Disclaimer: Ni Dragon Ball ni sus personajes me pertenecen, son obra exclusivamente de Akira Toriyama y Toei Animation, yo solo los uso para dar rienda suelta a mi imaginación.


Día 12: Twister.

En este mismo momento no sabía si odiar a su mejor amiga casi hermana, tratar de estrangularla y ocultar su cadáver en una cueva muy muy lejos de aquí, o por el contrario amarla por acercarla un poco al chico del que estaba perdidamente enamorada…

No.

Pensándolo bien, haría la primera opción.

¿Cómo un juego pueril había acabado en una situación tan—por no decir carnal— incómoda?

Más para personas tan cerradas como lo eran Gohan y Videl, el primero ya sea por su timidez, la segunda por su inquebrantable orgullo de guerrera.

"Twister, El juego que te retuerce" eso decía la caja, unas palabras que invitaban a jugar con toda la tranquilidad habida y por haber.

La joven evito gruñir, lo que en verdad debería decir la caja era: "Twister, el juego que te influye a situaciones más extrañas e incomodas que tu vida misma." ¡Sí! ¡Malditas empresas en cadena de juegos familiares! Sabían como vender un producto.

Maldita Iresa también, disfrutaría concretando su venganza contra la parlanchina rubia.

Desde su posición—Incomoda y nada inocente posición— observo a su compañero de crimen, ya que; prácticamente estaba encima suyo. ¿Cómo fue tan estúpida al aceptar jugar algo que Iresa compro?

Venga Viddy, no seas aburrida; mi familia y yo ya lo hemos jugado, es muy divertido.

¿Divertido? ¡Que alguien le diga si divertido es tener a un hombre casi sobre tu cuerpo y a punto de besar tus labios!

¿Nadie?

Puf.

Patrañas.

— "Más le vale que no diga otra cosa…"

— Bien, Gohan… pon tu dedo índice surdo en el círculo azul que tienes al lado. — ordeno la mejor amiga de la peli-negra con una sonrisa, ocultada claro está, detrás del tablero de juego.

— U-Umm y-yo cre-creo que será me-mejor que me vaya Iresa… — trago grueso, los nervios lo estaban matando.

— ¡Para nada Gohan! ¡Aceptaste a jugar y ahora te quedas hasta el final!

El hibrido Saiyajin suspiro rindiéndose y obedeciendo a la blonda ubico su índice en el círculo azul, ahora sí; cuando acabara todo esto estaba seguro que tendría que transformarse en súper Saiyajin para salvar la vida de la rubia.

— "Esto salió mejor de lo que idee." — celebro internamente la oji-celeste viendo la posición final de ambos paladines de la justicia.

La unigénita de Mr. Satán casi en el suelo apoyada sobre ambas palmas de sus manos en los círculos amarillo y rojo del tapete, su pierna diestra apoyada en otro circulo de igual color al sol y su pierna siniestra pasaba por encima de la antes mencionada tensionando todo su cuerpo al hacer todo uso de su fuerza para no caer de bruces contra el suelo.

Y Gohan…

Bueno, pues la posición del tímido muchacho no era mucho mejor a la de la justiciera de Ciudad Satán…

El hermano mayor de Goten estaba casi cayendo sobre su mejor amiga siendo separado solo por un par de centímetros gracias a ambos dedos índices al estar apoyados en los círculos azul y rojo a cada lado de la cintura de la bella mujer, su pierna izquierda del lado diestro de la cintura de Videl levemente flexionada a la vez que su pierna derecha al lado contrario de la parte antes mencionada de la bella guerrera.

Literalmente encerrándola.

Quiso soltar la más estruendosa carcajada pero si hacia eso, ella desaparecía del planeta tierra en menos de tres segundos.

— ¡Muy bien chicos, han acabado el juego! Solo deben quedarse en esa posición durante cinco minutos. — demando poniéndose su chaqueta, su rubio amigo abandono el lugar mucho antes que ella, tanto por celos como por salvar su vida propia.

— ¿E-estas bromeando verdad Iresa? — pregunto, o más bien advirtió la dueña de ojos cerúleos, vio de reojo como ella sonreía de manera lasciva antes de huir del lugar.

Y en menos de un milisegundo…

Ambos cayeron de bruces al suelo, ahora no había poder ni fuerza universal que los separara…

Más si por accidente— o algo totalmente intencional por parte de la blonda— los labios de los dos terminaran unidos en un apasionado-tímido beso.

Solo cuando se separaron, rojos como un par de tomates, sacudieron sus cabezas y salieron en busca de ambos rubios.

— ¡IRESA/SHAPNER! — rugieron ambos Saiyaman's emprendiendo vuelo para vengarse.

Aunque muy en el fondo estuvieran saltando de alegría.


._.

Fin de la transmisión.