo mientras rectificaba su nueva y reciente escrita carta.


Para Draco:

Hola cariño, ¿Cómo va el colegio? En la mansión todo es aburrido, con excepción de la semana pasada, hubo una extraña disputa entre los elfos y gnomos.

Al parecer, los elfos trataban de demostrar que la jardinería tambien puede ser una de sus habilidades naturales… Entonces los gnomos, que son muy traviesos, les jugaron una pequeña bromita con las rosas mordelonas. Me permito decir que fue divertido ver a los elfos correr por el jardín siendo perseguidos por las plantas mordelonas.

Pero como tengo un alma tan noble, detuve esa divertida y rara escena. Estoy orgullosa de haber hecho una buena obra. Seguro opinas lo mismo.

Hay una cosa, Draco. Pansy me ha informado sobre tus gustos con la ropa interior. Quiero dejar en claro desde el principio. ¡Yo nunca he permitido esa extraña moda! ¡Tangas, Draco, tangas! A pesar de todo, sigues siendo mi hijo. Y si esos son tus gustos, voy aceptarlos.

Pero dime Dragón, ¿no te parece que son vulgares?

Te quiere, tu mamá, Narcissa Malfoy.


— ¡Paaaansy!