¡Hola!

Uy Aurora en conjunto de Sofi Piña (¡gracias por ayudarme a corregir chica!)

Les traemos el siguiente capítulo etto se les pide de favor que lean todo hasta el final y aclarar alguna información.

Este fic no será tan largo creo que llegara a ser de 10 capítulos a lo mucho por lo tanto tratare de terminarlo rápido agradezco todo el apoyo que me han dado a esas personas que han dejado sus comentarios y me han apoyado en FB. Vesania espero con muchas ansías tu fic n_n Mari-chan También el suyo y los que entraron al duelo de OMEGAVERSE ya quiero leerlos.

Quiero también invitarlas a que escuchen la siguiente canción… es importante para una parte de este capítulo, si son tan amables de tenerla lista por favor la artista es Lindsey Stirling ~ Eclipse Es importante que lo busquen en YOUTUBE antes de comenzar a leer por favor si no se perderan de la magia del capitulo.

Espero les agrade el video que subí a FB ese tiene una pequeña parte de esa melodía n_n

Bueno otra cosita es que LEAN SIN MIEDO… 7u7

En fin solamente y disculpen los horrores que se nos hayan pasado de largo n_n ¡besos!


Tradición Familiar.

By:

Aurora la maga.

Capítulo 3: "Fiesta… Souichi Morinaga … entrega."

Fukuoka Castillo de Nagamasa Kuroda, 8:30pm…

El enorme y alucinante castillo que por mucho tiempo permaneció en ruinas, ya que nunca fue terminado en los tiempos de en los que el virus invadió… ahora había sido finalizado y reconstruido por los Morinaga, aquella edificación hoy por hoy estaba de pie, con sus enormes y gruesas paredes de hormigón, maderas y tejados reestructurados por la mejor madera de cerezo, era un monumento el cual Fukuoka apreciaba con recelo. Frente a la enorme entrada en la que se encontraba un marco de piedra y dos dragones a los costados se aparcaban los autos más lujosos para descargar a todos los invitados que uno a uno iban llegando.

La gran noche estaba iniciando y los habitantes mandatarios y alfas de la más alta alcurnia se hacían presentes en ese sorpresivo compromiso.

Al punto de las 8:30 de uno de los autos bajaba el gobernador de Fukuoka quien iba acompañado de su familia, el hombre en compañía cercana de su hijo asomó por la puerta de su elegante porche rojo seguido de su hijo, ambos ante estar al frente de aquella entrada acomodaron los trajes elegantes y de alta costura, se introducían mientras el padre exponía.

Hatchi… ¿cuándo demonios te pondrás serio y escogerás a tu Omega?

No he logrado encontrarlo padre… y cuando lo haga… prométeme que harás algo más de altura que esta ridícula fiesta.

Aquel hombre observo a su hijo con seriedad, asintió y murmuró. —Esto se quedará pequeño comparado a lo que haré para ti…

Ambos se movilizaron para adentrarse a la gran edificación, la cual por dentro estaba iluminada por lámparas y luces de candelabro, la cultura de aquella prefectura estaba en cada uno de los detalles, banderines de color blanco con letras rojas anunciaban en sus letras muy al estilo japonés los eslóganes y la historia de los viejos grandes feudales de aquella ciudad.

Los invitados se estaban deleitando con tanta belleza, pues mientras se dirigían al enorme salón de recepción pasaron por un museo el cual les hizo muy bien para ganar tiempo antes de buscar sus mesas en la fiesta…

*88888888888888*

Mientras los invitados llegaban, Anna estaba coordinándose con todo el personal que estaba en el palacio, todo debía salir bien, ganaban tiempo mientras los que llegaban se ubicaban y mientras tanto ya la banda que habían contratado tocaba música del momento, el sonido de los instrumentos resonaban por todo el enorme salón, el cual era un lugar al estilo teatro, con sillas y mesas a los costados, al medio había una alfombra de color morado que combinaba con el suelo negro con pequeñas gotas doradas, parecía ser el cielo bajo sus pies. La pista de baile estaba al frente de la tarima en donde el grupo musical tocaba con entero fervor y emoción la música ante la mirada encantada de los que estaban llegando.

Las mesas estaban decoradas con los mejores manteles y las sillas altas eran cómodas y elegantes, a los costados enormes ventanales permitían ver el enorme jardín externo de aquel palacio.

Señora Anna ya está todo listo…

Muy bien… ¿A esperen alguien sabe si mis hijos y Souichi están listos ya?

El señor Kunihiro ya está arreglándose, pero del señor Tetsuhiro y Souichi-san no sabemos nada.

¿Qué has dicho? ¿En dónde está Kunihiro?

En la habitación 12…—Respondía el encargado del protocolo en aquella fiesta, observando su note book.

Anna daba unas últimas órdenes mientras era observaba por dos muchachas cuyos trajes también eran de gala, ellas llevaban Kimonos de fiesta, muy alegres, Tomoko era adicta al rosa mientras que Raven era adicta a los colores oscuros, ella estaba ahí de pie intentando ser útil. Pero más que nada estaba ahí porque el cantante le había parecido muy guapo. Su mirada en aquellos ojos verdes estaba perdida en el escenario cuando sintió que su brazo era jaloneado por Tomoko aquella peli negra, la saco del salón para ir al pasillo, había cerrado la puerta del salón con lentitud sin hacer mucho ruido mientras que Raven susurraba.

¿Oye, Tomoko qué te pasa?

La mujer no decía mucho, solo caminaba arrastrando a la otra omega para meterla en uno de los salones desocupados en donde había objetos de utilidad, por ejemplo, sillas extras y demás, Tomoko cerró la puerta furiosa y Raven solo podía verla de manera confundida y sorprendida, Tomoko no soporto más; gritaba y murmuraba con movimientos de manos desesperados.

Esto es indignante, indignante.

¿De qué hablas?— Cuestionaba la pelirroja.

Notando como Tomoko golpeaba con fuerza una de las mesas mientras apretaba sus puños con impotencia, ella tomó aire y de sus labios se deslizo.—Kunihiro-sama nunca, nunca hizo este tipo de fiestas con nosotras.

To-tomoko…

Raven estaba agachando su rostro, era verdad, era totalmente cierto, nunca fueron tratadas de esa forma, la envidia y la furia las fue invadiendo a ambas, dando como resultado el convencimiento de la pelirroja quien fue a la cercanía de su amiga tomó su mano, la miraba con ojos afilados y murmuraba.

Está bien… vamos a reclamar nuestro puesto en la familia.

Raven…

Ambas sonrieron cómplices, reclamarían su posición como omegas, estaban observándose cuando la pelirroja cuestionó. —¿Qué haremos?

No podemos herir el nombre de los Morinaga… pero si podemos hacer que por la culpa de Souichi ellos tengan un bochornoso momento…

Eso acabaría con su buena reputación Tomoko.

Tienes razón, debemos hacer presión, debemos obligar a nuestros señores que las principales novias y prometidas de Kunihiro-sama somos únicamente nosotros.

Eso me agrada.—Exponía la pelirroja dibujando una sonrisa y sintiéndose emocionada. —¿Pero cómo haremos eso Tomoko?

Eso déjamelo a mí. —Inquirió ella, conduciéndose a la puerta y en cuanto la abrieron escucharon.

¡TETSUHIRO, POR FIN!

Lo siento mucho madre, el tráfico estaba pesado y…

¡Por dios Souichi y tú necesitan arreglarse!—Gritaba Anna indicando. —Deprisa, Tetsuhiro ve a la habitación 18 y lleven a Souichi a la 8, asegúrense de que esté listo en menos de 15 minutos.

Aquellas omegas habían escuchado aquello, ellas conocían a su equipo de trabajo y eran tan eficientes que estaban más que seguras que dejarían listo al peli largo en menos de 10 minutos, después de que todos se desaparecieron del pasillo ellas salieron del todo de la habitación y se observaron para expresar.

Ese vulgar.

Raven… creo saber qué hacer…

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Ya los invitados estaban todos acomodados y expectantes en el gran salón, la impaciencia rodeaba a cada uno de los invitados pues ya había pasado un poco más de las 9 y el evento no había iniciado esto estaba llevando más tiempo de lo planeado y eso tenía furioso a cierto Morinaga quien caminaba por el salón pidiendo disculpas, pero después escuchó de su esposa que las cosas estaban marchando bien y que era hora de comenzar con el acto magno.

Mientras Noburo se dirigía al escenario y sus hijos con él, en el salón 8 los últimos detalles se estaban colocando en Souichi, por su tosca forma de ser no habían logrado salir a tiempo con los arreglos.

Finalmente quedó solo admirándose al espejo, una vez más el escenario era el mismo, era el momento perfecto aprovecharía para escaparse sin embargo esta ocasión, ¿Realmente él… quería correr, sería capaz de abandonar todo lo planeado y olvidarse de Tomoe y Kanako y sobre todo de sus padres?

No sé qué hacer… si cruzo esa puerta se acabará mi libertad… y si no la cruzo también.

Agachaba su rostro el cual estaba perfectamente maquillado no estaba exagerado ni tampoco sobre cargado, conservaba la esencia masculina, solo habían colocado una base blanca que le hizo parecer tener una piel de porcelana y en sus ojos se delineo el color rojo con negro, causando un efecto impresionante en sus ojos color miel, su cabello… parte de este estaba atado a un moño al nivel medio de su cabeza y los demás caían con gracia por su espalda hasta llegar al inicio de aquella angosta cintura, los trajes que le habían puesto eran los típicos de un hombre japonés, Souichi daba las gracias que por lo menos hizo entender a Tetsuhiro que si le ponía un kimono femenino lo asesinaría lenta y dolorosamente, pero si aceptó el modificar su vestimenta masculina, es decir…

Su traje Montsuki contenía un Kimono ajustado para su delgada figura, en su espalda al nivel de los hombros estaba el Kamon de los Morinaga, aquel Kimono resultó ser de un color blanco con detalles y bordes dorados, en el centro de su cintura se encontraba ajustado, el Obi de color blanco y el obijime de dorado, en este caso al tratarse de una modificación aquel Obi no llevaba Obiage ni tampoco Obidome, para no saturarlo con la esencia femenina, las mangas del kimono caían hasta el piso, sueltas era hermoso a la vista.

El Hakama, era de color blanco también, pero con una degradado en dorado, se apreciaba muy espectacular, ya a su vestimenta solo le faltaba el Haori que era de color blanco y en el centro de la espalda contenía en grande en Kamon de la familia, estaba colocándoselo cuando escuchó que la puerta se abría y él murmuraba.

Ya casi estoy listo… solo denme un respiro quieren

Vaya…—Escuchó la voz reconocida de Raven, Souichi evitó todo movimiento y girándose expuso—

¿Qué hacen aquí lunáticas, no me digan que tendrán que acompañarme a entrar a la fiesta?

Ja, ja, ja ya quisieras que dos hermosas damas como nosotras acompañaran a un granuja como tú.

Bueno si no es eso, ¿Qué mierdas hacen aquí?

Ese lenguaje…—Expuso con voz profunda la peli negra, sometiendo su mano derecha a su manga en su kimono. —Definitivamente, aunque te vistan de ceda y te hagan ver como una joya, tu seguirás siendo un vulgar.

Souichi arrugó las cejas, nadie lo insultaba de esa forma, con el Haori en sus manos se intentó acercar, para arrancarle los moños a esas dos, sin embargo, Tomoko se movió rápido y lanzó lo que parecía un recipiente de tinta a Souichi, quien racionó de prisa y elevo el Haori para evitar que aquella tinta manchara su rostro y cabellos, aunque el blanco Haori fue llenado de tinta él pudo evitar el mayor desastre, aparto aquella tela de su rostro y examinó el daño grueñiendo.

Loca enferma.

Buscó con la mirada a aquellas dos, pero no las encontró ya que estaban en la entrada diciendo.

Encárgate de limpiarte vulgar, nosotros haremos tu papel mientras tanto.

Las risas estridentes se escucharon, mientras Souichi corría a la puerta gruñendo. —Malditas hurracas esperen a que les ponga las manos encima.—Tomó el pomo de la puerta, pero fue imposible abrirla. —¿Qué?

Sé buen perro y quédate ahí, mientras nosotras suplimos tu lugar.

Él jaloneaba la puerta, era inútil esas tipas habían trancado está del otro lado, Souichi no sabía que hacer estaba dando vueltas de un lado a otro, no podía creer que esas omegas hicieran aquello, lo odiaban, debió de suponerlo. No sabía que resolución tomar, la desesperación lo invadió de inmediato, necesitaba salir de ahí ya o todo por lo que había iniciado se iría al trasto.

Esta vez no quiero escapar.— Expuso con seriedad y tristezas mesclados.—Tetsuhiro… Tetsuhiro.—Llamaba mientras golpeaba la puerta.

*88888888888888*

Pero nadie podría escucharle, ya que las palabras del padre de aquella familia se escuchaban por todo el lugar sumado a eso la música de fondo, era una música suave algo que a él gustaba demasiado, la música clásica era su punto débil, estaba dando un discurso bastante aburrido para ganar más tiempo, en cuanto notó que Souichi no parecía aparecer por ningún lado se disculpó y murmuró a Kunihiro.

¿En dónde rayos está?

Debería estar listo…

Sí Cariño, él ya estaba listo no sé en dónde podrá estar.

No me digan que escapó.—Gruñó el mayor mirándolo con odio a ambos chicos y gritando. —Vayan por el maldita sea.

No hay tiempo ya. —Expuso sofocada Anna. —Debes hacer algo cariño

Aquel hombre observó al fondo del salón buscando una respuesta a esta desafiante situación, cuando de pronto su mirad se situó a la entrada en donde Tomoko y Raven se ubicaron al inicio de la alfombra ambas parecían disimular que no había ocurrido nada, rápidamente él se acercó a Kunihiro y a Tetsuhiro murmurando con rabia. —No voy a quedar en ridículo por un estúpido omega rebelde… Kunihiro anunciaré a Tomoko y a Raven como tus prometidas. —

¿Qué?, pero padre —Gritaba inquieto Tetsuhiro, Kunihiro lo detuvo antes que dijera algo de lo cual podía arrepentirse.

Es la decisión de padre.

Pero Souichi… Souichi es quien…

—Cállate, he hablado. —

Tetsuhiro observaba con espanto a aquellas dos mujeres al fondo mientras su padre regresaba de nuevo al pedestal para dar una introducción larguísima a lo que estaba pasando…

*88888888888888*

Mientras eso ocurría en el salón en la habitación 8…

Souichi trataba que alguien le escuchara sin embargo no lo lograba, estaba perdiendo los estribos y estaba furioso, demasiado que fue a la silla más cercana se retiró las sandalias y observo con seriedad aquella puerta, debía de salir de ahí a como diera lugar y que mejor que aplicar la fuerza, no sabía de qué material estaba hecha la puerta pero la tiraría aunque se quedara sin pierna. Pues.

Esas malditas brujas no van a salirse con la suya.

Tomó el aliento necesario para que el pudiera lanzar una de sus patadas más fuerte de todas, su pierna traspaso de inmediato la madera y él se emocionó, con prisa saco su pie de el boquete y con prisa saco su mano para apartar lo que la estaba imposibilitando de abrirse, retiro aquel obstáculo y salió de ahí, estaba un poco agitado, observaba a todos lados y notó a un grupo de personas ir a la entrada del salón, corrió con prisa mientras escuchaba.

¨Queridos invitados, esta noche, ante ustedes les presento a dos omegas que han estado por al menos unos tres años en nuestra familia. ¨

El corría directamente a la entrada del salón, ya era tarde, esas dos hurracas ya estaban subiendo el escenario, siendo ayudadas por Kunihiro, Souichi tragaba grueso, sacó las gafas que estaban escondidas en su Obi y busco algo para hacer llamar la atención, pues aún las palabras que las determinaban a ellas como las principales prometidas de Kunihiro no habían sido anunciadas por Noburo.

El desesperado buscaba con sus orbes color miel la forma de hacerse ver que ya estaba ahí, por el lugar un hombre llegaba tarde a la fiesta, él se presentaba con un estuche en sus manos, Souichi con prisa detecto aquel instrumento, sus orbes brillaron al instante en que supo qué tipo de instrumento era ese y cerro sus ojos para recordar…

*8888888Flash Back8888888*

Clase de música en HABO…

Tomoe estaba tocando el piano de manera que dejaba a todos con la boca abierta, era una melodía simplemente hermosa, ese omega al igual que Kanako tenían una capacidad para la música que ninguno de los ahí presentes tenia incluyéndolo a él. Ese día él se había quedado en la parte más solitaria del salón, cruzado de brazos, por octava ocasión se había dado cuenta que la música no era lo suyo.

Sin embargo.

El salón ya estaba solo… Tomoe y Kanako se acercaron a su amigo cuestionando. —¿Sucede algo Souichi?

Él se puso en pie y les observo de forma seria, pero después de un momento liberó un largo suspiro y se animó a expresar. —Tocan muy bien.

Ambos se observaban uno al otro, ellos conocían que Souichi había pasado por la mayoría de los instrumentos y ninguno había causado que el talento innato resurgiera, sin embargo, Tomoe analizaba a Souichi de pies a cabeza, examinaba su personalidad su forma de ser, fue entonces que sus ojos se abrieron grandes y gritó.

¡Souichi, sé que instrumento puedes tocar!

¿De qué hablas Tomoe?—Cuestionó de manera un poco intrigada, Kanako elevó su mano a su barbilla mientras ambos notaban como el Castaño de gafas se conducía a la zona de instrumentos clásicos. Él tomaba un violín y el arco de este que se encontraba al lado de este, regreso al frente de Souichi y ofreció para que este lo tomara con dudas.

¿Qué…?

Souichi-san…—Expuso Tomoe dando una mirada ilusionada al peli largo. —Tienes la capacidad, la disciplina para poder tocar este instrumento…— Souichi sujeto de forma confusa aquel instrumento, observaba sus partes desde las clavijas hasta la Barbada en donde estaba seguro apoyaría su barbilla, el entonces lo elevo con calma mientras Tomoe susurraba.—Solo debes permitir que tu corazón se exprese, algo que tú no puedes hacer con palabras exprésate con ese instrumento Souichi…

*88888888888888*

Los ojos le brillaron con demasía, tomó al músico por el cuello y lo metió tras las cortinas del enorme salón para tomar prestado su violín, mientras que al frente…

Es un honor para mí anunciar que Tomoko y Raven ahora son parte de esta familia y ellas serán las…

Ambas chicas estaban emocionadas se sentían vencedoras y muy extasiadas ahora ante la vista de todos estaban a punto de ser aceptadas por la sociedad y Kunihiro no tendría ninguna excusa para no tomarles después de eso, el padre había hecho una pausa dramática, a punto estuvo de hablar cuando escucharon un sonido reconocido para Noburo.

El sonido reconocible de las cuerdas de un violín se hizo presente en todo el lugar justo al fondo del salón, Noburo y sus hijos giraron a ver a la entrada en donde cierto peli plata tocaba con total experiencia aquel instrumento, se movía al compás de su música su mano la cual llevaba el arco que en cada movimiento audaz de su brazo hacía sonar aquellas cuerdas, se movía con prisa y por momentos con calma, sus orbes aunque estaban cerradas, el caminaba por el centro de aquella alfombra, ante la mirada asombrada de los ahí presentes, ya que la música de aquel violín los había encantado, era sin duda algunas una tonada persistente, fuerte emocionante y a la vez nostálgica. Parecía expresar lo que ese chico sentía, era visto con asombro por Anna y Noburo, los cuales se quedaron boca abierta.

Kunihiro no podía decir ni hacer nada, solo notaban como él se abría paso y llegaba al escenario, subía las gradas ante la mirada y la sonrisa impresionada de Tetsuhiro al cual observó con ojos un tanto enamorados o más bien inspirados.

El corazón le palpitó tremendo a Tetsuhiro no podía creer dos cosas: uno que él no había escapado y la otra que ese sujeto parecía ser una caja de sorpresas, finalmente con aquella tonada se posó al frente de Noburo y se agachó coloco una rodilla en el piso y la otra la mantuvo flexionada, mientras daba las últimas tonadas con su arco sobre aquellas cuerdas y el padre en lugar de verle con odio ahora lo observaba con emoción.

La canción finalizó en un emocionante desenlace de aquellas cuerdas que causo que todo el mundo se pusiera en pie, solo la mesa del reconocido gobernador de Nagoya no se puso en pie ya que cierto Alfa había reconocido a ese omega y estaba furioso.

Los aplausos no cesaron, mientras que Noburo ofreció su mano a Souichi el cual elevó la mirada y tomando con una sola mano aquel instrumento, con su otra mano tomo la de Morinaga quien le ayudaba a elevarse y expresaba.

Amigos, es un placer anunciarles que, mi hijo Kunihiro Morinaga ha contraído compromiso con Souichi y que desde este momento el… es un nuevo miembro de la familiar… les presento entonces a Souichi Morinaga.

Tomoko y Raven estaban llorando, silenciosamente se habían apartado del frente del escenario observaban como los aplausos y diversas felicidades se estaban dando entre el público, la algarabía se fue disipando ya que los familiares y los omegas bajaban del escenario, Anna abrazo de manera ferviente a Souichi a quien jalo de una mejilla y gritó.

Nos asustaste creímos que habías escapado.

Tuve un percance, el haori se ensucio y no pude sacar la mancha.— Explico Souichi con seriedad.

No importa lo que importa es que la espera valió la pena. :—Dijo Noburo. —Eso no me lo esperaba tocas el violín de una forma hermosa.—Observó a ambos hermanos y susurró.—Ustedes dos merecen un terreno más en sus testamentos por elegir a este omega, estoy muy complacido.

Ambos agacharon su rostro en reverencia, su padre ahora se apartaba de ellos para ir a ver que decían los invitados mientras que Morinaga Tetsuhiro y Kunihiro se acercaban a Souichi al cual expresaban.

¿Qué fue lo que sucedió?

Souichi analizaba a las chicas las cuales estaban con rostros pálidos y sombríos al fondo, estaba seguras que el diría todo y las echarían esa noche de aquella casa, pero…

Como ya expliqué el Haoiri… Eso fue lo que pasó…

Kunihiro entonces se masajeó la frente y susurró. —Está bien… iré a saludar a los invitados mientras tanto, Souichi…

¿Sí?

Ve a curar tus heridas.

Tetsuhiro rápidamente al escuchar aquello se asustó, notó entonces que una de las mangas tenía manchas rojas y en el piso habían gotas de sangre, Tetsuhiro con prisa se asustó al ver aquello, rápidamente tomo a Souichi de su mano y mientras lo llevaba tras el escenario preguntaba.

¿Qué ocurrió realmente Souichi-san?

No me preguntes…— Dijo el peli largo sentándose en una silla y siendo atendido por Tetsuhiro quien, ya recibía un kit de primeros auxilios de uno de los sirvientes que estaban cercanos a ellos y quienes habían visto todo, Tetsuhiro tomaba su pie, justo al nivel del tobillo había dos cortadas a los costados de su pie, sus orbes jade entristecieron al ver aquella piel blanca impecable haber sido lastimada, la vendó con cuidado y luego continuó con su muñeca.

Listo, esto ayudara a que cierre y se detenga la hemorragia.— Sonrió de manera tierna, mientras elevaba su mano y colocaba un de los mechones de aquel rostro tras su oreja y de paso sacaba sus gafas susurrando. —No las necesitas, ve a saludar al lado de Kunihiro…

No podre encontrar a tu hermanos si me las quitas, no seas bestia.

Bueno…—Se las colocó de nuevo, notando que él ya se retiraba, lo tomó del brazo y lo atrajo hasta la parte más oscura para juntarlo a su cuerpo y abrazarlo con fuerza, mientras olía sus cabellos, Souichi se había impresionado por aquel acto, su cuerpo se quedó tieso al sentir aquello, el calor de Morinaga Tetsuhiro y su cuerpo se mezclaban demasiado bien, rápidamente Souichi reaccionó e intento zafarse para murmurar serio.—¿Qué estás haciendo idiota?

Creí… que no saldrías, pensé que ya no te vería más…

Idiota… no puedo irme hasta que cumplas tu parte del trato.

Yo…—Tetsuhiro dio un sorbo más a ese aroma tan delicado de Souichi, las feromonas que Souichi estaba expidiendo inundaron su cuerpo, se podía ver que el celo estaba a punto de comenzar quizás mañana o quizás en dos días o en algunas horas, pero Souichi estaba expidiendo ese aroma tan peligroso, abrazó con calma de nuevo y después de un momento más susurró.—Yo... tengo una sorpresa para ti… por favor ve a la terraza del castillo a las 12… te esperare ahí.

S-Sí…

Finalmente, el peli largo se apartó de la cercanía del menor de los Morinaga quien, no pudo evitar el abrazarse a sí mismo, imaginándose aquel delgado cuerpo junto al suyo…

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La fiesta se fue llevando sin ninguna novedad, todos los invitados querían conocer a ese omega, verlo de cerca era un deleite para sus ojos, pues el maquillaje sus trajes y su forma tan elegante para caminar su figura todo él estaba impresionándolos a todos, sumado a eso la cantidad de feromonas que estaba expidiendo, Noburo lo miraba partir al lado de Kunihiro, era la última mesa que ambos saludaban y los amigos de este susurraban.

Ese omega es demasiado hermoso, ¿Cómo lo consiguieron?

Es una larga historia, Muramasa…

Me alegro por ti Noburo, ahora sí después de mucho tiempo el siguiente heredero nacerá.

Con suerte será engendrado esta noche.—Murmuro una mujer al lado de Anna, las cuales se abanicaban con sus elegantes abanicos.—Él está radiante y expide un aroma sumamente atrayente…

Creía que solo nosotros lo habíamos percibido.—Expuso Noburo y Muramasa brindando llenos de emoción.

Ya era el punto de las 12 y Kunihiro observaba su reloj, él a comparación de sus padres y su hermano no aprecia tener rostro de emoción, más bien era de zozobra, estaba sentados en la enorme mesa en la que se encontraba con Souichi cuando de pronto el peli largo notó que comenzaba a sudar y una alarma en su móvil se escuchaba, el Castaño pidió disculpas a su peli largo al cual dijo.

En un rato regreso… Tetsuhiro me comento que debes verlo en la terraza te buscare ahí.

¿Kunihiro-sama se encuentra bien?

Sí… Disculpa, te veré en la terraza. — Souichi dejó irse a Kunihiro quien parecía estar sumamente agitado, el peli largo entonces notó como todos lo miraban con deseo, pero también giraban a ver por donde Kunihiro se había ido, por otro lado el se ponía en pie y se dirigía a la terraza del castillo, mientras que entre los invitados, uno que había pasado desapercibido, observaba al Omega y luego observaba el camino por donde Kunihiro se había ido. El decidió seguir al Castaño de gafas. Aquel rubio se abrió paso por entre los invitados mientras que Souichi por fin salía de aquel salón atestado de sujetos y personas que ni eran de su agrado.

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Caminaba despacio pues observaba el jardín y la enorme luna que se presentaba opacando el firmamento, los árboles se mecían con calma por el viento suave que se presentaba esa noche, un sentimiento bastante profundo se sintió al llegar por fin al lugar de encuentro, se apoyó en el balcón de piedras de aquella terraza, observando como las luciérnagas sobrevolaban e iluminaban por instantes aquellos arbustos, suspiraba hondo preguntándose internamente ¿Para qué había sido citado a ese lugar? El silencio era apenas opacado por la música del salón en el cual aún se celebraba su compromiso con Kunihiro.

Después de unos dos minutos asolas escucho pasos los cuales se incrementaron al punto de correr y dos voces se elevaron diciendo.

¡SOUICHI!

Su corazón se detuvo de manera inmediata, en su pecho un enorme golpe se percibió, la sensación de que su cuerpo se erizó al escuchar aquel grito doble, fue intensa.

Él se dio la vuelta de prisa y ante sus ojos, pudo ver a sus dos amigos, lanzarse encima suyo, para casi hacerlos caer al piso, Shouchi se sostuvo con sumo equilibrio, observaba a Tomoe y a Kanako a sus rostros a los cuales cuestionó. —Tomoe, Kanako, ¿Cómo es que ustedes... están aquí?

Souichi-san, fue hermoso, como tocaste el violin kyahhhh.—Gritaba con emoción la castaña de mirada miel, ella traía un vestido de gala muy elegante en un color verde oscuro muy escotado unos guantes de color negro y un nuevo collar en su cuello, con el emblema de una T en el centro, Souichi analizo ahora a Tomoe el llevaba trajes de etiqueta en un color azul oscuro una camisa blanca y una corbata del mismo color de sus trajes estaban guapos y muy presentables.

Souichi, es una alegría volverte a ver.— Exponía Tomoe con una linda sonrisa, ambos se apartaron al escuchar las voces serias y graves de dos hombres que se presentaban al lugar.

Kanako-chan…

Tomoe-kun…

Ambos se acercaron a aquellos hombres que Souichi analizaba sospechosamente, notó como el alto sujeto que había llamado a Tomoe tomaba su mano y le observaba con entero amor con esos ojos azules, sus cabellos negros se removieron con el viento al igual que la corbata que colgaba en el medio de sus elegantes y lujosos trajes, sus orbes miel ahora observaron al sujeto que estaba con Kanako.

Kanako-chan me debes otra pieza, bailas muy bien.— Decía tomándola de la cintura y bailando de manera enamorada con la joven chica la cual sonrojada susurraba.

Isogai-sama, no es cierto.

Sus ojos se agrandaron y la furia lo carcomió, se acercó a ambos chicos y los aparto de aquellos dos mientras gritaba. —¡Aléjense pervertidos depravados de ellos dos, ahhhh! ¿Tomoe Kanako pueden explicarme que está pasando aquí?

Souichi-san, yo puedo explicártelo. —Expuso con calma Tetsuhiro a su lado, Souichi dio un salto no supo a qué hora él había llegado y situado a sus espaldas.

¡¿A qué hora llegaste ahí?!

Jajaja, este sujeto va a caerme bien. —Exponía el rubio de cabellos cortos que tenía a Kanako, que fue llamado por la castaña como Isogai.

Souichi-san le presento a mis amigos, Isogai Taichirou y Kurokawa Mitsugo… ellos fueron los Alfas que sacaron a sus amigos de HABO.

¿Qué?

Tomoe se apartó del lado de Souichi y susurró. —Ellos son muy amables Souichi, nos han recibido en su casa a pesar de ser solo unos adolescentes.

¡POR ESO MISMO SON UNOS PERVERTIDOS!

Me ofende Souichi-kun.—Expuso Isogai, indignado.—Yo sería incapaz de atentar contra la seguridad y el cuerpecito de mi lady Kanako.

Souichi… él es como un príncipe.—Expuso Kanako muy animada.

No puedo creerlo.

Te dije que ayudaría a sacar a tus amigos, ellos son muy cercanos a nuestra familia así que podrás verlos cuando quieras y salir con ellos cuando quieras, siempre y cuando mi Nii-san lo apruebe.

Entiendo…—El silencio otorgó en el de los trajes blancos, suspiró hondamente y no le quedo de otra más que aceptar la situación, aceptó sin chistar y se unió a sus amigos omegas para platicar, mientras que Isogai y Kurokawa se acercaban a Tetsuhiro susurrando.

Ese sujeto es muy impulsivo, Tu hermano eligió algo sumamente extraño Tetsuhiro-san.

Cierto… será difícil convivir con ese sujeto si llega a visitar a Kana-chan.

Tetsuhiro sonreía un poco pero su rostro feliz e ilusionado fue cambiando a otro más serio.—Isogai-san… Kurokawa-san… Ustedes son los principales confidentes de la familia, por eso confié en ustedes para que pudieran pedir en custodia a esos Omegas, pero saben que la misión no ha terminado, necesito que me ayuden a averiguar el origen de Souichi.

Tranquilo, en cuanto el cumpla la otra parte del trato nosotros nos encargaremos de averiguar lo que desees, aunque aquí el poderoso es Kurokawa, yo haré mi parte humilde.—Expuso Isogai mientras rascaba su nariz y causaba que Mitsugo se sonrojara y susurrara.

Isogai…jejeje.—

La noche estaba yéndose demasiado rápido, Souichi finalmente se había vuelto a encontrar con sus amigos de HABO y ahora conocía que estaban con personas de confianza, la fiesta estaba finalizando. Sin embargo, en una de las habitaciones en la cual Kunihiro había entrado la situación se estaba saliendo de control.

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Había entrado a la fuerza, tras escuchar del propio Kunihiro que se fuera él no lo hizo, se abrió paso en aquella habitación y en la cual había sometido al Castaño al piso, el de gafas estaba despeinado y jadeando mientras el otro lo besaba en el cuello y susurraba.

Kunihiro… no puedo evitarlo más…

Masa-Masaki… ¿qué estás haciendo?.

No puedo controlarme, necesito de ti, necesito saber que se siente hacerlo con un alfa como tú.

Kunihiro abrió enorme sus ojos sus orbes temblaban mientras el trataba de sacárselo de encima, no supo cuando ese sujeto adquirió tanta fuerza, se giró, lo empujó y fue directamente corriendo al cuarto de baño en el cual se encerró, las manos le temblaban y sudaba, tenía los cabellos desordenados y el rostro más rojo del mundo Masaki se puso de pie trato de abrir la puerta pero Morinaga no le abría es más decía una y otra vez.

Vete de aquí loco, se supone que tú estás enamorado de Tetsuhiro.

¡TE EQUIVOCAS!—Gritaba Masaki al otro lado de la puerta, con un insano deseo de tirar la puerta, estaba fuera de sus cabales fuera de sí.—Quien siempre me ha llamado la atención eres tú, me he acercado a él por ti… no sé qué me has hecho, traté de olvidarme de ti al viajar a Alemania pero fue imposible Kunihiro…

Kunihiro de prisa, tomaba un pequeño frasco de entre sus ropas y bebía dos pastillas con prisa, ayudando a pasar este medicamento con el agua del grifo en aquel baño, tragaba grueso y expresaba. —Vete de aquí…

Masaki parecía que estaba regresando en sí, observaba la puerta con total vergüenza, elevo su mano a sus cabellos los acarició susurrando por lo bajo.—Yo… perdóname… no, no sé qué me paso.

LARGO VETE.

El obedeció, Kunihiro pudo escuchar como la puerta de la habitación se asomaba, el temeroso, se asomó por la puerta del baño y dado a que ya estaba solo, se deslizo hasta caer al piso, las piernas le habían estado temblando y todo el cuerpo también, pero no era momento de comportarse de esa forma, debía de ir a despedir a los invitados, se acomodó las ropas y los cabellos sus gafas fueron puestas y su mirada afilada regreso a ser la misma llena de seriedad y orgullo.

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Aún se encontraban en la terraza, aunque ya no estaban acompañados por aquellas parejas Tomoe y Kanako querían disfrutar de aquella fiesta, Souichi no tuvo remedio más que dejarles ir ya que él desde hacía una hora había estado percatándose que algo extraño sucedió en su cuerpo, el silencio otorgaba. Él no decía palabra alguna solo se dedicaba a pensar internamente que todo este tiempo había estado reteniendo el momento de su celo, el hecho de estar solo con Tetsuhiro lo puso mucho más nervioso pues sus orbes notaba como esa sensación en la cual su cuerpo iniciaba a sentirse acalorado y demasiado desesperado lo invadía por completo, Morinaga analizaba a su compañero él había notado aquel suceso que estaba comenzando desde el momento en que lo llevo tras del escenario Souichi desde hace unos minutos inicio a tener un color rojo en sus mejillas y el comprendió rápidamente que… su celo iniciaba a aparecer.

Souichi…

Tetsuhiro intentó acercarse, pero el peli largo se apartaba, las piernas estaban cediendo, de pronto aquella voz golpeó sus orejas causando que su respiración se acelerara y el corazón le palpitara como si estuviera corriendo en una maratón.

—"¿Por qué…. Pero que está pasando?" Tetsuhiro logró estar a unos pasos de Souichi, quien apenas alcanzó a susurrar con tenues jadeos. —Mierda… ya ha comenzado.

¿Estás bien?

Humg…— Tetsuhiro fue a su lado y lo tomó por la cintura cuestionando.

¿Puedes caminar?

Souichi observaba el rostro de Morinaga Tetsuhiro afilado, cómo él lo miraba con preocupación, mientras que él no podía sentir nada ni sus piernas ni en qué lugar estaba parado solo se guiaba por el sonido de su voz y de manera lenta y suave su mano actuaba por reflejo aquella mano de Souichi se movió lentamente, para colocarla en el rostro de Tetsuhiro quien se estremeció al percibir aquella delgada y suave mano en su mejilla.

Soui…

No logró finalizar aquella palabra, aquellos labios, cálidos se unían a los suyos en un beso tremendamente apasionar y necesitado, Tetsuhiro habría abierto enormemente sus ojos no podían creer que esos labios estuvieran sobre los suyos y le estuvieran besando, mientras deseando detener aquella acción elevó su mano para posarla en el costado de aquel rostro para intentar separarle; Sin embargo… aquella se dedicó a acariciar el rostro de Souichi. Unos minutos duró esa unión, la reacción y el recuerdo en la que ambos eran omegas regresó, Morinaga con pesar separó sus labios de aquellos al percibir la desunión dejaron salir un jadeo, ambos respiraban acelerados pero el más afectado era Souichi parecía estar perdido en tanta intensidad y pasión en aquellos labios.

Deseaba obtener más del peli negro quien no podía no debía, estaba prohibido.

Souichi, por favor detente… déjame llevarte con mi hermano, él…

Tetsuhiro…

El mencionado por aquella voz tan profunda y deseosa, tragó grueso tomó en brazos el delgado cuerpo de Souichi quien se abrazó a su cuello y hundió su rostro en su cuello susurrando con vergüenza. —No permitas que alguien me… vea así...— Morinaga asintió dedico un beso en su frente y susurró.

Te lo prometo.

Se encaminó hasta llegar al pasillo de aquel castillo evitando a cualquiera en aquella fiesta, Anna quien los buscaba se encontró con ellos y ella se dio cuenta de la situación, rápidamente ordeno a su hijo llevarlo a la mansión, depositaron una fina sábana sobre su delgado cuerpo luego de eso ambos se sometían al auto en el cual Souichi temblaba, necesitaba que su alfa lo liberara de ese deseo incontenible, el celo estaba demasiado fuerte y aquel beso que se había dado con Tetsuhiro solo empeoró las cosas, Tetsuhiro trataba de calmarlo, mientras susurraba.

Mi hermano estará pronto contigo, te lo prometo…

Yo… no…—Apenas y hablaba el peli largo aferrándose a las ropas en su pecho, al tiempo que buscaba sus labios de nuevo, Tetsuhiro negaba y cubría sus labios con su mano diciendo. — Souichi… mi hermano, pronto estarás con él.

El poco escuchaba, lo que deseaba era que él lo poseyera…

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Había pasado al menos una media hora y Kunihiro llegaba a la mansión, él se apresuró a ir al sitio en donde sabia estaría su hermano y Souichi, se adentró a la mansión recorriendo los pasillos en dirección a una de las habitaciones más alejadas y que estaba inmersa en el gran bosque que compendian aquellas hectáreas de tierra, Kunihiro era iluminado por la luna sus cabellos brillaban y el vidrio en sus gafas igual, notó a unos pasos a su hermano quien estaba cruzado de brazos exponiendo.

Ya está listo para ti.

Tetsuhiro…

Vamos.— Él condujo a su hermano, con calma a la habitación…

Adentro estaba él, sus ropas aún estaban en su cuerpo, se encontraba en la cama retorciéndose, erizo, deseaba, ansiaba que alguien pudiera liberarlo de esa sensación tan desmedida y que causó que todo su cuerpo temblara y jadeara, estaba atado a la cama de sus manos, aquellas ataduras eran suaves y le permitían moverse, pero esas cadenas que tenía las jaloneaba. En su rostro se encontraba una venda de color negro que impidió por completo ver, eso lo puso más inquieto pues él se guiaba por su olfato y por el ruido, finalmente el aroma que estaba esperando llegó, de manera acelerada, se percató que alguien estaba en la habitación, y se acercaba a la cama, el movió su rostro, para buscar con su olfato a su alfa, quien tomo el costado izquierdo de su rostro y a acaricio por unos momentos, mientras movilizaba su otra mano y sujetaba aquella ropa que hacia estorbo en el cuerpo atacado de Souichi.

Él fue sintiendo cada caricia cada suave intención de Kunihiro, este se retiraba su elegante ropa dejándola caer al piso y susurrando con calma. —Pronto te sentirás bien… Souichi.

Ahh…

Percibió aquellas manos tocar su pecho su abdomen y luego bajar sin ninguna miramiento por todo su bajo vientre hasta llegar a la base de su erecto pene, el cual palpitaba deseoso tremendo y expedía aquel viscoso líquido pre-seminal, más abajo aquellos dedos se movieron para encontrarse con la entrada de Souichi el cual al sentir aquello dejo salir un largo jadeo y sus piernas temblaron para abrirse más.

ahh, Ohm, Onegai… por favor no pue….

Kunihiro sometió un curioso dedo y escarbo aquel interior, el cual se constato era virgen, llego a alcanzar fácilmente aquella membrana que causaba placer en el peli largo causando que este curveara su espalda y hundiera su cabeza en la almohada, su boca se abrió grandemente, de esta se liberaba un hilo de saliva que demostraba que estaba desquiciado, necesitaba de él, rápido.

Finalmente, Kunihiro lo tomó por su cintura y lo giró, Souichi no podía ver pero no había necesidad de hacerlo, notó como lo ponía de rodillas y él agachaba su torso exhibiendo su trasero, el cual se contraía movía sus caderas con deseo, al mismo tiempo que sentía como aquellas manos acariciaban sus nalgas y sus caderas además de su espalda en la cual con cariño fue apartado su cabello lentamente él se agacho para besar su espalda uno a uno cada centímetro de aquella blanca piel era probada por sus labios, hasta que por fin se topó con su nuca, fue ahí donde se detuvo, quería marcarlo quería hacerlo completamente suyo, pero en lugar de eso, sometió su mano derecha a su pecho y apretó con sensualidad una de sus tetillas, mientras lamía su cuello y causaba en el otro un escozor infernal un deseo de querer ser penetrado invadió a Souichi de formas que nunca había imaginado, Kunihiro quien aún estaba con ropa interior, hico elevar su cuerpo.

Para acariciar su gruesa hombría contra aquellas nalgas, mientras Souichi jadeaba y exponía.

Ahhhhh… ya… no puedo más…. Ahh, uhhhg.

Kunihiro no dijo nada, solo se dedicó a dar una lamida nueva en su cuello, mientras que con sus manos se retiraba la pieza que protegía y que separaba la piel de ambos, rápidamente Souichi pido sentir aquella gruesa erección, acariciarse contra sus nalgas, no pudo contenerse se dejó caer al frente, percibiendo como por los pliegues de sus nalgas se corría aquella lubricación que su entrada despedía. Souichi estaba ansioso, percibió entonces como su alfa tomaba sus caderas y acariciaba su miembro contra estas.

Souichi al darse cuenta que no había marcha atrás arrugó sus puños sujetándose de las sábanas, al menos agradeció el no poder ver a ese alfa, no quiera que lo viese perder su orgullo y dignidad.

El cual fue a parar lejos cuando sintió que aquel enorme pene se posicionaba en aquella entrada, listo para iniciar a penetrarle, no podía parar, la dolorosa penetración inicio y el solo podía sentir fuego en ese momento en aquel lugar, deseaba que entrara por completo, lo deseaba, lo deseaba con todas sus fuerzas, el jadeo se hizo presente y el gemido se elevó golpeando las paredes de madera de aquella habitación que solamente era iluminada por dos lámparas de gas.

Kunihiro iba rompiendo todo en su interior, mientras que Souichi iba percibiendo como aquel pene se sometía más y más dentro suyo, su voz se acortó, los jadeos y gemidos se acortaron al percatarse que la penetración había llegado a su fin, podía percibir como palpitaba aquel miembro, no podía creer que en su interior pudiese abarcar algo tan grande, quizás no pudo verlo, pero sí logró sentirlo, sus cejas estaban juntas y apenas se miraban bajo la venda que no fue retirada.

Después de aquella penetración Kunihiro se agachó para quedar al nivel de su oído izquierdo, el solo podía dejar salir jadeos, ni un gemido ni una palabra de placer nada salió de su boca, esto descontrolaba a Souichi, pero dado a que su cuerpo estaba preocupado por sentir placer no le tomó importancia, es más, permitió que el vaivén de aquellas caderas en su alfa iniciaran, estaba perdiendo el control respiraba con desesperación, no podía soportarlo más y con prisa el orgasmo se avecinada, pues aquel enorme miembro rosaba con facilidad su punto de placer.

¡Ah… ahh, ahhhhg…!—Su pecho se contraía acelerado en las respiraciones erráticas que este daba sin poder contenerse no podía no lograba entender por qué sentía tanto placer, como es que había sucedido eso, ¿Y por qué no había permitido hacer eso antes? Las envestidas se dieron una y otra vez, mientras él se corría por primera vez, su amante logró percibir aquella estreches la cual lo hizo tragar grueso, pero en ningún momento dijo palabra.

Parecía que Souichi se había dado cuenta, Kunihiro estaba conteniéndose, no quería ser escuchado…

Aquella entrega, llego hasta el amanecer, Souichi llevaba mucho tiempo eyaculando, pero no podía dejar de desear más y más, mientras que su alfa no había terminado, para nada a él le hacía falta mucho por delante, le había dado vuelta y lo tenía al frente Souichi estaba sentado en aquel miembro auto penetrándose solo sujetándose de los barrotes que contenían sus cadenas, mientras que el otro solo podía soltar enormes jadeos.

El calor en ambos se estaba haciendo e otro nivel, Souichi logró sentir que aquel pene se estaba poniendo caliente y estaba engrosando, bajo aquellas vendas él había apretado sus ojos pues, el abotonamiento estaba a punto de darse, abrió grandemente su boca y se dejó caer, permitiendo que su alfa aún conectado a él, lo abrazase y hundiera su rostro en su cuello, mientras costosamente lo envestía, hasta que llegado el momento no pudo moverse más, solo lograba jadear en el oído de Souichi quien había apretado los costados de aquel cuerpo y sentía como aquel semen lo remojaba todo por dentro y al mismo tiempo aquel miembro se hinchó dentro suyo, quedando perfectamente abotonados y conectados.

Ambos respiraban agitados babeaban y jadeaban, mientras que Souichi había alcanzado la espalda de su alfa para arañarlo con fuerza, no podía con tanto placer, era incalculable, su interior seguía siendo llenado por aquella semilla.

Ah…. Ahg, ahhh, ahh… ahhh.—Jadeaba y gemía el peli largo.

Su contra parte no podía más que respirar con rapidez…

El cuerpo de Souichi sucumbió ante aquella faena, era imposible poder estar despierto y alerta después de aquel suceso, cayó dormido de inmediato o al parecer había caído desmayado, su alfa lo fue liberando del abrazo, mientras apenas y podía moverse, su erección estaba cediendo lentamente, con calma se apartó de aquel interior, al salir de aquel interior cálido, fue imposible evitar que algo de aquel semen saliera de aquel interior, había salido como un pequeño chorro el cual se regó por la cama. Estaba sumamente cansado y mareado, esa también había sido su primera vez, con lentitud se puso en pie y buscó algo para vestirse mientras arrojaba la sabana con sumo cariño sobre aquel delgado cuerpo de Souichi a quien le retiro la venda y las esposas de las muñecas para dejarle dormir con más tranquilidad.

Se puso en pie… fue caminando a tientas hasta la salida, solo se había colocado el pantalón, su camisa y el saco. En cuanto cruzo el lumbral de aquella puerta, el día estaba haciendo su real presencia. Notó a sus padres y a su hermano verle con ojos preocupados. Temían que como en veces anteriores él no había logrado el aparcamiento, pero…

¿Y bien… Tetsuhiro?

Su padre observaba con seriedad a su hijo menor, quien había sido el que había estado con Souichi en esa noche de celo.

Está hecho…—Dijo con suavidad casi cayendo desmayado al piso, siendo sujeto por su hermano quien susurró.

Tetsuhiro…

Está hecho… ahora solo depende de nuestro secreto que la tradición familiar siga en pie…

Aquellos adultos asintieron, Anna fue a ayudar a Morinaga a quien le susurró. —Todo saldrá bien… ven vamos debes dormir…

Kunihiro… ve a limpiar a tu prometido, él no debe darse cuenta de nada, él debe pensar que fuiste tú…

Sí padre.— El Castaño entró de nuevo a aquella habitación, mientras notaba como se llevaban a su hermano a su habitación, observo a la habitación, se acercó a la cama y se acomodó en la orilla de esta, apartó algunos cabellos de aquel rostro relajado y desmayado de Souichi para susurrar. —Perdóname… Souichi, Espero algún día nos logres perdonar a mi hermano y a mí… pero no debes saberlo, por el bien de la familia no debes saber que Tetsuhiro es un alfa y que yo soy… un omega.

Dicho aquello, se encargó de ir por agua y algunas toallas debía de cuidar de su pareja, aunque no era su obligación debía hacerlo, por la tradición familiar.

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Dentro de la mansión, Tomoko y Raven estaban furiosas, se habían enterado por los guardias que mientras ellas aún estaban en la fiesta, su señor Kunihiro y Souichi habían logrado llevar a cabo su unión, eso las puso furiosas, Raven observaba con susto a su hermana omega la cual lanzaba todo al piso desde la cómoda que estaba en su habitación y cómo con su puño rompía el vidrio del espejo.

Ese maldito.— Gritaba desesperada y llena de lágrimas en su rostro.

Anna había llegado al lugar atraída por los gritos notó como la mujer se lanzaba a ella y gritaba. —¿Pero por qué ha pasado esto madre?

Ya cálmate de una vez Tomoko, Kunihiro finalmente encontró a su pareja…

Usted no entiende lo que eso significa. —Gritó ella descolocada.

Claro que sí se lo que significa, pero no pienso enviarlas de regreso.—Gritó la mujer para acercarse a ellas y tomar sus manos con calma, para hacerlas silenciar, ambas estaban enfrascadas en un llanto sumamente desgarrador. — Souichi va a necesitar de su ayuda en los siguientes meses, quiero que sean ustedes quien lo cuiden.

Madre…—Suturaba Raven ilusionada.

Raven tú y Tomoko entre ambas pueden hacer sentir bien a Souichi Morinaga.

Tomoko estaba furiosa, el sentimiento de odio la carcomía ese pelafustán había logrado lo que ellas no pudieron en muchos años, sin embargo, ella dio una sonrisa falsa y expresó…

Descuida, madre… nosotras ayudaremos a Souichi-sama a sobre llevar la espera del nuevo heredero.

Anna sonrió de manera complacida, acariciaba sus rostros mientras ellas se separaban despacio para arreglar el desorden, Raven y Tomoko notaron que la señora se había ido cuando eso sucedió, la peli negra se acercó a su compañera y la jaloneo del brazo para atraerla al fondo de la habitación y susurró.

Esto se acabó Raven… esto no lo puedo permitir,! No lo puedo concebir, Kunihiro-sama debe ser nuestro.

Tomoko déjalo ya.

No. No, jamás, no pararé hasta que no vea muerto a ese maldito heredero y a Souichi. — Una risa desmedida y descarriada se hizo escuchar en aquel lugar.

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Mientras esas mujeres planificaban aquello, en otra de las habitaciones un chico de cabellos negros y azulados, se encontraba en el piso al lado de su cama, él se abrazaba a sí mismo y susurraba con profundo pesar, el nombre de Souichi una y otra vez, no podía dejar de sentir lo duro que era el amar, el querer a alguien con quien no puedes estar, pero que a la vez sí.

Perdóname, por favor, perdóname… solo espero nunca lo sepas… se lo pido kami-sama has que Souichi nunca se dé cuenta que quién lo ama, quien lo amó y quien lo amarà de aquí en adelante soy yo… no mi hermano…—Agachó su rostro para llorar desconsolado, mientras agregaba con una voz agrietada. —Y por favor, cuida de mi hijo…

La tarde iba cayendo y la oscuridad fue inundando aquella habitación, los trofeos y los diplomas de honor se fueron opacando, ¿de qué servía ser bueno en todo si no podías presentarte a la sociedad como lo que verdaderamente eras?…

Continuará…


Y como dice Karla Uchiha comenzó la hora Sad… en fin no le svoy a preguntar que les parecio pero si les diré que habrá más zukulencia y que espero que me dejen sus reacciones ToT sean las que sean y suéltense libérense quiero saberlo tooooodoooo.

¡Bueno gracias muchas gracias por leer espero pronto actualizar n_n besos!