NO SOY DUEÑO DE INUYASHA.
GRACIAS POR LOS COMENTARIOS! EL VIENTO…SE LLEVA MUCHAS COSAS, Y ARRASTRA MUCHAS OTRAS…
Capitulo 32
En su escapada del palacio se había chocado con varios empleados, todos se apartaron de su camino. Vamos! Era la Shikkon no Miko! Por Kami, los purificaría en un segundo! Y para colmo de males estaba enfurecida! Se sentía miserable...Corrió hacia los jardines, lejos como pudo y llagando a un gran roble, se abrazó a su tronco y lentamente a medida que el llanto le aflojaba las piernas, se dejo caer hasta arrodillarse con la cara entre las manos. No podía ser…No puede ser…
******************************Flash back*********************************
No habían transcurrido ni dos horas desde su regreso a Japón desde la Isla. Kagome se había asomado a su hermoso balcón selvático, las tierras del Oeste se veían maravillosas bañadas por la luz de la luna. Cerrando los ojos y aspirando profundamente, una brisa helada le estremeció el alma, y el cuerpo. Abrió los ojos y allí estaba, Kagura.
Flotaba en una de sus plumas y mirándola de frente le dijo
-"Vaya vaya, Kikyo. Te ves igual a Kagome"
-"¿Kagura?"
-"Ahá, déjame decirte que tu movimiento ha sido brillante, has engañado a absolutamente todos menos a Náraku por supuesto."
-"No, no comprendo?"
-"Ajajaja hasta en eso te pareces a ella"
-"¿Qué quieres?"
-"A Sesshomaru, a cambio, cuando sea la Señora del Oeste, te recompensaré"
-"¿Y qué te hace creer que te ayudaré?"
-"Tu ambición es conocida, Kikyo, cuánto soportarás estar a la sombra del nombre de Kagome? Déjame decirte que si te atreves a ir más allá de aparentar ser la señora de Sesshomaru, corres el riesgo de salir más que lastimada, tal vez muerta"
En ese instante al mirar de reojo detrás de la gran cama, estaba la figura de Kikyo, traía un jarrón con flores y al escuchar a Kagura se escondió. Le hizo señas de que siguiera la charla con la bruja del viento, y Kagome continuó
-"¿A qué te refieres, Kagura?"
-"Simple…Conozco a mi macho mucho más que nadie. Si realmente estuviera con Kagome y eso es difícil de creer, llegaría el momento en que ya no soporte mantenerse en calma. Los humanos logran sacar lo peor de él. Comenzando por Inuyasha, llegará el momento en que lo muela a palos de tal manera que lo vuelva pulpa ensangrentada, luego perderá los estribos con sus grupo de humanos, luego con sus funcionarios y sirvientes y por último, si se apareara con ella…Pues, la descendencia mestiza no goza de su simpatía…Acaso te lo imaginas presentando en sociedad, como heredero del Oeste a un Hanyou…RIDÍCULO! El moriría antes de hacer una cosa como esa. A la larga, la sangre pura lo llamará y lo traerá de vuelta a mis brazos"
*************************************Fin flash back*****************************
El dolor en el pecho le quitaba el aire a la joven Miko, las palabras de Kagura habían calado hondo en su corazón. Ver a Inuyasha hecho un guiñapo en las manos de su marido no hizo más que recordarle la advertencia de la bruja. Si bien hasta ahora no se las había tomado con los humanos, ni los sirvientes, ella estaba muy alterada. De pronto la anticoncepción tomó un lugar amplio en su mente. No había pensado en ello los últimos tiempos, simplemente se había dejado llevar, no quería creer que Sesshomaru rechazaría a un cachorro, pero la duda era veneno corrosivo en sus venas, el miedo comenzaba a horadar su confianza y correr era lo único que se le ocurrió para escapar de esa situación.
Kikyo al llegar hasta ella, no hizo más que agacharse y abrazarla prestándole un hombro para llorar.
Mientras en la sala de armas Sesshomaru observó a todos que lo miraban con seriedad, dándose la vuelta se comenzó a retirar
-"Oi, hijo de puta! Qué le hiciste a Kagome?"
Sesshomaru se detuvo y miró de reojo a Inuyasha y los demás
-"Rompí una promesa…A medias, pero la rompí"
Y sin más continuó caminando.
Kouga, Ayame y el mestizo se miraban y se encogían de hombros
-"Ya debe estar la merienda, muero de hambre"
-"A qué se referirá Sesshomaru Sama?"
-"Seguramente tiene que ver con algún trato de pareja, que no ha podido mantener"
-"Tal vez…"
Sango caminaba hacia el gran árbol, las veía a las dos sacerdotisas arrodilladas en el suelo. No alcanzaba a escuchar de qué hablaban pero se notaba a Kagome muy alterada
-"Pero Kagura habla desde el despecho y la rabia, no olvides que ella dejó a Lord Sesshomaru traicionándolo, ella sangra por la herida, Kagome"
-"Sesshomaru prometió no lastimar a Inuyasha, ni a Kouga…Él lo prometió…Pero, ya ves, Kagura tuvo razón"
-"Si bien no me agradó lo que le hizo a Inuyasha, Tanto él como yo sabíamos que podría suceder algún día"
Kagome la miraba sin comprender
-"Sabemos que no tenemos perdón por lo que te hicimos en Edo, somos culpables de tu tristeza sin fin y de tu falta de confianza...De tu apatía y ganas de morir…Sesshomaru te ama, eso se nota, no le pidas al ser más poderoso que se ha conocido, que no te defienda, que no se deje llevar por sus instintos de protección. Es un Inu Daiyoukai, además. Tiene fuego en sus venas, Kagome."
Mientras Sango llegaba a ellas, Kagome se secaba las lágrimas, Kikyo elegía muy bien sus palabras, no sabía si Kagome quería que Sango supiera de su encuentro con Kagura.
-"Kagome…Estás bien? No llores. Sesshomaru se quedó muy afectado, ¿Qué sucedió?"
Poniéndose de pie y acomodando su ropa, Kagome con muy baja voz respondía
-"Simplemente hizo algo previsible, como hace el río…Regresa a su cauce…"
Sango no comprendía nada, Kikyo la miraba con gran pesar
-"Ya verás que no es así, Kagome…"
-"Ojalá…Eso espero con todo mi corazón"
-"Anda, regresemos. Todos están preocupados."
En la habitación de Sesshomaru, Luego de darse un baño y quitarse la sangre y el sudor del cuerpo, el Señor del Oeste respiraba con dificultad, estaba muy alterado y para peor, Inuyasha había llegado hacía un rato y trataba de hablar con él.
-"Por el momento no deseo verte, mestizo"
-"Keh! Tonterías! Acaso crees que yo tengo ganas de verte a ti? No es sencillo comprender a Kagome, y tal vez yo pueda, en resarcimiento, un poco, no sé, ayudar?"
El Lord Inu pasaba una toalla por su cabeza secándose el cabello. Mientras miraba de reojo y desconfiado
-"Yo la conozco, bastante más que…"
-"Cuida tus palabras"
-"No malinterpretes, fuimos amigos mucho años, si vamos a cuestión de tiempo, te llevo ventaja. Además hemos viajado juntos en el pasado y al futuro, en ese momento y aprendí algunas cosas de los humanos, bastante curiosas…"
Los celos se presentaban en el Lord, Inuyasha había compartido innumerables aventuras con su esposa y él solo…Miraba de lejos sintiendo desprecio y rechazo hacia ellos…Oh, qué estúpido había sido y qué mal se sentía al respecto.
Inuyasha ya estaba cambiado y aseado, maltrecho su cuerpo como estaba había ido a buscar a su hermano, deseaba ayudar a que Kagome fuera feliz. Se acercaba a la ventana y mirando hacia a fuera continuaba su relato
-"Tal vez ella, extrañe la época antigua, o no se encuentre a sí misma aquí, ella es un espíritu libre, Sesshomaru…"
-"El vínculo me muestra que ella estaba cómoda, o al menos acomodándose , la felicidad comenzaba a anidar en su vida, pero ahora solo siento…Tristeza, dolor, tan grande que me asfixia."
Inuyasha lo miraba, su medio hermano idiota, estaba realmente enamorado de la joven, sintió una punzada en su corazón, pero era algo bueno después de todo. Sesshomaru era un ser honorable, poderoso y muy fiel a sus afectos, extremadamente protector de los suyos, era perfecto para ella y eso lo hizo sonreír
-"Vaya, pues me partan mil rayos, estás enamorados de ella, válgame Kami"
La mirada seria en esos ojos dorados del Daiyoukai encontrados con los mismos ojos del mestizo de Occidente
-"Kagome es todo un tema, pero si me lo permites, tal vez pueda ayudar"
-"…"
El hanyou se sentaba cerca del Lord del Oeste y se atrevía a poner su mano sobre su hombro
-"Estás cagado hermano"
-"Hn."
En el salón mientras merendaban, las miradas se cruzaban inquietas y bastante incómodas. Kagome se había excusado, y no estaba presente, los demás observaban al Señor del Oeste que jugaba con un vaso de jugo de naranjas.
Miroku, muy cautelosamente le sugirió que fuese a hablar con Kagome
-"No tienes apetito, Lord Sesshomaru"
-"Hn."
-"Tal vez Lady Kagome se sienta mejor y tenga apetito ahora…"
Sin apartar la mirada del monje, Sesshomaru se puso de pie y se excusó retirándose.
Ni bien salió del salón, todos suspiraron un tanto aliviados
-"¿Qué te dijo Kagome, Kikyo?"
-"Ella está afectada por lo que le dijo Kagura esa noche, recuerdan que les conté?"
-"Ah, qué maldita"
-"Pobre, mi Lady, pero no debería desconfiar de Sesshomaru Sama, él ha cambiado muchísimo"
-"Ella no lo sabe, Kagura no lo sabe, y piensa que envenenar el corazón de Kagome le dará resultado"
-"Al parecer no se equivoca"
-"Muchachos, paren. Kagura piensa que yo soy Kagome y por consiguiente, que Kagome, soy yo."
-"Pero no está segura"
-"A qué te refieres?"
-"Si se le presentó a Kagome y la llamó Kikyo, y se atrevió a decirle todas esas cosas y a amenazarla, no está segura. Ella no debe poder identificarlas o distinguirlas"
-"Mmm."
-"Es verdad"
-"Vaya, no había pensado en eso…"
-"De todos modos no se les ocurra contarle a nadie lo que les dije. No hay que alterar más el ambiente del palacio y no sabemos cómo puede reaccionar Lord Sesshomaru"
-"Justamente, él debería saber lo que sucede para estar debidamente preparado"
-"No olviden el asunto de los mestizos…Eso destruiría a Kagome"
Inuyasha golpeaba la mesa con la taza, con la voz tranquila y pausada hablaba por primera vez
-"Eso es pura mierda…Si bien yo nunca defendí a Sesshomaru, tengo que admitir que trata conmigo y los demás hanyou que conoce como si tratara a un igual, él ha cambiado, en sus prejuicios, no así en su peligrosidad. He logrado ver el amor que le tiene a Kagome detrás de esa cara de nada que pone. Jamás rechazaría a su cachorro, fuese humano completo, mestizo o sangre pura, eso lo sé"
-"Si, bueno hay que ver si Kagome se atreve o no a tener cachorros con él de ahora en adelante"
-"Eso si es que no está embarazada ya, eso sería terrible para ella por sus miedos"
-"Y maravilloso para el palacio y para el Oeste"
-"Y para el infeliz de mi hermano también"
Jaken detrás de las cortinas estaba escuchando con detenimiento, hacia un rato que se dirigió hacia la cocina a buscar una bandeja con alimentos para Kagome por orden de Sesshomaru, pero cuando pasó por el pasillo escuchó el nombre Kagura, y eso no era de buen augurio. Se detuvo a escuchar y ahora estaba bastante incómodo con la situación. Por supuesto le contaría a su Señor todo lo que había oído. Pero eso sería más tarde ahora iría por el pedido del Lord.
Kagome estaba en las aguas termales de su habitación. Hundida hasta la barbilla en el agua, recostada, con la mirada perdida en el vapor. No tenía más que esperar a que su período llegara y de allí en más cuidarse…Su período…¿Cuándo había sido el último? Sentándose de pronto se puso la mano en el pecho. El corazón le comenzó a latir violentamente. NO, no podía ser…Hace cuánto? El golpeteo en la puerta shogi
-"Kagome, déjame entrar…"
Jamás una súplica, casi una orden disfrazada de pedido, pensaba la joven
-"Kagome…Por favor…"
Ahora estaba mejor…
-"Pasa"
-"Este Sesshomaru…Yo, lo siento"
Ella lo veía a los ojos, él no apartaba la mirada. Era franco y honesto en su declaración
-"Ellos…Se burlaban de mi marca, de tu marca…Me lo debían, de todos modos"
-"Lo sé, solo que desearía que no fueses tan previsible a veces"
-"¿Previsible?"
-"Alguien…Me dijo que…Golpearías a Inuyasha y…Ya no importa"
-"No lo asesiné, ni lo arruiné, solo le enseñé a no jugar con migo y lo que es mío"
-"¿Qué es Inuyasha para ti?"
Sesshomaru no comprendió la pregunta, el verdadero significado de la pregunta, él solo leyó la superficie
-"Es fuerte por su sangre Taisho, poderoso. Es importante para Occidente. Con eso y todo, es un maldito mestizo, sucio y de malos modales, pero es hijo de mi padre por lo que tiene derechos en el Oeste."
No, no, no, malo, malo, malo, la palabrita mágica brotó de sus labios sin esfuerzo, MESTIZO, clavándose en el corazón de Kagome como un puñal. Ya no le interesaba más nada, ni Inuyasha, ni el Oeste, ni nada, ella exterminaría al maldito de Náraku una vez más y aplastaría a la perla, ya que por su culpa le sucedía todo esto, los siglos habían pasado, Sesshomaru había cambiado, pero hijos no tendría, y si sucedía, después de destruir a sus enemigo y restaurar el orden, partiría a Edo antiguo, para no regresar…Jamás. No presenciaría el desprecio de su pareja a sus cachorros, ni lo soportaría, amaba profundamente a Sesshomaru, pero eso no le impediría huir si fuera necesario. Dándole la mano, el Lord la ayudó a salir del agua y le colocó la bata de seda sobre los hombros.
-"Ven princesa, Jaken te traerá algo para comer"
En tanto en una taberna oculta de los ojos indiscretos, los miembros del concejo de humanos y youkai que temían a Náraku se reunían cada jueves por la noche. Ellos siempre habían confiado en Sesshomaru y el Oeste, pero Náraku los tenía a mal traer. Para colmo de males varios de ellos habían caído en las redes, mejor decir, en las sábanas de Perla Tama y habían sido despachados luego como basura, perdiendo muchos de ellos a sus familias a causa de eso. Estaban sedientos de venganza…La joya les había prometido el oro y el moro, pero todas fueron promesas vacías. Habían sido utilizados como peones en su búsqueda de poder y ocupar una banca en la mesa central del concejo. Estaban hartos de los tejemanejes de esos dos y los merodeos de los vástagos de Náraku espiando y metiéndose en absolutamente todo. Necesitaban un plan para detener esta locura. Para ello conformaron una especie de resistencia oculta para idear una manera de escapar a la ruina que se avecinaba. Ruina moral, económica, cívica y física, Náraku sería el fin de todo y de todos ellos.
-"Tenemos que avisarle a Sesshomaru Sama que estamos desesperados, dependemos de su ayuda para salvarnos"
-"Si, pero nos hemos presentado ante la heredera, como traidores y apoyamos a Náraku en la última reunión"
-"No nos quedaba otra, si no lo hiciéramos, nos hubiese costado la vida y la de nuestras familias"
-"A los que nos queda familias"
-"La culpa es suya, por entregarse a esa puta"
-"Cállate, tú no eres mucho mejor, recibiste dinero para apostar no es asi?"
-"BASTA! Si continuamos divididos será nuestra ruina y la de nuestra sociedad"
-"Onigumo, se encargó de ello desde su aparición, chequeando datos y buscando recortes y fotografías de mis abuelos…En ninguna parte se habla de youkai, ni de Onigumo, ni de nada de todo esto, es como si hubiese aparecido de un día para otro, eso es extraño…"
-"Yo tengo recuerdos desde siempre con youkai, solo que son borrosos"
-"Nosotros recordamos a los humanos, pero relacionándolos con el mundo antiguo…Más aún, en mi infancia"
El murmullo demostraba que todos pensaban de la misma manera
-"No lo sé, algo muy extraño sucede aquí"
-"Sea lo que fuere, ya no tiene solución…El Youkai se instaló en este mundo, en este tiempo y es para quedarse, y nosotros, debemos idear una manera de detener esta locura de Náraku, para poder vivir en paz y armonía y recuperar nuestras vidas, necesitaremos el apoyo del Señor del Oeste"
-"No creo que Lord Sesshomaru nos perdone así como así"
-"Entonces, tendremos que comenzar a trabajar para lograrlo, desde ahora"
En el dormitorio de Sesshomaru Jaken estaba de pie al lado del Señor del Oeste impaciente por hablar con él y contarle lo que había escuchado. También él tenía sus dudas al respecto de la opinión de su Señor acerca de los mestizos, pero también estaba el tema de que nunca hubiese creído de Sesshomaru que se casaría con una humana y menos una sagrada.
Mientras la pareja degustaba su merienda en silencio, Sesshomaru notó la tensión alrededor de su esposa.
-"Mi Lord…Necesito hablarte acerca de un asunto de extrema importancia"
-"Puedes hablar delante de Kagome, no tengo secretos para ella"
-"Lo sé, Mi Señor, pero estos son asuntos de política extrema y no creo que Mi Lady esté interesada en escuchar acerca de los tediosos asuntos de los Terratenientes y sus "ofertas"
Astutamente Jaken mencionó lo de las ofertas aludiendo a las ofertas de las hijas de los terratenientes para convertirse en sus segundas o terceras esposas, varios de ellos aún vivían y constantemente ofrecían a sus hijas para alianzas convenientes con el Oeste. Lo último que necesitaba Sesshomaru era que Kagome se alterara por eso, Ya sería difícil contarle al respecto y eventualmente debería hacerlo. Si bien, no pensaba tomar otra esposa, la inseguridad de Kagome le jugaría malas pasadas haciéndola pensar tonterías erróneas y sufrir sin razón. Por el momento, ese era un tema que no iba a tratar con ella.
-"Está bien Sesshomaru, ve yo voy a descansar un poco"
-"Bien, saiai, enseguida regreso y continuaremos conversando"
Le besó la mano y se retiró junto al Kappa.
En el estudio, una vez enterado de los pormenores del tema, Sesshomaru golpeaba la mesa del escritorio en un arranque de furia
-"Es una basura! Maldita! Qué tengo que hacer, matarla? Ella fue la que escribió su presente, no voy a permitir que me arruine el mío, Al fin tengo el amor en mi vida y no lo voy a dejar ir, NUNCA Jaken, me oyes?!"
-"Mi Señor, por eso creí conveniente contarte…En especial aquello acerca de los hanyou…Has pensado en ello siquiera, Sesshomaru sama?"
No, no lo había pensado, era como si la idea rondara su mente pero como una nube que pasa y regresa de vez en cuando según el viento la arrastre.
-"Viejo amigo…Creo que ha llegado el momento de aclarar ciertas cosas con la Dama de Occidente…Aunque no quisiera, debo terminar este asunto y cortarlo de raíz antes de que se vuelva un problema que no tenga solución"
-"Mi Lord…Lo siento mucho"
-"Yo también Jaken, yo también"
