Ya han pasado un par de meses desde ese momento incomodo que tuve con Piccolo, a pesar de esto no a afectado mucho, nadie habla sobre el tema en absoluto. La vida comenzó a ser muy monótona.
Todos los días hemos entrenando sin parar, las veces que hemos platicado son solo simples temas de… "¿Cómo te ha ido?" "¿Te gusta entrenar conmigo?" Temas de ese estilo.
La verdad no hay mucho que contar, lo único interesante es que ya somos mucho más fuertes y ya no pienso demasiado en Vegeta.
-Oye tu cabezón, mañana no voy a poder venir a entrenar porque ya tengo planes.-Le dije mirándolo.
Estábamos sentados en el pasto, era un pequeño descanso del entrenamiento y…al parecer no le agrado mucho la idea. Se le notaba enojó pero tenía que aceptar la decisión que tome.
-¿Y por qué?.- Dijo con un tono muy serio.
-Veras, Bulma va ir a ver al maestro Roshi y pues me invitaron a mi también.- Estaba nerviosa y no sé porque, pareciera cómo si le estuviera pidiendo permiso.
-Solo cuídate del maestro Roshi, ese tipo es un pervertido y no dudes que intentara tocarte.- Me dijo cruzandose de brazos y cerrando los ojos.
-¿Estas enojado?.- Acercándome a él.- Si quieres puedes ir, no creo que digan que no.- Sentí que me sonroje.
-Tu sabes que a mí no me gusta esa clase de tonterías, si quieres complacerme entonces tienes que venir a entrenar.- Mirándome pero seguía cruzado de brazos.
-Pero no respondiste ¿Estas enojado?
-No te incumbe chiquilla.- Sonrojándose pero solo un poquito.
-Hay Piccolo, un día que falte aquí no afectará en tu fuerza ¿O si?.- Poniéndome frente a él.- Solo un día.
Él de repente me soltó un golpe dándome la señal de que una pelea para entrenar había empezado, yo también comencé a dar una lluvia de puñetazos y patadas.
De alguna forma logré tomarlo del pie y darle muchas vueltas para poder aventarlo al suelo. Funcionó. El comenzó a aventarme ráfagas de Ki la cual una logró darme.
Piccolo aprovecho esto y comenzó a darme muchas patadas y puñetazos, vaya que me costaban trabajo esquivarlos. Le comencé a lanzar bolas de Ki pero para mí suerte ninguna le dio. Las esquivo el desgraciado.
-Vaya… estás dando lo mejor de ti…-Estaba muy agitada.
Él solo soltó una pequeña risita burlona, nuevamente comenzamos a luchar y esta vez y va a subir mi nivel de pelea pues no era mi máximo esfuerzo.
Seguimos entrenando sin parar todo el día, ya estaba muy agotada y ya era hora de retirarme pues debía descansar para el día de mañana, no quería ir toda cansada.
-Me voy Piccolo, que descanses.- Sentí que me tomaron del brazo.- ¿Piccolo?
-Nada olvídalo.- Me suelta.
-¿Estas bien? Te ves raro.- Me puse completamente frente a él.- ¿Quieres hablar de algo al respecto?
-No.-Se sonrojo hasta las orejas.- Solo olvídalo, no era nada importante.
Yo le hice caso y ya no pregunté más, pues no quería incomodarlo. Ahora si era hora de irme a corporación cápsula para poder descansar y mañana amanecer con energía.
20 minutos después…
-Hola Bulma ¿Si vamos a ir mañana con el maestro Roshi?
-Por supuesto Kai, no te preocupes.- Soltando una risita.- De lo único que te tienes que preocupar es del maestro porque es un completo pervertido.
-¿En serio?.- En ese momento recordé de algo que me dijo Piccolo.
-"Solo cuídate del maestro Roshi, ese tipo es un pervertido y no dudes que intentara tocarte."
-Si Kai, ¿no lo sabias?.- Soltando otras pequeñas risitas.- Aunque solo le tienes que dar un par de cachetadas para calmarlo.
-Bueno tendré cuidado con ese aspecto.- Bostece y me estiré.- Ya me voy a mi habitación, fue una largo y duró entrenamiento, que descanses.
-Igual Kai, hasta mañana.
Llegué a mi habitación y comencé a quitarme la ropa para irme a dar un baño relajante, ya dentro de la ducha empecé a darme masajes para que mañana no amaneciera con dolor.
20 minutos después…
Ya estoy por fin en mi cama tan cómoda, la verdad parezco estrella de mar por la forma que estoy acostada en la cama, que sueño… creo que me voy a quedar… dormida….
Primera persona (Piccolo)
-Maldita saiyajin.
Me dirijo a hablar con ella, no me puede dejar así nada más porque se quiere ir a divertir, además… ¿por qué con esos tipos?… es obvio que va a estar el maestro Roshi y es un pervertido.
También supongo que va estar ese cerdo que es igual al maestro, está más que claro que van a intentar aprovecharse de ella, aunque sé que Kai se defenderá pero… no quiero que esos malditos le hagan algo.
Espera… porque estoy teniendo este comportamiento… ciento unos dolores en el estómago, además a mí que me importa esa saiyajin si… solo es una compañera de entrenamiento.
-Kai.-Entre por la ventana.
Me di cuenta que ya se encontraba completamente dormida, estaba encima de las cobijas en una posición de bebé, se le veía tan…tierna.
Comencé a sentir su cabello, recién se había bañado se le notaba pues su pelo seguía mojado. Empecé a detectar un olor, la verdad olía muy bien, al parecer era de su shampoo. Espera ¡¿Qué estoy haciendo?! Deje de acariciar su pelo rápidamente.
Primera persona (Kai)
Sentí una mano en mi cabello que me acariciaba gentilmente, me arrullaba demasiado pero… se supone que no había nadie en mi habitación entonces ¿Quién era?
Yo comencé a abrir los ojos, me di la vuelta para darme cuenta de quien era él que me acariciaba gentilmente, Piccolo. Yo me levanté asustada.
-¡¿Qué haces aquí?!.- Sentándome rápidamente en mi cama.
-K-Kai… verás… y-yo solo vine a hablar contigo.- Se puso literalmente morado en toda la cara.
-No podías habérmelo dicho cuando me detuviste.- Estaba un poco incómoda.- ¿Qué querías decirme?
-Solo…- Se sonrojo a un más.- Me preocupa lo de mañana.- Se tapa la boca.
-¿Qué dices? ¿Qué te preocupa?.- Haciendo señas de que se sentará al lado de mi.
Él respondió a mis señas y se sentó al lado mío, no hablaba solo miraba al suelo, yo instintivamente le comencé a acariciar su espalda como si estuviera consolando a mi hermano.
Ya sólo sus mejillas estaban moradas pero se le notaba increíblemente nervioso, yo no insista a hablar solo esperaba que me diera una respuesta por lo que espere paciente unos minutos.
-Es… simplemente preocupación de amigos… n-no quiero que lo mal intérpretes.- Intentando evitar verme.- Me preocupa el maestro y ese cerdo, y si va Yamcha peor… simplemente no confío en ellos.
Yo note que me sonroje pues sentí mis mejillas calientes, me pareció muy tierno de su parte preocuparse por mi… comencé a sentir mariposas en el estómago.
-Gracias por preocuparte por mí.- Recargue mi cabeza en su hombro.- Ni siquiera mi hermano a hecho eso.
-Kai…- Se le escucho con un hilo de voz.- ¿Que estas…?
-Solo vive el momento.- Cerré mis ojos.
Primera persona (Piccolo)
Ella estaba recargada en mi hombro tranquilamente y levemente sonrojada, note cómo cerró sus ojos. Comenzó a llegar a mi el mismo olor de hace un rato.
Yo… no se porque lo hice, nuevamente ya estaba acariciando su cabello levemente y con gentileza, nadie hablaba y ambos colaboramos para que ese momento no terminara pronto.
-¿Por qué está pasando esto? No lo entiendo Kai.- Le seguí acariciando su pelo y poco a poco pasaba a sus mejillas.
-Yo tampoco lo sé… lo único que sé es que es el momento más lindo que he tenido en mi vida.- Seguía sin abrir los ojos.
-De todas formas… sigo dudando sobre esa visita.- Yo alce su cara para que me viera.
-Tranquilízate Piccolo.-Sus orbes comenzaron a brillar más de lo normal.- No dejaré que me falten al respeto y si lo hacen…
-Dime y les iré a partir la cara.- Solté una risita.
-Por supuesto que no, por qué se que eres capaz pero… no dejaré que me hagan tal cosa, tu tranquilo y yo nerviosa.
Ella volvió a recargarse en mi hombro, paso su mano atrás y empezó a acariciar mi espalda gentilmente, yo respondí comenzando a jugar con su cabello y de vez en cuando acariciar sus mejillas.
Nadie hablaba y la verdad… no era incómodo a pesar de que estábamos haciendo esas clase de cosas siendo solo…amigos… comencé a tener una sensación rara en el estómago y en eso, Kai se quedó profundamente dormida.
La cargué poniéndola acostada en su cama, no se porque o cuáles fueron mis motivos de quedármela viendo por una par de segundos, al final reaccione y decidí irme de su habitación.
Al día siguiente…
Primera persona (Kai)
Desperté acostada en mi cama ¿En dónde está Piccolo? Creo que se ha ido. Solo en pensar en lo que había pasado entre los dos me sonrojaba, fue muy tierno de su parte.
-"Me preocupa lo de mañana".-"De todas formas… sigo dudando sobre esa visita".
Recordar esas palabras junto con las escenas me hacía querer volver en el tiempo y así poder vivirlas de nuevo. Lastima que mi cansancio lo haya arruinado.
Tres horas después…
Ya estaba en la casa del maestro Roshi y como me lo advirtieron, me quiso saludar intentando tocarme en… bueno ya se imaginarán… también me enteré que Krilin ya tiene novia, su nombre es Maron.
-Hola linda, dime porque no me das una abrazo.- Apretando sus manos imaginando que estaba agarrando esas partes de mi cuerpo que yo solo me puedo ver.
-¡Maestro!.- Le dijo la científica.
-¿Qué bulma? O no es lo que estás pensando.- Frotándose su cabeza pelona.
Yo como lo prometí no lo iba a permitir por lo que le di una cachetada, no lo arroje muy lejos porque logré controlar mi fuerza, solo hice que se pegará a una palmera.
Nos divertíamos platicando, hasta que llegó Milk preguntando por el pequeño Gohan, y la noviecita de Krilin no se le ocurrió mejor cosa que correrla y decirle "abuela".
-Lo siento abuela.- Poniéndose frente a Milk.- Ese chiquillo que busca no está aquí, así que ya váyase.
-¡¿Abuela?!
-O lo siento abuela, no era mi intención.
-¡¿Cómo te atreves a decirle eso a una mujer tan joven y linda como yo?!.- Sacó parte de su Ki.
Nosotros tuvimos que agarrar a Milk pues estaba dispuesta a darle una paliza. Krilin se la llevó al mar para que la madre del pequeño no la pudiera agarrar pero, me percaté que venía una neblina muy extraña y comenzó a cubrirnos a todos.
