Su cumpleaños había sido un éxito. Las cosas se habían dado con tanta naturalidad que espantaba, puesto que realmente no había tenido que hacer mucho más allá de ser el mismo y apuntar sutilmente una que otra cosa a Tsume.
¿Quién dijo que los Uchiha no podían gobernar el mundo si se lo propusieran?, ¡Ha!, seguramente un Senju idiota, porque él y sus hermanos iban a colocar a Konoha de cabeza y a construir una aldea más fuerte al tiempo que elevaban su clan hasta lo alto nuevamente.
Izuna no era un egocéntrico maniático con delirios de grandeza, pero si se le habían pegado algunas cosas de su dramático hermano mayor y tendía a actuar de una manera curiosa cuando consumía demasiados dulces, no que fuera a planear apoderarse del mundo o algo así.
Así que después de mucho pastel el pequeño Uchiha había empezado a reír malévolamente porque su plan había sido un rotundo éxito al tiempo que refregaba sus manos estilo Señor Burns, logrando que sus hermanos le vieran Shisui con una expresión que gritaba Que-Carajo e Itachi con cierta exasperación pues ya había experimentado una situación parecida después de que le hubiese dejado comer cinco dangos de una sentada, en los minutos que Shu tardo en regresar de su viaje al orfanato.
Aprovechando que sus padres los habían dejado retirarse y se encontraban en el cuarto de Itachi, quien por cierto estaba aliviado/espantado de que el plan de Sasuke hubiera tenido éxito y su pequeño hermanito se hubiera convertido en el siguiente heredero al clan Uchiha.
"!Listo, Izuna-chama!¡" la pequeña salamandra entro por la ventana abierta. Izuna estiro su brazo izquierdo y el pequeño animal se posó en el mismo, recorriéndolo hasta su hombro y sentándose en este.
"Excelente. ¿Cómo te fue?" pregunto curioso el pequeño niño de tres años. Los otros dos se inclinaron ligeramente hacía adelante queriendo escuchar su respuesta.
"El pequeño zorrito es muy lindo. Le encanto el pastel y acepto guardar el secreto de tu existencia, creo que quedo encantado con la idea de tener un hermano mayor que este cuidándole aun si es a distancia. Me parece que es triste que siendo tan pequeño sepa lo que significa ser rechazado y añorar el amor de alguien" confeso la salamandra de fuego sonando genuinamente triste por ese hecho.
Izuna acaricio levemente su pequeña cabecita para consolarla, Shu tenía un buen corazón y si había algo que tocaba su conciencia eran los niños, eso era algo que Izuna podía entender puesto que los niños pequeños siempre habían sido un punto débil para su persona.
"No te preocupes, Shu. Naruto no será un Uchiha, pero es un Uzumaki, eso lo hace familia." Los otros dos ya sabían esto, pero su compañera no, así que se lo explico con suavidad. " Y una vez que lidiemos con los idiotas seguidores de los Senju, tomare a Naruto bajo mi protección abiertamente,"
Era una promesa.
Sus ojos brillaron carmín coloreando sus palabras con poder, sus hermanos corearon la acción, sellando el pacto.
En el pasado, Madara y él habían sido una fuerza a temer. Una fuerza que aun generaba escalofríos entre la memoria colectiva del clan, pues los Uchiha no habían olvidado lo que habían sido capaces de hacer y los colocaban como lo mejor de lo mejor, a lo que siempre debías apuntar a ser.
La aldea lo había olvidado.
Pero ellos iban a recordarle al mundo porque su clan era el más fuerte y la razón por la que siempre fueron temidos y respetados.
Los días habían pasado para el trió con, sin que ningún problema se alzase. Así las semanas se convirtieron en meses y antes de que lo supieran pasó medio año.
Shisui se había convertido en chunnin cinco meses atrás, aplastando a todos sus oponentes en los exámenes y creando la técnica por la cual sería conocido en las cinco naciones Shinobi: el cuerpo parpadeante. Además de haber incrementado sus conocimientos en el arte de la espada y aprender lo básico del arte del sellado. A sus once años, Shisui era un monstruo en potencia. Un genio nato que floreció bajo la atenta mirada de Izuna, quien se había tomado la molestia de entrenarlo. Era temido, respetado y admirado dentro del clan y en la aldea. Aun si solo hacía gala de menos de la mitad de sus verdaderas habilidades, pues si querían eliminar al Hokage y su consejo mantener ocultas algunas cartas era lo más sensato, ya que aunque Izuna no planeaba usar la fuerza para removerlos, la posibilidad de una guerra era alta y quería que sus hermanos tuvieran las más altas probabilidades de sobrevivir posibles.
Itachi en cambio había encontrado difícil adaptarse a su vida como gennin por la diferencia en su edad física con la de sus compañeros durante el primer mes, pero actualmente se encontraba satisfecho con el equipo que le había tocado y parecía estar haciéndose amigo de los otros dos chicos. También era un genio nato, Izuna estaba seguro que con su ayuda o sin ella, Itachi crecería para ser tan grande y poderoso como Madara. Aunque claro, su hermanito prefería llevar las cosas con calma y eso estaba bien. Por ello el que aún no despertara el sharingan no era realmente preocupante para el más joven de los morochos.
Y por último Sasuke había crecido en su papel como heredero del clan, siendo consentido por sus padres y la mayoría de sus familiares quienes cada vez que podían le daban regalos, amables palabras, o miradas llenas de orgullo y esperanza. Durante ese lapso de tiempo Izuna había mejorado su habilidad como sensor, siendo capaz de abarcar todo el complejo y mantener esa percepción durante la mayor parte del día, aprendiendo a hacer esa habilidad algo inconsciente, percatándose cuando un intruso entraba a los terrenos de su clan, pero ignorando los chakras que pertenecían a sus familiares.
Su relación con los aldeanos de la villa también iba bien, pues los civiles parecían adorarlo a él y a sus hermanos pues estos habían cogido su habito de ser amables y encantadores cada vez que se paseaban por las calles de la aldea. Había escuchado a algunas personas decir que les recordaba a alguien llamado Obito, quien al parecer había sido un primo suyo que había muerto durante la segunda guerra y que había cuidado a sus dos hermanos, aparentemente Obito había sido un Uchiha que tenía una personalidad similar a la de los Uzumaki, una verdadera lástima que él no hubiera podido conocerlo.
También había hecho contacto con Go, una salamandra joven que le recordaba el ocaso por su coloración y personalidad. Él era capaz de guardar enormes cantidades de chacra natural y pasarlo a su contratista en caso de emergencia, sanando sus heridas o impulsando sus jutsus de ser necesario. Había ideado un estilo de batalla donde podía forzar a su cuerpo a crecer a la edad que tenía antes y tener una capacidad similar a la que tenía en aquel entonces, aunque solo podía ocupar esa técnica un par de minutos, lo cual era suficiente para matar a un objetivo fuerte, pero no para liderar a su clan en el campo de batalla.
Era algo en lo que aún estaba trabajando para mejorar, pero parecía ser más con el tiempo que Go acumulara esa energía que otra cosa.
También había creado un sistema para vigilar a Naruto y acompañarle, ayudarle a sobrellevar el infierno donde estaba atrapado por culpa del estúpido de Sarutobi. Había decidido darle su propia compañera, una salamandra llamada Mako, quien tenía una personalidad maternal era quien había quedado designada a cuidar y acompañar al pequeño rubio en nombre de Izuna, era un lazo, una manera de protegerlo.
Mako era verde azul marino y tenía unas marcas plateadas alrededor de sus ojos que la hacían parecer como si estuviera portando maquillaje. Era experta en genjutsus, no era de utilidad para quien poseía el sharingan, pero para Naruto era la mejor amiga posible. Engañando a los miembros del staff del orfanato aliviaba la carga emocional del pequeño zorrito y creaba «imágenes bonitas» para alegrar o relajar al blondo quien era mucho más feliz ahora que tenía a Izuna-nii cuidándole aun si no conocía su rostro y tenía que mantenerlo en secreto.
Los ancianos del clan se aparecían de tanto en tanto para ver sus entrenamientos con su padre, quien estaba intentando enseñarle el jutsu característico de su clan. Fugaku pensaba que aún era muy joven para aprender las técnicas del clan y quería esperar a que cumpliera cuatro años para empezar a enseñarle a dominar el fuego, así que se había enfocado en mejorar su taijutsu y su habilidad para lanzar shuriken, sobra decir que todos estaban realmente satisfechos con sus capacidades y su rápido aprendizaje.
Aún seguía jugando con sus amigos, enseñándoles cosas en clases disfrazadas de divertidas actividades. En los últimos dos meses se les habían unido un niño del clan Aburame llamado Shino y una civil de cabello rosa que si no se equivocaba se llamaba Sakura. Ya habían empezado a pasar a la etapa donde sus juegos evolucionaban y más niños podían ser invitados a participar.
Izuna esperaba entre ansioso y fastidiado el momento en que empezaran a jugar lo que Shisui denominaba «Los ninja» y algo que parecía ser una cacería pero era llamado «Las traes» y que se jugaba con una lata. Eran conceptos desconocidos para él y por lo tanto no era capaz de entender porque era divertido, pero tanto Shisui como Itachi habían insistido en que era importante socializar con los demás niños en ese tipo de actividades.
En otra nota, la mama de Hinata estaba esperando un bebe; así que la princesa Hyuuga sería una hermana mayor dentro de pronto, Hina-chan había estado nerviosa hasta que el la pudo convencer que ella sería una gran hermana para él bebe que venía en camino.
Si, las cosas habían cambiado, pero seguían su curso e Izuna estaba satisfecho.
"Pero, Sasuuukeee…pesa muuuchooo…." Se quejaba su primo con lágrimas de cocodrilo en sus ojos, intentando convencer a su primo quien le estaba juzgando con sus brillantes obsidianas y mantenía una actitud inmovible.
"Shisui, ya hemos discutido esto muchas veces. La armadura es necesaria y si piensas hacer los exámenes para convertirte en Jounin vas a aprender a luchar con la armadura puesta" dijo con cierta irritación el pequeño de tres años y medio. Estaban solos, en el terreno de entrenamiento 33, sus clones estaban junto a Itachi comiendo dango. Era algo que hacían cuando querían practicar algo que mantenían como secreto.
Habían discutido el asunto de la armadura desde que Shisui se convirtió en Chunnin y la dificultad de sus misiones aumento. Itachi la había mandado a hacer con uno de los pocos maestros armeros que había en la aldea de las hojas y por fin estaba lista, pero Shisui estaba comportándose como un niño mimado y no quería entrenar con ella, mucho menos llevarla puesta en una misión.
"Pero es estorbosa. ¿Cómo voy a ejecutar mi técnica del cuerpo parpadeante con esta cosa?" argumento ya con más seriedad el mayor al ver que no estaba precisamente de buen humor.
"Créeme, lo sé. Pero es una protección que vale la pena tener. Además, confió en tus habilidades. Sé que con algo de tiempo lograras moverte con la misma facilidad que con la que lo haces ahora"
"Sasuke…"
"No" su voz era fuerte y sus ojos brillaban amenazadores, sus pupilas tiñéndose de carmín. "Yo cometí el error de dejarla de lado porque era arrogante, pensaba que mi velocidad y libertad de movimiento eran más importantes que usar una vieja armadura, y pague con mi vida ese pensar. No voy a dejar que tu cometas el mismo error."
Observo la cara sorprendida del otro unos instantes antes de dar media vuelta y alejarse. Su control sobre su temperamento era mejor que el de Madara, pero aun así dicho temperamento era peligroso, y ya que no quería lastimar a su primo aunque este estuviera comportándose como un crio, lo más sensato era alejarse hasta que su carácter estuviera bajo control una vez más.
Su mano derecha tocando instintivamente el punto donde la espada de Tobirama le había atravesado, estremeciéndose ante la memoria del punzante dolor y lo que siguió.
Después de aquella última batalla se había arrepentido enormemente de haber ignorado los consejos de su hermano. En su lecho de muerte, tosiendo sangre y siendo incapaz de respirar, escuchando las plegarias de Madara, no pudo hacer más que desear haber portado la estúpida armadura.
Tobirama había explotado su debilidad, pero no era el responsable de lo que le había estado pasando en esos instantes, pues eran shinobis y ese era su trabajo. Si no que la culpa era suya y solo suya, había sido estúpido y arrogante, sabía que su poder era basto y que de luchar enserio mataría al peli-plateado en un parpadeo, había subestimado al hermano menor de los Senju y había dejado baja su guardia al dejarse tan al descubierto.
Él no quería que algo así le pasara a Shisui.
Así que si tenía que destrozarlo en combate para que aprendiera la lección iba a hacerlo, pero tenía que hacerlo con la mente calma o las cosas podrían salirse de control.
Respiro hondo un par de veces. Izuna era un Shinobi crecido en la época de las grandes guerras, había aprendido a controlar su temperamento con rapidez y eficacia so pena de perder la vida, así que aunque estaba realmente enojado, se tranquilizó a los pocos instantes.
Estaba planeando invocar a Go para poder ir a patearle el trasero a su primo cuando sintió unos brazos rodearlo, supo que pertenecían a su primo instantáneamente y por ello no reacciono. Por la posición, Shisui se había arrodillado antes de sujetarlo y su cabeza estaba suavemente recargada sobre la suya.
"Perdóname por haberme comportado como un niño malcriado, Izuna"
El uso de su verdadero nombre le hizo soltar un jadeo de sorpresa, aunque fue rápidamente olvidado cuando sonrió dulcemente y murmuro un "Te perdono"
Después de tres horas de arduo entrenamiento, Itachi se unió a ellos y regresaron al Estado Uchiha, platicando entre ellos con un aire casi perezoso. Itachi estaba llevando a Izuna en su espalda, estilo caballito, muy para la infantil alegría del más pequeño.
La armadura estaba guardada en un pergamino que se encontraba asegurado entre la ropa de Shisui gracias a la ayuda de Izuna, quien si bien no era un maestro en Fuinjutsu al nivel de Tobirama o Minato Namikaze, conocía los aspectos de este obscuro y perdido arte cortesía de su Madre. Naomi había sido una guerrera del clan Uzumaki antes de casarse con Tajima y por lo mismo había sido una maestra en el arte del sellado e intento pasar su conocimiento a sus hijos, pero lamentablemente no vivió lo suficiente para enseñarle a sus tres hijos más jóvenes más allá de lo básico.
Lastimosamente no había maestros de Fuijinstu en Konoha más allá del pervertido Sage de los Sapos a quien Izuna no pediría ayuda ni en su más desesperado momento, así que se había resignado a quedarse simplemente con lo que sabía y compartir dicho conocimiento con sus hermanos…y con Hinata cuando esta tuviera más edad, si ella quería aprender.
Estaban llegando a las puertas del Estado. El ocaso tintaba el cielo de naranja cuando Izuna sintió un cambio en el chacra que los rodeaba y giro sus ojos negros hacía el punto donde se generó el cambio, un punto entre el espeso follaje del bosque. No siendo capaz de observar nada, pero sin necesitarlo, pues su acción había evocado que no solo su primo, pero si no los guardias en las puertas dirigieran su mirada carmín a dicho punto.
Los guardias se tensaron. Y Shisui hizo lo mismo. .
Uno, de los dos Jounnin que servían en la policía militar se lanzó inmediatamente hacía el bosque, hacía el punto donde se había sentido el cambio en el chacra. Mientras que el otro sonaba la alarma para alertar a sus pares, mientras les hacía señas para que cruzaran las puertas.
Los Uchihas más jóvenes rápidamente obedecieron, sabiendo que lo que habían visto era suficiente para alertar a toda la aldea y sobre todo para abrir las barreras que cubrían el complejo para proteger a sus habitantes.
Un hombre. Máscara naranja. Ejecuto técnica desconocida. Desvaneciéndose en el aire. Shisui le informo mediante señas una vez que lo deposito en el suelo. Su primo tenía su sharingan activado y había desenfundado su espada con su mano libre. Sus ojos se movían con rapidez, escaneando su entorno, en un estado de alerta a pesar de que dentro de la barrera (que el clan habían instalado en secreto después del ataque del Kyuubi) estaban seguros, puesto que era una barrera de sangre.
Su actitud había sido copiada por Itachi e Izuna, además de copiada por todos sus familiares, quienes habían detenido sus actividades al notar la barrera alzarse y ver las acciones de sus tres prodigios.
Izuna asintió. Se volvió hacía su hermano y le comunico con el mismo método. Proteger clan. Punto de reunión: Mansión. Nivel bajo y medio, aquí. Nivel Alto, unirse a las fuerzas de la aldea. Generando un plan para proteger a su gente y quedar bien con la aldea con rapidez.
Itachi alzo su voz para ser escuchado por sus familiares, repartió las órdenes que Izuna había dado: "Civiles. Vayan a la mansión. Gennin y Chunnin acompáñenlos. Jounnin vayan afuera de la barrera. Reagrúpense a los HQ de la policía militar. Esperen nuevas órdenes."
Recibiendo un asentimiento por parte de quienes estaban más cerca. El clan se movilizó siguiendo las órdenes del joven Uchiha. Los Gennin y Chunnin pasaron la voz rápidamente, asegurándose que sus familiares que no tenían concomimientos ninja o por su edad no podían ser considerados como tales, llegaran a la mansión sin problemas.
La eficacia con que realizaron este ejercicio dejo en claro que a pesar de todo, los Uchihas eran un clan de guerreros, un clan militar que seguía siendo una máquina bien engrasada.
"Avisa al clan Hyuuga y al clan Inuzuka que un intruso estaba en la aldea, Itachi. Que cuiden a sus niños." Ordeno Izuna casi al instante que su hermano dejo de hablar. Este asintió y se desvaneció en una explosión de plumas negras.
"Shu, avisa a Mako que debe estar lista para transportar a Naruto al monte Kimu si su seguridad se ve comprometida. No deben pelear. Ayúdala a que no sea descubierta. " Le dijo a su compañera. Quien asintió. Y desapareció con un puff para ir a buscar a la otra salamandra e informarle de la nueva misión que su amo les había dado.
Izuna tomo la mano de Shisui y lo forzó a caminar en dirección a la Mansión. El pelinegro de pelo ligeramente rizado había gastado demasiada chakra durante el entrenamiento, no estaba en condiciones para una pelea. Así que lo conservaría a su lado por el momento. Utilizaría su voz para comunicar sus órdenes.
Cuando llegaron a la casa, Mikoto ya estaba haciéndose cargo de la situación. Calmando a los civiles e impartiendo órdenes a los shinobi sobre cómo actuar en caso de ataque. Cuando los vio les lanzo un asentimiento, no preocupándose por la ausencia de Itachi al ver que ellos estaban calmados y recibir un pequeño asentimiento por parte de su hijo más joven.
La policía militar alzo la alarma en toda la aldea: Avisando que habían descubierto a un intruso que portaba una máscara de color naranja con forma de espiral. El Hokage movilizo a sus ANBU en busca de dicho intruso, pactando una (no formal, pero sí muy obvia) alianza con los Uchiha para encontrar alguna pista del desconocido.
Ninguno encontró nada.
Hubo una junta de consejo. Con todos los líderes de los grandes clanes, el Hokage y sus consejeros, y el capitán de los ANBU.
Fugaku expreso su enojo ante la falta de resultados. Pero también su preocupación de que el intruso hubiera estado viendo a sus hijos. Su molestia y temor fue coreada por todos los padres dentro de la sala.
Los Hyuuga se habían unido con rapidez a las partidas de búsqueda luego de haber sido advertidos por Itachi. Los Inuzuka de igual manera. Ambos completamente molestos con el Hokage porque el aviso oficial se generó casi quince minutos después.
Quince minutos podrán parecer poco. Pero en realidad, es demasiado tiempo cuando hay o hubo un enemigo en la aldea que aparentemente hizo su objetivo a tres niños (poco importaba que fueran genios). ¿Y si el intruso hubiera ido por sus herederos o los herederos de los otros clanes?, ¿Qué hubiera pasado si el intruso al verse descubierto hubiese tomado a algún niño y ejecutando esa técnica que no dejaba rastros se los hubiese llevado?.
Después de un largo y muy complicado debate, decidieron llamar a Jiraiya de regreso a la Aldea para ver si había algún sello que pudiese ser de ayuda. Mientras tanto, Uchiha, Hyuuga e Inuzuka formaría patrullas que recorrerían la Aldea para evitar que ese hombre tuviera oportunidad alguna de volver a introducirse en la misma. Con la fundación que Izuna les había proporcionado con sus acciones, los tres clanes formaron un frente unido que obligo a los ancianos que ocupaban los puestos de poder a doblegarse, pues fueron apoyados por los demás clanes.
Hiruzen estaba sorprendido con este resultado, pero no realmente molesto. Su única preocupación era por aquel desconocido que había logrado introducirse a su Aldea sin que nadie se diese cuenta. Y lo que era peor, no podía evitar que una parte oscura de su mente apuntara a su antiguo camarada como posible responsable. Sobre todo cuando los objetivos de ese desconocido hombre enmascarado habían sido los tres prodigios Uchiha de los cuales se había estado hablando últimamente.
El Hokage no era ciego o estúpido.
Él sabía que Danzo tenía Shinobi bajo el nombre de ROOT que eran básicamente soldados sin mente o alma. Y que los usaba para cometer acciones de poca moralidad. No conocía sus nombres o habilidades, pero el que hubiera uno con un jutsu especial que le permitiese desvanecerse en el aire sin dejar rastro alguno más allá de un fútil aroma que no servía para guiarlos a ninguna otra pista, era altamente probable.
Y que hubiese estado vigilando a los Uchiha solo hacía que aumentara sus sospechas. Por lo que decidió vigilar aún más de cerca a su antiguo amigo, pues si descubría que estaba en lo cierto, iba a tener que tomar cartas en el asunto.
Pues los grandes clanes no parecían dispuestos a perdonar que alguien hiciera a sus niños un objetivo. Y creía una guerra civil podía darse si algo así se repetía.
Por ello, después de mucho pensarlo, tomo la decisión de romper ROOT y tomar a todos sus integrantes bajo el control de ANBU. Colocando a sus mejores hombres (entre ellos, Hound o Hatake Kakashi) a purgar sus filas y eliminar a quienes se negaran al cambio.
Shimura Danzo estaba furioso.
En menos de una semana todo se había venido abajo.
Los Uchiha ahora tenían una alianza con los Hyuuga y los Inuzuka. Y por si fuera poco habían sido apoyados por todos los demás clanes. Generando un cambio en el poder político enorme y sin precedentes.
Hiruzen había tomado la decisión de retirarle su poder armado. Dando la orden de eliminar a quien se opusiera. Dejándolo solo con la opción de ver como todo su trabajo se iba por el caño sin que él tuviera la oportunidad de hacer nada.
Pues los ojos de "Las Máscaras de Porcelana" estaban fijas en su persona y cualquier movimiento en falso sería fatal.
Izuna, sin saberlo, se metió las planeaciones de dos poderosos y maquiavélicos hombres. Provocando un cambio en el destino del mundo sin saberlo. Aunque si sería para bien o para mal eso aun estaría por verse…
Me aprecio que el capítulo que había subido estaba pobre y decidí editar algunas cosas, pero termine escribiendo y el resultado es esto.
Voy a aclarar algunos puntos solo para que puedan entender mejor las cosas:
Izuna percibió cuando Obito apareció porque su rango de percepción es enorme, abarcando casi un diámetro de 700 metros. Lo noto porque era un chakra que nunca había sentido antes.
Shisui reacciono a esto porque de alguna manera, Itachi, Izuna y él están en sincronía al haber pasado tanto tiempo juntos. Mientras que los guardias reaccionaron porque el movimiento de un talento nato como Shisui, activar el sharinggan y ver hacía cierta dirección, es como una advertencia de peligro.
Obito escapo al darse cuenta de que había sido descubierto. Piensa que fue Shisui quien lo descubrió porque Sasuke es un niño pequeño y no activo su sharingan cuando miro en su dirección.
Los clanes Hyuuga e Inuzuka se sienten agradecidos con Itachi por la advertencia, pero saben que fue el pequeño Sasuke quien dio la orden pues Itachi así se los informo. Solo Hiashi y Tsume saben esto. Y piensan guardar el secreto. Por ello proclamaron la alianza con los Uchiha en público a pesar de que el actual líder no es muy de su agrado.
Fugaku sabe que sus hijos (Shisui entra en esa categoría) descubrieron al intruso. E Izuna se vio forzado a admitir que es un sensor, pero alego que es una habilidad natural para evitar preguntas. Fugaku y Mikoto le dejaron mantener esta habilidad en secreto por ahora porque era lo más sensato. Este saber reafirmo la idea de que Sasuke iba a ser un ninja sin par en el futuro.
Naruto no se enteró de nada porque nunca estuvo en peligro. Los summons de Izuna se encargaron de cuidarlo en silencio, ocultas a simple vista e indetectables a los ANBU que el Hokage pudo a guardar al pequeño Uzumaki.
ROOT ya no existe. Y no volverá a ser formado en muchos años, pues Danzo está constantemente vigilado por ANBU que tienen órdenes de asesinarlo si ven algo que pueda ser considerado como Traición.
Recuperaron muchos niños con habilidades especiales que pasaron a ser parte de ANBU mientras Yamanaka Inoichi y su división trabajan en quitar el lavado de mente al que fueron sometidos. Entre ellos Tenzo, quien paso a formar parte del escuadrón de Hound.
Esto es un secreto. Algo que solo los hombres del Hokage saben, por lo que los líderes de los clanes a parte de Inoichi no saben que el enemigo pudo haber sido interno en vez de externo.
Las nuevas patrullas van a dificultar que Obito se infiltre a la aldea. Y por supuesto, evitaran que el ataque a los Hyuuga que pasaría en un año se lleve a cabo, cambiando así el destino de Neji y su padre. Pues la Policía Militar dejara de existir, para dar paso a otra organización de nombre "SENT" que involucraba a los tres clanes de su alianza y se encargaría de vigilar la seguridad de la Aldea.
La insolación a la que habían sido obligados desaparecerá pues la Aldea y los otros clanes verán que los Uchiha, detrás de su actitud orgullosa, piensan en la bienestar de todos en Konoha y sin la hostigacion por parte de Danzo y el consejo, dejaran de ser considerados parias para ser bienvenidos como ciudadanos modelo. Aunque la transición va a ser lenta.
Eso es todo. Como siempre espero que les guste.
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