Hola gente hermosa bienvenidos sean a otro capítulo de Tradición Familiar, quiero advertirles primero que esta capitulo será algo angustiante, pero que todo saldrá bien así que léanlo hasta el final POR FAVOR.
Por otro lado, espero que sea de su agrado un saludo a mi hermosa BLACK CAT ese cap (O al menos el final) esta dedicado a ti hermosa 737 por que sé que te encanta ver a nuestro castaño favorito Kunihiro siendo ukeado por su Masaki lindo jajajajaja Xd ay deos.
En fin muchas gracias por leer y se les quiere espero ver sus actualizaciones y las mías pues etoo iré despacito, gracias por el apoyo en Kirai ai suru y recuerden…
Los personajes de KOI SURU BOUKUN son de Hinako Takanaga yo solo los utilizo para el deleite d emis locuras ¡lol!
Tradición Familiar.
By:
Aurora la maga.
Capítulo 4: "Confusiones que desencadenan errores."
La noche había transcurrido con suma prisa, las cosas se habían tornaron demasiado intensas una noche antes y una nueva mañana estaba resurgiendo el sol aparecía con sus vibrantes rayos solares en el oeste, era tremendamente bello apreciarlo desde la ciudad en la que se encontraban pues la vegetación aun hacia lucir a Fukuoka con grandes y galantes galas llenas de belleza. El enorme terreno que comprendía la mansión Morinaga era extenso, aquellas hectáreas en las que se encontraba un hermoso y frondoso bosque, estaba ubicado al costado de la ciudad que por su pacifica monotonía parecía un pueblo.
La mansión estaba silenciosa, pues eran alrededor de las 11 de la mañana y nadie se había despertado aun, dado a que los padres de ambos muchachos habían celebrado toda la noche no desean levantarse, habían comenzado la juerga desde un día antes, luego de que su hijo menor se encargara de hacer cumplir la tradición pasaron un día y una noche entera bebiendo.
Sin embargo, para Kunihiro la situación se tornó frustrante, él había estado al lado de la cama en la que se encontraba Souichi el cual no había despertado y "su" omega durmió un día y una noche entera. El mayor de los hermanos estaba preocupado, pero gracias a los concejos del médico de la familia los cuales recordó rápidamente se relajó, destenso sus hombros los cuales estaban tremendamente cansados y adoloridos; esta situación no era solo dolorosa para Tetsuhiro sino también para el castaño quien posaba sus codos en sus rodillas y agachaba su cabeza mirando el piso suspirando.
Abandono su pose deprimente y patética para elevar con calma su rostro analizando aquella cama y pensando:
–"Entonces si era cierto, nunca fuiste manchado por nada ni nadie… y la prueba es que has caído desfallecido ante tu primer celo y encuentro sexual."–
El castaño suspiro hondamente de nuevo, se puso de pie para por décima vez examinar con su cálida mano la frente del peli largo asegurándose que no tenía fiebre y como en las 9 veces anteriores el resultado era el mismo, Souichi no estaba caliente más bien estaba bien, más fresco que antes, pero en sus mejillas el color sonrojado no se iba eso solo le hizo pensar una sola cosa al castaño.
–"Aun su celo está presente…"– Luego de examinarlo elevo su torso y girándose fue directamente a la pequeña mesa que estaba ubicada al lado de la puerta en aquella oscura habitación, sirvió agua en un vaso transparente y se giró nuevamente para conducirse a la cama.
Pero justo cuando dio un paso elevo su rostro y con prisa noto como Souichi se movía entre las sabanas, rápidamente su corazón inicio a palpitar acelerado, tenía nervios; deposito el vaso con agua en la mesa y se acercó, se agacho sentándose en la orilla de aquel lecho, notando como Souichi llevaba una de sus manos a su frente y acariciaba, Morinaga trago grueso pues ¿Qué debía hacer? Con calma fue pensando.
–"El… es mi futuro Omega debo… reaccionar como su pareja, pues ante la sociedad él y yo…"– Trago grueso, y agachándose despacio se dispuso a acercar su rostro susurrando. –"U-Un beso en los labios un delicado beso, eso… ¿Estaría bien verdad?"–Claro que Kunihiro no sabía nada de cómo actuar con Souichi pues lamentablemente ambos eran Omegas además estaba el hecho que nunca había tenido una relación con nadie, ni siquiera llego a besar a Tomoko o a Raven.
Mientras el debatía con sus pensamientos y acciones, Souichi por otro lado entreabrió sus ojos, aquellas orbes color miel observaron entre su mano el rostro del otro acercarse, su cuerpo se tenso y un olor nefasto lo invadió, era un olor que chocaba contra su nariz un aroma bastante avasallador, era el aroma de otro omega el que el percibía. Estando en HABO el podía detectar esa clase de aromas, en los cuales podían informar a los otros Omegas que uno estaba conteniendo o reprimiendo su celo.
Souichi de prisa al sentir que aquel rostro se acercaba más y más al suyo, se movió rápidamente para sujetar entre sus dedos los labios de Kunihiro al cual le observo con enfado y murmuro. –Pero que estas…–
Su mirada fue de sorpresa al darse cuenta y con detalle que ese aroma que lo estaba enfadando provenía de Kunihiro, nunca creyó que, el castaño quien le había hecho todo eso la noche anterior expidiera ese terrible aroma, no comprendía no entendía nada, era todo tan distinto, era imposible, ¿Cómo era que Kunihiro olía así y en cambio su hermano tenía una ahorma que le había causado el celo, como podía estar pasando esto? En su memoria trataba de ubicar una explicación, en sus estudios de ciencias no había un caso así de un Alfa que pudiera expedir ambos olores o que un Omega golpeara tan fuerte con su esencia a otro Omega. dejando a un lado aquellos traficados pensamientos… Souichi recordó con detalle todo lo que sucedió después de que salió de la fiesta, su rostro cambio de impresionado a enojado en un santiamén, aparto sus manos de aquella boca y escucho.
–Souichi… buenos di…–
El castaño no logro saludarle pues un golpe tremendo se colocaba en su pómulo y ojo izquierdo cortesía del puño derecho de su alfa quien grito.
–BASTARDO INFELIZ. –
Kunihiro cayó al otro lado de la cama, ese sujeto sí que tenía una fuerza demoniaca, noto como Souichi se ponía en pie y con prisa cubría su desnudes con la blanca sabana y el castaño también se ponía en pie con rapidez cuestionándole mientras acariciaba su mejilla. –Pero ¿qué, que, que acabas de hacerme? –
–Eso es lo menos que te mereces pervertido. –
–¿Eh?–
–No te voy a perdonar el que me hayas hecho todo eso, eres un depravado, una rata un desecho toxico de hospital.–
Kunihiro no entendía nada ¿Por qué había reaccionado así aquel Omega?, intento entablar una enorme discusión, sin embargo, sus orbes verdes notaron que él estaba a punto de correr, solo llevando la sabana como ropa se apresuró a capturarlo de los brazos y susurrar.
–Souichi, cálmate.–
–No, eres un asqueroso, jamás nunca vas a volver a humillarme de esa forma. – Respiraba acelerado, odiaba a ese hombre y la verdad es que no sabía porque, pero su aroma, su rostro todo él lo odiaba como nunca tuvo idea. En sus pensamientos no se podía ver a si mismo compartiendo la vida con ese sujeto. Dio otro golpe más y esta vez dejo sin aire al castaño quien se agacho en el piso tosiendo. Kunihiro en el piso vio partir rápidamente al platinado no podía entender nada, pero entonces logro recordar que la naturaleza de ese Omega era esa, él no iba a permitir que tan fácilmente lo encadenaran.
–E-ese sujeto… ¿Acaso se olvidó de lo que hablaron con Tetsuhiro? –
Corrió rápidamente a la puerta y solo logro ver como él se perdía entre los arboles del bosque, Kunihiro se dio prisa debía ir a buscar a su hermano antes de que algo malo le ocurriera a Souichi puesto que, él aún estaba en celo y si salía del bosque lograría encontrarse con aldeanos o maleantes del lugar. Aunque la ciudad estuviera libre de violencia no estaba libre de Alfas que probablemente no se contendrían a apoderarse de aquel cuerpo o incluso marcarlo….
Souichi por otro lado corría con prisa, el dolor que sentía en sus pies no importaba en su pecho se podía percibir el palpitar acelerado su aliento era acelerado y sus ojos solo podían ver al final de aquellos árboles en donde la luz que antes se podía ver iba desapareciendo pues enormes nubarrones estaban formándose en el cielo. Su libertad estaba siendo cegada él tenía miedo no deseaba ser de nadie y lo que había hecho hace dos días era motivo para salir corriendo.
Sus pensamientos viajaban a una velocidad inesperada, pues no entendía por que hacia esto, sin embargo la razón de su escape fue por una sola y simple razón. El recuerdo de aquel beso que su cuerpo le obligo a darle al menor de los Morinaga todavía estaba presente en sus recuerdos, la sensación el sentimiento de confusión lo invadió enormemente.
Sus piernas recorrían aquel lugar, sus pies caminaban por entre ramas, hojas piedras y tierra, ya tenía cortadas las cuales eran dolorosas, pero más doloroso era lo que sentía en su pecho. Se había fallado a sí mismo, creyó que la promesa sería fácil de cumplirse, pero dado a la forma en que fue tomado, en la humillación que fue expuesto él no deseo saber más de aquella promesa.
Estaba confundido abrumado, ¿Por qué dolía tanto recordar a Tetsuhiro y a lo que había pasado?
Continúo corriendo hasta que giro a la derecha notando un claro, descubrió el enorme cielo nublado. Se detuvo para analizar el lugar, había una enorme cerca y al otro lado estaba la libertad… según él.
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En la mansión, Tetsuhiro se encontraba en su habitación, observaba con tristeza la ventana, mientras en sus manos se encontraba una guitarra acústica, en sus pensamientos y recuerdos aún estaba fresco aun aquel lucido momento en el que Souichi había entrado a la fiesta tocando tan hermosamente aquella pieza de violín, aquella escena causo en el peli azul el regresar a su vieja guitarra. Él siempre fue muy talentoso, era obvio era un Alfa cuyas cualidades eran únicas e increíbles. Poseía un gran intelecto, el mismo que fue acotado por su padre, este había tenido miedo que su plan su secreto fuera descubierto por eso, hizo que Tetsuhiro no estudiara más que la secundaria y le dio libre acceso a todo ese tipo de actividades, lo que fuera carreras de autos, instrumentos musicales en todo Tetsuhiro era el mejor y por supuesto que sería el mejor en llevar la empresa familiar sin embargo debía de vivir en las sombras y dejar que su hermano se hiciera cargo.
Una cuerda fue acariciada por sus dedos, mientras sus pensamientos lo regresaban a aquella noche en la cual había poseído al platinado, una lagrima surco su mejilla, estaba seguro que en cualquier momento su hermano entraría a la casa con el acompañándolo y tomarían la habitación de al lado como suya.
Libero un enorme suspiro, con movimientos lentos deposito el instrumento en la cama a su lado y se dedicó a ver por la ventana estaba sumergido en sus pensamientos cuando escucho pasos acelerados y el golpazo en la puerta al ser abierta de una forma rauda. Se giró con prisa y descubrió a su hermano, con el ojo morado y sin gafas su cabello desordenado y el sudor en todo su rostro.
–¿Nii-san?–
–Souichi…– Nombro apenas con poco aliento.
Causando que Tetsuhiro se pusiera en pie de la cama muy despacio y le observara expectante.
–Souichi… escapo. – Termino diciendo.
–¿Qué? –
Un enorme vuelco en el corazón se le presento, la garganta se le cerro, eso era imposible, se unió a su hermano y cuestiono.
–¿Qué ocurrió? –
–Despertó parecía estar poseído, me golpeo dijo cosas sin sentido y se fue…–
–¿Qué?– Kunihiro explicaba todo con total rapidez, ya en los pasillos los hombres que cuidaban de la familia, se movilizaban y aquello causo alerta en las habitaciones en donde estaban las dos Omegas, Raven observaba por la puerta como todo el mundo corría de un lado a otro y susurro.
–¿Humm, que estará pasando? –
Tomoko quien había estado en la oscuridad de la habitación, se percató de aquel jaleo, se acercó a su amiga y al salir a ver al pasillo sujeto a una de las chicas de servidumbre y cuestiono. –¿Qué ocurre?–
–Esto es terrible, una desgracia… Souichi-sama escapo. – Respondió la mujer liberándose con prisa para correr de inmediato a la habitación de los dueños de aquella casa, debían darse cuenta de lo que estaba pasando, la confusión se formó en el rostro de Tomoko y Raven. Ambas notaron como Kunihiro y su hermano se reunían en el patio principal y se ponían de acuerdo con su grupo de guarda espaldas para encontrar a aquel chico, se separaron de prisa y ella susurro.
–Vaya…–
–¿Pero por qué se habrá ido?–
–Esto es interesante…– Dijo entrando a la habitación para arreglar sus cabellos revueltos y desparramados, los enrosco en un moño y susurro. –Alístate Raven… debemos estar preparados para el castigo que recibirá ese tonto infeliz y ya que a hecho algo sumamente malo debemos prepararnos para la reelección. –
Raven asintió, cerró la puerta corrediza y fue hacia a dentro…
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En las calles de la ciudad, Souichi respiraba aguado, caminaba a tientas por las calles, pues no quería que nadie lo viera en el estado en el que se hallaba, desnudo y con esa sensación intensa la cual después de haber dejado de correr lo invadió, respiraba agitado y se aferraba a la sabana que cubría su cuerpo y también lo hacía a la pared de los edificios y casas, pues en sus piernas amenazaban con doblarse y caer al piso.
–Humgg…–Jadeo de manera intensa, el maldito celo se estaba presentando de nuevo, ¿Cómo había olvidado ese detalle
? Olfateaba y era impresionante cuantos Alfas estaban cerca de él, camino otros pasos más para entrar a un callejón en el cual se sujetó aun mas de la pared, agrando su boca a toda la que esta daba y susurraba. –Ah, ahh, no… no puedo controlarme. –
Se dio cuenta que sus piernas estaban siendo remojadas por la reconocida lubricación que salía de su entrada, además del líquido que había dejado su alfa dos noches antes, estaba expidiendo demasiado aroma a celo y las feromonas se podían olfatear a kilómetros de distancia, no tardarían en encontrarlo y así fue, un grupo de Alfas se sometieron en el callejón susurrando.
–Es por acá, ese olor es tan dulce, tan abrazador es… único a quien le pertenecerá…–
Escuchaba voces, se intentó poner en pie, pero fue imposible, no podía hacerlo, definitivamente estaba perdido, noto como comenzaban a acercarse a él y tragaba grueso, pues ellos parecían ser Alfas muy fuertes, el solo hecho de tener cerca aquel olor de estos lo tenso. Uno de ellos se acercó más, coloco su mano bajo su barbilla y elevo con calma su rostro susurrando.
–Que hermoso…–
–Revisa si está marcado. – Dijo uno de ellos, tomando sus cabellos, y tocando con sus manos sucias aquel cuello, al solo sentir aquel contacto Souichi no pudo retener un gemido.
–Ahhg…–
–Esta sediento de sexo…–Susurro otro sujeto.
–Pero este no me parece un lugar adecuado llévemelo al apartamento ahí le daremos todo lo que necesita.–Expuso el primero que había elevado su rostro, para acercársele y tomarle en brazos.
–"No me toquen, no… no lo hagan asquerosos, no… muévete Souichi mueveteeee."–Gritaba internamente, para tomar fuerzas de su enloquecido cuerpo y elevar una mano para arañar su rostro con furia, aquel hombre enseguida lo soltó, Souichi tomo fuerzas para apartarse, pero era imposible, aquellas alfas lo estaban aturdiendo con sus miradas y las voces llenas fuerza y poder.
–Quédate quieto, no te muevas y obedece. –
–Es un insensato, deberé castigarte por estos arañazos. – Expuso sujetándolo de la cintura y presionándolo contra su cuerpo, Souichi respiraba agitado, cerro sus ojos al darse cuenta que una de las manos de quien lo estaba oprimiendo, iba directo a su entre pierna tocando de manera insana e inapropiada su pene, abrió los ojos enormemente y su cuerpo temblaba al darse cuenta que su cuerpo reaccionaba a aquellos toques, podía notar como su aliento se salía de sus pulmones en forma de jadeos.
Mientras que los demás lo rodeaban y murmuraban.
–Es un idiota… ¿Acaso pensaste que podías escapar con ese abrazador celo? ¿Sera acaso que tu amo no te complace y por eso escapaste? –
Los temblores eran notorios en su cuerpo no solo por el hecho de lo que estaba ocurriendo, sino también porque se llamó un idiota en sus pensamientos, Kunihiro, aunque hubiera tenido una rara forma de tomarle, había sido siempre amable con el, apretaba sus ojos con fuerza preguntándose una y otra vez ¿Por qué, porque había reaccionado de esa manera con el de gafas?
–Creo que no hay tiempo de llevarlo a un lugar más adecuado, él se está muriendo porque alguien lo posea.– Exponía el mismo sujeto que tenía las marcas de aquellas unas en su rostro, pasando su mano de aquel pene a su trasero, la cual movió su mano en caricias insanas hasta su parte trasera y justo cuando acaricio aquellas nalgas, sometió fácilmente dos de sus dedos.–Estas tan mojado, es imposible que puedas aguantar más.–
–Ah…ahg.. n…no… ahg…–Temblaba terriblemente, sus cejas dejaron de estar juntas ahora se relajaban y sus ojos tomaban una expresión deseosa, era humillante como su cuerpo reaccionaba lleno de éxtasis ante aquellas lacias caricias en su tan sensible entrada.
–Miren, su mirada cambio. –Expreso su captor esbozando una sonrisa. – Está listo…– Souichi libero un gemido al sentir que aquellos dedos abandonaban su interior, con la poca fuerza que le quedo junto sus piernas y se apartó en un empujón, cosa que le hizo caer al piso de costado solo apoyándose con sus codos y sus rodillas, dejando caer la única prenda que lo cubría al sucio suelo y sus cabellos se resbalaron por su espalda y parte de sus hombros cubriendo los costados de su rostro el cual estaba lleno de sudor y con una expresión llena de deseo.
–Es hermoso… su piel, su cintura…–
–Mira esa espalda. –
Eran los comentarios de aquellas alfas que lo devoraban con la mirada y emitían ese aroma a tan reconosible y que abrumaba a cualquier Omega, el olor a sexo.
Ellos estaban preparándose para iniciar su labor…
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En otro extremo un auto deportivo recorría las calles con rapidez, no había tenido otra mejor idea si recorría el bosque a pie perdería su tiempo, además el personal de seguridad estaba peinando el bosque el cual él aseguró era imposible que Souichi se perdiera en el Morinaga estaba más que seguro y una corazonada le indicaba que su peli largo estaba en la ciudad, Tetsuhiro recorrió con suma prisa cada calle, observaba a cada lado a cada rincón en cada callejón moviendo sus orbes verdes en milésimas de segundo pero no encontraba nada, estaba perdiendo la paciencia, pues una cruel tormenta se estaba avecinando.
–"Souichi, ¿en dónde, en dónde estás? Souichi." – Se decía una y otra vez en su cabeza, a su lado Kunihiro estaba ferrado a todo lo que pudiera susurrando.
–De-Despacio Tetsuhiro. –
–No nos pasara nada, rápido busca tú también. –
–SI…–Respondía el castaño observando a todos lados, mientras las calles pasaban deprisa, era imposible encontrarlo, solo esperaban que él no se hubiera metido en algún edificio a resguardarse.
El auto rugía en sus motores y seguía su camino con suma prisa…
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Mientras en el callejón, Souichi ya estaba siendo rodeado y encerrado al fondo de este por aquel grupo de sujetos, su rostro estaba poniéndose demasiado colorado, no podía creer lo mucho que se había excitado al notar como se estaban bajando los pantalones, deseaba con unas enormes ganas que un alfa lo devorara, pero no cualquier alfa…
Cerro con calma sus ojos dándose por vencido y pensando.–"Se acabó… no puedo moverme, esto… se terminó, yo… Tetsuhiro… no quise hacerlo no quise escapar… Kunihiro… hubiese preferido estar a tu lado antes que estos asquerosos… soy débil… soy solo una broma…"– Souichi era tomado por sus brazos uno de esos intrusos se posó por detrás recostando su espalda en sus piernas otros dos tomaban sus piernas para abrirlas pues ante la terquedad de aquel Omega decidieron aplicar la fuerza, mientras que el que había sido arañado se acomodaba entre estas, susurrando.
–Te aliviaras pronto… te lo prometo. –
Aunque su mirada era de terrible desagrado y enfado, lo deseaba lo pedía a gritos, odiaba con toda su alma ser un OMEGA lo odiaba. –"No…no…"–Enormes lagrimas se formaron en sus ojos, presentía lo peor, aquel miembro se estaba acercando para disponerse a causar presión en aquella lubricada entrada cuando escucho un chirrido y el escape de un auto rugir al igual que un terrible y horrendo relámpago. Aquellos hombres no se percataron de nada, en cambio Souichi si, aunque él solo escuchaba voces lejanas por el celo logro ver a cámara lenta como.
Tetsuhiro en compañía de Kunihiro habían llegado y golpeaban con furia a sus captores.
–"Tet…suhiro…"–llamo en sus profundos pensamientos, completamente débil y perdiendo el conocimiento eso era demasiado, su cuerpo perdió toda fuerza no quería ser testigo de más nada, si aquella visión del peli azul oscuro era un sueño no quería acepar la cruel realidad en la que seria violado por un grupo de alfas.
Mientras él estaba perdido en el piso, Kunihiro se agacho enseguida, sujeto su delgado cuerpo y lo cubrió con su chaqueta, además que lo tomo en brazos, mientras que su hermano le daba una paliza a todos esos sujetos, Morinaga estaba furioso estaba tremendamente enloquecido, había reventado labios, roto narices y destrozado aparatos reproductores mientras gritaba.
–Miserables…–
–Tetsuhiro…–Llamaba Kunihiro con Souichi en sus brazos. –Hay que irnos.–
El colérico alfa observo a su hermano con enfado quería darles una lección que nunca olvidarían a ese grupo de asquerosos Alfas, pero su expresión menguo al notar a Souichi en sus brazos, con suma prisa se acercó, para acariciar su rostro y susurrar con suma profundidad y calma. – Ya estoy aquí… Vas a estar bien, Souichi. – rápidamente ambos hermanos se apresuraron a llegar a aquel auto en el cual, Kunihiro con Souichi acunado en su pecho se acomodó en el asiento trasero, Tetsuhiro apresuro la marcha y se dirigieron a la mansión.
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La lluvia arreciaba en Fukuoka una tormenta se estaba suscitando, tal parecía que un tifón estaría a punto de entrar a las costas de la ciudad, pero en realidad no fue así se trataba solo de una tormenta que una depresión tropical había causado, en la mansión Morinaga uno de los médicos más reconocidos y que era el más fiel a la familia examinaba a Souichi. Afuera en el pasillo de la habitación en la cual estaba el platinado, ambos hermanos estaban expectantes nerviosos, yendo de un lado a otro, Tetsuhiro negaba y susurraba.
–No pudieron hacerle nada, estoy seguro…–
–Si eso es así, tendrás que olvidarte de él, nuestros padres y la mismísima sociedad no podrán aceptar que un Omega manchado sea el monarca del legado Morinaga.–
Tetsuhiro se tronaba los dedos, era imposible, no podía perderlo, quería pensar que había llegado a tiempo, pero eso solo el medico lo desmentiría, ya que con la tecnología avanzada podías saber, a quien perteneció un Omega y dado a que las reglas entre la sociedad eran impecables no estaba bien visto que un monarca u Omega que perteneciera a una familia de alto renombre fuese manchado o engañara a su Alfa.
Finalmente, el momento de la verdad llego, las puertas se abrían de par en par y finalmente el medico salía en compañía de aquellos dos adultos los cuales tenían rostros aliviados, Tetsuhiro y Kunihiro se acercaron notando como las puertas se cerraban con calma tras la salida de sus padres y el medico se acercaba a ambos, el hombre cuyos cabellos estaban canos y echados hacia a tras se retiraba las gafas diciendo.
–Afortunadamente solo fue el susto, no le paso nada, no hay ningún rastro de otro alfa en su interior, lo comprobé según las muestras que me ofrecieron. –
El suspiro de alivio fue colectivo y se escuchó en todo el pasillo, pero la calma no estaba presente, ya que aquel hombre agrego.
–Le di unos supresores inofensivos, para que se controle, él tiene un celo demasiado fuerte y pueda que sea porque aún no sabe quien es su Alfa… sus padres me explicaron la situación de como fue el apareamiento… deben darse cuenta que un Omgea al igual que un Alfa poseen un sentido agudo en el olfato y por consiguiente se sentirá confundido. Conozco el secreto de la familia y saben que pueden confiar en mi, pero… esto. –
–Doctor eso.–Exclamo la mujer de aquella casa, expresando
–Claro sé muy bien el secreto y mi ética me prohíbe contarlo, aunque estoy arriesgando mucho con este secreto familiar.
–Le aseguro que no pasara nada. –Interrumpió el padre de los muchachos. –Venga hablaremos de eso en mi oficina. –
–Claro pero, deben darse cuenta… es confuso para su sistema, no sé qué vaya a pasar de aquí en adelante, pero si quieren mantener el secreto de la familia deben contarle la verdad o estos arranques de histeria y confusión se volverán a dar e incluso podrán ser peores, puesto que el no sabrá quien es el padre de su hijo. –
Tetsuhiro agrando la mirada y cuestiono apresurado. –¿Entonces Souichi, ya? –
–Aún no se sabe muchacho, pero en unos 15 días regresare para ver cómo ha evolucionado, por ahora… solo su alfa puede darle confort y calma… y quien sea debe entrar ahí y quedarse a cuidarlo. –
Se colocó los lentes después de decir esto y se fue caminando con calma por el pasillo, mientras que los padres y los hijos estaban estresándose, llevar un secreto así era demasiado pesado, fue entonces que el padre de aquellos se acarició la cien y susurro. –Al menos no pasó nada malo, revocare su castigo, ya que el doctor nos explicó que lo que lo hizo ponerse así fue la confusión que siente…–
–¿Qué haremos padre? –
–No lo sé…es la primera vez que no sé qué hacer, pero por ahora, Tetsuhiro tu cuidaras de él, dile algo dile que solo te ordene quedarte a su lado y tu Kunihiro necesito que te pongas al día con las cuentas importantes de la empresa, pronto te anunciare como nuevo presidente de la empresa y debes aprenderte todo lo relacionado con los proveedores, inversionistas y gobernantes de todo Japón.–
–Está bien…–
–Por ahora el medico dijo que regresara en 15 días a revisar si nuestro heredero viene en camino y si es así, le estará administrando supresores a Souichi para que no tenga la necesidad de sexo en su sistema, lo que nos interesa es que esté tranquilo y nos dé un primogénito saludable eso es todo.–
–Cariño…–
–Eso es todo hijos, yo explicare que ocurrió a todo el personal, luego de hablar con el doctor…–
–Hai…–Expresaron los dos muchachos, Kunihiro se apartó de su hermano yendo con su padre mientras que su madre se acercaba a su hijo menor y susurraba.
–Cariño… esta no fue tú culpa es solo que nosotros nos hemos metido en un enorme lio… tu más que nadie sabe que si la sociedad se da cuenta que les mentimos nos quitarán todos nuestros bienes y ustedes quedarán en deshonor. –
–Lo se mamá, es solo que Souichi… Souichi debe saberlo. –
–Te prometo que buscaremos la forma de decírselo, pero debes tratar que esté tranquilo.–Expuso con calma la mujer, dándole un beso en la cien a su hijo quien suspiro hondamente y luego de un momento quedo solo en el pasillo, observaba con miedo aquella puerta… se sentía verdaderamente culpable por todo lo que había pasado, se dispuso a ir a la habitación abrió la puerta con calma y encontró a las chicas más confiables de la servidumbre las cuales terminaban de limpiar su cuerpo y acobijarlo bajo aquellas sabanas, mientras el agradecía y asentía diciendo.
–Muchas gracias… por favor, en cuanto el médico de la familia se haya ido, avísenle a las omegas que pueden regresar a sus habitaciones. –
–Si…–respondieron ambas haciendo una reverencia.
Ellas salían con calma cerrando las puertas, mientras él se acercaba despacio a la cama alta, se sentía peor que basura por engañarlo y mucho peor se sintió al darse cuenta que pudo haber ocurrido una desgracia, se acurruco a su lado en la cama, elevo su mano y acaricio este con calma apartando unos cuantos flequillos y susurrando.
–Souichi… perdóname, perdóname por haberte metido en este problema… perdóname por no haber estado ahí cuando lo necesitabas… perdóname por no decirte que yo… te amo…– Trago grueso y agrego. – En algún momento lo hare y cuando lo sepas espero me aceptes… y…–Se silenció pues su respiración era entre cortada por el enorme nudo en su garganta, –Te pido por favor, no me odies.–Contemplo su rostro tranquilo, aquellas cejas relajadas y los traviesos flecos en su frente y su cabello, era tan hermoso aun recordaba cuando lo vio por primera vez, ese coraje esa pasión de ser libe y ese carácter y hermosura. Era un ángel, con lentitud Tetsuhiro acerco su rostro al de Souichi y dedico un cálido beso, su aura y su aroma fue de protección, causando en Souichi el mejor de los más cómodos sueños…
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En la habitación de las Omegas estas regresaban, luego de que les ordenaran apartarse de las habitaciones y ser enviadas al Dojo de en aquella mansión, ellas se preguntaban ¿Qué estaba pasando? Cuando de pronto Raven antes de que una de las sirvientas dejara el lugar, la sujetara de un brazo y cuestionara.
–Oye sabes que paso. –
–Lo lamento no puedo decirles nada. –
–Vamos no seas mala dinos. – Expresaba Raven coqueta.
–Sera imposible Raven, no te dirá nada estas tipejas son muy fieles y no platican nada. –
–Así es… sin embargo puedo comunicarte que no necesitas estar arreglada, pues Souichi-sama regreso y no será castigado, es más ha entrado a las habitaciones por fin y estará compartiendo cama con el amo Kunihiro. –
Ante lo mencionado por aquella chica, Tomoko se coloro, apretó sus puños y se tragó sus palabras, finalmente fueron dejadas a solas y la peli negra grito enfurecida, Raven se apartó de su cercanía para protegerse pues la conocía muy bien arrojaría todo lo que había a su alrededor, pero esta vez. No fue así, Raven se impresiono al notar que ella solo respiraba hondamente y susurraba.
–Está bien… no te preocupes… Tomoko, debes jugar bien tus cartas.–
–¿Tomoko? –Llamaba su compañera, observándola con duda, mientras la pelinegra se dirigió al closet de donde saco un abrigo de cuerpo completo. –Tomoko oye… ¿Acaso tú vas a salir? –
–Sí y tú me vas a cubrir.–
–PERO QUE DICES. –
–Shhh…–La silencio, rápidamente Tomoko observo por la ventana para verificar que nadie hubiera escuchado aquel grito, la tormenta arreciaba afuera y era imposible es cuchar lo que estas mujeres planificaban o si quiera hablaban, Raven fue liberada y ella cuestiono apresurada.
–¿Pero que estas intentando hacer Tomoko? –
–Souichi me declaro la guerra desde que llego a esta casa y yo también se la declarare… tengo pensado hacer algo sumamente loco.– Expuso ella detallando su plan.–El quizás ya haya hecho su jugada triunfal, pero dos podemos jugar el mismo juego…–
–No te entiendo Tomoko. –
La mencionada sujeto a su amiga de los brazos con ambas manos mientras la observaba con una mirada desquiciada, –Es sencillo, Raven, le daré un inhibidor a Kunihiro-sama– (Nota: Un inhibidor, según tengo entendido es un producto que se usa para liberar o incrementar el celo en un alfa o un Omega)
–¿Qué? –
–Si… se lo daré justo cuando se vaya a trabajar mañana, usare un reforzante de feromonas y atraeré su atención, así cuando regrese del trabajo yo… lograre mi objetivo, Raven. –
–Pe-pero Kunihiro-sama ya… él ya se apareo con Souichi… ¿Qué es lo que intentas? –
–Escúchame, es una pena que algo le sucediera a ese infeliz ¿no? Además, si mi hijo nace antes el será el principal heredero y la familia no tendrá opción deberán aceparme como Matriarca y.… cuando ese bastardo de Souichi dé a luz yo me encargare de separar a su hijo de su lado, el heredero debe ser el primero que nazca y el mío será el primero–
–Tomoko… estás loca…–
–Lo se…–
–Y eso me agrada, cuenta conmigo… pero espera ¿para qué quieres salir? –
–Idiota para conseguir lo que necesito, he ahorrado todos mis honorarios por ser una buena hija y ahora es hora de utilizarlo. –
–De acuerdo, yo te cubro, solo ten cuidado…–Expuso la pelirroja, notando que su amiga se colocaba la capucha en su cabeza y se perdía entre los pasillo justo al área más desolada de la mansión por donde ya antes se habían escapado ambas, para ir a pasear y divertirse, pues estar solas en esa casona era estresante más si le agregabas al hecho que tu Alfa no te atendía ni te hacia caso alguno.
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Un día mas se había ido como agua entre las manos, ese terrorífico día anterior había quedado en el pasado, el cielo aun estaba nublado en la ciudad, pero la vida tenía que seguir su curso y este era el caso de el señor Morinaga y Kunihiro los cuales estaban en el comedor desayunando, Kunihiro estaba siendo atendido por Tomoko quien recibía los halagos de este y exponían con calma.
–Disculpa las molestias Tomoko, Souichi no se siente bien así que…–
–No se preocupe Kunihiro-sama es un placer para mi atenderle, tenga le prepare su te favorito, para que inicie el día.–
–Sera mejor que te des prisa, hijo, un cliente nuevo, se presentara hoy en nuestras oficinas, pero primero debemos atender a los inversionistas, te aprendiste todos los nombres. – Kunihiro asentía mientras bebía su te lo había bebido de un zarpazo el té de rosas de jazmín era su bebida favorita y Tomoko ante ver que se lo había bebido todo dibujo una grata sonrisa, mientras el otro lo observaba curioso y susurraba.
–Si padre me los aprendí… Tomoko a la próxima debes diluir mejor las hiervas estaba amargo, pero en general estaba muy bueno. –
–Si Kunihiro-sama–
El castaño se ponía en pie y susurraba. –¿Nos vamos ya padre?–
–Si…–Ambos se movilizaban a la salida que daba al patio central de la casa, ante la mirada de Tomoko la peli negra sonreía con entera maldad su plan había funcionado, Kunihiro no negaría a beber aquel brebaje el cual contenía uno de los más potentes Inhibidores que la Omega pudo encontrar el día anterior.–Que le vaya muy bien Kunihiro-sama–Susurro para ir a dentro mientras afuera padre e hijo se retiraban siendo despedidos por Anna quien dedico un beso cálido a Noburo en sus labios.
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Mientras ellos se retiraban en la habitación en la que se encontraba Souichi descansando, Morinaga Tetsuhiro lo observaba dormir, se había despertado temprano pues debía darle una píldora supresora a su peli largo quien la había absorbido con calma y sin abrir los ojos unas horas antes.
Tetsuhiro estaba expectante deseaba que despertara y observar sus ojos miel sería una buena recompensa y tal parecía que Souichi había estado leyendo sus enormes deseos de verlo despierto, poco a poco se fue removiendo en la cama, el dolor en su cuerpo y más que todo en sus pies lo invadió, acobijándose más en las sabanas pero abriendo los ojos un poco, la claridad de la habitación lo cegó por un momento, pero un agradable aroma que lo invadió de ternura le hizo destensarse y relajarse, acomodo sus ojos a la luz y observo con calma a quien tenía a su lado.
Souichi se asustó esa fue su principal reacción, pero entonces Morinaga tomo el costado de su rostro y susurro.
–No te asustes por favor. –
–¿Qué… que es todo, esto, que hago aquí, co-como es que…?–
El terrible recuerdo lo inundo rápidamente, sus ojos mostraron tristeza y aquella sensación de no desear ver los ojos de Tetsuhiro lo abarco, el agacho su mirada y Morinaga trago grueso, pudo percibir el cambio de animo en el peli largo, al cual volvió a acariciar y exclamo.
–No debes de sentirte así… afortunadamente no pasó nada y ahora estas a salvo.–
–Yo…–
–Tranquilízate, ¿Si? –
No sabía que decir, ese sujeto era tan sumamente amable con el que inicio a temblar, noto como él se apartaba de la cama y eso lo aterro demasiado, sujeto su mano y lo observo necesitado y asustado, Tetsuhiro se detuvo de prisa admiro aquella expresión la cual entendió, se agacho dedicándole un abrazo y susurrando en su oído.
–No me iré de tu lado… voy a cuidarte y a protegerte te lo prometo, solo debo ir por vendas nuevas.–
–¿Para…que? –
–Tus pies, están heridos, debo atenderlos. –
Souichi permitió que Tetsuhiro se apartara de su lado, noto como este preparaba todo para curarle y se acercaba a la cama para ayudarle a sentarse, le movió despacio para que sus pies colgaran por las orillas y el peli azul se sentó en un banquito para tomar uno de los pies vendados, con calma fue cortando aquella blanca tela y al descubrirlos los observo con atención y susurro, mientras Souichi se apoyaba con sus manos en las orillas de la cama y miraba lo que este hacía, sus cabellos largos se esparramaban por los costados de su rostro.
–Te cortaste demasiado, será doloroso caminar por un tiempo… es mejor que te quedes en la cama y cuando quieras ir al baño yo te llevo ok.–
–Si…–
Sus hombros se encogieron, al sentir aquellos tratos, la curación fue dolorosa, pero finalmente termino, Tetsuhiro elevaba su rostro y sonreía diciendo. –Listo ya está, estarás bien en unos días te lo prometo.–
–Tetsuhiro yo…–
–No… no te preocupes, no voy a preguntarte por qué escapaste, no quiero estresarte, solo prométeme que te recuperaras y serás fuerte. –
El asentía con calma, ¿Cómo negarse ante ese hombre? Para el era imposible hacerlo, no entendía aun por qué, pero esa mirada esa sonrisa, esos ojos tan llenos de sinceridad y ese aroma que Expedia tranquilidad amabilidad era muy abrumador. Se movió para enroscarse en las sabanas de nuevo, mientras él lo abrazaba y lo acunaba en su pecho. Souichi agrando sus ojos al sentir aquello se preguntaba internamente.
–¿Por qué hace esto… porque mi cuerpo no se reúsa a sus caricias? – Lentamente fue cerrando los ojos y arrugando sus cejas en confusión no entendía nada, sin embargo, el otro expresaba con calma en su oreja.
–Souichi… yo…–Estuvo a punto de decirle todo, pero, no era el momento pensó con prisa así que en su lugar el expreso. –¿Quieres que Tomoe y Kanako vengan a visitarte?–
El peli largo agrando la mirada giro su rostro y encontrándose con aquellos ojos verdes asintió diciendo. –Eso sería gratificante. –
–Entonces, les llamare ahora mismo. –
Se apartó o al menos eso intento hacer, pero una mano no le permitió el liberar el abrazo que le estaba propinando a Souichi, este temblaba y estaba aferrado a no dejarlo ir por ningún motivo…
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Edificio Morinaga centro de la ciudad.
Eran alrededor de las 11 de la mañana el día estaba yendo despacio para cierto castaño quien era presentado ante los principales inversionistas de aquella empresa, Noburo había permitido a su hijo el hablar de los proyectos de su empresa para que los inversionistas pidieran darse cuenta que este estaba capacitado para poder llevar sus acciones con responsabilidad y juicio.
Kunihiro explicaba las gráficas mientras que todos lo observaban atentos principalmente su padre quien, había notado que su hijo desde hace una media hora parecía estar muy nervioso, sin mencionar que estaba expidiendo enormes cantidades de feromonas, Noburo estaba poniéndose nervioso, pues aquellos colegas estaban más pendientes del cuerpo de su hijo que de la presentación.
–En… el inicio de este mes, la alza fu…–Kunihiro se quedaba sin aliento, no podía hacerlo, estaba prácticamente sintiéndose indispuesto en ese momento, observo a su padre con pánico en todo su rostro y entonces este entendió perfectamente la situación.
–Señores, mil disculpas… ¿Por qué no vamos al salón de convenciones? ahí les espera un almuerzo y entretenimiento–
El grupo de hombres asintieron, no había de otra, ellos desean con locura hacer cosas insanas a Kunihiro pero dado a que era el hijo de uno de los más enormes magnates de Japón y que era un Alfa, se contuvieron y fue un alivio para ellos que Noburo detuviera la reunión, pues había sido difícil contenerse una hora. Ya todos iban saliendo y Noburo se acercó a su hijo a quien tomo por el brazo y lo aparto de la puerta para llevarlo al fondo y susurrarle.
–¿Qué significa esto, porque no tomaste tu supresor?–
–Lo hi-ce… yo no se que me está ocurriendo.–
Noburo se masajeaba la cien, libero a su hijo y susurro. –Arregla eso, mientras tanto pediré que el personal asista al evento en el primer piso, por favor enciérrate en la oficina si es necesario pero no salgas así. –
–Lo siento mucho padre yo…–
–Arg…–Se quejo dándose la vuelta y saliendo del lugar para ir con sus invitados, mientras que Kunihiro, no sabía ni en qué lugar estaba parado.
El aire le hacía falta y una sensación y deseo de tocarse en lugares inapropiados lo invadió de manera precipitada, sin contenerse, corrió a la puerta y salió del salón de reuniones, paso a varios de los oficinistas para irse directo al baño del piso, en donde se encerró en uno de los cubículos y en ese sitio, el aflojaba su corbata, pensando.
–¿Qué, que me está pasando… ah?–
No podía controlar su cuerpo ni sus manos, estas fueron directamente a su cinturón, desabrocharon el botón y bajaron la bragueta para él con suma prisa y un loco deseo sometiera su mano entre su ropa interior, notando como su erecto miembro estaba demasiado excitado pero eso le importo poco a él lo que le interesaba era otro lugar, llevo sus dedos a su trasero, se dio cuenta que su ropa interior y pantalón estaban mojados, arrugó las cejas en confusión, sus mejillas estaban rojas y el sudor estaba en todo su rostro, su mano no dejaba de acariciar su entrada y sin pensarlo sometió sus dedos.
–Ahg… no… que estoy haciendo…–
Su mano se movía y sus piernas temblaban, quería más, masajeaba su interior mientras su otra mano se aferraba en la pared del cubículo, estaba volviéndose loco, no podía mas no podía.
Su respiración estaba desmedida, debía ir a su oficina y tratar de encontrar una solución, como pudo se las arregló para tranquilizarse y acomodarse la ropa y pantalones, gracias a kami el saco que llevaba puesto cubrió aquella vergonzosa mancha que su entrada estaba humedeciendo. Lavo sus manos con prisa y observándose al espejo suspiro limpio su rostro e intento ser lo más natural.
Salió del cuarto de baño, pero entonces el incontenible olor de Alfas en todos lados lo golpeo, todos lo observaban y lo seguían con la mirada, mientras que abandonaban sus cubículos para ir a la fiesta en el primer piso de aquel edificio de 18 pisos, él fue directo a su oficina paso de largo a su secretaria la cual exclamo.
–Morinaga-San, el nuevo inversionista ha llegado. –
El castaño hizo caso omiso de aquello, dicho por la secretaria, la cual noto que la puerta de la oficina se cerraba con fuerza, ante la mirada asombrada del nuevo inversionista que estaba sentado en un sofá de cuero al otro extremo de esa habitación, la joven chica trato de llamar a su jefe por teléfono pero el no respondía, no sabía qué hacer cuando de pronto escucho.
–¿Sucede algo señorita? –
–E…Se-señor Junya… yo em…–Pensaba a todo lo que diera su traficada cabeza de secretaria, rápidamente, recordó que un inversionista nuevo era de vital valor en la empresa entonces ella susurro. –Dele unos minutos, y por favor pase a la oficina. –
–Está bien.–
El rubio Masaki Junya había llegado al edificio y parecía ser el nuevo inversionista, espero con tranquilidad y luego de un rato más él era conducido a la oficina, Masaki entro a dicha oficina, la cual estaba en penumbras, las persianas de los enormes ventanales estaban cerradas, esto le pareció extraño, cerró la puerta a sus espaldas…
–Ay cielos, espero que no se enoje conmigo…–
Un llamado se formó en su tele comunicador, ella respondió y enseguida se escuchó por el auricular.–¿Qué estás haciendo? nos han llamado a todos a la fiesta date prisa el señor Noburo está a punto de iniciar su discurso.–
–Oh rayos.–Ella se puso en pie y salió de ahí corriendo.
El piso en si había quedado completamente vacío…
Mientras que en la oficina de Kunihiro, Masaki estaba adentrándose a esta cuando, escucho un ruido proveniente de un cuarto de baño privado, el sonido de un frasco cayendo al piso y un…–Demonios.–Se hizo audible.
Masaki se acercaba lentamente y ya estando a unos cuantos pasos de ese lugar un aroma lo golpeo, ese aroma a celo, que lo invadió y lo erizo de pies a cabeza, sus ojos parecieron abrirse enormes, el entonces susurro.–Es igual que la vez pasada, Kunihiro ¿por qué expides este aroma… porque me invitas a algo prohibido?– Se fue acercando más y más hasta que por fin estuvo en el marco de la puerta notando como el castaño infructuosamente trataba de recoger las pastillas de sus supresores esparcidas en el piso.–¿Necesitas ayuda?–
Aquella voz golpeo sus tímpanos de maneras que jamás pensó, todo su cuerpo se tensó y su piel se erizo de pies a cabeza, estaba a cuatro en el piso, cuando ladeo su rostro y al descubrir al rubio se lanzó a este sentado para mirarle con pánico y expresión aterrada.–Masaki…–Expuso con voz suave y grabe.
El mencionado se agacho despacio, acercándose con calma mientras olfateaba y susurraba. –Increíble, que aroma tan delicioso, tienes Kunihiro, eres impresionante un Alfa tan… único… ¿Sera acaso una nueva especie?–
–Q…Que haces aquí…–Cuestiono, sin poder contener sus respiraciones aceleradas.
–Pues veras, cuando regresé de Suiza, pensé que sería bueno invertir mi dinero en esta empresa…–
–Tu…Tu eres el nuevo… in….–No podía concretar palabra jadeos y enormes bocanadas de aire salían de su boca, ese aliento era tan cálido lleno de éxtasis.
–Kunihiro, me estas excitando demasiado…–
–Vete, no puedo verte ahora, por favor…–
–Claro me iré, cuando te ayude a resolver tu problema.–Dijo acercándose mucho más, causando que Kunihiro elevara sus manos para apartarlo, pero Masaki las tomo, y en ese insólito contacto, el castaño gimió.
–Agh. No…–
–Mírate…–Dijo para apartar sus manos y acercar su rostro al del otro, quien con sus labios busco la boca de Masaki el cual con una sonrisa desvió sus labios para ir a un costado de su cabeza y susurrar en su oreja. –Esta vez sí me vas a dejar, tocarte, ¿Puedo? –
El pecho de Kunihiro se contraía acelerado, su voz estaba azotando a todo su ser de manera desmedida, el solo hecho de tenerlo tan cerca sentir su perfume su aroma de alfa y la caricia de sus cabellos causo que su entrada doliera horriblemente, quería a ese alfa quería que lo hiciera suyo ahí mismo, respiraba acelerado y su corazón latía rápidamente, Masaki al no escuchar un no o un si por respuesta, lo levanto de las manos, Kunihiro se sintió tan ligero que no pudo darse cuenta cuando fue que lo tomo en sus brazos, mientras él solo habría su boca y respiraba acelerado golpeando el oído del otro quien agregaba.
–Pronto te sentirás mejor. –
En la oficina había un sofá de cuatro puestos, en el cual fue recostado Kunihiro, Masaki estaba ansioso, tanto así que jaloneo la corbata ante la mirada deseosa y desesperada del castaño quien intento aun recobrando la cordura, detener aquello, tomo su mano y negó susurrando. –No… por favor, so-solo… vete…–
–Eso es imposible, no puedo dejarte así.–Respondió el rubio llevando su mano a su entre pierna y acariciando por sobre aquel pantalón hasta llegar a su entrada la cual acaricio y se percató que todo ese lugar estaba sumamente mojado.–Mira como estas…–
–No Ma-masaki…–
–No entiendo cómo es que un alfa como tu puede lubricar, pero te ayudare a sentirte bien te lo prometo. –
No había vuelta a atrás, aunque eran alfas los dos, su instinto le dictaba a Masaki que debía ser el quien liberara a Morinaga de aquel problemático celo, los labios del rubio besaron su cuello, mientras sus delgados dedos iban desabotonando su camisa, y al hacerlo, sus besos bajaban hasta su clavícula, y pecho, en donde se disgustó las tetillas del castaño quien emitió un sonoro gemido.
–¡Ahhh! Ahh, Ma-Masaki no bas…basta… ¡Ahh!–Enterró sus manos sobre su cabello pero no podía detenerlo su cuerpo no lo deseaba y muestra de eso, era que sus piernas se abrían y sus caderas se movían con suma sensualidad quería tenerlo dentro suyo.
–Quizás tu boca diga que pare… pero tu cuerpo no… el si es honesto.–
–Masa…ahhhg… ahh...–Agrando su boca para liberar un hilo de saliva ya que las manos del rubio ya estaban quitándole los pantalones, y su mano derecha surcaba su entrada, la cual acaricio y se mojó los dedos con ese viscoso liquido lubricante, Masaki suavizo su mirada, elevo su torso y observo con deseo a Kunihiro quien, temblaba y apenas lo miraba, tenía la mirada entre abierta y la respiración entre cortada. –Por… lo que más quieras… detente…–
–No puedo.–Dijo hundiendo sus labios en la boca de Morinaga, quien no pudo evitar el recibir aquella lengua la cual acariciaba la suya y lo rompía completamente, no podía mas no. Escucho como él se liberaba de su cinturón y abría su pantalón, para liberar su miembro, mientras sus besos aun roban su aliento y jadeos, Kunihiro logro soltarse de aquel beso y con temblores se aferró a sus hombros diciendo.
–No… no, Masaki estas cometiendo un grave error, no.–
–No me importa…–Dijo posicionando su miembro en aquel lugar, causando presión.
–¡Ahh!, ah….–Kunihiro cerro de golpe los ojos y se tensó, apretó sus piernas aprisionando los costados del cuerpo de Junya quien, se introdujo en su interior sin ningún miramiento, pero con suma lentitud, Junya mientras lo penetraba, quiso ver la expresión de Kunihiro, tomo su rostro con una de sus manos y le obligo a verlo, Kunihiro estaba temblando y tenía un rostro asustado, pero sus cejas fueron tornándose llenas de placer y en sus ojos lagrimas se formaron, mientras Masaki le besaba de nuevo arrebatadoramente y llegaba al final de la penetración.–Ahmmm…–Un gemido adolorido se formó en su boca, Kunihiro podía sentir las palpitaciones y lo grueso que se estaba tornando ese pene, Masaki estaba observándolo en cada expresión que Kunihiro demostraba.
–Maldito hombre obstinado. – Susurro. –No sabes cuánto te amo.–
–AHH…–Gimió al sentir que se iniciaba a mover y rozaba todo en su interior, Kunihiro no pudo más se dejó vencer contra esa sensación, había soltado los hombros de Junya y ahora se aferraba del sofá en el que estaban, estaba siendo envestido una y otra vez, estaba perdiendo el juicio más de lo que estaba.
Junya estaba sacando todo los gemidos que ese hombre poseía, la oficina se inundó de aquellos jadeos y gemidos, el aroma a celo y a apareamiento se extendió por todo el lugar, Masaki había girado a su castaño en el sofá, lo había puesto en cuatro y le había retirado la camisa y el saco apneas ya que estas prendas quedaron colgando de uno de sus brazos, no importaba la hostigosa ropa el solo quería ver aquella espalda, Junya estaba tras suyo, envistiéndole, mientras a la vez besaba su espalda y lamia su cuello, causando en Kunihiro una sensación desenfrenada, este inmerso en el éxtasis y el deseo de ser penetrado más a fondo elevaba más sus nalgas y quería que Masaki enterrara más profundamente su erecto y grueso pene y así fue llegando al punto exacto en el que Kunihiro se volvía loco. El orgasmo llego por primera vez en el castaño liberando su semilla en el sofá, mientras Masaki en cada contracción de aquella húmeda entrada sentía que se hinchaba cada vez más.
–No puedo contenerme si eres así de intenso, Kunihiro… ahh Kunihiro cuanto desee que sucediera esto.–
Se agacho para dejar apoyado su abdomen por completo sobre la espalda de Kunihiro, mientras su miembro se enterraba mucho más en su interior e iniciaba a inflamarse, había tomado con una mano la frente de Kunihiro y mientras lo envestida llegaba a su nuca para susurrarle. –No puedo más.–
–No… ahh… no, no… Masaki basta. –
–No puedes decirme que pare, es imposible para mí, no puedo, controlarlo, no puedo si tu cuerpo me lo pide.–
–Por favor no.–
–Yo… ahh…–Llevo su boca a la nuca de el castaño y presintiendo la llegada del orgasmo intenso, Masaki mordió con fuerzas su nuca, Kunihiro agrando sus ojos, mientras sentía como Masaki crecía en su entrada y lo llenaba con su semilla, mientras él no pudo evitar el llegar al orgasmo de nuevo, aunque poco le duro el placer pues el dolor de aquella inflamada erección lo tumbo, además del dolor en su nuca, Masaki todavía se corría dentro suyo, mientras que Kunihiro se intentaba despegar gritando.
–No… no… apártate, suéltame…. No debes no, Masaki…–
El rubio sujeto su delgado cuerpo con ambos brazos, Kunihiro había estado intentando apartarse y eso era doloroso para ambos pues el abotona miento no debía de liberarse o sería sumamente hiriente, así que, para ponerlo quieto decidió morderlo en el hombro mientras seguía eyaculando en su interior, Kunihiro ahora si comenzaba a llorar y susurraba.
–¿Qué… has hecho…?–
–Te he amado. –Dijo apartando sus dientes de esa piel.
El tiempo paso, había pasado 10 minutos desde que ambos habían logrado separarse, Kunihiro estaba en el sofá de costado llorando, y abrazándose a sí mismo, mientras que Masaki, al darse cuenta de lo que había hecho, trataba de consolarlo, quiso llevar una mano a su hombro para acariciarlo, pero Kunihiro grito.
–NO ME TOQUES.–
–Kunihiro…–
–LARGATE, LARGO, FUERA NO QUIERO VERTE NUNCA MAS, NO TE ACERQUES A MI ERMANO NO TE ACERQUES A MI NI A MI FAMILIA, REGRESA A ZUISA VETE, VETE, VETEEEEEEEEE.–
Masaki se asustó, los ojos y la expresión de Kunihiro eran de odio, se puso en pie de prisa y colocándose el saco que llevaba salió de ahí corriendo, dejando a Kunihiro aferrado a su cuerpo, na de sus manos se movió, a su nuca, Kunihiro lloraba horriblemente, pues había sido marcado por Masaki y lo que era peor, había tenido relaciones con él. Todo tipo de situaciones se formaron en su cabeza, no podía permitir que su padre se enterara con suerte el seria uno de los raros casos en los que un Omega no queda en cinta. Se fue poniendo en pie, muy despacio, hasta hace poco se dio cuenta que por fin los supresores estaban funcionando. Llevo una mano a su cabeza y susurro.
–Ahora que voy a hacer…–
No importando cual sería la respuesta debía de encargarse de limpiar aquel desastre y de cambiarse de ropa, afortunadamente tenía una mudada en su cuarto de baño privado, con prisa arreglo todo el lugar aunque había un terrible suceso que no podía esconder con nada, la mordida de Masaki era visible en su nuca y ni el cuello de su costosa camisa podía ocultarlo… sus orbes verdes observaron por la ventana que afuera aun llovía y para su fortuna el invierno ya estaba entrando, entonces busco una bufanda y la coloco en ese lugar, suspiro hondamente y se quedó en silencio en su oficina lugar en donde había pasado la cosa más terrible para él… y para su familia…
Continuara…
Holaaaa uy espero que haya sido de su agrado para las que no se enteraron Souichi no fue violado estuvo a punto pero no quise hacerlo… ahora bien esto se está complicando para la familia y para Kunihiro, ¿Qué pasara? Como se resolverá esto y jajajaja como reaccionara Tomoko cuando note que su señor no quiere ni verla Xd jajajajaj eso en el siguiente capitulo ahora bien… se viene un chap de feelings con Souichi y Morinaga n?n espero les agrade no sé cuándo lo suba pero veremos si puedo en estos dias.
Muchas gracias a las personas que dejan sus comentarios se les agradece demasiado y a las chicas que estan respondiendo al llamado de hacer OMEGAVERSE en KSB ¡GRACIAS!
Nos miramos en otra actualización ¡chaooo!
