FIC
ESPIRITU DE LA NAVIDAD
POR COQUI ANDREW
¿Qué es la navidad? ¿Un pino?, ¿decoraciones?, ¿regalos?, ¿una cena?, ¿abrazos?, ¿una reunión?, ¿ayudar?, ¿esperanza?, ¿un espíritu?, ¿diversión?
¿Te gustaría descubrir que es el Espíritu de Navidad? Te invito a que leas esta historia y lo descubramos con personajes muy peculiares.
CAPITULO UNO
En algún lugar, se encontraban tres duendes, haciendo sus labores uno revisaba cómo se portaban los niños, otro las necesidades de los adultos y el ultimo su informe para el espíritu navideño, cuando el duende Anthony dice – - ¡Estos niños son muy creídos y mal educados! -.
Los otros duendes se acercaron para ver - ¡Uy! Tienes razón ¡son terribles!
mira que maltratar a los otros niños - Estaban tan concentrados que no se dieron cuenta que entraba la mano derecha junto al Espíritu Navideño.
- ¡Paty!, ¡Stear! ¡Anthony! ¿Por qué no están haciendo su trabajo?
- ¡Ay! Gritaron los tres al escuchar la voz - ¡Qué susto, nos dio, señorita Pony!
- Pregunte: ¿Qué están viendo que no hacen sus deberes?
- ¡Mire! Están maltratando a esa niña rubia, esos niños.
- ¡Qué barbaridad! Exclamo la señorita Pony
- Espíritu de la Navidad, ¿ya vio eso?
- Por supuesto ya la ayudará un niño, pero posteriormente ustedes irán a la tierra ayudar a esos niños yo les diré cuándo. Recuerden que nosotros ayudamos a quienes lo necesiten.
- ¿Por qué no ahora? Pregunto el duende Stear.
- Stear, porque ahora no es necesario, tenemos que esperar unas navidades para ayudar a la niña rubia, que por cierto su nombre es Candy, además también tenemos que ayudar al muchacho que defiende a esa pequeña, vienen tiempos duros para ambos.
-No sean impacientes. Todo a su tiempo… todo a su tiempo… dijo el Espíritu Navideño.
Pasaron algunos años y la niña rubia se convirtió en una hermosa mujer, que trabajaba de maestra, en un orfanato llamado "Hogar Feliz". Este bello lugar se encuentra ubicado en una Colina a las afueras de Chicago, ella es la encargada de enseñarles a los pequeños que tenían ocho años, pues la mayoría de los pequeños eran adoptados entre meses de nacidos y seis años.
-Buenos días, niños- entro al salón, - el día de hoy vamos a salir al huerto a sembrar las semillas que nos trajo mi hermano Tom. Bien a formarse, -los pequeños salieron al jardín muy contentos, un día tranquilo aparentemente.
Al final de la tarde Candy se despedía de la Hermana María y la señorita Pony quienes eran las encargadas de administrar el Hogar.
Ella vivía sola cerca del orfanato, en una cabaña, era de dos plantas, a la entrada había un hermoso jardín y un camino hasta la puerta principal, al entrar esta una sala, una chimenea, un pequeño baño a un lado se encontraban las escaleras, pasando estas se encontraba una pequeña cocina y el comedor; al subir las escaleras se encontraban dos habitaciones una era la Candy y la otra de visitas cada una con su baño.
Cuando iba llegando a su confortable casa, fue detenida por Archivold, un antiguo compañero de estudios.
Archie iba en su auto cuando vio a Candy, la reconoció y estacionó.
- ¡Candy, espera!
Candy sorprendida volteó para ver quién la llamaba.
-Archie preguntó- ¿qué haces aquí? No esperaba encontrarte, hace tanto tiempo sin verte…
-Hola, Archivold, ¿qué haces tú por estos rumbos?
-Pues, verás vine a visitar a mi tío Albert, tiene una propuesta de trabajo y como por el momento no cuento con alguno, pues heme aquí.
-Yo vivo aquí, pues trabajo en el orfanato.
-Pensé que trabajabas en alguna escuela más grande
-No, Archie, ¿puedo llamarte así? Como en los viejos tiempos…
Archie soltó una carcajada
-Jajajajaja por supuesto Candy, pero ¿por qué no?
-Pues ¿por qué no pasas y platicamos con una rica taza de café?
-Claro que sí, querida amiga, tengo algo de tiempo…
Pasaron y Archie se sorprendío de cómo vivía su amiga, una sencillez y agradable ambiente.
-Ponte cómodo Archie, voy a mi recamara a dejar estas cosas y bajo a preparar el café.
-Claro, Candy, ¿Puedo si gustas poner el agua?
-Si, Archie, gracias, al final del corredor está la cocina y sobre la estufa la cafetera.
Archie fue hacia donde le indicó Candy, puso el agua en la cafetera y después sobre la estufa.
Candy bajo y dispuso dos tazas, café, azúcar, galletas y la cafetera, la llevo hasta su confortable sala.
-Bien, Archie, ¿cómo te gusta tu café? – preguntó Candy
-Una de café y dos de azúcar, por favor Candy
Ya preparados los cafés comenzaron su charla.
-Archie, no sé si recuerdas a los distinguidísimos Legan.
Archie puso una cara de fastidio- Claro, que sí, ¿sabes que son parte de mi familia lejana?, pero muy lejana.
- ¡Qué horror! Pues como te iba diciendo, Neal, quería que me casará con él, siempre me estuvo fastidiando de que estaba enamorado de mí, cosa que nunca creí, pues una de sus últimas fechorías fue que me corrieron del trabajo una escuela de señoritas y me amenazo que si no me casaba con él, no permitiría que trabajara en alguna otra institución y como no quise arriesgarme, me vine a trabajar en el orfanato donde crecí, la nueva administradora me contrato, se llama Penélope, pero todos le decimos señorita Pony, llegó hace como cinco años y con dos pequeños que son divertidos y traviesos. El niño se llama Anthony y la nena Paty tienen 8 años.
-Te sorprenderías si te digo que mis papás de después de muchos años tuvieron otro hijo, ¡tengo un hermanito de ocho años!
- ¡¿Noooo?! ¡¿en serio?!- preguntó sorprendida. -Tienes que traerlo al orfanato, le encantará convivir con los pequeños. Y ¿Cómo se llama tu hermanito?
-Alistear- dijo muy orgulloso- Es un niño muy inteligente.
- Tráelo, pronto, para que conozca a los chiquitines del orfanato, sobre todo a los que te mencione. Y ¿tú por qué no tienes trabajo, Archie? Si eres muy inteligente y trabajador.
-Agradezco, tan maravillosas palabras, Candy, pero te recuerdo que no solo a ti te han hecho desgraciada la vida los Legan-
- ¡¿Cómo?!- ¿Qué te han hecho?
-Pues no solamente a mí, sino también a mi tío Albert; él tenía una posición económica muy buena, pero se confió en nuestro tío David, papá de Neal y Eliza, y en dos por tres le jugo mal a mi tío dejándolo en la ruina.
Aun así, mi tío Albert ha negociado con los socios que le tienen confianza y han retirado sus acciones de las empresas que alguna vez pertenecieron a la familia Andrew.
- ¡Qué gente tan odiosa y ambiciosa!, por lo que tengo entendido el Bisabuelo William fue el hizo el emporio Andrew o ¿me equivoco? -.
-No, Candy, estás en lo correcto y eso afectó a mi familia, no tanto como a la de mi tío Albert, por eso voy a verlo para asociarnos y empezar otra vez, ¡una nueva generación! -Dijo con mucha emoción, pero sin esperanza.
-Y ¿tu tío Albert tiene familia?
-Si, tiene una tía a la cuida pues al quedar en la ruina mi tía sufrió una embolia, apenas se está recuperando, contrato a una enfermera que se llama Flammy.
-Archie… dijo Candy, -me refiero a que si ésta casado y tiene hijos-.
-Perdón, pero como solo cuida de mi tía, mi tío esta soltero y sin hijos- dijo con cierta picardía.
- ¡Oh!, pensé que era casado, pues alguna vez me dijiste que era un anciano, jajajajaja, hasta pensé que tenía nietos, jajajaja
Después de la confusión, Archie se unió a la risa de Candy
- Jajajaja, no te preocupes, Candy, el error es mío por no decirte que eso fue lo que nos hicieron creer, pues en realidad mi tío es joven, solo me lleva cuatro, te prometo que te lo presentaré. Te comentaba que la historia era que el tío Albert era una persona mayor, pero al quedar huérfano y con una hermana 10 años mayor, no podía hacerse cargo de las empresas, entonces entre su hermana Rose, mi tía Elroy y el señor George se hicieron cargo de ellas, entonces cuando mi tío se hizo cargo tenia buenas referencias de David, y pues lo demás es historia.
- ¿Qué paso con su hermana?
- Ella falleció antes de que mi tío tomara las riendas, muy joven, por cierto, ella y su bebé murieron durante el parto.
Se escucharon unas campanadas y ambos voltearon a ver el reloj, que anunciaba que eran las siete de la noche.
- ¡Candy! Me tengo que retirar, quede que llegaba a cenar con mis tíos, si gustas acompañarme…
- No gracias, Archie, sería de mala educación ir sin ser invitada a una casa que no es la tuya.
- Tienes razón, pero en otra ocasión ¿irías?
- Si, Archie te lo prometo.
Continuará…
Gracias por comentar... ¡feliz navidad
Coqui Andew
