Cap. 2: ¿Quién soy?

Bitácora del día de hoy:

Día desconocido, mes desconocido, año desconocido, ¿Conozco algo?, lo dudo, ¿me conoce alguien?, me temo que puede ser la misma respuesta, esta es una pésima forma de comenzar una bitácora… En fin, puedo decir con seguridad que mi día no empezó del todo bien, me preguntaran el por qué ¿no?, bueno, hoy desperté en un mundo que no conozco, me di cuenta apenas pude abrir mis ojos, me hallaba en un lugar donde cada parte de su totalidad es negro y vacío, donde el vacío tiene ecos, donde el negro deja de ser algo, y donde el silencio es dolorosamente ensordecedor... Me fije donde estaba y me di cuenta que me encontraba recostado en el frio piso de un lugar que no recuerdo y mi cabeza simplemente no dejaba de dar vueltas y vueltas, excelente... me dormí en medio de la nada… sé que no existe nada a mi rededor, pero busco de todas formas algún objeto para ver cómo y quién soy, puedo ver mis manos, pero no mi rostro, siento mi rostro, palpo mis ojos, siento mi cabello, examino mis ropas, pero no me reconozco, no sé quién soy… por tanto, estoy solo y no me conozco, no conozco absolutamente nada… Me comencé a impacientar al ver que los minutos pasaban y nada ocurría, cuando estuve sentado bastante tiempo y me empezó a bajar el sueño al no tener nada con que quitarme en ocio caí dormido allí mismo, en el piso que no sabía si estaba frio o caliente, no sé por cuánto tiempo descanse, pero lo hice, despertaba y volvía a dormir, y cuando desperté definitivamente el ocio comenzó a invadirme nuevamente, decidí pararme y caminar por mis alrededores, y cuando mis pies comenzaron a molestarme una voz me sorprendió

Me levante del piso porque comenzó a helarme todos mis huesos, me sacudí el polvo (inexistente por supuesto) buscando algún indicio de este extraño lugar, alguna mota de polvo que me demostrara que no estaba enloqueciendo, pero nada paso - ¿Cual es tú nombre? - me dijo una voz desconocida sacándome de mis pensamientos, esa voz había sonado tan clara como el agua, pero cuando busque de donde provenía esa voz, no encontré ningún rastro de nadie - ¿Quién eres?- le contesté, temiendo volver a quedar sólo... - ¿Dónde estás? – volví a decir -¿Estoy enloqueciendo? - pero el silencio se apodero del lugar otra vez, pasaron varios minutos cuando volví a escuchar - ¿Cual es tú nombre?- repitió nuevamente la voz, la misma pregunta, ni más ni menos - ¿mi nombre?- más le pregunte que le respondí, claro, yo debería conocer mi nombre, pero no lo hacía, no tenía idea cual era – Sé que tengo uno, por supuesto, pero no se cual es... bueno, la verdad, ahora que lo mencionas, me gustaría saberlo, quizás, quizás lo olvide y tú lo conozcas, pero si conoces la respuesta… Soy todo oído para escucharte... – Le dije, esperando una afirmativa a sus preguntas que tanto anhelo me hacía escuchar, pero nuevamente cayo el silencio… Cuando ya había pasado bastante tiempo, supuse que me había vuelto a quedar solo, me senté en el piso y me dispuse a conciliar el sueño para quizá volver de donde provenía o cuales eran las respuestas de las interrogantes de aquella voz - ¿Cual es tú edad? - dijo de repente la voz, me pare rápidamente para buscar su origen pero no lo encontré por ningún lado, suspire apesumbrado y solo me limite a contestar - No lo sé... - le dije a la voz - 18 creo... ¿o eran 16?... no lo recuerdo bien... pero tengo claro por mis manos que no tengo 90 años ¿no?, a menos que no tenga la edad que aparento - dije, con un tono de broma, pero quedé nuevamente con un silencio gradual, mire a todos lados, me comencé a desesperar… no quería estar solo, el silencio se planteaba como dagas en mis oídos y unas lágrimas cayeron rápidamente a mis manos ¿realmente yo estaba llorando? Me palpe la cara y la sentí húmeda, me seque con el puño del polerón y espere a la voz - ¿Y tienes padres? - dijo lentamente, como quien no quiere la cosa - Todo el mundo tiene padres -le respondí súbitamente - de que estén presentes son otra cosa, porque o si no, no estaríamos aquí… ósea, allí, me refiero en la tierra, con más personas que te rodeen a diario… - Y bueno ¿Dónde están? - me dijo suavemente directamente después de mi respuesta, eso me llamo la atención y trate de mantener a la voz con un tema que le importara... - bueno - comencé de la misma manera botando el aire que mantuve contenido - puedo decir que sí alguna vez estuvieron presentes... en estos momentos, no sé dónde están, tal vez estén vivos y sean felices, o estén muertos en el cielo… o simplemente no estén...- le dije, esperando la respuesta que vino exactamente después que yo acabe, me sentí bien -Entiendo... ¿Y tú los recuerdas? -dijo con un tono bastante aburrido - bueno... - comencé un poco angustiado - yo... bueno... yo creo que sé que tengo padres, pero la verdad... no recuerdo de como lucían la última vez que los vi, claro, sí es que lo hice - no me dejes sólo pensé, no me dejes sólo me angustie nuevamente al no escuchar ninguna pregunta, no me dejes sólo comencé a gritarme internamente - Y dime tú... ¿Sabes dónde estás? -Su pregunta me dejó colocado, trate de buscar alguna pista a mi alrededor, pero no había nada – Esa es... es una gran pregunta que en mi opinión, merece una gran respuesta, bueno... he vagado por este mundo durante creo o supongo que días, pero no sabría decírtelo con mayor claridad, no tengo forma de ver la hora o algo parecido para saber cuándo llegué y cuanto he pasado aquí... Como todo es negro tampoco sé cuánto tiempo ha pasado ya que no se sí es de día o de noche... y eso no ayuda mucho la verdad... así que mi respuesta a tú gran pregunta es: no sé dónde estoy – dije, y escuche inmediatamente después - Entonces, no sabes quién soy yo, ¿verdad?...- Dijo de forma lenta y clara, nuevamente busque en mis alrededores pero no encontré a nadie más conmigo en ese oscuro lugar - Supongo que al morir mi conciencia se fue, entonces tú debes pertenecer a este mundo... Tal vez seas el que me guía por este mundo oscuro y sin fin para que yo encuentre esa mierda que todos llaman el túnel, y por eso hablo contigo o tú hablas conmigo, como quieras... – hubo un nuevo silencio que me destrozaba los oídos y escuche a la voz casi gritarme, matando ese silencio que de a poco aprendí a odiar – Entonces me estás diciendo que estás muerto, tu sabes que estás muerto - Soltó, sonó asombrado, pero nunca pregunto, solo afirmo que yo estaba muerto, sonó como sí su intención fuera lastimarme - Supongo que sí – le dije algo dolido, pero sin demostrar que su ataque no me había sentado como una pluma exactamente y que había sido más como un cañonazo justo a las costillas - no escucho ni siento mi corazón – me palme el pecho confirmando mi teoría, continué con la calma y frialdad que siempre me caracterizó - y tampoco puedo pensar en demasía... como ya te dije tantas veces, yo no veo ni escucho a nadie, supongo que estoy muerto y solo, tratando de encontrar el túnel - ¿Estás seguro que estas solo? - No entendí su pregunta, pero sentí esas frases como si yo mismo me hablará, esta vez, yo fui el que se quedó en silencio, pensando en una respuesta que me sirviera de algo - Bueno, sí, estoy solo aquí, tú me dejas solo casi por horas o días quizá, y solo vuelves para preguntarme algo que no debería importarte... – solté un poco molesto - a menos que te consideres una persona o algo y así, yo debería dejar de estar solo, pero tú te vas y me dejas aquí… sí, estoy sólo - ¿Y cómo lo hiciste?, digo... ¿Cómo fue que moriste? - Este animal es peor de lo que pensé... es demasiado directo el muy... tanto como... mi cabeza se quedó en silencio, como examinando mis últimos pensamientos… ¿tanto cómo quién?... ¿a quién se parece su honestidad?, ¿a quien se parece su transparencia?... y aunque busque entre los recovecos de mis memorias, no encontré nada, soy un idiota... ¿no creen? -¿Recuerdas tú causa de muerte? – Volvió a preguntar, sacándome de mis pensamientos, sé que quiso sonar impresionado, pero es un pésimo actor... - claro -le dije, pero la verdad, si no recuerdo ni mi nombre, como espera que recuerde algo de tal magnitud - fue lo mejor que me pudo pasar... creo... -¿Y cómo fue? - eso sí le salió como si estuviera impresionado - ohm... bueno... - comencé a mirar a todos lados, pero mi vista se clavó en mis brazos, me observe detenidamente y a mi mente volaron respuestas - yo soy un suicida... – dije en voz baja... sin entender ni yo lo que decía - una persona que quería la muerte, que la llamaba con anhelo y clamor... - continuaba diciendo, asombrándome cada vez más de mis propias palabras - que ama la muerte como alguien que ama la vida... Un suicida – No hubo silencio por ninguna parte esta vez, la voz solo dijo -¿Un suicida? ¿Eso quiere decir que sabes que tú mismo te mataste? - dijo bastante sorprendido - bueno - le respondí algo cabreado - supongo que es por esa razón es que estoy yo aquí y ahora ¿no? - continué - y hablo contigo en estos minutos... sí es que se pueden llamar así, claro está... – Me sentí observado, pero no me miraba nadie - ¿Cómo lo hiciste?, ¿Por qué lo hiciste? - dijo, sólo escuchando lo que a él le conviene, maldito zángano de mier... - No... No lo recuerdo... no recuerdo como llegué aquí... o porque llegue aquí -le dije, en el silencio esperaba un monólogo que nunca llegó - ¡Pero dijiste que lo recordabas! - me soltó, fue suficiente para que me cabreara - Yo dije que recordaba haberle puesto un punto final a mi vida y un fin a mi historia, haber cortado el hilo, o apagar la vela, o como tú mismo creas que se le puede decir - le dije algo muy cortante y cabreado... tal vez demasiado, pero me estresaba no saber quién soy y que más encima el me gritara que debería saberlo... pero no me quiero quedar sólo en el lado oscuro... literalmente hablando... - como quieras, pero nunca dije que recordaba como lo hice... – Se formó un silencio nuevamente – ¿me dejaras solo otra vez? – pregunte a la nada, pero si hubo respuesta – Yo me iré cuando tu decidas hacerlo, por el momento, no puedo dejarte -Suspire, extrañado por su respuesta - ¿Que eres, quién eres y que haces aquí? – Le dije, sinceramente no espere su respuesta, por eso me asombro cuando la voz sonó otra vez - Yo en este mundo cumplo el labor de saber cuánto recuerdas de quien solías ser, ya que soy la poca conciencia que te queda, si es que te soy sincero me perderás dentro de poco, unos segundos terrenales más quizá, yo me voy cuando el calor de tú cuerpo te abandona, soy como decirlo, el ultimo que escapa de la guerra, pero tarde o temprano debo hacerlo, y eso es exactamente un segundo después de que tú cuerpo en tierra se enfrié... Usualmente las conciencias no estamos mucho tiempo en este mundo, se enfrían rápido quizá, y la verdad es que me asombro bastante que recordaras que eres un suicida antes de ver tú cuerpo... ¿Hay algo que desees saber? – Demasiada información entraba a mi cabeza en esos instantes - ¿A qué te refieres con mi cuerpo?, ¿A qué específicamente?, ¿Quién soy conciencia?, dime por favor ¿cómo solía llamarme?, ¿tenía padres, familia, hermanos, perro... algo?... – casi le suplique, pero no me importo, debía saber quién era espere su respuesta - Vamos por parte pequeño... Tú eres el alma que al morir fue separado de su cuerpo – me dijo y algo comenzó a brillar – y podrás volver a ver tú cuerpo solo cuando alguien más lo vea... Es solo ese requisito, pero esta persona debe estar viva porque así te conectara con sus propios recuerdos, podrás ver y escuchar, pero la persona no tendrá la misma suerte que tu – hizo una pausa que fue lenta y dolorosa – cuando esta persona te encuentre comenzaras a recuperar tus recuerdos de a poco y acerca de esa persona... Cuando la veas, la recuerdas... no todas tus memorias de golpe... ¿Entiendes esto? – Asentí rápidamente y mi conciencia continuo – Ahora lo demás... Eras un chico de 17 años y tú nombre era: Lukas Bondevik, nacido en Noruega junto a tu madre, tu padre se fue cuando ni siquiera tu madre sabia de que venias al mundo... Ella lo amaba, y él le juraba amor, pero, el lleno de codicia un día se marchó a Dinamarca buscando fortuna y como buen cuento de hadas le prometió que cuando la tuviera, la iría a buscar para poder llevarla con el... y de esa forma se fue, a los meses ella recibió una gran noticia y tú naciste con el tiempo... La promesa de tú padre no fue falsa y la mando a buscar con uno de sus hermanos, pero cuando la vio llegar a Dinamarca con un niño de casi 7 años... La abandono, y no supieron nada de él... hasta la llegada de Emil a su vida, cuando tenías solo 15 años, Emil era un niño con no más de 2 años cuando les fue entregado a tu madre diciendo que era hijo del hombre que la abandono en un país desconocido... y que él y la madre del niño contaban con ella para que lo cuidara... y luego de eso, estos dos sujetos... se suicidaron juntos... Entonces tú madre se hizo cargo de él pequeño... y tú, lo adorabas... actualmente tiene 4 años, que fueron recién cumplidos...

Mi cabeza quería explotar, solo pensé nuevamente. Bitácora del día de hoy: Me llamaba Lukas Bondevik, tuve una madre y un hermano, me suicide y mi padre fue un miserable zángano...

Continuara~