Antes que nada debes saber qué; No poseo el anime/manga Ranma ½, que es propiedad de Rumiko Takahashi, si puedo reclamar algo, es la trama de esta historia.

Antes que nada gracias a todas las personitas por sus comentarios, alertas y favoritos, perdón si hay alguna inconsistencia, pero ya tiene tiempo que vi Ranma ½ , bueno espero disfruten el capítulo, y, nos leemos más abajo.

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Capítulo I

La lluvia había caído de un momento a otro en la ciudad de Tokio, dejando las calles de la ciudad completamente vacías, pues todo el mundo se había retirado a sus hogares en busca de refugio, para su mala suerte, él se encontraba entrenando en un parque cercano, y al caer la lluvia lo dejó completamente empapado, para su suerte, utilizaba el jabón preservador, por lo cual no hubo cambio de género, pero llegó al complejo de departamentos completamente empapado.

Una vez que Ranma entró en el edificio, se dirigió a su buzón de correo, dejando huellas de agua tras de sí, abrió el pequeño cajón en el cual se encontraba un paquete de cartas apilado, lo tomó, y cerró el buzón; esta vez se dirigió al ascensor- dejando tras de sí un pequeño charco de agua - donde presiono el botón del tercer piso donde se encontraba su apartamento.

Ingreso a su hogar, cerrando con llave la puerta de entrada y se dirigió a su habitación, dejando el paquete de cartas en la mesa ratona de su sala, tomo una ducha y se cambió, poniéndose un sencillo pantalón y una playera blanca, y, secándose el cabello con una toalla volvió a su sala, el sonido de la lluvia contra la ventana era lo único que invadía la estancia.

Suspiro pesadamente, dejando sobre sus hombros la toalla, se sentó en el sillón de la habitación y tomó el paquete de cartas de la mesa, las revisó una a una, sin encontrar nada importante, hasta el último sobre, en el cual solo se encontraba su nombre, escrito en una elegante caligrafía; extrañado abrió la carta y leyó su contenido.

Una vez que acabo de leerla, se recostó en el sillón y volvió a suspirar profundamente, aquel papel que aún tenía en su mano abrió viejas heridas, parecía que todavía no podía liberarse de su pasado, apretó las manos, y dejó caer el arrugado papel en el piso, se paró y se dirigió de nuevo a su habitación, tenía que arreglar las cosas en el trabajo y preparar sus maletas, quisiera o no, tenía que volver a Nerima.

Y enfrentar todo aquello que había dejado atrás.

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Desde el exterior, la casa de los Tendo se veía igual que siempre, el muro que rodeaba la propiedad, aún seguía conservando el blanco de la pintura y no mostraba ninguna grieta - tal vez debido a las constantes reparaciones que tenía - sin embargo; del otro lado era una historia completamente diferente, el pasto se encontraba quemado y grandes hoyos se esparcían por toda la propiedad. Se lograban ver espacios vacíos en el techo, donde algunas tejas habían dejado de existir, las ventanas de la parte de abajo se encontraban tapadas con viejas tablas de madera, en un inútil intento de sellarlas, el dojo como la casa se mantenían apenas en pie, aun conservando un poco el brillo, por el esfuerzo de Kasumi por conservarlo.

Nabiki estaba agobiada por todos los gastos que había en la casa, las constantes reparaciones consumían en gran medida el dinero que lograba juntar, debía admitir, que después de que Ranma se fuera, todo había ido cuesta abajo, aunque con los años poco a poco iba mejorando, aun no era suficiente, y eso se veía en lo deteriorado de la casa.

Cuando las demás prometidas se habían enterado de la desaparición de Ranma, se habían plantado en la propiedad, exigiendo saber su paradero, peleando continuamente entre ellas, y, sin nadie que las detuviera, dañaron gravemente a la casa Tendo, pero todo empeoro cuando Ryoga y los Kuno se unieron a la refriega.

Aunque Ryoga había sido uno de los responsables de que el Saotome menor se fuera; su padre como el tío Genma acordaron hacer al chico perdido oficialmente el prometido de Akane - un intento de reparar el honor dañado - y Genma se comprometió a entrenar a Ryoga en el estilo de los Saotome, en reemplazo de su hijo.

Ryoga era un buen artista marcial, uno de los mejores que se encontraba en Nerima, pero simplemente no estaba al nivel de Ranma; mientras que Ryoga tenía la resistencia y la fuerza bruta, carecía de la agilidad y la astucia de Ranma, así como del autocontrol necesario para ejecutar las técnicas más avanzadas del estilo Saotome, y se perdía gran parte del entrenamiento por sus constantes desapariciones.

Pero, a pesar de todo, el compromiso seguía en pie, Ranma seguía desaparecido, y los Tendo tenían que vivir con ello.

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El inconfundible sonido de los ladrillos siendo destruidos inundaba el dojo, Akane seguía con su rutina diaria, una forma de liberar la ira y frustración acumuladas, después de que Ranma se marchara - huyera era lo que siempre se decía en su mente - aunque bien sabía que era completamente su culpa, algo que aún negaba frente a los demás, pero que había aceptado en su interior desde hace tiempo.

Después de descubrir aquella carta, su padre y el señor Genma acordaron pasar su compromiso con Ryoga, por supuesto, todo como un intento de recuperar el honor que había dañado, pensó que sería mejor, después de todo Ryoga siempre estuvo enamorada de ella, era atento y cariñoso, aunque tímido, todo lo que Ranma era orgulloso para demostrar, aunque en más de una ocasión la puso primero a ella antes que cualquier cosa.

Pero muy en su interior - cuando engañó a Ranma esa primera vez -sabía que no amaba a Ryoga, y que este solo fue el suplente de Ranma, y, aunque tenía cierto cariño por Hibiki, no era el suficiente, ni lo que ella quería.

Dio por terminado su entrenamiento, secando el sudor de su frente con la toalla que tenía en sus hombros, y tomando un sorbo de agua de una botella, se encaminó en dirección a la casa, se daría un baño e intentaría encontrar a Ryoga, aunque con su suerte, lo más seguro es que no viera a su prometido por lo menos en algunas semanas.

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Genma y Soun seguía en su partida de shogi, el aire matutino era suave y refrescante, apenas el alba se había levantado, ambos decidieron jugar una partida, desde donde estaban, percibían el aroma del desayuno que era preparado por Kasumi.

Ambos hombre se encontraban cansados, ya no eran jóvenes como antes, y aunque como artistas marciales debían estar rebosantes de salud, lo cierto es que desde hace mucho ambos no practicaban el arte como se debía, delegando sus responsabilidades a sus respectivos herederos; aunque Genma tuvo que entrenar de nueva cuenta al suyo cuando Ranma se marchó del hogar de los Tendo.

Y pensando en su hijo, Genma resopló, el muchacho se había ido, arruinando los planes de la unión de las escuelas, y, aunque bien sabía, la culpa recaía en todos, especialmente en su ex- prometida y Ryoga, fue un gran inconveniente el que partiera, hacía años que no sabía de su hijo, y, en su desesperación, acordó con Tendo entrenaría al chico perdido para que se unieran las escuelas.

Aunque esa unión debió darse ya hace algunos años, lo cierto es que la relación Ryoga y Akane no florecía, y solo seguían como prometidos.

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Kasumi suspiro, revolviendo el contenido de la olla que se cocía lentamente en la estufa, veía el paisaje desde la ventana de la cocina , distrayéndose de su tarea al ver a algunos pajarillos, siendo una labor de muchos años, siguió el proceso mecánicamente, mientras su atención se concentraba a otras cosas; desde donde estaba, veía como su padre y el señor Genma jugaban una partida de shogi, vio como Akane salía del dojo, y se iba en dirección al baño, Ryoga como siempre brillaba por su ausencia y Nabiki aún seguía en su habitación; suspiro nuevamente, pues su hogar había decaído desde la partida de cierto artista marcial, y, aunque ella se mantenía en contacto con él - algo que solo cierto doctor sabía - no era lo mismo.

El sonido de alguien golpeando la puerta de entrada la sacó de sus pensamientos, bajo la flama de la estufa y se dirigió a la entrada.

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La mujer que se encontraba afuera era muy elegante, ataviada de un hermoso kimono color blanco y lila, que mostraban el paisaje de unas montañas en la parte baja, calzando un par de Geta, con un sencillo peinado que recogía su cabello, dejando descubierto su hermoso rostro, mientras que en sus manos, tenía un paquete alargado, envuelto en una tela de seda de un color verde oscuro.

Acomodó el paquete que llevaba en sus manos, y tocó suavemente la puerta de la casa, justo al lado de un letrero que decía Dojo Tendo, espero pacientemente a que alguien respondiera. Ni un minuto después, salió una joven de cabellera castaña y dulce sonrisa.

Buenos días, ¿Que se le ofrece?- preguntó la joven sonriente. La mujer le devolvió el gesto, y acomodo una vez más el contenido en sus manos, inclinó levemente su cuerpo y con voz amable se presentó.

Mi nombre es Nodoka… y busco a Genma Saotome.

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Al igual que Genma, Soun vio por el rabillo del ojo cuando Kasumi salió de la cocina, más no presto mucha atención, pues se encontraba absorto en la partida de shogi que jugaba, miraba cuidadosamente el tablero, en busca de su próximo movimiento; por lo cual no pudo notar cuando su buen amigo Genma se congelaba en su lugar y palidecía considerablemente, observando un punto fijo tras su espalda, y empezando a sudar copiosamente, como si hubiera estado entrenando con el chico Hibiki. A punto de hacer su jugada, apenas y escucho el susurro del otro hombre, extrañado, se giró para ver tras de sí, dándose cuenta por fin, que era o mejor dicho quién era la persona que veía el otro hombre, a lado de Kasumi, una mujer de cabello púrpura le sonreía alegremente a Genma.

Un golpe seco lo sacó de su ensoñación, la forma inconsciente de su amigo descansaba en el piso de madera.

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En la sala de los Tendo, la tensión era asfixiante, Soun y Genma se encontraban en el centro de la mesa, rodeados de Kasumi, Nabiki y Akane, que se habían unido poco después de escuchar el alboroto, y frente a todos ellos; Nodoka se encontraba bebiendo tranquilamente un poco de té.

La primera en hablar fue Nabiki, rompiendo el silencio que reinaba en el lugar, deseosa de saber que estaba ocurriendo y quién era aquella mujer.

Mucho gusto.- comenzó a decir la mediana de las Tendo.- Mi nombre es Nabiki, ¿Que la trae a nuestro hogar? - preguntó, yendo directamente al punto.

Nodoka bajo tranquilamente su té, y se limpió con una servilleta, sonriendo, contestó la pregunta.- Perdonen mi intromisión, mi nombre es Nodoka, y soy la esposa de Genma Saotome, y con esa declaración todos quedaron con la boca abierta.

Nodoka volvió a sonreír, divertida por la reacción de los demás, más enfocó su atención en su esposo, y perdiendo todo rastro de la sonrisa anterior, con voz calmada se dirigió a Genma, preguntando una sola cosa; de forma lenta y haciendo sentir a los demás.

¿Dónde está Ranma?

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Ok, gracias por leer el capítulo, la verdad espero poder subir cada semana, porque, bueno aquí la despista de su autora, se hizo sola la maldad, y, tiene que corregir varias cosas pero bueno. Respondiendo a los comentarios:

Nancyricoleon: Espero que este cap. igual atrape tú atención, y no enredarte con la trama: 3

Jorge Eleria: Igual que Nancy, espero el cap. te guste: 3

Ibetzia: Vaya! Leíste ese primer one- shot que hice hace tanto tiempo, espero no te haya enredado, porque la verdad en ese entonces no tenía mucha idea de lo que hacía XD, pero espero este igual te guste.

Iselaglezcam: Si al parecer Irme Lejos dejo esa duda, pero bueno, acá ya se vislumbró un poco de lo que paso, en los capítulos que vienen veremos un poco desde la perspectiva de Akane, y bueno, quiero hacer un poco más maduros a los personajes.

Gracias por sus comentarios, y como dije a Iselaglezcam, intentare hacer más maduros a los personajes, después de todo ya han pasado 5 años, como ven, muchos personajes serán OOC, pero intentare mantener su esencia.

No olviden comentar y avísenme si encuentran alguna falta de ortografía o redacción, la verdad hacerlo todo uno mismo no da tanta perspectiva, pero bueno… se hace lo que se puede XD.

Sin más nos leemos la próxima semana, que tengan un buen inicio de semana.

Se despide Wolf.

26/11/18