Los personajes de Brave 10 le pertenecen a Shimotsuki Kairi.


AU. Ambientado a mediados de Brave 10.


Cansancio.

Saizo estaba cansado, harto, estresado, enfadado, aburrido y... muchas otras cosas más, de hecho, pero se desviaba. El ninja de Iga, rebobinando, estaba cansado de lidiar con Kamanosuke y sus malditos intentos de homocidios y de lidiar con la insistencia de Isanami de dar paseos, estaba cansado de Yukimura, de Ana también, de Sasuke —especialmente de Sasuke— y de todos. Necesitaba dormir sin que bichos le picaran o un puto travestí le atacara de la nada, que una mocosa chillara porque él insistía en que tenía mejores cosas que hacer ue pasear con ella o que el idiota del lord buscara cómo joderle la vida. ¡Saizo necesitaba dormir lejos de todos y lo iba a hacer sí o sí! Lo que menos necesitaba era dormirse y quedar vulnerable frente a Kamanosuke. O frente a Sasuke.

Por eso el hombre planeó meticulosamente la forma de escabullirse como todo el ninja prodigio que era, e irse al lugar más alejado de Ueda donde ninguna mascota de Sasuke le reconociera, y la hora más adecuada era en la madrugada, antes de que amaneciera: no tendría que dormir en la intemperie de noche, arriesgándose a ser atacado por algún enemigo en la oscuridad, tampoco tendría que enfrentarse al frío que ya no sentía desde que vivía en el castillo y despertaría con buena luz para orientarse más fácilmente. Vamos, ya estaba flojeando un poco desde que llegó a Ueda, no era su culpa no querer esforzarse de más cuando se trataba de dormir, ¡sería el colmo!

Pero cuando ya tenía todo planeado, y había bajado la guardia sólo un maldito instante, fingiendo no anhelar el momento en que pudiera dormir como quería, Isanami apareció en la puerta, con sus ojos brillando al verlo en su habitación —y así no tener que buscarlo— y una sonrisa de oreja a oreja que pudo arrancarle un escalofrío a Saizo de no ser porque éste era bueno escondiendo sus emociones... la mayoría de ellas.

—¡Saizo!

«Mierda...»

Isanami corrió a él, hincándose para luego abrazarlo, apretándose contra él con esa fuerza irritante que el ninja tanto aborrecía porque la chica era fuerte cuando le convenía... o se aprovechaba que él estaba cansado. La sacerdotiza no tardó en notar la ausencia de reniegos o empujones, como era su costumbre ya que a Saizo no le gustaba que invadiera su espacio ni fuera tan melosa con él, siendo ésta misma la que se apartó del ninja, viéndole con curiosidad.

Saizo grñó por lo bajo, desviando la mirada.

—¿Estás bien, Saizo?

—Sí.

—Uhm... ¿de veras? —Preguntó Isanami, poco convencida.

El ninja rodó los ojos, asintiendo de muy mala gana. Esperaba que con eso bastara, que ella chillara como niña y dijera los mil y un planes que tenía para ese día, lego se enojara porque él no quería ir, le gritara idiota, cerrara la puerta y se marchara haciendo mohines, pero nada de eso sucedió.

Isanami, de hecho, se acercó a él hasta tocar su mejilla con la suya, causándole un involuntario escalofrío a Saizo, y luego tomó su rostro entre sus delicadas manos, inspeccionándolo con tanto cuidado que Saizo se sintió secretamente culpable de gustarle ese trato menos eufórico y meloso-agresivo. Cuando la chica acercó su frente a la de él, Saizo no supo si era ella quien estaba acalorada del rostro... o si era él*.

—... no creo que tengas fiebre —murmuró Isanami, apartándose. Luego sonrió; esa sonrisa boba, dulce y encantadora—. ¡Bueno, igual es mejor que reposes el día de hoy! Yo iré con Sasu...

—Sólo tengo sueño —confesó Saizo, sin entender por qué tenía que explicarse con Isanami. No era de la incumbencia de esa entrometida chica lo que a él le pasara.

Isanami parpadeó un par de veces, carburando la sincera respuesta de quien evadía constantemente la honestidad. Sonrió inconscientemente, y asintió, comprensiva, sonrojándose en el proceso.

—S-si... si quieres, yo puedo... u-uhm... ¡no es nada! —Sonrió, negando con la cabeza—. ¡Hasta luego, Saizo...!

Antes de que la chica se levantara, con sus mejillas sonrojadas, Saizo la detuvo, interrumpiendo su nerviosa retirada.

—¿Tú qué?

¿Cuidar que Kamanosuke no la atacara? ¿Cómo haría eso: siendo su cebo? Ciertamente la curiosidad le había ganado porque Isanami no era alguien que se avergonzara tan fácilmente considerando todo lo inapropiado que hacía...

La sacerdotiza sonrió nerviosa, sintiendo su rostro enrojecido pese a que hace casi nada se había acercado peligrosamente al hombre del que estaba enamorada. Así, tomando aire, se armó de valor y reveló sus intenciones, sintiendo el calor de su rostro incrementarse conforme Saizo mantenía su vista clavada en su rostro.

—Y-yo... eh... p-prestarte... mi... ¡t-tú sabes! ¡Pa-para que duermas...! D-duermas tranquilo...

—... ¿qué?

—¡Prestarte mi regazo para que duermas en él! —Chilló Isanami, enrojecida a más no poder—. ¡Kyaa, lo dije! —Se cubrió el rostro, meneándose de un lado a otro.

A Saizo le tomó unos instantes carburar la respuesta, mientras Isanami chillaba por lo bajo, murmurando cosas inteligibles. Y mientras la sacerdotiza sufría y se preparaba mentalmente para su rechazo, el ninja, para su propia sorpresa, se hundió de hombros.

—¿Por qué no?

—Creeráquesoyunapervertidaaynononono... ¿eh? —Isanami descubrió su rostro, viendo a Saizo con confusión. El ninja mantenía su mirada desinteresada, cansada, clavada en ella. La chica sintió su corazón dar un vuelco y sus ojos brillar de la felicidad y vergüenza—. ¡¿E-en serio, Saizo?! ¡¿Puedo, puedo, puedoooo?!

—Pero me dejas dormir.

—¡Por supuesto! —Isanami asintió varias veces, dando brinquitos de felicidad, acercándose nerviosa a él—. Aah... pero nunca había llegado tan lejos...

Saizo rodó los ojos, antes de arrugar la frente y ver a la sacerdotiza con obvia curiosidad.

—¿Qué estás insinuando con eso?

—¡Nada! ¡E-es que estoy emocionada!

Isanami se hincó a un lado de Saizo, removiéndose inquieta mientras el ninja reconsideraba si era buena idea dormitar en el regazo de esa chica, aquella que invadía su espacio constantemente y a veces parecía que quería engatusarlo de otras maneras. Pero el ninja no tardó en ignorar ese presentimiento de que esa situación era demasiado buena para ser verdad: tenía sueño y sólo quería dormir a cómo diera lugar.**

En cuanto la chica se acomodó, Saizo se recostó en sus piernas, sintiendo el temblor del cuerpo ajeno cuan ronroneo y unas repentinas caricias en su cabello cuan torpe masaje, uno que nunca había sentido antes. Tal vez el cansancio, o la calidez, o ese adorable masaje —o los tres— potenciaron su sueño, pues Saizo no tardó en cerrar los ojos y relajarse, sintiéndose bastante cómodo a pesar de ser consciente de con quién estaba en esos momentos, a solas, en la privacidad de su habitación. Así, pues, el ninja tardó poco en dormirse, mandando al diablo su plan inicial, en el regazo de Isanami: a su vez, la chica contenía sus chillidos de victoria y continuaba con sus suaves caricias, sintiéndose tan realizada que sus ojos escozaron y en un parpadeó, varias lágrimas cayeron en sus palmas.

Por fin había podido serle útil a Saizo en lugar de una molestia. Por fin podía ser ella quien lo protegiera, quien lo cuidara... por fin se sentía útil***.


* Ay wey, yo escribí esto y aún así fangirleé xD.

** Otra vez fangirleé gacho.

*** Ya era hora de enfocarme un poquito en Isanami, en cómo se siente y qué piensa. Siento que, aunque es muy vago, es justo para este capítulo.


Kiryhara: yo también tuve y tengo sentimientos encontrados cuando se tratan de esos tres. Creo que defintivamente sí haré un fanfic Sasuke/Isanami como comenta Sofy-Chan, esos dos son un amorsh juntos y merecen atención también adasd.

f Sofy-Chan X3: Yup, Isanami tiene 15 (al inicio, 16 —casi 17— al final de Spiral), aunque por su estilo de vida se muestra que es algo "niña mimada", aunque bueno, yo suelo tratar de "niños" o "bebos" a todos y eso hasta en lo que escribo se muestra, jaja.


¡Y weeeno!, aquí la continuación. Tuve que hacer un cambio de planes porque iba a subir otro sentimiento, pero no tenía nada escrito y en éste sí, así que terminé este para ya no tardarme tanto con la actualización xD. Ya el siguiente será el que se supone que tocaba ahora.

¡Hasta la siguiente actualización!