Holaaaa
Oh vaya cuanto lamento la espera perdonen, es que he tenido mucho que hacer y mas que ahora estoy de loca con el fandom de Yuri on Ice no me queda tiempo ni para fangirlear
En fin quiero darle las gracias por la espera y por darle una oportunidad a la historia un saludito a las lectoras y a las que dejan sus comentarios n_n cierto no olviden escuchar el programa de Aurora Ground este miércoles 7 de diciembre, en el cual cierro el ciclo de lqs entrevistas y cerrare con una síntesis profunda del manga de Koi suru boukun examinaremos de cerca los personajes y pueden participar en el chat para dar sus opiniones, el link de la radio pueden obtenerlo en la página de facebook llamada MAGIC NEKO En la cual también se está subiendo el Doujinshi de Kirai Ai Suru por favor estén pendientes de la página que vendrán muchas sorpresas n_n
Bien ya las dejo de aburrir espero lo disfruten y disculpes los errores que se hayan encontrado gomen u.u
Tradición Familiar.
By:
Aurora la maga.
Capítulo 6: "Cruel selección… Insaciable amor."
Eran los primeros días de agosto, la sensación de alegría se mezclaba con zozobra, caminaba de un lado a otro en aquel pasillo esperando, aguardando a que el momento del alumbramiento iniciara, él era un Alfa que desgraciadamente había nacido crecido y sido educado en la clase media, aunque tenía sus méritos renuncio a sus trabajos importantes para ocultarse; sin embargo el gobierno te podía encontrar en donde quieras que estuvieras quieras o no quieras ellos estarían ahí en cualquier momento y en ese preciso suceso, no era la excepción.
El medico salía de la habitación en la que estaba su esposa una Omega muy hermosa y personalidad determinada, había logrado ocultarse por mucho tiempo con su esposo, pero dado a que su primogénito tuvo problemas debieron olvidarse del parto en casa y ahora las cosas se estaban complicando más, pues…
–Tatsumi-san…–
Llamo el doctor de ese hospital en Nagoya, el observaba al peli plata y ojos color miel con seriedad.
–¿Qué sucede doctor? –
–Su esposa tiene problemas de presión arterial, a lo mejor se deba a estrés o una falta de control en su embarazo… no quiero pensar que por que no tienen un informe de clínico ustedes estén tratando de ocultar este embarazo, ¿Me equipo verdad Tatsumi-san?–
Trago grueso, al darse cuenta que la decisión que ambos habían tomado para esconderse había sido en vano y había hecho peligrosas las cosas, Souji se aclaró la garganta y elevo una de sus manos a su cuello y mientras acariciaba respondía. –No… es solo que no tengo trabajo y no pude costear un médico obstetra. –
–Está bien, afortunadamente, su esposa va a dar a luz a un Omega y los costos médicos son cubiertos por el gobierno, enseguida hare el informe, para que el seguro automático que usa un omega funcione, su hijo nacerá en unas horas… y tendrán solo tres días para estar con él esa es la ley.–
Souji sentía como su garganta se apretaba el enorme nudo en su tráquea le impidió si quiera respirar hondo, esa era la razón por la cual se habían ocultado, no querían dar a su hijo al gobierno querían tratar de evitar esa dura separación, pero fue imposible. Ya estaban marcados al momento en que entraron a un nosocomio no había paso atrás. Apretó sus puños y entro a la sala de partos en donde finalmente ayudo a su querida esposa Hana a dar a luz a su primer hijo.
Afortunadamente todo había salido bien, ambos estaban sanos y salvos, pero el terrible momento llego al ser su primogénito entregado a los brazos de su madre, Hana estaba silenciosa, solo podía observar a su pequeño envuelto en mantas, sus manos delgadas y temblorosas por la anterior labor le hicieron examinar el cuerpecito envuelto de su hijo, el pequeño era de una piel blanca y arrugadita, sus ojos no se abrieron estaba totalmente dormido y apenas y ellos pudieron ver sus cabellos, pues eran tan blancos que no se distinguían con la piel de su pequeño, Souji observaba como Hana despojaba a su hijo con desesperación aquellas mantas quería ansiaba llegar a ver aquella terrible y horrenda marca que poseían los Omegas que nacían en cada prefectura.
Como si fueran ganado, el código postal de cada zona y prefectura era tatuado en la plata de los pies de los omegas y luego de que eran arrancados de sus padres se les colocaba un código el cual dictaba la fecha de su nacimiento, Souji entendía y comprendía aquello, trato de detener a su esposa.
–Hana… no–Corto Souji con calma, pero ella se negó, destapo por completo aquel pequeño cuerpo y justo en la planta del pie derecho de su hijo se encontraba el código que representaba a la ciudad, había sido tatuado en ese lugar.
Las lágrimas en ambos iniciaron a resbalarse de sus ojos, cubrieron a este de nuevo y se abrazaron los tres juntos…
La situación se repitió en dos ocasiones más, ellos querían intentar e intentar hasta que pidieran tener a un Alfa o almenas un Beta, pero no tuvieron suerte, el ultimo nacimiento fue terrible, Hana estaba demasiado encariñada con la pequeña única omega femenina que habían traído al mundo y se negaba a entregarla, los gritos de su esposa eran tan desgarradores que aun retumbaban en su cabeza.
–Aléjense, no me la arrancaran de los brazos, ya se llevaron a dos de mis hijos, por favor no más, se los ruego.–
–Son las reglas, de equilibrio, debes entregarla. –
–No, Souji… no los dejes que se la lleven no.–Souji se enfrentó a los hombres que pertenecían a Habo pero fue imposible, el momento se hizo demasiado desgarrador al tomar a Hana y al padre e inyectarlos con un tranquilizante, mientras ellos solo podían escuchar los fuertes llantos de su hija, al ser llevaba lejos de su lado… El llanto perforaba sus oídos y lo hacía sentirse demasiado mareado y mal él solo pudo ver como se le arrancaban de sus brazos a sus hijos y su esposa Hana se desmorono tanto por dentro que dejo de sentir ánimos por vivir en un largo tiempo, no podía mas…
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El silencio en la habitación esa noche en el instituto Habo se había cortado por unos gritos elevados y persistentes, Hana había corrido a la habitación, se introdujo de prisa y llego a su lado; ella había alcanzado a escuchar los pavorosos gritos de su compañero desde la habitación continua, tomo a Souji de los hombros y susurro.
–Souji, despierta. –
–No, no se los lleven por favor, no.–
–Souji, no tranquilízate es un sueño Souji… Souji despierta. –
El mencionado abría de a pocos los ojos y observaba a su esposa, la abrazo de inmediato y libero el llanto enorme, Hana también estaba conmovida, pues ese preciso día era el cumpleaños de la última de sus hijos, no podían creer que el mundo se hubiera convertido en un planeta frio en el cual la familia no tenía ningún sentido ni respeto, si eras un Omega o si eras alguien de un nivel medio económico. Hana logro tranquilizar a su compañero, acariciaba sus cabellos y susurraba.
–Ya paso. –
–Hana, perdóname. –
–¿Por qué? –
–Por no haber podido evitar que nos quitaran a nuestros hijos. –
–Souji, tú me dijiste una vez que todo sucede por algo, lo único en lo que podemos creer es que los quisimos y siguen vivos, están bien y en algún momento nos volveremos a ver cuando ya no tengamos que sufrir en esta horrible vida Souji. –
–Hana… he visto a cada uno de estos chicos y la verdad no tengo idea de lo que hago. –
–Tu solo querías sentirte bien contigo mismo, cuidar de ellos e imaginar que eran nuestros bebes. –
La cruel realidad había sido declarada por su esposa, estaba tan empecinado en creer que lograría reconocer o si quiera entrar a la base de datos que le indicaría quienes eran sus hijos, pues el gobierno tiene toda esta información oculta y creyendo en que podría tener acceso a estos él se ofreció como director del instituto, aunque su seguridad corriera peligro. Souji había trabajo tanto para obtener ese puesto paso más de 20 años esforzándose y preparándose para que por fin le lograran colocar de director de uno de aquellos centros.
Pero tristemente, el hecho de formar parte de las líneas Directivas más importantes de aquel centro poseía, no le dio el pase para enterarse de los listados de los Omegas que eran arrancados de los brazos de sus padres. De sus hijos solo sabía que un número los representaba pues la separación había sido tan cruel que ni tiempo les dio a ambos de colocarles nombres a sus hijos, apenas y rompiendo todo esquema lograron sacarles una foto que recordarían en silencio.
Una fotografía ya era una falta tremenda.
Hana y Souji pasaron ese día sin novedades, ambos se preguntaban día y noche ¿Cómo serían sus hijos? ¿Qué tan grandes estarían ya? Y el dolor se hacía más fuerte cada vez que uno de ellos cumplía años.
Habo parecía lúgubre, Tatsumi se encontraba observando el anochecer cuando recibió el anuncio el cual indicaba que dos alfas habían llegado uno era un reconocido investigador y el otro un sujeto cuyos padres tenían acceso a información clasificada del estado, le pareció bastante raro e incluso le causo miedo pues antes de si quiera dejarlos pasar pensaba en que si por fin lo habían descubierto.
–Dile que pasen–
Ordeno desde su oficina finalmente, tomándose las manos y estrechando sus dedos tomando una pose de defensa, y seguridad, aunque a gritos por dentro pedía ayuda. Souji se tranquilizó pues su aroma delimitaba nerviosismo, fue entonces que suspiro hondo y pensó en algo más agradable.
Escuchaba como con lentitud los pasos se hacían cercanos y entonces…
La puerta se abría y del lumbral de esta se asomaban los dos alfas uno de cabello negro y el otro platinado, él se puso en pie de prisa y fue a su encuentro para expresar con calma. –Bienvenidos al instituto Habo de Nagoya, es el número 5 de 15.–
–Gracias por su recibimiento.– Agradeció el de cabellos negros haciendo una reverencia al tiempo que Souji era estrechado por la mano del otro sujeto un peli plata de cabellos cortos que expreso.
–Mi nombre es Isogai Taichirou… Este es mi amigo Kurokawa Mitsugo.–
–Pues… bienvenidos, sé que vienen de muy lejos Fukuoka ¿No es verdad?–
–Efectivamente señor director, nuestro viaje a iniciado desde ese sitio solo para venir a verle.–
–¿A verme a mí?–
–Si…–
Souji trago grueso, se condujo a los cómodos sofás que hay en su oficina y se sentó cuestionando. –¿A que debo su visita?–
–Vera señor Director, mi amigo y yo estamos investigando un suceso que aconteció en este instituto.– Mientras explicaba Kurokawa Isogai pensaba con rapidez y claridad.
–"Este será nuestro primer paso, comenzaremos por los directores que cometieron errores, podremos afianzarnos y crear confianza para indagar más o si quiera saber en dónde comenzar a investigar… la verdad es que nunca pensé que sería tan difícil averiguar este tipo de información… pero, según mis contactos, la base de datos solo la puede revisar el seleccionador interino de cada prefectura… Tetsuhiro en que lio nos has metido."– Souji asentía a todo lo que Kurokawa día mientras Isogai se acariciaba la barbilla y continuaba pensando.–"Aunque el asesor de Nagoya es un poco complicado quiero confiar en que este sujeto nos lleve a él… ¿He ya es mi turno?"–
–Mi compañero le explicara mejor el motivo de nuestra visita. –
Isogai salió de sus pensamientos, con calma se puso en pie y explico mientras caminaba.–Vera señor Director, nuestra visita es nada más que para aclarar lo que sucedió con el hijo del gobernador de Nagoya, nunca se había dado ese tipo de sucesos y nos ha llamado la atención el por qué usted dejo ir al Omega involucrado.–
–Bu-Bueno, porque el Alfa que lo reclamo o más bien salvo, es uno de los más principales herederos contables de Fukuoka según se, no debería ser yo el que sea investigado, yo solo obedecí el capricho de un Alfa, ese es mi trabajo, obedecer a las órdenes que estos dan para la selección.–
–Entiendo, pero vera el Gobernador no está muy contento…–
–Bueno, yo…–
–Hay una forma de poder resolver esto. –Expuso Kurokawa. –Si entramos a la base de datos y averiguamos en qué localidad se encuentra ese Omega podremos enjuiciarlo o quizás arreglar un acuerdo entre ambas partes ya que la falta fue grave y créame el hijo de ese Gobernador no está muy contento, por lo que paso. –
–Creí que ya había sido olvidado.–
–Señor director, créanos que ellos no olvidan ese tipo de humillaciones, pero en fin… ¿Díganos tiene acceso a la base de datos? –
–No, todo el papeleo de selección y entrega lo hace el Alfa que lo selecciono, ese mismo papeleo es confidencial y solo puede ser revisado por el asesor de área. –
–Y quién es este asesor, ¿Tiene algún numero en donde podamos localizarlo?– Souji pestaño en reiteradas ocasiones ante la pregunta de Isogai, aunque no debía hacerlo algo le gritaba que lo hiciera, él se puso en pie y fue al escritorio para tratar de encontrar los numero s a los que podían llamar al hombre en cuestión, mientras lo hacía pensaba.
–"Es tu oportunidad… aprovecha audazmente lo que harán estos sujetos."– Tatsumi finalmente sacaba el número y mientras lo anotaba en una tarjeta el susurraba.–Puedo, hacerles una pregunta.–
Ambos se miraron uno al otro Kurokawa entonces respondió.–Claro.–
–¿Ustedes… piensan, encontrar a ese Omega… que… harán cuando vean al asesor es decir que tipo de información le pedirán? ¿Puedo saberlo? –
–Simplemente trataremos de saber los códigos, de que familia proviene y a que familia fue entregado, además de su código, para encontrarle con más facilidad. –
–"Su código"– Souji trago grueso mientras otorgaba la tarjeta en las manos de Taichirou quien la tomo, pero extrañamente él no la soltó, entonces susurro. –Ustedes… ¿Quiénes son en realidad?–
–¿He de que habla?–Cuestionaba Kurokawa.
–¿Por qué es necesario que encuentren los códigos? Con solo preguntarme quien fue el Alfa que lo eligió terminarían con esto… ¿Qué pretenden?–
El silencio se hizo presente, Isogai suspiraba hondo mientras que Kurokawa agachaba la mirada y susurraba. –Te dije que no iba a funcionar. –
–Tal parece Souji Tatsumi-kun es muy perceptivo, pero también yo soy perceptivo. – Souji arrugo las cejas en curiosidad mientras el otro liberaba sus dedos de aquella tarjeta para alejarse y caminar mientras hablaba.–Señor director es usted muy eficiente y astuto, tiene razón, mi amigo y yo solo somos dos Alfas que se aprovecharon de los cargos que cumplen sus padres en nuestro sector, ni yo soy un investigador ni él lo que dice que es.–
Souji arruga más las cejas les observaba con atención.
–Pero a pesar de que no somos lo que decimos ser, investigamos sobre usted…–Se dio la vuelta y se condujo al frente de Souji a quien dijo con rapidez. –Su nombre es Souji Tatsumi, esposo de Hana madre de tres hijos Omegas que fueron separados por un sistema torturador y tiránico… estuve leyendo su expediente y tengo la ligera sospecha que usted entro a este lugar para saber lo mismo que yo quiero saber.–
–¿Qué quieres saber? –
–Un buen amigo mío está buscando los orígenes de uno de sus Omegas y usted quiere encontrar a sus hijos, ¿No es verdad? –
Sus orbes temblaron al escuchar aquello ese sujeto tenía toda la razón, fue entonces que el sonrió y expuso. –Taichirou Isogai, ¿Verdad? –
–Así es…–
–Tendrás que esmerarte más en esta treta si quieres entrar al edificio de naturalización y custodia de identidad.–
Al escuchar aquello a Taichirou se le puso la piel de gallina, ese sujeto no era cualquier director o padre que había perdido el tiempo en el instituto. –Esto no debemos hablarlo aquí, si gustan puedo irles a visitar al hotel en donde se hospedan y hablaremos un poco más de los temas y la información que poseo y la cual estoy seguro les interesa. –
–Es suena razonable. –
–Entonces así será…–Respondía Souji.
–¿Esto es entonces un acuerdo? ¿Podemos confiar en usted? – Cuestionaba Kurokawa preocupado, pues todo intento de querer usurpar información de aquel centro era penado con un viaje V. I. P. A Exilio, Souji asintió y susurro.
–Siempre y cuando ustedes prometan ayudarme a encontrar lo que yo quiero. –
–Con todo gusto. –
Ya estaba pactado, Isogai y Kurokawa se despidieron, con calma ellos fueron a la salida de aquel enorme centro que más bien aprecia reclusorio, observaban con atención la fuente en el frente de la entrada y mientras el personal de seguridad llevaba el auto ellos susurraban para sí.
–¿Podemos confiar en él?–
–Si aún seguimos libres es porque si.– Respondió Isogai colocándose las gafas y expresando.–Kurokawa, ¿Recuérdame por qué estamos haciendo esto?–
–Porque nos pareció una linda idea ayudar a Tetsuhiro y de paso, nos pareció una linda sorpresa para Kanako y Tomoe…–
–Cierto…– Expuso Isogai entrando a su auto mientras el otro también le seguía y arrancando la marcha susurraba. –Por la bella Kana-chan.–
–Así es… valdrá la pena al menos ellos serán felices después de esto.–
–Aunque nos manden a todos a Exilio. –
–Pues si…–
El auto salió del patio frontal del instituto, desde una de sus ventanas aquel hombre cuya vista y rostro cansados observaba como ellos se retiraban, no sin antes dejar una luz de esperanza, finalmente ya no estaba solo en su búsqueda, no tenía idea del por qué aquellos hombres querían romper con el sistema que los había estado oprimiendo durante mucho tiempo, pero aprovecharía esa rebeldía, para encontrar a sus hijos, claro que lo aprovecharía.
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Fukuoka 10 dias después…
El nerviosismo era palpado en la oficina de aquel consultorio médico, en el que él se encontraba, había tratado por mucho tiempo concretar esta consulta con su médico, pero el Doctor Fukushima no había logrado encontrar manera de ver al mayor de los hijos Morinaga su agenda estaba saturada; sin embargo, la ocasión llego. Ese día en particular Kunihiro tuvo que esperar demasiado. observaba las revistas muy bien colocadas en la mesa. Se trataba de ese tipo de revistas de autos y de empresarios. El New York TIME estaba sobre la mesa que estaba al centro de la sala en aquel edificio clínico, la prolongada espera por su médico de cabecera fue extenuante tanto que decidió incursionar en aquel juego de revistas.
La primera fue la que más le llamo la atención, pues se trataba de una revista de vanidades y de sucesos en la zona, con agrado noto que en la portada estaba su familia y el peli largo de gafas con los trajes de gala en la hoja se leía el encabezado que titulaba.
"Noche increíble, el anuncio del Omega que traerá a la familia más importante de todo Fukuoka un nuevo heredero."
Kunihiro dibujo una tenue sonrisa sarcástica pensando. –"Esto es una maldita broma… sin duda la portada seria otra si supieran la verdad…"– Evito el leer todo aquello expuesto en esas hojas solo se dedicó a ver las fotografías en las cuales el lucia muy bien al lado de Souichi quien tenía mejores fotografías pues el show que ese Omega dio con el violín esa noche fue extraordinario y todavía se hablaba de ello.
El castaño suspiro hondamente y dejando la revista a un lado en la mesa, se dedicó a buscar alguna otra, con desesperación lo hacía, pues un impulso tremendo le invadía, sabía que en alguna de esas revistas él encontraría algo de Masaki y así fue.
La revista llamada Engine tenía a los mejores corredores del todo el mundo, aunque su hermano solo figuraba como mejor corredor local, pues gracias a su calidad de "Omega" no le dejaba salir al extranjero y concursar con lolas mejores y más emocionantes carreras, el aparecía en algunas hojas, mientras que en la más importante carrera llamada Nascar ahí estaba, la fotografía de él joven Junya, la mirada verdosa en Morinaga apreciaba aquella foto con una sensación nostálgica. Su mirada se maravillaba al ver como Masaki elevaba uno de los más enormes trofeos; el orgullo se albergó en su alma se sentía a tan pleno que aquel Alfa a pesar de sus orígenes haya logrado tanto, su mano derecha se movió para acariciar su cabello rubio en esa imagen tan peculiar aunque para su desgracia aquellas hebras estaban ataudadas el sintió la necesidad o el darse el lujo de intentar imaginar que se sentiría acariciarlo, su rostro se torno un poco cálido Kunihiro al sentir el calor en aquellas mejillas respiro hondo, sin duda lo apreciaba como si se tratara de un amor imposible e inalcansable... apartó su mano y sonriendo un poco se dio cuenta que los cabellos de Junya no era lo suficientemente largos como para haber estado en esa coleta.
–Debiste quejarte por horas…–Resolvió con una suave y grave voz pues él sabía de ante mano que dado a la importancia de aquel evento y lo peligroso que era que uno de esos mechones cubriera o picara sus ojos durante la carrera comprendió perfecto.
Morinaga seguía analizando se deleitó con aquellos trajes que llevaba el rubio, un color blanco con rayas de color rojo se apreciaban desde su cuello a los costados entre brazos y piernas, se miraba precioso; Kunihiro lo devoraba con la mirada, hasta llegar el momento en que noto como la expresión del de mirada azulada era de emoción en aquella fotografía; Sin embargo, a pesar de estar orgulloso de llevarse la copa y romper su record, aquellos ojos demostraban una expresión sombría y solitaria, sus ojos azules parecían estar distantes a ser feliz.
–Señor Morinaga…–
La enfermera de aquel importante doctor le llamo con suavidad, pero él no salía de su concentración, apreciaba todo en aquel corredor de carreras de autos que no evito el sumergirse en sus propios pensamientos en los cuales se culpaba por ser tan tonto tan idiota, por haber nacido en un mundo en el cual su destino ya había sido planificado desde mucho antes que naciera.
–Morinaga-san.–Repitió de nuevo la mujer de trajes blancos para aproximarse a él y tocar su hombro, rápidamente Kunihiro se sobre exalto y la observo con atención para susurrar.
–Disculpe, estaba…–Se detuvo antes de dar explicaciones, pues eso no era propio de un Alfa tan importante como lo era él, se silenció y se ajustó sus gafas para arrugar las cejas en seriedad absoluta y cuestionar. – ¿Y finalmente que ha pasado, me podrá ver el doctor, o no?–
–Sí señor, por favor por acá. –
Kunihiro se ponia en pie e iba siguiendo a la enfermera, mientras lanzaba la revista a la mesa de manera que esta quedo abierta, los pasos de ambos los llevaron por un extenso pasillo en el cual habían cubículos en los que el doctor en cuestión examinaba a sus pacientes, cuadros aburridos, paredes en colores neutrales y esa maldita música que te ponía la carne de gallina ese era el ambiente al adentrarse más y más.
Finalmente, la enfermera dejo al castaño solo, al frente de un escritorio, Morinaga era al único que el doctor, Fukushima atendía en su oficina. Kunihiro se sentó en la silla al frente del escritorio y elevo una pierna para cruzarla, mientras ordenaba sus costosas vestimentas y trataba de no ahogarse con la bufanda en su cuello, la deshojaba un poco y de paso acomodaba algunos cabellos hacia atrás.
La espera no fue tan larga unos dos toques se hicieron escuchar, y el sonido de la puerta abrirse lo hizo sobresaltarse, pero observar atento al médico quien portaba trajes celestes, parecía que había estado de guardia en el hospital toda la noche y la mañana, pero debido a que Morinaga era uno de sus pacientes importantes y que por mucho tiempo pospuso su consulta había decidido ir primero ahí que a su casa.
–Joven Kunihiro–
Saludo mientras se colocaba su bata blanca y el otro respondía el saludo con pocas ganas, pasar una hora en la sala de esperas había sido de mala educación y una tortura para el ocupado empresario.
–Disculpa la espera, tuve mucho jaleo en el hospital todas estas semanas y esta mañana pude resolver algunos compromisos para poder liberarme y verte, ¿dime, que te trae por acá?–
–Doctor Fukushima, seré franco y directo, he venido porque mis supresores están defectuosos.–
–¿Defectuosos, de que habla? –Cuestiono serio y con una mirada un poco sorprendida–Esos supresores son hechos especialmente para usted, su padre me los ordeno, ya que debemos ocultar todo lo que usted es y si no lo cumplo una enorme demanda seria impuesta. –
–Pues será mejor que vaya preparando a sus abogados, porque no han servido, los bebí como debía y por desgracia hace 15 días tuve mi celo, en la oficina. –
–¿Qué? – El medico estaba sorprendido.
–Escuche, con atención lo que le vengo a decir. –Hablo Kunihiro con seriedad y frialdad en su mirada. –Estoy más que seguro que no quiere problemas con mi padre, así que mantendremos esto en secreto. – Fukushima busco la silla de su escritorio y se acomodó susurrando.
–Lo escucho. –
–Por alguna razón los supresores no me sirvieron en esa ocasión es más sentí como si hubiera acrecentado mi celo, es decir… fue horrible. –
Fukushima pudo notar la impotencia y los temblores que se apoderaban de las manos y brazos de Morinaga, ante ser testigo de aquello el medico con prisa cuestiono. –¿Kunihiro-san, usted… no me diga qué? –
El castaño movió su mano al tabique de su nariz, la verdad es que el mareo la presión de todo aquello le estaba causando vértigo en aquella oficina; sin embargo apretando con fuerza sus ojos respondió.–Por eso vine, quiero que me haga exámenes necesito saber si estoy o no en el proceso de embarazo y además… necesito saber, ¿qué podemos hacer para deshacernos del producto?–
Fukushima agrando la mirada y se puso en pie, ese sujeto era demasiado directo y cruel. – Pero…usted acaso no, quiere tener a ese bebé… Kunihiro-san ¿Qué fue lo que paso?–
–Eso no le interesa, solo encárguese de arreglar esto. –
Fukushima se tensó y llevando una mano a su cuello susurro.– No se precipite, escuche, en su situación, no… es posible hacer un aborto si es que está esperando un hijo.–Kunihiro agrando la mirada, observo con ojos afilados y preocupados a Fukushima quien explicaba. –No es tan fácil, solo se puede hacer en Omegas femeninas, es clínicamente imposible practicarle un aborto, moriría. –
–Entonces deme medicamentos que lo disuelvan sé que puede hacer eso, escuche de algunos trabajadores en mi casa que ellos acudieron a los laboratorios clandestinos… en el mercado negro lo hacen.–
Aquel medico estaba sorprendido, ese muchacho parecía estar desesperado. –Kunihiro-san…–Nombro, con confianza ya que debido al secreto que el medico resguardaba él se movía con confianza, pero esto era demasiado.
–Me encargare de darle una buena suma de dinero, para que evite las molestias, y su silencio, pero esto debe hacerse antes de que termine este mes. –
–E-Esta bien…–Anuncio el doctor, con calma.–Antes que nada primero debemos averiguar si está o no en estado dado que esto paso hace tres semanas, es probable que un estudio de sangre nos revele los resultados con prisa, necesito que vaya al hospital general de la ciudad, ahí es más rápido y tengo a mi personal un laboratorio podría ser riesgoso, se podría filtrar información y no queremos eso, así que necesito que vaya al hospital, tome, le daré la hoja se la dará a la jefa de laboratorios ella se llama Cristina.–
–¿Es necesario? –
–Si.. lo es… Kunihiro-san si esto es real, está en un grave aprieto, ya que según los exámenes de su Omega Souichi arrojaron que el está efectivamente esperando un hijo. Iba a ir a decirlo esta noche, pero su padre me llamo personalmente y me confeso que quiere que lo anuncie al finalizar el mes cuando el este aquí. –
–Souichi esta…– Un alivio se vivió momentáneamente en su pecho, por lo menos ese plan estaba marchando bien y su padre obtendría lo que deseaba, aunque para saber si era o no un alfa o un omega el nuevo futuro heredero faltaba mucho. Con aquella noticia Kunihiro tomo la orden y se puso en pie, estaba decidido a no atrasar aquella situación, salió sin despedirse de su médico quien no dejaba de acariciarse la cara y susurrar.
–No debí meterme en este problema desde un inicio… Kunihiro Morinaga ¿Acaso no sabes que a la larga si destrozas esa pequeña vida quedaras marcado y roto de pro vida?– Suspiro hondo y se alisto para irse, debía de comenzar a trabajar en la fórmula que utilizaría el castaño para eliminar "El producto".
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Por otro lado Morinaga Kunihiro bajaba las gradas de la entrada del edificio, sus orbes jade notaron como sus guarda espaldas lo estaban esperando aun afuera, siempre tan fieles y determinados, aquello al verle salir del nosocomio, llamaron aprisa al chofer por radio, aquel auto negro se aparcaba, su conductor al estacionarse bajo con prisa de este y abrió la puerta, Kunihiro resoplo y susurro a su personal.
–Al hospital general.–
–¿Se encuentra bien Kunihiro-sama? –
–No sean molestos, solo, fue un examen rutinario, pero debo dar muestras de sangre así que… llévenme a ese lugar y luego de que salga iremos a la oficina debo resolver algunas cosas ahí.–
–Si señor. - el auto en el que iba y el segundo auto en el que se encontraba la seguridad se escabulleron por las calles, Kunihiro observaba por la ventana, mientras lo hacía, pensaba detenidamente en las situaciones que estaban aconteciendo.
–"Kunihiro… ¿Que estás haciendo, porque eres tan débil… porque vas a exterminar a un ser inocente?" –Analizo todo a su alrededor, la comodidad la elegancia el poder de la familia a la cual pertenecía, todo eso a lo que a él se le enseño cuidar y respetar y prepararse para ser el próximo heredero. Todo aquello le hizo resolver su incógnita. –"Lo se… la respuesta, es y siempre será por fidelidad, por miedo y por amor a lo que en verdad no soy, por esa mascará que fabrico mi padre."–
Su mano se apretaba fuertemente, se sentía impotente, sin embargo sus pensamientos fueron acotados por la lluvia que débilmente inicio a caer, para hacerse una lluvia fuerte y persistente, que convirtió el ambiente en gélido y triste, parecía que el cielo lloraba la decisión incorrecta y fría que había tomado, Morinaga suspiraba un ligero dolor de cabeza le llego, ahora era que se daba cuenta que su aroma había cambiado, el suave aroma a flores de Sakura se convirtieron en un suave olor a Canela, muy suave casi imposible de detectar, Kunihiro podía sentirlo, y también recordaba el aroma de Masaki en todo su cuerpo, ese aroma tan reconocible a chocolate, combinado con su perfume era el aroma más delicioso y excitante que un Omega pudiera oler.
El solo hecho de recordar a Masaki le causo un sonrojo en sus mejillas y aquella marca en su nuca vibro más, haciéndolo temblar, definitivamente el amor que había sentido por Junya y el cual había ocultado por todos estos años estaba resurgiendo y cobrando espacio y lugar en su pecho, con pensamientos erráticos se decía a si mismo que pronto esa marca se borraría y el vínculo entre Masaki y él se rompería.
Pues…
Debía olvidarlo, ¿Cierto? Seguir adelante con el fraude, con la mentira era su meta y deber.
Kunihiro observaba el piso de aquel auto, presintiendo que en su pecho se oprimía su corazón, era demasiado fuerte lo que había sentido y se había desatado de una manera la cual no debió ocurrir, elevo con calma su rostro para analizar el paisaje, observaba con los ojos acuosos en lágrimas observo como la ciudad se tiño de gris y las nubes certeras lo cubrían todo, llevando una mano a su frente presionó y susurro con desdicha.–Pero a quien engaño, es imposible, su calor su amor siempre estará presente y guardado bajo miles de puertas en el fondo de mi corazón débil… es un amor que nunca será satisfecho, es un amor insaciable… Masaki–
El tiempo se acorto al ir al hospital, ya estaba muy cerca…
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Mientras tanto dentro de este mismo lugar un rubio era, examinado por cuarta ocasión, en esos 15 días había pasado en el hospital siendo internado de emergencia, aunque no le había pasado mucho, los médicos querían estar 100% seguros que él no sufrió algún daño que resultara colateral. Pues…
–Tiene suerte de no haber muerto en ese accidente.–
–Doctor, soy un piloto profesional, es imposible que me haya muerto en una colisión como esa.–
–Bueno, tiene toda la razón a pesar de que fue una colisión intencionada usted ha salido increíblemente ileso. –
–Sí, ahora bien, ¿Ya puedo irme tengo cosas que hacer? –
–Claro en un momento le doy el alta, es impresionante, solo unas contusiones y raspones, todo por salvar a una familia de irse a un precipicio es impresionante.–
–He escuchado eso varias veces por favor no más,–
–De acuerdo, Señor Junya esta es su alta, solo siga las indicaciones y por favor tenga cuidado, si siente alguna otra molestia regrese a emergencias.–
–Si… si, así será.– Expuso el rubio tomando la hoja de descarte de la médico, a quien le firmo con prisa los papeles de recibido ya Masaki quería regresar a lo que había venido a Fukuoka aunque desgraciadamente el destino caprichoso no deseo que llegara a su meta antes.
Masaki siendo un hombre libre se condujo al cuarto de baño para quitarse la bata de hospital, mientras se observaba al espejo, analizaba su anatomía al sacarse la bata sus orbes azules notaron un enorme moretón que gobernaba y se dejaba ver de su costado izquierdo, ubicado en el abdomen justo en donde recordó había sido el peor golpe, pero gracias a su experiencia en colisiones, el logro salvarse, toco sus costillas con la punta de sus dedos y susurro.
–Esto será molesto, pero ya pasara, al menos no las rompí.– Él se vestía mientras expresaba con calma.–Kunihiro, me hubiese gustado llegar esa noche a tu hogar, sin embargo las cosas no me salieron bien, el estar presente en el momento adecuado no fue solo casualidad.–Termino de colocarse la camiseta negra y se colocaba la chaqueta de mezclilla que llevaba puesta el día del accidente, para pronto acomodar sus cabellos y disponerse a irse.
Salió de la habitación, se despedía de las enfermeras que lo cuidaron ene estos días, mientras escuchaba a un costado del pasillo.
–Kunihiro Morinaga… –
El rubio se giró de prisa, a ver con impresión noto como el castaño ¡Su castaño! Se ponía en pie de una banca y a la vez volvía a escuchar.–Por acá por favor los resultados están listos.–
Masaki al enterarse de la realidad en la que ambos estaban en el mismo hospital en el mismo piso causo que su corazón palpitara, lo observaba como el caminaba siguiendo a la mujer de uniformes, Junya había quedado congelado, pero no era momento de estar así, rápidamente se impuso la misión de seguirles.
Él era sigiloso mientras escuchaba de la mujer que se dirigió a Kunihiro.
–Tardo mucho debido a que en su sistema hay una fuerte cantidad de drogas supresoras y que evitaron que el resultado fuera claro, sin embargo luego de hacerle la prueba unas horas después pudimos dar con lo que buscábamos, los primeros signos de hormonas de embarazo están presentes...¿Quiere que le envié los resultados al doctor Fukushima?–
–Si…–
–Bien… ¿Necesita una copia entonces? –
–No solo… dígame que fue lo que resulto. –
Aquella dama se acomodó las gafas y respondió de manera directa. –Positivo, los niveles de progesterona están aumentando, y los niveles de feromonas que demuestran el embarazo esta elevado, así que no cabe duda es positivo.–
Kunihiro se puso pálido demasiado, tanto que estuvo a punto de desmayarse y tal parece así fue, Cristiana al estar sola en el laboratorio no sabía cómo reaccionar, logro sujetarlo pero poco podía hacer, cuando Masaki de pronto del lumbral de la puerta un rubio corrió a su lado para sostenerlo y susurrar.
–Déjeme ayudarla… Kunihiro por fin te encuentro, ¿Oye estas bien? –
Cristiana observaba a ambos hombres, Morinaga estaba sin color mientras que el otro también estaba así o más pálido que el castaño, entre palabras que no comprendió, la chica quedo sola por fin ya que Morinaga se había ido con el rubio.
Kunihiro caminaba por los pasillos siendo sostenido por Masaki al cual no dejo de ver desde el instante en que había llegado, sus orbes verdes no podían dejar de admirar aquel perfil, agradeció que el rubio fuera tan alto y elegante y que poseyera aquella fuerza en sus brazos además de ese aroma que lo congelo, Junya por otro lado lo llevo a un lugar menos traficado de gente, se sometió a una puerta que daba a las gradas de emergencias y ahí fue donde Kunihiro recobro la cordura y con rapidez se separó de él y con calma se sujetaba a la pared, para dar unos pasos y dejarse caer a las gradas para sentarse y susurrar.
–Esto no puede ser verdad.–
–¿Qué cosa, que este yo aquí o que los resultados hayan salido positivos?–
Kunihiro elevo su rostro con rapidez y susurro. –¿Tu escuchaste eso?–
–Claro que si.–
–¿Me estas siguiendo?–
–Para nada.–Dijo elevando su brazo derecho y mostrando el brazalete en su muñeca, el cual mostraba que había estado internado.–Estuve hospitalizado, por quince días.–
–¿Qué?–El rostro lleno de preocupación se hizo notar en aquel, Junya se tensó un poco y susurro.
–Descuida no es nada grave, solo unas pequeñas contusiones y raspones.–
–¿Qué, que ocurrió?–
–Eso no es importante, lo que importa en este momento es lo que te está pasando… tu y yo debemos hablar.–
–Eso es imposible.–Dijo poniéndose en pie, notando que la rapidez en la que lo hizo lo causo el que se marearse de nuevo.–Maldición.–
–Oye…–Lo tomo de un brazo y susurro.–¿Te sientes bien?–
–Ya, déjame… no es nada.–
Masaki sintió el rechazo y la mirada esquiva de Kunihiro, su pecho y su corazón se sintió herido, sin embargo, también logro percibir como la furia se albergaba en su ser, estaba furioso, no solo por el hecho en el que Kunihiro e incluso hasta la mismísima familia Morinaga le había mentido tan vilmente ocultando tan tajantemente la verdadera naturaleza de Kunihiro y de Tetsuhiro. Y por sobre todo estaba molesto, porque ese hombre terco y sin sentimientos sacaba de su bolsillo un frasco con pastillas que el reconoció apresurado.
Kunihiro estaba a punto de beber su dosis del día, puesto que gracias a la grande espera para realizarse los exámenes le impidió beberlas dando como resultado que el aroma de Kunihiro cambiara, sin embargo ni siquiera pudo tomar las medicinas en su mano pues la mano del otro azotaba la suya con fuerza y el frasco también era arrebatado mientras era lanzado por las escaleras, Kunihiro se sobre exalto al punto de gritar.
–¿Qué estás haciendo loco?–
–Evitando que te envenenes y evitando que le hagas daño a nuestro hijo.–
Expuso con rabia el rubio, acercándose de manera apresurada al castaño quien dio dos pasos hacia atrás, el aura demandante y el aroma penetrante de Masaki lo atosigo y asusto al pudo de sentirse sumamente indefenso frente a ese hombre, quien elevo un brazo y estampo su mano a la pared que estaba a sus espaldas para susurrar.
–Tu y yo debemos hablar, de lo que paso y lo que está pasando, vendrás conmigo a mi casa.–
–¿A-acaso tú, me estás dando órdenes?–
–Así, es y las obedecerás si no deseas que hable, y que les diga a tus padres el flamante suceso.–
–Hazlo me ahorrarían las molestias de cargar con esto solo.–
–¿Que estás diciendo?–
–No debes preocuparte ya hice una cita con mi médico para eliminar al producto... no voy a tenerlo, en conclusión tu y yo no tenemos nada de qué hablar.–
La impresión y el enorme deseo de llorar se formaron en el rubio, aquello. dicho por el otro le sello el habla no sabia que objetar a tan fría y despreciable decisión. el silencio reino por unos momentos mientras que la puerta se abrían y hacían pasar a algún médico que evitaba usar el elevador. ambos estaban ahí ausentes sin decir nada.
Kunihiro miraba al piso, se sentía tan miserable no sabia lo que había dicho hasta que lo pensó con cuidado y razono. –" Imbécil, tonto, idiota, estúpido... eso y más soy yo. será mejor que te apartes de él, es hora de romper ese lazo… que nos une."–
Se movilizó apartándose para ir a la puerta y salir de ese lugar; sin embargo, alguien lo tomo del hombro con fuerza y lo azoto a la pared.
–¿Que estas...mm?–
Un beso desesperado un beso lleno de gritos internos le estaba robando el aliento, Masaki había tomado los costados de su rostro y mientras lo besaba susurraba.
–Eres tan frio... tan correcto, tan mentiroso.–
Masaki besaba ese terco hombre lo hacía con tanta intensidad con el único deseo de despertar la pasión dormida en el otro y para lograrlo el inicio a juntar su cuerpo al de Kunihiro, Junya expidió su aroma Alfa al punto en el que abrazo con su aroma y deseo a Morinaga quien tembló de pies a cabeza tanto que sus manos en lugar de apartar al rubio fueron al borde de su saco para apretarlo pues en su cuerpo se libraba una gran batalla. Sus cerebros decían aléjate de él apártalo antes que te hundas y su cuerpo y corazón solo deseaba fundirse con el cuerpo de Masaki. quien percibió como Kunihiro se prendía ante sus besos y su demandó por sexo.
Estaban ambos sumergidos en una boragime pasional ese amor que dormía en ambos iba creciendo más y más, pero... Kunihiro ante sentir que todo su cuerpo se entumecia al enterarse que su alma se estremecía y que el amor prohibido lo engullia decidió cortar aquello.
Empujó con todas sus fuerzas aquel cuerpo que lo aprisionaba contra la pared con ambas manos las cuales se aferraron a la chaqueta de Masaki y es que no quería soltarlo a pesar de alejarlo, Kunihiro temblaba mientras trataba de respirar con normalidad y concentrarse en tranquilizar los deseos que su cuerpo tenía hacia Masaki, este solo podía observar al de gafas con una expresión llena de tristeza pues notaba el rostro desencajado de Kunihiro. Sus parpados estaban fuertemente cerrados, sus labios y sus mejillas rojas por lo que estaba pasando y sus cejas juntas demostrando el enfado su cabello que estaba perfectamente arreglado hacia a tras se había desordenado y los pocos flecos que reinaban en su frente. fueron apartados por la mano de Kunihiro quien ya repuesto, o al menos eso quería dejar ver el castaño a su opresor, el demostrarle que podía contra sus deseos y contra su imponente naturalidad de alfa.
Kunihiro acomodo sus cabellos, quedando impecables, liberó la otra mano de pecho de Jun y llevo esta misma a su bolsillo del cual saco un pañuelo y limpiando sus labios guardo el pedazo de tela para abrir con lentitud sus ojos. aquellos finos ojos observaban con frialdad al rubio quien sintió esa presencia esa altanería que ese Omega había construido desde que lo conoció. Tan frío tan demandante como si se tratara de un verdadero Alfa.
Kunihiro inicio a caminar no quería decir nada pero.–Espera un segundo... ¿te vas así sin decir nada?–
–No tengo porque decirte algo.–
–Por lo menos dime... ¿porque me mintieron? –
–Eso no te incumbe.– Kunihiro inicio a caminar, abrió la puerta notando el sin fin de médicos y enfermeros en el pasillo estaba dispuesto a irse de ese lugar pero.
–¡Kunihiro! –
El castaño se detuvo al escuchar aquella voz demandante y seria de Junya aunque se detuvo no hizo nada para girarse a verlo solo logro escuchar de aquellos labios.– Claro sé que no me incumbe, nunca lo hará ya que no pertenezco a tu familia y son asuntos personales pero...– en unos cuantos pasos Masaki llego a su lado justo detrás de él castaño a quien abrazo por detrás depositando sus manos al nivel de su vientre, los labios de Masaki se acercaron al lóbulo en la oreja izquierda de Morinaga a quien susurro con gravedad y enfado en sus palabras.–Pero, lo que llevas aquí si es de mi incumbencia...–
Su cuerpo de nuevo se tenso estaba en un problema mayúsculo, Masaki estaba reclamando lo suyo y eso era el "producto" que estaba creciendo a velocidades inimaginables en su cuerpo.
–Ahora que te tengo tan cerca puedo notarlo, tu aroma a cambiado no hay ninguna duda que vas a tener un hijo mío...–Hizo una a pausa para permitir al otro entrar en pánico. –Escúchame bien Kunihiro… no voy a permitir que lo arrebatos de mi lado o si quiera lo lastimes… te propongo algo.–
Masaki hablaba mientras el bullicio del hospital era ajeno a lo que ambos hablaban, Kunihiro solo podía escuchar a lo lejos lo que el otro decía.
Al terminar de decirle su propuesta Masaki se separó de él para irse del lugar no sin antes mirarlo con desprecio y susurrar.
–Espero tu respuesta... debes apresurarte antes que se note y ya lo sabes... si siento un solo cambio en tu aroma. Toda tu farsa y la de tu familia sera conocida me encargaré de divulgarlo y me encargaré yo mismo que seas enviado a exilio tu y todos los tuyos.–
Aquella amenaza había sido tan dura, Kunihiro noto como el rubio partía no había forma de ganarle a ese sujeto. pues era igual. de rico que él y tenía una popularidad.
Kunihiro inicio a caminar para buscar la forma de salir de aquel hospital sin embargo no logro hacerlo se dejó caer en una banca y no pudo más se sujeto ambos costados de su cabeza y mientras sus lágrimas se agolpaban en sus ojos él pensaba.
-"Quisiera estar muerto. solo así podría dejar de ser alguien que no soy."-
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La tarde había llegado y con el Kunihiro quien se adentraba en la mansión, su rostro era el más deprimente de todos, lo único que le alegraba era no verle la cara a esas brujas Omegas, las cuales estaba seguro les estaba yendo muy mal pues la casa de la playa era un lugar primitivo, no había aire acondicionado y estaba desolado y desértico de seguro se estaban quemando en ese infierno, pensó.
Sus pasos le hicieron llegar a la enorme y elegante sala en donde las Betas Mar y Fiore las más fieles de la familia le recibieron, ellas hicieron una reverencia mientras el castaño cuestionaba.–¿Y mi hermano?–
–El joven Tetsuhiro, su madre y los invitados no se encuentran en casa Kunihiro-sama,–
–¿Qué y por qué?–
–Pues, su madre decidió que sería interesante ir de compras para los preparativos de la boda señor.–
–La boda…–
–Hasta que por fin te dejas ver… Kunihiro. – Expresaba con seriedad una voz grave y un poco tosca, el mencionado elevo su mirada al frente y ahí estaba Souichi el cual observaba con enfado al castaño, este se acercó al peli largo para observarle con atención, algo parecía haber cambiado en ese sujetó pero no sabía que era.
–Souichi. –
–Ven tenemos que hablar.–
Kunihiro estaba irritándose pues pensaba, ¿De cuándo acta ese omega le hablaba de esa manera?– ¿Oye… que te pasa, porque me hablas asi?–
–Sera mejor que vengas, estamos solos y no tengo motivos para seguir siendo una pelusa insignificante.–
–¿Eh?–
–Ven ahora mismo conmigo.–Lo tomo de la bufanda y lo jalo en dirección de los pasillos de la enorme mansión, finalmente lograron llegar a la habitación de Souichi en la cual arrojo al castaño sobre la cama y el murmuraba.–Honestamente tu eres un mentiroso horrible, una rata despreciable y tremendamente insulsa.–
–SOUICHI! –
–No te hagas el sorprendido, ahora que estamos solos, vas a hablar.–
–¿Hablar de que hablas? –
Souichi tomo la bufanda y la arranco, Kunihiro llevo a su cuello una mano y murmuro. –¿Qué demonios estás haciendo?–
–Descubriendo la verdad. –
Souichi lo tomo de un brazo lo tumbo boca abajo en el colchón y colocando su mano sobre aquel cuello de camisa descubrió por fin la nuca de Kunihiro, al hacerlo sus ojos se agrandaron con enorme sorpresa, Kunihiro por otro lado susurraba.
–Ya… basta. –
–Tu… estas marcado. –
–Suéltame… – Souichi lo libero, notaba como Kunihiro iniciaba a respirar agitado y deshojaba su corbata para arrojarla la piso, y de paso también sus gafas las cuales cayeron al piso de madera, mientras las manos del castaño se apretaban en sus ojos, el peli largo no sabía que hacer solo permitió que él se desahogara, recordando el por qué el había decidido quedarse a enfrentarlo…
*8888888Recuerdo8888888*
Hace unos 10 días atrás…
Había sido el cumpleaños de Kanako y todos hasta la buena señora Morinaga estaba celebrándola, sin duda esa mujer había amado la idea de que esos chicos llegaran a visitarla ya le hacía falta una hija tan tierna y linda como Kanako, aunque honestamente ella pensó que estaba más pequeña sin embargo…
–¿Cuántos años cumples Kana-chan?–
–Pues… son 17.– Respondió la muchachita, la cual no parecía ser de esa edad pero a Anna le encantó la idea de celebrar su cumpleaños, ellos disfrutaban incluso Tomoe celebraba a su amiga, todos menos dos chicos los cuales se habían apartado.
La celebración había sido en patio, habían colocado un mantel a cuadros y una linda bajilla china, la cual contenía dulces, y platillos sumamente deliciosos, Fiore y Mai estaban también degustando y animadas, mientras que Tetsuhiro se había alejado para encaminarse a los jardines de aquella mansión, el peli negro estaba pensativo, su mirada seria y preocupada se reflejaba en el agua en donde dos peces chinos nadaban, aquellos eran sumamente hermosos, con colores blancos y dorados y algunas líneas negras se movían con gracia en la pequeña fuente natural.
Un suspiro enorme se formó en sus labios, suspiro que fue escuchado por Souichi, quien se acercaba y susurraba.–Oye…–
Tetsuhiro se juntó de hombros asustado para observar a su peli largo amado, al cual recibió en sus brazos y abrazo con disimulo, ya que no podían demostrar su cariño frente al personal de aquella mansión, su lugar único en donde podían desatar su pasión era la cabaña.
–Souichi… ¿Qué haces aquí, deberías estar con tus amigos? –
–No puedo si tienes esa cara de angustia, ¿Qué es lo que pasa? –
–¿Soy acaso tan expresivo?–
–Lo eres…–Confeso el de mirada miel para agregar. –Y odio verte triste, que sucede.–
–Pues…–Inicio mientras observaba la fuente y finalizaba diciendo. –Es Kunihiro, ha estado actuando raro, no somos muy apegados, pero él nunca me deja a un lado y creo que él me está evitando, no sé qué le sucede, vive encerrado y escabulléndose por las mañanas, esto me está preocupando… quisiera saber que le está pasando. –
–¿Por qué no le preguntas? –
–No puedo hacer tal cosa… es mi hermano él es un…–
–¿Alfa? –
–E si…– Morinaga noto la inquietud en el pelo largo, se acercó para susurrar –Perdóname te estoy preocupando de más… por favor olvídalo y en vamos a celebrar con tus amigos.– Morinaga se adelantó, Souichi quedo solo, el no podía evitar sentirse sumamente consternado por aquel rostro tan triste de Tetsuhiro, realmente lo amaba demasiado como para poder resistir o no hacer nada para ayudarlo, por lo tanto se impuso como meta ayudar a solventar la situación… por el por su Morinaga.
*8888888Fin fe recurdo8888888*
Souichi llevaba un vaso con agua, quería tranquilizar a Kunihiro, la verdad es que era la primera vez que veía a alguien llorar así, estaba impresionado además del enorme detalle que Kunihiro no era de esas personas que liberaban sus sentimientos frente a otros.
El silencio rodeo y esto desespero al peli largo, Morinaga miraba al piso sus orbes verdes estaban vidriosas, y sus cabellos castaños estaban desordenados, era una faceta que nunca creyó ver en ese serio sujeto.
–Debo… asimilar que Tetsuhiro ya te dijo la verdad. –
–Si… ya lo sé todo. –
–Entonces… ¿Qué piensas, vas a seguir el secreto?–
Souichi lo observaba con enfado, chasqueo la lengua pues esa era una pregunta que ni siquiera Tetsuhiro le había hecho, él no era de esos que mentía y odiaba con toda su alma la injusticia, pero ¿Quién era el para evitar que siguiera esta situación? Era imposible que su punto de vista fuera escuchado, pues no tenía motivo ni voz ni voto. Su mirada miel dejo de posarse en Kunihiro ahora se posaba al frente mientras expresaba.
–No trates de cambiar el tema… necesito saber que está pasándote.–
–Eso no te interesa. –
–Desde el momento en que me trajeron a esta casa y el momento en que me hicieron tu prometido, me interesa.–
–Souichi no soy tu prometido solo es una farsa. –
–Como sea… eres el hermano de la persona que amo… y por el sí tengo que golpearte te sacare la verdad.–
Kunihiro observo con impacto al peli largo quien estaba sonrojado al decir aquello, rápidamente Kunihiro expuso. –Lo que viste en mi nuca…–
–La marca. –
–No debió pasar.–
–¿Qué has hecho? –
–¿Acaso no se nota? –
Souichi cerro sus ojos y olfateo con cuidado, un aroma suave a canela gobernó en su nariz.–No puede ser…–Dijo sofocado y demasiado impactado.– El castaño se llevó las manos a su cabeza y susurro.
–No sé qué voy a hacer.–
–¿De quién… es?–
–Eso si no te lo voy a decir, pero… debes ayudarme no pueden enterarse, si mi padre ese da cuenta pasaran cosas graves. –
–¿Cómo piensas ocultarlo, se notara de aquí a unos meses?–
–No será necesario, pienso…–Souichi se apresuró a llegar a él, elevo su mano y cubrió sus labios para gritarle.
–Ni se te ocurra decir eso frente a mi. – Kunihiro observaba la impresión en aquellos ojos color miel, luego nació la tristeza en esa misma mirada–No seas cruel…–Agrego, apretando sus puños.
–No puedes obligarme a tenerlo, es mi cuerpo. –
–Lo se… pero… ¿Por qué?–
–Porque eso arruinaría a la familia, ¿No lo entiendes, soy el primogénito si esto se sabe los bienes las empresas el dinero todo será confiscado por el gobernador de Fukuoka.–
–Pero no es motivo, el dinero es solo eso, no hagas algo de lo que puedes arrepentirte, a pesar de que nos e como fue… debes entender que lo que llevas ahí no tiene la culpa de tus actos. –
–No quiero, no deseo decepcionar a mi padre, el confía en mi.–
–Si el te transformo en algo que no eres entonces, no te ama… ni confía en ti. – Souichi observo con enfado a Kunihiro.–En este tipo de casos agradezco no conocer a mis padres, si estuviera en tus zapatos yo no desearía haber conocido a mi padre.–
–Souichi…–
El mencionado se puso en pie, fue caminando hasta llegar a la ventana de la habitación, en su cabeza se figuraba una idea la cual expreso. –Te ayudare a ocultarlo, solo si me prometes que serás fuerte y enfrentaras tus actos y le dirás todo a Tetsuhiro.–
Su cuerpo temblaba, no sabía cómo responder a aquella propuesta, pero en verdad el muy en su interior sentía una alivio tanto así que una luz de esperanza se presentó, de manera esporádica Kunihiro llevo sus manos a su bajo vientre en el cual acaricio y pensó.–" ¿Podre lograrlo? ¿Podre ser fuerte? "–
Souichi se acercó sigiloso, él se encargó de sentarse a su lado y demostrando un poco de compasión dado a que Kunihiro no se había portado mal con él, es más sentía pena y tristeza por ser un prisionero en su propia familia, decidió darle un poco de apoyo y tranquilidad abrazándole, el castaño hundió su cuerpo en aquel cálido pecho y susurro.
–Está bien… no sé cómo lo haremos pero…–
–Tonto infeliz cara de piedra, ahora escúchame, esperaremos a que Tetsuhiro llegue ya se nos ocurrirá algo, por ahora debes permanecer a mi lado, para que tu aroma no se note y si se nota diremos que es el mío.–
–Souichi…–Expuso con un nudo enorme en la garganta, estaba feliz pero su rostro solo podía expresar seriedad, y un deje de preocupación. Quizás se había solucionado una parte de su complicada vida, pero en realidad solo el tiempo lo diría que pasaría…Por ahora estaba al lado de un gran Omega un ser que parecía ser más fuerte que un Alfa, Kunihiro observaba aquella mirada compasiva de Souichi quien le había dado las enormes esperanzas. Agradeció el que ese sujeto fuera así de descabellado porque ni el mismo hubiera sabido como informarlo a su hermano…
Bien las cosas se están complicando, funcionara el plan ¿que pasara?
Quiero darle las infinitas gracias por el apoyo que esta teniendo este fic realmente yo no crei que fuera tan de buen gusto para todos muchísimas gracias… probablemente el que viene tenga mucha sabrosura para las que interesan de leer lemon, pero probablmente no ya que hay que tocar un tema importante y eso es la investigación que llevara y desatara algunas cositas.
Además de que veremos a un nuevo personaje del manga que no ha salido así que espérenlo con ansias.
¡Besos Aurora!
