Juntos una vez más

Naruto

El golpe de Hinata había recorrido todo su interior y había logado debilitar el sello. El rubio aprovecho esto para empezar a abrir el sello. Detrás de las grietas que se habían formado en el sello de Madara, se podía ver la figura de los ojos del zorro, su risa se escuchaba en todos los rincones de la mente de Naruto. Poco a poco el sello se fue abriendo más y más hasta que una garra del Zorro pudo salir y con esto se aceleró la destrucción del sello que lo contenía.

En la arena de combate, Naruto recobraba un poco la conciencia y veía lo que estaba ocurriendo frente a él, Neji y Hinata se encontraban peleando contra Madara de una forma que él nunca creyó fuera posible.

Naruto (pensando): aguanten un poco más por favor.

Arena de Combate

Cayendo segundo después de Mei, Ao detuvo la técnica del joven Hyuga, golpeando los puntos de chakra de su cuerpo.

Ao: se lo que intentas hacer, pero déjanos a Madara a nosotros por ahora. Tú cuida de ellos dos mientras intentamos detenerlo. Sabemos que están planeando algo, confiemos.

Neji, quien ya había recobrado la razón no tuvo nada que decir. El agotamiento lo había alcanzado y con una rodilla en el suelo solo pudo asentir. Fue entonces que Ao se enfocó en el combate que tenía lugar a pocos metros de él. Orochimaru se había lanzado al ataque con el soporte de Tsunade. La legendaria espada Kusanagi por fin hizo evidente por qué era tan conocida y deseada.

Mei: Ao, danos soporte desde lejos. ¡Choujiro cuando veas una oportunidad ataca!

Las técnicas de Guy y Kakashi aun hacían efecto en el cuerpo de Madara, pero su nivel era aun inconmesurable. Orochimaru blandia su espada de forma exquisita y en un inicio Madara no se molestaba en esquivarlo, pero luego de unos golpes sintió el poder de la espada.

Madara (pensando): esa espada en muy especial

Los cortes que recibia le generaban mucho dolor y a pesar que imponía su chakra sobre su cuerpo para hacerlo más resistente, la espada aun asi lograba hacerle daño. Pero sobre todo, el rival que la usaba era brillante.

Madara: ¿cómo dijiste que te llamabas? ¿Orochimaru?

El usuario de la serpiente respondió afirmativamente pero no detuvo sus ataques. Las incontables vidas que había tomado para asegurar su inmortalidad le rendían fruto como nunca antes. Como si todas aquellas vidas se hubieran puesto de acuerdo en ayudarlo por esta única vez. De pronto, Orochimaru lanzó una estocada contra Madara que fue esquivada, pero de la mano del compañero de Tsunade salieron cientos de serpientes que lo aprisionaron. En ese momento apareció Choujiro por el lado derecho con su espada Hiramekarei en su máximo poder y Tsunade por el lado izquierdo, ambos atacando sincronizadamente. El guardaespaldas de la Mizukage sintió que su ataque dio en el blanco, pero no esperaba que la resistencia de un cuerpo fuera tanto. El golpe dejó sus brazos entumecidos y por un momento temió que su espada hubiera resultada dañada. La Hokage también sintió el efecto pero sus técnicas médicas la ayudaron a superar ese daño recibido. Mientras se alejaban con un salto, Mei camuflaba su técnica con el polvo.

Mei: Futton Koumu no Jutsu

La niebla acida de la Mizukage empezaba a envolver a Madara, haciendo que su cuerpo se deteriore a una velocidad más rápida de lo que su regeneración podía manejar.

Madara: en verdad son los genios de esta época, ¡se los reconozco!

El Uchiha se logró liberar de las serpientes pero cuando quizo a moverse se vio rodeado por lava, técnica que la Mizukage había usado. Choujiro rápidamente lo enfrio con su técnica de agua dejando a Madara atrapado. Madara usó su poder para romper esa prisión de piedra y dio un salto hacia el cielo.

Madara: es hora de quemar todo este lugar. Katon…

Pero antes que pudiera completar la técnica dos brazos salieron por debajo de la tierra y lograron agarrarlo por los tobillos, trayéndolo de regreso hacia el suelo, donde lo esperaba el puño de Tsunade.

Madara: tch.. no puedo creer que se estén coordinando tan bien… todo es por ese sujeto con su ojo robado.

Tsunade dio el golpe más fuerte de su vida en ese momento. Madara sintió el peso de los Senju en ese golpe y empezó a enojarse. Aquel equipo formado de emergencia estaba dando una gran batalla, ¿pero cuánto tiempo podrían durar?

Mientras planeaban como seguir con el ataque hacia Madara, toda la coordinación mental entre Ao y sus colegas se detuvo. Todos voltearon a ver dónde estaba el ninja sensorial que los había estado ayudando.

Madara: no volveras a necesitar de esto.

En su puño los dos ojos del ninja de la niebla eran aplastados mientras que Ao estaba arrodillado agarrándose el rostro. Un segundo de descuido fue fatal. Madara pateó a Ao y lo lanzo hacia las ruinas del estadio. Sin ningún tipo de defensa contra ese ataque por el trauma de perder sus ojos y sentir ese poder, Ao no pudo resistir. La primera baja y una de las más sensibles del equipo habían ocurrido. Ahora solo quedaban cuatro.