NO SOY DUEÑO DE INUYASHA. PERO SI SOY DUEÑO DE MIS HISTORIAS Y NO DOY PERMISO A NADIE A UTILIZARLAS.

GRACIAS POR LOS COMENTARIOS, SON ESPECTACULARES! GRACIAS ABSOLUTAS POR SU APOYO. TODO MI CARIÑO A TODOS MIS LECTORES.

ABRAZO ENORME.

Capitulo 59

LA PUREZA TAN FRAGIL

La visión de Kagura desnuda e insultando a su pareja en la cama, su cama, donde se suponía que Kagome y él, dormirían de ahora en más, donde deseaba comenzar una nueva vida con ella, donde había planeado y soñado hacer las cosas más íntimas y secretas con su hermosa mujer, lo hizo detenerse en seco, incrédulo, en silencio y abrumado.

Por primera vez en su vida, el gran Sesshomaru Taisho no sabía qué hacer.

La pureza de su dormitorio había sido mancillada por esa… hembra traicionera y mañosa. Una que no había podido llenarlo ni satisfacerlo.

No como Kagome lo hizo, ella era todo para él y ahora, todo estaba en riesgo por culpa de la bruja del viento.

Jamás le había permitido ingresar allí, más que para asistirlo a colocarse la armadura y esas fueron veces contadas con los dedos de una mano. Ni siquiera le había dicho las palabras secretas para abrir las puertas… Y ahora… No imaginaba cómo, pero había entrado, dormido, ensuciado sus aposentos de la manera más ruin y sin su consentimiento.

El tremendo youki que se comenzó a acumular en la habitación hacía temblar las paredes del palacio, el inutachi corriendo hacia el dormitorio real a gran velocidad.

El profundo ardor que le quemaba los brazos, el pecho y parte del rostro, lo despertó de su delirio trayéndolo de nuevo a la realidad.

La ira en Kagome estallo de tal manera ante el despliegue de erotismo descarado e insultos que su reiki se desbocó provocando que el Lord comience a quemarse y a sufrir las descargas de energía sagrada.

Vio que la Señora del Oeste estaba bastante ofuscada por lo cual decidió depositarla delicadamente en el piso.

Caminando hacia Kagura iba acercándose a ella. Sesshomaru gruñía audiblemente y sus colmillos enormes se terminaban de asomar revelando las fuertes intenciones de atacar.

Kagome de pie frente a Kagura brillaba con su energía poderosa y mientras el aire a su alrededor crepitaba, se dirigió a la bruja del viento

-"La puta de Inuyasha?...Esa sería Kikyo, en todo caso yo soy la puta del Señor del Oeste y me pregunto qué haces tú en su habitación?

-"Tu la hembra del Lord dices? JAH!, Ni siquiera has sido capaz de mantener interesado a Inuyasha, que es un asqueroso hanyou, menos podrías con un Daiyoukai como Sesshomaru, no sé a qué macho te refieres… De quién me hablas Puta? Yo sólo veo a mi prometido de pie detrás de ti y cuanto más rápido te vayas mejor verdad mi amor?"

En lo que Kagome parpadeó, el Daiyoukai tenía a Kagura del cuello contra la pared.

Sus garras se hundían en la carne del pescuezo dejando gotear la sangre por el torso desnudo de la hembra youkai. Los ojos rojos del Lord y sus gruñidos letales se oían por todo el sector.

-"Eres una maldita! Yo no soy tu amor, ni nada absolutamente nada tuyo! Tú no te atrevas jamás a insultar a la Señora del Oeste frente a este Sesshomaru o te garantizo una muerte lenta y muy dolorosa!"

Gorjeando y regurgitando sangre Kagura intentaba responder

-"Pe-ro tú me… a-mas"

-"Este Sesshomaru jamás hizo, ni dijo tal cosa, esas fueron suposiciones tuyas. Cuando te eché de aquí te dije que no eras nada mío y que no regresaras! Tienes prohibida la entrada a mis tierras, a este Palacio y sobre todo a esta recámara y a pesar de ello entraste, nadie que desafía al Señor del Oeste vive para contarlo"

La energía youkai estaba provocando el temblor del palacio y el reiki sagrado, la molestia profunda y la huída de los sirvientes.

El inutachi ingresaba al dormitorio y se encontraba con el despliegue de energías, sangre, chisporroteos y rugidos.

Sesshomaru estaba fuera de control.

Kagome irradiaba reiki lastimando a los youkai presentes y no podía detenerse.

Inuyasha y Kikyo observaban preocupados por Kagome.

Sango se acercó a Kagome y le gritaba que se calmara.

Jaken le gritaba a Sesshomaru que detuviera a Kagome porque maltrataba a los youkai del palacio y los iba a matar.

Sango dio un grito de "Basta" y de a poco se fueron calmando

El griterío y los rugidos se fueron apagando, Kikyo se acercó para servir sake para los alterados y que se calmen.

Luego de servir una copa de sake se acercó a Kagome, cuando le arrimó la copa, ella la cacheteó estrellándola contra la pared. En ese instante le arrebató la botella que comenzó a crepitar en su mano.

-"Qué es esto?"

Kagura gritó

-"Suéltalo! Es mi regalo para mi prometido! Sólo Sesshomaru puede beberlo!"

-"Así que pensabas envenenarlo eh?"

-"Déjalo ese odre es de Sesshomaru!"

-"Eso lo veremos"

Miroku, Kikyo se pusieron a rezar, y el monje le colocó un Sutra a la botella que provocó que los rostros de tres youkai serpiente se vislumbraran por la habitación, Kagome con sus dos manos sobre el odre, lo purificó haciéndolo estallar en mil pedazos.

Sesshomaru casi perdiendo el control arrojó a Kagura al piso, y le ordenó sus guardias que la escoltaran a las mazmorras liderados por Jaken

-"Jaken"

-"Sí, Mi Lord!"

-"Lleva a la bruja del viento a las mazmorras y manda a llamar a Irazue Sama."

-"Sí, Sesshomaru Sama"

-"Monje, Miko Kikyo, purifiquen la celda para que la prisionera no pueda más que permanecer sentada en su futón, no quiero que pueda deambular, ni moverse a gusto, hasta que llegue Lady Irazue"

-"Hai Sesshomaru Sama"

-"Si, Lord Sesshomaru"

-"JAKEN"

La helada voz de la sacerdotisa de Shikkon, semejaba a la de su pareja, en frialdad y falta de sentimientos, lo cual provocó que todos la observaran

-"Prepara una habitación para mí, no permaneceré en esta ni un minuto más"

-"Yo sólo obedezco a Sesshomaru Sama Lord de la casa de la Luna"

Muy alterada elevando su reiki desbocadamente, sin poder controlarse, Kagome exhibió su marca del cuello a los presentes

-"Yo soy la Señora de la Casa de la Luna y me debes respeto y obediencia…Mi habitación…YA, o deseas morir, kappa?"

Los rostros confundidos, los ojos consternados, no podían creer que estaban emparejados. Inuyasha no ocultó su desagrado

-"Te apareaste con el bastardo?"

-"Y a ti que más te da? Acaso no te apareaste con Kikyo, luego de prometerme amor eterno?"

Inuyasha bajaba las orejas. Sesshomaru afinaba los ojos. Nada se podía hacer por el momento para mejorar el ambiente, el Lord Inu decidió poner fin al descontrol reinante.

-"Jaken lleva a Kagura a los calabozos y luego…Cumple la orden de la Señora del Oeste"

Nadie dijo nada más. A medida que todos salían del dormitorio Sesshomaru intentó calmar a su pareja

-"Saiai…Este Sesshomaru no…"

-"No digas nada, yo lo sé…Pero deseo estar sola"

Él asintió pero cuando ella pasó a su lado le tomó del brazo. Kagome lo miró

-"Tú siempre supiste lo que ella era capaz, antes y ahora…No permitas que su veneno nos separe. Busca en el vínculo mis verdaderos sentimientos, Kagome"

Ella con ojos fríos miró su brazo y Sesshomaru lo soltó. Sus lágrimas se sostenían en sus ojos, no lloraría más, por ella, por su bebé.

Caminaba detrás de los otros rumbo a no sabía dónde, sólo los seguía y Sesshomaru por detrás.

Danaka se acercaba de frente a ellos a traer noticias para el Señor del Oeste cuando sus ojos se clavaron en los de Kagome.

Ella se detuvo en seco. Sus lágrimas brotaron sin control esta vez.

Un susurro apagado, con la mirada casi en una súplica, era Danaka frente a ella, el esposo de su madre, su amigo protector, su padre del corazón, joven, poderoso, imponente

Sin saber detenerse, Kagome se arrojó a los brazos del tigre blanco. El general Tora sintió el tirón del orbe interior y correspondió al abrazo.

-"Danaka Sama…Akira Sama…"

Sollozaba la mujer, mientras su pareja, el Señor del Oeste observaba sin comprender lo que sucedía, con un doloroso tirón de celos que se clavó en su pecho.

-"Kagome?"

Mientras ella lloraba a gritos, Sesshomaru gruñía posesivo intentando acercarse a su hembra y cachorro.

El macho tora clavó su mirada en el Lord de la Luna y su amenaza sonora se oyó en los pasillos de mármol.

La sorpresiva reacción del tora youkai dejó sin aliento a los habitantes de la casa de la Luna, Sesshomaru incrédulo abrió grandes los ojos. Entre gruñidos se dirigió a su general

-"Akira Sama?"

Con sus garras felinas y los ojos muy brillantes aferrado a la joven, adoptó una posición defensiva

-"Lo siento Mi Lord, pero no permitiré que nadie lastime Lady Kagome"

No iba a aceptarlo, Sesshomaru de ninguna manera iba a aceptar que otro macho toque a su pareja.

Por más que se tratase de su mano derecha y fiel compañero de batalla Danaka Akira, noble youkai tora de la Casa del Sur.

Le arrebataría a Kagome de las garras aunque eso le costara arrebatarle la vida a su amigo del alma.

Ante la inminencia del enfrentamiento de los poderosos machos youkai, la tenue pero firme y sollozante voz de Kagome se oyó y se detuvieron de inmediato.

-"Otòsan… Otòsan… No me dejes"

Sesshomaru se acercó a ambos.

-"Qué dijiste Miko…"

-"Otòsan…"

Y sin poder resistirlo más se desplomó…