LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE INEDITA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI

CAPITULO 7

AMY

*Darien*

Si existía en el mundo un olor que no, me gustara es el olor a antiséptico que hay en los hospitales.

Desde niño aprendí a odiar ese olor, y lo que significaba para mí.

Esperanza para mis padres y para mí solo una esperanza muerta, cada año existía una posibilidad de que pudiese ver, tratamientos, medicinas, dolores intensos de cabeza, revisiones y al final nada. Nunca funcionaban.

Mis padres lo deseaban y creo que lo desearon hasta el último minuto de su vida, que yo pudiese ver, nunca sucedió.

—Bien Darien, tengo los resultados de tus exámenes. —siento sus movimientos, lo escucho suspirar un par de veces hasta que toma asiento en algún lugar delante de mí.

— ¿Que es, lo que dicen los exámenes?

—A decir verdad son positivos, no hay nada fuera de lo normal.

Llevaba dos semanas sometiéndome a un tratamiento del sueño para ver la actividad de mi cerebro, Taiki Moon, su padre fue mi médico antes que él y ahora él es mi médico y lo ha sido desde que su padre se retiró durante cuatro años.

—Entonces a que se deben los dolores de cabeza repentinos, si se supone que todo está bien no debería tenerlos.

—Darien, los dolores de cabeza pueden ser ocasionados por preocupaciones o pocas horas de sueño. ¿Dime has estado durmiendo bien?

—Lo normal.

—Tu y yo sabemos que lo normal en ti no es muy saludable—suspira nuevamente—Darien, mi padre ha sido tu medico durante años y ahora lo soy yo, así que créeme que tengo bastante claras tus costumbres.

—Soy un hombre que procura ser bastante normal y lo sabes.

—Leer en braille le demanda un poco más a tu cerebro Darien y a pesar de que eres muy rapido en tu lectura me temo que estas exagerando un poco. Estoy seguro que no duermes más de cuatro horas y también estoy seguro de que Mal no lo sabe. Es más apuesto mi auto a que ni siquiera sabe que estas aquí.

Me reclino en el asiento, olvidaba que Taiki también fue mi amigo en la universidad y sabe un poco más de mí.

—No, no lo sabe y duermo cinco horas, no cuatro y si yo no me ocupo de mi área de trabajo en la compañía no lo hará nadie más.

—Eso está claro, lo que te pido como médico es que trates de no esforzarte demasiado.

—Puedo hacerlo. —refute serio.

—Sí, como también puedes formar parte del tratamiento que te hable.

Bufe enojado—Taiki—mi molestia era notable—le he repetido a ti y a mi hermano infinidad de veces que no lo voy a hacer, ni hoy, ni mañana, ni nunca. Espero ser bastante claro en eso.

—No tocare más el tema…por ahora.

Sé que no lo dejará así nada más.

—Bien ahora que se supone que debo hacer cuando esos dolores de cabeza vuelvan.

—Sigue tomando las pastillas que te recete la última vez, por ahora mientras no haya nada en tus exámenes no puedo darte nada más.

—Perfecto—pretendí ponerme de pie. —entonces será mejor que me marche.

—Bien, espero que en cualquier momento cambies de opinión.

—Hasta pronto Taiki. —ignore sus palabras.

—Hey, Dime que te ha dicho el médico—Siento la mano de Amy en mi ante brazo.

—Lamento haberte hecho perder el tiempo Amy. —digo con sinceridad.

—Para mí es un gusto poder acompañarte, me alegra que hayas confiado en mí para venir hasta aquí.

Tres meses, la última noche que hable con aquella altanera chica, salí del castillo en la madrugada siguiente, los dolores de cabeza eran extraños y sentía que si seguía junto a Serena los dolores no mejorarían, es tan exasperante. Aunque también esa misma noche había quedado un tema pendiente entre ella y yo.

Al salir del hospital siento claramente los rayos del sol en mi cara, se siente la primavera en el ambiente, varios olores se mezclan en el ambiente talvez es algún perfume de flores.

«Lirios»

Esa fragancia en particular me gusta.

—Porque sonríes.

— ¿Qué dices?—busco la presencia de Amy.

—Estas sonriendo. —no me había dado cuenta de ello.

« ¿Porque diablos sonrío?»

—No lo sé, adjudiquémoselo a la primavera. —escucho su sonrisa.

—He ido a la librería hoy, y he encontrado un libro que sé que te va a encantar. —Suena emocionada—te lo leeré esta misma noche si lo deseas, —quiero responder pero no me lo permite, estas últimas noches había tomado por costumbre leerme un libro en mi habitación, no me incomoda en absoluto, ella es una empleada y amiga, aun así no creo que esa costumbre sea muy correcta, hago un memorándum mental para recordar pedirle que deje de hacerlo—ven es por aquí, extiendo mi bastón hacia adelante—unos pasos más y estamos en el coche.

Si hubiese podido traer a Belá me hubiese ahorrado tanta incomodidad con Amy.

—Extraño a Belá—era la verdad, había dejado a Belá por tres meses, nunca había estado tanto tiempo lejos de mi cachorra—espero que este bien.

—Lo siento, es que en el hotel que conseguí para ti no había nada para cachorros, es por eso que me ofrecí a serte de compañía—podía sentir en su voz como sonreía.

—Gracias Amy, te debo una—me inclino para entrar en el auto. Espero un momento hasta que la escucho entrar en el auto— ahora más que nunca me arrepiento de haber vendido mi departamento.

—Fue una locura que lo vendieras, pero ya está hecho, si deseas comprar otro no dudes en decírmelo será un placer ayudarte. —Asentí, no estaba seguro de nada, cuando me marche al castillo estaba tan roto que creí que no saldría de allí. Solo el tiempo me ayudo a recuperarme y el hecho de saber la verdad.

—Malachite ha llamado un par de veces, dijo que te había estado llamando pero no contestaste.

—No lo hice, no quería que nada interrumpiera mi cita con Taiki.

— ¿Qué te ha dicho Taiki?

—Nada relevante—no le doy importancia a su pregunta—Dime a ti ¿Qué te ha dicho mi hermano?

—Bueno, no creo que te guste mucho lo que te voy a decir. —Frunzo mi ceño en su dirección—Bien, pues parece que llamaron a Malachite de Brasil, recuerdas el asunto de las esmeraldas que te mencione—asentí—pues al parecer el precio que se pagó no corresponde al peso de las joyas.

— ¡Dios, le dije muchas veces a Mal que tenía que estar presente en el momento de la valoración de las joyas!—pero estaba tan ocupado con su nueva novia que le importo un rábano.

—Sí, yo también se lo advertí, pero no quiso escuchar, ahora debe ir hasta allá y arreglar el asunto antes de que el dueño encuentre a alguien más a quien vender—hace una pausa—hay otra cosa más.

—Dilo—estoy molesto, Mal nunca dejaría pasar algo así, pero ahora esta distraído.

—Se marcha con su novia.

—Esto es…—cierro aboca antes de decir cosas que no quiero decir. —Sabes que, vamos al hotel regresamos hoy mismo al castillo, no quiero que mi idiota hermano termine haciendo otra estupidez.

—Está bien, es muy temprano así que si salimos ahora estaremos allí antes de que se hayan marchado.

—Eso espero.

— ¿Crees que su amiga también se marche?—trato de descifrar su tono de voz y creo que es esperanzado.

— ¿Tampoco te gusta ella?—indago, confió en el criterio de Amy.

Ella se queda en silencio por unos segundos sopesando su respuesta.

—Sé que no te gustara lo que voy a decirte, pero estuve indagando sobre ellas dos.

— ¿Qué averiguaste?

—La tal Mina es hija de los dueños de una floristería muy reconocida en Londres.

—Londres—repito curioso—entonces las dos son de Londres.

«Mentirosa, Serena dijo que las dos eran muy solventes…es una mentirosa como todas»

Cierro mis puños con fuerza al rededor de mi bastón, ella me engaño me hizo creer que eran solventes. Una sonrisa de decepción se estira en mis labios.

—Lo son, en cuanto a Serena ella es otra cosa—hace una pausa—es fácil saber de ella, solo debes poner su nombre en la red y cientos de fotos de ella junto a un hombre diferente cada fin de semana aparecen en la pantalla, es una chica de aquellas…ya sabes, fiestera hasta mas no poder.

Cierta cantidad de coraje irrazonable se filtra en mi cuerpo.

«Como pude por un momento creer que era diferente, que idiota había sido al pedirle lo que le pedí»

«Ofreciste mostrarme el mundo a través de tus ojos, ahora yo tomo tu oferta, desde ya te digo que lo primero que quiero conocer es un lirio.»

Imbécil me reprendo por mi debilidad.

— ¿Qué más averiguaste?—mi voz suena más dura de lo normal.

—Oh, pues que antes de irse de Londres dejo haciendo el mayor de los escándalos, por lo visto esa chica con su carita inocente es dueña de Una de las fabricas más de perfumes más reconocidas en Europa.

«Soy bastante solvente» Sus palabras hacen eco en mi cabeza, al menos ella si es adinerada, pero no puedo confiar ni en ella, ni en su amiga.

—Dijiste que dejó haciendo un escándalo. —Necesito saber a quién tengo viviendo bajo mi techo, una vez confié en alguien que solo fingía para ganarme, y lo permitiría una vez más.

—Bueno pues resulta que dejo a su futuro esposo tirado a solo dos días antes de su boda.

Un sentimiento de sorpresa se filtra en mi cuerpo, ella con su voz dulce había resultado ser solo una mentirosa que se había burlado de alguien más, de la misma manera en que una vez una mujer se burló de mí.

Ahora escuchar aquello era lo único que necesitaba saber para, echar a aquellas trepadoras de mi hogar y de la vida de mi hermano.

*Serena*

Salgo hacia la entrada principal del castillo, siempre es de quitar el aliento el paisaje que se ve desde aquí.

Los árboles que antes estaban llenos de nieve ahora brillan verdes bajo los rayos del sol, la nieve se ha derretido y ha dado paso a los valles más verdes que he visto en mi vida.

Desde la altura en la que se encuentra el castillo, se puede divisar una hilera de hermosos arbustos color rosa, adornando el camino que conduce hacia el valle de abajo.

«Me pregunto ¿cómo se verá el lago, ahora que el hielo se ha derretido?»

Aun pensaba en la propuesta que le había hecho a Darien, meto las manos en mis bolsillos mientras pienso en que él se marchó, Hace tres meses que se marchó con aquella pesada de Amy.

Más de una vez me había preguntado si ellos dos tenían algo, por lo general él le gruñía a todo el mundo menos a ella.

«—Necesitaba resolver algunos problemas y para eso necesitaba a Amy, no dijo más que eso»

Esa había sido la respuesta de Mal, cuando le pregunte por él, aunque ahora que se me quedare sola aquí, temo que llegue y se convierta en el mismo ogro que fue el día que lo conocí.

Acaricio mi muñeca la misma que el casi fractura hace tres meses atrás.

«No es buena idea que te quedes Serena»

Niego una y otra vez.

—Ni lo pienses—Advierte mi amiga, fijo mi atención ella y luego en Mal.

—Mal, yo no quiero molestar aquí créeme me puedo marchar a un hotel, total no es que…

Mal me interrumpe mientras mete un par de maletas en el carruaje.

—No Serena, créeme que aquí estarás mucho mejor, además eres la mejor amiga de mi novia y no creo que mi hermano vea problema en que te quedes.

—De eso no estoy segura—murmuro por lo bajo.

—No masculles Serena—Mina replica cargando su maleta de mano que es tomada por Mal de inmediato—Amiga, estarás bien el ogro del bosque note comerá.

"El me odia" —vocalizo para que Mal no escuche.

"No, no te odia además a ti te gusta"—vocaliza en respuesta, yo entorno los ojos.

—Cariño creo que si no queremos perder el vuelo debemos irnos. Andrew nos está esperando en el auto.

—Tienes razón—Mina me abraza. —Muéstrale las estrellas a ese ogro Sere. —susurra en mi oído.

Le había platicado algo de lo sucedido con Darien y ella en su mente solo veía proposiciones románticas y corazones rosas.

Ella jura que él me gusta, y le he dicho más de mil veces que no es así.

—Sí, se las voy a mostrar de un buen garrotazo en la cabeza si se le ocurre llamarme caza fortunas una vez más.

Una carcajada explota a nuestras espaldas, Malachite ríe gustoso al parecer me escucho, y paulatinamente siento mi cara arder de vergüenza.

—Sere, solo no le des tan duro… ¿está bien?—Me da un abrazo. Llevábamos aquí tres meses pero había cultivado con Mal un bonita amistad, una que pensaba conservar.

Levanto la mano en señal de juramento—Prometido. —me contagio de su risa.

Mal es un tipo enorme con un cabello platinado y un par de ojos acerados que le quitarían el aliento a cualquier mujer, es un hombre masculinamente hermoso. Entiendo el porqué de que mi amiga este tan perdida por él.

En las escaleras me despido de mi alocada amiga quien está emocionada porque conocerá Brasil.

Espero que sus padres no se preocupen demasiado por ella, aunque les prometí que Mal era un buen tipo, me hicieron prometer que Mina estaría en Londres presentándole a su novio después de que regresaran del viaje.

Lo único que espero es que para entonces me haya llenado de valor suficiente para enfrentar todo lo que deje allí.

— ¿En serio te quedaras Serena?—Lita llama mi atención esta parada detrás de mi observando como el carruaje desaparece mientras baja la colina.

—Claro que si Lita, no he tenido oportunidad de conocer el resto de esta propiedad estoy segura que debe ser tan hermoso como lo que está a la vista.

—Serena—Lita retuerce sus dedos con nerviosismo.

—Te sucede algo Lita.

—Bueno a decir verdad, me gustaría que esta noche me acompañaras a un lugar.

— ¿Un lugar?—subo los escalones hasta quedar junto a ella. ¿Qué lugar?

—Esta noche lo sabrás Serena, es solo que necesito que veas algo, pero por ahora sé que estas ansiosa por dar una vuelta por el castillo. Seguramente encontraras algo que huela muy rico para un nuevo perfume.

Lo olvida, había compartido con Lita mi amor por los perfumes y las fragancias naturales de la madre naturaleza.

Mi abuela Serenity había sido perfumista, lo fue mi madre, y yo herede su pasión también.

Todos los días paseaba tratando de encontrar una fragancia nueva.

El olor a pino predominaba los hermosos bosques que había visitado.

—Si—digo contenta. —Espero tener más suerte hoy.

—El sendero que desciende por la colina da al lago, bueno eso ya lo sabes—sonreímos juntas—creo que en estos tres meses conoces este castillo mejor que yo—lo había hecho conocía este castillo, que más podía hacer, Mina pasaba tiempo conmigo pero no podía exigirle que estuviese conmigo todo le tiempo teniendo a Mal, así que me había dedicado a conocer el lugar.

—Hay una área que aún no me atrevo a conocer—señale el camino que bajaba por uno de los costados del castillo. Ella me sonríe de manera cariñosa.

—Darien no es un ogro, además si llega pronto de su viaje deberías pedirle que te enseñe el área que da a su cabaña, detrás de esta hay un valle precioso que te puede servir de mucha ayuda.

— A veces lo es, Y la verdad no estoy muy segura de que le guste pasear conmigo—Era verdad, a pesar de nuestra semi—tregua de la noche antes que se marchara no estaba segura de cómo serían las cosas ahora que volviere.

—No—se ríe—es solo que hay cosas que aún no conoces de él, es un hombre muy bueno, mírame Andrew y yo vivimos aquí en este maravilloso lugar, no nos tratan como a unos sirvientes, sino como sus amigos e invitados hacemos aquí las cosas porque así lo deseamos, cuando le pedí trabajo a Darien hace tres años él no se negó ni por un segundo a pesar de que la bruja de Amy no lo deseaba—la vi poner cara de enojo por un momento perdiéndose en algún recuerdo.

«Me pregunto qué tanta influencia tiene esa odiosa peli azul en Darien, no creo que mucha ya que Lita y Andrew están aquí»

— ¿Cómo llegaste aquí?—La saco de sus recuerdos. Aunque no niego que me muero de ganas por preguntar sobre la relación de Darien con Amy.

—Mi padre me hecho de casa cuando supo que me había acostado con Andrew.

— ¿Y cuéntame en que siglo vive tu padre?—sonríe—eso es muy común en las parejas.

—Lo son, pero para el las cosa no deben ser así. Andrew tenía su trabajo en el taxi y pues yo conocía a Darien de una par de veces cuando le llevaba la cena a papá.

—Espera, le llevabas la cena, ¿tu papá trabaja para Darien?

—Sí, era su chofer.

— ¿Aquí?—pregunte confundida.

—No, en Edimburgo.

— ¿Es que Darien no vive aquí?

—Bueno veraz…—el teléfono interrumpe nuestra charla—Te dejo ahora Sere, no te olvides de volver temprano del bosque.

—Bien—asentí—Darien vivía en Edimburgo. Wau el ogro conoce la civilización.

Los pinos se levantan majestuosos en cada rincón, la nieve está totalmente inexistente mientras que el lago que queda detrás del castillo se ha convertido en el hogar de hermosos cisnes blancos y negros.

— ¡Oh por Dios!—me sorprendo al encontrar un valle extenso lleno de Lirios en todas sus formas y colores, aunque el blanco predomina. —Esto es hermoso.

La naturaleza es hermosa, en ella la belleza es compartida, da colores, la luz y da vida a un mundo donde por lo general está lleno de más de penas que de alegrías.

Era por eso que era perfumista, yo creaba perfumes por cubrir la vanidad de una mujer o de un hombre. Los creaba porque quería llevar un poco de esa fragancia natural a la vida de las personas, que el olor a una lila de campo les recordara algo bonito de su vida o que olor amaderado les recordara la tranquilidad que te puede brindar un extenso bosque.

«— ¿Un lirio?

Si…últimamente su olor llama mucho mi atención y ahora más que nunca deseo saber cómo es su tacto, estoy seguro de que es tan hermoso como lo es su olor.»

El recuerdo de nuestras palabras se filtra despacio y casi imperceptible en mi memoria.

Sonrío al recordarlo, se lo había propuesto.

—Estoy dispuesta a conocer tu oscuridad Darien—observo a mi alrededor los lirios están florecidos y rozagantes de belleza, aspiro su fragancia—Aquí tengo los lirios que querías conocer. Ahora solo me pregunto ¿Por qué precisamente lirios?

*Darien*

—Insisto en que deberíamos quedarnos un poco más y acercarnos a la empresa Darien.

La voz de Amy llega hasta mí a través de la puerta cerrada de mi habitación.

Lita acababa de decirme que Malachite y su interesada novia acababan de marcharse.

— ¡Diantres!—mascullo entre dientes sosteniendo el puente de mi nariz.

Ella se había quedado, ella estaba escondiéndose en mi casa de la vergüenza que había dejado en Londres y no estaba dispuesto a permitirlo.

Busco mi bastón con la mano, al tenerlo abro la puerta.

Salgo de mi habitación sintiendo como Amy se mueve a mi alrededor.

—Voy a terminar de hacer tu maleta.

—No lo hagas—la detengo— no me siento bien con ello.

—Darien—avanza hasta mí, tocándome y haciéndome sentir que esta frente a mí—Lita no está aquí para hacerlo por ti, sé que no te gusta sentirte independiente de nadie, pero yo estoy aquí y lo hago con todo el placer del mundo, soy tu amiga.

Se aleja despacio hasta que la escucho cerrar la puerta.

—Mierda—me enoja esto, me enoja no ser capaz de hacer ciertas cosas por mí mismo.

A Lita le pagaba por hacer estas cosa por mí, en cambio con Amy no se siente correcto por más que ella diga que lo hace por nuestra amistad no me parece correcto.

Me siento en uno de los sofás reclino mi cabeza sobre el bastón, me espera un problema en casa, solo espero que ella se marche sin refutar nada.

Habría querido quedarme en Edimburgo un tiempo más pero gracias a esto no se ha podido.

—Debo deshacerme de una mentirosa—me arrepiento una y otra vez de haber creído en sus palabras ofendidas en su propia defensa y en la de su amiga.

*Amy*

Aspiro el olor se su camisa un par de veces mientras la apego a mi pecho.

—Darien, Darien, Darien… ¿porque?—estoy frustrada, creí que podría lograr algo en este viaje, pero no, el sigue siendo el mismo frio, distante, aunque como su "amiga" gozo del privilegio de su sonrisa y tener más tiempo su compañía, si bien para mí no es suficiente.

Una vez le había declarado mis sentimientos recibiendo un "no" por respuesta.

—No me importa mi amor, voy a ganarme tu amor, lo voy a hacer y cuando por fin me ames no habrá nada que me aleje de ti.

Acomodo su ropa en la maleta, mientras recuerdo la primera vez que lo vi, un hombre apuesto y absolutamente delicioso y para coronar mí ideal ciego, eso de cierto modo lo convertía en alguien que dependiera de mí, me encantaba verlo desenvolverse en el mundo de los negocios a pesar de su ceguera.

Me había enamorado de el sin reparos, tener su fragancia cerca, tocarlo y poder mirarlo a mi antojo sin que siquiera él lo notara para mí era perfecto.

—Serás mío Darien—Ahora en estos tres meses se había acostumbrado a que leyera un libro para él, yo era su persona de confianza así que jamás sabría que me gusta leer desnuda para él, mi sonrisa se ensancha al pensar en mi pequeño secreto.

Suspiro pensando en aquella intrusa que ahora esperaba en el castillo—Serena—su nombre sale de mis labios con fastidio—Pensaba llevar a cabo mis planes de conquista, pero insistes en quedarte donde no eres bienvenida.

Pero me estaba encargando de esa intrusa estúpida. Claro que había averiguado sobre la vida de ella y no podía ser más santurrona, un solo novio, había tenido un solo novio, Diamante Black con el cual tenía pensado casarse, solo que por alguna razón no lo hizo—Y yo me encargare de averiguar porque.

*Serena*

Las escaleras descendían en forma de un interminable espiral, creo que llevaba varios minutos bajando por ellas.

— ¿Crees que es seguro Lita?

Después de la cena encontré a Lita en la cocina como me lo había pedido, estaba lo mas de nerviosa aun así me había traído hasta aquí.

—Es seguro, no te preocupes a pesar de que no es un lugar con mucha luz es seguro.

Para mí no lo era, ya que desde pequeña le temía a la oscuridad. Mi corazón latía asustado tratando de calmarlo lleve la mano a mi pecho y respiré profundamente.

—Ya llegamos.

Lita ríe por mi pregunta ya que se la había hecho un par de veces.

— ¿Sabes que es normal que los castillos tengas este tipo de cosas?—movió su mano señalando el lugar.

—Sí, pero nunca imagine que yo vagaría por un lugar así.

—Bien deja de sufrir Sere, ya llegamos.

Al poner el pie en suelo plano mi primer pensamiento es:

—Increíble—suelto mi aliento, las paredes eran de rocas grandes y perfectamente esculpidas para que en ellas se guardaran centenares libros, un par de lámparas iluminaban el lugar dándole un aire casi lúgubre y casi romántico— ¿Qué es esto?

—Antes no sé qué era, a decir verdad el que sabe toda la historia de cada rincón de este castillo es Darien, su padre era el dueño, y su padre antes que él y así sucesivamente.

—Algo me dijo Mal—deslizo mi mano por una mesa hermosamente tallada de madera, una silla de espaldar muy alto con los bordes desiguales, sus reposabrazos eran dorados— ¿es oro?—Asintió— ¿Es que acaso a Mal no le contaron la historia del castillo?

—Malachite no es hermano de Darien—Deje de lado mi escaneo del lugar analizando su declaración.

—Ahora tienes mi atención. —se encoge de hombros.

—No es una gran historia, el padre de Darien se casó con la madre de Mal cuando los dos eran muy pequeños, así que prácticamente para ellos eso de la sangre no existe son hermanos y punto.

—Comprendo… ¿Y la madre de Darien?

—Oh, bueno ella falleció el día que Darien nació.

Eso es muy triste, un hermoso bebé que necesitaba de su madre no pudo tenerla, aunque su padre debió ser un gran hombre para tener que enseñar a Darien lo que es hoy, que a pesar de sus limitaciones hace lo posible por no depender de nadie.

—Lita—ella fija su atención en mí. — ¿Porque me has traído aquí?

*Mis bellas debo decir que he estado publicando en Wattpad porque esta pagina no me permitía actualizar, debo decir también que la novela "Mi Culpa" tiene una segunda parte y es "Todo por ti" así que les recomiendo que la lean.*

*Un saludo y un beso a aquellas lectoras que le dan una oportunidad a mis letras.*