El fin de un viaje

Frontera de la Tierra del Fuego

El camino hacia las frontera entre el país del Viento y del Fuego fue muy tranquilo, iban con calma, nada los apuraba. Saludaban a los ninjas de la arena que regresaban de sus misiones y a los que se mantenían en sus puestos de vigilancia, ambos eran ampliamente conocidos y queridos por todos en la aldea de la Arena y mantendrían en secreto su salida. El sol aun no había llegado a su punto más alto, lo estaría al llegar a los límites de la Tierra del Viento.

Faltando pocos kilómetros para llegar a la frontera se quitaron sus túnicas que los asemejaban a ninjas de la Arena, dejando ver sus ropas. Naruto vestía las clásicas sandalias, pero ahora eran de color negro, pantalón anaranjado, a la altura del muslo derecho unas vendas sujetaban unos bolsillos que guardaban sus kunais y a la altura de la rodilla izquierda tenía un parche cuadrado de color amarillo, en el medio se podía leer el "kanji" para cuarto en honor a su padre, un polo color negro que tenia dibujado un remolino a la altura de su estomago y en su manga derecha el kanji que llevaba su maestro en su protector, "Abura", en color rojo. No tenía ningún protector puesto, haciendo que su pelo le cubriera un poco más la frente además de que se lo había dejado crecer un poco. Hinata también vestía el mismo tipo de sandalias negras, además de un pantalon azul oscuro que llegaba hasta un poco mas debajo de su rodilla, en su muslo derecho unas vendas sujetaban unos bolsillos al igual que en Naruto. En la parte superior vestía un polo de manga corta color lavanda con el símbolo del "ying yang" en el centro de su espalda y a la altura de su vientre tenía el mismo diseño de remolino que Naruto, solo que dibujado en color blanco, sus brazos estaban vendados desde las palmas de las manos hasta un pocos más arriba de lo que cubría su polo, dejando ver solo sus dedos. Aun mantenía su protector en su cuello, pero ahora lo tenía en su espalda y lo cubría con su cabello que llegaba hasta la mitad de su espalda y lo amarraba al final.

Aunque ahora vestían diferentes, siempre llamaría la atención un ninja de pelo rubio y ojos azules así como también cualquier integrante del clan Hyuga, por lo que encima de sus ropas se pusieron unas túnicas cremas con capucha q los cubría de pies a cabeza, ahora si podían entrar a la Tierra del Fuego sin ser reconocidos.

Hinata sabia el destino, un pequeño pueblo cerca al puerto que comunica la Tierra del Fuego con la Tierra del Agua, mas no sabía el camino que iban a tomar y le expreso su duda, a lo que Naruto le respondió mientras con su brazo derecho extendido y su dedo índice apuntaba en una dirección, bordearemos el país por la zona sur, solo iremos a los pueblos cuando sea necesario tenemos que evitar que sepan que hemos salido de la Arena, al menos mientras nos establecemos. Ahora con una Hinata más tranquila empezaron la última etapa de su viaje, la mayor parte del tiempo correrían lejos de los caminos a través de los bosques para no ser vistos, otras veces seguirían los caminos para encontrar lugares donde descansar y reabastecerse de alimentos. Habían decidido que no irían a toda velocidad, después de todo uno de ellos era un ninja perverso y no podía estar cansados si se presentaba una pelea, pero tampoco podía ir muy lento pues sería una invitación a que los descubran, por eso iban a paso ligero, en total demorarían unas dos semanas en llegar a su destino si no se encontraban con ningún predicamento.

Naruto no dejo nada al azar, sabía que en el pueblo al que iban nadie los esperaba ni sabrían quienes eran, por lo que meses atrás, mientras aun se encontraban en la aldea de la Arena, invoco a una pequeña rana, no era Gamakichi pues este ya había crecido mucho para pasar sin ser notado, y le entrego un pequeño pergamino dirigido a Tazuna, en el Naruto le explicaba que necesitaría que le construyera una casa en las afueras del pueblo dándole ciertas pautas de lo que quería y su ubicación, al final de la carta había un pequeño mapa que le aclararía las dudas al viejo constructor, al cerrar el pergamino le puso un sello que al ser abierto haría aparecer una bolsa con dinero por el trabajo. La pequeña rana se trago el pergamino y desapareció en una nube de humo.

Konoha

Todas las reparaciones habían concluido, la aldea de la Hoja estaba nuevamente andando, las misiones y los ingresos por estas habían vuelto a la normalidad, sus defensas se habían incrementado para evitar otro capítulo como el que sucedió meses atrás. Los pobladores habían retomado sus vidas, parecían no recordar lo que había ocurrido, en cambio, los ninjas no lo habían olvidado, todos estaban ahí gracias al sacrificio de alguien, alguien que no estaba más con ellos, pero nada podía hacerse.

Complejo Nara

El despertador sonaba hace varios minutos, a su lado una figura tapada por mantas permanecía inmóvil, totalmente ignorante del sonido que resonaba en su habitación, minutos después dos despertadores mas empezaron a sonar, hubo movimiento en las mantas, una figura sombría se levanto, tenía los ojos aun cerrados y bostezaba fuertemente. Ignorando los sonidos se desplomo nuevamente en su cama, nuevamente dos despertadores mas empezaron a hacer su trabajo, ya eran cinco. Por segunda vez el joven se levanto, ahora con los ojos abiertos aun permanecía en su cama, me conozco demasiado bien pensó Shikamaru, mientras estiraba sus brazos y piernas. Luego se levanto y mientras se dirigía al baño apago los despertadores, hubiera querido quedarse en su cama o viendo el cielo desde su ventana, pero hoy tenía que ir donde la Hokage.

Aunque para el solo pasaron pocos minutos entre que sonaron las cinco alarmas y se levantara para lavarse en realidad había pasado casi una hora, cualquier otro habría salido corriendo para evitar una reprimenda, pero no Shikamaru, el sabia que aunque se apurara igual lo regañarían, además le molestaba tener prisa, el era un ninja tranquilo y calmado. Ya estoy tarde pensó el usuario de las sombras, un poco mas no matara a nadie. Salió de su casa caminando lentamente con sus manos en los bolsillo y aun bostezando llego hasta la torre de la Hokage.

Torre del Hokage

Tsunade se encontraba recostada en su sillón con la cabeza colgando hacia atrás, para variar había dejado que se le acumule toda la documentación en su escritorio. Afuera Shikamaru golpeaba la puerta por tercera vez, no había respuesta y empezaba a dudar que hubiera alguien adentro, para verificar decidió entrar sin aviso, la imagen no podía ser más lamentable, era medio día y la resaca de la noche anterior de la Hokage aun causaba estragos.

Shikamaru: HMMM!! … HMMM!!!

Tsunade: zZzZzZz

Shikamaru se acerco la sacudió un poco

Tsunade: …quien eres… que hora es….

Shikamaru: Nara Shikamaru presentadose…

Tsunade: …esteeeee… que deseas.

Shikamaru: ayer me enviaron un mensaje, decía que quería verme a "esta" hora.

Tsunade: si es cierto, algo recuerdo…. Debí mandarlo antes de saber que iba a haber una fiesta… Shikaku y sus amigos si que arman buenas fiestas…

Shikamaru:… perdón?... asi que estuvo en una fiesta… cuando mi madre se entere….

Tsunade: nada nada, no te pases de listo… ahora a nuestro asunto… prepara tus cosas, vas a hacer un viaje.

Shikamaru (rascándose la cabeza): … a donde?

Tsunade: vas a ir a la aldea de la Arena como embajador, te vas a quedar ahí una semana…. Ya hice los arreglos con el Kazekage.

Shikamaru(bostezando): como embajador?.... mejor que valla alguien más, no quiero más problemas ni molestias en mi vida.

Tsunade: está decidido, sales mañana… solo para recordártelo, tu misión es reforzar las relaciones con la Arena, además de averiguar el estado de Naruto… hace meses no sabemos nada de él, estoy preocupada.

Shikamaru (rascándose la cabeza): Naruto eh… esto será más problemático de lo que había creído.

Tsunade: ahora fuera de acá, tengo que seguir durm….trabajando.

Tsunade semanas atrás le envió una carta a Gaara pidiéndole que le diera permiso a un ninja para que fuera a su aldea a tratar demás de su alianza que había estado tambaleandose desde el destierro de Naruto. Su respuesta fue afirmativa, pero eso no fue lo que le llamo su atención, lo más sorprendente era que el Kazekage había pedido que el enviado fuera Nara Shikamaru.

Eso no afectaba sus planes, pues ella siempre pensó enviarlo, pero no podía imaginar porque motivo Gaara lo pedía.

Shikamaru regresaba a su casa al mismo ritmo que lo llevo hasta la torre, en el camino recordó a Naruto, siempre riendo y gritando, siempre con ese pelo rubio… rubio, la imagen de una ninja con 4 colas en la cabeza y un abanico del tamaño de su cuerpo le vino a la mente. Lo más molesto va a ser ella pensó, después de tanto tiempo sin verla seguro lo recibiría con golpes e insultos, mientras se detenía y se agachaba cubriéndose la cara, aun recordaba tembloroso esos días que Temari estuvo a su cuidado por los exámenes chuunin. Ambos habían pasado algún tiempo juntos durante los preparativos, la gente que los veía no sabía si se llevaban bien o no, era una relación demasiada rara para poder etiquetarla.

En algún lugar de la Tierra del Fuego

Habían pasado dos semanas, el viaje había sido de lo mejor, había parecido un viaje de placer. Nadie los había reconocido, no se habían encontrado a nadie en los bosques y cuando iban a los pueblos ninguno de los comerciantes indago sobre sus identidades u orígenes. Cada cuatro o 5 días siempre que se pudiera paraban en algún pueblo y se relajaban en las aguas termales y los hoteles, después de todo era distinto dormir en una cama que en una bolsa de dormir.

Ambos se encontraban caminando por el camino principal desde hacía un par de horas, siempre cubiertos por sus túnicas, subiendo una pequeña colina Naruto se detuvo y dijo, por fin hemos llegado, a lo que Hinata sonriendo aplaudió unos segundos. Ambos se quedaron observando el paisaje, era un pequeño pueblo de no más de 150 personas y un puerto con embarcaciones que iban y venían del horizonte, mas allá se encuentra la tierra del Agua dijo Naruto.

Nuevamente empezaron a avanzar, a varios metros de la entrada al pueblo, un pequeño camino casi imperceptible para ojos no entrenados se separaba del principal. Mientras Hinata avanzaba sintió que la agarraban de la mano y la jalaban, antes ella se hubiera quedado congelada pero ahora ya lo había superado, le correspondía a Naruto con su mano y entrelazaron sus dedos, era la primera vez que se tomaban de las manos como aquellas parejas que vio en la Arena y en la Hoja, el rubio busco su mirada mientras avanzaban por ese camino escondido y los encontró, esos ojos claros le devolvían la mirada con algo más que cariño, con amor. Naruto sonreía, su mirada reflejaba calidez, siguieron avanzando unos minutos más y se encontraron con una casa de dos pisos y una pequeña torre por encima. Hinata quedo asombrada, su rostro tenía un brillo que nunca antes Naruto había visto, esos ojos, esa sonrisa, ahora estaba seguro, el se le acerco por la espalda y la abrazo, acerco su cara por atrás de la de Hinata y le susurro al oído. "Yo también te amo", las piernas de Hinata temblaron haciendo que pierda el equilibrio, lo que aprovecho el rubio para levantarla del piso y cargarla, con ella en los brazos se acerco a la puerta y con una patada la abrió la reparare después pensó, y entraron a su nuevo hogar.

Dos años después

La puerta se abrió lentamente, como si no hubieran querido hacer ruido. Un joven, ahora de 18 años entraba a su casa, vestido como cualquier aldeano, hacia mucho que ya no vestía las ropas con las que había llegado, para ser exacto desde hace dos años. Esa tarde de hace un par de años el y Hinata guardaron sus ropas en un baúl y lo guardaron en el sótano, atrás habían quedado los tiempos de las misiones en la aldea de la Hoja.

Queriendo sorprenderla, había llegado dos horas antes de lo que acostumbraba, podía escuchar desde la puerta el sonido del agua hirviendo y de las ollas en la cocina. Naruto sigilosamente se acerco a ella, Hinata se dio cuenta pero no hizo nada para evitarlo, el rodeo con sus brazos el vientre de ella. Ha crecido bastante durante esta semana dijo Naruto, ella respondió asintiendo con la cabeza, después de todo faltan pocas semanas.

Hinata se encontraba en el octavo mes de su embarazo, los dos estaban felices, ambos esperaban su primer hijo con gran ilusión, no había sido una casualidad. Mientras ambos pudieron trabajaron en el pueblo como seguridad para los barcos que viajaban hasta la Tierra del Agua debido a la piratería, pero hace algunos meses Naruto le dijo que era hora que se concentrara en descansar y ahorrara energía. Por eso, ahora los viajes de Naruto tomaban más tiempo, ahora hacia largos viajes hasta la Tierra del Agua y se quedaba ahí algunos días esperando a que se completen los desembarcos y después regresaba, estos eran los trabajos mejor remunerados.

Hinata: llegas temprano, aun falta para la cena.

Naruto: quería darte una sorpresa…

Hinata: bueno, no lo conseguiste… pero igual me gusto… veo que traes algunos paquetes…

Naruto: si… no vas a creer lo que me paso en la Tierra del Agua.

Hinata: ahorrate la historia para la cena… falta poco.

Naruto: por cierto, ya ahorre lo suficiente, ahora puedo acompañarte un par de meses hasta que te recuperes.

Hinata: esto hay q celebrarlo… anda lávate, ya regreso.

Aunque sus servicios eran bastante solicitados en el pueblo nadie conocía sus verdaderos nombres, cada cierto tiempo cuando iban a la aldea se llamaban de nombres distintos, nadie se molestaba e averiguar sus verdaderos nombre porque cuando pasaban tiempo juntos en algún restaurante o bar, eran tan sencillos y honrados que no querían enojarlos ni ahuyentarlos, pensaban ellos, que si dos personas tan correctas y honestas ocultaban algo sus motivos debían tener, por esta razón no indagaban mas.

Desde que llegaron demostraron ser dos guardias distintos al resto, barco en el que iban, barco que llegaba a salvo a su destino sin ningún percance, durante esos dos años llegaron rumores a la Hoja de dos personas bastante fuertes, pero los nombres nunca coincidían y siempre eran pasados por alto pues siempre se trataban de equipos diferentes.

Hinata: la cena está servida.

Naruto: perfecta sincronización, acabo de terminar de bañarme.

Hinata: ahora cuéntame, que paso en tu viaje.

Flashback no jutsu

Naruto se preparaba para descansar, todas las cajas había sido descargadas pero ya era muy tarde para que el barco salga, tomo su mochila y se dirigió hacia una pensión cercana cuando vio un tumulto de gente que se amontonaba en una de las calles. Queriendo saber que pasaba salto a un techo cercano para tener mejor visión de lo que pasaba, desde su posición logro ver a tres personas caminando, una detrás de otra, pero la que llamo su atención fue la del medio, en realidad fue el sombrero que llevaba.

Hace mucho tiempo que no veía ese diseño de sombrero pensó Naruto, recordando al Tercer y a la Quinta Hokage, pero este era azul y lo vestía una joven mujer de pelo rojo, bastante bella por cierto. Delante de ella un ninja con un ojo tapado y de apariencia algo mayor, atrás un joven ninja que cargaba algo parecido a una espada en su espalda, los tres se abrían camino entre la multitud.

De pronto unas explosión ocurrió cerca del lugar, luego de la confusión inicial cinco cuerpos cayeron alrededor de los tres, la Mizukage y sus dos guardaespaldas.

Naruto: demonios, actué sin pensar… ojala no lo hayan notado.

Naruto, en una fracción de segundo vio como 5 ninjas salieron de su escondite aprovechando la explosión y con espadas y kunais cargaron hacia la Mizukage, sin pensarlo a una velocidad impresionante Naruto los dejo inconscientes y regreso a su posición original. Los pobladores estaban confundidos, ellos solo sintieron una explosión y cuando abrieron los ojos había cinco sujetos inconscientes en el piso. Uno de los guardaespaldas se acerco, el mayor de los dos, reviso sus signos vitales y sus rostros, todos eran del libro Bingo de aldea, declarados traidores al intentar un golpe de estado un par de años atrás. La Mizukage se había quedado quieta, no había bajado la guardia ningún instante, en todo momento supo lo que pasaba, aquel ataque no hubiera funcionado contra ella pero no estaba preparada para que alguien más reaccionara antes que ella, además era evidente que ninguno de los dos hombres que la acompañaban se habían dado cuenta del frustrado ataque.

Ao: …alguien debió haberlos dejado inconsciente, que hacemos Mizukage.

Mizukage: …

La Mizukage no apartaba su vista del techo de un edificio cercano, su chakra empezaba a emanar de su cuerpo y una gota de sudor caía por su mejilla derecha.

Ao, al ver que la Mizukage no respondía a su llamado, siguió la dirección de su mirada.

Ao: que hay allá?... Byakugan

Choujiro: que ves, que sucede.

Ao: hay un sujeto escondido…

Mizukage: Choujiro, Ao ustedes quédense acá, yo me encargo.

En menos de un parpadeo la Mizukage había desaparecido y se encontraba en el techo frente a Naruto, este se encontraba agachado en un vértice del techo, al verla frente a él no le quedo otra que pararse y mirarla directamente, al principio intento engañarla pero era obvio que no la iba a conseguir por más que lo intentara. En ningún momento Naruto reacciono ante las provocaciones de la Mizukage, que usaba su chakra para crear alguna reacción en el.

Mizukage: eres bastante prudente para no reaccionar frente a mi provocación.

Naruto: no creerá que iba a atacar a la líder de un aldea verdad?

Mizukage: entonces sabes quién soy.

Naruto: en realidad no, solo reconocí el sombrero.

Mizukage:… tiene sentido, pero lo que no entiendo es porque si reaccionaste contra el ataque.

Naruto: fue de repente, mi cuerpo reacciono antes que pudiera evitarlo… creo que estoy perdiendo mis habilidades.

Mizukage (pensando): … perdiendo habilidades???, debe estar bromeando.

Mizukage: dime tu nombre forastero.

Naruto (mirándola a los ojos con total seriedad): no se lo voy decir, es mejor para los dos que mi nombre no sea mencionado.

Mizukage: tú elige, el camino fácil o el difícil.

Naruto: maldición, no quería que esto termine así… KageBunshin no jutsu.

Para no llamar más la atención Naruto creó diez clones que salieron en todas direcciones intentando alejarse de un enfrentamiento directo que atraería mas miradas de las que él hubiera querido. Dos años manteniendo el perfil bajo y lo hecho todo a perder pensó Naruto mientras intentaba escapar. Los dos guardaespaldas reaccionaron ante la señal de su líder y empezaron la persecución de los clones, la Mizukage hizo lo mismo, todo esto pasó ante el desconcierto de los pobladores que nunca supieron lo que en realidad había pasado.

Naruto logro llegar al depósito del barco que lo había traído, sus clones habían sido "atrapados" por sus perseguidores, pero el original había llegado a salvo a su escondite provisional.

Naruto: realmente te mereces el titulo que cargas.

Mizukage: y tu también… Uzumaki Naruto.

Naruto no podía creer lo que había escuchado, su sorpresa era evidente, pero más que eso, su preocupación estaba a punto de hacerlo empezar una pelea para poder mantener su secreto.

Mizukage: no te preocupes, me asegure que nadie me siga, además no hay nadie acá.

Naruto: y tus guardaespaldas?

Mizukage: los mande de regreso.

Naruto: como supiste quien era?

Mizukage: al principio tenía mis dudas… ojos azules… pelo rubio… hábil… sabes, estas características no las tienen muchas personas.

Naruto: y como lo confirmaste?

Mizukage: tus clones de sombra, mi libro Bingo dice que es tu técnica favorita.

Naruto: acaso yo aparezco en esos libros?

Mizukage: bromeas? Después de lo que has hecho me sorprendería si alguien no te tuviera en el suyo, …pero hay algo que no entiendo, no se supone que estabas en la Arena?

Naruto:… ahora que sabes quién soy, que quieres.

Mizukage: tranquilo, no tengo intención de librar una pelea que pueda afectar a gente inocente, pero debes saber que es mi deber saber tus intenciones… si me dices que no tramas nada te dejare tranquilo, pero si veo que intentas algo tendré que tomar medidas de fuerza.

Naruto: soy un simple guardián de barcos, es todo lo que necesitas saber.

Mizukage: … no puedo creer eso… lo siento.

Naruto: …sabes, ser expulsado de una aldea es lo suficientemente malo… no quiero ser expulsado de otra, que tengo que hacer para que me creas…

Mizukage: …morir.

En un instante la Mizukage había atravesado a Naruto a la altura de su corazón con un golpe. Mientras penetraba el cuerpo dijo: los ninjas perversos como tú siempre son una amenaza, ojala entiendas que hago esto por mi Aldea, no puedo ignorar a alguien que pueda lastimarlos.

Algo anda mal pensó la Mizukake, segundos después una nube de humo la rodeo. Naruto apareció detrás de ella, la tumbo al piso boca abajo, cogió su mano izquierda y se la doblo atrás de su espalda su rodilla izquierda presionaba la espalda de la mujer, la derecha hacia lo mismo con su brazo derecho, por último la mano derecha de Naruto sostenía una kunai a la altura de la garganta de la Mizukage.

Naruto (susurrándole al oído): no puedo morir.

Segundos después se paro y la dejo libre, la Mizukage no podía creer lo que había pasado, había sido derrotada sin atenuantes. Naruto se alejaba dándole la espalda hasta que escucho unas palabras y se detuvo.

Mizukage: en verdad eres un ninja diferente… ahora estoy en deuda contigo, confiare en tu palabra y tu identidad no será revelada.

Naruto: gracias.

Mizukage: piensas volver pronto?

Naruto: al menos no en un par de meses, pero no es por lo que acaba de suceder, no guardo rencor contra ti ni tu pueblo.

Mizukage: a partir de este momento será como si nunca hubiéramos cruzado caminos, ve tranquilo.

El jinchuriki había tenido una noche agitada, sabía que no podría conciliar el sueño, así que decidió quedarse en algún otro lugar del barco para intentar relajarse. A la mañana siguiente, mientras el barco se preparaba para zarpar regreso al lugar del incidente, ahí, sobre el mismo piso donde había tirado a la Mizukage había un paquete con una etiqueta la cual tenía dibujado un remolino, Naruto lo tomo y lo guardo con sus demás cosas, lo abriré en casa dijo en voz baja y regreso a supervisar el retorno del barco.

Fin Flashback no Jutsu

Hinata: y no sabes lo que hay dentro?

Naruto: para nada, quise abrirlo acá.

Hinata: bueno que esperamos.

Hinata tomo el paquete y con cuidado empezó a desenvolverlo, mientras retiraba las envolturas callo un pedazo de papel que decía: "En recuerdo del Remolino", Naruto creyó que se trataba de él y del encuentro que habían tenido, más adelante se enteraría que la Mizukage se refería a algo más, algo que Naruto ignoraba sobre su pasado. La Hyuga se levanto con sus brazos extendidos hacia el frente, entre sus manos había una túnica celeste con dibujos blancos, en la espalda tenía el símbolo del remolino, extrañamente el mismo que tenía el polo que Naruto siempre usaba y en la parte de abajo líneas curvas que simulaban las olas del mar.

Naruto: son increíbles… que gran regalo.

Hinata: mira este diseño, es igual al que tú usabas… el remolino de tu polo negro.

Naruto: si… tienes razón…

Hinata: no creo que sea una coincidencia… que podrá significar…

Naruto (sonriendo): no le des vueltas al asunto… debe ser una coincidencia.

Hinata: … si tienes razón.

El olor de la cocina decía que la cena estaba lista.

El tema no sería tocado por muchos años.

Dos meses después

Naruto subía por las escaleras de su casa hasta la pequeña torre de su casa, que hacía casi de tercer piso, en esta torre habían unas jaulas donde vivían un par de águilas que eran usadas para comunicarse con la Arena, la razón era para comunicarle a su amigo Gaara del nacimiento de su hijo, si un varón, el cual habían decidido llamar Uzumaki Shishio y que su familia se encontraba bien, eran felices y por fin vivían tranquilos, habían pasado dos años y nunca hubo ninguna señal de que los hubieran descubierto, al final de la carta le pregunto sobre su relación con Ayako pues ya habían pasado dos anos y según tenía entendido seguían juntos.

El nacimiento de su primogénito fue parto natural en una posta médica del pueblo y sin complicaciones. Hinata luego del parto durmió 3 días enteros, esto reflejaba todo el esfuerzo que había necesitado para dar a luz y al despertar solo le tomo dos días en recuperar todas su fuerzas, aunque por recomendación médica estuvo en reposo por dos semanas. Por lo que se podía apreciar de Shishio, este era la viva imagen de su padre y de su abuelo, los mismos ojos azules y el pelo rubio puntiagudo. Esos ojos azules pensó Hinata, diferentes a los suyos y a los de su clan le causo confusión. Naruto le dijo que seguramente como él no era de s clan las posibilidades eran de 50/50, y tenía sentido además eso era lo de menos, esa criatura era su primer hijo y era lo único que importaba.

Esos días felices pasaron lentamente visitando el pueblo o paseando por los bosques, lamentablemente los ahorros que tenían se habían acabado y Naruto tendría que volver a trabajar.