-¡Entremos a este! ¡Por favor! -Lily brincaba divertida- Me muero de hambre y las tortas de aquí se ven geniales...

-A mi me da igual -le sonrió Miku- ¿A ti qué te parece, Rin?

-Este es uno de los mejores -sonrió emocionada al ver los dulces y luego se acordó que debía estar ofendida y apartó la vista-, me da lo mismo en realidad.

Su amiga rió por lo bajo pero no dijo nada mientras entraban al Café y buscaban una mesa.

La rubia frunció el ceño pensando que habían logrado distraerla. Habían pasado un par de horas comprando ropa y llevaba una bolsa con su botín. Todo el juego de mantener a Miku en secreto y que pudieran probarle sombreros a su guardaespaldas calvo le habían sacado varias sonrisas. Su prima no era mala, era muy divertida de hecho. Eso hacía difícil la tarea de odiarla pero no dejaba de sentir celos por ella.

-¿Ya sabes que vas a pedir, Rin? -la sacó de sus pensamientos su amiga.

-Ah, no... Estaba distraída, lo siento -volvió la vista al menú y pidió casi sin pensar uno de los menús de merienda más completo.

-¿Lo quieres compartir? -le preguntó Miku algo sorprendida.

-¿eh? No... -su prima la miró con mucha atención y una sonrisa extraña.

-Decía porque pediste como para tres personas -se burló su amiga-. Supongo que podremos pedir lo que quede para llevar -se encogió de hombros.
Les trajeron toda la comida y la rubia miró sorprendida sonrojándose un poco.

-Es un montón -admitió avergonzada.

-Relájate un poco, Rin -le dijo su amiga distraída tomando fotos de toda la comida-, deja de pensar en "eso" -hizo hincapié en la palabra de forma especial- y permítete pasarla bien...

Lily las miró a ambas alternativamente.

-Entonces... Miku ya lo sabe ¿verdad? -inquirió con los ojos muy abiertos viendo su oportunidad.

-Saber el... el qué... -ambas intercambiaron miradas en tensión por el tono inquisidor.

-¡Oh vamos! -fingió ofenderse llevándose una cucharada de torta a la boca- Puedes confiar en mi, Rin, no voy a decirle a nadie... -sonrió para infundirles confianza.

-Eh... Lily no sé de qué estarás suponiendo pero Rin y...

-Miku, no es por ser descortés ni nada, pero creo que siendo su prima yo también puedo compartir su secreto -tomó la mano de su pariente sonriendo ampliamente-. Además no me parece que sea algo malo, necesitas de nuestro apoyo, debe ser un momento difícil...

Estaba pálida negando con la cabeza. Esto era un desastre ¿Cómo se había enterado? Si Len se enteraba que alguien más sabía podía entrar en pánico.

-¿Un momento difícil? -preguntó Miku algo descolocada.

-¿Te lo contó él? -preguntó casi en un susurro.

-¿Él? -levantó una ceja- ¿Te refieres a tu ex?

-Sí, Le... ¿qué? -pestañeó sorprendida y empezó a enojarse- ¡¿Es que Kaito no va a dejarnos en paz?! -bramó apretando los puños.

-No, no, Rin, creo que Lily no pudo hablar con Kaito... -frunció el ceño confundida, algo no cuadraba.

-¿Dejarlos en paz? ¿De qué hablas? ¿Te refieres a ti y al bebé?

-Al... Al ¿Qué? -la miró como si hablara otro idioma. Miku también estaba igual de desconcertada.

-¡Al bebé! -rió al ver sus caras- Por favor, dejen de jugar conmigo ¡Ya lo sé! Es obvio -le apretó cariñosamente las manos.

Rin seguía mirándola en estado de shock y no podía responder.

-Lily... Crees que... ¿Rin está embarazada? -trató de comprender la peliverde.

-¿Tu no lo sabías, Miku? -miró a su prima avergonzada- Perdón, Rin, de verdad pensé que le habías contado a ella...

Miku se giró a ver a su amiga con los ojos y la boca muy abiertos.

-Voy a matar a Len -alcanzó a mascullar sacando su teléfono del bolsillo a punto de marcar su número.

-¡NO! Nononononono -negó con las manos sonrojada e histérica- ¡No lo llames! -tiró de su mano para que colgara.

-¿A Len? Él no quiso creerme, estoy segura que está en negación, pero le dije que va a tener que empezar a aceptar la idea para ser tu apoyo ahora...

-¡Lily! -trató de calmarse para no seguir gritando- Yo no estoy embarazada -susurró tratando de no seguir llamando la atención de la gente bastante avergonzada.

Su prima la miró extrañada y luego abrió más los ojos sorprendida.

-¡Tu tampoco lo sabías! -se llevó una mano a los labios apenada- ¡Te lo estoy diciendo yo!

-¿Qué? No no no -la miró con intensidad-. No puedo estar embarazada de ninguna manera…

-Y ahora también estás en negación…

-¿Por qué dices que está embarazada, Lily? -volvió a calmarse Miku ahora tratando de entender.

-¡Es que es obvio! -negó con la cabeza- La situación es peor de lo que pensaba…

-Lily, es imposible… -Rin cerró los ojos derrotada. Casi confesaba su secreto con Len.

-Es totalmente posible -volvió a tomar sus manos en la mesa para que la mire a los ojos-. No es una tragedia, no te preocupes, me vi todos los capítulos de esa serie de adolescentes embarazadas y lo primero es aceptarlo sin hacer un drama… -le sonrió.

-Pero… ¿Por qué te parece que Rin…? -miró a su amiga tratando de entender.

-Los cambios de humor, que el otro día le doliera el estómago y tuviese mucho apetito a la hora de desayunar… ¡Acabas de pedir un banquete por un antojo de algo dulce!

Miku se dobló de la risa.

-Por un momento me lo creí -logró decir entre carcajadas.

-¡No te burles, Miku! Eres su mejor amiga…

-Es que… ¡Lily! -se quejó avergonzada.

-Sé que no me crees pero son los síntomas. Ahora no me voy a quedar tranquila hasta que no compremos un test de embarazo y hagamos la prueba.

-No hará falta -infló los cachetes y desvió la mirada ofendida.

-¡No vamos a quedarnos con la duda, Rin!

-Es que… -frunció el ceño- ¿Cómo quieres que te diga que es imposible?

-Pero… No te enojes conmigo, Rin… -pidió-. Es que aunque se hayan cuidado todavía hay un leve porcentaje de que…

-Pero no lo hicimos -dijo algo molesta.

-¿No? -alzó las cejas sorprendida ahora.

-¿De verdad? Se que no con Kaito pero… -Ahora la sorprendida era Miku.

Se ruborizó aún más, todavía sin mirarlas.

-...No…

-¡Estuvieron 5 meses juntos! -se escandalizó la mayor.

-Sí…

-Len es un genio -rió malignamente su amiga.

-¡Aunque Len se hubiese metido no es posible que no hayan hecho nada!

-Pero ya terminamos ¿está bien? -bufó un poco- Él me presionaba todo el tiempo pero yo no estaba cómoda con él nunca -se cruzó de brazos refunfuñando.

-¿Y con nadie más nunca jamás tampoco pasó nada? -seguía sin poderlo creer. Su prima negó con la cabeza- Bueno… Ahora me siento una pervertida -confesó aliviada.

-¿Len no lo sabe, cierto? -volvió a concentrarse en la torta, preguntando como desinteresada.

-Sí, lo sabe -soltó el aire por la nariz con fuerza mirando el plato también. Su amiga levantó las cejas ligeramente sorprendida pero no dijo nada.

-¡Ah eso! -le sonrió a Miku- ¿Por qué te pensabas matar a Len cuando creíste que Rin estaba eh… eso? -ahora también la avergonzaba a ella.

-¿Eh? Ah… Porque… -rió nerviosamente y miró a su alrededor pensando una excusa-Porque él… él… ¡Haku! -se puso de pie y empezó a hacer señas a través de la vidriera de la cafetería- Ahora vengo… -salió del local a hablar con la chica alta que pasaba por casualidad, porque Miku tiene mucha suerte.

Rin se giró en la silla a verla y frunció el ceño.

-¿Qué pasa con ella? -preguntó curiosa su prima.

-Esa chica está atrás de Len, estoy segura… -cortó con su tenedor una porción de torta y se la llevó a la boca molesta.

-Mmm… -la evaluó un poco y rió- Creo que es demasiado alta para Len… Con lo orgulloso que es no lo soportaría… Imagínatelo haciendo puntitas para darle un beso -rió sola y a Rin se le escapó una sonrisa-. Además no es tan linda -se encogió de hombros.

No se lo iba a decir pero agradecía infinitamente las palabras de su prima.

Las otras dos entraron al local y la más alta hizo una leve reverencia.

-La invité a pasar el resto de la tarde con nosotras -sonrió-. Me pareció que tenemos suficiente comida como para compartir -bromeó sentándose y palmeando una silla para que la otra haga lo mismo.


¡Buenas!
Esta conversación en el café me da mucha risa.
Miku trata a Haku como a un perrito...
¡Gracias por sus reviews!
Nos leemos pronto :)