No poseo el anime/manga Ranma , que es propiedad de Rumiko Takahashi, si puedo reclamar algo, es la trama de esta historia.
Saludos, adivinen quien se enfermó y tuvo un lindo bloqueo: D y por eso no termino el capítulo, peeeeero, de alguna manera hoy logré acabarlo, así que ¡hurra!
Y como siempre, agradezco sus favoritos, alertas, seguidores y comentarios, nos leemos más abajo.
Disfruten el capitulo
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Capítulo III
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La vida de Akane Tendo había dado un giro de 180 desde hace más de 5 años, desde la llegada de Ranma, entraron a su vida infinidad de posibilidades y extrañezas - más de las que ya había en ella- maldiciones, hechizos, artistas marciales increíblemente hábiles, que hacían cosas que creyó eran imposibles de lograr.
El compromiso fue solo el inicio de la locura en la que se volvió su vida - empezando por la propia maldición de su prometido- pero al mismo tiempo, fue como un baldazo de agua fría que la despertó en una dura realidad.
Antes de Ranma, ella se consideraba la mejor artista marcial del distrito de Nerima, una de las más fuertes y hábiles, siendo su mayor oponente Kuno Tatewaki, así que fue un gran golpe a su ego conocer a la gran infinidad de peleadores más experimentados, racionalmente sabia que podían haber mejores artistas marciales, pero aun así… dolía.
Ranma no solo la superaba en el arte con creces, si no que también le demostró que no la tomaban en serio, la forma en que Kuno se enfrentó con él, era muy diferente a como comúnmente lo hacía con ella, y le quedó muy claro; después de aquella primera pelea entre ambos.
La llegada de las demás prometidas solo empeoro la situación, puede que en ese entonces no amara o sitiera aprecio alguno por el chico, pero pequeños sentimientos empezaban a nacer en su corazón, así que… se sintió amenazada, las otras chicas eran todo lo que ella quería ser o lograr. Cada una de ellas hermosas a su manera, envidiablemente hábiles en el arte que practicaban, buenas cocineras, y, cada una tenían un lazo o una historia que las conectaba con Ranma, aun si esta fuera completamente absurda. No debía sentirse así, por oye, ella era la verdadera prometida, quien tenía la aprobación de los padres, la que esperaban que en verdad contrajera nupcias con el chico.
Con el paso del tiempo, aquellos sentimientos se transformaron en un profundo amor, Ranma le había demostrado con acciones, mas no con palabras el que correspondía sus sentimientos - porque era tan difícil que le dijera dos simples palabras- la amenaza que sentía con las demás solo creció en su pecho, así como unos increíbles celos ante cualquier mujer que se acercara a Ranma - y eso incluía a sus hermanas - las otras prometidas, la hacían sentir insegura, ante su ya de por si relación inestable con el azabache.
Aunque Ranma le demostró que la amaba, en cada acción, cada vez que la rescataba siempre eligiendo a ella sobre las otras chicas, no era suficiente, tenía aquella parte romántica e idealista, de que solo le creería hasta que le escuchara decir "te amo"
A pesar de que también lo amaba, ese sentimiento fue perdiendo fuerza, y se distanció de Ranma - que no se dio cuenta - empezó a relacionarse con Ryoga, a pesar de que casi lo mata al enterarse de su maldición, eligió al chico perdido, pues él le daba toda la atención que quería - y más- de lo que Ranma alguna vez le prestó, puede que en ese entonces hubiera culpado a Ranma, diciéndole que su indiferencia, el trato desinteresado habían sido la causa de su traición, pero eso era ridículo, y sabía que quien menos tenía la culpa era él.
Cinco años habían sido más que tiempo suficiente para madurar y darse cuenta de sus errores.
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Después de una tediosa jornada en la universidad, Akane se dirigió a su casa, no sabía porque, había pensado en Ranma - del cual hace años no tenía noticia alguna - y eso la puso bastante melancólica y pensativa, así que, sin que se diera cuenta, ya se encontraba frente al dojo y tan sumergida estaba en sus pensamientos, que no vio como una silueta masculina salía de la propiedad saltando por los techos.
¡Estoy de vuelta! - gritó, mientras se quitaba los zapatos, y entraba al corredor principal.
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Bienvenida Akane- chan- escuchó decir a la matriarca Saotome- Saliste temprano querida.
Akane asintió con la cabeza mientras dejaba sus cosas recargadas en la pared. – No tuve el último periodo, al parecer el profesor enfermo- contestó, dirigiendo su mirada hacia ambas mujeres, percatándose de las tazas de té que se encontraban sobre la mesa- Parece que ustedes tuvieron un invitado.
Un viejo amigo mío- respondió alegremente Kasumi, mientras comenzaba a recoger la vajilla. Akane se extrañó un poco ante su respuesta – después de todo Kasumi no era de muchas amistades- pero no se le hizo tan raro, pues después de que comenzó a salir con el Dr. Tofu- para alegría de todos- su hermana había comenzado a ser más sociable.- Espero que te hayas divertido Kasumi.
Kasumi ensanchó un poco más su sonrisa ante las palabras de Akane- Hace mucho tiempo que no lo veía, así que fue una grata sorpresa, incluso tía Saotome lo conoció.
Tía Nodoka, Kasumi- chan- reprendió levemente la mujer- Sin duda es una persona encantadora- termino de decir con su expresión calmada de siempre, más un peculiar brillo se lograba ver en su mirada.
Akane no identifico nada de eso, tomó asiento junto a Nodoka, y con tono alegre hablo.- Espero conocer a tu amigo Kasumi.
Tal vez lo hagas.- fue la única respuesta de la mayor.
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El restaurante Ucchan era uno de los locales más famosos en Nerima, reconocido por sus deliciosos okonomiyakis, su joven propietaria había hecho crecer el negocio, con tan solo 22 años, por fin comenzaba a realizar sus sueños de infancia, pero estos se veían empañados por lamentaciones y errores cometidos del pasado.
Ukyo suspiro mientras seguía preparando los okonomiyaki, a lo lejos escuchaba como Konatsu atendía las órdenes de los clientes, suspiro, sumergiéndose en sus pensamientos al recordar a cierta chica ambiciosa de cabello castaño. No hace mucho, Nabiki le había hecho llegar una interesante noticia, encontré a Ranma, era el mensaje que le había hecho llegar; se sintió feliz, pero el sentimiento se vio empañado por incertidumbre, y, aunque estuvo tentada a pedir la información, al final declinó la propuesta.
Mecánicamente siguió con la preparación de los panes, aún absorta en el recuerdo, por lo que no noto cuando un nuevo cliente ingreso, y como este distrajo a Konatsu, resbalando y en el proceso tirando algunos platos, para luego levantarse y disculparse una y otra vez con los demás comensales ante su torpeza.
El peculiar cliente se sentó en la barra justo frente a ella, siguiendo en su tarea Ukyo solo dijo un "Bienvenido, ¿Qué desea ordenar?"
- Uno de camarón Ucchan
Esa voz y aquel apodo, la petrificaron.
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Nabiki observó los papeles que tenía en sus manos, aunque la situación económica había mejorado para toda la familia, no era suficiente para ella y, aunque lamentaba ser la "villana" de la historia, la información que obtuvo sobre el paradero de Ranma era bastante beneficiosa.
Sin embargo y para su mala suerte, parecía que solo unos de sus clientes estaban dispuesto a obtener la información. Pero aun así no creía sacar mucho provecho de ello.
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Ukyo veía asombrada a la persona frente a ella, no creía que después de 5 años volvería a ver a quien fue su primer amor, aunque físicamente Ranma no había cambiado demasiado, había crecido unos cuantos centímetros, lo suficiente para ser levemente más alto que los demás varones y su musculatura era un poco más marcada, noto un poco sonrojada, más su vestimenta era completamente diferente a la ropa de estilo chino que solía utilizar en aquel entonces.
¡Ranchan! …¿Qué? ¿Cómo? No sabiendo qué decir, solo pudieron tartamudear algunas frases, olvidándose completamente que se encontraba en el restaurante, salto la plancha para estar al lado del azabache.- Hola Ucchan. - repitió nuevamente. - Es bueno volver a verte. - dijo sonriendo.
Los ojos de Ukyo se cristalizaron.- Eres tú.- susurro con emoción, estiró sus manos con la intención de tomar el rostro de Ranma, pero antes de llegar a tocar la piel del joven, la retracto como si este quemara, y las acerco hacia su pecho, sorprendiendo a Ranma por la inesperada acción.
Aún sorprendido por el gesto de la chica, Ranma intentó esta vez acercarse a ella, y si la situación no fuera tan seria, se volvería bastante cómica, pues cada vez que tenía la intención de aproximarse, Ukyo daba pequeños pasos hacia atrás, intentando poner la mayor distancia posible entre ellos.- ¿Ucchan…?.- preguntó titubeante ante las reacciones de la chica, intentó de nueva cuenta acercarse a ella, y cuando estuvo a pocos pasos, estiró su mano con la intención de tocarla. En un rápido movimiento, Ukyo había golpeado su mano alejándola de ella, sorprendido, solo vio como la chef salió corriendo del restaurante, y solo siendo capaz de escuchar un murmullo.
No puedo
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La joven chef corría lo más rápido que podía por las calles de Nerima, intentando poner la mayor distancia posible del restaurante, lejos de aquella persona… lejos de Ranma, el sol empezaba a ocultarse y sólo se distinguía su silueta, paró súbitamente, tomando una gran bocada de aire para recuperar el aliento. Una vez calmada su respiración, Ukyo observó el lugar donde se encontraba; árboles, algunas bancas y una fuente fue lo que vio, y recordó que era ese lugar.
Era aquel parque donde hace tiempo había tenido su primera y única cita con Ranma - aunque este pensaba que era solo una salida amistosa - cuando ella creyó que debía ser más femenina, aunque el azabache nunca le hubiera dicho algo así.
Aquel lugar significaba tanto para ella… las lágrimas salieron de sus ojos.
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Ranma se sentía culpable, no pensó que Ukyo reaccionaria así, después de todo, a pesar de las dificultades ella fue su primera amiga, su mejor amiga.
Una vez pasado su shock al ver cómo huía la chica, se giró para poder seguirla, más Konatsu lo detuvo antes de que diera un solo paso, tomándolo de su camisa lo acercó a su rostro. - No puedes regresar y dañarla. - le dijo el chico con tono amenazante. - Le destrozaste el corazón cuando te fuiste.
Ranma se enfrentó al chico. - Nunca fue mi intención Konatsu. - dijo mientras tomaba la mano de este con fuerza. - Ukyo era mi mejor amiga… pero yo también llegué a mi límite.
No tengo intención de lastimarla. - decía mientras se liberaba del agarre del otro chico. - Solo quiero arreglar las cosas. - fue lo que escuchó Konatsu, mientras Ranma salía rápidamente del local.
Cuando el azabache salió a la calle, Ukyo había desaparecido; desesperado empezó a buscarla, comenzó a correr por las atestadas calles en busca de la chef, para tener mejor visibilidad saltó sobre los techos de las casas, pero aun así no lograba encontrar a la chica. Ya sin esperanza se detuvo en un parque, y por fin vio a Ukyo - quien parecía no habia dejado de correr desde que salió del restaurante - pues intentaba recuperar el aliento . Salto entonces hacia la copa de los árboles cercanos a la castaña y luego bajo, aterrizando detrás de ella. Ranma no se había percatado antes - por lo lejos que se encontraba de Ukyo- pero la chica se encontraba llorando, ese hecho le hizo sentir el corazón pesado.
Ranma dijo el nombre de la castaña, viendo como los hombros de la chica se tensaban, suspiro profundamente y puso una de sus manos en el hombro de la chica.- Perdoname Ukyo.
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Perdoname Ukyo.
Un torrente de lágrimas se deslizaron por las mejillas de Ukyo, fue como un golpe a su corazón, la voz de Ranma estaba inundada de culpa y remordimiento.- ¿Por qué dices eso?- preguntó a través de los sollozos.- Yo soy quien debería decir eso, no tú Ranma.
Ranma suspiró pesadamente y se pasó la mano por su cabello, nunca había sido bueno para consolar a alguien - y nunca lo sería- y su más gran debilidad siempre habían sido las lágrimas de las chicas, pero con Ukyo, con ella era diferente, no era cualquier chica…
Era su mejor amiga, y de alguna forma debía arreglar todo con ella.
Sabes Ukyo, todo este tiempo me dejo reflexionar sobre mis acciones y el trato que tuve con todas ustedes.- pudiendo las manos tras su cabeza continuó hablando, viendo de reojo como la chef paraba de llorar y lo escuchaba atentamente.- Me di cuenta que en verdad fui un completo idiota con todos, especialmente con Akane y tú.
Nunca puse en consideración sus sentimientos, me cerré al mundo cuando caí en la maldición de Jusenkyo - aunque no supiera mucho de ellos para empezar - a pesar de todo el asunto de las prometidas, eso no fue mi prioridad, y en mi ignorancia te lastime tanto a ti como a las demás, y ese es uno de los más pesares que tengo. Por eso quiero que hables conmigo, pero si no quieres no te obligare, ¿Qué dices Ukyo, me darías esa oportunidad?
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Sorpresa era poco lo que podía decir con respecto a cómo se sentía en ese momento, durante mucho tiempo, después de escuchar de la partida de Ranma y enterarse de aquella carta que dejó como último detalle - cortesía de Nabiki por supuesto -fue como una cubetada de agua fría que la regresó a la realidad, dándose cuenta de sus propios errores.
Era verdad que el compromiso de ambos había sido pactado por sus padres - vamos incluso el viejo panda tuvo la dote - pero fue un acuerdo que no tuvo validez como el que había entre los Tendo y los Saotome, por mucho tiempo odio a Ranma, y en él puso la principal causa por la que su padre la obligó a vestirse como varón, practicar hasta el cansancio la rama de artes marciales de su familia - algo que odiaba pero que al mismo tiempo le agradecía- y que se enfrascó en un profundo odio y deseo de venganza.
Volverlo a ver - y que él no la recordara - fue una gran traición, pues ella sí que recordaba a aquel pequeño niño de hace 10 años, aquel pequeño que fue su mejor amigo y que la acepto tal y como era, el odio solo se acrecentó, pero como si fuera una simple llama de una vela, enfrentándose a un tifón, el odio se extinguió, y solo bastaron unas simples palabras para que sus defensas se desarmaron.- Eres muy linda.- un extraño sentimiento comenzó a anidar en su pecho. Ya no solo buscaba poder recuperar su honor, sino el conseguir el corazón del joven, se había enamorado de él, a pesar de su actitud tosca e incluso egocéntrica, los pequeños detalles que tenía con ella, el que fuera su confidente, simplemente hizo que los sentimientos florecieran, y que se convirtieran en un profundo amor hacia el muchacho.
Pero la dura realidad es que él no la amaba, sino a aquella chica violenta - vamos Akane sí que tenía un carácter explosivo - y ella fue lo suficientemente egoísta para evitar cualquier acercamiento entre ellos, era una actitud infantil e inmadura, pensó en sus sentimientos pero no en los de él, y el que el partiera, huyendo del circo de locos que era su vida, hizo que se cayera la venda de sus ojos.
Y ahora después de 5 años ese mismo muchacho le pedía perdón, aun cuando ambos se lastimaron, aun con los errores que cometieron, el dejo de lado su orgullo para pedir su perdón, para arreglar de una vez lo que quedó inconcluso tiempo atrás.
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Una pequeña risa proveniente de la chica fue lo que escucho el joven azabache.- En verdad que has cambiado Ranchan.- dijo con voz calmada la chef -aunque un poco rota por el llanto - limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano, le sonrió al joven.- Acepto tus disculpas, si tu aceptas las mías.
Ranma sonrió, parece que después de todo este tiempo, su amistad aun podía recuperarse.- Acepto Ucchan.- dijo haciendo aún más grande su sonrisa.
Y Ukyo, al ver aquella sonrisa, solo pudo pensar que habida tomado la decisión correcta, era borrón y cuenta nueva.- Regresemos Ranchan.
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A Nerima habían llegado nuevas personas. Siendo el paisaje de la ciudad interrumpido por dos figuras que saltaban velozmente por los tejados de la ciudad, siendo fugazmente iluminadas por la tenue luz que otorgaba la luna, una de ellas pertenencia a una joven mujer que no tendría más de 20 años, de figura curvilínea y bastante dotada, siendo lo más distintivo el curioso color lavanda de su cabello, mientras que la segunda figura pertenecía a una diminuta anciana que utilizaba un largo bastón para poder desplazarse sobre los techos, siendo bastante rápida pues era quien lideraba el camino.
Mientras en otro lugar, una tercera persona se presentaba. Un joven de aproximadamente 25 años, estatura un poco más alta que el promedio, quien vestía una camisa amarillo pálido y unos toscos pantalones color azul, llevando en su espalda una enorme mochila de excursión, se notaba cansado pues se el joven utilizaba una vara como apoyo al caminar.
Las amazonas chinas y Ryoga Hibiki por fin se encontraban de vuelta en la ciudad del caos.
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Gracias por leer el capítulo de hoy y tenerme paciencia. Hoy vimos un poco de lo que piensa Akane, y Ranma se reunió con Ukyo, será acaso ella su nuevo amor.
Jajaja bueno como siempre si ven algún horror ortográfico o de redacción por ahí no duden en decirme – editar en la madrugada no se los recomiendo – pero bueno; me encantaría escuchar que piensan, e intentare subir el capítulo IV el viernes, pero no prometo nada, diciembre siempre es ocupado para mi :( . Ahora respondiendo a los comentarios:
Anónimo: Hola, bueno como ya he comentado, los personajes serán bastante OC, y, estoy intentando explorar otra faceta de los personajes, así que aún hay cosas que ver.
DarthMC: Que bien que te esté gustando la historia, Awww intente hacer lo mas emotivo posible su encuentro, y espero poder lograrlo con los demás personajes. Gracias por leer : 3
Ibetzia: Lo siento – o no lo hago XD – no es cierto, espero que te guste este capítulo.
James Birdsong: Gracias por leer y que bueno que te haya gustado : 3
NorthernLights91: Awww gracias, aunque esa primera parte está bastante desordenada XD, será que le diste al clavo (?. Si mis capítulos no suelen sobrepasar las 2000 palabras pero intento hacerlos un poco más largos. Nos seguimos leyendo.
Malistrix: Gracias por preocuparte por mi :3, como dije arriba me enferme – una gripe – pero acaban conmigo ya que no suelo enfermarme mucho, y un graaaan bloqueo, espero que te haya gustado el capítulo, y no temas, esta historia es 100% seguro que la acabo, y posiblemente suba otra historia, aun no decido de que fandom, pero seguiré por aquí.
Sin más que decir, nos vemos en capitulo siguiente.
18/12/18