NO SOY DUEÑO DE INUYASHA.

GRACIAS POR LOS COMENTARIOS! LES MANDO MIS ABRAZOS Y GRACIAS POR LOS SALUDOS DE CUMPLEAÑOS A MI FACEBOOK. MIL DISCULPAS, SE ME HABÍA PERDIDO EL PENDRIVE CON MIS HISTORIAS. LAMENTO LA DEMORA. PARA USTEDES MIS LECTORES QUE ME SIGUEN SIEMPRE MI INSPIRACIÓN MÁS PURA EN TODO MI FIC. ABRAZO

COMO A DELINCUENTES…

Capitulo 41

Mientras Kagome regresaba, y Sesshomaru era llevado al Concilio, los guardias del concejo que quedaron rezagados en palacio, lejos de retirarse como habían dicho que harían, ingresaron al cuerpo del edificio y comenzaron la búsqueda. Un frenesí de locura y violencia, los machos de palacio completamente sorprendidos comenzaban a defenderse y defender el patrimonio de la Luna.

Miroku, Kouga y Kleinez, habían ido en su auto detrás de Sesshomaru, pero Inuyasha, Shippou, Souta estaban en palacio.

-"¿Qué es lo que buscan?"

-"Deténganse!"

-"¿Qué es lo que quieren?"

No hubo respuesta, simplemente la búsqueda de aquí para allá. Noriko, llevó a los cachorros al cuarto de juegos y allí se encerró junto con Rin, Sango, Krisstal y Ayame. Kikyo intentaba vestirse. Había tomado un baño, pero salió al sentir la perturbación de energías. Lo próximo que sintió fueron los golpes y patadas en su puerta.

Inuyasha estaba peleando, junto a Shippou. Los guardias caían una y otra vez. Tessaiga pulsaba en su cadera y al tomarla y blandirla con un viento cortante, eliminó casi a cien. Shippou usaba su magia, los que lo atacaban quedaban confundidos y peleaban entre ellos. Souta corría a buscar a Kikyo cuando una horda de guardias lo atropelló en su camino de salida del palacio dejándolo inconsciente en el piso de mármol.

Ya afuera los guardias restantes se reunieron y se fueron retirando a gran velocidad.

-"YA ESTÁ! VÁMONOS!"

Y así hicieron dejando al Oeste confundido y muy alterado.

-"Qué fue todo eso Inuyasha?"

-"No lo sé, vamos adentro a evaluar los daños. Esos hijos de puta me lo van a pagar"

-"Qué le han a Sesshomaru Sama?"

-"Eso…No lo sé… Tendremos que ir tras él. Chequeemos el palacio y vamos. ¿Dónde mierda está Danaka?! GUARDIAS!"

Entretanto en el vehículo oficial donde llevaban a Sesshomaru el ambiente se cortaba con navaja. Todos se miraban, el Daiyoukai estaba sentado en el asiento de atrás de la camioneta tipo Hummer. A cada lado suyo un guardia. Uno de ellos era un youkai serpiente, mamba verde de Madagascar. A medida que avanzaban hacia el centro de la ciudad, la mamba liberaba pequeñas dosis de una toxina volátil e invisible que adormilaba al Señor del Oeste. Sesshomaru se sentía pesado, somnoliento, apesadumbrado y un poco desorientado. Sabía que algo raro estaba sucediendo.

-"Cesa de inmediato lo que sea que estés haciendo, tu veneno no me hará daño"

El líder del grupo preguntaba

-"De qué habla Lord Taisho?"

La serpiente solo sonreía de lado y no lo miraba siquiera

-"Te lo advierto, si continúas con tus acciones te arrepentirás"

-"Mi Lord…Le aseguro que…"

Y eso fue todo. Inconsciente a causa de la nube de veneno y a merced del enemigo, el Señor del Oeste continuó su viaje ahora esposado con unas cadenas que estaban tratadas con reiki, bastante poderoso, lo suficiente como para quitarle su fuerza y su poder. Era una situación más que peligrosa, y no era para nada conveniente. Se suponía que lo llevaban para enfrentar al Concejo solo, pero ahora era llevado como se lleva a un delincuente común hacia su propio juicio y condena.

En palacio era un revuelo tremendo, nadie encontraba a Kagome, ni a Danaka y como si fuese poco, nadie encontraba a Kikyo.

Souta se incorporaba del piso ayudado por Inuyasha

-"Lo siento Inu, creo que esos guardias que me atropellaron se llevaron a Lady Kikyo"

-"Hijos de puta!"

Inuyasha estaba enloquecido de rabia, llevaba a Tessaiga aferrada a su cuerpo, sentía que su lado bestial rasguñaba las paredes de su conciencia desesperado para salir. Su pareja y su amiga de toda la vida, faltaban de su hogar, se sentía frustrado, más el aroma de terror que flotaba en su dormitorio no lo dejaba pensar con claridad.

Shippou consolaba a Rin y a Noriko, Sango ayudaba al resto del personal que estaba desorientado, todos sentían un extraño dolor en la piel del cuerpo y malestar general, como si se tratara de una gripe o algo así. Eso era más que extraño, los youkai no sufren de enfermedades, y menos de gripe. Krisstal y su maestro sanador estaban trabajando sobre los afectados, muy concentrados, pero de pronto, el sanador se quedó tieso

-"Sensei… Sucede algo?"

-"Krisstal Sama…Esto es producto de una toxina de algún tipo…Debemos fabricar un antídoto, pronto, los tejidos cutáneos de todos ellos se están necrosando, en mis años de sanador, nunca vi nada igual"

-"Uno de los guardias que estaba en el vehículo donde subieron a Lord Sesshomaru era un reptil, pero apenas lo vi cuando abrieron la puerta, no alcancé a ver de qué tipo era. Pero de todos modos qué reptil podría causar semejante cosa?"

-"No lo sé, pero debemos averiguarlo y rápido"

-"Les avisaré a Lord Inuyasha y los demás"

-"Corre mi niña, yo me ocuparé de los enfermos"

Una vez avisados no sabían por dónde empezar.

-"Una maldita víbora de mierda? ¡Pero somos más fuertes que eso! ¿Qué clase de víbora de mierda era? Acaso no la viste?"

-"Inuyasha Sama…Lo siento, pero sólo fue un segunda antes de que cerraran la puerta"

Sentado, luego parado, caminando frotándose las sienes, estaba como loco.

Souta pensó en la extraña serpiente.

-"Yo creo que puedo ayudar, esperen"

Corrió a su dormitorio y regresó con una laptop bajo su brazo

-"Inu San, tengo una idea"

-"Pasa mocoso, dime"

"Pues…"

-"HABLA!"

-"He estado catalogando especies youkai para mi tesis de la facultad… Tengo bastante información aquí, si Lady Krisstal mirara, tal vez encuentra alguno parecido…Me parece"

Inuyasha miró a Souta… Una enorme sonrisa se dibujó en su cara

-"Ah, pendejo…Tú siempre has sido especial para mí, hermanito"

-"Krisstal, rápido busquen algo"

-"Sí, mi Lord, yo podría reconocerlo si lo veo otra vez!"

-"Bien, no perdamos tiempo… Necesito que preparemos alguna estrategia"

-"Ustedes hagan eso. Identifiquen el bicho raro ese y hagan algún contraveneno o suero o como que sea que se llame! Yo iré detrás de esos hijos de puta, seguramente ellos se llevaron a Kikyo"

-"Estás seguro de eso Inu?"

-"Keh! Esas dos se parecen mucho, para un infeliz sin experiencia no habría diferencia, además ambas son Mikos"

Miroku, Kouga y Kleinez iban en un auto detrás del Hummer, Los youkai sentían el reiki de las cadenas de Sesshomaru picarles la piel, estaban muy preocupados, era magia muy poderosa y se imaginaban que era para inmovilizar o inutilizar al Señor del Oeste. Miroku reconocía la magia enredada con reiki de la energía liberada de la tumba de Midoriko.

-"Estamos en grandes problemas…"

-"Miroku San?"

-"Ese reiki es… El mismo que rodea la tumba de Midoriko"

-"QUÉ?!"

-"No! Eso sería terrible! No hay nadie, ni hubo nadie más poderosa en la historia de las Mikos que Midoriko Sama"

-"Lo sé, Lord Kleinez…Lo sé. "

-"Es por eso que es tan importante que Kagome aparezca y pronto"

-"A qué te refieres Kouga Sama?"

-"Kagome no estaba en palacio cuando nos fuimos"

-"Y cómo lo sabes?"

-"El aura de Kagome Sama es…Inconfundible para mí, yo sé que ella no estaba en palacio"

Por supuesto, jamás olvidaría el aura y el dulce aroma de la humana que más amó en su vida. Ayame era su pareja ahora, y la madre de sus cachorros…La amaba profundamente pero, Kagome había sido especial para él y de verdad había llegado a saborear el picante sabor del reiki de la sacerdotisa y no podría borrarlo de sus recuerdos y sus sentidos, jamás.

-"Realmente, Kouga Sama, no deseo saber, no creo que esta información deba ser compartida con nadie, a Lord Sesshomaru no estoy seguro si le agradaría saber"

-"Lo sé, pero es así."

-"Lady kagome y tú tuvieron…Algo romántico?"

-"Yo no lo llamaría así"

-"Algo hubo, en la manada lo supimos, pero nunca supimos exactamente qué fue. Inuyasha siempre se mantuvo muy cerrado al respecto"

Miroku manejaba y no apartaba la mirada del Hummer, pero recordaba muy bien "aquellos días"

-"Era de esperarse…Él lo causó después de todo…"

-"Bien, pienso que este tema es de lo último que necesitamos hablar en este momento… Realmente me preocupa todo ese reiki… Va a ser muy difícil incluso para Lady Kagome enfrentarlo…"

-"Atentos, estamos aquí"

Los guardias en número sin fin salían del edificio del concejo, Náraku, Perla Tama, Kagura y demás estaban parados en la entrada esperando, los ancianos sintieron el pánico aplastar sus corazones, Taisho Sesshomaru estaba aquí. Y lo arrastraban como a un delincuente frente a los ojos incrédulos de todos

-"Náraku Sama…Esto no es necesario!"

-"¡Ah no? Pues yo creo que si…Tráiganlo!"

En tanto Kagome y Danaka arribaban al palacio, y se encontraban con el caos circundante.

-"Qué sucede? Dónde está Sesshomaru?"

-"Mi Lady! Está bien! No sabes todo lo que ha pasado!"

Noriko y las mujeres corrían hacia ella. Se abrazaban a su persona con terror. Los cachorros se escondían detrás de las faldas de sus madres. Las malas nuevas provocaron que la Señora del Oeste cayera de rodillas al piso.

Danaka abrazó a su esposa y cachorros.

-"Dónde fueron…Noriko San?"

-"Al concejo eso es lo que oímos"

-"Pero la entrevista era a las 6: oo hs de la mañana! Qué malditos hijos de puta! Más vale que no toquen a Sesshomaru…Porque yo…"

Respiraba con dificultad, mientras su reiki se elevaba peligrosamente.

-"LOS MATARÉ!"

Sango y Noriko intentaban calmar a Kagome para que no dañe a los youkai de palacio o a los cachorros. Ella se disculpaba y sollozaba

-"Esto es culpa de ese malnacido de Náraku!"

Ya de pie se encaminó a sus aposentos

-"Esperen aquí, busquen refugio y atiendan a los heridos, yo…Me encargaré de lo demás"

Su energía sagrada chisporroteaba por las paredes a su paso. Jamás la habían visto tan enojada, enfurecida y con el corazón en carne viva, la Sacerdotisa de Shikkon avanzaba hacia su destino, ya sin miedo, con una inquebrantable decisión.

En el concejo Sesshomaru llegaba y era arrastrado como un simple reo. Su odio crecía y le carcomía por dentro. Imaginaba todas las formas de venganza que iba a tomar cuando se soltara de sus ataduras, si es que se soltaba…Forzaba las cadenas y solo recibía daños en su piel y quemaduras similares a las producidas por el reiki de Kagome, Pero qué significaba esto? Nadie era tan poderosa como Kagome… Solamente hubo una Miko potente y verdaderamente peligrosa para la raza youkai, pero estaba muerta hacía milenios… La bestia en su mente resoplaba y Sesshomaru asentía

Midoriko.

Nadie más. Pero cómo? Su tumba, sus huesos…Si antes, mediante conjuros extraños, habían traído a la vida a Kikyo, porqué a Midoriko no?, pero cómo…

A medida que avanzaban veía las caras de sus aliados compungidas y derrotadas, con pesar lo veían pasar sin poder hacer nada. Ni él por ellos, nadie contaba con este poder sagrado, nada podría hacer ya.

Una vez en el estrado, fue arrojado al piso y comenzó su enjuiciamiento. En lo que llegaban Kouga, Kleinez y Miroku a quienes se los tironeaba y casi no se les permitió entrar.

-"¿Qué significa esto?"

-"Acaso no era una simple confrontación de caracteres? No buscaban comprobar compatibilidades matrimoniales? En qué se ha transformado esto? UN JUICIO? Y cuál sería el cargo entonces?!"

Miroku estaba fuera de sí. Su energía sagrada corría por la piel de los presentes. El potente y legendario monje Miroku, conocido por su calidez y tranquilidad, estaba hecho una fiera. Y los demás detrás de él. El murmullo en la sala. Tres Lores Cardinales de los Cuatro existentes estaban presentes y Náraku tratándolos como basura…Esto no terminaría bien…No.

-"Pues…Traicionera la esposa y encubridor el esposo…Conductas reprochables ciento por ciento… Traicionar al concejo…Pero qué bajo ha caído Lord Taisho"

-"Náraku maldito bastardo, de qué traición hablas, ofendes a este Sesshomaru sin motivo y a la casa de la Luna."

-"TRAICIÓN! Sí, no concurrieron a la entrevista con el concejo a tiempo, se rieron de ellos y faltaron a la Ley"

-"La entrevista era a las 06:00Hs am son las 2:00 hs am faltan cuatro horas…No hay razón ni motivo para esto, solamente tu propia traición y deseo de gobernar el mundo"

En eso se adelanta Perla Tama

-"Deseo de gobierno? Somos muchos en el imperio Onigumo… Náraku no haría nada solo, o sí, hermano?"

La piel de Náraku se erizaba en la nuca ante la amenaza implícita de la joya de Shikkon.

-"Me temo que no nos han presentado adecuadamente… Perla Tama Onigumo…Hermana de Náraku San, hajimemashite… (Mucho gusto)"

-"Hn."

-"Vaya me habían dicho que eras un youkai de pocas palabras pero no me imaginaba esto jajajajajaja"

-"BASTA DE CHARLA! Dónde está la sacerdotisa de Shikkon?"

-"Salió a visitar parientes"

-"Mientes!"

-"No, fue a su hogar a visitar parientes y amigos"

Sesshomaru imaginaba que había regresado al pasado por algún motivo, el hecho que Danaka fuese con ella o eso esperaba, lo tranquilizaba. Él, resistiría todo lo posible. Deseaba que ella no regresara, pero la sentía muy cerca.

El palacio era un caos, corridas, gritos y búsquedas frenéticas, conteo de habitantes y entonces el murmullo generalizado cesó.

El silencio en su magnitud máxima, terror en las caras francas de algunos youkai y en otros el inmenso orgullo…

La legendaria y poderosa Sacerdotisa de Shikkon pasaba frente a ellos en toda su gloria, con su traje de Miko y su arco de Azuza, la energía purificadora les acariciaba la piel de una manera gentil y cálida, esta vez, su reiki era su propia fuerza natural y su corazón latía con ella.

-"Oh"

-"Qué dulce poder!"

-"La Miko Sama…"

La Casa de la Luna estaba orgullosa de su Señora.

La mirada triste de Kagome aunque escondida detrás de una sonrisa asemejaba una dulce despedida.

-"Voy a buscar a Sesshomaru…Nos veremos…Más tarde. Estén seguros y cuiden el palacio"

-"Kagome Sama"

-"No, Akira Sama, quédate. Mamá y mis hermanos te necesitan más que yo"

-"Querida Señora de la Luna…Ha sido un honor servirte…Y poder un poco ser como tu padre"

De rodillas Danaka tomaba de las manos a Kagome.

-"Te necesito aquí, para proteger a todos…Otosan… Arigato"

Y así, partió la joven mujer en pos de recuperar su familia, su dignidad, su amor…

Esta vez Ah Un la transportaba

-"Viejo amigo, vamos a buscar a tu amo"

Era todo lo que había dicho para que el dragón se agachara y permitiera que lo monte. Se elevaba por los aires a gran velocidad, su Señor estaba en problemas y su Señora lo requería, en honor a todo lo vivido y compartido con ellos, emprendía quizás su último vuelo, con inmenso orgullo hacia el horizonte.

***************************del otro lado del pozo*******************************

En el pasado, Sesshomaru había hecho un desparramo de cosas que para los demás eran sin sentido. Lo primero de lo que se deshizo fue de las ofertas de apareamiento de las hijas de los terratenientes y de Kagura, no quería saber nada de hembras, ni mujeres, por culpa de esa fotografía que conservaba en su bolsillo, ya no dormía por las noches. Tenía todo calculado para compartir a futuro su vida junto a la mujer que había dejado caer al pozo. Se detestaba por haberlo hecho. Ya no podría recuperarla. Y el otro Sesshomaru la disfrutaría, pero él, se perdió un montón de siglos por necio. Iba casi todos los días al pozo devorador de almas, se sentaba debajo de un gran árbol que él sabía que se llamaba Goshinboku, su padre alguna vez se lo había dicho y esperaba allí. Luego pasaba por la aldea de Inuyasha a visitar a Rin, aprovechando de vez en cuando de averiguar algunas cosas acerca de la Joven Miko con la anciana Kaede.

-"Quieres un poco de Té, Sesshomaru Sama?"

Asintiendo con la cabeza y haciendo alarde de sus pocas pulgas a la hora de hablar, se sentaba a escuchar los relatos de la anciana y de Rin. Que al parecer, sabía mucho de la Miko de Inuyasha…De Inuyasha…Ni hablar…Suya y de nadie más, Matar al mestizo quedaba pendiente para después de averiguar algunas cosas más, que solamente ese inútil le podría responder.

-"Y dígame a qué debemos su visita…Nuevamente…Taisho Sama?"

Esa anciana malvada seguramente intuía algo

-"Rin"

-"Sí, eso fue hace dos días…Pues los progresos de Rin Chan no han adelantado mucho en 48 horas como verá"

Estrujaba la fotografía en su bolsillo, pero era vergonzoso sacarla y mostrársela a Kaede y más aún frente a su hija. Algo debía hacer y pronto. Su temperamento estaba al límite tenía que saber…

-"Rin"

-"Sí Sesshomaru Sama"

-"Ve afuera con Jaken"

-"Hai, hai Sesshomaru Sama! Sesshhoomaruuu Saammaaa!"

Cantaba alegre como siempre y salticaba en busca de Jaken que despotricaba afuera con Ah Un

-"Hija, aprovecha a Jaken San para que te acompañe a buscar unos duraznos al huerto ¿Quieres?"

-"Sí, Kaede Sama"

Mientras se alejaban Kaede le alcanzó una taza de té caliente al joven Daiyoukai y aprovechó para sincerarse con él

-"Ahora, Lord Youkai…Habla tu mente"

-"Miko Sama…Este Sesshomaru necesita saber"

Extendiendo la fotografía hacia la anciana se la quedó viendo a los ojos

-"De dónde sacaste eso?"

-"La Miko, regresó a la cueva"

-"Y ella te la dio?"

-"No"

-"Es extraño que viniera y no pasara por aquí…"

-"Se llevaba su arco"

-"Qué?! Entonces algo malo estaría sucediendo en su tiempo. Ella…Es de ese tiempo al que llaman…"

-"Futuro, lo sé…Pero esto! Mira el cuadro! Ese macho youkai se ve igual a mí, ambos están marcados, son pareja…Yo…No comprendo"

-"¿Qué es lo que no comprendes? Que los tiempos cambian y tu mente pudo cambiar con ellos y ver el verdadero corazón de Kagome? Eso es algo que tu hermano no pudo a pesar de quererla tanto"

-"…"

-"Tal vez, ese cuadro nos muestra algo bueno ¿No sería agradable que fuese así? Pero lo que en realidad me preocupa es por qué regresó a buscar a Azusa…Eso es malo"

La anciana removía las cenizas con un palito

-"Quiero que regrese. Quiero hablar con ella"

-"Imposible, nadie puede pasar por el pozo"

-"El mestizo puede, este Sesshomaru también va a poder!"

-"Podía, hasta que Kagome le quitó el rosario de subyugación y lo desactivó"

Sesshomaru miraba fijo a la mujer anciana, sabía que lo que ella decía era verdad. Sus ojos ardían de rabia, nada podía hacer. Sin terminar la taza de té, se levantó muy gentilmente, reconoció a Kaede con un saludo inclinando apenas su cabeza y se retiró volando por los aires, dejando a Rin y a Ah Un, cargados de duraznos, mirándolo como volaba.

-"Kaede Sama?"

-"Ya se le pasará, Rin Chan. Lo triste es que esta vez, no puedo ayudarlo"

Ya en palacio, sentado entre los objetos de Kagome, miraba fijamente la fotografía y sentía una pesadez en su pecho que no sabía reconocer.

Hablaba con su bestia que no le respondía, lo que les pasaba era por su necedad.

-"Mi padre y ese hanyou malnacido, fueron más astutos que este Sesshomaru…"

Arrugaba la foto y luego la estiraba contra su pierna

-"La hice bien fea esta vez…Sé que no hay solución… Pero por qué estoy tan intranquilo"