Capítulo tres

Candy también se quedo sorprendida al ver un hombre tan pero tan atractivo que sus ojos hubiesen visto. Amor a primera vista.

-Tía Elroy, Tío Albert, Señor George, ella es Candy – Presento Archie

-Buenas noches, - contestaron todos.

-Bienvenida, Candy - dijo la tía Elroy – Toma asiento querida, sabes nos da gusto conocerte, Archie te quedaste corto al decirnos que es muy bella- Candy se sonrojo y volteo a ver a Albert, quien le regalo una sonrisa, que hizo que se ruborizará aún más.

Charlaron un rato, Albert solo la contemplaba, llegó Mark para anunciar que la cena ya estaba lista.

Pasaron al comedor – Albert, asigna los lugares, por favor - Dijo la Tía Elroy

-Si, Tía, usted a mi derecha, Señorita Candy, usted a mi izquierda, Archie al lado de mi tía y tú George a lado de nuestra invitada, por favor- Se acerco a Candy y le ayudo a sentarse.

Una vez sentados todos, degustaron de una rica cena, después la tía Elroy hizo preguntas a Candy para conocerla más, en la plática se enteraron que ella vivía sola que cuando sus papás, hermanos y ella se habían ido a vivir a otro lado, en el trayecto sufrieron un accidente y murieron, fue así que llego al orfanato y al cumplir la mayoría de edad se fue a estudiar la carrera de pedagogía. En la Universidad conoció a los Legan, Archie, Annie, Edmond, Helena, Terry, Susana, Hans y Karen. Que trabajaba actualmente en el orfanato y vivía cerca de ahí.

Al final de la cena, Albert se ofreció a llevarla de regreso a su casa, ella acepto y antes de retirarse, la tía Elroy le dijo a él en voz baja que le pidiera que fuera su acompañante para el sábado; eso le agrado y solo asintió.

En el trayecto a la casa de Candy - ¿Te gustaría ser mi acompañante en la cena de este sábado? – Candy volteo a verlo – Bueno eso siempre tu quisieras – dijo muy apenado. Candy sonrió

-Si, me gustaría ser tu compañera, solo que me tomo por sorpresa, nos acabamos de conocer.

-Tienes razón, pero me gustaría conocerte más y gracias, dices que en el orfanato hay dos niños que son de la misma edad del hermano de Archie, ¿crees que les gustaría venir? Para acompañar a Stear, como bien sabes es una cena para conocer el nuevo socio y siento que el pequeño se aburrirá, ¿Qué dices?

-Claro que, si los llevaré conmigo, se van llevar muy bien. ¿A qué hora es la cena? - Preguntó muy entusiasmada.

-A las ocho, pero yo paso por ustedes, pero el viernes por la tarde, serán mis invitados todo el fin de semana – Dijo Albert guiñándole uno de sus hermosos ojos azules.

- ¡Todo el fin de semana! Jajajajaja, no creo que pueda controlar tanto tiempo a los niños, ¡Son tremendos! Jajajajaja- Albert sonrió al escuchar su risa-.

- No te preocupes, te ayudaremos, hemos llegado. Bajo del auto y la ayudo a bajar, caminaron hasta la entrada.

-Tu casa es bonita y tiene un jardín hermoso-.

-Gracias- Candy soltó un suspiro

- ¿Te pasa algo? –

-No- Contesto Candy, fue muy agradable platicar contigo y espero que el fin de semana nos conozcamos más.

- ¡Me encantará! Hasta el viernes, hermosa- Se acercó a ella y le besó la mejilla.

Candy se ruborizó, sonriendo le dijo – Hasta el viernes, Albert-

Ambos pasaron el resto de la semana en sus ocupaciones y anhelando que llegará el viernes, para verse.

-Mañana vendrá por nosotros, ¡Cómo ansío verlo! – Ella no creía que existiera el amor a primera vista, pero estaba convencida de que Albert es el amor de su vida.

A él le pasaba lo mismo y por fin llegó el ansiado día. Eran las cinco de la tarde cuando arribaron a la casa de Albert, los niños se habían portado bien en el trayecto, bajaron del auto, Mark y Mary bajaron las maletas de los invitados para dejarlas en las habitaciones correspondientes.

La Tía Elroy, los esperaba en la sala junto a la familia Cornwell.

-Buenas tardes, familia- Saludo Albert

-Buenas tardes a todos- Dijo Candy – Niños saluden – ellos se encontraban admirando el lugar – perdón, buenas tardes, señoras y señores.

- ¡Son muy simpáticos!

-Sra. Elroy, les presento a Paty y Anthony, son mis alumnos en el orfanato.

- ¡Hola! – se escucho una vocecita- Yo soy Stear

Los niños cuando se vieron intercambiaron miradas y se alegraron porque estaban juntos otra vez, pues tenían una misión muy importante que hacer en la tierra.

Candy se sorprendió al ver que se estaban llevando bien.

-Stear, hijo, ¿por qué no llevas a los niños al jardín de atrás para que jueguen un rato y después regresan a cenar?

-¡Siiii! – dijeron los tres y sin esperar más salieron corriendo al jardín.

-Bien, en vista que se fueron, te presento al resto de la familia, ellos son los papás de Archie, el señor Alfred y la señora Hanna Cornwell Andrew, ella era prima de mi padre-. Comento Albert.

-Mucho gusto- contesto Candy dando la mano.

-El gusto es nuestro, Candy, Archie y ahora la Tía Elroy nos han hablado mucho de ti – dijo el Sr. Cornwell.

La velada transcurrió tranquila.

Al día siguiente Candy estaba ayudando a colocar flores por la casa, cuando se encontró a Albert.

-Buenos días- dijeron

-Hermosa, te deje un regalo en tu habitación, espero te guste-

-Albert, muchas gracias, te puedo hacer una pregunta-

-Claro, pero vamos al jardín- tomo la mano de Candy y se dirigieron allá.

Cuando llegaron Albert, miro a Candy y le dijo -Ahora pregúntame lo que quieras-

-Archie, me comentó que los Legan te dejaron en la ruina, se que trabajas, pero no creo que tu salario te alcance para mantener un palacete como este ¿Cómo administras tu dinero? –

Albert se quedó, viendo a Candy, - tan hermosa - pensaba, pero le contesto- Candy este palacete era de mi hermana al casarse con George paso a ser de él.

Y nos ha permitido vivir aquí, por el momento yo coopero con parte de los gastos, pues George y mis tíos, no pueden mantenernos para siempre a mi tía y a mí, ¿cómo administro mi dinero? Pues es un poco difícil explicarte, pero hago lo mejor que puedo, ¿Por qué tu pregunta?

-Es que en el orfanato es muy difícil administrar lo poco que tenemos y pues me gustaría saber como estirar el dinero para que nos alcance.

-Si gustas, Candy hablaremos con George o Archie para que te ayuden, ¿te parece? –

-Si, Albert, muchas gracias, sabes que los niños se llevan muy bien, pero tengo el presentimiento que en cualquier momento harán de las suyas- Comento preocupada.

-Los estaremos vigilando, vamos a regresar para prepararnos ya que tenemos contado el tiempo- la tomó de la mano, pero esta vez entrelazo sus dedos.

Candy se sentía a gusto con él, ambos corazones latían a más de mil por hora.

Llegó la noche y con ella, los invitados, el Duque de Granchester, se presentó puntual, junto a su familia, su esposa la ex actriz Eleonor Backer, su hijo Terrence y su hija Helena.

-Señores, llego el Duque de Granchester y su familia- anunció Mark y atrás de él apareció los invitados.

Terry recorrió a los presentes se topo con unos ojos verdes y se le iluminó su mirada al reconocerla y le sonrió. Albert al ver a quien se dirigía noto que Candy le sonreía con afecto, cosa que no le agrado. Se recompuso y se dirigió al Duque- Bienvenidos a nuestro hogar- acto seguido hizo las presentaciones correspondientes.

A Stear, Anthony y Paty al igual que Albert, no les agrado Terry.

Helena no le quitaba los ojos a Archie, tomaron un aperitivo, después pasaron al comedor, durante la cena Albert, notó que los pequeños tramaban algo y con una mirada que ellos entendieron, planearon su primera travesura.

Al terminar la cena los niños le pidieron permiso a la tía Elroy para salir a ver las estrellas con el telescopio que los papás de Archie le regalaron.

La Tía les pidió a los jóvenes que acompañaran a los niños al jardín, Terry tomo el brazo de Candy, quién se sorprendió mucho pues ella era la pareja de Albert, este se molesto y no le quedo más remedio que ofrecerle el brazo a Helena, Archie salió detrás de ellos, los niños invitaron a Albert que fuera el primero en mirar, después Candy, Helena, Archie.

Anthony y Paty empezaron a gritar porque vieron algo moverse en los árboles, todos voltearon hacia el árbol que señalaba Paty, ocasión que Stear aprovecho a poner tinta en la mirilla del telescopio. Albert trepó y se encontró a su amiga Pupé, la bajo con él, Helena, Archie y Terry se retiraron de inmediato. Candy se acercó y la acarició. Stear le dijo a Terry que era su turno de ver las estrellas,

Se acercó y vio las estrellas un buen rato mientras Stear, le explicaba una constelación cuando terminó, todos acordaron regresar, al entrar a la sala los adultos vieron con sorpresa a Terry, su mamá se paro y preguntó - ¿¡Qué te paso!? – Todos los jóvenes voltearon a verlo sorprendidos por el ojo morado que mostraba, Terry pregunto - ¿Qué, ¿qué? ¿Por qué miran como si tuviera algo en la cara? – se asustó tanto que su miedo lo percibió Pupe y saltó a él y lo roció, todos salieron del lugar, los Duques se despidieron todos apenados.

Los niños corrieron a la habitación de Paty y soltaron la carcajada – Esto fue mejor, la pobre mofeta se asusto con el actorcillo ese, Jajajaja, Jajajaja, Jajajaja y lo baño, Jajajaja, Jajajaja.

Albert entro a la habitación y les dijo – Mañana doble ración de postre, se lo ganaron -. Salió de ahí con una sonrisa y con Pupe en su hombro.

Continuará…

Gracias, a las que leen en el anonimato, las que me dejan un review y like en los grupos, me motivan a que continúe escribiendo.

Vienen más travesuras de los pequeños duendes y se acerca la temporada navideña en la historia.

Saludos y bendiciones.

Coqui Andrew.