Disclaimer: Ni Dragon Ball ni sus personajes me pertenecen, son obra exclusivamente de Akira Toriyama y Toei Animation, yo solo los uso para dar rienda suelta a mi imaginación.

Día 14: Propuesta.

Su ceño se encontraba fruncido, sus ojos fijos en el papel que tenía en su pupitre, los labios apretados entre sí, y sus manos en puños demostrando su frustración, la inteligencia que tenía desde pequeño no le estaba siendo muy útil ahora que digamos.

— ¿Estas bien Gohan? — se giró en dirección a la persona que lo cuestionaba encontrando a Iresa con una sonrisa amable en el rostro. — Ya has partido el lápiz a la mitad…

— ¿Eh? — ahora miro el objeto inanimado viendo en efecto que yacía sobre la mesa en dos partes iguales, se había olvidado que lo tenía en la mano diestra. Suspiro. — S-sí, no te preocupes Iresa…

— ¿Seguro? Toda la hora de clase te he visto muy tenso y pensativo… — indicó señalándolo con su propio útil escolar para escribir.

— B-bueno… — ¿Sería indicado decirle su problema a la amiga de Videl? — Necesito ayuda con una chica. — admitió en voz baja.

Los ojos celestes de Iresa se abrieron como dos platos, se levantó ruidosamente de su pupitre llamando la atención de todos sus compañeros para seguidamente emitir un ruidoso:

— ¿¡QUÉ!?

— ¡Señorita Ire…!

— ¿¡Quieres ser más prudente!? — se levantó el moreno de igual manera regañando a su amiga antes que su profesora.

— ¡Silencio ustedes dos! Como no les interesa mi clase, ¡IRÁN AL PASILLO!

Rubia y pelinegro suspiraron resignados abandonando el aula de clases sin saber que unos ojos de color cerúleo impotente los observaba.

— L-lo lamento Gohan… — se disculpó agachando su cabeza.

— Tranquila, creo que fue para mejor; aquí tendremos más privacidad.

— Bien, dime quien es esa chica… ¿Es Videl? — pregunto sonriente.

— ¿Soy muy obvio? — respondió con otra pregunta llevando su mano izquierda a su nuca.

— Sigo sin creer cómo es que Videl no se ha dado cuenta. — rió divertida al igual que Gohan. — ¿Qué es lo que quieres hacer?

— Bueno… quiero invitarla a una cita… ¡No, a una cita no! A un día de campo, ¡Si, eso!

— Eso viene a ser una cita sabelotodo…— rodó los ojos sarcástica. — ¿Qué tenías planeado hacer?

— Ese es el problema Iresa, no tengo nada… estaba a punto de rendirme y simplemente hablar con ella a la salida de clases. — admitió apesadumbrado.

— Por suerte me tienes a mi Gohan, yo te ayudare con tu propuesta y será única. — guiño un ojo señalándolo con un índice.

— A decir verdad tengo miedo de esas palabras… — confesó nervioso, la mujer a su lado solo estalló en carcajadas.

— Ven, te contaré mi plan; vamos al patio. — el híbrido asintió y se dirigió con la mejor amiga de la chica que le gustaba dispuesto a recibir su ayuda.

— Buen día estudiantes, me llamo Kash, su profesor tenía que realizar una pasantía por lo que yo estoy aquí para reemplazarlo. — se presentó un señor de cabello castaño y ojos azules. — Freddie me comento que estaban viendo béisbol, pero yo quiero cambiar esa rutina, díganme; ¿A quién le gusta las artes marciales? — Pregunto emocionado, todos los hombres —incluido Gohan— y Videl alzaron la mano. — Vaya, una artista marcial, eso es nuevo… — la miró con una sonrisa, ella y el gran Saiyaman gruñeron en respuesta. — Bien, entonces las chicas harán gimnasia, y con ustedes haré combates en pareja.

— ¡Genial! — gritaron los hombres emocionados, era obvio que querían medir fuerzas con la heroína de Ciudad Satán.

— Empezaré por dos voluntarios, ¿Quién quiere salir al "ring"? — invito sonriente, para su sorpresa se levantó la jovencita.

Gohan observó de reojo a Iresa quien tenía ambos pulgares levantados dándole apoyo y con una gran sonrisa en su rostro, suspiro; era hora de ejecutar el plan de su amiga.

— Escuche que un profesor amante de las artes marciales vino como suplente del nuestro, si decide hacer un combate, estoy segura que Videl querrá salir primero; y tú le seguirás…

— ¿Yo? ¿Por qué?

Gohan recordó la conversación con la blonda mientras miraba como su compañera de la justicia adoptaba una posición de defensa frente a sí.

— ¡Es obvio! Apostaras con ella.

— ¿Apostar?

Imitando a la hija del "Salvador del mundo" concertó la posición de defensa enseñada por su padre, dejando a todos sorprendidos, pues su postura no dejaba aberturas.

— Sí. Le dirás que si tu ganas tendrá que aceptar algo de tu parte y si ella gana podrá mandarte por un mes, claro que tú ganaras ya que eres muy superior a ella.

— Bueno, digamos que ya le gano, ¿Qué le digo?

— Le dirás que tiene que salir contigo al día de campo, ¿No te parece original?

— Y peligroso si es con Videl, pero bueno; lo intentare.

— ¡Genial!

— Vaya muchacho, creí que no sabías nada de artes marciales al igual que tu compañera, pero tienes una muy buena posición.

— ¿Quiere empezar el maldito encuentro de una buena vez? — gruñó la mujer de cabello corto furiosa. ¿Por qué? Simple. Pues cuando salió a buscar al hijo de Milk lo encontró sentado bajo la sombra de un árbol de Sakura con Iresa, estaba celosa; pero claro, nadie tenía que saberlo.

— B-bien… ¡Que comie-!

— ¡Espere profesor! — detuvo Gohan dejando de lado su posición. — Quiero apostar con mi contrincante. — expresó con una sonrisa.

En toda la cancha se escuchó un: "Ohh" dejando claro la sorpresa de todos, no era normal ver al nerd del salón—bueno, no tan nerd— retar a la hija del campeón, era inconcebible en toda la extensión de la palabra.

— Si tu compañera está de acuerdo, por mí no hay problema.

— ¿Qué quieres a cambio? — pregunto hostil la morena cruzando sus brazos.

— Si tú ganas, seré tu esclavo por un mes; si yo gano… aceptaras hacer una "orden" que te diga. — ella sonrió, le estaba gustando esto.

— Bien Gohan, prepárate para perder. — adoptó su posición de nuevo.

— No cuentes con eso. — respondió.

— ¡COMIENCEN!

Con un grito de guerra ambos paladines de la justicia se lanzaron contra el otro, la primera en atacar fue Videl en saltar para dar una patada al aire de 360°, movimiento que fue fácilmente esquivado por el hermano de Goten al agacharse hacia un lado justo a tiempo.

Después de eso mujer y hombre empezaron atacarse mutuamente; patadas, puñetazos y derechazos era lo que se veía en la cancha, las exclamaciones de euforia no se hicieron esperar, muchos le iban a Videl, otros a Gohan.

— ¡Yo ganare esta pelea! — grito la guerrera lanzándose con un puñetazo que el moreno atrapó, sin detenerse se agacho conectando un codazo en el estómago de la chica sacándole el aire. — Mal-maldito… — cayó de rodillas.

— ¡Te arrepentirás estúpido! — gritó un compañero imprudente entrando al campo de batalla, Gohan molesto por la interrupción lo noqueo con un golpe de su mano en el cuello.

Para su mala suerte, Videl aprovechó la intromisión levantándose veloz y saltando conectando un puntapié que tumbo a su compañero al suelo, un hilillo de sangre salía desde su labio inferior recorriendo su barbilla.

— Nada mal Videl. — felicito limpiándose con el dorso de su mano su líquido vital. — Pero mi premio está en juego, no pienso perder.

Los ojos de Videl no pudieron ver el movimiento del gran Saiyaman a tiempo, pues usando su velocidad Saiyajin se movió alrededor suyo de tal manera que miles de imágenes a repetición de su figura la rodeaban, furiosa se lanzó contra la primera que vio atravesándola, una trampa.

— ¡Estás haciendo trampa Gohan! — bufo al traspasar otra imagen.

— Detrás de ti… — la amiga de Iresa se giró demasiado tarde recibiendo un puñetazo en su estómago, seguido de una barrida de pies; sin perder tiempo el moreno se sentó a horcajadas sobre su abdomen y dirigió un puñetazo —por lo visto— al rostro de Videl, empero para sorpresa de todos este aterrizo a unos milímetros cerca justo en la cancha. — Perdiste.

— ¡Declaró a Son Gohan ganador de este encuentro! — grito el maestro siendo seguido de varios aplausos.

El primogénito de Milk se levantó ayudando a su testaruda compañera, ella se soltó de su agarre furiosa, ¿Cómo no vio ese movimiento? Su orgullo fue pisoteado de la manera más vil.

— ¡Bien, perdí! ¿Cuál es tu estúpida propuesta? — estalló frunciendo el ceño.

— Más te vale aceptar si quieres recuperar tu orgullo, te conozco y sé que no huirías como una cobarde.

— ¡Habla de una vez!

Todos pararon oído ante lo que diría Gohan y no pudieron evitar gritar un rotundo: "¿¡QUÉ!?" ante las palabras que abandonaron la boca del guerrero.

— Quiero que tengas una cita conmigo. — sonrió.

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Fin de la transmisión.