CAPITULO 14
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El día estaba soleado y yo no podía recordar que había hecho en la mañana. No recordaba haber visto el amanecer ni si había ido a trabajar a la tienda. Lo único que tenía en mi mente era esa cabellera oscura que se mecía tan rápido mientras Hinata corría por la orilla del mar. Parecía un Ángel y se veía sumamente hermosa. Podía jurar que su piel brillaba más que el sol.
Empecé a correr tras ella, con su risa angelical acariciando mis tímpanos.
Giro a verme y me sonrió. Se detuvo para que la alcanzara y lo agradecí, estaba un poco agitado.
Sus manos rodearon mi cuello y sin pensarlo más yo rodee su cintura. Su piel se sentía demasiado suave, como algodón. La abrace fuertemente contra mí y la levante hasta que su mirada estuvo a la altura de la mía.
Sus ojos brillantes eran enormes y me podía reflejar en ellos sin ningún problema. Mis ojos azules y el cabello rubio. Nunca sonreí tan grande y tan en serio.
—Hinata… —Susurre ronco. Esta vez nada evitaría que mis labios tocaran los de ella.
—Shh… —Sus manos acariciaron mi cabello suavemente y recorrieron de apoco la línea de mi mandíbula para tocar sutilmente mis labios. Sonrió y se acercó a mí…
Mi corazón iba a estallar, estaba seguro de eso… Mis ojos se cerraron y deje de respirar. Espere… espere y espere a que llegara el contacto.
Estaba impacientándome. Abrí los ojos de nuevo y ella no estaba ahí…
Todo había sido un sueño. La alarma sonó en ese instante. Avente la almohada que vergonzosamente había confundido como su cintura. Apague la alarme y me puse de pie.
Mire mi cama de nuevo y pensé en las probabilidades que tenía de acostarme un par de horas más y seguir soñando con ella.
Me reí en voz alta de mi idea ridícula y camine a la ducha para empezar de una vez con mis actividades.
Cuanto estaba listo para partir. La maraña de cabello de Karin se asomó por su ventana. —Estaré en la tarde en la tienda para acompañarte a la consulta.
El sabor amargo empezó a llenar mi boca. Lo había olvidado. Solo asentí en su dirección de mala gana. Qué manera de bajarle los ánimos a uno.
—Lo siento. —Murmuro Karin.
Me despedí de ella de la mano y conduje hasta la playa. Me estacione y baje mi tabla para mi sesión rápida de diario.
—¡Hey! —Sentí una palmada en el hombro y gire en esa dirección.
—¿Qué hacen ustedes dos aquí? —Pregunte con asombro.
—Obviamente te estamos siguiendo. —Se burló Shikamaru.
—¡Nara! —Aquella voz…
Chouji se rio entre dientes y le dio una palmada a mi amigo de la coleta. —Temari necesitaba ayuda con el inventario. —Me explico.
Me reí con ganas, Ya decía yo que el hecho de que este par estuviera despierto a esa hora, no era nada usual.
Shikamaru me dio una mirada reprobatoria mientras yo seguía riendo y se encamino a la cafetería de los Sabaku no.
—Anda Chouji. —Reclamo a su colega.
—Nos vemos Uzumaki. —Choco su palma conmigo.
—¡Suerte! —Grite a ambos mientras los perdía de vista.
Por impulso y más costumbre que otra cosa saque mi tabla y me dirigí al mar, el agua estaba un poco fría y en automático activo todos mis sentidos. Aspire con profundidad y sentí como la calma del océano me llenaba. Monte varias olas después de observar el amanecer y permanece un rato más viendo el firmamento, la manera en la que el cielo y el mar se hacían uno siempre me pareció placentero y creí por muchos años que nada me haría sentir de igual manera. Estaba en lo cierto, nada se sentía igual de gratificante, sin embargo sentir a Hinata a lado mío… Podía decir con algo de temor que se sentía considerablemente superior en esa escala de placer en la que el top era dominado por el horizonte.
Nade de vuelta, me seque y me cambie de ropa, arregle uno a uno los kayaks y me senté en el mostrador divagando un poco. Una voz lejana muy parecida a la voz de Karin me recordaba mis inmunosupresores, otra muy parecida a la de mi madre me recordaba que tenía que desayunar, y una similar a mi abuelo, me decía que debía dejar el puerto en el que me encontraba, que tenía que dejar ese lugar seguro y arriesgarme…
¿Qué es lo peor que puede pasar? Dijo otra voz similar a la de mi padre…
Enamorado ya estaba…
…
Nota de Janis:
¡Ay! Qué bonito Naruto, lo amo y me encanta que tenga tantas voces en la cabeza jeje… no está loquito, eso es solamente lo que hace el amor =P
¡Saluditos!
PD. Perdón por la demora, he estado hundida en montones de tarea, pero aquí les dejo estos capis, desde mi punto de vista, demasiado lindos. Yo voto porque Naruto le siga echando ganas, esa Hinatita está por caer, ¡estoy segura!
