Hola!

Mucho tiempo a pasado pero, ya estoy aquí las disculpas de caso pero poco a poco estoy recuperando el ritmo… no es fácil pero con p asion y amor lo hago.

Bueno antes que lean darles las gracias a los lectores y votantes en wattpad y en fanfiction arigato!

Y un saludo enorme a mi manada y grupo de FB! Además de las lindas personas que le an like a mi página:Aurora la maga fan fic.

Recuerden que pronto saldrá el nuevo plan del tomó 11 yayy!

Un enorme GRACIAS A MI AMADA EDITORA TE AMO ADORO LAMENTO PRESIONARTE U.U

Y bueno a leer n.n/

Traición familiar.

By:

Aurora la maga.

"Pasado oculto, celos de omega, venganza".

Luego de aquel engaño ambos partieron en dirección del hotel en el que Isogai y compañía se encontraban; el nerviosismo estaba haciéndose sentir en ambos, pues habían irrumpido en un edificio de gobierno y engañado a uno de los más poderosos agentes encargado de guardar información que era esencial para ambos.

Aunque la adrenalina se había ido de sus cuerpos y la zozobra los inundaba, Souichi ya no le daba importancia y dio paso a otra emoción; observaba con fastidio la ciudad a través de la ventanilla del auto; aunque nunca expresaba mucho, el omega rara vez se mantenía quieto y dubitativo como lo estaba en ese momento; Morinaga había notado su silencio desde que salieron de aquel edificio y también podía sentir el aroma de omega molesto que cada vez se hacía más fuerte, por lo cual cuestionó:

-¿Qué sucede?-

- Nada… no quiero hablar de eso, lo que quiero es quitarme de encima este asqueroso olor... ese maldito sujeto... estoy a punto de vomitar por su nauseabundo aroma -

Expresó molesto el platinado usando su aroma como una barrera entre ambos, la cual Tetsuhiro no pudo derribar; le dejo tranquilo por unos momentos, pensó en como solucionar el mal humor de su omega, cuando observó al conductor del taxi en el que ambos se encontraban; Tetsuhiro con calma y costumbre elevó su mano a su cuello tocando el collar omega y notando por el retrovisor como aquel conductor lo observaba con atención y le miraba con deseo; y es que a diferencia de Souichi, que se encontraba en estado y además era distinguible la marca en su cuello, Tetsuhiro seguía siendo asediado por alfas y hasta betas. Todos se confundían y sentían atraídos por la sutil mezcla de aromas que su Alfa desprendía.

Incómodo por la perversa mirada, Morinaga se alejó de su omega y se acomodo en su lado del asiento, intentando escapar de la vista del sujeto, le era incomodo y lo estaba irritando, tanto que Souichi comenzó a percibir el drástico cambio en el aroma dulce y suave de su querido ojiverde.

Rápidamente dirigió su mirada a su pareja y lo notó fastidiado, observando con disimulo por la ventanilla, tratando de evitar que aquel chofer continuara con el acoso; era obvio aquel insano juego de miradas entre ellos, uno buscando y otro intentando escapar de la asquerosa sensación que le hacía sentir, enseguida Souichi reclamo furioso:

–¡Viejo asqueroso, ya es suficiente... deje de verlo de esa manera!–

–¿Cómo te atreves?... ¿qué haces gritandome Omega?–

–Souichi...–

–Silencio Morinaga– Expuso severo –Estoy harto de que todos estos infelices te vean como un maldito pedazo de carne que quieren comer, ultrajar y violar –

–Estupido Omega– Murmuró el conductor aparcando el taxi en la transitada avenida de forma imprudente, entonces gruño: – ¡Salgan los dos de mi taxi! –

–Con todo el maldito gusto… pervertido–

–¡Souichi!– Reclamo Tetsuhiro agitado, observando a todos lados, la verdad es que estaban en un lugar lleno de gente atestado de varios aromas amenazantes y otros nobles; Tetsuhiro reaccionó un poco y susurro:

–Lamento que mi amigo le este molestando, por favor continúe, yo le pagaré el doble al llegar a nuestro destino– Ofreció una humillante reverencia, la cual fue aceptada por el chofer con una sonrisa mezquina y lamiendo sus labios, mientras que Souichi estaba hirviendo de furia, mientras escuchaba lo último que podía soportar.

–Claro que si… por un Omega tan lindo y sumiso hago lo que sea– Tomo la barbilla de Tetsuhiro y acaricio su rostro, a lo que Souichi reclamó:

–¡Esto es el colmo alejate de él escoria!– Lo golpeó directamente en la mandíbula, dejándolo inconsciente, mientras que Tetsuhiro gritaba:

–Pero… ¿Qué has hecho?–

Souichi tomó el dinero que Morinaga llevaba en el bolsillo, cortesia de Isogai, lo arrojaba en el asiento del copiloto y sale del auto por su lado, mientras Morinaga trataba de despertar al chofer; sin embargo este estaba sumergido en una siesta involuntaria, repentinamente la puerta se abrió a su lado y unas manos tomaron bruscamente al alfa de su brazo y sacándolo del auto mientras gruñía:

–Vamos ya Morinaga–

–Pero Souichi… ¿Porqué hiciste eso?... ¿Ahora cómo volveremos al hotel?–

–Pues como sea pero menos en ese asqueroso taxi–

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Ambos caminaban sin saber el camino o en donde estaban; el silencio fue total en esa hora a pie, Tetsuhiro observaba preocupado la zona, hasta que descubrió un lugar reconocible y expuso: –Souichi espera–

–¿Ahora qué?–

–Vamos a ese hotel, ahí llamare a Isogai y en lo que lo esperamos me vas a decir que te tiene tan de mal humor.– Le dijo tiernamente, tomando su mano y cruzando la calle, la gente los observaba raro, fueron comidilla de los transeúntes, algunos decían que eran dos Omegas que a lo mejor se habían escapado de sus alfas e incluso observaban con desaprobacion a Souichi pues era notorio lo avanzado de su embarazo; totalmente molesto por las miradas insistentes y los murmullos, se quejó gritando a todo el mundo:

–¿Qué tanto me ven?, ¿acaso nunca vieron a un omega preñado? ¡pedazos de basura!–

Morinaga suspiraba hondo con sonrisas nerviosas susurraba en su oído: –Souichi no sigas, si llamas la atención llamaran a la policía y será peor...–

–Es que mira, nos observan como si tuvieramos una enfermedad, como si estuviéramos locos–

-Calma… ven, es por acá -

Tetsuhiro logró llevarlo al lobby del hotel, recordaba que ahí se había hospedado antes, su hermano y él mismo hace mucho tiempo atrás en la gran ciudad de Nagoya, rápidamente el ojiverde llego al mostrador y dijo: –Necesito una habitación, por favor –

La recepcionista no queria hacerle caso, sin embargo Morinaga sabía que debía mostrar de qué familia provenía para lograr ser atendido; con prisa la mujer al conocer el apellido del visitante les ofreció la habitación más elegante; sin perder más tiempo fueron al elevador, en donde ya la gente quedó atrás y el agitado Souichi respiraba hondo y se apoyaba en la pared de acero de aquella cabina, mientras llevaba una de sus manos a su abultado vientre y exponía:

–Maldición –

–Souichi…–

–Ahorrate el regaño... no me interesa lo que quieras decirme... no ahora...–

–Pero ¿porqué estas tan molesto?-

–¿Molesto yo?–

–Si, tú… acaso ya se te olvidó que estas esperando a mis… – Bajó la voz y se acercó a su oído para susurrar: –Por favor tranquilizate, puede hacerte daño... mis niños sienten lo que tu recuerdalo– El peli largo tomó aire profundamente y asintió; al llegar al piso indicado ambos fueron a la habitación en la cual Morinaga fue directamente al teléfono y el omega al sanitario, todo aquel enfado le había terminado por revolver el estómago.

Mientras él liberaba su enfado en arcadas, Morinaga hablaba por teléfono, tratando de explicar a Isogai lo que ocurrió:

–¿Dime qué demonios paso Tetsuhiro?–

–Eso no importa ahora, todo está bien… Souichi y yo estamos en el Hotel del Centro... escucha, ya cumplimos con la misión, dejare en recepción lo que necesitas en un sobre y avisame si te sirvio–

–¿Tú qué harás?–

–Tratare de averiguar qué le sucede a Souichi–

–Esta bien, ten mucho cuidado… estaré en el hotel en media hora–

–Si...–

La comunicación se cortó; vió salir del cuarto de baño a su omega, el cual parecía pálido y cansado; él se levantó del sillón en que estaba y fue con él para abrazarlo, impregnarlo con su aroma protector y de sus feromonas alfa, las que mantenía escondidas; Souichi se sintió intimidado, sumamente sensible y además vulnerable; Tetsuhiro se dio cuenta, entonces tomó su mentón y elevó su rostro, paso seguido inició a besar su cuello y luego fue acercándose a sus labios, no obstante Souichi lo alejo y murmuro:

–No quiero… no estoy de humor...–

–¿Ah?– Notó como su pelilargo se alejaba y se sentaba en la cama molesto y evitando todo contacto, la expresión en el rostro de Tetsuhiro fue de terrible desesperación; quería averiguar por que su querido platinado estaba tan molesto y evasivo, como si fuera un cachorro se acercó y sutilmente le abrazo por detrás cuestionando: –¿Souichi que esta pasando que es lo que te tiene tan molesto?–

–¿En verdad quieres saberlo?–

–Si, por favor...–

–Te lo dire si tu me dices… ¿Qué has hecho mientras has actuado como Omega? ¿qué clase de bajezas has hecho todo este tiempo Tetsuhiro?–

La mirada de Souichi era severa y molesta, enseguida el pelinegro azulado se apartó y agacho su mirada observando el cobertor de aquella cama en la que ambos estaban; a simple vista estaban cerca, sin embargo estaban más alejados que nunca, con calma y sin más opciones, Morinaga inicio a relatar:

–Souichi, mi vida no ha sido nada fácil... tuve una instructora personal para que me enseñara a ser quien no era, a como ocultar mi verdadera casta y a cómo controlar mi caracter frente a los demás... fui pisoteado, fui discriminado, ya que mi padre me puso en una escuela en donde los omegas no eran aceptados, pero dado a que yo era uno de los hijos más importantes de la zona me dejaron entrar, sin embargo siempre fui hostigado…–

– ¿Dónde estaba Kunihiro en ese momento?–

–Trate de no involucrarlo, él tenía tutores personales… mi hermano no podía ocultar bien su verdadera casta, fue hasta la edad de los 18 que el inicio a controlar...–

–Pero entonces cómo sobreviviste a ese maltrato...–

–Eso… no te va a gustar–

–Habla– Expuso serio el pelilargo causando que Morinaga se encogiera de hombros y susurrara:

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Apenas estaba en el primer año y los maltratos de los niños alfas no se comparaban con los maltratos de los adolescentes, era terrible…

Tetsuhiro Morinaga asistia una de las escuelas más prestigiosas de Fukuoka, en la cual se congregaban alfas masculinos y femeninos; el joven de apenas 16 años siempre fue maltratado por el collar en su cuello; en esa ocasión una de las alfas lo empujaban y le ataron una cadena en su cuello, en señal de pertenecer a un nivel bajo.

–Eres patético, ¿por qué no te defiendes?– Obviamente no podia, ya que golpear a un alfa significaba la perdición para su familia, el resistia todos esos maltratos hasta que un día...

Un nuevo estudiante de intercambio llego, el joven tenía dos años más que él y era un alfa muy guapo y tenia una popularidad impresionante; además de él, también llegó a la escuela su hermano, el cual realizaría su último año para entra a la universidad, finalmente la luz en el túnel se pudo divisar en los ojos del menor de los Morinaga el cual antes de recibir otro golpe de aquella chica, una mano lo evito. La mujer se enfureció y enseguida grito:

–¿Quién demonios eres tú?–

–Es lo mismo que te pregunto... ¿QUIÉN DEMONIOS ERES TÚ PARA MALTRATAR A MI PROMETIDO?–

Las chicas y los que estaban observando se apartaron, Kunihiro llego hasta su hermano y le ayudo a retirar la cadena y levantarle con calma, mientras susurraba: –"De verdad lamento que pases esto Tetsuhiro"–

–No te preocupes Niisan… estas chicas solo estaban jugando un rato conmigo–

–Eres tan dulce, mi amor… pero estas infelices no volverán a tocarte en tu vida… o sabrán a lo que se atienen–

–¿QUIÉN DEMONIOS ES ESE?–

–Oye, Haruka creo que lo conozco... mi hermana me hablo de él, es… ese chico es Masaki Junya...–

–¿El bastardo Junya?–

Rápidamente el rubio observo con enfado a la alfa y gruñó, mientras la tomaba del cuello de la camisa observándola con ojos afilados y llenos de odio: –Vuelve a llamarme así y te demostrare que no me importa que seas una mujer alfa, te romperé las piernas y te arrancaré los colmillos para que no marques más nunca a nadie–

El aroma fuerte y sofocante de Junya inundó todo el lugar, causando sofocacion, está afecto directamente a Kunihiro el cual susurró mientras se tomaba la frente: –Hermano ven te llevare a la enfermería–

–Si... Niisan–

Masaki dejo aquello por la paz, se calmo y fue tras sus amigos y su nuevo prometido.

Los dias, meses y años pasaban, Junya siempre trataba de acercarse más y más a Tetsuhiro; incluso en una ocasión en la que Kunihiro entro en celo tuvo que actuar como su hermano y cubrir su puesto, dando un primer beso a Masaki el cual aceptó como promesa de noviazgo y el cual terminaría en una boda arreglada; sin embargo eso nunca pasó ya que el padre rechazo a Junya, pues no tenia padres y no contaba con nada de capital económico, en otras palabras era un don nadie. Masaki, dolido en su orgullo decidió mudarse y reiniciar su vida, la cual estaría llena de muchos logros todo para alcanzar a su querido Omega, Tetsuhiro Morinaga.

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Mientras Tetsuhiro finalizaba su historia, Souichi observaba su rostro y lloraba de impotencia, mientras exponía: – Tú… sufriste todo eso … por el estúpido secreto familiar, y por tu hermano...–

–Si… lo hice, porque con eso quería demostrar que mi existencia valia algo, Souichi soy el segundo hijo de una familia poderosa yo...–

–Y Masaki… ¿Cuantas veces te beso?–

–¿Eh?–

–¿Alguien más te ha besado?–

–¿Ah… a qué te refieres?–

–Dime la verdad… ¿Debo saber algo más?–

–Souichi...–

–Esto me molesta… no sé si por seguirles ese estúpido juego… hayas hecho algo que...–

Morinaga relajo su mirada y dedico una seductora sonrisa, mientras se acercaba con lentitud a Souichi tomando sus manos y susurrando:

–No hubo nada, no hay nada que no haya sido un beso Souichi...–

buscaba su rostro para, con mucho amor, iniciar de nuevo a besarle los labios y el cuello; mientras Morinaga hacia aquello el platinado inició a temblar, aquellas demostraciones de amor y deseo era una deliciosa invitación que no iba a desaprovechar, por lo tanto liberó sus manos del agarre del alfa y tomó aquel collar que llevaba puesto en su cuello, el cual tenía como función ocultar la verdadera casta de Tetsuhiro; lo tomó con fuerza y una mueca molesta se formó en su rostro curveando sus cejas causando en su pareja una sincera y dulce sonrisa, por su parte el pelilargo desató el molesto cuero de aquel collar para retirarlo y arrojarlo por algún lugar en la habitación, acarició a su querido alfa y tocó su rostro, al tiempo que Morinaga le iniciaba a retirar la camisa y apresaba su cuello.

Souichi inició a sentir espasmos y una conocida sensación en la que su corazón latía acelerado y aquel vacío en su estómago ganó terreno; agregado a todas esas sensaciones, los pequeños en su vientre, que ya iniciaban a hacerse notar, los sentía haciendo una revolución en su interior y también percibía aquellos besos que lo volvían loco, le hacia estar deseoso de obtener mucho más de aquellos dulces y excitantes tratos.

–Souichi… Puedo asegurarte que yo aguarde, hasta que llegaste tú...–

Aquello lo desarmó por completo; se dejó caer sobre aquel lecho totalmente a merced del alfa; su cuerpo ya estaba desnudo y ansioso, su pecho estaba humedecido por el sudor y por la rapidez de sus respiraciones. Morinaga besaba con devoción y pasión aquella clavícula, embriagándose del delicioso y excitante aroma de su omega el cual gimió:

–Tetsuhiro… ahg–

Las caricias de aquellas poderosas manos en todo su sensible cuerpo le estremecía tanto que temblaba, su cuerpo le exigía, le pedía que su alfa lo poseyera; como pudo resistió aquel deseo de arrebato y se dejo acariciar, besar y devorar por su ojiverde, el cual le observaba con ojos entrecerrados, los cuales en pequeños momentos se cerraban por completo al besar sus labios, los cuales mordisqueaba con total locura y deseo mientras que la tímida lengua del omega intentaba acariciarlos de igual forma; estaban envueltos en una placentera sensación en la que las emociones estaban desbordándose, el sudor inicio a gobernar en sus cuerpos, sus respiraciones se agolpaban y se encontraban en cada roce de ambas bocas.

Souichi había tomado el cuello del alfa con sus brazos, y lo aprisionaba a su cercanía, deseando sentir las caricias de aquella hombría, la cual rozó su bajo vientre y esto causo que se sintiera arder y sin remedio el pelilargo inicio a lubricar su entrada, estaba por demás excitado y entregado, no podia evitarlo al sentir aquel aroma, caricias y besos que lo excitaban.

–Souichi...– Le llamo de manera necesitada mientras lo observaba de manera deseosa y excitada – Todavía no puedo creer que te haya encontrado, te juro desde el fondo de mi ser que te protegeré y cuidaré con mi vida... cuando todo ésto termine estaremos juntos como se debe...–

Souichi se abrazó aún más a su cuello y sin pensarlo inicio a besar su su nuca, dedicando pequeñas mordidas, confesando con poca voz: –Quiero...– Expresó con suave voz grave –Necesito, marcarte… – Tetsuhiro agrandó su mirada mientras escuchaba –No quiero que nadie más... que nadie más… te vea… que nadie te tenga, como yo lo hago...–

–Souichi...–

Sintió la tierna mordida en su cuello y la succión de aquellos labios, este hecho lo excitó más; con total delicadeza recorrió con sus manos los costados de aquel delgado cuerpo de su Omega el cual se aferraba a su cuello y jadeaba mientras lo impregnaba con sus feromonas y hacia que su alfa entrara en él; Tetsuhiro abrió con cuidado sus piernas y acaricio su hombría contra los bajos y aquella entrada que estaba más que lista para recibirle, con profunda calma fue presionando y entrando lentamente causando en Souichi un espasmo que le hizo respirar acelerado, mientras hundía su frente entre la barbilla y el pecho de su alfa, llevó su mano a su abultado abdomen, dedicando una caricia a sus criaturas, mientras se daba un toque rápido en su erecto pene; finalmente colocaba su mano sobre una de sus piernas y luego la posaba sobre la espalda de su alfa el cual al penetrar causó en Souichi el orgasmo; estaba sensible y todo sus músculos se tensaron sintiendo como su miembro eyaculaba y remojaba su abultado vientre en tanto a Tetsuhiro este susurraba:

–So...Souichi… Te amo–

A pesar de los espasmos en aquel esfínter inicio a penetrarle más, de manera rítmica y llena de amor; Souichi abria sus piernas y acariciaba la espalda de su alfa, mientras este jadeaba en su oído una y otra vez llamando su nombre. El pelilargo no podía con lo que sentia, todo y todos desaparecieron en ese momento solo eran ellos, sobre esa cama, reclamando y practicando su amor, uniéndose, quemándose en aquella pasión, que por un momento los volvió libres.

La pose cambio, Souichi fue puesto de costado, mientras su alfa lo penetraba con profundidad y le daba placer a manos llenas mientras besaba su hombro, además de morder en ocasiones el lóbulo de su oreja tornando la faena mucho más excitante.

Una vez más, buscaron otra posición; Souichi recostó a su alfa a la cama y lo montó viéndolo de frente, aquellos cabellos platinados se había pegado a su espalda gracias al sudor. Tetsuhiro acariciaba el pecho de su Omega, subía y bajaba, acariciando sus pectorales y llegando hasta aquel abultado y hermoso vientre en donde yacian sus hijos. Souichi movía sus caderas, sintiendo como aquel miembro se introducía una y otra vez en su interior, sus cejas estaban curvadas en placer y no podía, por mas que quisiera, tranquilizar su respiración y aquel insano deseo de ser llenado por aquel grueso miembro, le hizo jadear y gemir como nunca, mientras sentía como aquellas manos jugueteaban, acariciando su cuerpo hasta posarse en los costados de sus caderas y apretar con fuerza estas causando que Tetsuhiro elevara su torso y le penetrara más profundo y sin aviso.

–Ah, ahhh, Tetsu… hiro ahhh–

Luego de aquella embestida, el platinado se dio cuenta que su querido alfa estaba por llegar al final y este susurro:

–Souichi… ahh...–

Con calma cayó de nuevo en la cama, de costado, dándole la espalda a su alfa el cual gustoso le penetro; tomo una de sus piernas y la abrió para tener libertad y entrar a aquel lugar que exigía ser penetrado, le embestía una y otra vez, el ojimiel cerró sus ojos con fuerza y abrió su boca exhalando bocanadas de aire mientras jadeaba y gemia, inició a sentir como su pareja se hacia mas grande en cada embestida y el apretaba las sabanas con sus manos, mientras sentía como la boca de su alfa buscaba su cuello y ayudado por su mano libre apartaba su cabello, besaba con brusquedad queriendo morderlo para reafirmar su lazo; finalmente el clímax llegó y Tetsuhiro no pudo evitar el morderlo, dejando a Souichi sin aliento; mientras se descargaba en su interior y lo envolvió en su orgasmo y feromonas las cuales lo reclamaban como suyo.

–Ah… ah–

El pelilargo respiraba agitado y con los ojos cerrados, sintiendo como Tetsuhiro liberaba sus dientes de su cuello, lentamente recuperaba el aliento, dejandose caer con suavidad, completamente exhausto, entre las almohadas dejándose llevar por el cansancio.

Tetsuhiro respiraba tranquilo, sentía el calor de su Omega, su suave respiración y su descansar tranquilo; le abrazaba por detrás y lo olía mientras trataba de tranquilizar su agitado cuerpo; no podía creer lo feliz que se encontraba, parecía un sueño, uno que hace mucho tiempo quería alcanzar; estaban hechos el uno para el otro, encajaban bien y todo debía de salir bien. Su mano se movía, tocando aquella piel desde su pecho hasta sus hombros, bajando por los costados de su cuerpo a la cintura y finalizar en aquel hermoso vientre en el que la vida crecía lenta y constante.

Tal parecía que dormírian en un lecho de rosas; sin embargo Morinaga tuvo que liberarse del interior de su querido omega; debía entregar lo que con mucho trabajo consiguieron de las oficinas del gobierno. Con tranquilidad, aguardó a que su nudo bajara para no lastimar a su pareja; pasado un tiempo se movió, sentándose en la cama y brindándole un beso tierno en el hombro se despidió momentáneamente.

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En el lobby del aquel hotel, Isogai se presentaba; parecia agitado y no era para menos, pues no sabía que sucederia si los descubrieran, el pelicorto se la pensó al ver a la recepcionista en el mostrador, se preguntó a sí mismo si seria buena idea ir directamente a pedir lo que Morinaga había dejado para él; pero algo le dijo que lo mejor era aguardar un poco, pues había mucha gente todavía y aunque ellos no supieran qué era lo que traficaban prefirió ser paciente.

Decidido ésto se movilizó, para sentarse en las sillas que estaban en el lado izquierdo de aquella enorme recepción, ahí junto a la ventana en un lugar en donde no había nadie cerca aguardó, acomodaba sus gafas oscuras y nervioso tomaba su móvil para revisar la hora, pensó que lo mejor era llamar a Morinaga, sin embargo cuando estuvo a punto de hacerlo éste se sentó a su lado y le observó de manera serena y despreocupada:

–Hola–

–¿Tetsuhiro?–

Expuso bastante agitado casi saltando de su asiento, esta situación lo tenía nervioso y estresado al alfa de cabellos platas el cual analizó mejor a su amigo y notó el rubor en sus mejillas e incluso algo rojo que comenzaba en su cuello.

–¿Pero qué demonios es eso?–

Tetsuhiro soltó una tierna sonrisa y expreso con tranquilidad y coqueteo: –Es una marca–

–Si eso veo… por Dios, no me digas que ese miserable del gobierno te mordio– Isogai se asustó y grito –!Morinaga acaso ese tipo!... ¿MORINAGA TETSUHIRO, QUÉ FUE LO QUE HICISTE PARA OBTENER ESTA INFORMACIÓN?–

–Shhh… baja la voz, no es eso, no fue eso… escuchame, esta marca me la hizo Souichi–

Isogai arrugó sus cejas y cuestionó –¿Qué? ¿Por qué?–

Tetsuhiro torno sus ojos enamorados y respondió: – Él es muy celoso, pensó que marcarme de esta forma alejaría a todos esos alfas que pretenden cortejarme... ¿Acaso no es lindo?–

– Tú y él están locos, pero eso no es mi problema...– Expuso observándolo de manera suspicaz : –¿Lo tienes?–

Morinaga asintió, sometió su mano en su bolsillo y lo pasó con disimulo a las manos del platinado pelicorto, el cual lo guardó y susurró: –Hubiera sido un problema si lo dejas en recepción, me alegra haber esperado a que llegaras–

–Lo sé, bien… esta noche partiremos Souichi y yo a Fukuoka, por favor hazme saber de cualquier hallazgo que hagas acerca de su pasado–

–Te lo prometo, por seguridad cambiaremos el lugar de operación, iremos a casa de Tatsumi-san–

–Entendido–

–Bueno… debo irme, te mantendré informado– Expuso poniéndose en pie y estrechando su mano, ambos se miraron a los ojos y por un momento algo paso por sus mentes, un mal presentimiento que les erizó la piel, Isogai no quiso decir nada así que decidió colocarse las gafas y partir mientras que Tetsuhiro solo se dedicó a observar como se alejaba, con calma el respiró hondo y observó a la ventana, admiraba su reflejo y pensaba:

–"Algo no esta bien… espero que no nos hayamos metido en problemas"–

Suspiro hondo y partió de nuevo a la habitación que le correspondía, por derecho; en cuanto el pelinegro dejó el lobby y se introdujo en el elevador, un hombre que se mantenía leyendo un periódico, dejó de fingir y bajó el papel para contactar con su móvil a su jefe.

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La noche callo en Fukuoka y con está la maldad se movía por entre los pasillos de aquel hogar, en el cual Tomoko se escabullía por entre las sombras; ella tenía que averiguar que estaba sucediendo, se preguntaba demasiadas cosas: ¿por qué sí Souichi no estaba, se podia sentir un aroma dulce y bastante misterioso proveniente de las habitaciones? rápidamente, y sin hacerle caso a Raven, se introdujo a las habitaciones principales en donde sabía estaba Kunihiro y la señora Anna; ella se apresuro en llegar a la habitación de su amo y susurrar:

-Lo que sea que esta pasando lo voy a descubrir ahora mismo...– Sentenció frunciendo el ceño.

Dentro de la habitación del castaño, Masaki velaba su sueño pues su querido omega estaba durmiendo con calma y tranquilidad, esto causó que Junya iniciara un monólogo, mientras acariciaba sus cabellos y expuso: –No puedo creer por cuanto tiempo ocultaste lo que eres, sin duda alguna Tetsuhiro y tu son muy fuertes… han sufrido mucho–

Tomoko habia alcanzado a escuchar lo suficiente, ubicándose estratégicamente entre la puerta y el pasillo.

–Kunihiro… cuando estén fuera de peligro, te prometo que saldremos de este país y te llevare a un lugar neutral, no permitiré que nadie te haga daño y menos a nuestro pequeño que crece en ti… te amo Kunihiro–

–¿QUE…?–

Susurraba apenas la omega, mientras sentía como el calor protector de Masaki y sus feromonas se hacían presentes e inundaban todo el lugar, causando que Kunihiro despertara y susurrara angustiado:

–Ma… Masaki no hagas eso, las omegas pueden sentir tus feromonas y van a sospechar– Tomoko estaba impactada, una mueca de pánico se formó en su rostro; enseguida ella apretó sus puños con fuerza, estaba a punto de irrumpir en la recamara, sin embargo se mordió la lengua y escuchó:

–Ya estoy harto de esta farsa... Kunihiro si por mi fuera te llevara conmigo ahora mismo, pero dado a que tuviste una amenaza de aborto no podemos...–

–Ya vendrá el momento, por ahora deja de hacer eso, no sigas...– Tomó con una débil mano su cuello y con pocas fuerzas le acercó para besar sus labios y ambos juntar sus frentes, mientras sentían como el ambiente se liberaba de aquellas feromonas.

Tomoko se aparto de la puerta al hacer esto, un sonido de chirrido se escuchó, tanto Masaki como Kunihiro se alertaron, el rubio se levantó de la cama y fue a la puerta la encontró abierta y salió a ver al pasillo, pero no había nadie, regreso a la cama y se sentó al lado de su castaño exponiendo: –No hay nadie–

–Esto no me agrada Masaki–

–Ni a mi tampoco… escucha sé que prometi que esperaríamos a tu padre para exponer nuestro plan, pero creo que es mejor que comencemos todo de inmediato–

–De acuerdo… ¿Qué necesitas de mi?–

–Necesito que me digas en donde estan los documentos de las acciones de la empresa y yo ahora mismo iré a buscarlos e iniciare todo con mi abogado–

–De acuerdo, en la mesa hay una llave, es la de mi oficina, lleva mi carnet … explícale al personal de seguridad que yo te envié, por orden de mi padre y recoge esos documentos...–

–Entendido– Masaki tomó sus manos y las beso con calma mientras exponía con suavidad –Tetsuhiro llamó hace una hora, dice que estarán aquí en la noche, yo regresare en la mañana, por favor si surge algo llamame–

–No te preocupes, estaremos aqui esperandote–

El rubio asintió y beso con enormes deseos aquellos labios, Kunihiro tomó una de sus mejillas y respondió a aquel beso mientras juntaba su frente a la de el ojiazul exponía: –Ten cuidado–

–No pasará nada, deja de preocuparte… Recuerda que te amo Kunihiro, por favor cuidate mucho, por ti y por nuestro cachorro– Junya besaba nuevamente aquellos labios y enseguida se acercó a su abdomen y dijo mientras acariciaba aquel pequeño y apenas notorio vientre:

–Por favor se fuerte, debes recuperarte y ayudar a tu madre… te amo y te estamos esperando con enorme felicidad-

El castaño observaba con expresión preocupada al rubio, quien de nuevo le beso y susurró mientras besaba su frente: –No quiero separarme de ti… pero es necesario iniciar a movernos–

–Ve tranquilo– Expuso, en tanto lo hizo Anna entro a la habitación, traía algo para comer para su hijo mientras Masaki pasaba a su lado ella cuestionaba:

–Masaki-san ¿a dónde…?–

El rubio observó a su suegra y expuso: –Por favor cuide de él, regresare al amanecer...–

–De acuerdo–

Finalmente partió, dejando a ambos solos en aquella enorme mansión, en la cual una omega furiosa había corrido hasta la habitación entre el bosque, aquel lugar en donde les llevaron cuando entraron a aquel palacio por primera vez…

Tomoko estaba furiosa, no podia dejar de ver con odio y pánico aquel lugar, mientras recordaba con prontitud su primer dia en aquella cabaña…

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Se encontraba más bella que una flor, había sido escogida de entre varias Omegas de alta clase que estaban destinadas a pertenecer a las grandes familias solo para cumplir un propósito: traer al mundo al primogénito y heredero de las distintas familias de aquella prefectura, para eso había sido educada; esa tarde las criadas le vendaban los ojos mientras exponían:

–Al joven Kunihiro, no le gusta que lo vean, por favor no se retire la venda de los ojos–

–Pero que tontería y como podré...–

–Por favor, solo escuche lo que desea que haga… además esta venda es una tradicion que por generaciones a pasado por la familia, es significado de fidelidad y amor incondicional–

Tomoko aceptó, no le quedaba opción en realidad, y fue vendada mientras ella se encontraba aguardando por la llegada de su señor, el que realizaría su propósito como Omega; aquella venda aunque parecía una tontería de algún modo le llego a excitar tanto que sus manos temblaban y sudaban; escuchó la puerta abrirse, ella no se daba cuenta pero se trataba de ambos hermanos; Kunihiro observaba a la mujer mientras su hermano observaba a Kunihiro con cierta mirada vidriosa, habían discutido antes de ir ahí pues Tetsuhiro fue obligado a encontrarse con la omega a la cual se acerco lentamente, tomó su rostro y escuchó:

–Tomoko–

Tetsuhiro observó a su hermano quien había hablado, mientras Tetsuhiro en silencio inició a acariciar a la Omega la cual tomó aquella mano y con calma desabrochaba la cinta de su elegante traje, con suavidad este cayó deslizándose por sus hombros al piso; Tetsuhiro cerró sus ojos al notar como aquella tomaba su mano y la llevaba a uno de sus pechos.

–Mi señor permítame ser la madre de sus hijos–

Kunihiro observaba a su hermano de manera seria, pero el ojiverde abrió sus ojos y observó a su hermano negando, en cuanto el castaño observó aquello, se acercó silenciosamente a su hermano, al cual apartó de la omega y esta inicio a temblar, mientras cuestionaba:

–Mi señor–

–Dame un momento...– Susurró Kunihiro de forma molesta, sacando a su hermano y cerrando de un portazo la puerta; afuera a una distancia lejana, Kunihiro cuestionaba: –¿Qué es lo que te pasa?–

–No quiero hacerlo...–

–Pero Tetsuhiro–

–Esto es una estupidez, prefiero el exilio a tratar de amar a alguien que no quiero–

–¿Mi señor que quiere que hagamos?– Cuestionaron las criadas gemelas a un castaño decepcionado que dejó partir a su hermano y al cual dijo: –Disculpenme con ella, que vaya a la habitación común… por favor–

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Tomoko respiraba con rapidez y elevaba su mano a su frente murmurando: –Es… es imposible…. ¿nos han visto la cara de idiotas todo este tiempo?–

Un grito furioso se dejó escapar desde el fondo de su pecho mientras golpeaba y tiraba todo a su paso; murmuraba colérica: –Se burlaron de mi... eres un maldito Kunihiro Morinaga... eres una maldita farsa, tu no eres más que un omega mentiroso, eres…. eres escoria, toda tu maldita familia es escoria… miserables, jamás les perdonaré la humillación que me han hecho–

Grito más, mientras se revolvía y jalaba los cabellos, estaba furiosa, pues por mucho tiempo creyó que no era lo suficientemente buena para enamorar a Kunihiro, sin embargo: –Siempre fuiste un maldito perro omega–

Decidida a terminar eso, decidio vengarse.

– Me las pagarán–

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En Nagoya, un joven alfa se encontraba aburrido mientras contaba todos los millones que su familia poseía, una llamada le sacó de su concentración, el joven Hatchi tomaba esta y reclamaba:

–ESPERO QUE SEA ALGO BUENO, YA QUE LO QUE TE HE PEDIDO QUE AVERIGUES NO ME HAS DADO BUENOS RESULTADOS–

–Esto es bueno se lo juro, señor– El jóven esperó un poco y escuchó interesado: –Tengo en la otra línea a una omega de la familia Morinaga...–

– ¿Y eso qué?–

–Ella tiene cierta información que podría interesarle–

–Comunicame con ella–

La mujer omega desahogo todo en esa llamada, Hatchi se incorporó de su asiento, en cuanto escuchó el nombre de Souichi y los Morinaga sus ojos brillaron, se puso en pie y camino con total coqueteo como si se tratara de un buen contrato con el que ganaría millones y no era para menos, por mucho tiempo su familia trato de comprar la empresa contable de los Morinaga y tratar de conquistar la prefectura, controlar y politizar el país era su meta y esa familia les estaba estorbando:

–Interesante...– Expuso mientras agregaba –A los del Ministerio de naturalización les encantará todo esto– Susurró, para sentarse y colocar sus piernas sobre el escritorio y divertirse con el plan que estaba fraguando en el teléfono…

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Mientras eso sucedía, en la zona de edificios de Nagoya...

En la humilde casa del director de los centros HABO, Hana les ofrecía café a todos; Hirakawa ya había descifrado algunos códigos y resuelto algunos problemas, de concordancia con las fechas, ahí estaban todos los datos de cada uno de los omegas que habían sido enviados a los distintos centros; lo principal en ese momento era resolver el pasado de Souichi y lo estaba logrando; fue fácil llegar a la fecha de su nacimiento, el lugar y la hora exacta estaba descargandose además de los progenitores.

Souji se encontraba en su propia busqueda tambien, junto a Isogai buscaban las fechas de sus otros hijos, el momento en que ambos padres sabrían quienes eran sus hijos estaba a punto de llegar; Hana se sentó al lado de su esposo y sin comprender mucho de aquellos códigos en la computadora cuestionó:

–¿Qué está pasando Souji?–

–Ya estamos cerca cariño –

–Aquí está... esta fecha coincide con la fecha de nacimiento de sus hijos– Expuso Isogai tocando la pantalla, señalando la fecha, hora y el código del omega, consiguió mostrar una fotografia, Souji y Hana se pusieron palidos al ver aquello, al igual que Isogai quien dijo sorprendido: – IMPOSIBLE –

–Lo encontré… encontré a los padres de Souichi, Isogai... tal parece el nombre de su padre es...–

–Souji Tatsumi– Se apresuró mientras Mitsugo elevaba su rostro y exponía:

–¿Eso… quiere decir que usted… y la señora Hana son…?–

La mencionada soltó en llanto y abrazándose a su esposo susurró entre lágrimas: –Souji… los tuvimos tan cerca todo este tiempo–

–Lo sabia… te lo dije, Souichi, Tomoe, Kanako…. son nuestros hijos Hana–

Isogai y Kurokawa se juntaron permitiendo que ambos padres acariciaran la pantalla del ordenador, observando las fotografías de sus hijos que a pesar de haberselos arrancado en la dura elección, el destino se encargó de tenerlos cerca, tan cerca que no supieron que eran ellos.

–Isogai...–

–Si–

–Creo que debemos decirles que somos sus alfas–

–Se los diremos después, por ahora deja que disfruten el momento–

Un padre que a sufrido la perdida de sus hijos podía comprender lo mucho que les hacía feliz el conocer el nombre de sus hijos perdidos, es una sensación que solo se puede parecer al nacimiento de un hijo, eso era lo que estaban sintiendo los Tatsumi, en ese momento…

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Pero mientras unos disfrutaban, otros estaban apunto de sentir el dolor de la separación…

En el hotel de Nagoya…

Una comitiva de policías se esparció por todo el lugar, llegaban al hotel y se sometieron a los pasillos del piso 14 en donde se encontraban Tetsuhiro y Souichi; ambos se estaban alistando para partir a Fukuoka, cuando irrumpieron en la habitación y enseguida golpearon a Tetsuhiro, el pelilargo enseguida gritó:

–!Morinaga!–

Un arma apuntaba al rostro del joven pelilargo mientras le decían: –Silencio, no se mueva– Notaba como esposaban a Tetsuhiro inconsciente y lo llevaban por el pasillo, mientras a él también lo esposaron y lo empujaban para caminar…

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En Fukuoka…

La noche se habia ido rápido, Anna se encontraba dormida en una silla al lado de la cama de su hijo, el cual estaba dormido, los primeros sonidos de los pájaros la despertaron además del sol que se colaba por las cortinas, la señora Morinaga, se rasco los ojos y con calma, se acercó a su hijo, verificó que no tuviera fiebre, emitió una pequeña sonrisa al verificar que estaba bien y susurró:

–Kunihiro… despierta, Hijo–

–Madre… disculpa, me quedé dormido–

–Descuida, iré a prepararte algo de comer y le dire a las chicas que esten listas para cuando Masaki regrese–

–Si madre muchas gracias–

–Antes de irme necesitas algo–

–Por favor ayudame a llegar al baño–

–Si– Estaban en eso cuando escucharon gritos, Kunihiro se asustó, mientras que Anna exponía:

–¿Qué es eso?–

Al lugar llegó apresuradamente una de las gemelas, la cual angustiada expuso: –Mi señora...–

–¿Qué sucede?–

–Es la policía, están buscando al señor Kunihiro y al señor Noburo–

El castaño observó a su madre de manera angustiada: –Yo me encargó – Dijo ella, no obstante en cuanto ella se dirigía apenas a la puerta, aquel grupo entraba tirandolo todo y gritando.

–Kunihiro Morinaga, quedás bajo custodia del gobierno–

–¿Qué?... ¿pero por qué? – Gritaba Anna mientras se interponia entre los agentes y su hijo, al lugar entró un sujeto con traje y expuso de manera seria y llena de molestia:

–Ese omega será enviado a juicio web donde se dictará su sentencia en exilio por romper las reglas, nadie engaña al sistema y sale bien librado, su mentira se terminó... Kunihiro Morinaga de seguro quedaras sentenciado a vivir en el exilio… Y usted señora Anna Morinaga, queda arrestada... todos los bienes y la empresa de su familia quedan confiscadas por orden del gobierno de la prefectura de Fukuoka–

No sabía que decir, ninguno de los dos supieron que decir, más que solo callar y enfrentar los cargos, a los que fueron expuestos, Kunihiro fue esposado mientras su madre exponía: –No por favor... tengan piedad él está delicado–

–No vamos a tener piedad con un Omega mentiroso que engañó a todo el sistema por más de 25 años–

–¡NO!–

El alboroto sacó a todos de la casa de aquella familia; Raven apreciaba la escena y se preguntaba qué habia ocurrido, para que todo resultara así, rápidamente notó a las gemelas llorar enseguida cuestionó: –¿Qué esta pasando?–

–No le digas–

–Por todos los demonios, no es momento de esconder las cosas… anda dime ¿qué pasa?.

–El señor Kunihiro, la familia está en problemas... el no es una alfa–

–Eh, ¿qué quieres decir?–

–El siempre fue un Omega, el alfa es el señor Tetsuhiro… y ahora se lo están llevando, lo peor es que esta delicado, perderá a su hijo– Soltó a llorar la chica mientras su hermana la consolaba. Raven apretó sus puños enseguida pensó:

–¿Pero qué has hecho Tomoko?–

Salió de la fila y paso de largo a los policías los cuales le amenazaron con volver a la fila ya que por ser nada más una trabajadora en el lugar no tendría cargos sin embargo ella cuestiono: –¿Y que cargó me darán si golpeo al infeliz que lidera este desastre?–

–Te enviarían a exilio omega, vete de aquí–

–Entonces iré con él– Golpeó con fuerzas al hombre de trajes y le escupió, ante la mirada sorprendida del castaño quien no entendía su actuar, la esposaron y la colocaron al lado de Kunihiro gritándole:

–Tu, maldita omega, también serás enviada a exilio– Gritaba con fuerzas aquel hombre con la cara hinchada y sangrada por el fuerte golpe; Kunihiro aprovechó la distracción de los agentes y susurro:

–¿Qué haces?–

–Ir con usted… señor Kunihiro no resistira ni un día en Exilio, yo podría ayudarles a sobrevivir ahí hasta que salgamos de esto–

–Por favor Raven, cuidalo–

–Se lo prometo Señora Anna–

Ambos, hijo y madre fueron separados, Kunihiro trató de resistir el alboroto, pero al ver que lo subían a una camioneta en la cual cerraron las puertas de su libertad no pudo evitar el sentirse mal y sentirse asustado e incompleto; la situación se había vuelto un caos.

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Masaki llegaba a la mansión Morinaga, sin embargo se encontraba custodiada por la policía, eso le extraño; intentó marcar a Kunihiro pero no le respondió.

–Kunihiro, ¿qué pasó?–

En cuanto a Tetsuhiro, el resultado era él mismo, nadie respondió a sus llamadas y esto empezó a preocuparlo; desesperado, el rubio no supo a quién más llamar:

–¿Noburo-san? Algo raro está sucediendo...–

El ojiazul informó de la rara situación, el señor Noburo complicó más la situación, al decirle que no podía salir del país en el que se encontraba, pues sus cuentas habían sido congeladas, todo eso le dio un mal presentimiento y enseguida dijo:

–No, señor Noburo no venga a Japón–

–Pero...–

–Vaya a una tienda de conveniencia y llameme cuando este ahí, le enviaré dinero para que vaya a Suecia, lo necesito a salvo mientras yo investigo que esta pasando–

–Masaki, escucha...– Expuso el Morinaga en la línea –Creo que descubrieron todo… sí es así, es posible que Kunihiro haya sido enviado a exilio–

–Por favor no diga eso...– Expuso afligido, mientras cortaba la llamada y trataba de encontrar a Tetsuhiro en la linea pero no había respuesta.

Todas las interrogantes que el rubio tenía serían resueltas por una de las gemelas, la cual lo reconoció en la calle y lo llevó a su casa, ahí le explicaría lo que había sucedido…

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Nagoya…

La oscuridad era inmensa, Tetsuhiro y Souichi se encontraban sentados en una silla amarrados de pies y manos, el pelinegro estaba aún desmayado, cuando poco a poco fue recuperando el sentido; Souichi se alegro, enseguida le llamó al escuchar el chasquido de su lengua y quejarse de dolor en su cabeza:

–Tetsuhiro–

–¿Qué está pasando Souichi?–

–Ni idea, nos metieron en esta habitación, ¿cómo estás tú?–

–Me duele la cabeza por el golpe, pero estoy bien– Recordó el estado gestante de su Omega y enseguida preguntó: –¿Cómo estás tú?–

–Estamos bien, parece que estos bodoques son fuertes...– Expuso con calma, mientras escucharon como una puerta se abría y con ella las luces se encendían; enseguida Hiroto entró, elegante y con una sonrisa de por más decir complacida, se acerco a ambos y dijo:

–Buenos dias–

–Eres ese tipo raro–

–Y tú eres el chico del violín, y su omega, o debo decir su Alfa–

–¿De qué está hablando?– Susurro Morinaga.

–No puedes intentar engañarme más querido, se que eres un alfa y no un omega, la noticia se ha esparcido por toda la ciudad; tu fotografía está en todos lados y la de tu familia también...– Tetsuhiro observaba con pánico al castaño quién expuso: –Tu eres el único que no a ido a parar a la cárcel o a Exilio, pues primero debo saber, ¿para que robaste mi base de datos del centro de naturalización?–

–No te diremos nada...– Expuso Souichi furioso.

–Cariño, no estoy hablando contigo... estoy hablando con tu Alfa... –

–Y yo te estoy diciendo a ti que no hablaremos ni diremos nada a un asqueroso y raro sujeto como tú –

–Bien… tienes agallas Omega–

–Suéltame y sabrás cuantas agallas poseo–

–Tranquilo, yo no pienso pelear ni corregir a un omega embarazado… ahora escúchame bien, te quedarás callado y sumiso como todos los tuyos–

–Pobre idiota...–

–Souichi...–

–Nunca te has encontrado con un omega como yo... puedo partirte la cara cuando quiera solo sueltame–

–Tan salvaje...– Expuso el castaño de ojos grises –Sabes por esa razón los separamos de sus familias, para romper esa tonteria de que ellos pueden ser mejores que los alfas... son omegas como tú los que han causado que este sistema se haya iniciado… ningún omega tiene derecho a sobresalir... nadie, entiendes–

–No, solo entiendo que el ego de algunos alfas es más grande que el maldito mundo en si–

–Así es... y es por esa razón que debemos tenerlos a raya a ti y a los tuyos... romper sus vínculos y no dejarlos hacerse fuertes, por qué aquí los únicos que tenemos derecho de pisotearlos e imponer respeto somos los alfas, somos líderes... somos lo que hace al mundo moverse–

–Basura, ustedes no son nada sin nosotros… se debe a los omegas que los alfas existan–

–Souichi por favor–

–Desafortunadamente así es, pero jamás en la historia habrá un omega que gobierne o que siquiera pueda cambiar nuestra forma de actuar y de educar los omegas, solo estan para servir y adornar nuestras camas, no pueden opinar, no pueden ni pesar–

–Eso no es verdad–

–Claro que si… y el que lo intente hacer recibira su castigo– Expuso Hiroto mientras se movilizaba hasta una pantalla de televisión –Y para muestra un botón... reconoces a ese omega que quiso jugar a ser un alfa–

Ambos observaron el monitor y enseguida, gritaron: –KUNIHIRO–

–Así es, debes mantener a raya a los revoltosos o el equilibrio se romperá, pronto tendríamos omegas presidentes o gobernadores y eso seria una ofensa para nuestro ego–

Ambos se silenciaron, al notar las imagenes de como era llevado a aquel lugar del cual todos temen, rápidamente Hiroto apago el televisor y ahora se sentaba al medio de ambos y susurraba con terrible sonrisa macabra:

–Ahora diganme, para que buscaban mi documentación... ¿y en donde demonios esta la copia que hicieron?–

Ambos se observaban mutuamente, confundidos y sin saber cómo proceder; sin embargo, Morinaga entendió que Isogai al parecer había logrado evitar ser descubierto, eso era un alivio, pero ahora la familia había sido separada, Kunihiro y su cachorro estaban en riesgo y ellos sin posibilidad de salir de ahí.

¿Cómo lograrán salir de esto?

MI bebé Kunihiro!

MI niño hermoso, y mis lindos tortolitas Souichi y Morinaga! Buahhh espero actualizar pronto y espero que les haya gustado n.n

Nos vemos en los comentarios se les quiere muchisimo!