Antes de empezar con el Fic La niña del negro. Dedicó este Fic a "AliasBasis", por hacer este grandiosa historias llamada "Sentados en la oscuridad". En la cual fue hecha para el especial del Halloween del año pasado.

No soy dueño de "Sentados en la oscuridad" ni nada, cada una pertenece a sus respectivos dueños, Chris Savino (TLH) y "Sentados en la oscuridad" (AliasBasis).

Esto tendrá lo mismo pero con unos cambios en la historia pero que no sea vea igualito, además también será una pequeña séquela de lo que pasaría si lincoln pudiera volver a ver a esa misteriosa niña que tuvo en sus brazos.


Era una noche tormentosa en el pueblo de Royal Woods, en donde una ráfaga de luz, con su respectivo estruendo siguiéndole con el fuerte ruido de la lluvia.

La electricidad se había ido en esta noche tormentosa, y con ello toda luz artificial en la casa.

El joven muchacho de cabellos blancos salió de su habitación con una pequeña lámpara que tenía, recorrió el pasillo y lentamente bajo las escaleras.

Otra ráfaga de luz apareció y los rayos tormentosos comenzaron hacer mucho más ruido. Pero gracias a ello dejo saber que no estaba solo.

Sobre el sofá de la sala pudo ver a una chica de cabello negro y piel pálida, sentada en posición fetal.

—¿Lucy? —El joven albino podía ver la silueta de su hermanita, temblando como si ella tuviera mucho frío... o miedo tal vez.

Incluso aquella niña gótica que disfruta ocultándose en la oscuridad podía sentir miedo a veces. Se acerque a ella para sentarse a su lado y espero por una reacción de parte de su hermanita.

Pero nada. Así que la rodea con sus brazos en un intento por calmarla. Su cuerpo estaba frío. Helado... Su cabello olía a velas quemadas. Y estaba un poco reseco.

Se quedaron así sentados en la oscuridad, sin decir una sola palabra, viendo caer la lluvia a través de la ventana.

El joven muchacho sintió la mano aun fría subir por el cuello hasta llegar a su mejilla, para después bajar hasta los labios. Mientras su otra mano se deslizaba por debajo de la camisa hacia su espalda.

—¿Lucy? ¿Qué haces? —Preguntó nervioso el hermano. Pero no le respondió.

En lugar de eso, pudo sentir la mejilla de su hermanita tocando en su cuello, una mano en su nuca, y la otra mano que le presionaba fuertemente por detrás.

—¿Lucy? No podemos hacer esto. No es correcto. No está bien. —Pero eso no la detuvo.

En lugar de eso, pudo sentir los labios de su hermanita tocando en su cuello, su mano jugando con su cabello, y la otra acariciando su espalda. Debió detenerla en ese momento. Pero no lo hizo.

Ella acercó sus labios a los de su hermano. Y el los acepta con gustoso. Sus manitas se sentían rígidas (Eso era obvio). Ella no tenía practica en esto. Y a pesar de su determinación, podría estar asustada, temerosa de lo que pudiera pasar.

Pero eso no la detuvo.

Eso no lo detuvo.

El hermano puso sus manos en sus caderas, delgadas, casi frágiles. Alguien tan pequeña con la piel tan suave, tan frías... Quería parar esto... pero no podía... Quería continuar besándola con esos labios tan ásperos que tenía.

Ella comenzó a morder los labios de su hermano, obligándolo abrir un poco su boca para así poder usar su lengua y introducirla adentro del muchacho. Y lentamente comenzaron a jugar con sus lenguas.

El albino pudo sentir el sabor de su saliva mezclada con la suya. Sus labios ahora estaban húmedos, mojados. Metió sus manos por debajo de su falda. Acaricio sus piernas esbeltas con una mano, su cuello con la otra. El subió por su pierna mientras bajaba su cabeza por su cuello.

Pero repentinamente la niña se alejó de él.

El tomó una gran bocanada de aire, si no hubiera sido por eso, el se habría olvidado de respirar.

Ya no estaba junto a el. ¿Se había arrepentido? Quizá fuera lo mejor.

Sin darse cuenta, sintió la mano de su hermanita, aun fría, tomando de su mano, acercándola a su pecho y moviéndola por su cuerpo.

Modesto, pequeño, plano. Lo único que había para sentir era su piel lisa, sus costillas por debajo de esta y un par de pezones duros. Y eso fue suficiente para el. No podía verlo, pero lo había sentido. Estaba desnuda, de pies a cabeza.

—No deberíamos hacer esto. No es correcto. No está bien. —Pensó el pobre muchacho al intentar todo lo posible en no hacerlo. De lo moral que le quedaba, el dio una último vistazo su primera hermana menor, su pequeña luz de toda esta oscuridad. Y cundo un rayo de Luz cayó. Ahí se fue todo lo bueno en si.

Así que no se detuvo. Se quita la ropa, y se para frente a ella. Otra ráfaga de luz atravesó la ventana. Solo pudo ver su delgada silueta frente a él.

Sintió sus manos de su hermanita, aun frías, deslizándose por su pecho hacia sus caderas. Sintió los labios de Lucy y su lengua bailando en su abdomen. Bajando más, un poco más, un poco más.

¿No hay vuelta atrás?

Lucy comienza a besar desde la punta de su pene, suavemente muerde por los lados con sus labios, y por debajo lame desde la base hasta la punta.

Se retira un poco, y de nuevo siente su lengua. Siente como lentamente lo mete en su pequeña boca.

Esto es malo. Es tan malo que se sienta tan bien.

Mete un poco más, luego lo saca, continua hacia adentro y hacia afuera, adentro y afuera, y más, y mas.

Lincoln pone sus manos sobre la cabeza de su hermanita. Lucy aprieta los muslos de su hermano con sus manos. Lincoln podia sentir como su hermanita le encajaba sus uñas.

El comenzó a mover la cadera y ella continua hacia adentro y hacia afuera. adentro y afuera por mucho más veces que se podía contar. Y quería más.

Su cuerpo se enfría. Un escalofrió recorre su espalda. Sabiendo que esto era su límite.

—Lucy, ¡Lucy! —Aprieto su cabeza y lo embiste con todas sus fuerzas, y ahí se corre adentro de ella, y siente como su hermanita lo traga todo.

Pasó un buen rato y pudo sentir como Lucy había terminado de tragar todo su esperma. Así que el la tomo de los brazos y la lanza sobre el sofá.

El se acercó a ella y pone las piernas de su hermana sobre sus hombros, y comenzó a besar sus muslos. Subió lentamente mientras acaricio el pecho de su hermanita con una mano y su otra en la cadera. Llego hasta el pubis con su lengua y bajo hacía el muslo otra vez.

Apretó fuertemente con las manos mientras ella se acerca a su cadera hacia el. Jugueteo con su boca alrededor de su vagina mientras regreso a sus muslos.

Ella mueve su cadera en espiral. El se detiene un poco para tomar aire. Ella aprieta la mano de su hermano con la suya. Lincoln comienza a acariciar por debajo de su vagina, muerde un poco los labios. Tiene un sabor extraño, incluso un poco salado y un olor suave que lo hacía querer más.

Continúo jugando a su alrededor. El apretó los muslos de su hermana con ambas manos mientras busco su clítoris con la boca. Le da una caricia rápida y vuelve hacia abajo.

Lucy mueve sus caderas en círculos. Lincoln de nuevo por sus labios hasta su prepucio. Jugueteo con sus dedos en la vagina, de manera superficial. Mueve su cuerpo de arriba hacia abajo. Comienzo a besar el clítoris mientras empuja con sus dedos a dentro y hacia arriba.

Una y otra vez. Y Lucy se mueve más y más rápido. Tanto que la dio gemido muy delicado que casi hacía que pensara que iba a llorar.

De repente Lincoln siente su cuello y su pecho mojados. En su mano estaba tibio. Sabía que su pequeña hermanita se había venido.

Lucy apretó la mano de Lincoln con fuerza y lo recuesta en el sofá. Se coloca de rodillas sobre el y comienza a acariciar el abdomen con su entrepierna.

No hay vuelta atrás. Lincoln pone sus manos en las piernas de su hermanita, y Lucy lentamente se sienta sobre el.

Lincoln podia ver como su pequeña intentaba poner su vagina adentro de el. El sentía como la vagina se metía en su pene, sintiendo cómo la punta de pene se cubría y lo apretaba mucho.

Podía sentir algo mojado y viscoso adentro de su interior de su muslo, algo que el ya sabía pero no quería asustar a su hermanita. Una vez que llegó la punta del interior, Lucy se levanta un poco para que después comenzara a bajar de nuevo.

De arriba hacia abajo, más rápido se movía. Una y otra vez.

Lincoln comenzó a mover las caderas de arriba hacia abajo mientras Lucy baila sobre el. Arriba y abajo, una y otra vez, más y más se movía sin secar. Todo el cuerpo del albino se enfriaba, pero no se detenía. Un escalofrió le recorre su espalda. Pero aún así no paraba.

—Mas rápido. —Pensaba el muchacho —. Mas rápido, más rápido. —El agarra firmemente de los muslos de su hermana mientras el corría dentro.

La gótica acomodo con su cara para encarar al albino. Estaba completamente oscuro, pero el albino sabia que estaban viendo a los ojos.

Sin tener más fuerza, el se recostó mientras tomaba el pequeño cuerpo de su hermana sobre el. Lo rodea con sus brazos. Y así estuvieron hasta que el se quedo dormido. Con el sonido de la lluvia acurrucándonos.

Cuando despertó, la electricidad había vuelto, y con ella la luz de la sala. Había dejado de llover y nota que estaba completamente desnudo. Y solo.

Miro a su alrededor y no se encontraba su hermana menor. Probablemente se había ido porque se sentía apenada. Así que decidió vestirme y limpiar antes de que alguien llegara.

Pero antes de poder recoger sus ropas, no ta que tenía sangre seca en sus manos. Posiblemente la de su hermana. Era su primera vez después de todo... y tambos la suya.

Una vez vestido y limpiado toda la sala, el subió por las escaleras ya que estaba aún cansado. Pero antes de poder subirse por las escaleras, escucha como se abría la puerta del frente.

Habían llegado su Papá, su Mamá, Lori, Leni, Luna, Luan, Lynn, Lana, Lola, Lisa, Lily. Y, por último, aquella niña gótica que disfruta ocultándose en la oscuridad. Quien había estado con ellos durante todo el día.

—¿Lucy? —Se sorprende al ver a su primera hermana menor —. ¡Pero tú estabas aquí en la sala!

—No, yo estaba con ellos desde que nos fuimos al cinema. —Lucy le muestra el boleto del cine.

Toda la familia mira confundida por las palabras que decía el albino. Pero al final decidieron ignorarlo y continuar con lo que ellos iban hacer.


Sótano de la casa.

Después de una hora, Lucy llegó al sótano y comenzó llamar a los espíritus, solo para aparecer una señora muy mayor que se parecía un poco a Lucy.

—*Suspiro* Muy bien, Bisabuela Harriet. Que hiciste ahora con el. —Preguntando a su parienta más querida.

—Jejeje, mi querida, Lucy. Porque crees que yo tenga algo que ver. —Dijo la dama de negro con un tono algo inocente.

—Por que mi hermano dijo que yo estuve en la sala, y es obvio que el no diría algo tan serio y a la vez asustado. Que le hiciste ahora. —Lucy ahora ponía de brazos cruzados.

—Vamos, Lucy. Solo me estaba divirtiendo un poco con mi nieto jejeje. —Dandole una sonrisa bastante pícara a su nieta.

En ese momento Lucy se da cuenta de lo que le decía y después su boca comenzó caer.

—No me digas que tu...—La bisabuela solo sonreír aún más mientras jugaba un poco con sus cabellos negros —. No es cierto. Y-y como lo-

—Nada más me pase por ti. Y vaya forma que lo hace. No e tenido esa pasión después de haberle violado a un niño albino desde que yo tenía treinta años. Me pregunto cómo estará mi pequeño soldadito ahora. Ya este paso tendría como 60 o más años. Si es que aún sigue vivo por su puesto.

Lucy no lo podía creer. Su bisabuela se atrevió hacerle el amor a su amado hermano. Esto ya era pasarse de la raya.

—¡Como pudiste! Ese momento iba ser para mi! y tu lo tomaste si mi consentimiento! —Lucy estaba muy roja y deseaba golpear a su bisabuela ahora mismo.

—Calma, cariño. —Retorciendo un poco hacia atrás —. Si quieres te puedo ayudar.

—¿Y como me puedes ayudar? —Esperando que su pariente tuviera una idea.

—Que tal si tengamos una pequeña pijamada con el. Ya lo hicieron eso antes, una vez. —Lucy lo pensó por un momento, pero después suspiro derrotada, y aceptó la idea.

—Está bien, ¿pero como lo haremos? —La bisabuela Harriet dio una sonrisa pícara y de ahí se volvió hacer una versión de Lucy pero con las ropas viejas que tenía de su pasado.


Cuarto de Lincoln

Era las 10:40 pm de las noche, y vemos a Lincoln Loud ahí acostado en su cama, encerrado en su cuarto todo asustado. Al parece aún estaba pensando sobre la misteriosa niña que esto en la sala. Al principio pensó que lo que hizo en la sala hubiera sido un sueño, pero con el pañuelo sangrado que se limpio y más el extraño escalofrío helándote que aún tenía en su espina dorsal.

—Muy bien, Lincoln. Lo qué pasó en la sala solo fue tu imaginación. Nada pasó y tal vez todo eso fue sueño húmedo que tuve con mi hermana y... A que engaño. Es obvio que lo hice con un fantasma. No se que lógica pudiera pensar, "esto" es la prueba que dice que tuve relación con una fantasma. Y no solo eso, si no que lo hice con una menor. Dios que si doy asco. —Lincoln se cubrió la cara con la almohada y dio un suspiro en ello.

—Lincoln.

El albino mueve su cabeza y de ahí ve a su hermana menor Lucy, ahí parada enfrente de el.

—¡Lucy! Como entraste a mi cuarto?! —-Preguntando a su hermanita.

—Por el ducto de ventilación. Pero eso no importa ahora. —Lucy se sienta al lado de su hermano.

—¿Y que quieres hablar Lucy? —Esperando que no hablará el tema de la sala.

—Quería hablarte sobre lo que dijiste en la sala.

—Rayos. — Lincoln se maldice internamente por ello y decide responder su pregunta —. Bueno hermana, verás hoy tuve... como decirlo, una experiencia algo supernatural y yo creo que hice algo que no debía hacer.

—Como tener relaciones carnosas con alguien que se parece a alguien que tu quieres. —Lincoln se sorprende abre sus ojos, y mira a su hermanita —. Lo se, suena algo raro, pero ya se toda la verdad.

—E-entonces, eso quiere decir que si hay-

—No hay fantasmas. —Lucy lo interrumpe.

—¿C-Como que no hay fantasmas? —Lincoln ahora estaba confundido.

—Verás... olvide decirte que vendría una amiga a quedarse por una pijamada y... ella llegó temprano, y como nadie le habría la puerta, ella entró por que la tormenta empeoraba y espero que alguien bajara pera a tenderla y entonces...

—Quiere decir que ella y... —-Lincoln le volvía a dar ese escalofriante y helada sensación —. yo... —No quiera que eso fuera verdad —. no puede ser. —Esperando que ella dijera, lo que no quería que ella dijera.

—Así es Lincoln... tuviste relaciones con mi amiga, Harriet. Si quieres ella te lo dirá mejor.

—Hola Lincoln. —Lincoln de golpe salta del susto, pero la joven Harriet le cubre la boca y después el albino mira a la niña que se parecía mucho a su hermanita —. No queremos que nadie en la casa se despierta, ¿cierto? —El albino asistió y la joven le quita su mano.

—¡¿Dio mío como llegaste hasta este lado?! —Recuperando el aliento.

—Estuve aquí sentada todo este tiempo. —Harriet le da una sonrisa algo divertida, ya que eso era lo que siempre decía su nieta Lucy.

—Clásico. —Agregó Lucy con la misma sonrisa.

—Bien... —Lincoln ahora miraba a la niña del negro. No sabía por qué pero realmente eran muy idénticas, como si ellas dos fueran realmente gemelas, aparte de que ella usaba aretes de perlas, un collar de perlas, un vestido negro, con una cintura marrón y Bandas marrones, y un sombrero marrón —. Harriet ¿cierto? —La niña asiente. Lincoln no sabía cómo comenzar la conversación, quería decirle disculpas por lo qué pasó en la sala, o dejar que ella hable y después esperar lo peor —. Muy bien, Harriet. Yo-

—No es necesario que te disculpes. —Interrumpiéndolo mientras un pequeño rubor muy notorio comenzaba a colorear sus mejillas —. Yo soy la que debo disculparme por entrar sin antes avisar, así que lo qué pasó solo fue algo... inesperado.

Lincoln no sabía que decir, pero luego Lucy comenzó hablar:

—No te preocupes por eso, Harriet. Se muy bien que, Lincoln te debió haberte tratado con mucho cuidado. —Mirando a su hermano mayor —. Después de todo. El té dio los quitados al que tanto deseo que el me haga ami. —Lucy comenzaba levantar su vestido.

—¡Lucy! Que estás haciendo! —Lincoln no lo podía creer lo que estaba mirando.

—No te preocupes, Lincoln. —El albino voltea y ve a Harriet sin sus ropas —. Se esto será una bocha al que nunca podrás olvidar. —El albino intentó hacer algo, pero las luces de su cuarto comenzaron a apagarse.

—¡¿Pero que?! —El albino aterrado por lo que estaba pasando.

—Quiero sentir esa misma experiencia mientras en la oscuridad. —Lincoln podía sentir como los botones de su pijama comenzaba a desabrocharse —. Quiero sentir ese fruto prohibido que traes ahí abajo. —El albino podía sentir las manos suaves y frías de ambas niñas tocando por todo su cuerpo.

Lucy comenzaba quitar los pantalones junto con la ropa interior de su hermano, y cuando lo hace, ella usa sus mano para tomar el pene. Harriet por otro lado comenzaba acariciar el torso con sus manos mientras ella lamía con su lengua, subía lentamente hasta llegar el cuello y de ahí comenzó a morderle.

Lincoln no podía aguantar y dio pequeño chillido de placer. Se avergonzaba un poco por eso, pero aún así tenía que pensar que hacer por que lo que iba hacer ahora sería lo mismo en la sala, pero estabas lo haría con las dos, en especial con su hermanita que esta vez era la verdadera.

Lucy dejó de masturba el pene de su hermano al notar lo viscoso que tenía en sus manos. Sabía muy bien que el pene ya estaba listo, así que si previo aviso, ella se acercó y abrió su pequeña boca para así poder mamar el pene de su hermano.

Lincoln se sorprendo por lo que estaba sintiendo, su pene estaba siendo lamido, y lo peor era que su hermanita lo estaba mamando. Cada lamida que le daba hacía que Lincoln se volviera a evitar aún almas rápido, al tal punto que tuvo que correrse adentro adentro de ella.

Lucy podía sentir los chorros prohibidos que le daba su hermano. Era pegajoso y cálidos. Tanto que no podía permitir desperdiciarlo, así que en ella comenzó a tragar hasta la última gota que le daba.

Harriet por otra dejo de morder el cuello y ahora comenzó a subir hacia la cabeza de Lincoln, después ella toma las mejillas de Lincoln y de ahí le comenzó a dar un beso muy apasionante.

El albino estaba perdiendo el control de su cuerpo. La lujuria lo dominaba y dejaba que dos niñas hiciera todo el trabajo sucio. No lo podía permitir.

Lincoln tomó la cabeza que le estaba besando, en la cual Harriet se sorprende. Lincoln se separo de ella, rompiendo el beso apasionante que le daba. Comenzó darle besos portada la mejilla y pocos a poco comenzaba a bajar, luego llegó el cuello y continuó hasta llegar en uno de los pezones. Lincoln sacó su lengua y comenzó lamer lentamente los pequeños pezones de la niña Harriet.

Lucy al terminar de tragar todo, ella se levante y se prepara para lo darlo todo a su amado. Lentamente se baja y pudo sentir la punta del pene de su hermano. Lucy sintió como el pene comenzaba a partirla por dentro, le dolía mucho, pero sabía que ese dolor pasaría y a cambio se remplazaría por placer. Y eso fue lo que sucedió.

Lincoln sabía lo que estaba sintiendo en su entre pierna, la misma sensación viscosa y caliente que sentía. Su hermanita había perdido su virginidad, y su sangre que se derramaba en sus muslos de su entre pierna era prueba de ello.

Luego de un rato, sintió como su hermanita Lucy, comenzaba a subir y bajar repetidas veces mientras escuchaba gemir su nombre.

—Lincoln... ah! —Susurrando mientras seguía subiendo y bajando sin cesar.

Lincoln no podía dejar que su hermanita hiciera todo el trabajo. Así que el toma las caderas de Lucy, en la cual ella se sorprende por las manos fuertes cálidas de su hermano. La acuesta aún lado de la cama y de ahí comenzó a mover.

Lincoln podía escuchar los gemidos de Lucy, cada embestida que le daba hacía que el sus gemidos aumentara más el volumen. Era increíble que nadie despertara.

Harriet no estaba preocupada, ya que antes de entrar al cierto, hizo un hechizo que hacía que el cuarto de su nieto fuera aprueba de sonido, así que podía asee todo el ruido que quisiera.

Ambos hermanos siguieron por un buen rato hasta que Lincoln llegó su límite. Quería correrse afuera, pero Lucy cruzó sus caderas y le dice que lo quería adentro. El no aguanto y se corre adentro de su hermanita.

Lucy podía sentir la semilla prohibida adentro de ella, la viscosidad de la luz de la vida. Lincoln se separa y noto un abrazo de un cuerpo frío pero suave. Sabía que era la amiga de Lucy, y sabía muy bien lo que quería.

Agarro la cintura de la niña y la levanta para así darle un beso en los labios. No podía quitarse esa fragancia de las velas que se olía en ella, era como algo supernatural e hipnotizante. Al terminar con el beso, el la pone de cuatro y de ahí comenzó poner su miembro adentro de la vagina de Harriet. Y de ahí comenzó a penetrarla con delicadeza.

Así pasó por toda la noche, Lincoln se la pasó con una noche de pasión con ambas niñas teniendo relaciones en el medio de la noche oscura.

Cuando todo acabo, vemos a todos dormidos en la cama mientras que las nubes comenzara a despejar, y de ahí la luz de la luna comenzó a brillar por toda la caza.

Lucy se despierta y de ahí veía a su bisabuela Harriet ya mayor y lista para irse. Pero no antes decirle que fue divertido la experiencia, y que se asegure que no pierda ese amor que tenía hacía el. Ya que una vez lo perdió el suyo.

Lucy asiente y abrazo a su hermano con todas sus fuerza mientras le daba un beso en sus labios.

Harriet feliz se fue y dejó a la pareja de hermanos ahí acostados.


Casa de retiro Sunset Canyon

En el medio de la noche, Harriet llegó a una habitación para visitar a un viejo amor. Y de ahí lo ve.

—Me alegro que aún sigas aquí. —Acariciando suavemente la mejilla rugosa de un viejo veterano albino —. Es hora continuar en donde me quede. —Antes de que ella iba hacer algo, ella mira a los lectores —. Lo siento, pero esta parte será contada en otra historia. —De ahí todo se pone en negro.


Bueno eso sería todo. Sin más que decir, dejo bien en claro que todos los derechos están reservados para "AliasBasis". Nos leeremos en el siguiente historia. Saludos a todos.