Ritsu se encontraba junto a Kisa en la sala de espera. Llevaban casi media hora esperando a que les llamaran para pasar a consulta y Kisa no soportaba más la espera. Ritsu observaba a su amigo moverse inquieto en el asiento, los nervios se lo estaban comiendo y Ritsu ya no sabía qué más decirle para tranquilizarle. Ambos se habían cogido la mañana libre en el trabajo pero no le habían explicado a nadie por qué, ni siquiera a Takano. Kisa había dejado muy claro que por el momento no quería que nadie se enterara de su situación, de todas formas aún no había nada seguro.
No tuvieron que esperar mucho más, pues una mujer le llamó y les hizo pasar a la consulta. Los dos se sentaron enfrente de aquella mujer y esperaron hasta que ella habló.
- Ya tengo los resultados de la analítica.- Dijo la doctora.- Y efectivamente, sus sospechas eran ciertas.
- Entonces está embarazado, ¿no?- Preguntó Ritsu al ver que su amigo se había quedado callado.
- Sí, de cinco semanas.- Asintió la doctora.- Habréis oído que desde hace unos años se han dado casos en los que hombres se han quedado embarazados, es cierto que aún sigue siendo poco común pero poco a poco se está haciendo más frecuente. Se ha estudiado mucho el asunto y ya apenas son embarazos de riesgo, así que se tratará como cualquier embarazo si todo va bien.
- De acuerdo.- Respondió Kisa con un hilo de voz y después miró a Ritsu de reojo.- ¿Cómo se sabe si un hombre se puede quedar embarazado?
- Con una prueba de fertilidad.- Respondió la mujer.
- Ricchan, creo que deberías hacértela.- Le dijo Kisa.
- ¿Eh? No lo había pensado…- Murmuró Ritsu.
- Si mantiene relaciones con hombres lo mejor es hacérsela para salir de dudas.- Recomendó la doctora.- Se la puedo hacer en un momento y en dos días estarán los resultados.
- ¿Duele?
- Ricchan, ¿sabes qué es lo que sí que duele? Un parto.
- Está bien, me haré la prueba.
Kisa entró en su apartamento y fue directamente a tumbarse en el sofá. Había sido un día muy largo y no veía la hora de que llegara a su fin, pero lo peor aún estaba por llegar. ¿Cómo se lo iba a decir a Yukina? Él aún era muy joven y seguro que no estaba preparado para ser padre, es decir, solo tenía 22 años. Kisa pensaba que a Yukina todo el asunto no le iba a hacer nada de gracia. ¿Y si le dejaba? ¿Sería capaz Yukina de dejarle solo en aquella situación? Bueno, él ya era un adulto, podría hacerse cargo del niño él solo, no necesitaba a Yukina para nada.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta. Yukina entró en la sala sonriendo como siempre hacía. Kisa sintió un nudo en la garganta al verle. ¿A quién intentaba engañar? No podría vivir sin Yukina, si él le dejaba no sabría qué hacer.
Yukina comenzó a hablarle de algo relacionado con las clases pero Kisa no le estaba escuchando, el mayor estaba demasiado concentrado pensando en cómo iba a decirlo. Kisa carraspeó un momento y sacó de su bolso unos papeles que le tendió a su pareja.
- Esta mañana he ido al médico.
- ¿Estás enfermo?- Preguntó Yukina preocupado mientras comenzaba a mirar los papeles.
- No exactamente.
- ¿Eh?¿Es esto posible?- Murmuró Yukina muy sorprendido.- ¿Estás embarazado?
- Sí.- Respondió Kisa intentando no echarse a llorar.
- No sé qué decir, la verdad. Esto me ha pillado totalmente por sorpresa.- Dijo Yukina dejando los papeles a un lado y acercándose a Kisa para rodearle con sus brazos.- Kisa-san, todo va a ir bien.
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque nos queremos y eso es lo importante.- Respondió Yukina sonriendo y se quedaron un momento en silencio pensando en aquel bebé que iban a tener.- Bueno, ¿es niño o niña?
- Kou, estoy solo de cinco semanas…
- ¿Entonces aún no se sabe?
- No, tendremos que esperar un poco más.- Dijo Kisa suspirando.- Me preocupa que me despidan por esto.
- ¿Qué? ¡No pueden hacer eso!- Gritó Yukina.- ¡Si lo hacen les llevaré a juicio!
- ¿Con qué dinero?- Preguntó Kisa tristemente.- Esa es otra, vamos a necesitar ahorrar mucho para el bebé.
- Empezaré a buscar trabajo, no te preocupes por eso.
- No, tú céntrate de momento en las clases y sigue con tu trabajo en la librería.- Le dijo Kisa.- Cuando te gradúes ya buscarás trabajo, total, solo faltan unos meses para eso.
- Sí, para entonces tú ya estarás muy gordo.- Dijo Yukina riendo.
- No me deprimas, por favor.
- No hay nada malo en estar gordo, Kisa-san.- Le dijo mientras sacaba su móvil del bolsillo.
- ¿Vas a llamar a alguien?- Preguntó Kisa frunciendo el entrecejo. Le acababa de comunicar que iba a ser padre, ¿es que no podía esperar un momento para hacer lo que tuviera que hacer?
- Claro, voy a llamar a mi madre para decirle que va a ser abuela.- Respondió el más joven sonriendo.- Ya verás lo feliz que se pone.
- Eso espero.- Dijo Kisa devolviéndole la sonrisa.
Ritsu y Takano llegaron al apartamento que compartían desde hacía solo unos días. Takano comenzó a preparar la cena mientras Ritsu hablaba por teléfono con una mangaka. Takano estaba preocupado por su pareja ya que durante todo el día se había estado comportando de forma extraña, es decir, más extraña de lo normal. Su intuición le decía que tenía algo que ver con las horas libres que se habían tomado Kisa y él esa mañana. Takano le había preguntado por qué tenían que ausentarse unas horas, pero en ese momento no obtuvo una respuesta clara, Ritsu simplemente le dijo que ya se lo contaría más adelante. Estaba claro que algo pasaba y eso estaba poniendo a Takano muy nervioso. Él necesitaba saber si su pareja estaba bien, bueno, todo lo bien que puede estar una persona a la que recientemente se le ha muerto el padre y han desheredado.
- Sensei me ha dicho que me enviará el borrador mañana por la mañana.- Dijo Ritsu cuando colgó el teléfono.- Qué bien huele. Ya hacía mucho que no comíamos algo casero.
- Cierto, nos estamos descuidando.- Dijo Takano.
- Hoy he visto a Yokozawa.- Comentó Ritsu mientras observaba a su pareja cocinar.
- Bueno, trabaja en el mismo sitio que nosotros. ¿Te ha gruñido o algo?
- No, él no me ha visto. De hecho no le he visto en la editorial, le he visto en un hospital.- Dijo Ritsu llamando la atención de Takano.- Estaba en pediatría acompañando a una niña, ¿es su sobrina o algo?
- No lo sé.- Murmuró Masamune con el ceño fruncido.- ¿Qué hacías tú en el hospital?¿Hay algo que debería saber?
- Sí, la verdad es que tengo que contarte algo. No pongas esa cara de angustia que no pasa nada malo, estoy muy sano.
- Pues vaya susto me acabas de dar.
- Kisa no quiere que se sepa de momento pero me ha dado permiso para contártelo a ti, así que esto no puede salir de aquí.
- Sí, tranquilo, no diré nada.
- He ido a acompañar a Kisa al hospital porque...está embarazado.- Dijo Ritsu provocando que los ojos de Takano se abrieran como platos.- Sí, lo sé, yo también me sorprendí. La doctora nos ha explicado que cada vez se dan más casos, es por eso que me he hecho unas pruebas para ver si soy uno de esos hombres que se pueden quedar embarazados. Sabré los resultados en dos días.
- No te voy a mentir, estoy flipando.- Dijo Takano.
- Sí, es muy fuerte.
- Si los resultados fueran positivos, ¿a ti te gustaría tener hijos?- Preguntó de repente Takano sorprendiendo al otro.- Es decir, es algo que nunca hemos hablado porque creíamos que no era posible.
- La verdad es que ahora mismo no me gustaría.- Respondió Ritsu suspirando.- Pero en unos años sí, sí que me gustaría.
- Pienso igual que tú, Ritsu.- Dijo Takano mientras vigilaba el fuego.- Ahora las cosas no están muy bien, es decir, hay bastante tensión con lo de tu familia y ni siquiera nosotros cabemos en este piso como para añadir a una personita.
- Exacto.
- Pero si en unos años conseguimos cierta estabilidad creo que no estaría mal tener un hijo.
- Todavía no sabemos los resultados.- Dijo Ritsu con una sonrisa triste.- Es posible que nunca podamos tener un hijo, ¿lo sabes?
- Sí, lo sé.
- No quiero hacerme ilusiones, Masamune.
- Ritsu, no pasa nada si nunca tenemos hijos.- Dijo Takano.- Hasta hace unos minutos vivía sabiendo que nunca los tendría y vivía feliz, muy feliz, ¿por qué iba a cambiar ahora eso? Mientras los dos estemos juntos no necesitamos nada más.
- Gracias, es justo lo que necesitaba oír.- Sonrió Ritsu dándole un beso.
Isaka se encontraba en su despacho contemplando a su secretario trabajar, ¿cómo lo hacía para no agobiarse con el montón de hojas que tenía delante? Él solamente tenía que firmarlos y eso ya le dejaba agotado. Suspiró sonoramente intentando llamar la atención de Asahina, quien optó por ignorarle. Isaka pensaba en el día tan aburrido que llevaba cuando unos golpes en la puerta le hicieron volver a la realidad.
- Adelante.- Dijo Isaka y una mujer entró con cara de muy pocos amigos.
- Buenos días, vengo a denunciar un comportamiento indebido que se ha estado llevando a cabo en esta editorial.
- Eso es asunto de recursos humanos.- Dijo Asahina.- El presidente tiene mucho trabajo y no puede hacerse cargo de todo.
- Lo que ha ocurrido es muy grave y puede poner en peligro a toda la editorial, creo que sí que es asunto del presidente.- Le dijo la mujer frunciendo el ceño.
- Vaya, me tiene usted intrigado.- Dijo Isaka sonriendo, por fin pasaba algo interesante.- ¿Me podría explicar a qué comportamiento indebido se refiere?
- Me refiero a que dos personas que trabajan juntos están manteniendo una relación homosexual.- Dijo aquella mujer y a Isaka se le borró inmediatamente la sonrisa de la cara, miró rápidamente a Asahina quien por un momento había puesto cara de preocupación, aunque al segundo volvió a su expresión de siempre.
"Mierda, lo sabe. Sabe lo nuestro y ahora viene a chantajearnos. Pues no, a mi no me chantajea nadie, yo por Kaoru haría cualquier cosa y pienso hacer de su vida un infierno, esta mujer va a desear no haber nacido"- Pensó Isaka mientras se levantaba de su asiento y caminaba para colocarse justo enfrente de aquella mujer, apoyándose suavemente contra su escritorio. Volvió a sonreír pero esta vez de una forma muy forzada.- Bueno, si no me dices los nombres yo no puedo hacer nada.
- Se trata de Hatori y uno de sus mangakas, el que se hace pasar por una mujer.
- Sí, Chiaki Yoshino, estoy muy bien informado de los mangakas que trabajan en esta editorial.- Dijo Isaka.
- Y eso no es todo.- Dijo la mujer con odio en los ojos. A Isaka no le estaba gustando nada aquella situación y no era por la pareja, era por aquella empleada.- Sé que todo el departamento de esmeralda lo sabía y lo han estado encubriendo. De hecho, Onodera vino a amenazarme junto a...a ese mangaka maricón.
- Está bien, gracias por informarnos.- Dijo Isaka simplemente.- Ahora vuelva a su puesto de trabajo.
- No va a hacer nada, ¿verdad?
- Eso no es asunto suyo.
- Si esto se hace público y la gente se entera de que la editorial no tomó cartas en el asunto será un verdadero escándalo.
- Cierto, no pensaba hacer nada pero ya veo que usted no me ha dejado alternativa.- Dijo Isaka y se dirigió a Asahina.- Por favor, avisa a los implicados, eso incluye a todos los del departamento de esmeralda, les quiero en una hora en la sala de juntas. Primero llama a Yoshino, es el que más tardará en llegar.
- Ahora mismo.- Asintió Asahina.
- Usted también debe estar en la sala de juntas.- Le dijo Isaka a la mujer.- Ahora márchese.
Dentro de la sala de juntas se encontraban todos los editores de esmeralda, Chiaki, aquella mujer y Asahina. Nadie decía nada, todos se encontraban sentados frente a las dos sillas que ocuparían el presidente y su secretario. Todos mostraban cierta preocupación en el rostro, sobretodo Chiaki, quien parecía que le iba a dar un ataque de ansiedad. La mujer mostraba una pequeña sonrisa en el rostro que no podía esconder, Takano no paraba de observarla y sentía que le hervía la sangre al verla tan tranquila ahí.
- Buenos días a todos, siento haberos llamado con tan poca antelación.- Dijo Isaka entrando en la sala y sentándose junto a Asahina.- No quiero perder todo el día, así que vamos a ir al grano. La señorita Himura ha venido hoy a decirme que Hatori y Yoshino mantienen una relación amorosa, ¿es eso cierto?
- Sí.- Respondió Hatori decidido mientras Chiaki se encogía en el asiento. El mangaka sentía que todo eso era culpa suya.
- De acuerdo.- Asintió Isaka y luego se dirigió a Ritsu.- ¿Es cierto que amenazaste a Himura?
- Sí, pero…- Comenzó a decir Ritsu pero Isaka le hizo un gesto para que se callara.
- Mirad, no os imaginás lo cansado que estoy hoy y ni siquiera es mediodía.- Dijo Isaka con cierto cabreo en su voz.- Hoy me he levantado cansado y lo último que me apetece es esto, así que vamos a intentar comportarnos como adultos, ¿quién quiere empezar a dar su versión de la historia?
- Y-yo.- Dijo Chiaki muy nervioso, se encontraba blanco y temblaba ligeramente.
- ¿Te encuentras bien?- Le preguntó Isaka.- ¿Quieres un poco de agua o algo?
- No, no es necesario, solo estoy nervioso.
- ¿Preferirías hablar conmigo a solas?- Preguntó el presidente.
- No, está bien así.
- Chiaki, ¿prefieres que hable yo?- Le preguntó Hatori con voz suave.
- Tú no conoces toda la historia.- Le dijo Chiaki.- Isaka-san, esta mujer solo ha contado lo que le convenía.
- Contaba con eso.- Asintió Isaka.- Ahora, ¿por qué no empiezas desde el principio?
- Sí.- Dijo Chiaki suspirando.- Una mañana yo me encontraba tranquilamente trabajando en mi casa cuando llamó a mi puerta esta mujer. Me dijo que era amiga de Tori, cosa que no era verdad, y yo le invité a pasar. Me dijo que...me dijo que Tori se estaba acostando con ella, cosa que por supuesto no era cierta, Tori es la mejor persona que conozco y sé que jamás me haría eso. Espero que comprenda que este suceso no me sentó nada bien, me quedé mal porque no sabía quién era ella y por qué quería hacernos daño a Tori y a mi.
- Me hago una idea de que no fue agradable.- Dijo Isaka.- Por favor, continúe.
- Eso no es del todo cierto…- Comenzó a decir la mujer pero Isaka le interrumpió.
- ¿Te he dado el turno de palabra?¡Prohibido hablar si yo no lo digo!- Gritó muy cabreado. Después de aquel grito Chiaki no se atrevió a seguir hablando ya que el presidente continuaba con cara de pocos amigos.
- ¿Qué pasó después?- Le preguntó Asahina a Chiaki con un tono de voz suave con la intención de tranquilizarle.
- Kisa y Ritsu descubrieron que trabajaba en la editorial y vinieron a contármelo. Decidí ir a hablar con ella y Ritsu me acompañó.- Explicó Chiaki.- Es cierto que Ritsu le amenazó pero él simplemente me defendió cuando yo me sentí incapaz de hacerlo y tampoco fue una amenaza muy grave, simplemente le dijo que si iban a despedir a alguien iba a ser ella y que era muy fácilmente reemplazable.
- No creo que eso cuente como amenaza.- Dijo Isaka haciendo que la mujer le mirara sorprendida.- Además, no dijo ninguna mentira, cualquiera podría ocupar ese puesto.
- En verdad el que peores cosas le dijo fui yo.- Admitió Chiaki.- Le dije que si se volvía a acercar a Tori le dejaría calva.
- ¿De verdad?- Preguntó Isaka aguantándose la risa.
- También me llamó puta loca.- Dijo la mujer.
- Sí, también le dije eso.
- Está claro que eso no está bien, pero sinceramente me parece mucho peor ir a casa de alguien para intentar sabotear su relación.- Dijo Isaka.
- ¡Una relación homosexual!- Gritó la mujer enfadada, las cosas no estaban yendo como había planeado.
- ¿Algún problema con eso? ¿Le molesta que dos hombres se quieran?- Le preguntó el presidente intentando aparentar estar tranquilo.
- Es repugnante.- Dijo la mujer.
- Tú sí que eres repugnante.- Le dijo Takano.
- Desde que yo mando aquí, la empresa no está en contra de que los empleados mantengan cualquier tipo de relación entre ellos siempre y cuando no interfiera en el trabajo y, bueno, en este caso eso no ha pasado.- Dijo Isaka poniéndose de pie.- Lo que no voy a permitir es que alguien como usted trabaje para mí.
- ¿Me está despidiendo?- Preguntó la mujer también poniéndose de pie.
- Sí.
- ¿Por qué? Si yo solo soy una victima de…
- Cállese.- Le dijo Isaka.- Le despido por haber alterado la tranquilidad de uno de los mangakas que más venden y a mí no me hace perder dinero ni Dios, ¿entendido?
- No, no me despide por eso.- Negó la mujer.
- Le despido porque es una persona desagradable que se mete en la vida de los demás.- Dijo Isaka.- Ahí tiene la puerta.
- No le conviene despedirme.- Dijo la mujer sin intención de salir.
- ¿Quiere que llame a seguridad?- Dijo Isaka ya cansado de la situación.
- Me pregunto que diría su padre si se enterara de que se acuesta con su secretario. Les vi la semana pasada en aquel bar, ¿pensabais que no os ibais a encontrar con ningún conocido?- Dijo la mujer provocando que Asahina se levantara de la silla en la que estaba y fuera hacia ella, le agarró del brazo y le dirigió hacia la puerta.- ¡Suéltame!¡Dile a tu novio que me suelte!
- Kaoru, deja que se vaya por sus propios medios, no dirá nada.- Dijo Isaka volviéndose a sentar en su silla.
- ¿Cómo estás tan seguro?- Dijo la mujer cuando Asahina se alejó de ella.
- Porque yo soy rico y tengo mucho poder, solo con chasquear los dedos puedo acabar con tu vida.- Dijo Isaka.- Ahora vete y no vuelvas jamás por aquí.
- ¿No le has oído? Vete.- Le dijo Asahina al ver que no se movía. La mujer le miró con mala cara y finalmente se fue. Asahina cerró la puerta y se sentó de nuevo en su silla.
- Dios, qué día más largo.- Dijo Isaka suspirando.- Ya está todo claro, ¿no? ¿Alguien necesita decir algo más? Que hable ahora o calle para siempre.
- Onodera y yo también tenemos una relación.- Dijo Takano.
- Fantástico.- Murmuró Isaka.- ¿Y tú, Mino? Estarás saliendo con Kisa, supongo.
- No, yo estoy divorciado.- Dijo Mino sonriendo.
- Yo hay algo que quiero decir.- Dijo Kisa.- Estoy embarazado, sé que suena increíble pero es cierto.
- ¿Qué? ¿Cómo es eso posible?- Preguntó Isaka sorprendido.
- A algunos hombres les pasa, cada vez es más común.- Dijo Kisa encogiéndose de hombros.
- ¿Entonces no es broma?
- No, Isaka-san, estoy de cinco semanas.- Le dijo Kisa.
- Bueno, pues enhorabuena.- Se limitó a decir Isaka que aún estaba sorprendido.
- ¿Y le puede pasar a cualquier hombre?- Preguntó Kaoru.
- No, tu cuerpo debe estar preparado para ello y no el de todos los hombres lo está.- Explicó Kisa.- Recomiendan hacerse las pruebas a los hombres que mantienen relaciones con otros hombres.
- ¿Duele?- Preguntó Isaka.
- No, yo me lo hice ayer y solo es un pinchazo.- Dijo Ritsu.
- Comprendo.- Dijo Isaka levantándose de nuevo.- Antes de que os vayáis quería pediros que no digáis nada sobre nosotros, nadie sabe que estamos juntos, lo hemos llevado en secreto durante muchos años y esperamos que siga así, ¿entendido?
- Sí.- Asintieron todos para luego marcharse, dejando al presidente y al secretario solos.
- Kaoru, pídeme cita para hacerme la prueba esa.
- Ahora mismo.
