NO SOY DUEÑO DE INUYASHA. PERO SI SOY DUEÑO DE MIS HISTORIAS Y NO DOY PERMISO A NADIE A UTILIZARLAS.
GRACIAS POR LOS COMENTARIOS, SON ESPECTACULARES! PUEDE QUE ME RETRASE EN ACTUALIZAR, PERO YA SABEN NO ABANDONARÉ LA HISTORIA. PREFIERO TERMINAR MIS HISTORIAS ANTES DE PUBLICAR OTRA. TENGANME PACIENCIA.
ABRAZO ENORME.
Capitulo 76
Ambos se miraban sin decir una palabra.
Pero sus ojos parecían quemar.
Tenían poco tiempo, uno para reabsorberse y el otro para depurar
Hasta que de pronto los dos dijeron al mismo tiempo
-"Habla"
-"Habla"
El mayor lanzó un suspiro. El menor ni siquiera parpadeaba
Pero es el que más alterado estaba por lo que decidió comenzar a hablar
-"Por qué te apareces en mis sueños, por qué me persigues, qué intentas decirme"
-"Kagome merece un macho fuerte y decidido, no alguien como estás tú, en este momento"
-"Y de quién crees que es la culpa?"
-"…"
-"Acordé llevarte en mi para que estemos junto a ella, por toda la eternidad, pero este es mi mundo, MIO, y no voy a cederte el control, ni siquiera una vez."
-"Ella era mía antes que tuya"
-"ERA. Tú lo dijiste, comprendo tu pesar y tu dolor, por perderla, por la desaparición de tu mundo…Soy un macho de honor, por lo que te permití permanecer, pero si me sigues alterando te erradicaré de este mundo y de mis recuerdos"
El macho mayor estaba presionando al menor, intentaba tomar el control?
-"Yo soy más fuerte, más poderoso"
-"Tú eres más experimentado, pero nada más. Tu sabiduría pudo ser benéfica para el Oeste, para el futuro que emprenderemos, para el cachorro, para Kagome…Pensé que tus motivos para estar aquí hoy eran más nobles que esto"
Mirai Sesshomaru mantenía su mirada firme en el joven Lord. Lo veía ataviado galantemente y preparado para continuar con su vida, su extrañamente diferente vida y se sentía feliz. Estaba emocionado por el matrimonio. Él no lo había hecho en el tiempo que pudo, nunca se le ocurrió. Estaba casado sí, pero por la ley de aquél tiempo. Deseaba sentirse parte de todo esto, su par juvenil se sentía abrumado por el peso de su youki que presionaba para mostrarse.
-"Pudo ser benéfica? Es benéfica, siempre será benéfica. Mira sino la cabaña frente a ti. Crees haber podido construirla de no ser por mi?"
Era verdad, las visiones que el mayor le presentaba eran el motivo de su construcción y el deseo de obsequiarle algo muy especial a su pareja. Más de una vez había visto a su pareja con la vista perdida en ese sector de la isla buscando algo, mirando algo que no estaba.
La cabaña.
Ese era el motivo que lo urgió a construirla en primer lugar, pero la fuerte presencia de sí mismo lo ponía inseguro.
-"Crees que podrías haber tenido una vida como la que tienes si yo no enviaba a Kagome a través del pozo devorador de huesos? Todo lo que tienes lo tienes gracias a mi"
El objetivo de Mirai, no había sido confrontar, sino participar y felicitar a su versión juvenil por tomar tan sabia decisión. Él estaba feliz por la unión humana con Kagome y después de todo, no había podido concretarlo allá, 500 años en el futuro, ese futuro que gracias a Náraku ya no existía. Pero estaba muy debajo de él pedir. No pediría, si era necesario tomaría, esta única vez.
Como si supiera sus intenciones, el Joven Señor del Oeste levantó su aura. El poderoso youki arremetió contra el macho adulto y lo golpeó de lleno. Mirai recibió el impacto y respondió con una sonrisa y caminando hacia el menor. Su youki se disparaba y empujaba al joven contra la pared de la cabaña. Ambas energías luchaban para someter a la otra, ninguna más fuerte, no habría ganador.
-"Qué es lo que buscas mirai"
-"Sesshomaru Sama, para ti, cachorro"
-"Sesshomaru Sama, hay solo uno, y ese soy yo"
Y sin más arremetió contra su par antiguo y forcejeó con sus manos.
Las garras chorreando veneno.
Sus ojos rojos como la sangre más espesa. Las bestias a flor de piel, pero el antiguo Shimaru no peleaba simplemente observaba recostado.
Por qué no peleaba? El joven Shimaru bostezó y también se retiró.
Cuando de pronto el joven Sesshomaru se zafó del agarre del mayor las garras de este rasgaron la seda de su brazo rompiendo la tela del atuendo matrimonial. Ambos permanecieron estáticos y en silencio.
Hasta que la carcajada desenfadada de mirai dejó al joven Sesshomaru con la boca y los ojos abiertos.
-"Ajajajajajajajajajaja"
Se apoyaba en sus rodillas para reír.
Sesshomaru se miraba el brazo y veía los trozos de seda colgar y de pronto se rió él también.
-"Basta cachorro, arruinaremos el traje y Kagome nos asesinará, yo tuve bastante con Náraku y te aseguro que Kagome me asusta más"
Los ojos del joven demostraban confusión.
-"Hn."
Acomodando sus cabellos y sacudiendo el polvo de sus hombros, reajustándose el obi, Sesshomaru miró a su par adulto
-"Por qué todo esto? No pensabas tomar el control?"
-"Lo pensé, sí, pero…"
Soltando un suspiro muy profundo
-"Este ya no es mi tiempo, he disfrutado conviviendo en ti y estaba orgulloso de que tomaras la decisión de casarte con la Miko, eso es algo que yo no hice… Me casé sí, pero por la ley, llenando un montón de papeles inútiles, Esto es… Un sueño hecho realidad"
-"Hn."
-"Recuerdo a Danaka y a Inuyasha…Y a ese monje restregando sus argollas matrimoniales en mi rostro y yo pensé, Bah unas molestias para tomar una espada, pero, en el fondo, los envidiaba un poco. En aquél tiempo, personas y youkai se unían naturalmente y normalmente. Y para los fines sociales, el estado civil de cada uno se demostraba con las marcas de unión, y los humanos no tienen por costumbre marcarse como los youkai…Bueno, Kagome es una muy grata excepción"
Ambos llevaron su mano a sus marcas en sus cuellos recordando las dolorosas mordidas recibidas durante su emparejamiento con la sacerdotisa, dolor gratamente recibido, pero dolor al fin.
-"Los ningen no tienen buenos dientes para marcar"
-"Hn…"
-"Se acaba el tiempo, joven Sesshomaru, enorgulleces a este viejo Lord, realizando cosas que yo ni siquiera consideré en mi tiempo realizar. Honrando a Kagome de mil maneras y Kami Sama sabe que ella lo merece más que nadie y te esfuerzas cada día por hacerla feliz.
Crías a nuestro cachorro con inmenso amor, y estás aprendiendo a demostrar afecto a los demás. Demostrar afecto no te hace más débil, Sesshomaru, te hace seguro y más sabio.
Recuerda mantener cerca a tus amigos pero más cerca a tus enemigos y así no permitirás que se repita la amarga historia que este macho tuvo que presenciar.
Por último, lleva con orgullo la marca de los humanos en ti. Un futuro con humanos y youkai siempre será beneficioso. Los hanyou, lejos de ser débiles, combinan lo mejor de ambas razas y perfeccionan la sangre fortaleciéndola."
El Inu juvenil, procesaba las palabras de mirai en su mente, estaba felicitándolo, aconsejándolo, honrándolo…
Y se encontró con que quería devolver el favor. Quería mantener su legado vivo. Quería forjar un futuro que fuera perfecto para todos y su sabiduría lo ayudaría a lograrlo
-"Regresa a mi mente entonces, y observa desde allí. Serás testigo del comienzo de un mundo nuevo y maravilloso que construiremos Kagome y yo, junto a nuestro cachorro y la manada, Inu No Taisho e Irasue…Inuyasha y Danaka…"
Cerca uno del otro tomando sus antebrazos con la promesa de crear un mundo mejor.
-"Hacia adelante, cachorro"
-"Hacia adelante, Sesshomaru Sama"
La mirada conectada con la del joven, y luego una breve mirada hacia un costado, leve inclinación de su cabeza y sonrisa insipiente.
Y sin más, mirai se transformó en un orbe plateado y dando unas vueltas giró y arremetió contra el pecho del joven Lord que trastabilló un poco hacia atrás.
Detrás de él la profunda voz
-"Kami ha sido más que benevolente con este Inu No Taisho…Permitirme ver a mi hijo crecido. Tan magnífico y majestuoso. Simplemente impresionante"
El joven Lord se volteó a ver a su padre que caminaba hacia él.
-"Hn."
-"Eres mi mayor orgullo, Sesshomaru, nunca olvides eso"
-"Kagome"
-"Sí ya está aquí. Irasue está entreteniéndola, la ha escondido de ti en un carpa allá en la playa"
-"Vamos entonces, este Sesshomaru se va a casar"
-"Hn."
En la playa estaba formado un camino de personas para llevarlo hasta el altar preparado donde Miroku esperaba.
Kikyo, Kaede, Sango, Rin con ramos de flores dos a cada lado del altar esperaban por la Dama de Occidente, los asistentes esperaban en silencio. El sonido del mar y de las crepitantes antorchas que iluminaban el lugar, daban el toque de misticismo que reinaba en el momento.
De pie junto al ara, el poderoso Señor del Oeste, a su lado el segundo príncipe de Occidente y el cachorro en brazos de la sanadora, luego Shippou y frente a ellos, las mujeres. Las miradas cómplices, algunos gritos de ánimo para el novio por parte de sus "amigos" Cardinales. Algunas bromas pero todo en los mejores términos. Todos deseaban la felicidad y la paz, para quedarse en Japón y el mundo de una vez y para siempre.
Sesshomaru sintiendo el aura de su pareja miró hacia el camino dejado por los presentes para ver a Kagome hermosamente ataviada, del brazo de Danaka y Noriko, caminando hacia él.
Su respiración se paralizó en su garganta. La belleza que se acercaba era suya y a partir de hoy lo sería para siempre y por todas las leyes y religiones. Suya…Por fin.
En el altar también se encontraba un youkai del concejo. Anciano, muy anciano y venerable, macho educado en leyes y diplomacia. Él se encargaría de asentar la unión de los Señores Occidentales en los libros antiguos, donde los acontecimientos importantes se plasmaban para la posteridad. Un auténtico registro youkai de leyes.
Un acta labrada en la más exquisita caligrafía denotaba la unión del Hijo mayor de Inu No Taisho gobernante de la Casa Cardinal del Oeste e Irasue gobernante y heredera de la Casa de la Luna, Taisho Sesshomaru con la Shikkon No Miko, Higurashi Kagome, el día, hora, año y estación del año correspondiente a la luna roja.
Debajo del acta escrita en pluma y tinta dorada, estaba el sitio para las firmas de ambos contrayentes, firma que debía trazarse con pluma y sangre, que era el mayor compromiso a todo nivel de la cultura youkai.
Al lado del libro una pequeña vasija, un puñal plateado adornado con joyas y una pluma de grifón blanco.
Los aplausos, silbidos y gritos de salutación no se hicieron esperar. Los asistentes arrojaban flores a sus pies y gritaban bienaventuranzas para la pareja de Occidente.
Miroku levantaba los brazos al llegar Kagome al altar, para acallar a la concurrencia.
Danaka le besaba la frente y Noriko hacía lo propio en sus dos mejillas
-"Ve por tu felicidad hija mía"
Ambos entregaban a la mujer a su pareja.
El brillo en los ojos verdosos del tigre emocionado al ver a su compañero de aventuras, su pupilo y protegido, su Señor, su amigo abrazar la felicidad, y su hija adoptiva tomando sus votos de amor eterno.
-"Los mejores deseos de felicidad y prosperidad Mi Lord"
-"Gracias…Igualmente para ti Akira Sama"
Tomando sus antebrazos para luego regresar cada uno a su sitio y comenzar la ceremonia nupcial.
El anciano youkai leía el acta en voz relativamente alta, y luego de terminar la lectura procedía a entregar el puñal a Sesshomaru.
-"Poderosa Nación youkai! Ante vosotros se llevará a cabo la unión cívica y legal de Taisho Sesshomaru Señor absoluto de las tierras de Occidente y gobernante heredero de la Casa de la Luna con La Shikkon No Miko, legendaria guardiana de la Shikkon No Tama y destructora del hanyou conocido como Náraku"
El anciano entregaba la daga al Lord
-"La sangre es la fuerza más poderos de nuestro mundo y lo que la sangre enlaza, nada ni nadie lo separa"
Sesshomaru tomaba el filoso puñal y cortaba su palma izquierda dejando gotear su sangre en la vasija, devolviéndole el arma ceremonial al anciano.
El mismo, hizo lo propio con Kagome, Sesshomaru hizo el ademán de interceptar el puñal dada la naturaleza humana de su pareja, infringirse una herida tal estaba fuera de lo que su bestia deseaba para su hembra, y su instinto de protección se hizo cargo del momento, pero el anciano le dijo que para que el pacto tuviese validez ante la nación youkai y la humana, la sangre de ambos debía estar mezclada al colocar las firmas en el registro ancestral.
La herida de Sesshomaru se había curado de inmediato, le preocupaba la enorme cortada que quedaría en la mano de su amada durante meses y el riesgo de cortar tendones o arterias. La joven Señora del Oeste le hizo un gesto de "todo está bien". Si ella no demostraba su poder y falta de temor ante sus súbditos y allegados, no sería considerada digna del palacio de la Luna y mucho menos de su pareja. Las miradas de todos estaban fijas en ella.
Kagome entonces levantó la palma de su mano y frente a todos deslizó el filoso elemento sin hacer gesto alguno, dejando caer su propia sangre en la vasija mientras el anciano hablaba en un lenguaje desconocido para ella Y mezclaba la sangre con la sagrada pluma.
Luego devolvió la daga al viejo youkai.
El antiguo macho buscó un gesto o mohín en el rostro femenino en vano, ella era muy fuerte, pero aquello no quedó ahí, el brillo de su aura rosa envolvió su mano frente a todos sanando la herida de inmediato.
El murmullo de la concurrencia se hizo escuchar, el anciano retrocedió unos pasos ante el despliegue de energía sagrada demostrando la potencia de la pequeña mujer de pie frente a él.
Ella simplemente le sonrió delicadamente y el macho agradeció su calidez con una leve reverencia, muy dentro de él, su corazón latía muy de prisa, estaba aterrado y a la vez muy atraído ante el poder sagrado.
Internamente sentía que ninguna hembra de la raza que fuera podría ser más digna del Lord Cardinal del Oeste que ella.
-"Ahora Mi Lord, su firma"
El viejo youkai hundió la pluma en la vasija y revolvió un poco para luego entregársela al "Novio"
Sesshomaru tomó la pluma ceremonial y escribió su nombre y rúbrica.
El anciano recibió la pluma de Sesshomaru con una reverencia y la sumergió en la vasija con sangre para luego extendérsela a Kagome.
Ella hizo lo propio con su firma y se la entregó al anciano
Este levantó el libro en el aire y proclamó
-"He aquí el testimonio de la unión del heredero de Inu No Taisho, Taisho Sesshomaru, Señor del Oeste y la guardiana de la perla de Shikkon y Señora del Oeste Higurashi Kagome! La historia hablará de ello y sus hazañas los precederán"
-"Así será!"
Reverenciando a los Señores del Oeste, el anciano retrocedió unos pasos con el libro en sus garras y permaneció cerca participando de la ceremonia sagrada.
Miroku se adelantó y una vez más instó a los presentes a callar sonriendo cálidamente y alzando sus manos.
Sesshomaru besaba la mano de Kagome y sus ojos se encontraban. Sus miradas inflamadas de amor, les hablaban de tantas cosas vividas y tantas por vivir, juntos, siempre juntos.
La emoción los invadía y la energía se expandía.
Yashamaru se sumaba al momento gorjeando dulcemente llamando la atención de todos, especialmente la de sus padres, que sonreían ante sus intentos de formar alguna palabra.
Miroku bajaba los brazos y comenzaba suavemente pero en voz firme la ceremonia
-"Estamos aquí reunidos para celebrar la unión entre este hombre, eeemmm macho y esta mujer en sagrado matrimonio"
Mientras Miroku continuaba los asistentes disfrutaban el momento, curiosamente el amor reinante los contagiaba a todos con una sonrisa y calma interiores no experimentada nunca antes.
-"Keh! Ya era la maldita hora! Rápido Miroku, o Kagome se puede arrepentir"
Todos reían, respetuosamente.
Sesshomaru apenas agachó la cabeza y levemente sonrió, Kagome sonrojada miró a Inuyasha con los ojos en llamas
-"Cállate Inuyasha!"
Sesshomaru le tomaba las manos para confortarla
-"Cuando dos almas gemelas se encuentran…A pesar de los diferentes orígenes de cada ser, no hay fuerza, ni poder suficiente que pueda separarlos…"
Las sentidas y románticas palabras del monje que mientras eran pronunciadas recorrían los rincones retumbando y penetrando en las mentes y los corazones de los presentes sembrando sentimientos profundos. Hablaba mirando a todos especialmente a Sango, quien estaba sonrojada a más no poder.
Esto era un matrimonio? Muchos youkai de los asistentes se convencían de casarse algún día con sus futuras parejas o las actuales, aquéllos que tenían ya.
No tenía sentido, como una unión tan simple como la humana llevara consigo tantas emociones. El amor reinante y la felicidad los abrumaba profundamente.
Las palabras sentidas de Miroku, calaban hasta el alma de los asistentes mientras algunos invitados dejaban escapar alguna lágrima secreta.
Kikyo e Inuyasha mantenían sus ojos en el otro prometiéndose amor eterno, emocionados ante la llegada de un hijo.
Nuevamente Miroku llamó la atención de todos elevando sus manos
-"Taisho Sesshomaru, Señor absoluto del Oeste y gobernante de la Casa de la Luna, aceptas a Higurashi Kagome, Sacerdotisa de Shikkon, Viajera del tiempo, Señora absoluta del Oeste y co-gobernante de la Casa de la Luna, como tu legítima esposa, para amarla y respetarla en todos los momentos de tu vida hasta que Kami disponga su descanso?"
-"Acepto, y aún más allá"
Gritos, aplausos y silbidos lo congratulaban por el enorme paso que había tomado.
-"Ya, ya continuemos con la Dama onegai"
-"OI! Ciérrenla! Si ella no acepta se va a escapar!"
Las risas generalizadas por las ocurrencias del hanyou y todos comenzaban a vitorear y animar a la mujer para que diera el siguiente paso.
-"Shikkon No Miko, Shikkon No Miko!"
Kagome estaba roja como tomate y Sesshomaru se ponía cada vez más nervioso. La falta de respeto y tacto de los presentes lo avergonzaba tremendamente, pero que se podía esperar de un grupo alentado por Inuyasha…
-"Higurashi Kagome, Sacerdotisa de Shikkon, Viajera del tiempo, Señora absoluta del Oeste y co- gobernante de la Casa de La Luna…Y amiga entrañable de todos nosotros…"
La sonrisa tímida y emocionada de la joven, el orgullo de Sesshomaru y sus padres, Inuyasha y los demás, Shippou que alentaba a su madre.
-"Aceptas a Taisho Sesshomaru Señor absoluto del Oeste, Y gobernante de la Casa de la Luna…Como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo en todos los momentos de tu vida hasta que Kami disponga su descanso?"
-"Acepto, y aún más allá"
La tremenda ovación y la lluvia de pétalos, los aplausos abrumadores
-"Los anillos por favor"
Shippou y Rin se acercaban con una cajita cada uno y en ella, los anillos. Rin entregaría el de su padre y el kitsune el de su madre.
Kagome llevaba la sortija de compromiso y Sesshomaru le había preparado otro similar al de Sango y Miroku, una cinta de oro blanco y sinfín de diamantes azules con un grabado "S K", el de Sesshomaru era una sorpresa para él, Touga estaba ansioso por ver la reacción de su cachorro al verlo.
-"Sesshomaru Sama, onegai, tome el anillo y repita conmigo, Kagome, recibe este anillo como señal de mi amor y…
El gran youkai interrumpió al monje y sorprendió a todos con su propia versión de promesa
-"YO, SESSHOMARU, TE TOMO HOY, COMO LO HICE ANTES, COMO LO HARÉ SIEMPRE, A TI, KAGOME, COMO MI TODO, PAREJA, ESPOSA, AMANTE, COMPAÑERA ETERNA PARA AMARTE, RESPETARTE, ADORARTE CON TODO MI SER DURANTE TODA MI VIDA Y MÁS ALLÁ DE ÉSTA. RECIBE ESTE ANILLO, COMO SEÑAL DE MI AMOR Y RESPETO ETERNOS"
La boca abierta de los presentes ante tremenda declaración de amor por parte del poderoso Daiyoukai del Oeste, temido por todos y controvertido con su carácter reservado, demostrando el profundo sentimiento que acarreaba por la sacerdotisa legendaria. Los terratenientes y Lores Cardinales, sus allegados, parientes y manada se guardaban para sí las opiniones o comentarios, pero las miradas enviadas entre ellos lo decían todo. Ojos extremadamente abiertos y expresiones de asombro ponían color a la reunión.
Kagome con los ojos fijos en los de su pareja mientras deslizaba el anillo en su dedo anular izquierdo
-"Sesshomaru…Es hermoso…"
El Daiyoukai se sentía muy emocionado. Los acontecimientos que se desencadenaban uno tras otro y el macho Inu recibía los golpes de emoción uno por uno directamente a su supuesto corazón inexistente. El cual, estaba muy presente latiendo en su pecho a gran velocidad y muy fuerte.
La mirada dorada abrasaba con su calor los ojos profundos de su mujer, tan hermosa y tan suya, después de este día absolutamente suya. Sonreía seductoramente mientras soplaba un mechón de su cabello plata que adornaba los costados de su masculino rostro.
Sólo Kami sabía el temblor en sus poderosas piernas, pensando en recibir el significativo anillo de bodas. Ahora tan importante, tan deseado…Sentía que no se lo quitaría ni para bañarse, pero su rostro, por supuesto, no reflejaba emoción alguna.
-"Ahora, Lady Kagome, por favor…"
Shippou con su traje de príncipe de la Casa de la Luna, abrió la pequeña cajita sin que el Lord pudiera mirarlo ni siquiera un poquito, Kagome procedió a repetir sus votos mientras observaba a la cara a Sesshomaru y acercaba el hermoso anillo. Los ojos del Lord se abrían ampliamente, era precioso, masculino, brillante y significativo.
El sonido de asombro de la concurrencia también le hizo saber lo fino y absolutamente asombroso del diseño, exquisito, digno del Señor del oeste.
-"SESSHOMARU…RECIBE ESTE ANILLO, COMO SEÑAL DE MI ETERNO AMOR Y DEVOCIÓN, QUE TRASCIENDEN EL TIEMPO, POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE"
Sus ojos se posaron en los de la joven sacerdotisa que sonreía tímidamente. Su delicada mano sostenía la hermosa pieza de joyería frente a él. Era evidente que temía por la reacción del Lord ante la ofrenda de un símbolo humano.
Pero Sesshomaru sabía mejor. Era la "marca" de los humanos, la muestra de amor, unión, emparejamiento y por qué no, pertenencia.
Pertenencia de un corazón alguna vez frío que se fue entibiando por el amor de una Miko y terminó por arder en llamas hasta con la más mínima expresión de afecto por parte ella, su cachorro y porque no, su manada.
Sí, él lo sabía.
Esbozando una leve sonrisa, Sesshomaru levantó su mano izquierda y le ofreció el dedo anular a Kagome. Ella tomó la sortija y la deslizó lentamente y con las manos temblando, para luego mirarlo otra vez.
El amor se reflejaba en los ojos llorosos de la mujer, como en los soles que ardían inflamados de pasión.
Inu No Taisho lejos de reír por el esperado disgusto de su hijo hacia el anillo de bodas, sentía en su pecho profundo respeto y orgullo por la Perfección de Matar, y el portador de ese nombre, sus logros, su fortaleza y su honorabilidad inquebrantables, capaces de opacar cualquier hazaña alcanzada por él, o por sus antecesores. Y ahora demostrando su verdadera capacidad de amar.
Miroku lo llamaba a prestar atención con su voz serena, terminando la ceremonia
-"Por los poderes investidos en mí, yo los pronuncio esposo y esposa! Puede besar a la novia, Mi Lord…"
Sesshomaru atrajo a Kagome hacia él y la besó ligeramente, para luego levantarla a su altura y besarla profundamente causando la ovación de los youkai asistentes.
Hoy no le importaría bajar un poco la guardia y demostrar afecto, ni sus faltas de respeto, hoy era un día especial.
-"Les presento a los Señores del Oeste y gobernantes de la casa de la Luna, Taisho Sesshomaru Sama y Taisho Higurashi, Kagome Sama"
Los sonidos de aplausos y bienaventuranzas dirigidas a la pareja de Occidente se hacían escuchar por doquier.
Los abrazos de salutación de Touga e Irasue y la manada a los esposos, respetuosamente pero con mucho afecto.
El anciano se adelantó una vez más.
-"Atención a todos! Youkai, humanos, hanyou…Aprovecharemos esta ceremonia a pedido de Inu No Taisho, para presentar ante los Señores Cardinales presentes en esta celebración, al heredero de las tierras Occidentales, palacio de la Luna y Señor absoluto del inframundo…"
Sesshomaru y Kagome comenzaron a sonreír, cuando Touga e Irasue se acercaron a la sanadora y tomaron al cachorro para llevarlo frente al altar y lo levantaron para que fuera visto y reconocido por todos. Elevado en los fuertes brazos de su abuelo, Yashamaru exhibió su rostro más serio, su poder demoníaco mezclado con sagrado aplastando a todos hasta que no pudiesen casi respirar, demostrando su increíble potencia asombrándolos de manera aterradora.
-"Taisho, Yashamaru"
El silencio sepulcral y la respetuosa reverencia popular. Los regalos de los Señores de Cada casa, tenían diversos significados, respeto, aceptación, reconocimiento y un propósito general, alianza.
Luego de que cada Casa Cardinal entregara sus obsequios el anciano reverenció y se retiró.
Yashamaru era el objetivo de muchas miradas curiosas, ¿Qué podría haber nacido de un IdainaDaiyoukai y una Miko?
Poderoso era y mucho, demasiado.
Acaso no era que la sangre humana diluía la potencia de la sangre youkai? Pero este ser era terroríficamente fuerte y misterioso, y para completar sus extrañas cualidades, había nacido en el inframundo.
Su carita pálida desde lejos exhibía las marcas de su padre pero al acercarse presentaba el semblante de un humano. Sus orejas redondeadas, su piel levemente rosada, no se podía saber si era youkai, humano, hanyou o qué.
Hermoso, innegablemente hermoso y extremadamente peligroso, el heredero recibió aplausos, vítores, obsequios y promesas de lealtad eterna.
Los Lores Cardinales se sentían intimidados y a la vez curiosos al respecto de las características del pequeño IdainaDaiyoukai Sagrado. No tenían manera de medir el alcance de su poder.
A partir de este maravilloso cachorro, la historia acerca de los emparejamientos interraciales se vería ciento por ciento afectados.
Los hanyou pasarían a ser cachorros o bebés anhelados y respetados. Las Miko y Monjes ya no serían rechazados por la raza Youkai. Serían aceptados en las manadas, rebaños, bandadas, y demás grupos étnicos demoníacos que conformaban la legendaria NACIÓN YOUKAI, y serían recibidos como una bendición para el grupo.
Kagome miraba a su esposo no tenían idea del alcance que la presentación de Yashamaru y la presencia a su lado del poderoso mestizo de Occidente Taisho Inuyasha sama, significaría para el mundo conocido de ahora en más.
-"Tú sabías de esto Sesshomaru?"
-"No. Evidentemente es cosa de mis padres"
El anciano ahora reverenciaba y se retiraba llevándose los registros.
Touga levantaba los brazos e invitaba a todos a acercarse a las carpas colocadas sobre la playa para tomar el banquete nupcial y festejar hasta altas horas de la madrugada.
-"AMIGOS! Los invito a pasar a las tiendas para disfrutar del banquete ceremonial!"
Todos aplaudían y se dirigían apresuradamente a participar de la gran cena y del brindis por la pareja del Oeste.
Sesshomaru y Kagome se apartaban de ellos
-"Saiai, ven"
Los enamorados caminaban alejándose del grupo, llegando al claro, donde Sesshomaru aprovechaba y tomando su estola le cubría suavemente los ojos a su bellísima esposa.
-"Pero qué?"
Susurrando apenas en su oído
-"Shhhh...No confías en mí?"
El corazón de la sacerdotisa parecía que se saldría del pecho. La brisita de la respiración del macho en su sensible cuello le provocaba aspirar fuerte. Caminaba de la mano de su esposo sin rumbo conocido, pero su fe ciega en él, la llevaba a seguirlo donde fuera.
-"Por supuesto que sí, Koishi"
Al no poder ver, los sentidos de Kagome se agudizaban. Mientras caminaban hacia el oculto destino, ella percibía claramente el sonido de sus pasos sobre la arena, el aroma salino de la brisa del mar, la frescura del bosque selvático, el aroma de la piel del Daiyoukai.
Inevitablemente su excitación se disparaba penetrando las fosas nasales del macho que detenía su marcha para acercarse a su dama.
-"Acaso la señora de Taisho está en necesidad de algo?"
-"Eres malvado Sesshomaru…"
-"Hn."
Dándole un leve beso en la punta de la nariz continuó guiando a la joven hacia su regalo.
Una vez allí…
-"Mantén tus ojos cerrados, Kagome"
Retirando su estola y llevándola más cerca de su objetivo
-"Ábrelos"
La imagen estaba turbia al principio, pero a medida que cobraba nitidez en sus ojos, las lágrimas corrían por las mejillas de la mujer que lloraba de emoción.
Su cabaña tan amada estaba frente a ella.
Exactamente igual a la anterior. Ningún detalle faltaba, hasta el dojo exterior, todo estaba en su lugar, absolutamente todo.
-"La…La cabaña…"
Ella corrió hacia la puerta principal y trató de entrar, Sesshomaru la detuvo.
-"Sacerdotisa…Si pones un pie ahí dentro…La celebración y todos los invitados se irán al mismísimo cuerno y te haré mía sin importar dónde, cómo, ni quién esté frente"
Kagome abría los ojos y comenzaba a reír. Rodeaba el cuello del macho con sus brazos y lo besaba apasionadamente.
El Lord devolvía el abrazo y el beso y la levantaba para besarla a gusto.
Cuando se separaban sin poder respirar casi
-"Cómo es posible…Es exacta a… Aquella…"
Sesshomaru no dijo nada, deseaba hablarle con su corazón, con su alma…Almas…
Los ojos dorados que se quedaban en los profundos ojos de Kagome.
Ella se miró en ellos.
Encontró muchas emociones.
Su brillo y su ardor pasional, su hambre sensual, su deseo, su amor.
Intentando mirar su espíritu, su anhelo…
Sin decir nada, Kagome acariciaba el rostro del Daiyoukai y lo tomaba con ambas manos para mirarlo con amor y dulzura, conectarse íntimamente con él y de pronto lo vio.
Acaso podía ser…
Ojos serenos y cálidos, plenos de sabiduría, fiereza, confianza, pasión, en la brillante mirada y la sonrisa leve allí estaba, el brillo del amor, eterno amor
-"Eres tú…Y eres tú también…Oh Kami, me has bendecido tanto…"
Abrazada a su amor, el de hoy, el de antes, el de siempre, la joven besaba desesperadamente a Sesshomaru, el amor se colaba por los poros de su piel y el torrente de sus venas.
-"Este Sesshomaru te ama, te amó y te amará siempre, Saiai"
Ella rompía el beso para abrazarse a su pecho, llorar y aferrarse a él, a su esposo, el padre de su hijo, su macho, su pareja, su mundo y su todo para nunca dejarlo ir
-"Kagome…Saiai, no llores, ya no llores nunca más"
-"Oh por Kami…Sesshomaru…Mis Sesshomaru"
El enorme macho Inu le sonreía dulcemente
-"Aquí estamos Saiai, para amarte siempre y para siempre...Aún más allá de la muerte…"
