NO SOY DUEÑO DE INUYASHA.
GRACIAS POR LOS COMENTARIOS! NADA ESCAPA AL GRAN YOUKAI
Capitulo 30
En la habitación de Noriko Kagome se encontró con el más hermoso cuarteto de cachorros mestizos que jamás imaginó. Tigre y humano, maravillosos. Sus ojos verdosos, las orejas y algunas rayas sobre la piel y sus características humanas, similares a ella y a Souta, dos mayores que la reverenciaron con respeto cuando entró al dormitorio y otros dos que dormían aún en sus cunas. La Señora del Oeste sintió su corazón estrujarse da amor al ver esas maravillosas criaturas llamarla Oneesama. No pudo más que lagrimear y agacharse colocándose a su altura y tirarlos en un abrazo interminable y una lluvia de besos.
-"Mamá, son…Tan hermosos, y tan tiernos, No puedo creerlo, son adorables"
Los ojos húmedos de Noriko y la alegría de los niños de abrazar a su hermana mayor, la gran Shikkon Miko…Estaban felices y se sentían tan orgullosos. Y Kagome, se hundía en una vorágine de pensamientos, entre lo fantástico y lo terrible. Por el momento decidió no pensar y dedicarse a mimar a sus hermanitos.
En el despacho, Sesshomaru y Danaka se encontraban deliberando, en ese instante los golpes en la puerta los alertaron acerca de la llegada del monje Miroku y del Lord del Sur, Kleinez Yukihyò (Leopardo de las nieves), un poderoso youkai leopardo, que se había aliado hacía muchas lunas a la casa del Oeste. Adquisición muy positiva al grupo rebelde en cuestión. Ya que el Sur, poseía la mayor producción de carnes y cereales, fundamentales para la economía del Japón. Las tierras del Sur eran muy codiciadas por Náraku, pero el antiguo Señor de la casa sureña y padre de Kleinez, había sido aliado incondicional de Inu No Taisho en combate y la alianza continuaba con el correr de los siglos. Antiguamente la casa de Sur había sido gobernada por el clan Ryu, los dragones habían sido sus gobernantes durante milenios, pero dadas sus características traidoras y mercenarias, Inu No Taisho se enfrentó al más poderoso y peligroso de todos, derrotándolo y de esa manera permitiéndole al clan felino, tomar su lugar, gobernando con justicia y libertad. Desde entonces su cercanía y alianza. Del Sur provenían los padres de Danaka, y la mayoría de los felinos youkai del palacio. En el Este, se encontraba el clan de los sanadores, Youkai y humanos con capacidades de sanación extraordinarias, su lealtad estaba aún en riesgo. Los leales al Oeste se habían trasladado a Occidente para presentar sus respetos al Señor de la Luna, y permanecían allí hasta la fecha. Los mejores médicos y sanadores del palacio provenían del Este. La Doctora de los niños del palacio, no era la excepción, su nombre, Krisstal, una youkai pura sangre, de mirada enigmática, y cabello salvaje, que traía loco al gobernante del Sur. De allí, sus copiosas visitas al palacio de la Luna y su empeño por mostrarse frente a ella. Ya que se había hecho una buena costumbre para Sesshomaru, practicar lucha y armas después de las reuniones cardinales, y luego un gran almuerzo banquete, junto al clan felino, algunos soldados, Inuyasha y Kouga o los que desearan intercambiar fuerzas para distender y disfrutar de la jornada. Hoy no sería la excepción. Para lo que, al ir llegando al estudio de Sesshomaru, Inuyasha se llevó la gran sorpresa de encontrarse con el susodicho Señor del Sur.
-"Keh! Uniéndote al aquelarre del hijo de puta?"
-"Tú no aprendes nunca verdad Inuyasha? DEBES tratar con respeto a tu Señor."
-"Si, seguro"
-"En serio, luego de las reuniones tienes por costumbre lograr que te muelan a palos, jeje"
Era cierto, Sesshomaru se cobraba de todos sus desplantes y deslices orales en los entrenamientos, Inuyasha realmente detestaba las reuniones o los aspectos protocolares referentes a las reuniones cardinales, pero no tenía alternativa, era el segundo del Oeste y como tal debía estar bien informado de todos los asuntos inherentes al funcionamiento y protección de sus habitantes y de las tierras.
Los golpes en la puerta continuaban
-"Adelante"
La voz tajante del Daiyoukai
-"Sesshomaru Sama, siempre es bueno verte"
-"Lord Kleinez, espero que tu viaje haya sido sin complicaciones"
-"Así fue Mi Lord, así fue, gracias por tu interés"
-"Monje…"
"Mi Lord"
-"Inuyasha…"
-"El sarnoso no tarda en llegar"
-"Hn."
Mientras tomaban asiento y comenzaba la reunión, Kouga hizo su entrada
-"Con permiso Sesshomaru Sama…"
-"Hn. Lord Ookami…"
Miroku comenzaba relatando todo lo acontecido en las últimas semanas. Sesshomaru mantenía su rostro impávido, pero por dentro, hervía de rabia y odio hacia Náraku. Lo peor fue cuando le contaron que la perla de Shikkon tenía vida… y un cuerpo… y que había sido presentada como la hermana, más bien, medio hermana de Naraku. Si bien algo les habían adelantado cuando estaban en la isla, escuchar los detalles lo terminó de sacar de quicio y para colmo de males en lo que Kagome pasaba junto a su madre y los cachorros frente al despacho, una criada entraba con una bandeja con bebidas, Inuyasha le comentó al Lord
-"Y hace varios días Kagura comenzó a acecharnos"
Y Miroku continuaba mientras reía
-"Sí, Inuyasha la pescó espiando desde su automóvil. Ella estaba muy concentrada en el palacio, por lo que Inu la sorprendió. Metió la cabeza por la ventana de Kagura y ella arrancó el auto y nos tapó de tierra. Jajaja Seguramente del susto y la vergüenza, no ha podido dormir desde entonces"
Kagome de pie fuera de la puerta con la mirada fija en la escena
-"Keh! Esa no tiene ni vergüenza, ni miedo a nada, luego de casarse con Náraku"
Todos reían a excepción de Sesshomaru que estaba viendo fijamente a Kagome mientras los colores abandonaban el rostro de la joven. Con tono suave y seguro comenzó a hablar
-"Estoy seguro que Náraku piensa que por nuestro…Pasado común, podría ser bien recibida, o al menos, tolerada cerca de la casa de la Luna…"
-"Seh Claro! Como si no supiéramos lo que anda buscando esa puta"
En ese instante uno de los cachorros de Noriko preguntó
-"¿Quién es Kagura?"
Miroku sintiendo el reiki de Kagome erizarle la piel, sin voltearse a verla y tratando de salvar el momento, tímidamente reprendió a Inuyasha con un codazo que casi pasó desapercibido por todos incluyendo a Kagome…Casi desapercibido.
El Lord Occidental simplemente se mantuvo estoicamente sentado, con su mejor cara de pocos amigos, aunque por dentro visualizaba las distintas formas de torturar y desquitarse del monje y de su idiota medio hermano
Danaka, un poco más claro que los demás, comenzó a decir
-"Ah! Mi Lady, llegas justo a tiempo, debes escuchar esto…"
-"Me parece que ya escuché bastante"
Kagome hizo el intento de seguir y alejarse de allí, pero su madre la tomó delicadamente del brazo
-"Creo Mi lady que debes quedarte y escuchar lo que Danaka Sama tiene que decir…"
No quería. Quería salir de allí y pensar en algo, lo que fuera que le quite la sensación amarga que los celos le habían dejado en la boca.
Era estúpido tener celos de aquel comentario, si había sido solo una pequeñez…Pero la historia entre Kagura y Sesshomaru había tenido gran importancia para él y eso la molestaba. Había estado tranquila al respecto de la bruja del viento, pero porque jamás pensó que luego de tremenda traición se le fuera a ocurrir reaparecer en la vida del Lord y mucho menos acechar entre las sombras. Era decididamente una descarada y ella conocía muy bien a Kagura y su carácter traicionero. Después de todo contando el tiempo en días, había luchado contra ella, alrededor de cuarenta días atrás, dos días antes de regresar del Edo antiguo.
Temblando de rabia ingresó al recinto. Sesshomaru se puso de pie para recibirla. Los demás hicieron lo mismo. La marca en el cuello del Lord quemaba como hierro candente. Aún así, él ni se inmutaba, no era culpable del comportamiento de su ex, ni estaba interesado en ella tampoco, pero Kagome resentía su reaparición. Estaba en su derecho. Sesshomaru sentía igual por Inuyasha y Kouga, no quería que su esposa se sintiera insegura, pero percibía el estado anímico de la joven a través del vínculo y sabía que nada podía hacer para tranquilizarla. Lo mejor sería demostrarle con actos, su fidelidad y amor. Y con lo que detestaba dar explicaciones, darlas una y otra y otra vez, su mujer, lo ameritaba Él era un youkai honorable y su palabra, valía…Ella debía saber eso. La bestia estaba en desacuerdo
"Ella sufre"
"Hn."
"Es tu culpa"
"A qué te refieres? Este Sesshomaru no es culpable de nada, El mestizo y el monje comenzaron"
"Tu corazón latió al oír su nombre"
Era cierto, pero no latió por emoción, sino por desprecio…Evidentemente Kagome lo sintió, solo que no supo el por qué
"Ella piensa que es por interés en la bruja del viento"
"Hn."
A lo largo de dos horas, Kagome escuchaba acerca de los sucesos desde la aparición de la perla de carne y hueso. Un dolor sordo le corroía la cabeza y el corazón. Suavemente llevó una de sus manos a la frente y volvió a colocarla sobre la otra. Sesshomaru al verla sofocada dio por terminada la reunión e instó a todos a pasar al salón secundario para disfrutar del banquete y luego entrenar. En lo que salían del estudio, Kagome caminó hasta el ventanal y mirando hacia afuera permaneció allí. Todos la vieron y a Sesshomaru dirigirse a ella. Cerraron las puertas y los dejaron a solas.
-"Kagome, no es lo que piensas"
-"Yo no he dicho una palabra"
-"No es necesario, este Sesshomaru siente tu pesar, y no tiene razón de ser. No existe nadie más para mí que tú, Miko"
-"Díselo a tu corazón."
-"Si es que tengo uno, late por ti, solamente"
Ella no respondió y continuó mirando por la ventana. El Lord la tomo del brazo, firme pero sin torpeza y la giró hasta que quedó viéndolo a los ojos
-"Busca en mi, algún ápice de sentimiento por esa hembra. Anda hazlo"
Kagome lo miraba fijamente a los ojos, por más que intentaba no encontraba mentira ni en las palabras del Daiyoukai, ni en sus acciones, mucho menos en su corazón. Aún así había latido ante su nombre
-"Latió cuando Miroku la nombró"
-"Latió porque la odio. Porque no puedo perdonar lo que hizo, ni su traición, tú deberías comprenderme más que nadie, tú misma no puedes perdonar a Inuyasha…Tu corazón late al ver al mestizo, aún así, tú no lo amas"
-"Inuyasha…Es el pasado. Y allí se quedará"
-"Kagura es mi pasado y por más que ella lo intente, no volverá a formar parte de mi vida, ni de mi presente, mucho menos de mi futuro"
Continuaron viéndose a los ojos
-"Kagome, yo te amo"
-"Y yo a tí, Sesshomaru"
La garra del Lord levantando la barbilla de la joven para depositarle un beso tierno, que lentamente dejo de serlo para transformarse en un beso necesitado, urgido, lleno de pasión y deseo.
Como anhelando perderse en la vorágine de amor que revoloteaba entre ellos ahora, Sesshomaru levantó a kagome de sus muslos colocando sus pierna alrededor de su propia cintura y fue caminando hasta el sillón de tres cuerpos del estudio. Allí asaltó una y otra vez la boca de la sacerdotisa, invadiéndola implacablemente con su lengua salvaje y hambrienta, deseosa de más… Perdidos en la pasión ya casi sin ropas, el Daiyoukai repentinamente tomó a la joven nuevamente de sus muslos y la llevó hacia el enorme escritorio
-"Sesshomaru?"
-"Shhh"
Recostándola sobre la madera fría, los pezones de la mujer le daban la bienvenida a la cálida mano de su Señor y luego a su boca, Ya que el enorme macho Inu acariciaba, lamía y besaba a su hembra como rindiéndole tributo a su maravilloso y sexy cuerpo.
Kagome se hundía en el placer de las atenciones que su marido le prodigaba, Sesshomaru besando la marca y su hombro susurraba
-"Ahora este escritorio me traerá exquisitos recuerdos cada vez que tenga una reunión de mierda…Que las odio con todas mis entrañas…"
-"Sesshomaru! Hablas como Inuyasha!"
-"Hn."
En medio de su idilio amoroso, los golpes en la puerta los alertaron y lentamente y a desgano el Lord se levantó y se apartó del cuerpo de Kagome, que seguía sentada sobre el escritorio, se veía hermosa. El Daiyoukai maldecía por lo bajo y se acomodaba su cabello.
-"¡QUIÉN!"
Al abrir la puerta apenas, vio una muy avergonzada Noriko que sonreía con las mejillas rojas
-"Perdóname, mi Señor, pero ya todos están en la mesa…Y se preguntan…"
En la mesa se debatían sobre si estaban peleando, discutiendo o haciendo el amor.
-"Estarán bien Houshi Sama?"
-"Seguramente, están aclarando las cosas, Sango, no te angusties"
Kouga y Ayame simplemente observaban, el Lord del Sur los veía interactuar, pero no emitía opinión alguna
-"Keh! Ya la debe tener clavada contra la pared"
Kikyo le daba un codazo
-"INUYASHA!"
-"¿Qué? Si es un calentón! O es eso o le está dando un sermón a modo de lavaje de cerebro"
Ella tomó la decisión de ser quien los llame y por si acaso, traía un peine y maquillaje. No iba a permitir que su hija pasara momentos embarazosos a cuenta de Inuyasha y los demás. Con el corazón en la garganta se asomó para ver por detrás del Lord que le abrió paso y su corazón regresó a su pecho. Intentaban amarse…Un alivio muy grande para ella. Sin mirar demasiado a ninguno de ellos, sacó el peine de su manga y con una gran sonrisa se lo mostró a la pareja del Oeste que se veían extremadamente culpables, estaban jadeantes, despeinados y sonrientes
-"Yo puedo a ayudar…"
-"Mamá…"
-"Hn"
Llegados al salón ingresaron primero Sesshomaru y Kagome, impecables y detrás Noriko, que le enviaba mensajes a Danaka con los ojos cómplices. El tigre asentía con una leve sonrisa. Una vez sentados, las miradas puestas en los Señores del la casa de la Luna. Kagome se veía radiante y muy hermosa, en las mentes de Inuyasha y Kouga un sinfín de recuerdos y pensamientos, en las mentes de Ayame y Kikyo mucho pesar por tanto sufrimiento por el que ha debido pasar. En los ojos de los cachorros, Noriko y Danaka una profunda admiración y afecto. El lord del Sur, observaba con intriga y mucho agrado el clima familiar que se respiraba en la mesa del Oeste. Sesshomaru desde su mundo aparentemente aislado del resto iba midiendo los pulsos de youki a su alrededor, sobra decir que sentía los pulsos de Inuyasha y Kouga con mucho interés. Si bien estos eran tiempos modernos, en cinco siglos de conocerse, era la primera vez que el ambiente del palacio se sentía ameno y agradable. Todo era debido a la presencia de Kagome. El Lord del Oeste tomando su copa bebió de ella y enseguida todos comenzaron a comer y beber. Kleinez tomando su copa se puso de pie
-"Brindo por la pareja del Oeste y especialmente por usted Lady Kagome. Por fin los rostros en esta mesa están plenos de alegría"
-"Campai"
-"Campai"
-"Salud"
Todos bebían sabiendo que las palabras del leopardo eran verdad, reunión tras reunión siempre la ausencia de kagome le daba un toque de tristeza a la gran mesa de aliados y familia.
Sesshomaru bajo la mesa tomaba da la mano a la joven y le daba un suave apretón para sumarse al brindis del Lord del Sur.
Ella tímidamente sonreía y preguntaba por lo bajo al leopardo que estaba sentado a su lado cuánto tiempo habían compartido almuerzos y banquetes sin ella
-"Quinientos veinte años, mi Señora"
Kagome casi colapsó y se fue de espaldas
-"Quinientos…"
Pero luego miró a Sango y a Miroku, e inevitablemente pensó ¿Y ellos?
-"Ettoo, ¿Cómo es posible, que Sango y Miroku estén aún aquí?"
El silencio en la mesa y Noriko simplemente le tomó la mano. No era momento de preguntar aquello. Sesshomaru miró a la madre de Kagome y le asintió. Él sería quien le aclararía las dudas
-"El monje y la Tajilla decidieron realizar el ritual de la sangre, Miko"
Kagome maldecía el protocolo por lo bajo, odiaba el término Miko.
-"Ah, ya veo…"
En silencio continuó su almuerzo entre el bullicio de los demás, el Daiyoukai de vez en cuando la chequeaba de reojo, ella no estaba cómoda con algo.
En medio de las conversaciones Inuyasha y Kouga intercambiaban ideas muy por lo bajo, fuera de la audición de los demás, aprovechando el bullicio
-"Creo que no pasará nada"
-"A qué te refieres Inuyasha?"
-"Al cabrón de YA SABES QUIÉN, no parece estar afectado acerca de nosotros. Es decir, por momentos pareciera que si, y luego está igual que siempre…Creo que estaremos bien"
-"Mmm. No le has visto marca entonces…"
-"Keh! Claro que no"
-"Tal vez tengamos suerte…"
-"Igual fue hace mucho tiempo, y él no era mejor que nosotros, por lo menos la amábamos…Él trataba de asesinarla"
Era obvio que Sesshomaru escuchaba absolutamente todo. Vamos! Era un Daiyoukai! Significa GRAN YOUKAI, no era youkai, ni hanyou, era un Señor entre Señores, la charla le había casi causado gracia, si pudieran ver la enorme marca que los dientes sin filo que Kagome le había dejado, se morirían en el momento de la impresión, pero al comentar que él la intentaba asesinar, la tristeza le pegó fuerte y simplemente se dedicó a terminar de comer. En él estaría demostrarles que era un Gran youkai y que nada escapaba a su juicio y criterio. Y para eso, tenía planeado algo suculento…
