¡HOLA! Estoy viva n.n
Con ustedes el capítulo que es lo importante...

La luz de su teléfono celular era lo único que iluminaba la habitación. Tenía el ceño fruncido pensando qué escribir exactamente. Había escuchado desde su pieza como su hermana le decía a su madre que no bajaría a cenar porque no se sentía muy bien. Ya había probado llamarla pero no le había atendido ni una de las cien llamadas.

De alguna forma había logrado levantarse de encima de su prima y ella totalmente sonrojada había entrado en la habitación de Rin, se cambió velozmente y lo ayudó a llegar a su habitación pero sin mirarlo a los ojos y sin decir demasiado. Si volvía a intentar lo mismo se enojaría con él, no podía ir a la habitación de Rin sin levantar más sospechas. Se sentía encerrado en una jaula, sin poder alcanzarla por más que se esforzase.

Borró las pocas líneas que había alcanzado a escribir.

"Princesa, te amo. No me hagas esto". Terminó mandando lo que era más importante.
¿Qué habían querido decir esas palabras y esa mirada? Le daba vueltas en la cabeza y se le encogía el pecho. Se terminó, terminó, terminó. ¿Era en serio? Se terminó.

El mensaje se había entregado y figuraba leído pero no obtuvo respuesta. Volvió a llamar pero esta vez sólo obtuvo un mensaje automático informándole que el teléfono estaba apagado.

-¡Demonios, Rin!-alzó la voz totalmente frustrado y lanzó el almohadón contra la puerta.

¿Qué es lo que había hecho mal? ¿Eran los celos solamente o era algo más? Había creído que los dos estaban manteniendo la distancia para no ser descubiertos pero Rin no lo había entendido así. Maldijo su cicatriz y su debilidad que no le permitían acercarse hasta ella. Maldijo su suerte, maldijo el hecho de que eran hermanos. Quizás debía ser así, quizás estuviera bien que se haya terminado, mejor ahora que aún podían volver a sus anteriores vidas.

Apretó la mano en un puño y se tapó los ojos. Él no la merecía. Se le escapó una lágrima.


Cuando su prima subió de cenar y se sentó a su lado en la cama tratando de sacarle conversación para ver qué le sucedía decidió huir.

Le dijo que estaba mal del estómago y se encerró en el baño, así logró que nadie la molestara.

Se miró al espejo y se secó las lágrimas. Había tomado una decisión, no había vuelta atrás, no esta vez. Él solo estaba jugando con ella.

El reflejo le devolvía la mirada, tenía los mismos ojos que su hermano, el mismo color, la misma forma. Por un momento creyó verlo a él sonriéndole con malicia, burlándose de ella. Quería gritar, apoyó la mano en el espejo furiosa, era ella la que estaba en el reflejo burlándose de sí misma.

Cuando logró detener las lágrimas volvió a su habitación procurando no hacer ruido. Su prima estaba despierta pero con los auriculares conectados. La vio de reojo acostarse pero antes de que le pudiera decir algo le dio la espalda y se tapó con la frazada.

Lily suspiró y se quitó los auriculares. La observó unos instantes sin saber muy bien qué decir.

-Rin…-la llamó- Puedes confiar en mí, antes confiabas en mí… -ella seguía simulando estar dormida y no le respondió, no había nada que contarle, nada que pudiese confesarle a alguien como ella-. Sólo intenta no guardarte el dolor para ti sola, envejecerás más rápido… -volvió a suspirar y se quedó recostada mirando el techo, si no quería hablar con ella era imposible forzarla.


Se despertó temprano agitado por las pesadillas. Se dio cuenta que el vendaje estaba empapado por la transpiración. Intentó calmarse y se sentó en la cama despacio apoyándose en el respaldo, su almohada seguía tirada en el piso a los pies de la puerta.

Con cuidado comenzó a cambiarse el vendaje repasando los hechos del día anterior. Había reflexionado hasta muy tarde. Ya había estado a punto de perderla una vez, ella misma lo había ayudado a librarse de sus miedos. Si Rin quería terminar con él se lo tendría que decir de frente y sin vueltas, sin situaciones extrañas y con los celos aparte.
Pero no sabía cómo recuperarla. Ella estaba demasiado lejos, sentía que cada día se alejaba más. Había dejado que eso pasara sin darse cuenta, había dejado que los celos la perturbaran hasta ese punto sin haberlo visto. Se había equivocado suponiendo que los dos compartían el mismo plan, pero ahora tenía que arreglarlo.

Antes de que llegara Lily y los interrumpiera, las cosas eran perfectas no sabía qué exactamente había llevado todo a tal desastre. Tenía que solucionarlo rápido y no podía esperar a que su prima se volviera a marchar, Rin se lastimaría aún más si hacía eso. Pero con Lily cerca las cosas eran más difíciles.

Terminó de vendarse y apoyó la cabeza contra la pared. Había tenido pesadillas horribles donde Rin le arrancaba el corazón por su herida y lo tiraba piándolo diciéndole que lo odiaba mientras Lily sentada en un trono se reía de ellos y un montón de gente enmascarada los juzgaba señalándolos . Necesitaba un poco de paz mental. Necesitaba hablar con alguien pero sus problemas eran un secreto demasiado importante que guardar.

Tomó el teléfono celular que estaba en la mesa al lado de la cama. Ya no podía volver a dormir, tenía miedo de volver a tener sueños horribles, le alcanzaba con la realidad. Suspiró desilusionado al ver que Rin no le había respondido.

"Princesa, eres lo más importante" Probó mandándole un nuevo mensaje pero debía estar durmiendo. El mensaje no le llegó. Seguramente tendría el teléfono apagado como anoche.

Tenía mensajes pendientes, no les había prestado atención. Miku le reprochaba que no le había respondido en días; pensó en hablar con ella, pero era demasiado amiga de Rin, no parecía conveniente. También tenía un mensaje de Gakupo preguntándole cuándo podía irlo a visitar, el mensaje se lo había mandado dos días atrás. Suspiró, hablar con él lo hacía sentirse pequeño e inexperto pero era el único además de Miku que conocía su secreto. "Ven hoy" le mandó y luego aclaró "Si no estás ocupado, claro".


-¡Vaaaaaamos! Déjame leer qué tipo de canción estás escribiendo, Len –Él tenía fuertemente abrazado sobre su pecho su cuaderno tratando de alejarlo de las manos de su prima.

-Ya te dije que no, Lily… -suspiró. Al menos las cosas entre ellos seguían bien a pesar del accidente de la noche anterior-. Es privado y… Demasiado deprimente…

-Qué egocéntrico…-lo pinchó con un dedo en la frente- Te guardas tus obras maestras para ti solo… -suspiró y dejó de intentar arrancarle el cuaderno- ¿Por qué escribirías algo deprimente?

En ese momento la puerta de la habitación de enfrente se abrió y Rin con expresión asesina pasó por el pasillo, se detuvo solo un instante en la puerta de su hermano que no habían cerrado para dedicarles una mirada helada y seguir andando escaleras abajo.

Len suspiró y le dedicó a su prima una sonrisa débil. Rin no le estaba dando demasiadas esperanzas.

-Mm… Creo que entiendo el por qué…-lo despeinó su prima- ¿Hay algo que pueda hacer por ella? Tu eres su hermano mayor por escasos segundos –rio un poco para relajar el ambiente-. ¿Qué crees que le pase?

-Creo que me odia… -comentó sin pensar para darse cuenta segundos después- ¡No… No lo sé! –se apresuró a aclarar para no tener que dar más explicaciones.

-¿Odiarte? Eso no me lo puedo ni imaginar, no –sentenció- Tu diste su vida por ella, la darías de vuelta una y otra vez, no conozco hermanos más unidos. No puede odiarte… -se cruzó de brazos pensando. Len estaba seguro que a pesar de todo eso ella estaba odiándole, diese la vida mil veces más lo seguiría odiando- Esos cambios de humor me recuerdan a algo… ¡Ya sé! ¡Rin está embarazada! ¡Es eso!- soltó feliz de haber encontrado una respuesta que se ajustara a toda la situación.

Si Len hubiese estado bebiendo algo lo escupiría en ese mismo instante.

-¡Imposible! ¡No no no! –sentía que le hervía la sangre de solo imaginar algo así.

-¡Pero, Len! –hizo un puchero-¿Cómo estás tan seguro? ¿Ella no tenía un novio? Sé que trataste de evitar por todos los medios que ellos… bueno que ellos hagan eso… -se detuvo al ver que su primo estaba claramente incómodo- ¡Pero lo explica todo! Los cambios de humor, que se sintiese mal, la falta de hambre, su mal temperamento por las mañanas ¡Todo! –para ella no había otra opción – Además debe estar sufriendo porque por tu culpa terminó con su novio y no puede decirte la verdad sin que intentes matarlo o algo así ¡Eso es!

-¡Lily, no!-bufó molesto. ¿Rin embaraza del arrogante e imbécil de Kaito? Era capaz de asesinarlo. Si no hubiese sabido la verdad atrás de la molestia de su hermana estaría levantándose de la cama sin importar las heridas para ir a buscar a Kaito estuviese donde estuviese.

-Len, no seas necio… -puso gesto grave cayendo en la cuenta que eso era un problema- ¡Debemos ayudarla, no negar la realidad! Sé que estás enojado pero necesita nuestro apoyo –se puso de pie en una pose de total seguridad y heroísmo.

-Lily, te estoy diciendo que es imposible… -Aunque siempre se mostraba amable con su prima no pudo evitar el tono de irritación- Sácate esa idea ridícula de la cabeza… -se estaba esforzando realmente por no empezar a tener sospechas ridículas él también.

-Len…-lo miró con tristeza sincera en los ojos- Sé que es duro… Te dejaré pensarlo un tiempo, mientras seré yo su apoyo… ¡No te enojes con ella! ¡Eres la persona más importante, no la abandones en este momento! -sin decir más salió de su habitación corriendo escaleras abajo.

Él en su cama totalmente sorprendido por el giro de la situación tenía deseos de romper algo.

¡Espero que les haya gustado!
Sé que es corto, pero tenía la necesidad de publicar al menos lo poco que había escrito. (me deben odiar u.u)
Les agradezco muchísimo los Reviews, me hecen sentir culpable pero me alientan a seguir.
A los que siguen ahí ¡Gracias!
A los nuevos ¡Bienvenidos!
Como siempre espero no tardarme tanto en actualizar nuevamente.
Nos vemos :D