The Crush
De nuevo lo miraba a lo lejos, reía con sus amigos. En ese momento se acercó esa niña, él la tomo por la cintura y le dio un beso en la mejilla, seguramente cuidando el pudor de esa tonta. Y es que en varias ocasiones yo misma los había visto besándose detrás de las escaleras que daban hacia la terraza de la cafetería.
Katherine Denali, era la chica más envidiada de todo el colegio. Rubia, popular y talentosa. Aunque por mi parte le envidiaba solamente el novio. Era tan guapo, tan galante, caballeroso. Su hermosa sonrisa hacía temblar las piernas de cualquier chica. Cuidaba a su novia como una verdadera muñeca de cristal.
Yo también era popular. Tenía mi propio clan. "Las Swan". Aunque en realidad las que lideraban eran mi hermana pequeña Rosalie, rubia, alta y de encantadora sonrisa y Tanya, mi amiga aunque tenía mejor relación con mi hermana, también se hacía llamar una de las Swan.
-¿a quién miras?- pregunto Tanya a mis espaldas con mi hermana a su lado.
-A nadie- mentí.
-Mira nada mas Rose- rio Tanya- a tu hermana le gusta un niño prohibido.
-Vamos, hermanita- rio con sorna- no te convertirás en una zorra que ande con un chico con novia.
-Edward Cullen jamás te haría caso- insistió Tanya.
-Él es un hombre muy guapo, interesante- el tono de mi hermana era ¿de adoración?- todo lo que cualquier chica podría soñar, pero únicamente las mujeres de verdad pueden tener.
-chicas- llamo un compañero de mis hermanas antes de que yo pudiera replicar- dejen a su hermanita y vamos a clase.
Mi cara se tornó de un rojo brillante mientras mi hermana y mi amiga reían a carcajadas. Siempre había sido así, todos creían que Rosalie y Tanya eran las mayores y yo era su hermana pequeña. Y es que todos decían que en realidad el clan eran ellas dos, yo era la pequeñita que siempre iba detrás de ellas.
Volví a mirar a la ventana y esta vez Edward, su novia y sus amigos miraban hacia donde nosotras nos encontrábamos. La risa tan histérica de mis dos compañeras los habían alertado.
-Si sabes lo que te conviene- murmuro Tanya en mi oído- aléjate de él, nunca vas a poder tener algo con él, ¿escuchaste?
La mire para después agachar la mirada y asentir.
Y es que en realidad no me hacia ninguna ilusión con ese chico. Era mi hombre platónico.
-¿Rosalie Swan te gusta Edward Cullen?- pregunte directamente y ambas me miraron sorprendidas.
-¿y si asi fuera?- pregunto encogiéndose de hombros- tengo más oportunidades más yo que tú, pero no, no me gusta.
-y yo le ayudaría primero a ella que a ti- completo Tanya para después darse la vuelta y continuar su camino a su salón de clases.
Era imposible que un hombre como Edward Cullen, se fijara en mí. Él era guapo, inteligente, miembro de una de las mejores familias de todo el colegio, con una novia preciosa y que lo adoraba tanto como el a ella.
-No, siempre va a ser mi amor imposible- murmure antes de darme la vuelta e irme a clases.
