Āsu Uchiha, era parte del consejo de ancianos que regía el clan Uchiha. Era un hombre de 70 años, un jounin retirado, que se enorgullecía de haber sobrevivido al campo de batalla, a la segunda y tercera Gran Guerra Shinobi, por lo que se consideraba un hombre fuerte y sabio.

Por lo que se había sentido curioso ante la decisión de Fugaku al desechar a su primogénito como posible heredero en pos de su hijo más joven. Él había visto al chico, el pequeño era un prodigio a sus siete años y él en lo personal creía que era la opción adecuada para suceder a la actual cabeza del clan.

Por ello acepto gustoso la invitación al festejo del tercer cumpleaños de Sasuke Uchiha. Un festejo que por cierto, era el primero en muchos años que la pareja producía siguiendo todas las tradiciones del clan y a la cual habían sido invitados dos figuras importantes fuera del Clan: El líder del Clan Hyuuga y la líder del Clan Inuzuka.

Eso era algo inaudito y solo hacía que su curiosidad aumentara, pues lo entendía del clan de los perros, pero no de los arribados esos. Pues los Uchiha y los Hyuuga no eran precisamente empáticos los unos con los otros.

Cuando llego a la mansión en compañía de sus demás pares, Fugaku les introdujo al joven niño que quería proponer al chico como el nuevo heredero e inmediatamente Āsu entendió el porqué.

No era algo muy obvio pero se podía ver en los ojos del pequeño de tres años una profundidad que le hizo contener su aliento, eran los ojos de un alma vieja atrapada en la forma de un infante. Un niño ordinario no hubiera conseguido ejecutar con tanta perfección una máscara educada por tanto tiempo y mucho menos hubiera soportado el ser observado de esa manera por todos sus compañeros, quienes por lo que él podía ver no percibían lo mismo que él.

Sin embargo, eso no fue lo más sorprendente del encuentro fue cuando los Hyuuga y los Inuzuka llegaron. Fue increíble como el pequeño Sasuke pudo adaptar su comportamiento para quedar bien con ambos líderes. Eso era…sorprendente. Y dejo que Asu entendiera porque Fugaku y Mikoto esperaban tantas cosas de Sasuke.

Al verlo interactuar con los otros niños, Asu sonrió y asintió para así mismo. Él chico sería un buen líder cuando llegara el momento. Y él vería que sus camaradas aceptaran el cambio aun si era lo último que hiciera.

Sin que los Ancianos del Consejo fueran conciéncienles, Itachi esbozo una sonrisa obscura al darse cuenta de que el plan de Sasuke había resultado y los miembros del consejo habían quedado encantados con su pequeño hermanito. Aquella sonrisa solo duro un instante y desapareció tan rápido que cualquiera que la hubiese visto hubiese pensado que fue una ilusión óptica.

Él primogénito de los Uchiha rápidamente volvió a prestarle atención a los invitados con los que estaba charlando y siguió actuando como un buen host.


Hiashi Hyuuga no había sabido que pensar del pequeño niño de tres años antes del que su hija y su esposa hablaban con tanta estima. Esperaba un niño arrogante y altivo, como su hermano mayor, quien también era un prodigio. Sin embargo, el infante que vio fue algo distinto.

Era evidente que el chico era más que lo que aparentaba, sus ojos eran los de alguien experimentado, alguien que ha visto la guerra y sobrevivido al campo de batalla, lo cual no tenía sentido e inmediatamente lo pudo en estado de alerta, pues catalogo al chico como una amenaza a su princesa.

Sin embargo, cuando esos ojos negros se posaron en la figura de su hija se endulzaron y tomaron un brillo gentil y aniñado que le hizo pensar que se había equivocado. Aunque en momentos realizo que no era así, pues el chico cambio su comportamiento para adecuarse a lo que Tsume y su niño esperaban. Y aun así el cambio fue lo suficientemente sutil para que sus padres y los miembros de su clan no pensaran que fue más allá de un comportamiento ordinario.

Así que Hiashi quedo encantado, cautivado con una gran curiosidad, con el nuevo heredero de los Uchiha. Y silenciosamente le dijo a su esposa que aprobaba la amistad de su Hinata con el morocho. Ella entendió el mensaje y sonrió abiertamente, pues ella desde el comienzo de la amistad había visto un futuro y apreciaba que el genio Uchiha le enseñara cosas a su pequeña de una manera que ella era capaz de entender y la ayudara a conseguir una mayor confianza en sí misma.


Shisui era mucho más discreto que Itachi, porque tenía una mayor experiencia en estos ámbitos, así que no mostro ninguna reacción cuando noto el silencioso intercambio entre la pareja de Hyuuga. Aunque en su interior estaba festejando, pues Izuna había conseguido lo que deseaba sin tener que hablar con ellos.

Era increíble.

Y demostraba que sabía lo que estaba haciendo. Lo cual hacía que la confianza que había depositado en el menor, se renovara y confirmara que estaban haciendo lo correcto.

Le lanzo una mirada a Itachi y este asintió, ambos intercambiaron puestos.


Izuna había pasado la mayor parte de su cumpleaños con Hinata y Kiba, además de integrar a los juegos a los demás niños de su clan que tenían una edad más o menos cercana a la suya, jugando a los ninja. Un juego que era más bien un entrenamiento ligero y divertido para infantes.

Sin embargo, su atención nunca dejo de estar enfocada en sus hermanos y en los objetivos que cada uno está cuidando. Entre los juegos fue capaz de descifrar los mensajes silenciosos que tanto Shisui e Itachi le mandaron en un código antiguo que era usado en las guerras entre clanes para informarle de lo que habían visto y escuchado.

Izuna quedo realmente satisfecho con los avances en sus planes y pudo disfrutar mucho más del resto de la fiesta. Quedando encantado con la cantidad de regalos que recibió, a pesar de que algunos eran cosas que jamás iba a ocupar, aunque los que más le gustaron fueron los que pertenecían a sus hermanos y a sus amigos.


Él sol se ocultó y la fiesta termino. Una vez que los invitados se fueron y pudieron regresar a la habitación de Itachi, los tres hermanos concordaron que la fiesta había sido un excito

Con la única persona que tuvo que hablar fue la líder del clan Inuzuka y con un par de acertados comentarios hizo que Tsume viera a sus hermanos como lo que eran, seres importantes para su persona y que si algo malo llegara a pasarles sufriría mucho, lo cual hizo que los ojos de la mujer tomaran un brillo de determinación y revolviera sus cabellos de manera brusca, pero afectuosa, de la misma manera en que lo hacía con Kiba y con él.

Así que la misión había terminado en victoria.

"¿Lo tienes?" preguntó el pelinegro más joven, mirando a su hermano con expectación.

Itachi asintió y saco de sus ropas un paquete que contenía lo siguiente: Una rebanada de pastel, un dulce y parte de lo que su madre había cocinado para el festejo. Todo bien empacado y listo para ser consumido.

"Genial" Izuna dijo antes de poner el Bento sobre un pergamino y sellarlo, para después atar dicho pergamino al lomo de su familiar. Ella inmediatamente se camuflo y desapareció de su vista. Izuna le había ordenado llevar el paquete al orfanatorio y entregárselo al pequeño Uzumaki. También debía explicarle de quien iba el paquete y asegurarle que Izuna siempre iba a ver por él, aunque debía mantenerlo en secreto.

Itachi y Shisui suspiraron y negaron con su cabeza ante su acción, ninguno estaba realmente satisfecho con su plan, pero Izuna era su líder y habían acatado sus deseos de ayudar al pequeño blondo.


Aqui esta el capitulo. Espero que les agrade.

Lamento la tardanza, pero mi carrera consume mucho de mi tiempo.

Dejen Rewies 3