Disclaimer: Ni Dragon Ball ni sus personajes me pertenecen, son obra exclusivamente de Akira Toriyama y Toei Animation, yo solo los uso para dar rienda suelta a mi imaginación.

Dia 4: En la cama.

Se saco su delantal con delicadeza para luego colgarlo en un gancho cercano, sus labios se curvaron al ver la gran montaña de platos limpios y ordenados, era una muy excelente ama de casa, soltó su moño dejando libre su brillante y sedoso cabello que le llegaba solo un poco más debajo de los hombros.

Suspiro cansada, era hora de dormir.

Sin embargo recordó el hecho que le dejó inquieta toda la cena, a su Gohan se le ocurrió la brillante idea de invitar a Videl a dormir, bueno, no a dormir, sino a estudiar; sin embargo debido a que el tema era largo el hermano mayor de Goten le dijo que se debería quedar a dormir.

Suspiro frustrada por no hacer nada pues su esposo e hijo menor dieron el consentimiento en seguida, y ella no quería quedar como la mala de la casa, empero a pesar de que aceptó ella seguía mandando en su hogar asi que con autoridad ordeno que la joven justiciera durmiera en la habitación de huéspedes.

Ambos Saiyaman's aceptaron sin oponerse.

Ya eran las once y media de la noche, su esposo dormía profundamente al igual que su revoltoso hijo menor, las luces de la casa ya estaban apagadas así que se dirigió a su cama dispuesta a conciliar el sueño perdido.

Negó rotundamente, ¿Qué clase de madre era? Girando su cuerpo subió al segundo piso para supervisar que todo estaba bien y que la hija de Satán no se pasara de lista con su tierno hijo, cuando llegó a la puerta de su primogénito se congelo al escuchar una especie de ¿Jadeos?

— No Gohan… deten… ¡Ah! No seas tan brusco tonto…

— Lo siento Videl… procurare ser más cuidadoso, tranquila.

Milk casi se atraganta, ¿Cuidadoso? ¿¡Cuidadoso con que!?

— Se más tierno, eres un Saiyajin… ¡Gohan! — escucho el grito en el cual se denotaba el cansancio. ¿Por qué estaba cansada? ¿Por qué grito así?

— Videl silencio, mi mamá puede enterarse de que no estamos estudiando… — solo escucho las risas de la justiciera y eso fue todo para que estallara en furia. ¡Nadie haría actos impuros en su casa!

— ¿¡QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ!? — grito furiosa abriendo la puerta de una patada y también despertando a los demás, la pareja justiciera se congelo viendo un aura roja alrededor del cuerpo de la esposa de Goku.

Milk los miro indignada viendo en que comprometedora posición estaban ambos adolescentes, Videl acostada con sus manos en los hombros del chico a la vez que Gohan estaba casi encima de ella, las manos del discípulo de Piccolo estaban a ambos lados de la cabeza de la hija de Miguel mientras se apoyaba en la cama con una rodilla y con su otra pierna se apoyaba en el suelo.

— M-mamá n-no es lo que pa-parece… — enseguida llego su padre asustado junto con su hermano aun somnoliento, confundiéndose al instante al ver la comprometedora situación.

Los ojos negros de Milk llamearon.

— Te encuentro encima de Videl en la cama con las manos de ella en tus hombros, ¿Y me dices no es lo que parece? — preguntó con voz tétrica. — ¿¡Que hacen todavía así!? ¡Sepárense! — grito de nuevo, Gohan y Videl obedecieron en seguida. — ¡EXIJO UNA EXPLICACIÓN!

— Se-señora Milk, Gohan y yo esta-estábamos ju-jugando… — no acabo de explicar cuando tuvo que ser abrazada por el medio Saiyajin al protegerla de un certero sartenazo.

— ¡LAS COSQUILLAS! ¡Mamá estábamos jugando a las cosquillas! ¡Lo juro! — tomo a Videl a estilo nupcial y salió disparado por la ventada hacia los cielos, no obstante su madre salto al techo y luego hacia donde ellos hábilmente tratando nuevamente de "darles una lección". Gohan esquivo de nuevo el ataque con el objeto de cocina al bajar al suelo. — ¡Mamá, cálmate, no es mentira!

— ¡YO NO NACÍ AYER SON GOHAN! ¡VUELVE ACÁ Y DIME QUE ESTABAN HACIENDO! — Goku y Goten trataban por todos los medios calmarla pero era imposible, estaba hecha una fiera.

— ¡Ten piedad por favor! — grito más que asustado esquivando los ataques y protegiendo a Videl de ellos quien había quedado en shock por ver a su ¿Nuera? Tan furiosa.

— ¡VERÁS LO QUE TE HARE CUANDO TE ALCANCE!

Estaba claro que esa noche no dormía nadie.

Claro, si es que primero lograban sobrevivir.

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Fin de la transmisión.