RECUERDOS

CAPÍTULO: UNIFORME

-¡Ay, que emoción!-. Scorpia emanaba tanta alegría como siempre. -¡Uniformes nuevos!-.

Catra blanqueó los ojos. -Es solo ropa-. No entendía como eso podía emocionar tanto a su compañera. -Y es para los cadetes-. Estos estaban haciendo fila para recibir sus uniformes.

Eso no desanimó a Scorpia. -Sigue siendo una buena noticia-. Quiso compartir su felicidad abrazándola.

Pero ella esquivó el gesto. -¿Qué te he dicho del espacio personal?-. Gruñó.

-Lo siento-. Volvió a sonreír. -¡Allá está Entrapta!-. Catra pensó que con eso la dejarían en paz un rato, se equivocó, Scorpia le tomó del brazo para llevarla con ella.

-¡El espacio personal!-. Ignoraron su reclamo.

Pasaron junto a la fila de cadetes, verlos con su ropa nueva, le transportó al pasado.


Su escuadrón tenía pocos días de haber recibido sus uniformes nuevos, pero ya le habían regañado, fácil, una treintena de veces, por romper sus pantalones y por no utilizar las botas, en lugar de eso terminaba vendándose los pies.

-¡Esto es ridículo!-. Era Shadow Weaver quien le regañaba. -¡Eres incapaz de seguir la simple orden de usar tu uniforme!-.

Estaba enojada. -¡Si uso esas botas se rompen!-. Sus garras eran demasiado afiladas.

-¡Eso no pasaría si te cortaras las uñas!-.

-¡Son garras, no uñas! ¡Garras!-. Si se las cortaba, estaría yendo contra su propia naturaleza, pero evidentemente eso no le importaba a Shadow Weaver.

-¡Y mira tus pantalones!-.

Enfureció más, harta de la situación. -¡A diferencia de ti, tengo cola!-. Le agitó frente a ella. -¡Y si les cortó de abajo, es porque así me muevo mejor!-. No iba a limitar su agilidad.

-Catra no está haciendo nada malo-. Adora entró a la escena. -Apropió el uniforme a su cuerpo-.

La expresión de Shadow Weaver se suavizó al ver a la rubia. -Tu amiga es una desobediente-.

-Su rendimiento es mayor así-. No dio el brazo a torcer. Intercambiaba miradas cómplices con Catra, eso disgustaba aun más a su superior, pero terminó suspiró.

Quizá odiaba a Catra, pero Adora era su favorita. -Váyanse, ¡Ya!-. Ambas se fueron corriendo.

Se las arreglaron para salir por una de las ventanas, y escalaron hacia una de las vigas mas altas, Catra reía, porque era mucho más rápida. -¡Te quedarás atrás, Adora!-. Ella también reía. -¡No te vayas a caer!-. Le sonrió con fingida malicia.

-¡No me dejarías caer!-. Por estar bromeando con eso, piso mal y una de sus manos resbaló. -¡Ahhh!-.

La mano de Catra le atrapó. -Claro que no-. Y le ayudó a subir el último tramo.

Allá arriba la vista era hermosa, Adora usaba ambas manos para agarrarse al metal, ella estaba acuclillada al borde de la viga, sin miedo a caer, confiaba completamente en sus reflejos.

Vio a Adora de reojo. -Gracias-. Lo dijo bajito.

-Siempre estaré de tu lado, Catra-. Esa sonrisa le gustaba mucho. Al ver los labios de Adora, tuvo el fugaz pensamiento de querer besarla, agitó la cabeza, eso era una locura.

Sentía un profundo arrepentimiento por no haberla besado aquel día.


"Siempre estaré de tu lado, Catra." Esas palabras hicieron que sonriera con amargura. "A alguien le gusta romper sus promesas." Pensó.

-¿Catra? ¿Estás ahí?-. Scorpia movió su pinza frente a ella, reaccionó. -¡Sigue viva!-.

-Claro que estoy viva-. Gruñó.

-Es que parecías como desconectada del mundo-. La perspicaz mirada de Entrapta le analizó de pies a cabeza. Sacó su grabadora. -Zona del terror, hora…

Catra le dio un manotazo. -Guarda esa cosa-. Luego se cruzó de brazos. -Solo pensaba en algo-.

-Ese algo es Adora-. Dijo Entrapta, sonriendo.

-¡No!-.

-Pero si siempre piensas en ella-. Corroboró Scorpia. -¿Dije algo malo?-.

De mal humor, Catra mejor regresó a su habitación.

Aun pensaba en ese beso que no dio.