¡Hola! Les agradezco de corazón todos los hermosos comentarios que me dejaron. Tengo que decir que me costo mucho hacer este capitulo, me esta costando resolver este "problema". Entenderan más cuando lo lean... En fin espero que lo disfruten, no se preocupen... puedo tardar (y pido disculpa por eso), pero esta lejos la posibilidad de abandonar el fic. :)
Capitulo 12.
La velocidad del bote lograba que los cabellos de Ran bailaran con el aire como si de un vals se tratara, su mirada, en cambio, se mantenia fija en el atardecer del lugar. Su amiga se acercaba con alguna bebidas calientes, y algun bocadillo de maquina expendedora que de seguro no les satisfacia ni un diente, ni tampoco contribuia con una dieta sana.
Todo habia sido muy rapido, aun faltaba recorrido por terminar, pero habian llegado a la parte calmada del viaje. Todos sobre el pequeño barco parecian alegres, seguro disfrutaban de sus vidas, olvidandose de sus preocupaciones pero siendo conscientes de ellas. Quizas eso era lo que permitia que las personas esten en calma a pesar de tener problemas, conocerlos. Si somos conocedores de nuestros problemas, si sabemos diferenciarlos, podemos hacerle frente. Pero ellas se encontraban en un dilema, incapaces de encontrar la x de la ecuación. Sabian poco, una menos que la otra, lo unico que restaba era protegerse mutuamente y esperar como doncellas en peligro. Patetico.
De manera muy superficial, parecian dos pilares de roca macisa vivientes, imposibles de ser derribadas, incapaces de ser influenciadas. Pero la realidad decia, que con el leve toque de una pluma, ellas se esfumarian asi como asi. Se hablablan, lo justo y lo necesario, los temas interesantes que se tocaban era sobre la proxima parada del autobus y lo que comprarian para cenar, aunque ninguna de las dos tienen apetito.
¿Qué era lo que exactamente conocian? Que irian a la prefectura de Hokkaido, quizas a Matsumae, Sapporo, Shiretoko, o Akan, de eso tampoco tenian idea. Alguien las estaria esperando ahi, eso decia las indicaciones de Shinichi en una pequeña carta, junto con varios boletos, dinero (en grandes cantidades, por cierto), y la foto de ellos dos. Ran sabia que lo habia planificado todo para que ellas estubieran a salvo, confiaba en él, pero sinceramente a veces su logica podria guiarlas a lugares desconocidos. Pero lo que más preocupaba es que ellos estuvieran Tokio, haciendo practicamente de carne de cañon, mientras que ella estaba huyendo, lo unico que la calmaba era que estaba protegiendo a Kazuha. ¿Pero cuanto duraria? No sabia si era correcto o no contarle sobre el peligro que pasaban, su amiga ya era consciente de la gravedad del problema, sino... ¿porque estarian huyendo a un extremo del pais, a sabe Dios que lugar? Debia decirselo, no solo porque Kazuha comensaria a preguntar, no solo porque era digna de conocer lo que estaba ocurriendo, sino tambien porque su corazón no resistia el sufrimiento por si solo. Pero era peligroso, tendria que esperar a que esten en tierra firme y en el lugar que preparo Shinichi. Solo ahi, quizas, no habria inconvenientes para contar lo que estaba pasando.
Por su parte, para Kazuha todo habia quedado en la nada, el actuar de Heiji, su huida, el actuar de Ran, sus lagrimas y su fuga con ella. Todo quedo en silencio, tanto los labios de Hattori como los de su amiga. Se moria por entender, conocer algo, por lo menos para saber que hacer, porque tampoco queria quedarse sin hacer nada. Se moria por llorar de impotencia, pero con la promesa que se habia hecho a si misma para hacer frente a Heiji, sus ojos quedaron secos. Tal vez era porque era tan ignorante de la situacion, que era dificil saber si se podia llorar o se debia ser fuerte. Por la apariencia de Ran, parecia que la segunda opcion era la más viable. Se encargo todo el viaje de comprar la comida y verificar las siguientes paradas a realizar. No era tonta tampoco, todo lo pagaban en efectivo, los transportes que utilizaban eran por tierra y boletos no tenian nombre alguno. Claramente se movian dejando la menor cantidad de rastros posibles.
Pasaron horas luego de bajar a tierra firme, alli las esperaba un hombre anciano con la apariencia de trabajar de mayordomo. Las recibio con una calida sonrisa, eso las calmo un poco, necesitaban aquella esperanza depositada en el rostro del hombre adulto. Lo raro, o quizas no tanto, fue que tuvieron que caminar unas cuadras con sus bolsos para ir a la limosina que las esperaba. Bueno, si lo analisabas bien, es verdad que tal vehiculo podria llamar la atención de varios portuarios de la zona, era más normal ver a un par de chicas caminando con sus maletas tratando de buscar un taxi. Shinichi piensa en todo...
Iban camino al parque Nacional Shiretoko, según lo comento el presunto mayordomo-chofer, a una mansion bien escondida entre las montañas. Un lugar discreto, sus dueños solo la utilizaban de casa de Invierno, Sr. Motohito indico que "el que las enviaba" era un buen conocido de ellos y que no habria problema en que ellas se "refugien" en ese lugar. Si solo supieran quién era aquel hombre que las llevaba a destino, y cuanto sabia de su "situación" que ellas mismas no supieran.
Llegaron a la madrugada, la mansion estaba a varios kilometros adentro de la zona protegida, era necesario subir unas escaleras para encontrar la entrada, la cual esta recubierta por la vegetación de la zona. El Sr. Motohito las ayudo con el poco equipaje que llevaban ensima, les dijo que pronto prepararia la cena para ellas y que cuando estubieran a salvo dentro de la casa les daria algunas indicaciones "escenciales". Las chicas observaron el lugar con detenimiento, era hermosa la provincia de Shiretoko, lastima que no estuvieran alli para disfrutar...
No se podian utilizar las puertas ni las habitaciones delanteras, se debian mantener las persianas cerradas las veinticuatro horas del dia, a la noche solo se utilizaban velas para alumbrar el lugar, el mayordomo solo iria una vez por semana para suministrar la mansion de viveres y elementos de higiene, por lo tanto ellas mismas debian mantenerse, y la ultima indicacion... No debian salir de alli. Encarceladas y solas.
Intentaron cenar con ganas, porque parecia que el Sr. Motohito se habia esforzado mucho en prepararles la comida caliente, pero por más que se esforzaran el apetito no era el suficiente. Tomaron una ducha rapida y se fueron a su habitación, no hacia falta preguntar si dormian en una misma alcoba, ya que eran las unicas en esa gran mansion y separarse solo las volveria más vulnerables. El viaje habia terminado, era hora de hablar.
- Ran...- Dijo después de cerrar con cuidado la puerta del dormitorio. No dio un paso más...- Debes decirme que sucede.
Callo. Un nudo en la garganta se presento firmemente, el cual no dejaba que hablara. No sabia por donde empezar, trato, enserio hiso el intento de no llorar, pero cuando menos se dio cuenta las lagrimas desbordaban. Su amiga se acerco rapidamente hacia ella, en cuanto la vio caerse sentada en el piso. La abrazo con fuerza, y le dijo que en ese momento estaban seguras, que debian ser fuertes, y que era necesario una explicación.
Comenzo a hablar y al hacerlo sentia que estaba sumergiendo a Kazuha en este enorme embrollo sin necesidad alguna, pero igual le contó. Le hablo sobre la doble identidad de Shinichi, respondio sobre algunas dudas sobre el porque habia aparecido antes como adulto, y le dijo que si estaban ahi eran por aquellos Hombres de Negro, que alguna vez habian intentado matar a la persona que amaba.
- Kazuha...- Dijo con firmeza una vez recuperada, la miro con los ojos, dudo en hablar pero prosiguio-. Heiji esta involucrado en esto, desde que supo lo de Shinichi, jamás lo ha dejado de lado...
- Comprendo...- Dijo con desgano, hace momentos atras aun lo seguia odiando por su indiferencia en la fiesta, y ahora, queria estar en sus brazos para saber que él estaba a salvo. Pero no lo sabia, y no habia manera de saberlo. Se juro no llorar más, no verse vulnerable, y asi fue.-. Esta bien..., no podemos darles el gusto a aquellas personas de sentirnos mal...- Dijo sorprendentemente con una sonrisa-. Hay que ser fuertes Ran- chan...
Su amiga pudo absorver un poco de ese optimismo, pero aún asi no logro sonreir.
- Dime, ¿paso algo más en la fiesta que yo deba saber?.- Pregunto Kazuha con mera inocencia. Ran limito a colorearse de rojo, sus ojos eran puntos y sus orejas casi tiraban humo. -. Ran...
- B-bueno..., con Shinichi estuvimos... un tiempo a solas...- Su amiga la miraba con ojos expectantes y ansiosos-. Y p-puede que nos hayamos...dado un beso...- Lo dijo con verguenza, con nerviosismo y ... con alegria en los ojos...
- Ran..., eso es muy bueno...- Respondio con brillo en los ojos-. ¿Porqué no me contaste lo del beso, antes que el embrollo ese de los Hombres de Negro?
Ambas se miraron ante el comentario, y comenzaron a reirse. Quizas de esa manera llenaban el vacio de estos dias que pasaron sin gracia alguna, puede ser que de esta manera lograrian sobrellevar la situacion por la que pasaban. Se rian, y se olvidaban de todo por un momento. Tal vez no conocian del todo sus problemas, pero juntas buscarian la forma de hacer frente a cualquier cosa que se le enfrentase.
Bien... Si... puede que este cap, haya sido muucho más corto que el anterior... ¡Gomen!, pero... como ya dije me costo mucho hacerlo, y la verdad el tema que se trato no saba mucho para hablar. ¿Se dieron cuenta que fue un capitulo exclusivamente femenino? Eso si fue a proposito... Muy bien, ahora si puede que tarde bastante en publicar el proximo capitulo, además de que tengo varios proyectos de escritura. Eso me recuerda..., abri una pagina en facebook... se llama "Un café para escribir", me gustaria mucho si pasan y le dan "Like" o "Me gusta". ¿Que es lo que escribo en esa pagina?, bueno textos originales de mi propio puño y letra :) Quizas..., algun dia esos clicks me ayuden a alcanzar mi sueño de mi propio libro. Bueno..., basta de sentimentalismo... para eso esta mi pagina de facebook (Pueden entrar tambien por: /cafeysentimientos). ¡Les deseo un lindo dia y exitos...!
