Cinco Candidatos
En la Aldea de la Hoja ya se respiraba el examen chuunin que tendría lugar en dos días, todos los preparativos habían sido finalizados a tiempo y solo quedaba esperar la llegada de los participantes, hasta el momento había dos, Sendou del desierto de la Aldea escondida en el viento y -------- Hyuga representante local.
Konoha (dos días antes de los Exámenes Chuunin)
Ya habían pasado varias horas desde la llegada del primer participante, el sol se empezaba a ocultar y solo habían llegado turistas a la aldea, los guardias empezaban a pensar que nadie más llegaría ese día.
Segundos después, en el horizonte una figura empezó a aparecer, primero como una pequeña mancha que asemejaba una cabeza y poco a poco fue apareciendo el resto del cuerpo, los guardias no podían verle el rostro pues tenía el sol detrás y su sombra era proyectada en el piso por varios metros, cuando por fin lo tuvieron a pocos metros se dieron cuenta que ni así podrían ver su rostro pues llevaba puesta una capucha y mas la sobra que se generaba era imposible verlo.
Shishio no había tenido problemas en llegar hasta la aldea, hubiera llegado antes si no se hubiera entretenido en el camino con los nuevos paisajes que ante el aparecían. Una vez que llego a la puerta le entrego a los guardias la prueba de que él era un participante de los exámenes chuunin, ellos lo revisaron y dieron el visto bueno, acto seguido le dieron una carta de bienvenida y la dirección del lugar donde se quedaría mientras dure el examen. Shishio la tomo, les dio las gracias y entro en la aldea, mirando asombrado la montaña con las esculturas de los Hokages.
Shishio (pensando): así que eso fueron los líderes de la aldea de mis padres… es más impresionante verlo uno mismo que imaginarlo…
Shishio caminaba por la aldea mirando a todos lados, a las personas que pasaban a su lado, las casas de las calles, los locales de comida, etc., era compresible pues él nunca había estado en una aldea tan grande ni con tantas personas, el estaba acostumbrado a una vida más tranquila, pero no se dejo presionar por el ambiente y siguió paseando. Sin darse cuenta había empezado a oscurecer y no había comido nada, su estomago rugiendo se lo había recordado, fue entonces que recordó que antes de partir Naruto le dijo que cuando tuviera hambre preguntara por el local de Ichiraku. Primero miro a su alrededor esperando encontrar a alguien a quien preguntarle, pero había tanta gente que no sabía a quién preguntarle, hasta que vio a un ninja con chaleco verde parado en una esquina, Shishio se le acerco y le pregunto por el local, el ninja le indico el camino y en pocos minutos había llegado. El local no había cambiado nada, se mantenía igual que cuando Naruto iba a comer. Shishio entro y se sentó.
Shishio: oiga señor, una orden de ramen de puerco.
Ichiraku (volteándose): a la orden… pero tienes dinero verdad?
Shishio: claro, mire.
Shishio metió la mano en sus ropas, saco su monedero y lo puso encima de la mesa, el monedero tenia forma de una rana de color verde con la boca cerrada y bastante gorda. Ichiraku al verlo se quedo pasmado, no pensaba volver a ver ese objeto otra vez, empezó a recordar aquellos años donde Naruto era su mejor cliente y casi todos sus ingresos se debían a lo que comía. Ichiraku salió de su trance luego de que el estomago de su cliente empezó a gruñir, se disculpo y empezó a preparar la orden mientras en el fondo pensaba en Naruto, en ningún momento creyó que podría estar relacionado con su antiguo cliente. Mientras Shishio comía, Ichiraku le comentaba sobre los exámenes chuunin y la vida en la aldea, el hijo de Naruto lo escuchaba atentamente y mientras intercambiaban puntos de vista. Una segunda orden venia en camino, Shishio le comentaba que él era participante del torneo. Una tercera orden, Shishio le pregunto sobre el incidente de hace 10 años. Y así, una cuarta, quinta, sexta y así hasta llegar a catorce platos de ramen, ver aquella montaña de platos vacios lo hizo regresar en el tiempo como cuando Naruto regresaba de los entrenamientos o de alguna misión, ya eran dos coincidencias y no quería quedarse con la duda.
Ichiraku: joven… ese monedero y ese apetito, tienes alguna relación con…
Shishio: …estuvo delicioso… tenía razón cuando me recomendó este sitio. Acá tiene el dinero, regresare después de los exámenes para volver a comer… nos vemos. Ah verdad, me dijeron que le entregara esto, es de un antiguo amigo.
Ichiraku se quedo con el sobre en la mano mientras veía a aquel joven perderse a la vuelta de la esquina, y aunque no podía ver su rostro era evidente que estaba feliz y sonriendo por su forma de caminar. Un antiguo amigo, esa forma de caminar…no puede ser pensó. Al abrir el sobre se encontró con dos entradas para los exámenes chuunin, a estas alturas había que pagar un dineral solo para conseguir alguna.
Shishio no había comido una sopa ramen tan rica, su madre cocinaba increíblemente pero ese plato no era su fuerte, y no hablemos de lo que cocinaba su padre que apenas se podía llamar comida, aun se preguntaba si realimente había sobrevivido tantos años comiendo eso. Mientras los pensamientos daban vueltas en su cabeza llego hasta el lugar de su hospedaje, una habitación con lo básico para su estancia durante el examen, una vez adentro cerro todas las ventanas y por fin pudo quitarse la túnica, era necesario que nadie viera su rostro pues era la viva imagen de su padre y hasta el momento en que empiecen los exámenes debía tener cuidado.
Konoha (un día antes de los Exámenes Chuunin)
Se abrieron las puertas de la aldea muy temprano, normalmente hubiera sido una mañana clara y despejada a esas alturas pero por alguna razón había una neblina bastante espesa en el ambiente, algo inusual para esa zona y época del año. Los guardias no habían terminado de acomodarse en sus puestos cuando un ninja apareció a lo lejos en el camino, cuando estuvo a escasos metros pudieron ver el protector que estaba en el lado izquierdo de su cabeza, era un ninja de la Aldea Oculta en la Neblina y tenía en la mano el pergamino que lo acreditaba como participante del examen chuunin. Aquel joven no quiso decir su nombre pues no era necesario, pero los guardias debían mantener un control así que apuntaron la hora en que llego y las características del joven como su vestimenta, llevaba un pantalón y un polo manga-cero negro, en las manos llevaba un tipo de guantes que le cubrían todo el ante brazo y era de color gris con rallas a lo largo, además llevaba vendas alrededor del cuello pero que no le cubrían la cara, por ultimo y como lo mas resaltante llevaba una espada, una gran espada colgada en su espalda casi en forma horizontal con el mango hacia su mano derecha, la espada estaba sujetada por una correa de cuero que se apoyaba en su hombro izquierdo. El tamaño y el diseño de la espada era singular, era casi de la altura de una persona adulta por lo que media casi el doble que el ninja que la cargaba, en la hoja de la espada tenía una hendidura en el inicio en forma de medio circulo y en la punta tenía un agujero redondo.
Aquel ninja ingreso en la aldea caminado y "mágicamente" la neblina que hasta ese momento había estado en el aire empezó a disiparse y el sol apareció en el cielo, mientras caminaba por la calle se dio cuenta que con la espada en esa posición incomodaba a la gente en las calles por lo que la puso en forma vertical y se amarro la correa en la cintura, en ese momento se hizo más obvio las dimensiones de la espada, sobresalía de su cabeza medio metro y la punta de la espada rosaba el piso. El ninja se dirigía al edificio donde se hospedaría la Mizukage para descansar, el sabia que ella legaría en la noche por lo que aprovecharía esas horas para relajarse, cuando estuvo a pocos metros de la puerta un ninja se le acerco, era Kakashi que ante la forma de la espada no pudo evitar la curiosidad de saber quién era su portador.
Kakashi: que tal, mi nombre es…
Ninja: no hay necesidad que te presentes, tu eres Sharingan Kakashi.
Kakashi (rascándose la cabeza): vaya vaya, parece que soy más conocido de lo que creía, dime quien eres y porque llevas esa espada.
Ninja: mi nombre es Zeta Momochi, hermano de Zabuza… el demonio oculta en la neblina, uno de los siete espadachines legendarios de mi aldea.
Kakashi: si sabes mi nombre también debes saber que yo luche contra él.
Zeta: por supuesto que lo se… ahora que respondí tus dudas déjame descansar, fue un largo viaje.
Kakashi: antes de eso, te ha traído la venganza o cual es tu motivo.
Zeta: podre ser joven pero no soy idiota, no hay forma que pueda derrotarte ahora ni tengo la intención de morir en vano, además no te guardo rencor por la muerte de mi hermano, mi intención es reivindicar el nombre de mi familia y si es posible el de mi hermano, vengo por los exámenes chuunin para dar el primer paso para cumplir mis objetivos.
Kakashi: déjame decirte que no solo te pareces físicamente a él sino también en la inteligencia, suerte en los exámenes.
Kakashi desapareció en una nube de humo, más tranquilo al saber que no tendría que pelear contra un ninjas más, mucho más joven que él en algún tiempo cercano. Momochi Zeta ingreso al edificio y espero la llegada de la Mizukage.
Konoha (medio día 12am)
El cambio de guardia ya se había realizado, en el cuaderno de ingresos a la aldea hasta ese momento solo figuraba el nombre de Zeta Momochi. Solo faltaban nueve horas para que se cierren las inscripciones para la etapa final del examen chuunin. Los guardias se encontraban conversando sobre quien sería el ganador de esta edición, pero como era casi imposible saber las habilidades de los otros candidatos todo se basaba en especulaciones, teniendo en cuenta su aldea y familiares, por esta razón Sendou era un candidato para quedar primero, el ninja de la neblina podía dar la sorpresa y su representante perteneciente a la casa Hyuga aparecía como un rival que los entendidos la dan como finalista no importaba contra quien le tocara en las primeras rondas.
Fue en algún momento de esa conversación que un joven apareció en el medio de los dos, sin haberles dado oportunidad de reaccionar, segundos después cuando se dieron cuenta de lo que había sucedido saltaron hacia atrás y sacaron su armas demandando una explicación a lo que había ocurrido. El joven que no pasaba de los diez años se encontraba agachado, mirando el piso con sus manos en las rodillas, jadeando y sudando a chorros. Luego de escuchar las palabras de los guardias respiro hondo y se levanto, saco una carta de su túnica y se las entrego, era el quinto participante para los exámenes chuunin, al momento de firmar el cuaderno de ingreso se podía leer: Agon Kongou, representante de la aldea escondida entre las nubes. Agon tenía la piel algo bronceada, tenia dreadlocks en la cabeza y usaba lentes oscuros. Vestía una túnica amarilla y una correa marrón, parecido a un monje.
Una vez llenado sus datos los guardias se tranquilizaron y le dieron la bienvenida, Agon ingreso a la aldea y se dirigió a su habitación pues necesitaba descansar. Mientras llegaba a su habitación aun sudando u totalmente cansado se dio cuenta que había sido muy irresponsable por su parte desviarse del camino, al parecer había estado paseando por varias aldeas de la Tierra del fuego antes de llegar a Konoha y en algún momento se perdió y esa mañana se dio cuenta de que había regresado a la frontera de su aldea, es decir, tenía que hacer el recorrido que normalmente toman casi cinco días en menos de uno y no quería imaginar que le haría el Raikage si por su displicencia no hubiera llegado a inscribirse, pero ya no había que preocuparse por eso, solo había q descansar, tenía casi un día completo para recobrar energía, el examen chuunin se llevaría a cabo al día siguiente a la una de la tarde. Agon se dejo caer sobre la cama y se durmió.
Konoha (9pm)
En una habitación oscura una figura estaba sentada en una esquina con las rodillas pegadas a su pecho, tenía el pelo largo que le cubría el rostro, no dejaba ver ninguna señal de preocupación, todo lo contrario, repasaba en su cabeza todos los movimientos que le habían ensenado, aquellas técnicas que habían hecho a su clan el más poderoso de la aldea, el clan Hyuga. -------- Hyuga sabía que dentro de poco entraría la persona con la que entreno para este evento, era costumbre que se preocupara y más ahora, pocas horas antes de los exámenes. La puerta se abrió, una luz tenue entro por la abertura de la puerta y llego hasta la punta de sus pies. Es hora de que duermas dijo el hombre, y así hizo, todos los preparativos que podrían haberse hecho se hicieron, era el momento de demostrar que su clan seguía siendo superior, que sus métodos no estaban equivocados, mañana lo demostraría.
Aquella muchacha le había dado un nuevo significado a la palabra prodigio, no existía genin que pudiera con ella en la aldea, fue enviada a misiones de rango B y había salido triunfante, también derroto a algunos chuunin y según los ninjas mayores de elite, ella se proyectaba a llegar a ese nivel dentro de algunos años si no se estancaba o moría. Dentro de la familia todos la alababan por la forma en que ejecutaba las técnicas del clan, nadie nunca había logrado efectuarlas al pie de la letra, era la perfección en movimiento.
Konoha (día de los exámenes chuunin 7am)
Las puertas de la aldea se abrieron puntuales como siempre, el cambio de guardia estaba por realizarse. El par de ninjas que llegaba se saludaba con los que se retiraban, intercambiaban información, nada fuera de lo normal dijeron los cansados guardias, nos los esperábamos respondió uno del otro grupo. Mientras los veían retirarse, se acomodaban en sus puestos, la luz de la mañana les lastimaba los ojos. Uno de ellos creyó ver dos figuras a lo lejos del camino, hizo sombra con su mano izquierda pero al momento de enfocar su vista se encontró frente a dos personas, ambas con túnicas celestes y arreglos blancos, quisieron preguntarles sus identidades pero antes de que pudieran hablar les dieron los pergaminos los cuales lo acreditaban como espectadores importantes de los exámenes, casi de la misma importancia de los kages, este tipo de visitantes no debía ser molestado por cualquier cosa así que para evitarse problemas no preguntaron nada.
Naruto: no parecen que hayan pasado tantos años…
Hinata: … si, todo parece igual, nada ha cambiado… al menos eso parece…
Naruto: quieres descansar antes de empezar?
Hinata: si… hay que dejar las cosas en la habitación y descansemos.
Naruto: muy bien… ya hice unos arreglos con Gaara, nos quedaremos en un lugar que su hermana separo con anticipación.
Hinata: vamos entonces… pero no te separes de mí.
Ambos se tomaron de las manos y empezaron su caminara por aquella aldea que les era tan familiar pero que a la vez les era tan extraña, en el camino se cruzaron con gente que conocían, amigos de tiempo atrás, familiares y camaradas, tenían tantas ganas de gritar que habían vuelto, celebrar con sus amigos y familia pero eso pasaría, eran épocas tranquilas como antes de que empiece la tempestad.
Un par de horas después los chuunin y jounin de la aldea empezaban a salir de sus casas para ocupar sus posiciones para el desarrollo de los exámenes, en ese momento Naruto y Hinata se encontraban en el medio de alguna calle de la aldea, como lo habían planeado nadie los había reconocido, los únicos que sabían de su presencia eran Gaara y sus hermanos y Shishio.
Hinata: ya es hora…
Naruto: segura que quieres hacerlo?... no tengo problemas en hacerlo por ti.
Hinata: nada de eso, déjamelos a mi por favor no te preocupes en seguirme no me pasara nada.
Naruto: eres fuerte…
Hinata: nos encontramos en el estadio a la hora de inicio.
Naruto: si
Hinata: tú también cuídate, no hagas tonterías.
Después de decir esto ambos se abrazaron y aunque no era una misión de vida o muerte en una horas los estarían buscando, pero era necesario saber la realidad de la aldea, saber en quien podían confiar y conseguir la mayor cantidad de información. Segundos después Hinata se perdió entre la muchedumbre de una de las calles.
Naruto (pensando): es mejor que yo también empiece con lo mío…. Esa casona abandonada parece un buen sitio.
Ya dentro, Naruto hizo la técnica de multiclones de sombra, poco a poco las copias empezaron a salir de la casona para no levantar sospechas, el original salió caminando, su estomago gruña de hambre, volver a su antiguo hogar había hecho que su cuerpo recuerde viejos hábitos, haciendo que el rubio se dirigiera a su restaurante favorito, Ichiraku.
