buenas sexys lectores aqui les traigo actualizacion masiva, todos mis fics (en curso) han sido actualizados, disfrutenlos :3 por cierto el ganador fue "FLCA Garfield2" favor de mandarme mensaje privado para quedar de acuerdo para el siguiente cap de relatos salvajes, si no se comunica en un lapso de una semana a partir de hoy el premio para a manos del segundo lugar y así sucesivamente.

ADVERTENCIA:

Si eres alguien sensible te recomiendo tener pañuelos cerca antes de leer este capitulo :3


Una rubia comenzaba a abrir lentamente los ojos, su visión era ligeramente borrosa, y lo que escuchaba a su alrededor se resumía a algún tipo de fauna junto al resoplar de los árboles. Poco a poco fue aclarando su vista y notando una tenue luz de un cielo gris que amenazaba con comenzar a llover en cualquier momento, varios árboles podía observar en lo alto y en el centro una tenue luz.

Poco apoco comenzó a incorporarse, presintiendo algún dolor en su cuerpo, pero no fue así, se sentía completamente bien. Poco a poco comenzó a revisar su propio cuerpo en busca de alguna herida, pero no encontró nada.

Después con desconcierto miro a su alrededor, parecía estar rodeada de árboles, de un lado se miraba oscuro y de otro podía ver entre los arboles un verde pasto que se movía al compás del viento.

Lentamente se incorporó con un único objetivo, averiguar dónde estaba y como había terminado en ese lugar. Camino con prisa saliendo de aquella densidad de árboles para llegar hasta los verdes y despejados pastos del lugar, no muy lejos de donde estaba vio a un grupo de personas vestidas de negro, seguro ellos podrían ayudarla.

Rápidamente llego hasta aquel lugar, notando el triste ambiente entre todas las personas, metiéndose entre la gente se encontró frente a ella algo que no debió ver en ese momento, ahí había un ataúd a punto de ser enterrado, miro como entre las personas aparecía alguien en especial, esa persona que la hizo sentir que su mundo se derrumbaba.

Una peli morada vestida de negro se acercaba al ataúd y colocaba una rosa blanca sobre este, mientras derramaba constantes lágrimas, su otra mano sostenía un retrato….. Era sumamente familiar….. en el retrato había una chica que reconoció de inmediato. Bruscamente se giró de vuelta al ataúd viendo como este bajaba lentamente para ser enterrado y pudo ver las letras en la lápida…..

-No…. No puede ser…..- susurro con los ojos muy abiertos y quedándose en un total estado de shock….

Aquel ataúd con letras color dorado decía "descanse en paz, Ayase Eri"

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Un nuevo día brillaba, Eri se apresuró a entrar en la habitación de Nozomi, donde la peli morada había pasado contantes noches llorando su perdida. Eri desde ese día en el que había descubierto que estaba muerta no se había separado para nada de la mayor. En ese lapso de tiempo había descubierto la causa de su muerte. Un choque automovilístico.

Aunque no solo se había dedicado a quedarse con Nozomi, pues había visitado los hogares de sus demás amigas encontrando casi el mismo resultado, pero la más afectada sin duda seria su amada Nozomi, la chica con la que había tenido una relación fuerte desde el primer año de la preparatoria, habían pasado por tanto juntas.

-Nozomi…. Es hora de levantarte….- Eri le hablaba a la mayor, aun sabiendo que esta no podía escucharla ni verla…. Ni sentirla, simplemente velaba por ella aunque no lo supiera.

Se sentó en la orilla de la cama intentando acariciar la cabeza de la peli morada, sin embargo como siempre, su mano atravesó a Nozomi y no le permitió ningún contacto.

Un nuevo suspiro salía de su boca con cierta impotencia, le afligía la situación.

Nozomi abría lentamente los ojos, estos lucían algo rojos debido a que la noche anterior también estuvo llorando. Lentamente se incorporó con mirada ligeramente perdida para después con sumo cuidado, dirigir su vista a su mesa de noche, lugar donde conservaba un portarretrato con una foto de ella y su amada rubia, ambas sonriéndose y abrazándose con todo el amor que se tenían.

Eri solo observaba como Nozomi tomaba el retrato entre sus manos y sonreía, para después notar como la mayor dejaba salir nuevamente lágrimas por ella.

-Nozomi... Ya no llores más por mí, si tan solo supieras que puedo verte y oírte... Todos y cada uno de tus lamentos, los escucho... Y quisiera hacer algo para sanarte, para que dejes de llorar...- Eri hablaba con frustración, como si hablando con la peli morada, esta fuese a notarla.

-Buenos días... Ericchi- con una sonrisa, pero a la vez voz triste, la mayor se ponía de pie y dejaba de vuelta aquel retrato.

Todos los días era lo mismo, desde que Eri estaba ahí siguiéndola a donde fuera, podía ver como todo lo que Nozomi hacia estaba ligeramente vinculado en ella.

Ese día Nozomi saldría a pasear para distraerse, después de todo, la abuela de la peli morada le había dado aquel día libre, ya que la anciana tenía una florería y Nozomi la ayudaba a mantener aquel lugar. La mujer estaba al tanto de cómo se encontraba su nieta que había insistido.

Eri se quedó recargada en una pared de la habitación de Nozomi, mirando como esta se arreglaba para salir a despejar su mente, la chica había optado por ponerse un ligero vestido blanco... Ese que tanto le gustaba a Eri.

-Si tan solo pudieras escuchar cuan hermosa creo que te ves con ese vestido...- Hablo Eri mirando como Nozomi terminaba de arreglarse y se disponía a salir.

-FLASH BACK-

Tanto la rubia como la peli morada caminaban por un centro comercial, solían pasar por ahí después de la escuela para comer unos parfait como tanto acostumbraban. Conversaban de cualquier cosa, no fue hasta que Nozomi centro su vista en una de las vitrinas de aquel centro comercial.

-Mira Ericchi, ¿No crees que ese vestido es muy bonito?- pregunto Nozomi a su mejor amiga que presto atención también a la vitrina.

-No es mi estilo, pero seguro a ti te queda hermoso- contestaba sin cuidado alguno la rubia haciendo que Nozomi se ruborizara.

-Eso es porque te gusta usar las ropas más cómodas- Nozomi bromeaba con su mejor amiga, y la rusa solo termino avergonzándose más.

-Bueno, también puedo usar cosas lindas- se defendía Eri, para Nozomi aquello fue un pequeño reto que no rechazaría por nada del mundo.

-Bueno, entonces entremos a probarlo- decía Nozomi y con entusiasmo tiraba de la mano de Eli para ir a aquella tienda a ver aquel vestido.

Después de haber luchado la una con la otra sobre que el blanco vestido le lucia mejor a la contraria, Nozomi termino perdiendo.

-Eres mala Ericchi...-

-¿Qué tiene de malo decir la verdad? Es obvio que te ves bellísima en ese vestido-

-Pero sigo pensando que te queda mejor a ti-

-Umm Nozomi-

-Dime-

-¿Quieres que compremos ese vestido?-

-¿Que? Pero Ericchi, no tengo suficiente dinero conmigo-

La rubia simplemente sonrió y tomando con dulzura la mano de la mayor, dijo lo siguiente:

-Yo lo comprare especialmente para ti...-

-FIN DEL FLASHBACK-

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Nozomi salió de la casa, Eri fue enseguida tras ella, no podía dejar sola a la chica, simplemente porque no quería que algo le pasara fuera, desde su muerte, Nozomi estaba desconectada de todo y eso era peligroso para ella.

Eri caminaba a la par de su amada peli morada, no sabía a donde iría este pero la seguiría como un fiel cachorro a su dueño, si alguien atentaba contra ella, haría hasta lo imposible por detener al agresor, incluso si tenía que matarlo…. ¿Pero qué pensaba? De verdad que el estar muerta la hacía pensar cosas sin sentido y cero empatía por los que aún estaban vivos.

-¡Ja! Como si pudieras tocar a alguien de todos modos- se dijo a así misma mientras continuaba siguiendo a Nozomi.

Después de caminar un largo rato, Eri se dio cuenta de en donde estaban, era un bonito jardín con varias bancas y una heladería al frente de este. Ese lugar era inconfundible para ella, era el lugar donde acostumbraban a ir después de clases a comer helado. Vio a Nozomi y esta tomaba un asiento completamente tranquila mirando alrededor.

-Ericchi…. Aquí veníamos todos los días ¿recuerdas? Siempre pedíamos lo mismo….- con esas palabras Nozomi bajaba la mirada y Eri no pudo evitar querer llorar, pero ¿Acaso los fantasmas lloraban?

-Buenas tardes señorita ¿Qué le voy a servir?-

-Un parfait por favor, de chocolate-

Una mujer tomo la orden de Nozomi y pronto se retiró para traer el pedido de la peli morada que se quedó mirando los lirios que había en aquel gran jardín.

-DE chocolate…. Siempre escogíamos ese porque era mi favorito, y tú lo comías gustosa aunque no te gustaran las cosas dulces….. Todo por complacerme…- decía Eri acercándose y sentándose en el pasto tibio mirando a Nozomi.

-Flashback-

-Pero no me gustan las cosas dulces Ericchi…-

Nozomi hacia un puchero mientras Eri tiraba de su mano arrastrándola hacia aquel lugar tan verde y limpio lleno de flores.

-Vamos, tienen buen aspecto, estoy segura que incluso a ti te gustaran Nozomi-

Eri insistía en que la mayor entrara a la heladería con ella, al final Nozomi se rindió y termino accediendo a entrar para complacer a su amada a miga que parecía una niña pequeña. Al final Eri busco una mesa en medio de varios lirios y tomaron asiento ahí, esa se convertiría en su mesa los próximos dos años.

-Buenas tardes señoritas ¿Qué gustan ordenar?- una camarera del sitio se acercaba a su mesa y cortésmente preguntaba por su orden.

-dos parfait de chocolate por favor, uno sin crema batida ni chispas de chocolate- pedía Eri sin consultar a Nozomi y la mujer anotando la orden se retiró con una sonrisa.

-¿El menos dulce es para mí cierto?-

-por supuesto, debo ser considerada si accediste a comer aquí conmigo-

-bien, te perdono esta vez Ericchi…-

-No te enojes Nozomi, solo es esta vez, si no te gusta podemos buscar un sitio mejor-

-para nada…. Si este sitio es el favorito de Ericchi, también será el mío…-

-Fin del Flashback-

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Eri sentía un nudo en la garganta al ver aquel recuerdo en su mente, Nozomi estaba ahí por el simple hecho de querer recordarla, y eso le dolía a ambas pues ya no podían estar juntas, aun cuando Eri supiera estuviera ahí a pesar de ser un fantasma, simplemente no volvería a estar ahí, para Nozomi Eri se había ido ya.

Cuando Nozomi termino con su helado, pago y se retiró de nueva cuenta caminando a un sitio al que Eri no sabía. Pero sin incomodarse ni nada continuo siguiendo a la peli morada. Caminaron bastante esta vez, disfrutando de un gran paisaje que relajaba hasta cierto punto a amabas, todo estaba bien en ese momento, entonces Eri miro detenidamente el lugar nuevamente, ese lugar lo conocía muy bien, era un puente de madera muy bello, donde cada primavera, los arboles de cerezos dejaban ver un hermoso paisaje.

Eri sintió un sinfín de emociones al ver a Nozomi llegar hasta la esquina del puente y recargarse en el mirando hacia el gran lago que era perturbado muy tenuemente por los pétalos rosas que caían de los árboles.

-Este lugar es tan importante para mi Ericchi…. Si me estas mirando ahí en el cielo…. ¿Recuerdas que sucedió aquí?- preguntaba Nozomi al aire mirando hacia el cielo.

Si la rubia sintiera, seguro su corazón estaría latiendo fuertemente y sus lágrimas estarían cayendo de sus ojos. Simplemente se acercó hasta Nozomi y se puso a su lado con una triste sonrisa.

-Como podría olvidar este lugar…..- decía Eri mirando en la misma dirección de Nozomi, dando un gran suspiro lleno de melancolía. –Este fue el lugar donde tú y yo nos conocimos…. ¿Verdad?- con esas palabras Eri cerraba los ojos escuchando como el viento acariciaba los árboles.

-a pesar de siempre haberte visto tan fuerte y madura…. Realmente eras torpe…- con esas palabras Nozomi sonrió dejando que un par de lágrimas resbalaran por sus mejillas mientras cerraba sus ojos escuchando el viento.

-Flashback-

Nozomi caminaba con completa tranquilidad, era sábado y sin tener mucho que hacer, daba un paseo por aquel recinto de árboles a los que mucha gente solía ir cuando estos estaban en su máximo esplendor.

Su vista se enfocó en el gran lago que era adornado por las hojas de los cerezos que caían al agua, era simplemente fantástico, tanto que no pudo evitar poner toda su atención en eso y continúo caminando sin fijarse por donde iba.

Repentinamente choco con alguien de una manera no muy violenta, ella se tambaleo un poco pero recupero el equilibrio gracias a un agarre desconocido, cuando levanto la cabeza se encontró con ella… la persona que haría de su vida de preparatoria la más feliz del mundo y que a su vez la haría llorar demasiado por su perdida.

Nozomi vio a una rubia chica, era alta y de ojos azules, así como una bella figura, con una cautivadora sonrisa que la hizo ruborizar al instante, sus manos entraron en contacto…

-Lo… lo siento….-

-Descuida, tampoco me estaba fijando, es que esa vista es maravillosa….-

-¿Verdad que si?... oh ummm lo siento….-

-descuida, a cualquiera le puede pasar, aunque no es común que las chicas lindas vayan tan distraídas….-

-¿Ehe?-

-Soy Ayase Eri, un gusto-

Eri con completa normalidad ofrecía su mano a la peli morada que se quedaba sorprendida por la normalidad con la que la rubia la saludaba que no cabía en ella tanta buena pinta. Eri por un momento quiso reírse por la expresión de la peli morada pero simplemente le sonrió mas amablemente y con gracias movió su mano frente a la peli morada.

-¿Te encuentras bien?-

-¡Si! Lo siento mucho-

-Volviste a disculparte jeje-

Nozomi agacho la mirada avergonzada, nunca era tan torpe, pero en ese momento, simplemente le era natural actuar a así, realmente estaba sorprendida por aquella chica.

-Ummm Toujou….. Soy Toujou Nozomi….-

Y así, estrujaron sus manos, dando inicio a una hermosa historia con un final tan triste…

-Fin del flashback-

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El lugar comenzaba a atardecer y Eri seguía caminando tras de Nozomi, la peli morada llevaba caminando un largo rato y Eri no sabía a donde pretendía llegar esta vez.

Cuando Eri comenzó a fijarse en su alrededor puo notar donde se encontraban, miles de recuerdos comenzaban a llenar su cabeza y de nueva cuenta se comenzó a sentir cálida y con un creciente dolor en el pecho que increíblemente podía sentir

Era un campo, un sitio muy especial, donde ambas se habían declarado sus sentimientos, aquella ocasión fue tan especial porque fue gracias a un pequeño incidente donde ambas se perdieron, que aquello sucedió.

-Recuerdo que cuando nos perdimos por aquí, estabas muy asustada…. Yo también lo estaba pero debía controlarme para que no hicieras algo tan imprudente Ericchi- Decía Nozomi llegando a un sitio en específico, una banca y un poste de luz a la orilla de una carretera muy transitada.

-Recuerdo cada momento… cada detalle Nozomi….- Eri volvía a hablarle a su amada, aun sabiendo que esta no la podía ver ni escuchar.

-Entonces uno de los momentos más felices de toda mi vida ocurrió, simplemente fue tan inesperado y perfecto….. No podría remplazarlo por nada en el mundo….-

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-Flashback-

Entre las nueve amigas habían decidido hacer una caminata por un parque lleno de árboles y flores, separadas por 3 parejas y un grupo de tres se encaminaron a explorar como parte de su tonto juego, pero para mala suerte de Eri y Nozomi, habían terminado perdidas entre todo el denso lugar lleno de árboles hasta terminan en un campo donde podían escuchar automóviles cerca.

Nozomi noto que si amiga rubia temblaba, sabía que la chica le temía a la oscuridad y el cielo estaba perdiendo su luz por lo que era obvio que esa estaría asustada.

-Sabía que era una mala idea…. Ahora estamos pérdidas y está por oscurecer….-

-Tranquila Ericchi, mira, allí hay una banca, y un poste de luz, si nos quedamos ahí no estaremos a oscuras, así podremos llamar a las demás por teléfono para que nos encuentren-

Eri solo asintió dirigiéndose junto a Nozomi a aquel lugar, aun tenia miedo. Cuando ambas se sentaron juntas el miedo en la rubia comenzó a disminuir, la compañía de la mayor siempre la ayudaba a estar calmada y feliz y la luz del poste la ayudaba a ya no tener miedo.

Pero como si el destino lo hubiera marcado, el poste comenzó a fallar haciendo así que el foco dejara de prender y ambas chicas fueron cubiertas por la oscuridad de la noche.

-¡Nozomi!-

La rubia se había abrazado a la mayor completamente asustada, todo sin notar como la peli morada se había ruborizado ante el repentino contacto. Sin embargo solo correspondió el abrazo con calidez.

-Está bien Ericchi, no te asustes, estoy contigo….-

Acariciaba su cabeza y abrazaba a la rubia de una manera protectora, sin embargo Eri no dejaba de temblar, y mantenía sus ojos fuertemente apretados.

-No me sueltes Nozomi…-

-Nunca te soltare Ericchi, siempre cuando cierres los ojos yo estaré ahí, diciéndote que todo estará bien-

Ambas permanecieron así un par de minutos compartiendo calor, los latidos del corazón de Nozomi lograron calmar a la rusa que ahora sujetaba las manos de Nozomi entre las suyas. Todo sin esperar la repentina confesión de Nozomi.

-este lugar es muy tranquilizante ¿No crees?

-Si estoy contigo… si lo es, a pesar de la oscuridad…-

-Debemos volver con las demás, parece que ya nos localizaron…-

-de acuerdo-

-Una cosa Mas Ericchi-

-¿Si?-

-Te amo….-

-Fin del flashback-

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El cielo comenzaba a oscurecerse Eri seguía a Nozomi hasta aquella carretera donde varios autos pasaban, la peli morada iba ahí con la intensión de tomar un taxi y volver a su hogar, pero un suceso cambiaría su noche.

-Oye tú, dame todo el dinero que tengas encima- aquella voz gruesa y ronca hizo sobresaltar a ambas, Nozomi al girarse se encontró con un tipo mal vestido y con una navaja brillante en sus manos.

-No… aléjate de ella infeliz…-

Eri se quedó impactada, su Nozomi estaba en peligro, no podía permitirlo, en un inútil intento se colocó en medio de ambos con intensión de proteger a Nozomi pero nada funciono, el sujeto paso a través de ella y sujeto a Nozomi de la muñeca, esta emitió un gemido de dolor.

-¡Maldito! Quítale las manos de encima-

-Toma, llévatelo todo pero déjame tranquila…- con eso último Nozomi entrego su bolso y el sujeto lo tomo rápidamente para después quedar mirando a Nozomi.

-Ahora que te veo bien…. Te llevare conmigo también…- con esas macabras palabras comenzó a tirar de la mano de Nozomi y esta comenzó a resistirse violentamente.

Eri por todos los medios trataba de intervenir, pero le era imposible siquiera tocarlos. Todo ocurrió tan rápido para ella, de un momento a otro el sujeto empujo a Nozomi y esta termino en la carretera transitada. Un golpe en seco vasto para que el sujeto saliera corriendo, y Eri al girarse, se encontrara a su amada atravesando el cristal del parabrisas del auto que acababa de arrollarla.

-¡NOOO!-

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Un blanco ambiente rodeaba a la peli morada, en un momento se había visto atacada por un sujeto, en otro un auto embestirla y en otro todo se había vuelto negro, para después abrir los ojos y encontrarse en un lugar lleno de luz, su visión distinguía a alguien en especial….. Ese alguien que la miraba preocupada.

Poco a poco se aclaraba su vista dejando ver a la mujer por la que había llorado tanto, sin pensarlo, sus lágrimas comenzaron a caer…

-E…Eri….Ericchi….-

-Nozomi…. Puedes verme…..-

Nozomi dejando que su llanto saliera totalmente se abrazó a la rubia que no tardo en corresponder su abrazo, acariciando a la peli morada una y otra vez.

-¿Por qué te fuiste? Me enseñaste a hacer todo Ericchi… me enseñaste todo menos a vivir sin ti….- Nozomi lloraba desgarradoramente aferrándose a los brazos de Eri que también lloraba en ese momento y acariciaba su espalda.

-No quiero separarme de ti Nozomi….. Pero….. Nuestro tiempo termino ya….- con esas palabras Eri se separaba lentamente de Nozomi una vez que esta calmaba su llanto.

-Si tengo que morir también para estar contigo… que así sea….-

-No, Nozomi… tienes una vida por delante, tienes que luchar por ella…. Vive por las dos…. Por favor, cumple mi último deseo Nozomi…. Vive feliz, mientras yo este en tu corazón y en tus recuerdos, seguiré viva…. Por favor….-

-Ericchi…..-

Ambas se miraron con lágrimas en los ojos desplegando un amor puro que tenían la una por la otra, y acercándose lentamente juntaban sus labios en un último beso que ambas podrían sentir. Un último contacto cálido entre ambas que las hizo sentirse tan vivas.

-Nozomi… te amo….-

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Después de aquellas últimas palabras, todo se volvía negro para Nozomi otra vez.

Abrió los ojos repentinamente, y ahí pudo ver una tenue luz, esta era la lámpara al lado de su mesa, y cuando termino de aclarar su vista logro ver que sus padres y amigas estaban ahí, felices de que ella despertara.

-¡Nozomi-chan!- sus amigas la recibían con lágrimas en los ojos, el lugar en el que estaban era un hospital, lugar donde había sido atendida después del accidente.

-¿Cómo…. Como llegue aquí?- pregunto a sus amigas y a sus padres que se acercaron a abrazarla.

-Alguien marco tu teléfono cuando te accidentaste… no sabemos quién fue y como lo hizo, pero gracias a ello logramos localizarte y llegar a tiempo para salvarte…- le decía su padre abrazándola con cariño.

- mientras yo esté en tu corazón y en tus recuerdos, seguiré viva-

Nozomi solo se aferró a los brazos de sus padres y comenzó a llorar, sin embargo en ella había una gran sonrisa, cosa que todos los presentes en el lugar compartieron, incluso aquel fantasma rubio que sonreía feliz, de haberse podido despedir de su amada respectivamente.

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Nozomi estaba de nueva cuenta en aquel puente de madera, mirando el lago y los árboles secos, todo debido a que pronto comenzaría el invierno. Aquel lugar siempre seria grato para ella.

A su lado, permanecía Eri, acompañando como siempre a la peli morada, preguntándose que haría la mayor esta vez.

-Nozomi- una voz conocida llamo a la peli morada, Eri también se giró para ver quién era y se encontró con una pelinegra de ojos carmín, Nico venia abrigada y alborotada, parecía haber estado corriendo.

-Otra vez tarde Nicocchi, de verdad que no cambias- decía Nozomi con una sonrisa a su amiga y acercándose lentamente a ella deposito un corto beso sobre los labios de la pelinegra que solo se ruborizo.

-ya te dije que lo siento…. Tuve un retraso en el transporte. En fin, ¿nos vamos?- Nico respondía a Nozomi que solo asintió con una gran sonrisa.

La mayor tomo del brazo a la pelinegra y ambas comenzaron a caminar por aquel lugar marchándose con una sonrisa. Eri no siguió a Nozomi esta vez, simplemente se quedó mirando como ambas chicas se marchaban sonrientes.

-Gracias Nozomi…. Por cumplir mi último deseo- susurraba Eri sonriendo al ver que su amada Nozomi estaba feliz otra vez, después de tanto tiempo.

Una luz llamo su atención a sus espaldas, al girarse se encontró con un rayo brillante que provenía del cielo, entonces solo suspiro con una pacífica sonrisa en sus labios.

-Es hora de partir… ahora puedo descansar en paz….- diciendo eso con una última mirada hacia la pareja, sonrió y dando la espalda camino hacia aquel camino de luz, comenzando a desvanecerse en el con una gran sonrisa en sus labios.

-Cuando llegue el momento nos volveremos a ver, Te estaré esperando….. Hasta siempre Nozomi-

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Todas estaban en silencio, realmente aquello se había puesto casi muerto, Nozomi miraba sonriente de un lado para otro y todas tenían cara de querer llorar a excepción de dos chicas en especial, una era Maki que fruncía ligeramente el ceño y la otra era Eri que con ojos cristalinos hacia un puchero.

-Tu…. Tú de verdad…..- rompía con el silencio Eri mirando a la peli morada para después lanzarse encima de ella y abrazarla fuertemente.

-E...Ericchi… me haces daño….- se quejaba Nozomi por el aferrado agarre de la rubia.

-Eso fue maravilloso Nozomi-chan, fue lo más bello que pudiste contarnos hoy- Kotori dejaba que sus lágrimas salieran y sonreía complacida por lo ocurrido en la historia.

-Mi corazón dio varios brincos Nozomi-chan no es justo- esta vez se quejaba Honoka limpiándose sus lágrimas.

-¿Por qué Nico-chan se queda contigo al final?- aquella voz era la que Nozomi esperaba escuchar, pronto atacaría burlándose de la celosa pelirroja.

-¿Ehe? Acaso Maki-chan esta celosa de que alguien más se quedara con su Nicocchi…- se burlaba de la pelirroja que solo desvió la mirada.

-Cla… claro que no ¿Quién querría quedarse con esa enana egocéntrica?- devolvió y Nico de inmediato reclamo.

-Todas sabemos que me deseas- replicaba Nico entre picara y molesta.

-Vamos, en vez de estar peleando, deberíamos preocuparnos por Eri-chan, no a dejado de llorar y abrazarse a Nozomi-chan- esta vez Hanayo intervenía en la pronta discusión haciendo que todas miraran a Eri que seguía abrazada a la mayor.

-Nozomi….. No me dejes….- con aquella suplica Nozomi se ruborizo y devolvió el abrazo a la rubia.

-Vamos Ericchi solo fue una historia, no es como si de verdad ocurriera- Nozomi trataba de animar a la rubia, pero esta no accedió.

-No me calmare a menos que te quedes a dormir hoy conmigo- ponía aquella condición Eri y la mayor solo sintió como su cara se pintaba de rojo.

-¡Indecentes!- exclamaba Umi señalándolas.

-Bueno… si Ericchi quiere eso para estar tranquila, está bien-

-¿Ehe? Pero yo quería escuchar otra historia Nya-

-Mañana les contare más, por ahora debemos volver a casa-

-De acuerdo-

-además más vale que se preparen que la siguiente historia las sorprenderá a todas-

Con esas últimas palabras Nozomi sonrió malévolamente causando a todas estremecer.

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