Infancia 3

Unos días después Tsunayoshi había sido dejado en la mansión Giglio Nero ya que su padre no estaría en unos días por el lugar, el castaño aún se asustaba en la presencia de la mujer; mayormente era precavido cuando la mujer estaba cerca, pero se divertía a su vez conoció a una de sus hermanas, Gamma no sabía cómo interpretarlo; el hombre era agradable y le traía cosas deliciosas, el de ojos miel llevaba su peluche de león en sus brazos y detrás de él iba una pequeña fila de peluches que eran envueltos por las llamas de la niebla que iban a la par de sus pasos como soldados, los guardias y sirvientes miraban sorprendidos al menor por su perfecto control de la llama, Luce estaba en la sala tomando un té mientras leía unos informes cuando escuchó una voz melodiosa y ya familiar para ella, levantando la mirada para encontrar a su hijo con muchos peluches controlados por la llama de la niebla desfilar a su alrededor, ella estaba muy sorprendida ya que era la primera vez que veía una llama de la voluntad en el menor y más cuando este sabía que estaba cerca, cosa que solo lograba cuando estaba Bermuda a la vista, pero callada veía el espectáculo sabiendo que podría desconcentrar al menor y arruinar su diversión, Tsunayoshi era de verdad un cielo, un cielo muy cautivador, su sonrisa y melodiosa risa llenaba los corazones de todos, ese efecto siempre era señal del elemento cielo, sabía que su pequeño niño seria alguien grande e importante en unos años más, lo presentía y con ello traería muchas cosas.

-Uh uh mamma.-el menor se acercó a la mujer pese de mostrarse algo aterrado.-Tsuna quiere ver a Aria, Tsuna le quiere regalar su peluche de ardilla.

La peliazul sonrió cargando al menor-Claro, pero hay que ser silenciosos ¿sí? Aria tiene solo un año y hay que dejarla dormir.

-Tsuna será cuidadoso.-asistía mientras prometía, se aferraba a la mujer hasta llegar al cuarto de su hermana menor. Al verla dormida hizo que el peluche ya dicho flotada hacia el lado de la bebé, sonrió contento con su esfuerzo, se despidió de la pequeña para dejarla dormir como le había prometido a su madre, miro a la mujer que ahora era su madre, ella era diferente a su madre biológica, muy diferente hasta ciertamente era mucho mejor que el mismo esperaba.

-Bien, ¿Quieres hacer algo Tsu-chan?.-pregunto al verlo parado por sí mismo cuando se bajó de sus brazos, haba notado la leve incomodidad del menor pero no comento nada al respecto.

-¿Cuando vuelve Papà?.-preguntó ansioso, removiéndose de su lugar.

-En tres días más.-le acariciaba los cabellos al verlo desilusionado, sabiendo que el menor no se sentí muy seguro a su lado.-¿Qué tal si vamos al centro comercial?, Podrías elegir las cosas de Yuni, que pronto nacerá.-propuso para animarlo.

-¿De verdad?.-sus ojos color caramelo brillaron de emoción y entusiasmo ante la idea.-¡Tsuna hará un buen trabajo!

-¡Así se habla!.-le abrazo encantada, pidió a uno de los sirvientes que preparada un auto y le avisaran a Gamma.

Con todo listo los dos salieron con tres guardaespaldas mientras Gamma cuidaría a su hija, Tsunayoshi pensaban en las cosas que comprarían, había llevado consigo su querido y favorito peluche de león, al llegar al centro comercial iban tomados de la mano hasta llegar a la tienda, Luce y Tsuna iban eligiendo las cosas para la futura integrante de la familia, se tomaron su tiempo en elegir todo, Luce pago todo y con la ayuda de los guardaespaldas dejaron en la limusina las cosas, el menor se distrajo viendo en la vitrina de una tienda de juguetes, que su madre adoptiva y los tres hombres se alejaban pensando que el pequeño castaño los seguía después de escuchar una afirmación del pequeño, un minuto después Tsuna se dio la vuelta y se asustó al no notar a su madre agradable, tembló un poco por el miedo apoderándose en su pequeño cuerpo, miro por los alrededores pero había tanta gente que no pudo quedarse allí, ignorando el instinto que le dijera que se quedara en ese mismo lugar, camino a pasos asustadizo por el centro comercial, mirando por todos lados, pensando de forma positiva, quería a su padre, quería estar con sus soldados de peluches, quería volver a sentirse seguro, extrañaba a Kyoya, apretó su suave peluche de león, camino hasta llegar a una banca fuera del centro comercial, escuchaba a las personas cruzar, con todo el miedo olvidaba el nuevo idioma que le habían enseñado. Se sentó en la banca acurrucándose en el lugar esperando que Luce no le abandonara como siempre lo hacia sus antiguos padres, miraba a la gente pasar, ignorando que un grupo de personas pasaban por allí, sus ojos caramelos se llenaron de pequeñas lágrimas, tenía hambre, miedo, estaba cansado. Una voz femenina pero algo ruda se acercó.

-Hey niño ¿Estás perdido?.-pregunto Lal al ver al menor llorar en la banca, ignorando las voces de sus compañeros.

-Lal joder vamos, Luce debe estar por aquí.-hablaba enojado Verde, odiaba estar cerca de ellos pero hasta cierto punto deberían acabar con la persona que seguía a su amiga y jefa.

-Cállate Verde.-dijo la nombrada.-No digas malas palabras frente a niños.

Un rubio bufo divertido.-Oh vamos, como si tú hablaras siempre así kora.

-Chicos, asustan al niño.-dijo amablemente un azabache con trenza que se acercó para arrodillarse frente el menor.-Que tal ¿Cómo te llamas? Yo me llamo Fon.-le sonrió.

Tsuna se había asustado más por los gritos pero el hombre frente a él era agradable, le sonrió tímidamente abrazando más a su suave acompañante.-T..Tsunayoshi.

-¿Tsunayoshi? No es eso un nombre japonés.-hablo Viper.

Reborn miraba la escena con aburrimiento, bufo molestó, debían terminar de reportar lo sucedido hace unos meses con su cielo pero estaban aquí hablando con un niño idiota, estaba algo sorprendido de que la gritona de Lal Mirch se acercara al menor, ya que todos siempre ignoraban esos sucesos excepción de Fon, se cruzó de brazos esperando que el show terminara.

-Tsuna extraña a papà.-el castaño hablaba en japonés al estar nervioso, quería estar de nuevo en los brazos de su padre.

El menor sin poder soportarlo comenzó a llorar, asustando a la mayoría de los mayores, Verde solo frunció el ceño por la situación absurda y Reborn prefirió ignorarlos, Skull que estaba callado, miro a todos que no sabían que hacer para detener al menor, se mordió su labio antes de acercarse ignorando por primera vez a Colonello y a los demás antes de ganarse al lado del menor que lo miro ahogando un poco sus gemidos, sus ojos caramelos brillaban por las lágrimas que corrían por sus mejillas aferrándose a su juguete, le sonrió un poco.

-¿Crees ser un pequeño hombrecito?.-pregunto con leve suavidad, el menor asistió limpiando sus lágrimas antes de ver al del cabello púrpura, miro un poco su aspecto, que llevaba pircig en su rostro y llevaba maquillaje.-Bien hecho.-le felicito.

-Tsuna es un buen chico.-hipo.

-¿Estarás tranquilo? Ellos.-señalo a sus compañeros.-Aunque parecen muy rudos y muy malos.-arrastro las palabras sin dejar ese toco que suavidad en su voz.-Pero no muerden, por lo menos no la mayoría.-murmuró por lo bajo.-¿Te perdiste cierto?.

Tsuna asistió más calmado.-T..Tsuna se distrajo y Mamma se alejó, pero Tsuna quiere volver con papà.

-Ya veo.-miro al cielo un segundo, con todos callados por la sorpresa de ver a su juguete hablar tan relajado, fueron unos segundos antes de sonreírle al niño.-Eres un niño muy bueno, tu madre debe estar muy preocupada, no hay que hacerla preocupar mas ¿no?.-al ver la negativa del menor se levantó.-Bien, yo y mis compañeros te ayudaremos ¿bien?.

El castaño miro al contrario antes de asistir y luego sonrojarse.-¿Tsuna puede ser cargado?.

Skull rió divertido antes de cargarlo con cuidado, caminaron unos minutos cuando escucharon un grito de una persona conocida para ellos, se giraron para ver a Luce acercase a ellos como podía con su embarazo y tres guardaespaldas detrás ellos todos preocupados, se congelaron cuando escucharon al niño perdido hablar.

-¡Mamma!.-chillo emocionado mientras sus ojos brillaron de alegría sabiendo que ella estaba realmente preocupada por él, "¡Igual a papi!" pensó para sí mismo.

-Oh mi dulce niño.-lo cargo quitándolo de los brazos de Skull.-Me has dejado preocupada Tsu-chan.-le acarició los rebeldes cabellos castaños.-No me hagas eso de nuevo ¿sí?.-dijo mirando si el menor tuvo heridas ya que había notado los ojitos de su niño rojizos.

-Si Mamma, lo siento.-dijo avergonzado antes de mirar a los otros adultos.-Eh ¡Gracias! Tsuna está seguro ahora.-les sonrió completamente, Fon, Skull y Lal se sonrojaron al ver tan inocente sonrisa, Viper ocultaba más su rostro, Verde desvío la mirada sin poder con la sonrisa, Colonello sonrió contento y Reborn ignoro todo.

-Luce ¿Explicación?.-habló el asesino, ahora no lo dijera sabía que ese mocoso no era para nada hijo de Luce y Gamma, aquí pasaba algo.

La nombrada les asistió antes de bajar a su retoño.-Vayamos a la mansión, vamos Tsu-chan, al llegar tomaras tu merienda y tomaras tu siesta.

-Si mamma.-asistió obediente ya que estaba cansado y hambriento, no iba a negarse a algo así.

El camino de vuelta a la mansión Giglio Nero fue incómodo para muchos, Tsunayoshi ignoraba aquella tensión, sonreía contento en los brazos de unos de los guardaespaldas, estaba algo adormilado por haber caminado tanto tiempo y haber llorado, pero también tenía hambre, por ello ya quería llegar a la casa de su madre agradable, cuando se bajó corrió rápido hasta la cocina.

-Antonella.-llamo a la sirvienta que le sonrió, al verlo animado a la cocina.

-Oh joven amo, debe estar muy hambriento.-le ayudo a lavarse las manos y sentarlo en la silla de la cocina; dejando frente al menor un plato de sándwiches de jamón y queso con jugo de fresa.

-Gracias Antonella.-agradeció antes de comer con ganas, estuvo unos minutos hasta acabar.

-Señorito.-hablo un mayordomo que miraba al chico.-Es hora de su siesta.

-Ya voy Nicolás.-con la ayuda del mayor se bajó.-¿Has visto a mis peluches?.

-En la sala, allí los dejó señorito.

-Gracias.-le sonrió.-Gracias Antonella estuvo delicioso.-le sonrió a la joven antes de partir.

Camino animado dejando que su león fuera envuelto por hilos púrpura, haciendo que caminada a su lado como si estuviera vivo, escuchó las voces de muchas personas y su madre y Gamma, se acercó con timidez notando que nadie había visto entrar, sin saber que algunos si lo habían hecho, ya que se habían callado de repente.

-Tsuna.-hablo Luce viendo a su niño.-¿No deberías estar tonando tu siesta?.

El nombrado se sonrojo.-Vine por mis juguetes mamma.

-Oh, claro, claro.-río un poco señalándole los peluches en el rincón de la sala todos juntos.

-Gracias.-se acercó y beso la mejilla de su madre mientras sus juguetes comenzaban a levantarse y caminar hasta el menor sorprendiendo a los invitados.-Adiós Mamma, Gamma-san, oh Skull.-miro al hombre simpático, se acercó al de cabellos purpura para abrazar sus piernas.-Tsuna le agradece por ayudar a mamma.-dijo mirándole antes de mirar a los otros que estaban allí, solo sonrió.-Adiós .-comenzó a irse teniendo una fila de peluche siguiéndolo detrás, cuando volvió a cerrar la puerta Luce miro a sus amigos.

-Qué demonios.-hablo Reborn luego que el castaño se haya ido.

La jefa de Giglio Nero rió divertida por las reacciones de sus compañeros.-Ya conocieron a mi hijo adoptivo Tsunayoshi Von Vichtenstein.

-¿Es hijo de Bermuda? El que será prontamente ascendido a jefe de Vindice.-dijo incrédula Lal.-Lo siento Luce pero ese niño no puede ser hijo de ese sujeto.

-Estoy de acuerdo con Lal kora!.-hablo Colonello sin poder creerlo.

-Oh pero lo es, también estaba sorprendida al saberlo, pero me contó que no es hijo biológico, lo adopto.-explico.

-¿Luce que quieres decir?.-pregunto Verde ahora relativamente curioso.

La nombrada suspiro con tristeza.-Tsu-chan es hijo de Iemitsu y Nana Sawada, es el hijo menor de esa familia, por lo que investigado, Tsuna ella llamado como el bueno para nada, no tenía amigos, aunque lo que me contó es que hizo uno antes de venir con Bermuda, Hibari Kyoya, no era querido por nadie en esa ciudad, sus padres siempre recalcan que solo tienen un hijo llamado Giotto, así que ocultan muy bien que jamás lo tuvieron, mis agentes revisaron el documento en la escuela, descubrieron que nunca tuvo registrado como Tsunayoshi Sawada, realmente no importaba como buscara, Iemitsu guardo bien la información de su hijo menor, cuando Tsuna vino la primera vez a la mansión.-sintió la mano de su esposo en su hombro, le sonrió por el apoyo.-Él era muy desconfiado, él era cauteloso a mi alrededor quizás porque su madre no lo trataba muy bien, él no cuenta nada del tema, solo Bermuda sabe, pero comprendí que Tsunayoshi iba a suicidarse ¿Por qué un niño de 5 años haría eso? Él es un niño muy bueno, muy dulce y encantador, ¿Cómo pudo esa familia dañarlo tanto? Note como su corazón estaba roto, está protegiéndose, se ha aferrado a la única persona que podría confiar hasta ahora seria a Bermuda, se asusta con facilidad, por lo que me ha dicho Bermuda es que teme pedir cosas, también que a veces tiene pesadillas, nunca habla de ello.

Luce soltó unas cuantas lágrimas de impotencia, había convivido con el menor y no había duda de que era un niño muy dulce y tímido, quizás algo torpe pero nada más, miro a sus amigos y compañeros, suspiro para tranquilizarse.

-Por lo que se Tsunayoshi tiene la llama del cielo.-hablo más tranquila.

-Lo siento Luce pero por lo que vimos el mocoso tenia las llamas de la niebla.-interrumpió Viper.

-Oh y las tiene.-les aseguró.

-¿Puedes ser más precisa amiga mía?.-pidió Fon.

-Tsuna tiene actualmente tres llamas de la última voluntad, Cielo, Sol y Niebla, por lo menos esas son las que hemos visto.-aclaro sonriéndoles.

-¿Tres? No es nada raro tener de vez en cuando dos, pero más de ello es casi imposible, dado de que son nuestras emociones y también tiene relación directa con la fuerza de voluntad de un individuo.-hablaba Verde ahora queriendo dar con este nuevo conocimiento y espécimen.

-Bueno puede haber pasado por cómo era tratado, lo más impresionante es el hecho de que son puras, llamas completamente puras y agradables.-comunico pensativa.

-Interesante.-murmuro Reborn, sonrió levemente ocultando su reacción tras su sombrero.

Conversaron más sobre la misión dada por la Arcobaleno del cielo. Mientras tanto el castaño dormía plácidamente rodeado de sus juguetes favoritos que su padre compraba para él, después de una hora y media el pequeño cielo despertó, bostezo un poco levantándose y llevando consigo a un peluche de erizo, se bajó de su cama, camino entre los pasillos de la mansión cuando se encontró con el sujeto con pircing, este le sonrió.

-Hola.-hablo animado.

-Hola pequeño.-se bajó a su altura, se había escapado de Reborn terminando viendo el lugar.-¿Dónde ibas?.

-Uh oh Tsuna iba a caminar.-respondió viéndolo con esos ojos llenos de inocencia.

-Ya veo, creo que no me había presentado antes pero me llamo Skull.

-Un gusto.-río infantilmente.-Tsuna le gustaría ir a jugar afuera, señor Skull.

-Vamos, juguemos juntos Tsuna.-le tomo de la mano para ir por los pasillos, el menor se dejaba con alegría, nunca había tenido un amigo de juegos, al llegar al patio fuera de la mansión se sentaron en el pasto contemplando un buen día.-¿Qué quieres jugar?.

-Uh Tsuna le gusta jugar al tú la atraes.-dijo emocionado,

-Bien, yo las traigo.-se levantó.-Es mejor que dejes tu peluche en un lugar seguro ¿No vas a querer que se rompa o ensucie?.

-No.-negó con la cabeza para dejarlo en un lugar seguro.

Y luego de ello el juego comenzó con Skull persiguiendo a Tsuna, dándole ventaja al menor para más diversión, luego de varias ganaras y corridas se sentaron en el pasto nuevamente para descansar notando lo tarde que era, el motociclista cargo al niño que estaba adormitando, tarareo yendo a la oficina de Luce, había algo extraño, era atraído al niño, había sentido un agradable sentimiento cuando este le sonreía, se sentía tan completo...ese mismo sentimiento que había sentido con Luce pero a mayor medida con el pequeño niño, era extraño pero no se quejaba, Tsuna no le gritaba o golpeaba, al contrario parecía ¿quererlo? Era raro pero como pensaba nuevamente no se quejaba, cuidaría y protegería al niño con todo y todos, al llegar a su destino toco antes de entrar, encontrándose a la jefa de Giglio Nero y Reborn con Lal allí, suspiro internamente antes de entregarle al menor a la madre.

-Gracias Skull.-suspiro encantada viendo al castaño dormido, le acaricio sus cabellos con cariño, notando como Tsuna sonreía dormía.

El azabache bufo.-De algo tenía que servir lacayo.-levanto una de sus cejas.-Aunque claro me sorprende.

-No es nada Luce.-le dijo amablemente Skull a la cielo ignorando al asesino.

Reborn al notarlo frunció el ceño, levantando su pistola.-No me ignores lacayo.

Sorpresivamente Skull le apunto de vuelta, algo en esos ojos del motociclista era diferente, desde que conocieron a Tsunayoshi, "No será" pensó Reborn desconcertado. Había algo que estaba sucediendo y era referente a Tsunayoshi Von Vichtenstein. Sin que nadie se diera cuenta, el chupete del cielo comenzó a opacarse en el cuello de Luce, a su vez un suave resplandor iba hacia el pequeño en brazos de la peliazul, el destino pronto comenzaría a moverse y con ello Tsuna terminaría teniendo a gente que realmente lo querían.