4 años después

Ritsu llevaba en cada mano a un niño de cuatro años, acababa de recogerles del colegio y se dirigía a casa de su amigo para dejarles con él. Esa tarde tenían una reunión en Marukawa y no iban a acabar hasta bien entrada la noche. Los niños le contaban todo lo que habían hecho aquel día, sobretodo Nao, que era el más hablador.

Llegaron a casa del mangaka, quien ya les estaba esperando en la puerta, y los niños se metieron corriendo en la casa, dejando a los adultos fuera.

- Muchas gracias por hacernos el favor.- Dijo Ritsu sonriendo.

- No te preocupes, ya sabes que me encanta cuidar de ellos.- Respondió Chiaki.

- Espero que la reunión no termine demasiado tarde.- Suspiró el editor.- También ha sido mala suerte que la reunión sea el mismo día que Yukina está fuera.

- ¿Dónde se ha ido?

- Está en Kioto, un amigo suyo ha abierto una galería de arte y hoy era la inauguración.- Explicó Ritsu.

- Sigue buscando empleo, ¿no?

- Eso creo, Kisa me comentó que ya no aguanta más el estar sin trabajar.

- Totalmente comprensible.- Dijo Chiaki y de repente se puso muy serio.- Por cierto, ¿cómo está Tori?

- Aún no ha vuelto, ¿verdad?- Preguntó Ritsu con tristeza.

- No, ya hace un mes que se fue...pensaba que lo arreglaríamos pero ya hace más de dos semanas que no hablamos, lo único que hace es mandarme correos relacionados con el trabajo.- Respondió el mangaka.- No sé qué hacer.

- Él te quiere, estoy seguro de…

- Hay veces que querer a una persona no es suficiente.- Interrumpió Chiaki con lágrimas en los ojos.- Cada vez tengo más claro que le he perdido y me duele mucho porque no solo he perdido a mi pareja sino que también he perdido a mi mejor amigo.

- No te desanimes, ya verás como todo se soluciona.- Dijo Ritsu dándole un abrazo.- Puedo intentar hablar con él.

- Te lo agradezco pero no creo que eso sirva de algo. Tendrías que haber visto su cara cuando cogió sus cosas y se fue. Estaba tan disgustado…

- Lo habéis pasado muy mal.

- Y todo por mi culpa.

- No digas eso.- Le dijo Ritsu.

- Fui yo quien se empeñó en tener un hijo y mira, han pasado cinco años y lo único que he conseguido es joder mi relación.- Dijo Chiaki sin poder contener las lágrimas.- Pero es que...tenía tantas ganas de ser padre…

- Lo sé y siento mucho que no haya podido ser así, pero aún hay esperanza, ¿no?

- Ritsu, llevamos mucho tiempo intentándolo y nada, además, dudo mucho que Tori vuelva a casa, si ya no lo ha hecho…

- Debéis hablar y aclarar las cosas.

- No quiere hablar conmigo.- Dijo Chiaki y se escuchó algo romperse dentro de la casa.

- ¿Qué habrán roto ahora?- Suspiró Ritsu frunciendo el ceño.

- No te preocupes, no tengo nada de valor.- Chiaki se limpió las lágrimas y Ritsu miró su reloj.

- Lo siento pero me tengo que ir ya, si quieres cuando venga a por los niños hablamos.

- Está bien, voy a ver qué andan haciendo los peques. Hasta luego.- Se despidieron y Chiaki se metió en su casa.

Ritsu entró en la sala de reuniones cuando ya estaba todo el mundo ahí, se sentó al lado de Kisa y la reunión comenzó. Estuvieron casi tres horas discutiendo sobre los nuevos mangas que lanzarían la próxima temporada, los que continuarían y sobre un posible anime. Acabaron todos agotados.

- Y eso es todo.- Dijo Takano poniéndose de pie.

- Espero que no le hayan roto nada más a Chiaki.- Murmuró Ritsu pensativo.

- ¿Le han roto algo?- Preguntó Kisa.

- Eso creo.

- No sé qué les pasa últimamente pero están muy revoltosos.- Dijo Kisa.- La semana pasada Nao-chan decidió que era buena idea cubrir el sofá de papel higiénico. Gastó seis rollos.

- Te ha salido artístico.- Bromeó Mino.

- ¿Les está cuidando Chiaki?- Preguntó Hatori mientras recogía sus cosas.

- Sí, Yukina está fuera y no podía hacerse cargo.- Explicó Kisa.

- ¿Cómo está Chiaki?

- Está muy triste.- Respondió Ritsu.- Quiere hablar contigo pero dice que tú no quieres.

- Ya nos dijimos todo lo que nos teníamos que decir.- Dijo Hatori secamente. Kisa y Ritsu se miraron con preocupación, la cosa no pintaba bien.

- Habrá que ir a recogerles, ¿no?- Dijo Takano interrumpiendo la conversación.

- Sí, vayamos antes de que acaben con Chaiki.- Dijo Kisa y todos salieron de la sala.

Ritsu, Takano y Kisa se dirigieron a casa del mangaka. Al llegar se encontraron con los niños ya dormidos.

- ¿Te han dado mucho trabajo?- Preguntó Kisa.

- Para nada, se portan muy bien.

- ¿Qué era lo que te habían roto?- Quiso saber Ritsu.

- Un jarrón que nos regaló la madre de Tori, era espantoso, casi que nos han hecho un favor, bueno, me han.

- Tenéis que encontrar la forma de arreglar lo vuestro.- Dijo Ritsu con una sonrisa triste.

- De verdad que ya no sé qué más hacer.- Dijo Chiaki.- De hecho quería hablar contigo, Takano.

- Dime.

- ¿Sería posible un cambio de editor? Tal y como están las cosas preferiría no seguir trabajando con Tori.

- ¿Estás seguro?- Preguntó Kisa sorprendido.

- Sí, lo he estado pensando y creo que eso será lo mejor.

- Pues si eso es lo que quieres mañana mismo te diré algo.- Le dijo Takano.

- Gracias.

Yukina llegó a su casa por la mañana, completamente agotado. Su pareja y su hijo se encontraban durmiendo en la misma cama, apartó un poco al pequeño y, sin cambiarse de ropa, se metió entre las sábanas.

- Kou.- Susurró Kisa.

- Lo siento, no quería despertarte.- Dijo Yukina también susurrando.

- Creía que no volvías hasta esta tarde.

- Quería verte.- Sonrió el más joven.- Tengo algo que decirte.

- Dime.

- Me han ofrecido un trabajo en Kioto.

- ¿QUÉ?- Exclamó el editor sorprendido haciendo que su hijo se despertara.

- ¡Papi!- El niño se abalanzó sobre su padre cuando abrió los ojos y le vio.- ¿Me has traído algo de Kioto?

- Nao-chan, no seas consentido.- Le riñó Kisa.

- Sí, os he comprado un juguete a ti y a Hito-chan.- Dijo Yukina dándole un beso en la frente.- ¿Por qué no vas a lavarte la cara mientra papá y yo preparamos el desayuno?

- ¡Vale!

- No lo voy a aceptar.- Dijo Yukina una vez el niño salió de la habitación.

- ¿Por qué?

- Porque no soportaría estar lejos de vosotros.

- Bueno, Kou, necesitas trabajar o te acabarás volviendo loco.- Le dijo Kisa acariciándole la espalda.- Quedamos en que estarías solo un año sin trabajar y al final han sido cuatro, sé que te encanta pasar tiempo con Nao-chan, pero también necesitas sentirte realizado.

- Nao y tú sois lo más importante para mí, vosotros vais primero.

- Kou, creo que deberías aceptar el trabajo.

- No voy a separarme de vosotros.- Dijo Yukina tajante.

- No tendrás que hacerlo, nosotros iremos contigo.- Le dijo Kisa decidido.

- ¿Y tu trabajo?

- También hay editoriales en Kioto, ¿no?

- Pero te encanta Marukawa…

- Mira, llevas años buscando trabajo de lo tuyo en Tokio y no te sale nada, así que si para poder dedicarte a lo que te gusta nos tenemos que mudar a Kioto lo haremos. Además, Nao es aún muy pequeño y se adaptará rápido.

- No me parece justo para ti, Shouta.

- Tú dejaste tu carrera a un lado para que yo pudiera continuar trabajando, creo que ya es hora de que sea yo quien la aparte un poco.- Dijo Kisa.- Además, no es como si fuera a estar desempleado, estoy seguro de que encontraré trabajo en Kioto, tengo muy buen curriculum.

- ¿Entonces te parece bien?- Preguntó Yukina con una sonrisa.

- Por supuesto.- Dijo Kisa y le dio un beso.- Acepta ese trabajo y yo hablaré con Takano.

- ¡Tengo hambre!- Exclamó Nao asomándose a la habitación.

- Ya va, ya va.- Kisa se puso de pie y se dirigió a la cocina junto con su hijo.

Hatori fue el primero en llegar, se sentó en su sitio y comenzó a trabajar. Suspiró frustrado. No soportaba más el estar alejado de Chiaki, pero al mismo tiempo sabía que si volvía todo iba a seguir igual. Él quería aclarar las cosas pero no se atrevía a hablar con él, temía no llegar a ningún acuerdo y que ese fuera el fin de su relación.

Takano entró seguido por Ritsu, se sentaron y también se pusieron a trabajar. En un momento dado Takano se dirigió a él.

- Ayer hablé con Chiaki, me ha pedido que le asigne otro editor.- Hatori le miró muy sorprendido, sin creerse lo que le acababa de decir.

- Pero...¿de verdad?¿Ya no me quiere de editor?

- Dice que es lo mejor debido a la situación.- Dijo Takano y Hatori sintió que el alma se le caía a los pies. Chiaki se estaba rindiendo, ya no creía en su relación.

- Si es eso lo que quiere…- Respondió el editor intentando ignorar el nudo que tenía en la garganta.

- Oye, ve a casa, habla con él, id a cenar o al cine, no sé, intenta solucionar las cosas.- Le dijo Takano.- No podéis seguir así. ¿Vas a permitir que tu relación se vaya a la mierda?

- Takano, ha sido muy doloroso para nosotros el no poder…

- Ya, ya lo sé, pero es algo por lo que tenéis que pasar juntos.- Dijo Takano tajante.- Todo lo que os ha pasado ha sido una mierda, sé lo mucho que deseabais ese bebé, pero no podéis dejar que eso acabe con vuestra relación. Dime, ¿qué has ganado yéndote de casa? ¿Qué tal te ha ido este mes sin Chiaki? ¿Ya se han solucionado todos vuestros problemas?- Hatori le miraba dolido y sin responder nada, mientras que Ritsu intentaba hacer como que no estaba escuchando.- Me da a mí que los dos seguís igual de jodidos, bueno, igual no porque al menos antes os teníais el uno al otro, ahora estáis más jodidos.

- No tienes ni idea de…

- Que sí, que yo no tengo ni idea de vuestra situación porque no he pasado por ahí.- Le interrumpió Takano.- Pero nosotros hemos estado a vuestro lado durante estos cinco años, sabemos por todo lo que habéis pasado y lo mucho que habéis sufrido. No vamos a permitir que acabéis con vuestra relación con lo mucho que os queréis.

- Takano…- Comenzó a decir Hatori pero fue interrumpido de nuevo.

- Y lo más importante; no voy a permitir que jodáis uno de los mejores mangas del departamento solo porque tengáis problemas. Así que vais a arreglar las cosas, tú continuarás siendo su editor y el manga se seguirá vendiendo bien, ¿entendido?

- De verdad que me encantaría que todo volviera a ser como antes pero yo ya no lo aguanto más, la situación me sobrepasa. Ya no sé qué decirle, cómo consolarle…- Dijo Hatori.- Yo también quería ser padre, ¿es que no se da cuenta? Yo también he sufrido y sufro por ello y ya me he cansado de ser el que aguanta el tipo solo para que él se pueda derrumbar. Han sido años muy difíciles y yo solo quiero pasar página, me gustaría que fuera con él pero sé que no se le va a quitar de la cabeza la idea.

- Tenéis que hablar.- Dijo Takano y en ese momento entró Kisa.

- Buenos días. Takano tengo que hablar contigo.

- ¿De qué se trata?

- El mes que viene me mudo a Kioto, así que este será mi último mes aquí.- Dijo Kisa sorprendiendo a todos.

- ¿QUÉ?- Gritó Takano.

- Le han ofrecido un trabajo a Kou en Kioto y hemos decidido mudarnos.

- Me alegro por Yukina pero esto es un problema…- Takano suspiró frustrado.- Tendré que empezar a hacer entrevistas.

- Siento avisar con tan poco tiempo.

- No, no te preocupes, nos las apañaremos.

- Jo, Kisa-san, te voy a echar mucho de menos.- Le dijo Ritsu.

- Me preocupa separar a los peques, son uña y carne.- Dijo Kisa.

- Bueno, son cosas que pasan, además son tan pequeños que ni se acordarán.- Dijo Takano.

Chiaki entró nervioso en la editorial para la que trabajaba, le sudaban las manos y sentía que el corazón se le iba a salir por la boca. Se metió en el ascensor y puso rumbo al departamento Esmeralda. Con cada paso que daba las piernas le temblaban más.

- Tori.- Llamó cuando le divisó en su mesa. Todos levantaron la vista de sus papeles y le observaron sorprendidos.- ¿Podemos hablar?

- Chiaki, ¿es sobre trabajo?- Preguntó el editor suspirando, tenía que solucionar las cosas pero ese no era el momento.

- No, pero es muy importante.

- Estoy trabajando.

- Será solo un…- Comenzó a decir Chiaki muy nervioso, pero fue interrumpido por Hatori quien lo miraba con expresión triste.

- Mira, cuando las cosas se calmen volveré a casa, mientras tanto es mejor que sigamos así.

- Pero Tori…

- No, Chiaki, estás obsesionado, sé que un bebé es lo que más quieres pero nos has dejado de lado y, sinceramente, yo creo que nuestra relación es más importante que cualquier bebé. Además, llevamos casi cinco años intentándolo y...ya va siendo hora de rendirse.- Los ojos del mangaka se llenaron de lágrimas, intentó decir algo pero no le salían las palabras.- No pasa nada si no tenemos hijos, ¿no puedes ser feliz solo conmigo?- Hatori se levantó del asiento y se acercó hacia él, mientras los demás miraban la escena conteniendo la respiración.- Yo te quiero y tú me quieres, eso te debería bastar porque sino...al final acabaremos con lo nuestro.

- Tori, cállate…- Le dijo intentando no llorar.

- Han sido años muy duros y yo ya no lo puedo soportar más, los dos lo hemos pasado muy mal, creo que ya va siendo hora de dejar este tema y centrarnos en ser felices solo los dos.- Chiaki le miró dolido y sin pensárselo dos veces le lanzó a la cabeza lo que había estado sujetando en la mano.

- ¡No es necesario que te pongas así, podrías haberme…- Tori dejó de hablar al darse cuenta de qué era lo que le había tirado. Se agachó para recogerlo y vio que era un test de embarazo. Chiaki muy dolido ni esperó a que le dijera nada, se marchó corriendo de la editorial. Hatori quedó paralizado al ver que era positivo, iban a ser padres.


Hola ^^

¿Qué tal? Siento mucho haber tardado en actualizar, pero son malas fechas con las clases y todo eso...

Bueno, este ha sido el penúltimo capítulo del fic, espero que os haya gustado. Subiré el último antes de que finalice el año, porque en enero haré un parón y no publicaré nada en todo el mes.

Muchas gracias por leer y a los que dejáis comentarios, siempre es un placer leerlos.

¡Un abrazo! :D