Capítulo 19: Reuniones incómodas.

Disfrutaron de los dos días en compañía de los aliados más confiables que tenían Giglio Nero, Enma y Tsuna fueron a la cocina por pasteles, siendo acompañados por Dino, los guardianes de Tsuna fueron a diversas partes juntos y una que otra compañía Arcobaleno estaba con ellos, todos relajados y contento cuando loa días pasaron a ser serios, cada uno fue a hacer lo pedido por el jefe Giglio Nero, sabiendo que era lo mejor, Tsuna estaba hablando con Nagi y Lal cuando escucho su teléfono sonar, miro el número desconocido antes de contestar.

-¿Hola?.-miro a sus compañeras fijamente al notar sus miradas.

-*¿El jefe de Giglio Nero?.-hablo una persona dudosa.*

Rápidamente el castaño se puso serio.-Soy yo, puedo saber ¿Quien llama?.

-*Oh claro, claro soy Coyote.-aclaro.*

-¡Coyote! Hace tiempo no te escuchaba.-río un poco.-Dime, ¿Que necesita Vongola de mi?.

-*Nono y Octavo piden si puedes venir a la mansión por asuntos de Famiglias.*

-Mm ¿Tiene que ser hoy?.-se removió inquieto.

-*Si...*

-Tks, pregunta si unas personas pueden venir conmigo, ya que debo recogerlos hoy.-dijo decidido, le hizo unas señas a las chicas que al captar salieron rápido del lugar para cumplir las órdenes.

-*No creo que sea problema Tsuna.*

Sonrió.-Solo quiero confirmar Coyote, no quiero más problemas con el abuelito.

*Se escuchó un bufido.-Ante todo él te ama Tsuna.*

-Lo sé, ¿A qué hora debo ir?.

-*Tan rápido como puedas.-aseguro.-Te veo al rato.*

-Si.-Corto la llamada, suspiro en el mismo momento que aparecía Colonello, Lal, Nagi y Mukuro.-Oh chicos.

-¿Que sucede con Vongola?.-pregunto serio Mukuro.

-Quieren una reunión conmigo, lamentablemente tiene que ser hoy, cuando vaya a buscar a los chicos, estarán Reborn, Fon y Kei. Así que estaré seguro, por ahora necesito que llamen a alguno de ellos de este inconveniente, quería una reunión con ellos pero no ahora que llegaban mis hermanitos y las chicas, pero no puedo hacer nada, estaré preparado para todo, además avisen a Xanxus-niisama de esto, solo por las dudas.

-Claro.-asistió Lal cruzándose de brazos.

-Entonces debes apurarte Kora, el vuelo de los chicos ya va a llegar kora.-aviso el rubio.

Asiste con la cabeza.-Bien, me iré a cambiar y llamen a la limusina por favor chicos.-les miro antes de sonreír.-No se preocupen estaré bien.

Con todo dicho, el castaño fue a ponerse un traje blanco con camisa negra y corbata anaranjada. Tomo su anillo como el anillo y caja arma, saco a Natsu para que tirara de sus patas.

-Hey amiguito.-acaricio la melena del pequeño león.

Teniéndole en brazos se fue al aeropuerto, en ese tiempo solo miraba por la ventana acariciando el pelaje de su compañero, tomo solo media hora llegar, al bajarse sonrió contento al ver a sus amigos nuevamente con él. Les abrazo y saludo como correspondía sabiendo que Reborn y Kei estaban muy serios ante la situación, suspiro internamente, al entrar nuevamente en el auto les explicó su pequeña parada, asistieron con la cabeza sabiendo que no podían hacer nada con eso, en el vieja conversaron de lo que el de ojos caramelo se había perdido por el tiempo, al estar al tanto felicito a las chicas por su trabajo. Que sin darse cuenta habían llegado a su destino, miro la mansión Vongola, antes de bajarse con todos allí aunque los chicos no quisieran, se encontró con Coyote esperándolos.

-Joven Giglio Nero.-hablo cordialmente.

-Coyote.-le hizo una pequeña reverencia.

-Los llevare a la sala de reuniones

Con ello dicho fueron guiados por los pasillos hasta entrar a un cuarto donde estaba Octavo y Noveno con sus guardianes, Tsuna les observo notando a los hermanos de los guardianes de su hermano mayor y dos en específico observaban a uno de sus amigas.

-Debo decir que me sorprende su llamada señores.-comunico mientras se sentaba.

-Sentimos si Interrumpimos algo.-dijo algo apenado el más viejo de todos allí.

-Está bien.-les sonrió un poco.-Déjenme presentarles a mis amigos, él es Futta de la Stella mi hermano menor.-presento a un chico un poco más bajo que el de cabellos castaños que se aferraba a un libro.-Y ella es I-pin mi hermana menor.-dijo presentando a una chica de cabellos negros con dos trenzas a cada lado y que usaba ropas chinas.-Y ellos son mis amigos, Haru Miura, Kyoko Sasagawa, Chikusa Kakimoto y Ken Joshima.-decía mientras presentaba a cada uno de sus amigos.

En las presentaciones nadie hablaba dejando al castaño siguiera con lo suyo pero había dos personas que miraban a la castaña que sólo sonreía.

-Hola Oni-chan, Oni-san.-hablo alegre.

-De verdad eres Kyoko al extremo!.-hablo el peliblanco confundido.

-Estoy extremamente confundido.-dijo Knuckle mirando a su hermana menor.

-¿Qué pasa?.-pregunto confundido Giotto viendo a los usuarios del sol.

-Creo que es obvio.-dijo Tsuna.-¿No te suena el apellido? Ella es la hermana menor de Knuckle-san y Ryohei-san.-se cruzó de brazos.

-¿La que desapareció?.-murmuro Lampo.

-Yare yare que problemático.-susurro Lambo de forma aburrida.

-¿Cómo esta ella con ustedes?.-pregunto Lambo mirando de reojo a I-pin antes de sonrojarse.

-No venimos a hablar de mis asesoras.-dijo Tsuna haciendo que sus ojos caramelo se volvieran anaranjados.

-Tienes razón Tsunayoshi-kun.-hablo el actual jefe de Vongola.

-No espera.-dijo Ryohei serio.-Necesito saber.

El jefe de Giglio Nero le miro antes de suspirar.-Kyoko-chan por favor.-miro a su amiga.

-Claro jefecito.-río alegre antes de ver a sus hermanos.-Como recuerdan fui secuestrada cuando niña, estaba en un laboratorio, hubo algunos experimentos en ese lugar. Allí conocí a Haru-chan, Chikusa-kun y Ken-kun, nos volvimos amigos cuando nos dejaban interactuar entre nosotros.-se removió incomoda ante las miradas, sintió las leves llamas del cielo de Tsuna, le miro viendo la preocupación en ellos, le sonrió agradecida.-Obtuve uno que otro experimento involucrada.-se acarició su brazo derecho por inercia.-Cuando pensamos que moriríamos allí, escuchamos gritos de los científicos y allí fue cuando Tsuna-sama y los Arcobalenos nos salvaron de ese infierno.-su tono de voz sonaba a admiración.-Fui cuidara por la Fagmilia Giglio Nero, cuando me quisieron enviar de vuelta con mi familia, no quise, habían pasado cinco años en ese lugar, así que Tsuna-sama propuso dejarnos quedar en la mansión, termine mis estudios, ellos pagaban todas mis necesidades, me sentía en casa, eran mi nueva familia, hasta me ayudaron con mi idea de la moda.-sonrió alegre.-Les debo mucho, pero.-miro a sus hermanos.-Los visitaba desde lejos, no quise meterme en sus vidas, no cuando pudieron recuperarse de mi perdida.

-Kyoko...-murmuraban los dos hombres.

-¿Por qué nunca dijiste nada Tsuna? Tu sabias esto!.-alego Giotto mirando a su hermano.

Alzo una ceja mirando al rubio.-Claro que lo sabía, yo la rescate, pero ella decidió no volver, le pregunte por ello, cuando nos dio sus razones, no la obligue, si no se sentía segura con su familia, no la alejaría, mi madre la cuido como una hija más, la educó y enseño a usar sus llamas de la última voluntad.

-¿Llamas?.-pregunto Asari.

-Los experimentos no eran porque si.-dijo el castaño.-Creó que ustedes habían escuchado de la Familia Estraneo.-al ver muchas cabezas afirmar continuo.-Rescatamos a cada persona que se podía, mayormente niños, fueron cuidados tanto física como mental, devolvimos a cada uno a sus familias correspondientes, los huérfanos les buscamos familia o fueron criados por una familia de Giglio Nero.-explicó.

-No deberían meterse en asuntos Giglio Nero.-hablo tranquilamente Chikusa.

-Ah Chikusa-kun por fin hablas.-dijo Kyoko viendo a su amigo.

El rubio rió divertido.-Escuchaste eso Kapipi, lo sigo diciendo me eres divertida byon.

-Gracias Ken-kun.-le sonrió divertida.

-Ahora que dejaron de molestar a mi subordinada, podemos seguir con asuntos que nos concierne.-dijo el castaño algo aburrido.

-Claro Tsuna, quizás desees irte para disfrutar con tu familia.-hablo el octavo.

-Tsuna-nii.-hablo Fuuta-Prometiste llevarme al centro.

-Lo siento Fuuta, terminaremos esto e iremos, así almorzamos allá antes de volver a la mansión, después haré lo que ustedes dos quieran I-pin.-prometió.

-Gracias, eres el mejor hermano mayor.-dijo animada la azabache.

-Mou esto es aburrido Tsuna-san! hahi.-se quejó la chica cruzándose de brazos.

-Haru-chan por favor.-dijo Tsuna suspirando.-Todos cállense.-dijo serio mirando a su grupo.-Cada uno será recompensado por esta estupidez, así que estarán allí sentados y callados ¿Comprendido?.

-S...si.-dijeron al mismo tiempos todos al ver la paciencia de su cielo fallar.

Reborn miraba todo divertido, Fon suspiro internamente sin dejar de mirar a su alrededor alerta, Kei por su parte solo estaba detrás de su jefe sin quitar su seriedad. Los Vongola por otra parte estaban callados viendo la interacción de ellos, Giotto estaba triste, viendo como su hermano menor era en realidad hermano mayor para muchos, suspiro internamente.

-Bien, volviendo a nuestros asuntos por favor.-pidió el castaño mirando a los demás.-¿Para qué me llamaron?.

-Quisiéramos una ayuda con los Arcobalenos.-respondió serio el más viejo.

Eso llamó la atención de la familia Giglio Nero, Reborn miraba a los otros de forma asesina, algunos se tensaron ante el cambio de ambiente.

-Reborn.-murmuro el cielo, rápidamente la tensión se fue.-Así que, ¿Que deseas de mis compañeros?.

-Hay algunos enemigos que se han vueltos peligrosos.-aclaro.-Desde que usted ha sido el nuevo Arcobaleno del cielo, los demás no toman asuntos a menos que sean aliados de Giglio Nero.

-Eso es correcto.-afirmó el castaño.-Aunque eso no se los pedí, quiero aclarar.

-Por supuesto.-hablo Fon de forma tranquila.-Nosotros decidimos eso, no nos alejaríamos de tu lado menos por aquello.-dijo serio ante lo último.

-Se cuidarme.-frunció el ceño molesto.

-Lo sabemos.-hablo Reborn.-Te tenemos confianza Tsuna, pero no haces sentir mejor estar alrededor de ti.-dijo esto último en el oído del chico sonrojándolo.

Le sonrió al asesino.-Esta bien, ustedes ganan.-sonrió contento antes de mirar a los Vongola.-Bien, quiero saber de la misión, todos los detalles y personal, Fagmilias, todo, y por supuesto el pago por esta misión, envíame todo y le daré una respuesta después de aquello, no arriesgaré a que algo les suceda a mi familia.-respondió.-Pero aprovechando esto Octavo, creo que Xanxus le ha hablado de mi idea.

-¿De tu guardián del sol? Sí, no le veo mal, siempre se necesita ayuda en la enfermería.

-Se lo agradezco Octavo.-le sonrió, antes de que Giotto hablara en la puerta se abrió mostrando a una pelirosa que iba distraída.

-Octavo termine la misión y...-levanto la mirada notando que había interrumpido una reunión importante, miro al castaño, fijándose en los dos Arcobalenos.-¡Oh! Tsuna, chicos.-les sonrió.

-Bianchi~ es una alegría verte por estos lades.-le guiño el joven jefe.-Deberías venir a la mansión uno de estos días, sabes que eres más que bienvenida.-pidió levantándose.

-Cuando el trabajo esté terminado iré por supuesto, hay mucho de lo que hablar.-prometió divertida.

-Gracias, chicos vamos.-dijo dando así fin a la reunión que se había vuelto incómoda por parte de los Vongola.-Hasta luego.-hizo una pequeña reverencia antes de que todos empezaran a salir pero fueron detenidos por la voz del guardián de la lluvia.

-Tsuna-kun ¿C...como esta Takeshi?.-se atrevió a preguntar Asari.

-Está muy feliz y bien.-le respondió amable.-Le diré que le mandas saludo.

-Y ¿Mukuro y Nagi?.-se atrevió Deamon.

-Muy bien, están felices de estar en casa, creo haber escuchado que Mukuro iba a asustar a algunas personas por el alrededor.-se encogió de hombros.-Nagi debe estar con Viper creando ilusiones o con Umi-chan planeando cocinar o entrenar.-sin más que decir todos se fueron.

Giotto vio a su pequeño hermanito irse, mientras los dos Sasagawa miraban a su hermana partir, hundiéndose en tristeza, Hibari miraba a su conejito irse, apretó los puños, el castaño ni le miraba, los otros chicos miraban al menor con leve curiosidad, aunque los dos Gokudera miraban a su hermana mayor y prima con extrañeza.

-One-chan ¿De dónde conoces a Tsunayoshi?.-pregunto G.

Se encogió de hombros la mujer.-Desde que era un niño, fue una vez a la mansión Gokudera, allí fue donde lo conocí la primera vez.

Los dos primos fruncieron en ceño pensativos.-¿Cuándo paso que no recuerdo haberlo visto?.-dijo Hayato cruzándose de brazos.

-Fue cuando Hayato tenía su recital en Europa y tu mamá aún estaba viva.-respondió levemente.-Ese día se le había pedido un trabajo a Reborn, cuando supe que estaba en la mansión quise mostrarle mi trabajo y a verlo me fije que había un chico disfrazó de conejo blanco a su lado que le tomaba de la mano.-sonrió melancolía.-Ahra Tsuna se veía tan adorable.

-Entonces ya Tsuna vivía aquí en Italia.-concluyó Knuckle pensativo.-Y si es así, ya llevaba un tiempo considerando que Reborn le dejara tocarlo.

-Por supuesto.-respondió la mayor.-Ya ahí Reborn había caído por Tsunayoshi, por lo que se y me han contado, Reborn aborrecí a Tsuna, y fue difícil que algo buena pasada, pero un día al otro este ya no lo dejaba solo o lo consentía, Tsuna sabe llegar al corazón hasta al más duro oponente.

Bufo Asari divertido.-De hecho Tsuna es una armonía en sí misma.

-Obviamente, él es un cielo.-dijo refunfuñando Lampo.

-Sí, pero lo que quiere decir Asari es que, Tsuna parece un perfecto cielo, por ejemplo ahora, tranquilizo a Kyoko con un poco de sus llamas.-dijo G.

-Nufufufu el chico en sí mismo es interesante.

-El Omnívoro es alguien complejo.-habló Alude.-Quiero una pelea con él.

-Ne Kyoya tú lo conociste un poco más de niño ¿su aura sigue igual?.-pregunto Bianchi mirando con interés al chico, ignorando como todos los quejidos de Hayato.

-Si y no.-respondió molesto, miro a todos que le observaban.-En el primer momento que lo vi, pensé que era una inútil herbívoro, bueno para nada, pero aun cuando era insultado siempre veía el lado bueno de todo, cuando me curo en contra de mi voluntad, sentía que debía dejarlo, me sentía querido, me hizo sentir que había otros sentimientos que pensaba no tener, como el sentirme en casa, cuando lo volví a ver nuevamente ese sentimiento se intensifico, pero era más dominante, pacífica y agradable. Era un sentimiento herbívoro "Me sentía que estar a su lado era correcto".

Todos estaban sorprendidos por tal larga en su opinión de Hibari sobre ello. Bianchi sonrió más.

-Es porque tiene la llama del cielo.-justificó eso el peliblanco.

Rió por lo bajo.-Sí y no.

-¿Quieres explicarte Bianchi?.-pidió Giotto.

-El cielo es armonía, es pacífico y misterioso, el cielo puede llevarte a la gloria o llevarte a tu destrucción, la llama del cielo se muestra diferente en la persona, te hace sentir que debes seguirla, dependiendo lo fuerte o no que es su voluntad en el portador, también varia en su pureza.-cerro los ojos un segundo antes de suspirar y mostrar una sonrisa pequeña.-Las llamas del cielo son atractivas para los atributos, los elementos no son nada sin su cielo, y el cielo no es nada sin sus elementos, su característica es como dije armoniosa, pero es como ver el lado bonito de ello, el otro lado también puede ser engañosa, letal, porque es destructiva, es un arma de doble filo, sientes que debes seguirlo sin importar y lo sentirás correcto, te sentirás a gusto, porque el cielo acepta todo, Tsuna.-miro un poco a todos en la sala.-Tsuna es un cielo perfecto, un cielo en equilibrio, el acepta a todos por igual, enemigos, aliados, desconocidos, conocidos, no importa, él siempre te sonríe y esta para ti, te hace sentir que sin importar lo que hagas, correcto o incorrecto estará allí, no importa si tienes tus defectos o eres habilidoso, siempre te apoya, siempre nos regala una sonrisa.-habla con admiración.-Nunca pide nada a cambio, no tiene segundas intenciones, pero eso cambia cuando tocas a alguien que el ama.-se estremeció un poco y eso fue notado por todos.-Él se muestra diferente, el querrá destrucción, aun no ensucia sus manos, porque nosotros nos hemos encargado de eso, una cosa es ordenar la muerte y otra es darla por ti mismo, el hará lo que sea por venganza, el no hace nada siempre y cuando nadie haga algo contra él o sus seres queridos, tiene un alma pura, me hace querer seguirlo...corrección, ya le sigo.-dijo divertida.-El siempre vera el lado bueno de todo, pero tampoco es como si fuera un ingenuo, acepta la realidad, cuida a todos los que le siguen, por eso es muy quisquilloso a la hora de prestar la mano en referencia a gente que no está aliada.

Todos en el salón estaban hundidos en sus pensamientos, mucho de lo dicho por la chica era verdad, no había mejor forma de describir a Tsunayoshi como perfecto, Giotto suspiro con tristeza.

-Además.-volvió a hablar Bianchi tomando la atención de todos.-Todo el mundo termina cayendo por Tsuna, hasta los de atributo cielos, Luce, Aria, Yuni, Byakuran, Octavo, Dino, y la lista sigue, los cielos en si nunca sienten un sentimiento tan fuerte para proteger a un cielo como Tsunayoshi, por eso siempre he pensado que él es un cielo que llegada a la gloria.

-¿Es verdad Abuelo?.-miro el rubio al mayor.

Timoteo sonrió un poco.-La primera vez que lo vi, tuve un fuerte deseo de proteger, ni siquiera lo relacione en un momento como un guardián del cielo, pero deseaba siempre fuera feliz y su sonrisa perdurará.

Los guardianes de Giotto reflexionaron con aquello, podían comprender un poco la explicación, ellos sentían que seguir a Giotto era lo correcto, iban a irse cuando el anillo Vongola comenzó a brillar en la mano del rubio, todos cerraron los ojos por la luz, al aclarar la vista vieron sorprendidos una copia exacta de Giotto pero más adulto y sus ojos eran dorados.

-Octavo y Noveno un gusto.-saludo serio.

-¿Primo?.-Timoteo miraba el fundador confundido.-¿Que sucede?.

-Solo vengo avisar sobre los problemas que se darán a Vongola.-se cruzó de brazos, miro a su familiar.-Lamentablemente Noveno tendrá que afrontar estos problemas dados por mi descendiente.-hizo una mueca.-Si no fuera por Tsunayoshi, habría perdido la esperanza en mi sangre.

-¿Conociste a Tsuna-kun?.-pregunto desconcertado Deamon.

Primo sonrió mirando al Octavo.-El chico sabe cómo hacer dormir a la gente con las llamas de la lluvia.

-Oh, recuerdo ese día, de repente me sentí muy adormilado de repente, antes de cerrar los ojos sentí la presencia de Xanxus, Squalo y Tsuna, pero pensé que había sido mi imaginación.

-No, al parecer Tsunayoshi necesitaba tomar el anillo, y eso hizo, todos los anillos Vongola fueron a su mano y nos presentamos ante él.-suspiro divertido.-Pensé que odiaría Vongola, pero no fue así, el no odiaba a nadie, había pensado que tendría rencor a su familia biológica por todo el daño, pero me negó eso, él era feliz, pero sabía que en un punto habrían consecuencias por ello.-gruño molesto.-Y lamentable que eso sucediera, las cosas ahora serán difíciles, todo por mi sangre.

-¿Lo dices porque mi hermano y yo somos parecidos?.

-Sí, sabiendo que es obvio ya por su hiper intuición es sólo por Vongola, él jamás mentira sobre su pasado, ni su presente ni futuro, no sé si Vongola caerá o podrá levantarse de ello, pero Cavallone no nos ayudara, los Shimon hace años rompió alianza con nosotros.

-¿Entonces qué debemos hacer?.-pregunto angustiado como todos allí el azabache.

-Tomar el cargo ya.-miro a su familiar.-Y nombrar a Tsunayoshi Arcobaleno como un heredero futuro de Vongola, él después de todo tiene ese derecho.

-¿Pero lo tomara como Décimo Vongola?.-pregunto G.

-Si.-hablo Primo con seguridad.-Sé que lo hará,.

-Está bien, pero será difícil, yo y mi hermano no nos llevamos muy bien.

El fundador sonrió divertido.-El tiempo lo dirá Giotto, pero es mejor hacerlo que no hacerlo, ya no deseo perder más gente de esta manera, como paso con la heredera que iba a tomar el puesto de Octava.

-¿Cómo?.-parpadeo confundido el guardián del sol.

-La madre de Timoteo seria la Octava Vongola, pero murió antes de la ceremonia, ella controlaba ya el negocio, pero sin hacer la ceremonia no es oficial.-explico el guardián de la tormenta de Timoteo.

-Madre quedo embarazada de mi un mes antes de la ceremonia, pero venía con complicaciones, si no tenía cuidado, no nacería, así que el estrés era algo que podría provocar un aborto, así que cancelaron la ceremonia, ella manejaba aun todo, pero ella no soporto el parto, fui cuidado por el séptimo que me enseño todo lo que pudo y a los diez tuve que tomar el cargo ya que, séptimo falleció y ya tenía la mayoría de mis guardianes.

-Lo siento abuelo.

-No te preocupes nieto, sé que fue una maravillosa mujer y hubiera sido una buena madre.

-Bueno, volviendo al tema, tengan cuidado, esto será el peor conflicto interno que tendrá.-advirtió el mayor.-Hasta luego.

Rápidamente volvió a desaparecer en el anillo que dejo de brillar.

-Tendremos que ingeniar un plan.-dijo con seriedad Coyote.

-Si me lo permiten, puedo hablar con Tsuna sobre el puesto?-hablo Bianchi.

-¿Nos harías ese favor hermana?.-pregunto Hayato.

-Claro, él merece saberlo y es mejor que sea alguien que no se ponga hostil.

-Gracias Bianchi.-agradeció Timoteo.-¿Te iras ya?.

-Un estaré aquí hasta la tarde, conociendo a esos chicos irán a dar una vuelta por Sicilia.-sonrió un poco.

Conversaron sobre los planes futuros, el tiempo salía volando, los Vongola arreglaran la ceremonia sobre el Noveno Vongola, iban todos de aquí por allá, también enviaban invitaciones a sus aliados y los neutros, Giotto sabía que vería a la familia de su hermano. Trato de llevar a su padre que fuera a unas vacaciones con su madre, sin que supiera de lo que pasaba, algo le decía que tuviera cuidado con su querido padre, cosa que le preocupaba más que nada, el tiempo salió volando, cuando fue la ceremonia sería un día antes de su viaje a Japón para terminar sus clases, así que tomo correctamente el mando de Vongola, fue felicitado por todos allí, teniendo a sus guardianes cerca, los hermanos de estos paseaban por allí.

-Felicidades Vongola Noveno.-felicito Tsuna sonriéndole cordialmente.

-Muchas gracias joven Giglio Nero.-asintió nervioso.-Espero que el mensaje fuera recibido por Bianchi.

-Sí, pero aún no ha sido discutido, ya que mis guardianes y famiglias aliadas estuvieron de misión para mi.-aclaro tensando su sonrisa.

Asintió con la cabeza al ver incomodo a su hermano menor, detrás de este estaba el guardián del sol, el Arcobaleno de la nube y lluvia, que vigilaban cada paso que daba y los otros.

-Vas con mucha vigilancia joven Giglio Nero.-exclamo curioso.

Los chicos se tensaron por aquello, el castaño suspiro antes de sonreír divertido.-Mi seres queridos son sobre protectores, y más con un grupo que no estábamos aliados, debe comprender nuestras inquietudes.

-Muy comprensible.-con dicho aquello se alejaron, cada uno en diferentes direcciones.

-Somos muy obvios.-murmuro Tsuna.

-No queda de otra Tsuna.-hablo Colonello ansioso.

-Sí, no sabemos si el enemigo está aquí.-aclaro Skull con seriedad.

-Bueno, solo disimulemos un poco más, iré a ver a Umi-chan y Nagi-chan, quizás esté cerca Takeshi o Reborn.

Los guardianes asintieron resignados.

En una esquina del lugar había dos azabaches.

-Takeshi.-Asari miraba a su hermano menor con tristeza.

-Sabes, no es que me haya muerto o lastimado como para que me mires así nii-san.-se quejó el contrario.

-Lo siento.-dijo apenado.-Es que jamás espere que te fueras así.-suspiro.

-¿Asari nunca te diste cuenta que yo sobraba en ese lugar? Nunca me sentí como parte de Vongola, no por completo, como dije las llamas de Giotto son similares a las de Tsuna, pero Tsuna estuvo allí cuando lo necesite, ni siquiera me pidió ser su guardián de la lluvia, yo se lo pedí.-dijo con seriedad sorprendiendo a su hermano.-Le dije que necesitaba estar a su lado, que le protegería, que sería su lluvia perfecta, pero él no pedía perfección, el solo quería saber si confiaba tanto en el como él confía en mí, es igualitario, se preocupa por todos por igual, a ninguno lo trata diferente.-sonrió con cariño.-Nos ha hecho felices a cada uno.

Asari no evito sonreír con melancolía.-Lo comprendo, creo que eso hace diferente Tsuna de Giotto, después de todos allí todos tienen su lugar, pero ni Giotto sabe qué hacer con los demás.

-No sé qué pasara nii-san, pero protegeré a mi cielo de cualquiera, y eso te incluye a ti.

-Has cambiado Takeshi.-suspiro pesadamente.-Pero me hace feliz que encuentres esa felicidad, aun sabiendo que seremos enemigos.

El menor sonrió radiante.-Porque estar con Tsuna me hace feliz, estaré bien, sé que mi cielo haría todo lo posible para no ponerme en peligro y yo me esfuerzo para ser fuerte y protegerme a mí, a mi cielo y a mi familia.

-Papa estará orgulloso, debes ir a visitarlo más seguido.-dijo Asari alejándose.

Rió divertido.-Maa maa siempre hay tiempo para Papá.

Las dos lluvias fueron a buscar a sus cielos.

-¿Dónde estuviste Takeshi?.-preguntó el castaño curioso mientras bebía un jugo que le había servido la peli índigo.

-Maa maa hablaba con mi hermano.-dejó su brazo en los hombros del castaño.-¿Me perdí de algo?.

-Uh no, me he estado escabullendo de Kyoya.-se sonrojo al admitirlo recibiendo una risitas de las chicas y la sonrisa del azabache.-Mou no se burlen chicos.

-Nunca podrás escapar para siempre jefe.-dijo con seriedad Umi.

-Lo se.-logra suspirar con pesadez.-¿Han visto algo sospechoso?.-preguntó cambiando de tema.

Sus guardianes fruncieron el ceño.-No, por lo menos todos tienen cuidado de acercarse a ti.-habló Ken que se acercaba a ellos.-Mukuro tampoco encontró algo.

Asintiendo por la información, no es que le sorprendiera tampoco, era algo esperado.-Gracias chicos.

-Por cierto Tsunayoshi-sama ¿Por qué asistir a este estúpido evento? Ni siquiera Varia quiso venir pero por última petición de Octavo vinieron.-preguntaba curioso Yusuke.

-Bueno, sería descortés de mi parte, siendo nuevo jefe de una de las mafias no podía no venir, seria mal visto para Giglio Nero, como veras también esta Dino y como tú has dicho también esta Varia, Vongola aún es poderosa, así que lo mejor es venir aunque no me guste.

-Kufufu~ eso es tan problemático.-murmuro una voz que reconocieron.-Tsunayoshi-kun lady Luce me pidió decirte que ella y sus hijas se retiran con Gamma y algunos guardaespaldas de la mansión.

Asintió mostrando que le había escuchado.-¿Puedes ver que regresen a casa a salvo? Por favor Mukuro.-pidió dirigiendo su mirada hacia donde sabía que estaba el mayor.

-Kufufufu sería un placer mi cielo.

Al ya no sentir la presencia de su guardián ríe, vuelven a dispersarse tal manera que había sido discutido anteriormente, aunque esta vez parecía que el nuevo jefe de los Arcobalenos estaba solo no era así, siempre era vigilado por todos sus seres queridos, Varia miraba de vez en cuando encontraban una cabellera muy reconocible para ellos, siempre estaban alrededor del cielo de Giglio Nero, todos los de la mafia sabían quién era él, sabían de igual manera que tocarlo era la muerte, por sus guardianes, por los Arcobalenos, por Giglio Nero o por Vincade, y todos ellos no tenían tendencias suicidas, gracias, tenían muy claro que el pequeño cielo era intocable y a muchos eso les daba más razones para respetarlo, a la vez que tenían un miedo, era tan dulce el chico, su aura era tan cálida, era ver algo completamente puro en un lugar lleno de terror, maldad y sangre.

Giotto miraba a su hermano menor conversaba con algunos jefes de la mafia, como siempre le sorprendía la sonrisa que tenía el menor ante gente tan peligrosa y no asustarse, quizás vivir con los más fuertes pudo a ver ayudado en eso, o era posible que él no estaba preocupado de que algo saliera mal, por lo que notaba a los amigos de su hermanito muy cerca de él en todo momento. Hubiera deseado que las cosas con él hubieran sido diferentes, parpadeo al encontrarse frente a Reborn.

-Reborn.-le sonrió radiante.

-Mm.-el hitman le miro serio.-Siempre serás Dame-Giotto, por lo menos muestra un poco más de lo que te he enseñado todos estos años Vongola.-siseo.-Siempre mis trabajos son excelentes.

-No lo olvidare, muchas gracias por todo Reborn.-le hizo una pequeña reverencia.

-Solo recuerda Giotto Vongola, lástimas a mi cielo y estarás muerto.-advirtió antes de alejarse buscando al castaño escurridizo.

El rubio no pudo evitar estremecerse por aquello, algunos miraban la pequeña práctica y sonrieron igual de asustados, Reborn era alguien de temer sin importar si eras el jefe de una mafia tan poderosa, G miraba por donde se había ido el Arcobaleno del sol.

-Esta de mal humor.-dijo el pelirrojo.

-¿Cuándo Reborn está de buen humor?.-pregunto Lampo mirándolos a todos.-Yare Yare tan problemático.-se quejó.

-Chicos, no discutan este día.-pidió el cielo Vongola sabiendo que en algún momento G sacaría sus armas.

Lo que quedaba del día fue tranquilo para el rubio, cada jefe se despidió de él y volviendo a felicitarlo por su ascenso, con Tsunayoshi fue todo tenso pero como rápido vino, rápido se fue, ese era el grupo más grande del lugar, cosa que no le extrañaba, volvió a la mansión, solo quería descansar de ese día tan problemático. Al día siguiente fueron de vuelta a Japón, aun cuando era jefe debía terminar sus estudios como cualquier otro, por lo menos esos dos primeros días, eran para descansar o para la gente que llegaba tarde por el viaje o vuelos, cosas que podían pasar, así que daban dos días para llegar, ya estando establecidos Vongola seguía con su rutina como siempre, sabiendo que Giglio Nero ya estaba aquí también, como los Shimon, cosa que esperaban, no volviera a tener un problema, ya sufrientes tenían con los sucesos en su hogar, aunque los menores no sabían que pensar con todo lo que estaba pasando, por otra parte, Tsunayoshi tarareaba en la cocina junto a sus hermanas.

-¿Uh y han sabido de Shoichi y Spanner?.- pregunto a los chicos.

-Ellos me están ayudando con un proyecto.-aclaro Verde viendo su computadora.-Vendrán cuando terminen lo que se les ha pedido, pero no te preocupes Tsuna, ellos están bien, los deje en la mansión Gesso.

-¡Ya veo! Gracias Verde-chan.-le sonrió contento mientras cocinaba el almuerzo.

Después de comer, el castaño acompaño a Takeshi en uno de sus entrenamientos para el béisbol, ya que pronto tendrían un juego amistoso, se sentó en el césped viéndolo correr, dando algunas vueltas y hacer el ejercicio correspondiente había pasado el tiempo, el azabache se sentó al lado del castaño para descansar, acepto la botella de agua que le era ofrecida, en el pequeño silencio escucharon un grito que reconocían en cualquier lugar, vieron pasar a Ryohei que se detuvo al verlos.

-Hola al EXTREMO.

-Hola Ryohei-sempai.-saludo Tsuna sonriendo.

-Que tal Ryohei, ¿Es tu entrenamiento matutino?.-pregunto Yamamoto.

-Sí, aunque mi hermano ya no desea acompañarme.-respondió algo desanimado.

-¿Por qué estás tan triste?.-se atrevió a preguntar Tsunayoshi viendo al mayor extrañado.

El peliblanco suspiro y se acostó en el pasto.-Desde que fue la ceremonia ha estado más distante, ha sido muy problemático creer a todos que no entiendo lo que está pasando y que no me siento cómodo por ello-dijo frustrado, se cruzó de brazos.-Ya no se siente igual.

-Entonces aléjalo.-aclaro Tsuna con seriedad.-No puedes seguir fingiendo que esto no te está lastimando, ¿Qué ha hecho Giotto por ustedes? ¿Aún no les asigna un lugar en Vongola?.

Bufo molesto.-Nada, no nos ha comunicado nada, siempre son ellos y somos puestos de lado.

Los dos Giglio Nero fruncieron el ceño.-Nee Tsuna ¿Dejarias que Sempai se una a nuestro grupo?.-preguntó Yamamoto viendo a su jefe y sorprendiendo al boxeador.

-Claro, mm Ryohei-sempai tiene llamas del sol.-dijo pensativo.-Podría convertirse en el jefe médico de la Famiglia.

-¿Eh?.-el peliblanco les miro sintiendo como una agradable sensación se alojaba en su interior, algo que hace tiempo había perdido, "esperanza".

El castaño le sonrió con cariño.-Si sempai quiere, podría unirse a mi familia. Lamentablemente no puedes ser mi guardián del Sol, ya que como sabrás el puesto está ocupado, pero no te dejare de lado, podría ser el médico de la familia y el guardián de mi segundo carga, mi grupo de guardianes exteriores, quizás Kyoko te aclare mas eso si lo deseas, pero sempai esto es una opinión, si no te sientes cómodo con Vongola, busca un lugar que puedas sentirse cómodo o como en casa.-se levantó rápidamente.-Es mejor irnos, Takeshi ¿Has terminado?.-miro al azabache.

-Si jefe.-río alegre.-Vamos, la señorita Luce debe tener listo la comida por los sucesos dentro de la familia.-dejo caer su brazo en los hombros del menor.

-Cierto, los chicos vinieron con nosotros.-rió un poco.-Bueno Ryohei-sempai, ya sabes dónde buscarnos, realmente espero que encuentre su felicidad.

Los dos guardianes del cielo y lluvia dejaron al joven boxeador en el lugar para dejarlo con sus pensamientos, el de ojos grises miro a los dos chicos caminar, tanta confianza, tanta alegría a su alrededor le hacía sentir tan celoso, apretó los puños vendados, quería ser reconocido y no ser comparado por su hermano mayor, Knuckle era igual que él, boxeador, animado, fuerte y determinado, pero él era más inteligente, miraba lo que pasaba en su entorno, pero nadie le importaba él, ya que era demasiado entusiasta y ruidoso, en eso era también diferente al contrario, que era más tranquilo y no tan ruidoso, miro sus manos, lo que Tsunayoshi le ofrecía era algo que jamás espero, bueno, lo que había dejado de esperar, había comprendido que siempre seria dejado de lado, se había rendido a hacer reconocido, pero ahí estaba el menor dándole una oportunidad de 'mostrarse', de mostrar su valía, rió incrédulo por la situación, ahora entendía porque Takeshi y los gemelos Rokuro estaban tan maravillados por el castaño, se levantó determinado, "Es momento de que yo empiece a elegir mi propio camino" pensó serio, camino hasta donde se operaban los Vongola, tomo sus cosas, se tomó su tiempo, suspiro mirando el cuarto que compartía con su hermano azabache, apretó el bolso y salió del lugar, por lo que había escuchado estaba los dos Bovino y Giotto, con un suspiro camino hasta el rubio, que al ver su rigidez y bolso en el peliblanco, le sonrió con tristeza.

-¿Te vas?.-dijo queriendo que todo fuera confirmado y tener que malinterpretar las cosas.

-Si.-su voz sonó determinada, dejando su actitud ruidosa.-No puedo estar aquí, no me malinterpretes Vongola.-miro al rubio con una pequeña sonrisa.-Hiciste las cosas que debiste hacer, pero, desde que supe que mi hermano Knuckle seria tu guardián, me alegre, pero con el tiempo, siempre escuchaba y veía a mi hermano alejarse, él eligió seguirte, eso lo respeto, pero ya es tiempo que yo tome las riendas de mi vida y no está aquí en Vongola.

El de ojos celeste sonrió por lo dicho.-Tu lugar siempre fue con Tsuna.-noto como el contrario se sorprendía y se ponía tensa.-Entiendo lo que dices, no puedo obligarte seguir el mismo camino que tu hermano ni sus lealtades. Eres libre Ryohei, espero que mi hermano menor pueda aprovechar lo máximo de ti, porque yo no lo logre, discúlpame porque no pude ver por quien eras.

-No te preocupes, nos vemos Vongola Noveno.-hizo una reverencia antes de salir del lugar, cuando salió por la puerta se sintió tan libre, tan eufórico, sin poder evitarlo en su rostro se mostró una sonrisa de felicidad, camino decidido hasta su destino, no le tomó mucho tiempo en llegar, toco la puerta determinado, cuando se abrió se mostró al as del equipo de béisbol.-Takeshi...

El nombrado miro a su sempai y amigo.-Así que esto es lo que decides ¿No hay arrepentimiento?.

Negó con la cabeza.-No las hay.

El de ojos ámbar sonrió contento dejándolo pasar.-¡Jefe! Tenemos una visita~.

A los segundos apareció el castaño con Nagi y Fon, miraron al boxeador y luego su bolso.

-¿Ryohei-sempai?.-Tsuna ladeó la cabeza confundido.

-Tsunayoshi, ¿Podría...podría ser parte de tu familia?.-pregunto inseguro y tímido, aunque le hayan propuesto el contrario unirse, solo que la inseguridad era más poderosa.

Fon le observó unos segundos antes de alejarse, quizás a comunicar a los demás, Nagi le observó curiosa pero no se alejó de su jefe.

-¿Es lo que deseas?.-pregunto acercándose un poco.

-Con todo el corazón.-apretó el agarre de sus cosas.

El joven jefe parpadeo antes de asentir con la cabeza y sonreírle.-Entonces que así sea Ryohei-sempai, ¡bienvenido a Giglio Nero!.-le abrazo.-Te prometo cuidarte, protegerte y siempre apoyarte.-murmuro en su oído.

Las mejillas del boxeador se tiñeron de rojo por la vergüenza pero en el fondo estaba feliz que hasta podía llorar.

-Esto es EXTREMO.-grito un poco.

-Ma ma sempai, deja tus cosas aquí, después iremos al departamento donde nos hospedamos los demás.-hablo Yamamoto de forma relajada.

-¿No viven todos aquí?.-pregunto confundido.

-A..aunque los departamentos son grandes...somos muchas personas, esta es el departamento Arcobaleno, la nuestra está a dos cuartos a la izquierda.-aclaro tímidamente Nagi.

-Bueno, hablábamos de eso después, ven sempai, aún hay comida y entre más, mejor.-tiraba del peliblanco hasta el comedor donde había mucha gente, que comía estando esparcidas en el lugar, algunos le miraron de reojo pero no dijeron nada.

-Chicos~.-la voz de Tsuna se elevó un poco tomando la atención de todos los presentes.-Ahora Ryohei Sasagawa será el guardián del sol del grupo externo~, también será el jefe junto a Yusuke en medico en jefe de la familia Giglio Nero.-anuncio.

Unos simplemente asintieron, otros ignoraron la noticia, pero nadie se quejó de ello, Ryohei rió por ello, entre incrédulo y feliz, rápidamente todo se volvió tan familiar para él, tan cómodo, que no hubo dudas de que este era el lugar correcto para él, al final de la pequeña fiesta todos los aliada que estaban presentes se fueron, los guardianes de Tsuna le enseñaron donde iba a dormir ahora en adelante, dejando a los Arcobalenos solos, aún era temprano pero sabían que ante todo estaban cerca y debían hacer sus propias cosas, Tsuna miraba la pantalla de su teléfono antes de suspirar e ir donde su madre, que por lo que oía estaba en la cocina cocinando galletas con sus hermanas, al llegar a la cocina miro a las tres mujeres tararear.

-Mamma.-llamo el castaño.

-¿Si cariño?.-Luce le miro sonriendo.

-Voy a salir.-aviso algo incómodo, haciéndose notar por la mayor, que dejo de hacer sus cosas.

-¿Donde?.-pregunto con seriedad.

-Voy...-suspiro.-Voy a visitar a Nana-san.-comunico, hizo una mueca al escuchar el grito de la peliazul.

-¿Dónde esa mujer? Pero Tsuna-kun.

-Estaré bien, no pasara nada Mamma.-se acercó a la mayor y le abrazo.-Solo confía en mi...-pidió.

-Yo confió en ti mi niño. Pero no en ella.-frunció el ceño.

-No demorare te lo prometo.-le beso la frente antes de alejarse e irse, antes de que su madre hiciera algo que le retuviera.