¿Recuerdos o Pesadillas?, ¿Acaso no son lo mismo?

Las cosas habían cambiado.

Eso fue obvio para Izuna cuando vio las nuevas patrullas conformadas por Uchihas, Inuzukas y Hyuugas caminando por la aldea. Era un cambio sutil, pero era suficiente. Izuna empezó a preocuparse por Itachi a medida que pasaban los días y se había más evidente que el juego había cambiado mucho y mucho más rápido de lo que él había esperado. Se hizo evidente que el hombre de la máscara era una amenaza mucho más grande de lo que había imaginado al principio.

De los tres, Itachi era el único que no tenía el Sharingan. Su hermano pequeño era el eslabón débil de la cadena. Y eso era algo que no podía permitir.

Izuna no deseaba que Itachi se convirtiera en un objetivo. E incluso si él, con su forma infantil era la respuesta más obvia a la pregunta de quién de ellos es más fácil de encontrar, no podían escapar a la realidad de que Itachi tendría las menores posibilidades de sobrevivir un enfrentamiento.

Por ello, tomo la decisión de forzar a Itachi a despertar su Sharingan.

La idea era reprobable. Y nadie dentro del clan lo aprobaría, ya que es necesario infligir un daño grave a la psique de una persona para que el Uchiha en cuestión despierte el Doujutsu. Y ni siquiera existe el 50% de probabilidad de excito, puesto que cada persona tenía una personalidad única y por lo tanto, lo que provocaba un trauma en alguien, podría ser insuficiente para otro.

Por ello, ni siquiera era una opción. Ni siquiera en la época de las Guerras entre Clanes se intentó, puesto que ningún padre arriesgaría a sus hijos de esa manera. Sin embargo, era algo necesario.

Izuna conocía a su hermano. Y estaba un noventa por ciento seguro de que su plan era trabajar. El diez por ciento que sobraba, era un riesgo que iba a tener que tomar.

Itachi dio su aceptación del plan en cuanto Izuna se lo propuso. Y cuando todo estuvo arreglado, los tres se transportaron a Mont Kimu, incluso si Shisui no estaba tan seguro con la idea, porque confía en que Sasuke no lastimaría a Itachi.

Estoy listo, boss. Go le informo por el link mental que compartían una vez que estuvo seguro de haber guardado suficiente chakra para forzar la transformación.

"Ok. Estoy listo, Nii-san." Dijo el menor de los morochos al tiempo que le regalaba una sonrisa a su hermano, una sonrisa que prometía que todo iba a estar bien. "¿Tú estas listo?"

"Si" Itachi no lo dudo ni por un segundo, el confiaba plenamente en su hermano y entendía que esto era necesario.

"Muy bien" Izuna susurra al tiempo que ordena mentalmente a su summon. Go comienza a liberar chakra, empezando la transformación, forzando el cambio. Izuna cerró los ojos por un instante y cuando los abrió, estos estaban teñidos de rojo y tenían tres tomoes negros en cada uno de ellos.

Su cuerpo había crecido, ahora siendo casi tan alto como el de Fugaku y su cabello era tan largo como Mikoto, alcanzando su espalda baja. Era un joven hermoso, no guapo, sino hermoso, ya que era más parecido a su madre en la forma de su rostro y en la estructura de su cuerpo, que a Fugaku.

Era increíble estar de vuelta en la forma que él sentía que le correspondía, pero no se dejó llevar por la sensación Tenía trabajo que hacer.

Conecto su mirada con la de Itachi. En un parpadeo, los ojos de su hermano menor estaban nublados, dejando en evidencia que estaba bajo la influencia de un genjutsu. Las rodillas de Itachi cedieron y cayo hacía adelante, Shisui lo atrapo y le deposito con cuidado en el suelo, una expresión preocupada en su rosto.

"Itachi va a estar bien, ¿verdad?" Pregunto mientras levantaba la vista para encontrarse con la mirada carmín de su primo. Izuna sonrió con gentileza, hincándose hasta quedar al mismo nivel que sus hermanos, moviendo una de sus manos hasta el cabello de Shisui, revolviendo la rizada melena.

"No te preocupes, Shisui." Izuna no estaba realmente preocupado, había creado la ilusión específicamente para obligar a su hermano a reaccionar. "Itachi es fuerte y si las cosas parecen ir mal lo despertaré de inmediato."

Su hermano era fuerte y la realidad que el genjutsu le iba a mostrar iba a ser lo suficientemente fuerte para forzarlo a despertar el Sharingan. Izuna estaba seguro de esto porque había alterado uno de sus propios recuerdos, cambiando algunos detalles; haciendo su perspectiva, la de Itachi; la presencia de Deisuke, la suya; y la de Madara, la de Shisui.

Era algo cruel. Pero, Izuna no era una buena persona. Él era un shinobi. Y él haría lo que fuese con tal de proteger a sus hermanos, incluso romperlos y volver a juntar las piezas. El haría eso sin remordimientos, si significaba que iban a tener mejores probabilidades para sobrevivir.

OoOoOoO

Itachi no sabía lo que había sucedido. No podía recordar nada sobre cómo las cosas empeoraron tanto. Lo que si sabía era que Konoha había sido destruida, quedando en un estado similar a como estaba después del incidente de Kyubi, y ambos, Sasuke y Shisui, habían desaparecido.

Podía escuchar los gritos de dolor y los tintineos metálicos de las armas a su alrededor, pero en realidad no podía ver quién era el enemigo, con el humo y los escombros. Pero, francamente, tenía mejores cosas en las que pensar en lugar de la batalla, ya que tenía que encontrar a sus hermanos.

Tenía que llevarlos a un lugar seguro.

Él no podía dejarlos morir.

Tenía una espada en su mano. Tuvo que matar a un niño no mucho mayor que él, mientras corría. Itachi, lo hizo sin remordimiento alguno. La vida de sus hermanos era primero, todos los demás eran desechables.

"Ni ... Nii-san ..."

El suave susurro casi le hizo perder el equilibro, ya que tuvo que detenerse de golpe cuando escuchó la voz quebrada de su hermano pequeño. Inmediatamente dirigió su vista al lugar de donde proviene la voz.

Un sollozo salió de sus labios cuando encontró a Sasuke.

Su hermano pequeño apenas estaba vivo. Alguien le había perforado el estómago con una espada y estaba echado en un charco de sangre. Sasuke le estaba mirando con ojos asustados, pero también con alivio. Y esa mirada golpeó a Itachi con fuerza porque su hermanito tenía miedo de morir solo y se sintió aliviado de haber sido encontrado, incluso cuando ambos sabían que no había forma de que pudiera salvarlo.

Su cuerpo se movió sin permiso y en un abrir y cerrar de ojos estaba arrodillado al lado de su hermano pequeño, envolviendo el pequeño cuerpo del infante entre sus brazos. Lagrimas cayeron de sus ojos cuando forzó una sonrisa y dijo: "Shh, Sasuke. Todo va a estar bien. Tu hermano mayor está aquí"

Sasuke le sonrió. Una sonrisa triste, rota, que aplastó su corazón porque sabía a despedida.

Momentos después, Sasuke había muerto y él estaba sosteniendo el cadáver de su hermano pequeño. El pequeño ser al que había prometido proteger en el momento en que nació.

Sollozos horribles salieron de sus labios, incluso cuando intentó contenerlos porque sabía que si comenzaba a llorar estaría muerto en segundos, ya que llamaría la atención del enemigo. Él sabía que no tenía tiempo para esto, sabía que tenía que levantarse y continuar.

Él sabía esto, pero no pudo.

No pudo dejar atrás a su hermanito.

"¡Itachi!" Shisui siseó su nombre en una advertencia.

Instintivamente se movió para enfrentar a un enemigo. Había soltado el cuerpo de Sasuke y se había girado antes de que fuera consiente, su espada chocó con la de su oponente cuando detuvo la embestida. Shisui había perforado el corazón extraño en el momento siguiente.

"¿Estás bien?" Las palabras estaban teñidas de preocupación y los ojos rojos de su hermano lo examinaron buscando heridas, pero físicamente estaba bien. Entonces, Shisui inhaló severamente mientras reparaba en el cuerpo de Sasuke que descansaba a unos pies de ellos.

"Está muerto" Itachi se escuchó a sí mismo usando un tono vacío. "No pude salvarlo"

"No. Mírame". La voz de Shisui era ronca y era obvio que estaba haciendo un gran esfuerzo para no comenzar a llorar. "¡Mírame! No fue tu culpa. ¿Me oyes? Es de ellos"

Shisui lo abrazó por unos instantes, luego, se recompuso y cuando se separaron, su voz era demandante al decir: "Vamos. Tenemos que movernos. Tenemos que reagruparnos con el clan".

"¿Los demás?" Preguntó Itachi con voz asustada. No quería llorar a más de sus hermanos, ya era suficiente con Sasuke, quien no debería tener que estar en el campo de batalla todavía, pero lo había hecho y ahora estaba muerto.

"Seguros. Ustedes dos eran los últimos"

Itachi asintió en silencio, aliviado. Al menos Takara y Aora estaban bien. Shisui ya se había asegurado de que estuvieran a salvo.

Se movieron en sincronía. Dejando el campo de batalla y el cadáver del miembro más joven de su familia atrás, ya que no podían permitirse llevarlo con ellos y como el pequeño no había tenido el Sharingan dejar el cuerpo detrás, no era algo de lo que pudieran preocuparse.

Tal vez algún adulto lo traería de vuelta, pero Itachi lo duda. Después de todo, ni siquiera a su padre tendría aquel interés.

Sasuke no obtendría un entierro adecuado.

Él sería una pérdida más en la guerra. Un niño más que será olvidado.

Itachi no se dio cuenta, pero sus ojos se volvieron carmín en el momento en que se giró para enfrentar al último enemigo.

Él había logrado el Sharingan.

Y solo le había costado la vida a su hermanito.

OoOoOoO

Itachi se despierta con lágrimas recorriendo sus mejillas; ojos carmín enfrentándose a la obscuridad del cuarto.

Lo primero que vio, fue a Sasuke. En su forma infantil, sentado a su lado, frunciendo su ceño en preocupación. Itachi dejo una risa histérica dejar sus labios cuando lo tomo entre sus brazos y le abrazo.

Sasuke estaba bien. A salvo. Vivo.

"Lamento mucho que hayas tenido que experimentar eso, Nii-san" La voz de Izuna sale amortiguada, pues su rostro ha quedado enterrado en la ropa de Itachi. No había tardado en regresar el abrazo.

Estaba siendo sincero cuando dijo que lo lamentaba – Itachi no se merecía ese tipo de dolor–, pero no se arrepentía de haber usado sus ojos en su hermano. Que Itachi despertara el Sharingan era algo absolutamente necesario, y era mejor que experimentara el dolor en una ilusión que en la vida real.

Itachi no respondió. Estaba comprendiendo que lo que había visto, había sido real. Algo que había pasado en la infancia de su hermano. Esto le causó una enorme tristeza y dolor. Su alivio se transformó rápidamente en desesperación.

Se permite derramar más lágrimas, abrazando a su hermano con más fuerza. En ese momento lo único que deseaba era proteger a Sasuke, pero…¿Cómo puedes proteger a alguien del pasado?. No es posible. Simplemente, no puedes cambiar lo que ya ha sucedido.

Lo único que puede hacer, es mejorarse a sí mismo y estar al lado de Sasuke cuando lo necesite.

"¿Tachi?" Shisui preguntó mientras tocaba su hombro, la preocupación clara como el día en sus ojos negros, pero triste también, porque aún recuerda cómo había obtenido su Sharingan y así imagina que lo que Itachi había visto era fácil.

"Estoy bien" les aseguró a los dos, su voz un poco temblorosa. Intentando detener el llanto, forzándose a recuperar la compostura, porque tener una crisis no ayudaría a nadie.

"Estoy bien" repitió con más firmeza mientras dejaba que su cuerpo se relajara y su Sharingan se desvaneciera después de que Shisui lo abrazara en un abrazo protector; La mano derecha de Shisui acariciando el cabello de Itachi y su mano izquierda frotando la espalda de Sasuke mientras tarareaba una canción de cuna.

El tener a sus hermanos a su lado, hizo que Itachi se sintiera lo suficientemente seguro como para que el "estoy bien" casi se convirtiera en una verdad. Estaban ilesos. Estaban a salvo. Y mientras estuvieran juntos, estarían bien.

Después de todo, los Uchiha eran individuos poderosos. Pero como Clan, fueron los más fuertes. Juntos podrán enfrentar lo que sea que se les ponga delante y resultar ganadores.

Sus dos hermanos no respondieron a sus palabras, pero también se relajaron. Y no mucho después de que los tres Uchihas estaban durmiendo. Tranquilos, porque estaban siendo cuidados por las salamandras de fuego, que eran leales a uno de ellos y por eso mismo, a todos ellos.


Lamento la tardanza, chicos :( Pero aquí esta el nuevo capitulo, ojala les guste.