Flash Back…

-Hija, debes de entender que él es un buen muchacho, además ambos tienen muchas cosas en común.

-No me importa mamá, entiende que yo decidiré ese momento y a esa persona que definitivamente me hará feliz.

-Kai, por favor entiende, él prometió que te hará feliz sin importar lo que suceda.

-Papá, yo decidiré eso. ¡¿Por qué no lo entienden!?

No entiendo porque no me dejan elegir, es cierto que Fukai y yo somos amigos, es cierto que tenemos muchas en común y de hecho nos conocimos gracias a las artes marciales pero, no es la persona de mis sueños.

-Hija comprende que él es la mejor opción hasta el momento.

-Tu padre tiene razón.- Acaricia mi mejilla gentilmente.- Hazlo por nosotros, queremos lo mejor para ti y por eso hicimos esa decisión.

-Esta bien, me casare con él…-Gracias hija.-

Dijeron a dúo mis padres.La elección que acabo de hacer fue más por obligación que por amor, se que Fukai tiene un sentimiento hacía mi llamado amor, pero eso que importa, yo no siento lo mismo que él.

Aún así, encontraré un pretexto para librarme de este compromiso. Fukai es un gran chico pero, no quiero pasar el resto de mi vida con él. Solo es un amigo y ya.

Fin Flash Back…

-Kai despierta.- Escuche una voz neutra demasiado lejos.

Esa voz neutra se iba intensificando, diciendo lo mismo aproximadamente unas diez veces. Hasta que por fin capte que era la voz de Piccolo.

-Kai estamos en un descanso, no es para que te duermas.

Yo me levanté bostezando y frotándome el ojo derecho. Realmente no sé porque estaba tan cansada al grado de quedarme dormida en un descanso.

-Ya lo se… pero estoy cansada.

-Si estás cansada no se porque viniste a entrenar.

-En la mañana no me sentía así, además prefiero estar aquí que soportar a Fukai.- Me recargue en su hombro.- ¿Quieres que vaya con él?

-Ni se te ocurra.- Escuche un leve gruñido.

Sabía que la idea de irme con Fukai, tampoco le agradaba para nada a Piccolo. Ya sabía que esa iba a ser su respuesta pero de todas formas quería asegurarme.

Ahora que me doy cuenta no le molesta que este recargada en su hombro, de todas formas ya llevamos un mes de pareja, en fin, creo que no le importa que haga esto mientras nadie nos vea, ay el orgullo…

Sentí como mis ojos se querían cerrar, es como si hubieran atado ladrillos a mis párpados, no lo puedo soportar, si sigo así me quedaré dormida en su hombro…

Primera persona (Piccolo)

Ella se estaba quedando dormida, no quise molestarla por lo que la deje dormir. Por suerte estábamos bajo un árbol el cual nos protegía de los rayos del sol.

No entiendo cómo es que acepte tener más que una amistad con ella. Juro que en ese momento actúe sin pensar. Tal vez tenga que decírselo a Kai, siento yo que es lo mejor.

Me encerré tanto en mis pensamientos que no me di cuenta que ella estaba resbalándose de mi hombro. Por suerte actúe a tiempo de que cayera y la sostuve centímetros de mis piernas cruzadas.

Vaya que si tiene el sueño pesado, para que no se despertara, espera… abrió un ojo por milésimas de segundo.

-Se que estás despierta, no hace falta que te hagas la dormida.

-Si está bien, es solo que quería… recostarme en tus piernas.- Sus mejillas estaban de un tono rojizo.

-¿Y por qué no lo hiciste desde un principio?.- La levanté para que quedara sentada al lado mío.

-Bueno es que yo, me daba un poco de vergüenza.- Vi como estaba temblando ligeramente.

-Aja…- Era momento de decirle.- Oye Kai.

No dijo nada pero me estaba viendo fijamente esperando una respuesta. No sabía cómo decirle sin que se lo tomara mal o hiciera algún drama.

-Veras yo…- Ella se acercó un poco más a mi, tal vez solo centímetros.- Escucha…. ¿Por qué decidiste que yo sería una buena pareja?

Sus mejillas se tornaron de un leve tono rojo. Ella simplemente río, claramente estaba nerviosa pero a pesar de eso, no tardo en responder.

-Al pasar tanto tiempo contigo, me fui fijando en pequeños detalles que muy pocos conocen de ti.- Bajo la mirada con una sonrisa en rostro.

Sentimos como la sabandija de Fukai estaba cerca, maldita sea. Se supone que debía decirle a Kai cuál fue la razón de aceptar estar con ella, pero si él viene no lo voy a poder hacer.

Esa persona, me causa un desagrado que solo él me puede causar. Muy aparte que vino para tener más que una amistad con ella.

-Hola preciosidad.- Dijo sentándose junto a Kai.- Dime, ¿Por qué estás con él a solas?.

-Nosotros siempre estamos a solas cuando entrenamos, ¿Y tu por qué viniste?.

-Pues para verte a ti, no me gusta en absoluto que estés con ese sujeto tan despreciable.

Él se empezó a acercarse muy atrevidamente a Kai, su cara estaba a centímetros de tocar a la de ella. Cuando estaba a punto de decir algo, la saiyajin le dió una gran cachetada, dejando en un tono rojo la mejilla de ese despreciable.

-Eso te pasa por pasarte del espacio vital de Kai.- Soltando una pequeña risita burlona.

Primera persona (Kai)

Cuando Piccolo hizo ese comentario, cerró sus ojos como si fuera a meditar, aunque no se porque no sintió que le venía un puñetazo.

-¡Maldita sabandija! ¡¿Por qué me golpeas?!

Ambos se levantaron, estaba más que claro que comenzaría una pelea. Estos se comenzaron a insultar, insultos tan infantiles que algunos me causaban gracia, pero me así pensar que se están comportando tan inmaduros.

Ya me había aburrido de tanta inmadurez, por lo que interferí entre ellos, por suerte ambos me hicieron caso aunque, se seguían mirando con un gran odio.

Fukai con tal de no estar cerca de Piccolo, se adelantó a Corporación Cápsula, mientras que yo iba volando lentamente junto al namek.

-Kai…

-¿Qué pasa?

-Estas segura que yo soy la mejor elección, estás completamente segura que yo te haré feliz.

Conozco a Piccolo, y por el tono en que lo dijo, sonaba entre serio pero inseguro. Se perfectamente que el dudaría tarde o temprano.

-Piccolo, tu ya me has hecho feliz varías veces.- Me acerque a él acariciando gentilmente su mejilla.- Tu no eres así, tu siempre estás seguro de tu mismo, ten por seguro que yo seré feliz mientras permanezca a tu lado.

Sentí como sus grandes brazos me envolvían, me deje llevar por el momento y escondí mi cara en su pecho.

Él empezó a jugar con mi cabello, enredando pedazos de pelo en sus dedos, de repente sentí como Piccolo se sumergía en mi cuello, su respiración estaba tan cerca que mi corazón comenzaba a latir más fuerte y se aceleraba por cada segundo que pasaba.

No pensé que Piccolo fuese a besar mi cuello, la verdad me sorprendió mucho. Él no paraba de besarme, ya no soportaba más y tal vez suene atrevida, alcé su cara para juntar sus labios con los míos.

Al principio comenzó con un beso tierno, poco a poco mi amado lo convirtió algo húmedo.

Sus brazos pasaron a abrazar mi cadera, mientras que yo envolví los míos en su cuello. Piccolo comenzó a hacer el dominante en el beso.

Estoy tan sorprendida, nunca pensé que él fuese así, pienso yo que vendría siendo el instinto. Lo cual ahora que lo pienso la raza Namekusein no debería tener esa clase de instinto, pues el patriarca se encarga de la parte reproductiva gracias a unos huevos que saca de su boca.

En fin, el beso se fue tornando más intenso hasta que ambos tuvimos que tomar aire, pues con esa intensidad se nos había olvidado que dependemos de respirar para vivir.

Fue entonces que Piccolo me cargó y voló como nunca hacía Corporación Cápsula, entró a mi habitación por la ventana, algo típico de él.

Me acorraló a la pared, se le notaba agitado, con esa velocidad quien no se cansaría. Con una mano agarró mis dos muñecas y las puso encima de mi cabeza.

Nuevamente comenzó a besarme con la misma intensidad de hace unos minutos. Con el brazo sobrante, me acerco así a él mediante mi cintura.

Así estuvimos por un par de minutos, él pasaba a mí cuello de vez en cuando hasta que nos separamos. Creo que Piccolo por fin se dio cuenta hasta a donde había llegado por el instinto.

-Kai…-Se le notaba agitado.

Esa intensidad con la que jugamos un buen rato, en serio que me llevo una gran sorpresa, nunca había sacado ese lado.

-¿Qué pasa?

-Perdón, me desconecte tanto, no se porque actúe así y la verdad es que…

Le dio un piquito, no quería que se viera tan inseguro. Ese no es la persona de la cual me enamoré.

-Simplemente fue grandioso.- Vi un leve tono morado en sus mejillas.- ¿Ahora te sonrojas?

Desarmamos la posición en la cual nos encontrábamos, era momento de que el se retirara. Yo tenía que bañarme, después de esa intensidad tenía que relajarme.

Aunque por alguna razón, estaba tranquila. Si por mí fuera no me bañaba, pero me sentía sucia a pesar de que no entrenamos como siempre lo hacemos.