Día 7: En la Tierra

P.O.V Shadow the Hedgehog

María siempre quiso volver a la Tierra. Era tu anhelo más grande. Solo que nunca esperé que cuando ese sueño se cumpliera, ella volvería solo para estar bajo tierra. A pesar de las de los años, el dolor seguía ahí. Ya no podía más con él. Estaba por cometer una locura.

— ¡Chaos Control! — Grité, sosteniendo en lo alto tres Chaos Emeralds.

Frente a su tumba, un torbellino de energía me tragó. Di vueltas y vueltas, hasta salir de forma estrepitosa. Un grito ahogado me avisó que había logrado mi objetivo. María me miraba atónita, imposible de pronunciar palabras. Miré a mí alrededor y la fecha en un calendario digital me revelaba que faltaban solo horas antes de que el A.R.K fuera atacado por G.U.N. La agarré del brazo y, antes que se cerrara el torbellino, la jalé para que viniera conmigo.

Al volver al presente, la vi vomitando todo lo que yacía en su estómago.

— Shadow, que está pasan...— No terminó la frase. Descubrió donde se hallaba.

— María, perdóname lo que hice. Yo...

— Llévame de vuelta, por favor. — Interrumpió ella.

— No. Si lo hago tu...

— Moriré. — Terminó de decir, dejándome sin palabras. Ella señaló al cielo, donde un zepelín pasaba con publicidad navideña y de año nuevo. — Este no es mi tiempo. No debería estar aquí.

Después de mi loco movimiento, no podía verla a la cara. Toda esta locura era para cambiar un pasado que ya había definido el futuro de muchas vidas. Fui un insensato y no me sentía del todo culpable.

— Yo solo quería...— No pude continuar hablando. Dolía mucho.

— Me has dado el mejor regalo. — Declaró. — Volví a la Tierra. Volví una vez más y es hermosa.

Eso era una cualidad fascinante de María. Sin importar el lugar donde nos halláramos (un cementerio) ella le veía el lado bueno. Tomó mi mano y comenzamos a caminar. Solo caminamos en silencio unos minutos. Comenzó a toser y un leve hilo de sangre escurría por su nariz. La exposición del ambiente terrestre empezaba a herirla internamente.

—Ya es el momento. — Avisó, manteniendo su sonrisa.

— No quiero perderte. — Dije, dejando que las lágrimas brotaran de mis ojos.

— Siempre estaré aquí. — Acarició mi frente (mi cerebro) y siguió con las púas de mi cabeza. — Pero en especial, aquí. — Posó su mano sobre mi pecho; sobre mi corazón. — Sonrió aún más que antes.

La abrecé por última vez, agradeciéndole todo el tiempo que pasé a su lado. Agradeciéndole el cómo me trató y el cariño que me dio. Invoqué el Chaos Control y dejé que el torbellino la transportara devuelta a su tiempo.

— Sayonara, Shadow the Hedgehog. — Se despidió, desvaneciéndose de mi vista.

Aunque el torbellino aún se mantenía estable, no entré. Sabía que si lo hacía, si me atrevía a volver con ella al pasado, no podría volver con quienes aún me apreciaban en el presente. Al cerrarse, un alivió brotó en parte mi alma.

— Sayonara, María Robotnik. — Me despedí luego de horas frente a su tumba, acomodando unas flores del lugar.

No miré atrás. Solo seguí adelante. Después de todo, entendí al fin que ella seguía a mi lado en espíritu y nunca me había separado de su ser.


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Bueno, espero que les haya gustado. Hasta la próxima. ;D