Antes del capitulo lml, contestare mi primer review aquí...

NightKids: ¿final bueno?, ¿final malo?, aún no lo decido... Pero el por qué de su suicidio sí se explica más adelante... Gracias por darle el tiempo a la pequeña historia... pensé que nadie la leería jamás u.u

Bueno, y sin más

Pov Mathias

Cap. 4: ¿Por qué? - Parte #1

- Ah... santo cielo - pensé al ver a la chica que hablaba, era impresionante que solo decían palabras vacías y nos contaba de sus llantos incontables, llantos y también de sus oscuras promesas bajo la luna, oscuras promesas y el por qué de sus lamentaciones tristes, eso era lo único que mi mente procesaba, quizá estaba enloqueciendo de la pena, quizá la pena me estaba ganando, me miraba las manos y seguía escuchando llantos, en eso estaba hasta que alguien me saco de mi ensismamiento - Preséntate al resto Mathias, yo te conozco, pero el resto del grupo no lo hace– dijo un hombre de edad avanzada, me miraba con el rostro imparcial, no tenía ningún gesto aparte que con el que me miraba, él debía ser muy bueno jugando póker, solo conocía a alguien más que pudiera estar tan serio tanto tiempo… al darme cuenta de mis pensamientos abrí mis ojos de manera descabellada - y esa persona ya no estaba - me dijo mi propia mente y luego me maldije por pensar en idioteces, contuve las lágrimas que amenazaban en salir corriendo por mis mejillas, me mire las manos y si lo pensaba bien, aun podía sentir la sangre caliente de su cuerpo sin calor… me esforcé por enfocarme en cualquier otro punto de la diminuta sala, enderece mi espalda y mire hacia el resto, frente a mí se encontraban como 8 ó 9 muchachos más y el estúpido psiquiatra, mire al médico, lo observe detalladamente y maldije desde el fondo de mi ser su estúpida bata blanca y su pelo asquerosamente limpio, pensé en los demás jóvenes que allí se encontraban y maldije a mi primo que me llevo a rastras a ver a un tipo que no le agradaba a ninguno de esta diminuta sala, mire mis manos nuevamente y maldije a Aurora, incluso maldije a Emil, de esa misma forma maldije a Arthur y a Vlad, y cuando los maldije a todos me maldije a mí mismo, suspire tratando de quitar de mi cabeza el dolor y mire al especialista que se encontraba frente a mí, dándome mi tiempo, pero pidiéndome una respuesta - Mi nombre – comencé, de forma lenta y poco decidida - es Mathias Køhler, soy nacido en esta ciudad y actualmente tengo 19, mis padres fallecieron y mi novio se mató, intente hacer lo mismo que él, pero mi primo llegó antes a casa, él me trajo aquí casi a la fuerza… - mire al resto, no les sorprendía, estaban en una situación similar a la mía - Según nuestro doc. aquí presente - apunté al médico y él me miro formando una repugnante sonrisa - para sentirme mejor conmigo mismo debo contarles mi historia, o algo así - unos me miraron sorprendidos y a los otros no les importó - Bueno, les contaré mi vida desde los 15... Lo que en estoy minutos seria mi historia...

Cap. 4: ¿Por qué? - Parte #1

Cuando por primera vez te vi
Supe que el cielo era para ti y para mí
Y para ti y para mí
Nunca más podré dormir
Nunca más podré soñar
Con nadie que no
Seas tú... ~

- Maldito Berwald – maldije como por decimavez en los últimos dos minutos, es que él muy pendejo me dejo almorzando solo por irse a follar con el fines ese porque él muy puto volverá a su país, ¡pero yo jamás lo he abandonado por sexo!, ¡jamás!, ¡cualquiera se enojaría si lo dejaran con el almuerzo en mano!, está bien, yo mismo le pedí que no ligara frente a mí, y no es porque este soltero, si no, porque es desagradable a la vista ver como se aprovecha del inocente fines... Podía decir que mi estado de ánimo rallaba en lo indignado, pero no soy un hormonal ni nada así, así que me puse los audifonos y toda la música de Kashmir sonó en mis oídos, eso me relajo bastante ya que en esos minutos de la vida no sabía qué hacer, tenía tantas ideas en la cabeza que terminaba decidiéndome por nada, joder...

Me quité los audifonos porque Alfred me había preguntado por cejas, y cuando me dijo que sí lo veía le avisara qué lo estaba buscando, él se fue y yo me volví a poner los audífonos ya no sonaba la canción que tanto adoraba y comenzó a sonar una canción en otro idioma, me llamo la atención, iba por los pasillos de mi escuela cuando se comienza a reproducir ese tema... No es que yo escuche ese tipo de música ni nada por el estilo, pero en un grupo de WhatsApp mandaron ese audio y se me olvido borrarlo, bueno como sea, continúe escuchando la canción porque me gusto el ritmo lento de está y puesto que nunca escuchaba ese tipo de cosas me dedique a buscarle la letra, era algo en español, mientras reproducía la canción y leía el significado me apoye en el marco de la ventana para poder mirar hacia afuera mientras sonaba la música de mis audífonos a mis oídos, y justo en ese instante vi algo frente a mí, más hermoso que el mismo sol, al principio pensé que esto era obra del destino y lo único que continuaba en su tiempo actual era la música, no sé si todos lo sintieron o solamente yo me sentí así, pero sentí la canción en mi piel, en mis poros, me sentí tal y cual como esa canción... mi vida dio un vuelco en 470 grados, y sencillamente puedo asegurar que todo cambio, todas mis ideas murieron en menos de 10 segundos...

Corrí a buscar lo que vi, con la música sonando en mis oídos y mi corazón palpitando frenético, lo vi... Era el destino que de todas mis canciones mi celular pusiera la canción adecuada, era la adecuada para el momento adecuado, en el Gakuen habíamos más de 890 alumnos si es que era poco, más de 60 de todos ellos eran extranjeros y becados de otros países, y todo el resto, solo éramos daneses comunes y muy corrientes, ¿Pero saben cuál es el dato curioso de todo?, me llamo la atención él, y solamente él... Lo que vi luego de colarme en esa ventana simple para escuchar la famosa canción en otro idioma me dejó embobado, frente a mi estaba el árbol al que casi nadie se acercaba, y sí me preguntan el por qué nadie iba por allí (aún no sé qué razón les llevo a eso), yo les responderá un sonoro y muy amistoso "no tengo ni la más mínima idea"... bueno, en ese árbol, casi llegando a la mitad del tronco habían tres chicos sentados y acostados sobre las gruesas ramas, al principio pensé que estaban escondidos, pero descarte la idea porque se notaban los zapatos de los tres y ninguno hacia el esfuerzo por esconderse, luego pensé que serían los idiotas del Bad Friends trío, ya que esos idiotas harían de todo por llamar la atención del resto del alumnado, pero al enfocar más la vista me di cuenta que no eran ellos, eran tres, pero no eran los tres idiotas...

Sin quitar mi curiosidad intenté mirar mejor, y al enfocar con todas mis ganas pude ver a Vlad, era un rumano bastante extraño, su nombre entero era Vladimir Popescu, puedo decir que tenía lo suyo, pero no fue en el quien me fije, además Vlad salía y a la vez no con Dimitri, un chico de Bulgaria, cuando uno los veía se notaba de lejos que eran sólo amigos de sexo, puesto que cada vez que se cruzaban en los pasillos ninguno miraba al otro, conozco a Vlad de una clase de matemáticas que compartimos donde al estúpido profesor se le ocurrió que hiciéramos grupos de 5, trabaje ese día con Alfred, Dimitri, Vlad y Tino, allí se conocieron Vlad y Dimitri, fue súper incomodo, porque se marcharon en mitad de la clase y nadie sabía a dónde habían ido, y no volvieron hasta el día siguiente sin dar ningún tipo de explicación...

En otra rama leyendo estaba el cejas, ese gruñon se llama Arthur Kirkland, y tampoco me fije en él, es el novio de Alfred desde que los conozco, incluso antes de eso ya estaban juntos... Arthur es un británico muy peleador, se ganó el apodo de cejas porque tiene unas cejas más gruesas que el tronco del árbol, es más cejas que cara… La verdad, es que no sé cómo Alfred lo soporta, puesto que el británico pelea por absolutamente todo, pero Alfred aun así le jura amor hasta boca abajo y una pistola en la cabeza, lo peor es que no estoy jugando… Cuando Scott "el demonio" Kirkland se enteró de que su lindo e inocente hermano menor, salía con el yanqui pervertido de Alfred, llego a la escuela hecho una fiera y golpeo al americano hasta que se cansó y luego lo amenazo con un arma en la cabeza diciéndole que terminara con Arthur o lo mataba allí mismo, ni los profesores se metían con el demonio, así que nadie podía defender al estadounidense, y Alfred con todo el valor que tiene no quiso romper con cejas, y grito a los 4 vientos que lo amaba… Scott, bajo el arma de a poco apuntándolo a los genitales y solo lo miro de forma desafiante ''Cuídalo estúpido yanqui, porque si pierdes al conejo por alguna estupidez de las tuyas, no les daré nuevamente mi bendición, y pobre de ti que llore por tu culpa, porque de esa nadie te salva, ¿Entendiste bien estúpido yanqui?"... y así, llevan casi una vida de salir juntos… lo de Scott fue una mera prueba para ver si se podía confiar en el americano, y sí que funciono, quedo como campeón dentro de la escuela…

Pero, demonios, me desvió del tema y nadie me dice nada, volviendo al tema entonces... Del que yo no sentí flechado, fue del chico que estaba con ellos dos… era, lo más hermoso que podría ver en la vida… y que veré claro está, su pelo era de un color claro algo así como rubio grisáceo, le tapaba la frente, era liso y estaba perfectamente peinado, era muy lindo... su piel era tan clara, fina y delicada y con el sol se veía casi transparente, no tenía él ceño fruncido pero era de vista sería y aun así era más hermoso que muchas chicas de la escuela, no tenía que envidiarle a nadie, sus cejas perfectas y sus labios de lo más apetecibles... Sus ojos eran de color amatista, busque el nombre de ese color en internet, pero los ojos de este muchacho al sol parecía más bien un lila claro... eran las orbes más hermosas que jamás había visto... Lo único que sé me vino a la mente en esos instantes fue que desee ser un espejo, ser SU espejo, para que se muestre a mi todos los días... Cupido al fin me premiaba con algo tan bello…

Lleno de impaciencia corrí hacia donde estaba ese gran árbol temido por todos para poder presentarme al chico que estaba sobre sus copas, cuando llegue no supe como acercarme para poder hablar con él sin que ni el británico ni el rumano me quitaran tiempo con él, pensé unos segundos y opte por llamar a Arthur

- Oye cejas– grite, captando la atención del británico que me miro molesto (supongo que por el apodo) esperando que yo hablara rápido y me largara - Arthur -dije corrigiendome para que el británico me prestara atención - Alfred te está buscando hace ya un buen rato, ¡dice que encontró al que te rompió las bolsas de té en el barro! – Arthur me miro buscando algún signo de mentira, y cuando vio que decía la verdad bajo lo más rápido que pudo y salió disparado en busca de su amante, y así cobrar la venganza adecuada

- Ok, gracias Kølher – dijo cuando pasó por mi lado y se fue… Uno menos… Lo que yo le dije no era mentira tampoco, había sido el Bad Friends trio, les encanta molestar al cejas, ven esos idiotas son capaces de todo por llamar la atención, cuando volví a mí, vi que Vlad bajaba a saludarme, así que pensé que el otro chico igual lo haría… pero no lo hizo.

- Hola Vlad – lo salude como siempre lo hago, o cada vez que lo veo y no esta cejas cerca– ¿Cómo esta Dimitri? – le dije casual, solo para entablar una conversación con el… Creo que yo y Tino somos los únicos que saben de ellos, porque Alfred se creyó toda esa mierda de ''me sentí mal y Dimitri se ofreció a llevarme a casa''

- Hola Kølher, ¿Qué tal tu vida?, ¿aún no consigues novia, digo, es que como te metes descaradamente en la vida de otros? – Dijo el… también muy casual sonriendome cada vez más burlesco, no se porque me llamaban por mi apellido, quizá para diferenciarme de los demás daneses de la escuela, pero cuento corto, con el rumano no nos llevamos tan mal como podrías pensar, además tenemos varios puntos en común

- La verdad - lo mire, me encontraba bastante nervioso por lo que diría ahora, porque sabía qué el rumano se burlaria de mí - creo que me enamore sin pensarlo, y ahora no sé cómo decírselo para que sepa que voy tras él - solté una risilla nerviosa - la verdad es que soy algo tímido en el tema del amor… - Hice una pausa para qué Vlad terminara de soltar su burla y continúe… - Y creo que esta vez es algo realmente serio... - lo mire a los ojos - Fue un amor a primera vista

- ¿Así? - Vlad se carcageo en mis narices durante bastante rato - Me estas diciendo que el famoso ''el amor es para niñas idiotas y sin cerebro que no controlan sus hormonas de la mejor forma y creen qué el amor realmente existe'' está enamorado – dijo manteniendo una cara divertida mientras yo lo miraba con fastidio - y ¿quién es el desafortunado o desafortunada qué pudo flechar al estúpido Kolher?, ¿lo conozco? – me dijo con un deje burlesco

- Bueno… - mire de reojo al chico que continuaba en él árbol, estaba leyendo quién sabe qué - Supongo que sabrás de todas formas ¿no es verdad? - lo mire y este sólo asistió con la cabeza - Supongo que si lo conoces, y quizá necesite toda tu ayuda para llegar a él para qué no me aparte de un golpe qué parteria en mil trocitos mí corazón para qué los cuervos lo coman como desayuno… - Vlad se puso a reír por el dramatismo que estaba haciendo y me hizo gestos para que me apurara - Está bien, rumano impaciente - dije con una mueca - es bueno, él - apunte al chico que seguía en el árbol concentrado en su libro, Vlad me miro curioso, y siguió mi seña, y cuando vio a quién apuntaba su sonrisa se borró por completo, puso una mueca triste en un rostro serio… - ¿Vlad? - dije cuando las burlas no llegaban, me miro espectante, esperando qué le dijiera qué no era un error, pero eso no pasó - ¿Estas bien?

- Oh Kølher -dijo bajo y miro a otro lado, me impaciente con sus constantes reacciones - Mathias… te enamoraste de nuestro queridísimo Lukas Bondevik… - lo pensó por unos segundos cuando me vio escuchar su nombre… - Es una muy mala elección Mathias - dijo más para sí mismo, que para mí – Lukas es una súper mala elección… - dijo en un susurro casi inaudible - sabes que a mí me gusta muchísimo molestarte, pero esto es algo realmente serio, no lo digo de malo, ni nada – volvió a dirigirse a mí – pero Lukas no te escuchara nada de lo que quieras decirle y sí lo haces, explotaras como una bomba de tiempo… Lukas no es precisamente, osea, el es exactamente... es, bueno, él… - me miro buscando algún tipo de señal qué le asegure mí entendimiento, y cuando no lo encontró dijo - Terminaras llorando o incluso peor qué eso – y se marchó dejándome sólo allí…

Y allí comenzó todo lo qué forma mí historia hoy en día… Me acerque a Lukas apenas vi qué no estaban ni el rumano ni el cejas, nunca me habían agradado tanto este par, miraba fijamente a Lukas mientras subía por el árbol, no para intemidarlo, sino para qué viera qué estaba tratando de subir por él, pero no me presto atención hasta qué estuve a su lado, ya qué me vio pero no me dijo nada… lo quede observando con una sonrisa juguetona mientras le estudiaba él rostro, podría verlo 24/7 y no me cansaría, y aún así me faltaria tiempo, me acomodé mejor para observar un mechoncilló de cabello qué estaba como separado de los demás y parecía estar flotando, lo iba a tocar cuando suspiro algo agotado, me volvió a mirar y volvió a su libro, pensé qué pasaría lo mismo, pero escuché una suave voz, tan suave como canto de sirena…

- Tú no eres ni Vlad, ni tampoco eres Arthur… Así qué ¿Quién diablos eres? ¿Y porque demonios te acercas a mi así, sin preguntar o algo?– me dijo súper fríamente sin despegar su cara del libro

- Y… Yo me llamo Mathias Køhler, soy danés y tengo 15 años… Sé que sonara raro, pero apenas te vi por la ventana y ya quiero ser tu novio, porque me gustaste desde que te vi y ahora quiero que seas solo mío, no me gusta compartir lo que realmente me gusta – le dije lo más tranquilo que pude, pero ese chico sí que me ponía nervioso….

Me miro confundido, quizá un poco sorprendido por mi declaración, trato de formular alguna respuesta pero solo me miro algo apestado -¿Qué? – Dijo, dejándome en claro que no entendía por qué – no entiendo a qué viene todo esto, ¿Nunca te enseñaron a no hablar con desconocidos?…

- Te digo, necesito que seamos novios, no es que este desesperado por tener cualquier novio, si no, que estoy desesperado por tenerte como mi novio – le dije, sonriéndole al ver un medio sonrojo que oculto volviendo a mirar su libro - Si funciona continuamos felices como perdices, pero si no funciona, no te molesto más… y listo, te olvidas de mi… Pero intentémoslo ¿sí?

- Tú… - me miro algo molesto y confundido -¿Cuánto te pago Arthur por esta broma?, maldito estúpido, lo matare cuando lo vea – dijo, pero al ver que no era una broma me miro algo cabizbajo - Tu realmente, no quieres relacionarte con alguien como yo Kølher…

- Lukas, dime… ¿Mataste a alguien?-

Le pregunte serio, me miro algo descolocado - ¿Qué? no, ¡claro que no!, como se te ocurre decir…- Lo interrumpí antes de que me mandara a volar

-O quizá ¿fuiste capaz de violar a alguien?

– ¡¿Qué?! ¡Yo no sería capaz de eso idiota!, ¡¿a qué viene todo esto?! – me dijo, sus mejillas se colorearon por la frustración y yo le respondí con mi mejor sonrisa

- Viene a que no veo ningún mal en relacionarme contigo Lukas… - lo mire a los ojos - es más, creo que me enamore a primera vista de ti…

- Estas como un demente – dijo serio – De verdad tu no sabes nada de mi Kølher, y no quieres hacerlo tampoco – dijo sin más, y se bajó del árbol de un simple salto, aterrizando de forma suave y glamorosa

Trate de bajar lo más rápido posible pero no pude y él se alejaba cada vez más, me puse a correr para alcanzarlo y lo tome de la manga volteándolo, le sonreí y lo tome de los hombros – Escucha, si de todo esto salgo lastimado – comencé – podrás decirme con todo tu orgullo un tan esperado "te lo dije", y me daré cuenta que es el final, es tentador ¿no? – me sostuvo la mirada y se apartó de mi agarre y siguió su camino hacia las aulas…

Pare mi relato y mire al resto de la sala, tenía la atención de casi todos los presentes, me miraban como preguntándose donde había dejado toda mi alegría, mire al doctor que tomaba notas y mire el piso - Y así fue como después de casi 6 duros meses de tratar de conquistar a ese lindo noruego con ojos amatistas – dije, para poder parar mi relato de una forma un poco cool - mis plegarias dieron de los más dulces frutos – un chico de pelo castaño me miraba triste, esperando lo que venía - Lukas y yo comenzamos a salir como novios…

Continuara...

La canción que tengo aquí se llama: Un amor violento- de los Tres, esa canción es hermosa, deberían escucharla…

Y eso es todo queridos amigos...