"Cierra los ojos y te besaré, mañana te extrañaré... recuerda que siempre te seré fiel
Y luego mientras esté lejos, escribiré a casa todos los días y te mandaré todo mi amor"

Un extraño sonido hizo que despertara de golpe, miraba para todos lados, debía estarme volviendo loco, aún tenía grabada en mi cabeza aquella canción que Skye cantaba cada mañana al despertar, era su favorita... Y la mía también

"Pretenderé que beso los labios, que echo de menos y espero que mis sueños, se conviertan en realidad"...

Lleve mis patas a la cabeza, no podía creer que esos recuerdos me dolieran bastante, debía encontrar la salida de todo el mal que me ocurría ¿pero como? Por un momento sentí como algo se movía aun costado mío, por un segundo pensé que mi paranoia se había convertido en algo más, realmente no sé qué era aquello, hasta que escuche un ligero quejido, idiota de mi, había olvidado a mi pequeña, ella se había quedo ahí, no la había dejado en su habitación, ella estaba conmigo, me golpee mentalmente fui un irresponsable al dejarla a un costado, pude haberla aplastado o peor aún ella pudo caerse de mi cama, con cuidado la levante, comenzando a revisarla para ver si no le había pasado nada, en mi labor noté como ella reía ligeramente o eso parecía

-¿con que a la señorita parece divertido?- le dije mientras la cargaba, unas de sus diminutas patitas se posó en mi hocico, sus delicados ojos me miraban directamente, era una sensación de aflicción la que ahora recorría mi cada parte del cuerpo, como si ella entendiera la pena que cargaba, era como si ella quisiera acallarla -eso es ridículo Nick- me dije a mi mismo, estaba consciente de que ella no entendería por lo que estaba pasando, ella aún no tenía uso de razón y no comprendía nada de lo que me estaba ocurriendo, con cuidado aleje su patita de mi, ella me miró una vez más, sus miradas me daban mucho en que pensar, sin querer ella me hacía sentir muchas cosas desgarradoras

-perdona si te fallaré querida... pero realmente no encuentro la manera de salir de esto- miré el reloj aún faltaban unas horas para el amanecer, me dispuse a dejar a mi hija en su cuna e intentar dormir hasta que mínimo amaneciera, como odiaba despertar por momentos...

°•••°

Judy había despertado de un buen humor, había hablado con el jefe Bogo para pedir el día libre, el búfalo accedió con una condición: un turno completo. La coneja cedió sin ningún problema, con tal de pasarlo con su amigo todo valdría la pena. Ella estaba apunto de salir cuando notó a lo lejos el carro de aquel libre, espero un poco a su novio. Al verla, Jack no pudo evitar esbozar una sonrisa, la cual fue borrada al verla sin uniforme, aquella coneja se acercó al vehículo, Jack estaba apunto de preguntarle cuando la coneja le quitó las palabras de la boca

-se lo que piensas y no, no pasa nada malo, pedí el día libre... por cierto buenos días llegas más temprano de lo usual

-si le pediste el dia libre ¿por que no me lo?...

-¿no tiene nada de malo que no te lo dijera? ¿o si querido?

-supongo que no, ¿a todo esto a donde ibas?

-tomé tu consejo, iré a apoyar a Nick en lo que mas pueda

-¿no crees que es muy pronto?

-Es mi amigo, el me necesita

-esta bien te entiendo... ¿quieres que te lleve?

-sería egoísta si dijera que no

La liebre abrió la puerta del copiloto, por una parte se sentía agradecido de que su amada regresara, extrañaba verla radiante, alegre y positiva, eso era lo que llenaba sus días, siendo un agente especial, se concentraba en un lugar con un ambiente hostil, pero cuando estaba cerca de Judy, era como si volviera a sentir aquella paz, aquella sensación que hacía mucho tiempo no tenía. Ese era la mayor virtud de ella, podía transformar su hostil existencia, realmente apreciaba a su pareja.

-¿si bogo te dio el día? ¿Qué fue lo que hiciste para que lo hiciera?

-el poder del convencimiento

-ya en serio ¿Qué hiciste?

-le insistí en el tema... a cambio de un turno completo

-al menos te fue bien, por las quejas tanto tuyas como las de Wilde me sorprende que fuera piadoso

-es que yo soy su favorita- alardeó un poco aquella coneja, Jack no pudo evitar reír ante el comentario -¿Qué es tan gracioso?

-nada querida solo, el verte motivada está mañana haces que tenga un buen inicio

Broma tras broma, por fin llegaron a la casa del vulpino, Jack se despidió de la manera más amable que podía, no era un secreto que desde que aquella coneja llegó a su vida, muchas cosas en él había cambiado, entre ellas la forma exageradamente rigurosa en la que vivía.

-¿Pasarás todo el día con él?

-tal vez, aún no lo sé del todo

-vendré por ti en la tarde

Judy sonrió, aquello provocó emociones positivas ante la libre, una vez que la vio alejarse tomó rumbo a su trabajo.

°•••°

El sonido del timbre resonó en mis oídos, eso hizo que despertara exaltado, otra noche sin dormir bien, esto me estaba hartando juraría que me volvería loco en cualquier momento ¿Pero por qué no lo soy entonces?
De nuevo el maldito sonido del timbre, debía dejar que siguieran tocando sea quien sea no era tan importante como mi sueño, escuché como el timbre volvió a sonar, tan estruendoso y como si fuera poco el llanto de mi pequeña acompañaba el ruido, con mucha pesadez puse mis pies en el piso y me levanté a revisar a mi pequeña, ella gritaba y lloraba con mucha fuerza, la tome con cuidado y trate de callar su llanto...
De nuevo el maldito timbre hizo eco, sea quien sea me las pagará por levantarme, por suerte esta vez quedé con la ropa del día anterior, baje con cara de pocos amigos y aún con mi hija en brazos que no dejaba de llorar

-¡Más vale que sea de vida o muerte!- Grité eufórico -¿Quien demonios eres y qué carajos quieres?
Abrí la puerta y ví a Judy, me miraba extrañada y yo a ella, el ambiente era muy hostil para ser verdad

-¡Zanahorias que agradable sorpresa!- dije tratando de disimular -pasa...

Mi hija no dejaba que su llanto cesará, eso también me dió mucha más vergüenza ante mi colega y mi mejor amiga

-vaya, Nick hoy te ves...

-peor que ayer, lo sé

-iba a decir decente

Judy cargó a mi pequeña, comenzó a mecerla suavemente, de poco en poco ella se fue calmando (cosa que agradeció mi cabeza) invite a mi mejor amiga a desayunar, ella en cambio negó con la cabeza, al parecer ya lo había hecho.

-¿A qué debo el honor de tu visita? No es que no me agrada la idea pero ¿No deberías estar en el trabajo?

-vi que necesitabas un poco de asistencia, así que me dije a mi misma: Judy ese zorro necesita ayuda y tú eres su mejor amiga ¿Y si lo apoyas? E heme aquí

-gracias Zanahorias pero estoy bien

Judy me lanzó una mirada inquisitiva, para después señalar el desastre que tenía esparcido por todos lados

-bueno, esta bien, si necesito un poco, solo un poco, de ayuda

-y para eso me tienes a mi querido amigo, voy ayudarte a cambiar este ambiente y hacerte sentir cómodo

-Judy, me da mucha pena que me ayudes con esto, se que debo hacerlo solo pero me he mantenido ocupado por

-yo se que si, un bebé es mucha responsabilidad y requiere mucho tiempo, por eso también quisiera ayudarte

Estaba claro, ella no recibiría un NO por respuesta, así que tampoco se lo negué, deje que ganara, le di la razón y ella lo sabía porque no dejaba de sonreír, tome a mi pequeña y le pedí que me siguiera, primero empezaría con la rutina de cada mañana: ver por su pequeña.

Pasadas unas cuantas horas, me di cuenta que la ayuda recibida por Judy, había sido una maravillosa idea, la planta baja quedó realmente ordenada (el don pulcro de Judy), pero aquí entre nos, ese no era algo de qué preocuparme o avergonzarme, mi habitación por otra parte era todo un caos, había cosas "personales" que no deseaba que nada más viera

-Zanahorias agradezco tu ayuda pero ¿Por qué no cuidas a mi pequeña mientras yo me hago cargo del resto?

-vamos no creo que sea tan- en cuanto giró la perilla y abrió mi puerta el rostro de Judy cambio a uno completamente pasmado -mal

-te lo dije- tenía mucho desastre, desde el día del parto no había hecho limpieza alguna, tenía muchas cosas regadas, algo dentro de mí no quería encontrarse con algo que me perjudicará aún más de lo que ya estaba, aparte mi pereza estaba al flote.

-¿Y que estamos esperando? A limpiar

Temía que dijera eso, pero, entre más pronto comenzamos, más rápido acabaríamos

-tu comienza por ese lado y yo comenzaré por este lado

Si bien pasé una que otra vergüenza con Judy, debo admitir que su ayuda fue una gran idea, mi recamara de poco a poco comenzó a estar limpia, ella me ayudaba acomodar, para ser sincero no quería ni abrir el closet. Había mucha ropa de Skye, parte de su perfume se quedaba impregnado en aquellas prendas, la herida estaba fresca, sería como tratar de cometer suicidio, lo cual podría suceder. Fue entonces que algo llamó mi atención, Judy sacó de aquella maleta, que lleve al hospital, una caja cuadrada pequeña forrada de terciopelo negra

-Nick ¿acaso tú?

-Si zanahorias, iba a pedirle que se casara conmigo, pensé que sería una gran idea pedirle matrimonio después del parto

Mi amiga abrió la caja, contenía un anillo de oro blanco con un diamante azul, había tardado mucho para juntar el dinero para aquel anillo, yo quería que fuera especial para ella.

-Es muy bello, apuesto a que ella le hubiera encantado

Mire aquel anillo, todo el tiempo que pase ahorrando y después buscandolo, quería que fuera perfecto para ella, por qué ella era perfecta para mi, pero todo aquello se acabó, jamás se volverá una realidad y eso me dolía demasiado.
Judy posó una de sus manos en mi hombro, tenía empatía por mi dolor, sin embargo podía decir que eso no me importaba en esos instantes, por qué la quería a ella, deseaba que ella estuviera a mi lado, costará lo que costará, deseaba con todas mis fuerzas que Skye no hubiera perecido.

-Nick... Sé que las cosas son difíciles ahora pero, sé que cambiarán

-quizás lo harán, como quizás no- guarde el anillo en uno de mis cajones de mi cómoda, realmente me sentía deprimido, la tristeza era cada vez más fuerte, el vacío que dejó era profundo, nadie lo entiende hasta que finalmente pierde a alguien que quiere, ahora entendía a mi madre cuando perdió a mi padre.

-oye Nick ¿Quieres que guardemos las cosas de Skye?

-No, para ser sincero quiero que se queden ahí donde están- seguramente Judy pensó que sería masoquista de mi parte, pero necesitaba que estuviera en ese lugar.
Pronto el llanto de mi pequeña hizo que alejara de Judy, fui a verla a su habitación, la maldita sensación de menosprecio volvió a mi, realmente era necesario que mi pequeña se fuera, no quería que ella sufriera por lo que me estaba pasando, no quería sentirla como la verdadera razón de mi desgracia, pero ahí estaba.
-los papeles- tome a mi pequeña, ella comenzó a acomodarse en mi cuerpo, mire a Judy, estaba muy cerca de aquellos papeles, por ahora no deseaba que ella se enterara de mis planes, actúe rápido como puede

-lo siento Zanahorias, pero no sé cómo llegó esto aquí- me los lleve para guardarlos en mi cajón

-¿que eran esos papeles?- temía que me preguntara por ellos

-son... los papeles de funeraria y del hospital, es solo que no quiero tenerlos cerca

-entiendo...- ella siguió ordenando, me sentí mal en mentirle pero realmente no quería que Judy tratara de convencerme de que mi hija se quedara conmigo, todos los sentimientos me carcomía y no quisiera verla a ella perjudicada, podría explicarle a Judy, pero se que aun no encuentro las palabras adecuadas para ello.

La tarde junto al día paso, Judy me había ayudado demasiado con la limpieza, era cierto que se sentía un ambiente diferente, ahora ambos estábamos en la sala, mi amiga no dejaba de hacerle pequeñas muecas a mi hija, aquella escena se veía tan hermosa, tan tierna y a la vez tan infausto para mi, eran esos momentos que me hubiera gustado ver a Skye, verla cuidarla, verla cargarla, verla alimentarla... simplemente verla amarla, pero solo eran deseos que se que jamás se harán realidad.

-Nick, jamás me has dicho cómo se va a llamar

Ni siquiera había elegido un nombre para ella, según yo, no tenía caso llamarla si ella recibiría otro nombre más adelante, el no contestarle a mi amiga hizo que pensara mal de mi

-¿aún no decides cómo se va llamar, cierto?

-No, aún no decido que nombre ponerle

-tienes que elegir uno pronto ¿no querrás parecer un mal padre o si?

Judy, siempre tan ingenua, es por ello que estoy buscando adopción para ella, se que sere un mal padre, no puedo cuidar de mi, mucho menos de mi hija.

-aparte ¿tu madre no sabe de su nieta? ¿o si?

Era cierto, mi madre no sabia que ya tenía una nieta, ella había conocido a Skye tiempo atrás, nunca le dije que ella estaba embarazada, pensaba darle la sorpresa cuando naciera, pero ahora, debido a las circunstancias no creo que sea prudente que ella sepa de la existencia de ella, bien podría ir con mi progenitora y buscar algún consuelo, pero no quería molestarla, ya no quería molestar a nadie, yo debía salir por mi cuenta.

-hablare con ella despues...- podía jurar que aquello no sonó convincente ante mi amiga, lo se por que ella me miró de manera dudosa.

-Nick en un rato debo irme ¿no te gustaría que te ayudara con algo más?

-ya me has ayudado demasiado, con lo que hiciste, me parece que fue suficiente

-¿seguro? pienso que tal vez pudiera ayudarte con más cosas

-hablo en serio, ya fue suficiente con lo que hiciste hoy, de verdad muchas gracias zanahorias

Su teléfono sonó, no había que ser un adivino para saber de quién era la llamada, por que habían dos cosas que la delataban: el tono de llamada y la sonrisa que se le dibujaba, nunca entenderé eso de las mujeres, con Skye era lo mismo, ella sonreía incluso si me encontraba aun lado, era gracioso ver lo despistada que podría ser y eso era una de las tantas cosas que me encantaba de ella.

-Nick debo irme, Jack está afuera esperándome

-De verdad muchas gracias por la ayuda

-sabes que siempre es un placer brindarte ayuda

Ambos salimos, efectivamente esa liebre estaba ahí, por un lado me alegraba que él fuera atento con ella, pero por otro lado, me sentía como un hermano celoso, por lo cual aún no había ganado completamente mi confianza

-espero verte pronto Nick

-si yo igual... un segundo, aun no me has dicho porque Bogo te dio el día si el...

-perdona Nick pero ya tenemos que irnos- en cuanto se subió al auto, Jack arrancó de inmediato, dejándome con la duda de que había hecho para que nuestro gruñón y amargado jefe tuviera un día libre.

En cuanto entre a mi casa, la sensación de vacío volvió instantáneamente, se sentía muy execrable aquella percepción por mi parte, la soledad se apoderaba de mi hogar y de mi

-tal parece que ahora estamos solos- volvió a mirarme -ojala tu madre estuviera aquí-

°•••°

-¿pasa algo? te noto muy pensativa desde que saliste de la casa de Nick

-no es eso, es solo que, no veo mejoría en Nick

-cariño es obvio, el no mejorara de la noche a la mañana, nadie supera el dolor luctuoso tan rápidamente, Nick necesitará tiempo y algo de espacio

-lo se, pero ¿no debería ser la niña un motivo para salir adelante? hoy le pregunte si ya tenía un nombre y me dijo que no, tampoco le ha hablado a su madre sobre su hija ¿no se te hace raro?

-Judy, Nick tiene mucho por digerir todavía, él necesita tiempo, estoy seguro de que hará lo correcto

-Jack ¿tu sabes que es "Green Valey"?

-No ¿por que?

-Vi ese nombre en uno de los papeles que Nick tenía en su habitación y en cuanto pudo me los quito de inmediato, Jack... creo que Nick quiere poner en adopción a su hija

-vamos Judy, no creo que llegue a hacerlo... espero

La noche había caído, yo me encontraba en la ventana de mi habitación, observaba a través de ella, el vecindario era tranquilo, la noche seguramente seria así, tranquila y sola, hija estaba en su habitación, la había hecho dormir, por lo que no tenía que preocuparme de ella por un buen tiempo, ahora tenía tiempo para mi. ¿Pero qué podía hacer? Todo se sentía solo, tan callado.

Lleve mi mirada al cuadro donde estábamos Skye y yo, la tomamos justamente el día de su cumpleaños, se veía tan hermosa, tan radiante y tan feliz.

-Skye bésame... el roce de tu boquita me va volar la cabeza, donde tus ojos no puedan ver, si te amo... digo, quiero conocerte- recordé aquella canción que le dedique ese día, mis pies fueron hasta donde había guardado el anillo, lo sostuve de nuevo -¿Realmente así acabaríamos ambos?- me dije a mi mismo -Skye bésame... si te amo, digo es porque necesito amarte.

Había hecho algo que no hice en días anteriores, llorar, sentí como aquellas lágrimas se resbalaban sobre mis mejillas, realmente la necesitaba ahí, conmigo, a mi lado, acallando esa sensación deprimente, realmente la necesitaba a ella, su amor, su sonrisa, su mirada radiante, en pocas palabras, la necesitábamos con vida. Me quede en la misma posición, observando la fotografía otro rato, la melancolía también se hizo presente, cada recuerdo parecía que no dejaría de atormentarme...
Esto terminaría mal, ya estaba sufriendo los estragos causados por su partida, realmente la amaba demasiado, aún más que a mí propia vida.

Al día siguiente

Me desperté por los llantos de mi pequeña, ese ya era mi rutina, la cual deseaba que se acabara, me sentía cansado y fatigado, sin mencionar el desgaste emocional que era el día con día de mi vida, comencé como siempre viendo por ella primero, era extraño pero esta mañana había dejado de llorar en cuanto sintió mis brazos, sus suaves manitas me rodeaban, ella se había acomodado en mi pecho, la escuchaba sollozar, lo que me indicaban que ya tenía un rato llorando, baje con ella a la sala, me sentí extraño, en los últimos días ella no se calmaba totalmente, pero mi presencia la hacía sentir ¿relajada? ¿Calmada? no entendía bien el porque, pero ahi estaba, completamente quieta.

En cierta forma ella me contagiaba de su calma, pero no eran duraderos, mi mente divagaba con mil cosas a la vez, incluyendo la preocupación de que pronto tendría que volver al trabajo, faltaban días para regresar y yo aún no me sentía bien del todo, otro problema que agregar a mis pesares, el trabajo se me haría pesado con una hija recién nacida

-¿quién habrá sido el idiota que solo da días por maternidad y no por paternidad?- era tonto que dijera eso, pero la situación de la adopción seria tardado, así que tendría que verlas difíciles un par de días o semanas. -tal parece que estarás conmigo un poco...- en cuanto me di cuenta ella se había quedado dormida de nuevo -eso si es vida ¿no lo crees? dormir mucho y no hacer nada... Judy me dijo que te pusiera un nombre, pero realmente no encuentro uno apropiado para ti, tu madre tenía uno pero, llamarte como ella quería sería lastimoso de alguna manera, se que no tienes la culpa de nada, realmente tú no pediste venir al mundo, tampoco fue tu culpa que tu madre no esté con nosotros, en serio que desearía que tu madre viviera , serías su adoración en estos instantes, pero... Ella se fue antes de verte...

"-hagamos una apuesta Nick

-¿que clase de apuesta?

-Yo digo que será una niña, y que tendrá tu hermoso color anaranjado

-Skye ya lo habíamos discutido... ¿lo olvidaste?

-¿tienes miedo de perder cariño?

-mientras esté saludable no me importa si es un niño o niña, además yo digo que será un varón y será un descolorido como su adorable madre

-yo no soy una descolorida, de acuerdo si yo gano, me ayudarás con las tareas del hogar y con mi trabajo por dos meses

-no quiere nada la señorita, bueno si a esas vamos, si yo gano, tú me darás lo que yo quiera

-trato hecho"

-quien diría que tu madre sólo acertó en que serias una niña- aquél recuerdo vino a mi mente, hay cosas que me gustan recordarlas pero a la vez me cuestan trabajo intentar no sentirme mal, debido a que la aflicción ganada siempre, se han vuelto dolorosos, el sonido del teléfono sonó por toda la casa, no esperaba llamada de nadie por lo que se me hizo extraño recibir una. Conteste de inmediato

-Hola

-¡Nick! Buenos días solo llamaba para saber cómo estabas el día de hoy

-eres tú zanahorias, supongo que bien yo

-no pienso quitarte mucho tiempo, así qué opinas si después del trabajo yo

-lo siento, pero saldré está tarde a hacer unas cosas, me llamaron del hospital para terminar los trámites- sé que era una mentira pero no tenía ganas de ver a nadie, realmente era pesado para mí cuando la soledad volvía a mí en cuanto terminaban las visitas

-oh, entiendo estarás ocupado ¿Qué tal mañana?

-supongo que estaría bien- mañana podría inventarle una nueva excusa- solo no traigas a la pelusa rayada

-¡JACK NO ES NINGUNA PELUSA RAYADA!- escuché reírse ante mi comentario- te veré mañana entonces

En cuanto colgó suspiré pesadamente ¿Realmente así quería acabar? Aislandome del resto del mundo, sintiendo la maldita pena invadiendo cada parte de mi ser, si me viera mi yo de hace un par de semanas quizás se decepcionaría de mi yo actual, pero si supiera la situación el también me comprendería, realmente había hecho de Skye mi todo, ella era mi complemento, sonaría estúpido pero ella era mi alma gemela.

Continuará...

Hola a todos y antes de que me aniquilen por todo el tiempo que no he podido actualizar, quiero disculparme, realmente estuve muy ocupada, además de que estuve investigando sobre estos temas, de hecho la historia tendrá un datos biológicos (así es el hecho de que sea un Fanfic no significa que no pueda contener datos completamente biológicos) así que tardaré un poco más de lo esperado, por ahora espero que realmente les guste este capítulo.

Por cierto por ahí leí que alguien me preguntó "¿Y por qué te gusta recalcar todos los sentimientos de Nick una y otra vez?" A lo que respondo con lo siguiente:
Por si no se han dado cuenta voy desde "la tristeza" hasta la depresión luctuosa, son dos cosas totalmente diferentes, no es lo mismo sentir tristeza a sentir depresión y menos al perder a alguien, así como recalcó su pesar también pienso recalcar su "recuperación" (algo de spoiler)...

Lo que me recuerda también que al parecer me llevará más de 8 capítulos, bueno sin más que decir espero leerlos pronto

~See you later!