Capítulo 5: Las palabras que (nunca) te diré.
Gaara
1.
Quiere andar derecho, pero el alma le pesa y jala de él hacia la izquierda.
Es una proeza no tambalearse cuando traes más del límite permitido de alcohol en el cuerpo. Y piensa, que esa cantidad es suficiente para desintoxicar su sangre o curar heridas internas. Sobre todo esa en su pecho, que se abre cada que siente vibrar el teléfono en su bolsillo derecho.
Han pasado seis meses, catorce días y, no, no es que lleve la cuenta, solo que marqué por casualidad el tiempo de regreso de Konoha; pero ¿recién te acuerdas de mí?
Y no. No tiene derecho a quejarse, porque fue él mismo quien la alejó.
La relación de ellos había llegado a un punto crítico cuando Hinata lo besó. Porque para Gaara, eso fue una declaración de amor (su corazón le tocó una ranchera todo el viaje). Pero para Hinata no. Ella siguió llevando la relación por el mismo sendero de siempre.
Marea baja que no te lleva a ningún lado.
(Solo flotas, flotas, flotas)
Que si te amo, tú nunca lo vas a entender
De repente, el aparato dejó de martillar y una parte de él (el 99%) se siente mal por ignorarla. (Porque no lo admite-mentira, sí- pero ella es su cielo, su mundo, su eje, su todo). Entonces, ese 1, lo consuela; palmea su corazón y le dice que está bien, que ya tomo su decisión y debe ser firme. Susurra a su ventrículo derecho, que si quisiera, ella estaría ahí, para él.
Así que, sus ojos de marea salada se evaporan y sigue su camino a casa. Al lugar que llama casa, aunque no se siente como tal.
– Gaara.
(pumpumpum)
2.
Hinata se explica dentro del apartamento. Una pelea insignificante por la última papa con Neji, detonó en una pelea de manos, que los llevó a romper un par de cosas y terminó con la ira de su padre.
(Que no te engañen esos ojos espumosos, ni las enormes pestañas de chocolate bitter; ella es una fiera salvaje e indomable y ¡Ay de quien le alce la voz!- ni Hiashi tiene un salvoconducto para eso)
Entonces.
Gaara también se explica. Es una habitación pequeña, con una sola cama y debe buscar a alguien más, porque ahí no se pude quedar.
– ¡Si tuviera a alguien más, no habría venido hasta acá! – le grita ofuscada. Tal vez por su excusa poco convincente o porque no contesto a sus 44 llamadas – No sé porque te empeñas en alejarme, pero entiende que fuiste mi última opción.
Eso le cae como un balde de leche fría.
¿Cuándo se volvió lo último para ella?, se cuestiona y no tarda mucho en darse cuenta que quizás, fue el quien la forzó a eso. Aunque eso no cambia el hecho de que duela. La observa fijo al rostro (planeta redondo similar a la luna), decidido a cambiar esa situación.
Un paso adelante.
Diez centímetros de separación.
Su aliento cálido lo embarga. Siente el aroma dulce emanar de ella y por un segundo, quiere dejarse llevar por el alcohol (Porque es jodidamente hermosa y dulce y es lluvia de verano en el amazonas)
– Ve a un hotel, yo pago por él.
Pero no puede dejarse llevar y sucumbir a sus bajos instintos. Porque las cosas aún no están claras entre ellos y teme que Hinata acepte algo y luego: Lo siento, pero solo somos amigos, no sobrepases esa línea.
– ¿Tanto me odias?
Esa pregunta suena a una jodida broma, pero descarta la idea cuando ve su rostro garuar. Se da cuenta que es la segunda vez en su vida que la hace llorar (y el corazón se le hace un bollito adolorido porque…
No hay una maldita forma en que eso sea posible cuando…)
– Estoy enamorado de ti.
(...
Eso debió quedarse en su cabeza.)
3.
Hinata es como una puesta de sol que tuesta tus mejillas a las doce de la tarde. Estrella enorme de 100 watts que no quiere que se apague nunca.
– Gaara –le llama el de las grandes cejas y baja de su nube – ¿Te encuentras bien? Estas con la misma ropa de ayer.
Recuerda el cómo huyo anoche de su propia casa y deambulo sin rumbo hacia el hotel que le ofreció a Hinata. Nunca pensó que su primera vez en un hotel, sería solo y oyendo opera de la habitación de al lado.
Rock Lee lo observa, expectante de una respuesta y Gaara duda. Porque en toda su vida solo ha conversado de manera íntima con una persona, esa con la que ya no cuenta más. Aunque también esta Naruto, pero el siempre prefirió su amistad con Sasuke.
"Al demonio", piensa finalmente y deja explotar su pecho.
Va en círculos, hace curvas, da vueltas y por momentos, dice cosas sin mucho sentido. Cosas como: Me gusta y no; la quiero, pero solo como amiga; es complicado. Sin embargo, dentro de todo, tiene sentido. Porque es la primera vez que pone en palabras lo que siente por ella y todo es muy nuevo, muy extraño.
Muy cálido.
– ¿Te refieres a Hinata? – pregunta sin más Lee. Ahí recuerda que nunca dijo nombre ni le dio rostro a la misteriosa mujer, así que la pregunta es obvia (¿Cómo…)– Es que no te imagino con nadie más que con ella.
4.
Rock Lee era una persona extraña con exceso de vigor por la vida. Sin embargo, era alguien sensato y de quien se fiaba. Así que si él le decía: En la escuela todos sabíamos lo tuyo con Hinata, o bueno, pensábamos que había algo, y estas equivocado, yo no creo que ella haya estado enamorada de Naruto, ni por un segundo.
Entonces podía tomar esas palabras como ciertas o si quiera pensar en ellas seriamente ¿no?
Y qué tal si…
(El rechazo duele
…Pero la duda mata)
Acéptame o recházame, pero dame una respuesta.
5.
El cuerpo de nieve se tensa al sentir su mano acariciar sus cabellos. La tranquilidad en su rostro al dormir es digna de una canonización.
Abre los ojos pesados y ahora quien se tensa es él, porque su momento ha llegado.
(Eres especial y le das sentido a la marca en mi frente)
Empieza con unas disculpas por lo de anoche (y lo de Konoha y por dudar en besarla cuando niños). Dice versos raros y frases inconexas nuevamente. Por momentos abre la boca, la cierra y la vuelve a abrir, pero no emite palabra alguna.
Tú me pones así.
Y aún no ha terminado de hacer un desastre de sí mismo, cuando Hinata lo toma de la camiseta y pega sus labios de seda.
Un poco suave, un poco tosco.
– Yo también.
(Y el estómago le da una voltereta pintoresca.
Marte y la Luna también se pueden enamorar-)
.
Nota de la Autora:
¡Hola!
Devuelta más tarde de lo que esperaba (y debería estar escribiendo una continuación de otros fic, sin embargo estoy aquí y publicando fics nuevos-aich)
Este capítulo me salió ligeramente más cortos y no sé qué tan claro hayan quedado las razones de Gaara para tratar como lo hizo el capítulo pasado a Hinata, así que…aquí voy con la explicación: La relación de amistad de ellos está por encima de una relación normal (quien duerme abrazando a su amiga-?). Bajo esta premisa, Gaara siente que llegar a un beso y seguir con una simple ''amistad'', es mucho, porque él está enamorado y no sabe lo que ella siente.
(bufff)
Ahora sí, con todo explicado, me siento satisfecha con este capítulo.
Les agradezco enormemente (abrazo a todos) sus reviews, follows y like.
Nos vemos.
