NO SOY DUEÑO DE INUYASHA. PERO SI SOY DUEÑO DE MIS HISTORIAS Y NO DOY PERMISO A NADIE A UTILIZARLAS.

GRACIAS A TODOS POR LOS COMENTARIOS, SON ESPECTACULARES!

DE NUEVO AGRADEZCO EL APOYO DE TODOS Y AGRADEZCO SU AFECTO Y CARIÑO

ABRAZO ENORME.

Capitulo 89

El ejército del Sur caminaba exhausto esperando vislumbrar el enorme domo de energía que rodeaba el palacio de la Luna, pero sorpresivamente no estaba a la vista

Hiroki suspiraba y murmuraba

-" A Lord Sesshomaru no se lo conoce como descuidado…"

-"A qué te refieres?"

Kleinez se paraba al lado de su hermano en ley

Krisstal se les unía.

-" A que Lord Sesshomaru jamás bajaría el domo de energía, eso dejaría un punto vulnerable, algo debe estar sucediendo en el palacio."

Kleinez afinaba los ojos.

-"Sin embargo no siento ningún disturbio de youki o reiki"

-"Tal vez espera que arribemos pronto sin que nadie se entere"

-"Hablas por mi padre"

-"Perdóname Krisstal mi amada…Pero no confío en Kokàtsuna Sama"

-"Ni yo, aunque sea mi padre… Yo sé que es el responsable del ataque. Ha sido un intento de asesinarnos a Hiroki nii san y a mí, sin ningún remordimiento"

El joven Kitsune ponía una mano sobre el hombro de su hermana

-"No perdamos tiempo, y terminemos con este asunto lo antes posible. Hay que reportarse en la reunión, o si no los ancianos se saldrán con la suya una vez más"

Levantando el puño en señal de continuar, la enorme comitiva de felinos avanzaba sin descanso hacia el palacio.

En la arena de ceremonias, una flecha cortaba el aire y a medida que se acercaba al blanco se incendiaba en reiki purificador.

El crepitar de su potencia lastimaba las pieles de los youkai presentes sumiéndolos en un pánico aterrador.

-"ZZZZAAAAPPPPP!"

Y detrás, la explosión más violenta vista en el mundo antiguo se dio lugar.

Las hembras sagradas de la manada del Oeste cubrieron con sus cuerpos y barreras de reiki a los cachorros y a la Señora del Norte.

Los habitantes del Oeste que se encontraban en palacio cayeron a metros de sus lugares desparramados como sacos de harina vacíos. Hasta Sesshomaru estaba sentado cuando la tremenda onda de reiki comenzó a desvanecerse.

El resultado revelado detrás de eso eran numerosos youkai quemados en sus rostros y diversas partes de sus cuerpos y sus hermosos trajes ceremoniales destrozados.

Las caras cenicientas y las miradas de pánico, eran un espectáculo único de ver.

Todo objeto o ser que estuviese emitiendo youki aunque fuese levemente fue brutalmente golpeado por la inmensa ola de energía sagrada que la flecha de Kagome liberó al estrellarse contra el blanco imbuido en energía demoníaca.

Los ancianos estaban aterrados.

El impacto de atestiguar la violencia y potencia de la energía de la Dama del Oeste los dejó estupefactos y sin fuerzas para decir nada.

La hembra era una verdadera amenaza, y para empeorar las cosas no seguía las órdenes del macho que era su pareja, compartían la potestad sobre su cachorro, tomaba decisiones, era libre…Eso solo podía significar que debían colocarla a la altura del mismísimo Sesshomaru Taisho, esa simple Miko humana se había transformado en su peor pesadilla con solo arrojar una flecha levemente cubierta de su energía…Levemente… Casi había terminado con todo y todos.

Tenían que escapar y pronto

Como podían se levantaban del suelo y sacudían sus rostros intentando quitarse la arena y las cenizas para poder ver.

El pánico se notaba en sus rostros, la decisión estaba tomada, se marcharían lo antes posible del lugar sin darle oportunidad al Daiyoukai de abrir la boca.

Casi en las afueras del palacio, los soldados del Sur y los Señores del Sur y del Este luego del embiste de energía, chequeaban la preciosa carga de la carreta y emprendían el camino hacia el Palacio una vez más.

-"Tú querías disturbios energéticos, pues ahí los tienes"

-"Eso fue una potente ola de reiki"

Krisstal muy angustiada tomaba de los brazos a su pareja

-"Lady Kagome es la única con semejante poder"

Sus ojos suplicantes le hacían saber a Kleinez la inmensa preocupación de la sanadora por la Dama de la Luna

-"No temas, ella estará bien, es la más poderosa Miko…Es la Shikkon No Miko, no lo olvides, amor"

La leve sonrisa de la joven youkai y el brillo en sus hermosos ojos opalescentes llenaban de gozo al macho leopardo.

Sin perder más tiempo partieron raudamente al palacio.

Ya casi estaban allí…

Al dispersarse la espesa nube de polvo y humo, los presentes se encontraron con el Lord del Oeste y toda su manada de pie, sin un rasguño e impolutos como si nada hubiese sucedido, mientras ellos se miraban sucios, aterrados y harapientos como pordioseros recién llegados del desierto.

Nada deseaban más que huir del lugar.

Y eso comenzaron a hacer

Los soldados del Oeste se interpusieron entre los aterrados visitantes y los portones de palacio

Los ancianos se dirigieron al General Perro

-"Taisho Sama… Hemos cumplido con el protocolo, hemos disfrutado de su hospitalidad, pero tenemos muchas lunas de viaje hasta llegar a nuestras tierras en el Este mi Lord… Deséenos buen retorno"

Todos reverenciaban

Inu No Taisho Rascaba su barbilla

-"Me halaga que se dirijan a mí como Señor del Oeste, pero…Verán, ahora yo soy el Señor del Inframundo, mi hijo Sesshomaru es el Señor Cardinal del Oeste y guardián de la Casa de la Luna… A él es a quien deben dirigirse"

Sesshomaru con su rostro inmaculado y sin expresión, mantenía su cabeza erguida y su postura defensiva afinando los ojos a sus invitados.

-"Sesshomaru Sama…"

-"Ahora que hemos cumplido con los asuntos protocolares, pasaremos a realizar la reunión anual de las cuatro Casas Cardinales"

-"Pero Lord Taisho, el concejo no puede exponerse a semejante peligro permaneciendo aquí"

-"Si fuese tan amable el concejo de ilustrarme a mí y a mi manada acerca de cuál es el peligro al que se refieren"

Los youkai visitantes miraban hacia Kagome que se encontraba aún con el arco Azusa en su mano derecha.

-"Se refieren a la Señora del Oeste…Hn."

-"Pues su hembra es un peligro!"

-"Ella está fuera de control!"

-"Mire el daño que nos ha hecho!"

Sesshomaru se acercó a ellos y el resto de la manada se mantuvo en guardia detrás

-"Pues desmiéntame, Kokàtsuna SAN si me equivoco pero fue usted quien pidió que Lady Kagome utilizara su energía sagrada"

El Kitsune se puso colorado de rabia y vergüenza y el soldado que estaba muy malherido intentó hablar pero fue acallado por la mirada de los demás ancianos

-"Bue, bueno pero la hembra…"

Sesshomaru apretaba los dientes y sus ojos se adornaban con la aterradora estrella roja que denotaba la presencia de Shimaru junto a él.

Acercando su temible y hermoso rostro al zorro paralizado por el miedo, su grave y cavernosa voz se hacía escuchar helando los huesos del anciano y sus seguidores

-"Mientras se encuentre en tierras Occidentales y dentro de los límites del palacio de la Luna se dirigirá a mi pareja y esposa, la Shikkon No Miko como Lady Taisho si es que no desean sufrir una muerte horrible, lenta y aterradora"

Como si fuera poco, las miradas de advertencia de Inuyasha, Miroku, Danaka, Kouga e Inu No Taisho les recordaban que mantenerse sumisos y agradables en su trato con los dueños de casa era la única manera de lograr salir del lugar con vida.

Sesshomaru acercaba a Kagome a su cuerpo colocando una garra en su cintura mientras el reiki salía a jugar con el youki de Sesshomaru entremezclándose sin atacarse, causando la mirada de horror de los youkai que atestiguaban la potencia del Daiyoukai que apenas sonreía ante los estupefactos visitantes

Los susurros se hacían oír entre los zumbidos de las energías que revoloteaban

-"Cómo puede soportar esa energía sagrada y ni siquiera quemarse un poco?"

La leve sonrisa de Irasue era tan espeluznante que nadie se atrevió a levantar la mirada del piso

-"La reunión Cardinal se efectuará en el salón de las rosas…Si fueran tan amables…"

La hermosa Inu les hacía seña con su delicada y poderosa garra para que pasaran al susodicho salón, pero…

Ellos tenían otros planes

-"De verdad agradecemos su cordial invitación, pero debemos partir de inmediato, un emisario les traerá la formal invitación a la reunión Cardinal, pero ahora es un poco…"

Todos retrocedían casi llegando al portón.

Los soldados cruzaban sus lanzas para evitar la huida, pero Sesshomaru apenas les meneaba la cabeza para que les permitieran salir, ellos descruzaron sus armas

Kagome le susurraba

-"Qué haces?... Deben permanecer en palacio"

El Daiyoukai le tomaba la mano

-"Espera…"

Ninguno de ellos se atrevía a darle la espalda a la poderosa y peligrosa manada del Oeste, por lo que caminaban de espaldas a los portales

El viejo zorro del Este iba casi saliendo cuando de pronto chocó contra un muro de roca

-"Ya te vas Otosan?"

-"No esperas a tus hijos para saludarlos, padre?"

Girando incrédulo se encontró con que la pared de roca no era el muro sino el pecho de su propio hijo Hiroki y a su lado su poderoso yerno y su hija que lo miraban con rabia indescriptible y sus brazos cruzados.

Detrás de ellos se apersonaba el enorme ejército del Sur con sus numerosos soldados obstruyendo la salida

Krisstal apretando los dientes le decía a su padre adoptivo

-"Por favor QUÉDATE, hay una reunión Cardinal que SE VA A REALIZAR el día de hoy, mi padrino ya sabes es muy hospitalario, seguro los habrá acomodado de manera más que agradable, no le molestará tenerlos en palacio una noche más"

La mirada de decepción de la joven youkai partía el corazón de Kagome. La Señora del Oeste sonreía a pesar de todo porque si los sureños estaban allí era porque su amiga querida estaba esperando…Náraku no había podido con ellos…Secando sus lágrimas sonreía a la joven que la saludaba emocionada mientras caminaba acercándose junto a su hermano.

Los soldados del Este que los habían traicionado, sentían la tristeza de los hermanos ya que apreciaban mucho a los jóvenes príncipes. Lo que su padre les hacía era espantoso y deshonroso, pero estaban amenazados y temían por sus familias.

Kleinez se adelantaba y tomaba a su suegro del brazo para conducirlo de nuevo frente al Daiyoukai

Dejándolo de pie frente a la manada Occidental, se acercó y tomó el antebrazo de Sesshomaru en saludo fraterno

-"Taisho sama…"

Su mirada brillante le decía al Lord Inu todo su agradecimiento y afecto leal, y su alegría por su próxima paternidad

Sesshomaru correspondía asintiendo y presionando su antebrazo en su saludo

-"Krisstal será madre pronto, Mi Señor…Náraku ha sido derrotado en su último intento por destruir la Casa de las Nieves"

La sonrisa del macho Inu se dejó ver por todos, pero lejos de alegrarlos, los asustó al punto de que algunos no podían sentir sus piernas.

Kagome se maravillaba con la hermosa imagen de su esposo sonriendo a dentadura amplia.

Inuyasha cruzaba los brazos y negaba con la cabeza

-"Ese hijo de putas asusta hasta cuando sonríe"

Irasue apoyando su garra en los antebrazos de los machos

-"No quisiera ser inoportuna interrumpiendo pero…Hay una reunión Cardinal que efectuar y cuanto antes…Mejor"

De inmediato Sesshomaru se volvió a los visitantes

-"Bienvenidos los Señores del Sur y su comitiva, ahora estamos completos para la reunión anual"

Y sin más se volteó tomó a Kagome colocando su garra en la parte baja de su espalda y se retiró caminando apaciblemente junto a ella.

Inu No Taisho tomó la palabra entonces

-"Como Señor del Inframundo no tengo la autoridad de mandar en el Oeste, pero…Como el fundador del Concejo de ancianos youkai si, caballeros…Tengan la amabilidad de seguir a los Señores de Occidente hasta el salón de las rosas"

Las hembras y los cachorros se alejaban caminando detrás de Kagome y Sesshomaru

Irasue colocaba su garra sobre el puño cerrado de Touga que comenzaba a caminar siguiendo a Sesshomaru

Los demás miembros de la manada permanecieron inmóviles mientras de a uno y con pasos cansinos los orientales derrotados comenzaban a seguir al general Inu.

Inuyasha los "inspiraba " a continuar

-"Vamos, vamos que Sesshomaru no se caracteriza por ser un demonio paciente, ni mi cuñada, Keh!"

Noriko codeaba al poderoso mestizo que reía por lo bajo

-"Eres malo, hanyou, me agradas"

-"Tu has pasado a ser mi favorita, después de la madre de Kagome"

Mientras caminaban la sacerdotisa ancestro de Kagome sintió curiosidad

-"Cómo era ella?"

-"Se parecía mucho a ti, de hecho creí que eras ella la primera vez que te vi"

-"Si, lo recuerdo"

-"Es lo más parecido a una madre que he tenido en centurias y te aseguro Noriko San que he sentido su pérdida muy dentro de mi alma"

La bella Miko lo veía detrás de su flequillo negro

El macho mestizo era hermoso y muy tierno, sentía que su corazón dolía al empatizar con su pérdida, pensar en sus descendientes desaparecidos provocaba que su reiki se disparara.

-"Pues yo puedo ser tu abuela entonces…Una muy, muy joven abuela pero abuela al fin"

-"Eso me agradaría, Noriko San"

Ellos reían y bromeaban

Para los oídos extremos de Irasue y Touga la conversación entre ellos no pasó inadvertida ralentizando el paso se pusieron a la par para continuar caminando con ellos

Danaka no perdía palabra de la charla y sonreía ante el acercamiento de su amigo a su cachorro crecido. Noriko se giraba para verlo caminar mirándola de cerca y guiñarle un ojo.

La hembra se sonrojaba furiosamente causando la sonrisa enamorada del tigre que exhibía las puntas de sus colmillos mientas reía

Irasue manteniendo su rostro inexpresivo

-"No sé si lo dije ya o no pero…Dadas las circunstancias y que la familia se afirma…Esta Irasue sará tu madre a partir de ahora, espero ese tipo de trato de tu parte, Inuyasha"

El joven mestizo quedó estupefacto ante la declaración de la Inu, y oír su nombre, no mestizo o hanyou.

-"Seguro"

-"Hablo en serio, cachorro"

Las miradas doradas se reunían en un punto de inflexión

La sinceridad en los ojos y la expresión de la hembra llevó a Inuyasha a responder

-"Si, Señora"

Sin apartar los ojos del muchacho la hembra solo musitó

-"Hn."

Touga le sonreía y guardaba silencio. Sentía por fin que estaba en familia, lo cual debería ser lo más bello, pero estaban atravesando una circunstancia más que complicada, su futuro y el de esa familia, SU familia dependía de los próximos acontecimientos.

Los Señores de Occidente ingresaban a paso firme y sin escalas hacia el gran salón de las Rosas.

Su nombre no le hacía justicia sin embargo, un salón lúgubre e inmenso, predominando los tonos grises y negros, los crestones de antiguas batallas colgados en las paredes, banderas y estandartes desflecados y maltrechos, tapices y dibujos, armaduras antiguas semi destrozadas y manchadas de una sustancia marrón…Sangre seca. El honor se transpiraba en sus paredes y puertas shogi

Los bastidores de papel de arroz estaban pintados con precisión extrema, su blancura se había perdido con las centurias y ahora amarillentos y solemnes mostraban las rosas negras finamente pintadas en todos ellos, enormes tallas de rosales en piedra luna, iluminaban en inmenso salón estilo japonés.

Los tatamis tejidos exquisitamente, las largas mesas bajas y numerosos asientos con respaldo y sin patas.

Las pinturas que retrataban toda la familia Taisho desde sus comienzos hasta el siglo previo al vigente. La última pintura atrajo la atención de todos los presentes sobretodo la atención de Inuyasha.

Poderosos y hermosamente peligrosos los antiguos Señores de Occidente junto a un Sesshomaru estoico y majestuoso a pesar de su corta edad. Y a su Lado la hermosa pintura de la bellísima princesa Izayoi y su pequeño hanyou en brazos.

El joven mestizo aprovechó el descontrol reinante mientras todos se sentaban y tomaban sus lugares, él se acercó a ver la pintura en detalle.

El adorado rostro de su madre estaba perfectamente retratado, sus enormes ojos avellana brillaban plenos sosteniéndolo a él en sus brazos.

La belleza en sus rasgos y la fineza de su figura, la mujer más hermosa que había visto en su vida.

Las lágrimas se amontonaban debajo de sus ojos dorados, pero se negaban a caer.

La voz detrás de él lo sacó de su encantamiento.

-"La más bella… Mi dulce Izayoi"

Inuyasha volteó a ver a su padre de pie junto a él

Junto a ellos Inukimi observaba en silencio.

-"No estuve aquí para salvarla"

-"No hubieses podido hacer nada, Tensseiga ya la había revivido una vez"

Irasue consolaba a su pareja.

-"Y también te fallé a ti"

-"Yo te alejé de mi lado Touga San…"

Inuyasha tocaba los gruesos trazos de pintura seca

-"Parece una de esas fotografías que Kagome tomaba en el futuro, mi madre se ve exactamente como la recuerdo"

-"Hn."

-"Tu padre es un eximio artista, cada escultura y pintura de este palacio fue hecha por él"

Los ojos de la manada se abrieron asombrados, lentamente y de a poco se habían acercado a ver las pinturas también

-"Wow Touga Sama son magníficas"

-"Increíbles"

-"No lo crees Kagome Sama?"

-"…"

-"Kagome…Sama"

Y se voltearon a ver a Kagome que no estaba junto a ellos, estaba de pie frente a todos los presentes que la veían sin pestañear.

Las bocas de la manada se abrieron para llamarla pero la vista los detuvo de producir sonido alguno.

Allí de pie, inmensa y poderosa la Sacerdotisa de Shikkon se enfrentaba al último bastión del mundo antiguo para intentar darle paso a la luz.

Su antiguo atuendo de Miko, remendado y desgastado, su cabello recogido de manera tradicional, el arco cruzado en su torso y el carcaj en su espalda, solo una cosa se destacaba más que su presencia, el medallón de la piedra Meidou que vibraba arrojando destellos a su alrededor, mientras ella lo sostenía con una de sus manos acariciando su centro como intentando calmarlo.

Sesshomaru tomó el brazo de su madre, algo más que extraño en él

-"Madre qué le sucede a Kagome"

-"Debe estar alterada, la piedra Meidou reaccionará a su reiki, ese es un nuevo medallón, es la clave para poder hacer esto, en caso de ser necesario, Kami quiera que no, utilizarlo como último recurso"

Touga se acercaba

-"Kami no tiene nada que ver con estos malnacidos, esperemos que ellos acepten de propia voluntad y no fuercen la voluntad del Meidou"

-"Hn."

Sesshomaru estaba lívido, sus padres habían puesto en manos de Kagome un arma de doble filo

-"Sabías que esto no sería fácil, Sesshomaru"

-"Jamás dijiste que Kagome correría semejante peligro, MA DRE"

-"Hn. Así lo quiso la sacerdotisa hijo mío"

Ahora el Daiyoukai miraba incrédulo a su esposa.

Acaso pensaba sacrificarse inmolándose al ser consumida por la piedra?

No lo permitiría Jamás!

-"Miko"

Kagome en ese instante comenzó a hablar…

-"Como Señora Cardinal de la Casa de Occidente las doy la bienvenida"

Reverenciando ante los presentes miró a Sesshomaru un segundo para apartarse y permanecer de pie junto a los demás sagrados de la manada.

La vista para los youkai era aterradora

El legendario monje Miroku, un joven exterminador y un poco alejada una exterminadora, preñada, sobre que habían intentado mil maneras de acabar con su estirpe quedaban dos y una se reproducía, interiormente los ancianos maldecían sus suerte, continuando hacia la derecha la antigua guardiana de Shikkon, Kikyo, La Miko del pueblo de Edo Higurashi Noriko y delante de ellos, la actual y eterna Shikkon No Miko Taisho Higurashi, Kagome. Detrás de ellos protegidos los herederos del Oeste Taisho Rin, Shippou, Yashamaru e Inumaru y los lobeznos del Norte. Esto debía ser una pequeña muestra del infierno, se decían mentalmente y pensando en el infierno sus ojos viajaron hasta el mismísimo Señor del Inframundo Inu No Taisho.

El suspiro derrotado era general.

Touga tomó la palabra en lugar de Sesshomaru que a pesar de su rostro inexpresivo y su quietud, internamente temblaba intentando sujetar su ira, y con ella a Shimaru, en sus dos versiones.

-"Bienvenidos al palacio de la Casa Cardinal del Oeste, la reunión anual va a comenzar"

-"Quien representa la Casa Cardinal del Norte"

-"Yo, Kouga Ookami Señor absoluto de la Casa del Sol y Líder del Clan de los lobos montañeses"

-"Sea bienvenido Lord Kouga y toda su comitiva"

Reverenciando profundamente el juvenil lobo presentó sus respetos

-"Gratitud al Oeste"

Kouga regresaba a su asiento junto a Inuyasha, Ayame estaba junto a Sango y los cachorros más alejados de la gran mesa.

El mestizo le murmuraba al lobo

-"Eso fue…Verdaderamente ridículo sarnoso"

-"Tú qué sabes aliento de perro"

El sonido bajo del gruñido de Sesshomaru los hizo callar, el Lord se encontraba casi al límite de sus fuerzas, sus ojos sangraban rojo profundo aunque mantenía su compostura apacible a la vista de los demás.

Su youki era otra cosa, opresor y aplastante, pero eso era relativamente normal en él por lo que no despertó sospechas en los visitantes. Cerca de Kagome el Daiyoukai miraba a su esposa y sentía su corazón romperse.

Kagome sentía el peso de su energía demoníaca, lo observaba en su lucha interna, pero nada podía hacer, ella debía terminar con esa amenaza era hoy o nunca, por lo que apartó la vista para concentrarse en los ancianos.

Mirando hacia el frente apenas susurrando para los oídos de su poderoso marido, la Miko Kagome dejaba escapar las palabras

-"Debo hacer esto mi amor…Por Ti, por Yashamaru y los demás…"

Shimaru no apartaba la vista de ella

-"Miko…"

El susurro casi como una brisa acariciaba el alma del gran youkai

-"Te amo…"

Con conocimiento de lo que susurraban su hijo y su nuera Inu No Taisho continuaba las presentaciones

-"Quién representa la casa Cardinal del Este"

-"Yo, Hiroki Kitsune, Señor absoluto de la casa de Oriente y Líder del clan de los zorros mágicos"

-"Bienvenidos Lord Hiroki y toda su comitiva"

Reverenciaba y sonriente se dirigía a su lugar designado

-"El Este agradece la hospitalidad del Oeste"

Los murmullos de los disidentes musicalizaban el ambiente

-"Quién representa la Casa Cardinal del Sur"

Hacía más de cincuenta años que el Sur no participaba de las reuniones, este era un momento para recordar

-"Yo, Kleinez Hyò, Señor absoluto de la Casa de las Nieves y líder del clan de felinos australes"

Muy emocionados los sureños observaban a su líder representarlos en la reunión más importante que se celebraba cada año la reunión de los Cuatro Lores.

Cuando el joven leopardo reverenció el aplauso generalizado y los vítores desplazaron los sonidos de los traidores.

Inu No Taisho muy orgulloso felicitaba y reconocía a sus invitados del Sur

Finalmente y al momento de preguntar por el representante del Oeste Kagome miró a Sesshomaru que estaba de pie mirándola con ojos semi sangrantes, aunque mantenía su máscara de indiferencia, su cuerpo era un volcán a punto de estallar.

El vínculo jalaba de su alma, la mirada de la joven fija en sus ojos dorados y la suave expresión de adoración que su rostro le mostraba, el Lord sabía que Kagome preguntaba si la apoyaría no importaba qué. Ya estaban ahí, ya habían logrado que los Representantes de los cuatro puntos cardinales estuviesen reunidos en el mismo recinto, era ahora o nunca. Mirando a su hijo más lejos y al resto de la manada TODOS viéndolo a los ojos confiando plenamente en él como alfa y Señor…Soltando un suspiro derrotado miró a su esposa una vez más, guiñándole un ojo serio, frío, Kagome miró entonces al frente, su corazón se salía de su pecho, Oh Cuánto amaba a ese youkai, tanto que sentía su corazón arder.

Inu No Taisho miró entonces a su hijo. La pregunta tácita se realizaba en silencio, el poderoso asintió.

Reconociendo a su hijo, el general perro miró al frente y realizó la pregunta una vez más

-"Quién representa la Casa Cardinal del Oeste"

-"YO, Taisho Sesshomaru, Señor absoluto de la Casa Cardinal de Occidente y líder indiscutible del clan Inu, Clan de sagrados del Oeste, y del clan de humanos de la Casa de la Luna"

El Oeste estalló en otra ovación plena de aplausos y vítores

Inuyasha revoleaba los ojos y le susurraba a Kouga que reía a escondidas

-"Culo Sama ha hablado"

Sesshomaru tranquilamente caminó para luego tomar su lugar en uno de los asientos reservados para los Lores en la larga mesa. Al pasar junto a su medio hermano lo miró de reojo e Inuyasha se encogió de hombros

-"Qué?"

Kouga no podía más pero permanecía serio

Touga continuó

-"Bien, teniendo presentes a TODOS los Señores Cardinales se da comienzo a la reunión anual de Lores, que en este caso y por única vez…

Touga hacía una pausa mirando a su nuera que apenas le sonreía

-"…Tendrá carácter de extraordinaria"

Todos se acomodaban en sus asientos en la mesa baja y otros simplemente se sentaban cruzando las piernas en loto.

Touga continuaba

-"Ustedes dirán porqué habla tanto este viejo Daiyoukai…mm… Pues…Cómo lo diré, mi nuera aquí presente, es la Shikkon No Miko"

De nuevo el murmullo

-"Y además… Es una viajera del tiempo, cosa que para estas alturas TODOS ya saben. Ella proviene de quinientos años en el futuro"

Nadie apartaba la mirada del Inu

-"Ella fue arrojada en el pozo devorador de huesos desde el otro lado…Nada más ni nada menos que por mi hijo Mirai Sesshomaru, en un intento de salvarla y a su cachorro por nacer"

Los asistentes se revolvían en sus asientos. Se habían escuchado rumores, pero Touga los estaba confirmando

-"Náraku y la perla de Shikkon se las ingeniaron para pasar al otro tiempo y destruirlo…"

El viejo zorro y los ancianos del concejo preguntaban

-"Qué tiene que ver todo eso con la reunión anual?"

-"Si, General, no vemos el porqué de traer eso a colación ahora"

Inu no Taisho negaba sonriente mirando hacia abajo. Su rostro serio regresaba y mientras miraba hacia el frente a los ojos del viejo Kitsune

Sesshomaru respondía fríamente y viendo fijamente a su esposa

-"Ese futuro…Ya no existe"

Los murmullos se transformaban en alaridos de incredulidad, puños en el aire y otras verduras

-" Mentiras!"

-"Imposible!"

-"Sin sentido!"

-"La humana miente!""

-"No podemos confiar en la palabra de una Miko!"

Sesshomaru gruñía muy audiblemente, el youki se disparaba

La manada del Oeste gritaba defendiendo a Kagome

Sesshomaru cansado de escuchar idioteces se levantó

Lo que causó el silencio repentino de la sala

-"Cuánta credulidad tiene la palabra de este Sesshomaru para la Nación Youkai"

Todos se miraban y respondían

-"Absoluta mi Señor"

-"Completa Lord Taisho"

Sesshomaru continuaba

-"Cuánto cree la Nación youkai, Hanyou y también los humanos emparejados con youkai, en el vínculo de emparejamiento"

-"Total,"

-"Completo"

-"Absoluto"

Todos en el recinto asentían

-"El vínculo no miente"

-"NO!"

-"Jamás!"

-"Nunca!"

-"Pues entonces este Sesshomaru les asegura que las palabras de la sacerdotisa y del general son absolutamente ciertas"

Ya los gritos fueron reemplazados con enfrentamientos cara a cara, maldiciones y violentas agitaciones de brazos y vasos arrojados en el aire y contra las paredes

El Daiyoukai negaba con la cabeza y reía, lo cual causó pánico en los presentes que se fueron callando de a poco al presenciar el espeluznante espectáculo frente a ellos, lo imposible se presentaba y a la vez nada bueno podría traer con ello.

El Lord Frío y calculador, el terrorífico primogénito del general perro reía y negaba con la cabeza?

-"No es de extrañar que el futuro se desintegrara, si estos son los mentores de su propia caída"

-"Mi Lord?"

-"A qué se refiere Taisho sama?"

Sin querer posponer más el asunto fue directo al grano

-"Este Sesshomaru propone que se desarticule el Concejo Youkai y Humano a partir de este momento"

Decir una pelea de carroñeros por un cadáver era poco

El despliegue de violencia y descontrol que reinaba en el recinto eran vergonzosos, los ancianos y su séquito se desbandaban y hasta a golpes se fueron para defenderse y defender sus ideales. Los Señores Cardinales no estaban excluidos del descontrol y golpes de puño y zarpazos apoyaban la moción del Señor del Oeste. Inu No Taisho levantaba las manos y llamaba a la calma, Sesshomaru liberaba su monstruoso youki mientras de a uno se iban arrodillando continuaban gritando y maldiciendo.

Los sagrados liberaban reiki que al unirse a la energía demoníaca inmensa de Sesshomaru, provocaba el chisporroteo del recinto y las insipientes quemaduras que se comenzaban a vislumbrar.

Kagome giró y con su mano calmó al grupo de humanos sacros y de a poco retrajeron la energía sagrada hasta que ya no hubo más que youki.

Inukimi se acercó a Kagome y le puso la mano en el hombro

-"Ahora es el momento, Hija"

Kagome miraba su medallón que se elevaba separándose de su cuerpo y lo tomaba en la mano.

-"Cuida de ellos con tu vida…Madre"

Las lágrimas asomaban a los hermosos ojos de la hembra Inu que abrazó a la sacerdotisa y le besó la frente.

El reiki de Kagome llamaba a la piedra Meidou y viceversa. El Lord sintiendo la fluctuación en la energía del lugar la miró

Vio a su madre besar a Kagome tiernamente y su corazón una vez frío se constriñó dolorosamente, el momento había llegado…

La pareja se vio a los ojos y de pronto el salón estaba vacío.

Nadie más que ellos.

La Miko y el Daiyoukai.

Miraron a Yashamaru que los veía desde los brazos de Noriko

Y luego se volvieron a ver

Los susurros apenas audibles y la comprensión del amor inmenso

-"Te amé, te amo y te amaré siempre, Sesshomaru"

-"Saiai…Eternamente mía…"

Y con eso la piedra Meidou estallo en un despliego de energías que elevaron a la joven al aire y mientras el enorme ojo se abría en el cielo la voz del Meidou retumbaba como los truenos de una tormenta

-"Este es el Meidou que todo lo ve…Contemplen lo que será, lo que fue y lo que dejó de ser"

Todos aterrados caían de bruces y miraban el cielo dentro del ojo

La manada y Sesshomaru se mantenían de pie firmes temiendo por Kagome.

El Lord tomaba a su hijo en brazos

-"Es momento de ser valientes Yashamaru"

-"Hai, Otosan"

Los ojos dorados se fundían cálidamente

Mientras en el cielo las imágenes se comenzaban a suceder una tras otra a gran velocidad, para detenerse en las cruciales y permitiendo escuchar sus diálogos

*La mujer ciempiés y la llegada de Kagome*

*La liberación de Inuyasha del árbol Sagrado*

*La rotura de la perla*

*Tessaiga*

*Los intentos de Sesshomaru de asesinar a Kagome*

*El enamoramiento de la joven con el Hanyou*

*Las escapadas del mestizo a Kikyo*

*Diversas batallas ganadas por el Inutachi*

*La tumba del general perro*

*La batallas con Náraku y su destrucción a manos de Kagome*

*La traición de Inuyasha*

Lo que causó que el mestizo bajara las orejas, Kikyo lo abrazaba llorando y se apretaba a él junto a Inumaru

*La cueva en la zona neutral*

*Los regalos de los aldeanos para Inuyasha y Kagome*

*Kagura y su traición*

*Sesshomaru guardando los bienes de la joven en su bóveda*

*La estrella triada*

*Naraku y la Perla conspirando y pasando al futuro*

*Los cambios en el futuro*

*Las conspiraciones del Concejo, palabra por palabra*

*Sesshomaru y sus empresas, la inversión de los bienes de Kagome, la protección de los Higurashi y su templo*

*El error de Inuyasha frente al concejo que causó la toma de decisión del matrimonio con Kagome*

*El contrato matrimonial firmado por Noriko*

*Kagome decidiendo regresar al futuro*

*Su llegada y protección por parte de Sesshomaru*

*Los miembros del concejo y su plan de destronar al Oeste y subir a Náraku como gobernante.*

*Las uniones de la manada, Noriko y Danaka, sus cachorros.*

*La isla y sus vivencias*

*El primer emparejamiento*

*Kagome protegida por su padre el general Tora*

Ante tanto, los miembros de la manada de Occidente, Kouga, Ayame, y los aliados, sentían sus rodillas temblar. Las lágrimas de pena e impotencia les teñían los rostros.

Sango cubría su boca mientras lloraba a mares.

Noriko emocionada al ver a sus descendientes luchar para sobrevivir.

Danaka veía su par llamar a Kagome hija, los cachorros que no serían… Otros vendrían en su lugar pero el dolor no se reducía. Los había visto a todos ellos, a sus cachorros. El general tigre mordía sus labios con furia, Noriko le tomaba el brazo.

Inukimi seria y firme mostraba dos largos caminos dejados por sus lágrimas en su bello rostro, Inu No Taisho abrazaba a la hembra y volvía a ver el cielo, interiormente no podían creer la fortaleza de la pequeña Miko junto a ellos.

Haber pasado por tanto y continuar luchando.

Digna, dignísima hija del Oeste.

*El concejo y sus abusos de poder, sus corrupciones, amantes ocultas, humanas todas ellas, sus hijos hanyou ocultos a la sociedad.*

Los presentes no podían creer lo que sus ojos veían

Los ancianos se veían a sí mismos urdiendo y conspirando con la pelirroja Perla Tama y Náraku y se sentían avergonzados. Lo peor es que también junto a esas imágenes estaban otras de ellos mismos abusando de sus derechos como concejales. Traicionando sus vínculos maritales con sus parejas. Ellos mismos que se llenaban la boca acusando al general Taisho por amar a una princesa humana y luego persiguiendo a las parejas con humanos y desacreditando los derechos de sus descendientes mestizos.

Siendo que ellos mismos tenían hijos hanyou, de los que se avergonzaban horriblemente.

*La traición a los Occidentales*

*Sesshomaru encadenado y de rodillas frente al concejo que se relamía mientras Náraku y Perla Tama lo acusaban y castigaban*

Sesshomaru gruñía y cerraba sus garras en puño, obviamente sus zarpas se clavaban en sus palmas su sangre se derramaba sobre su haori y hakama. Mirai se revolvía de rabia.

*La decisión de la Señora del Oeste*

*Kagome frente al Concejo…*

Y allí colapsaron.

*La poderosa Miko ingresaba al recinto, Miroku, Inuyasha junto a Kikyo, Kleinez y Kouga ensangrentados y jadeando la recibían con una mirada de preocupación en sus rostros.

*La majestuosa imagen de la sacerdotisa de Shikkon de pie apuntando su arco y flechas a Náraku una vez más*

-"Heme aquí miserables traidores y cobardes. Náraku, tanto tiempo sin vernos, maldito"

Con su traje de Miko y el arco en su mano, el reiki desbordante provocaba en los presentes el terror y en Sesshomaru el orgullo más grande.

-"He ahí a mi esposa, mi pareja, mi hembra, nada tienen que reprocharle"

-"Ah! Señora Taisho…Qué honor…"

Kikyo se paraba al lado de Kagome y en voz alta enfrentaba a Náraku

-"Habemos dos Señoras Taisho, y las dos somos Mikos, no pienses que saldrás de ésta sin pagar Onigumo"

-"No soy Onigumo! Yo soy Náraku! Onigumo murió, yo lo asesiné y consumí su carne para convertirme en lo que soy"

-"Un vil y asqueroso gusano"

-"Cállate, víbora malparida!"

-"A Kikyo nadie le habla de esa manera monstruo repugnante!

Inuyasha blandía Tessaiga y arremetía contra Náraku

-"Ataquen!"

Los vástagos de Náraku salieron a pelear, peleaban mano a mano con el Oeste. La sangre y el repicar de las espadas eran el marco del horror. Aprovechando el descontrol la Perla intentó liberarse y arremeter contra Náraku. Cayeron al piso y se revolcaban luchando. Kagome intentaba acercarse a Sesshomaru, luchaba contra los demonios más fuertes del imperio Onigumo. Lanzando bolas de reiki y flechas sagradas, abría su paso hacia su amor. Verla luchar era magnífico, pero si hubiese sido por motivos de entrenamiento o situaciones del pasado que no pusieran en peligro su presente, su amor. El enorme youki de Sesshomaru se elevaba por los cielos provocando la tremenda reacción del reiki de Midoriko, las chispas y los rayos de energía sagrada y demoníaca juntos se desperdigaban por doquier pegándole a todos por igual. Shimaru estaba enfurecido. Kagura en su pluma se acercaba a Sesshomaru, intentaba tocar su hombro, hablarle…No sabía de qué.

El Lord desde su posición de rodillas con las manos encadenadas, tenía los ojos rojos y rugía aterrorizando a todos. La bestia y Sesshomaru le hablaron

-"Ni te atrevas a ensuciar mi persona con tus asquerosas manos.! Ve con tu calaña de inmundicias y obedece a tu señor, que ni bien me libere TE MATARÉ"

-"Hubo una época en la que anhelabas mi toque"

-"Esa época…Fue un desperdicio en mi vida y no la recuerdo"

-"Sí la recuerdas, YO sería la Señora del Oeste!"

-"Nunca hubieses dado la talla para tal fin. Tú elegiste a Onigumo, tú marcaste tu propio camino"

-"Ahora dirás que esa roñosa de Kagome da la talla? Luego de ser la puta de tu asqueroso hermano hanyou. Si esa inmunda permitiera que la toques, eso sería lo que ella te daría hanyous, mestizos, por descendencia"

Kagome estaba casi sobre Kagura, pero se detuvo al escuchar la palabras hanyou y mestizo, su arco estaba bajo y detrás de ella los demonios se arremolinaban para atacarla, ella sólo se detuvo a escuchar.

Sesshomaru reía, era espeluznante escucharlo reir. Las hordas de Náraku estaban siendo eliminadas. Mientras la perla y el hanyou maldito luchaban fieramente. A pesar del reiki de Midoriko la bestia y Sesshomaru se pusieron de pie. Sin apartar los ojos de Kagome respondió.

-"Hijos, cachorros es lo que ella me daría, y me dará. Este Sesshomaru tiene el corazón que no sabía que tenía, lo suficientemente grande para un montón de cachorros, y para la mujer que amo"

Kagome con lágrimas en los ojos y una enorme sonrisa liberaba su escencia mientras levantaba su arco apuntando a Náraku. El fuerte aroma de la sangre Taisho mezclada con la suya hizo saber a todos los presentes que ella era efectivamente la esposa y pareja de Sesshomaru y además…Estaba embarazada. El rostro sonriente del Daiyoukai que nuevamente caía de rodillas agotado casi sin energía

-"Me darás un cachorro, Saiai, me darás un hijo…"

Kagome liberaba la flecha que brillaba hacia los dos perpetradores del horror. En lo que Náraku se liberaba, atravesó a Perla Tama con un tentáculo y apartó la flecha con otro que se desvaneció al contacto con la flecha

-"AARGhhhhh!Maldita!"

La perla gritaba desde lo alto con su corazón traspasado y sangre goteando de su pecho y de su boca

-"Tú eres mi guardiana, tú eres la Shikkon no Miko, sálvame y yo te recompensaré!"

-"Nada bueno sale de ti Shikkon no Tama, sin embargo, tengo un deseo que formular…"

-"No te atreverías"

Kagome sabía que cuando la perla le dijo que era su guardiana, le confirió el derecho de formular un deseo, el deseo final. La perla ni bien se dio cuenta, no supo cómo reaccionar. Ella misma se había cavado la tumba…

El caos reinante Sesshomaru luchando contra las cadenas y aplastando youkai con su youki, y su látigo apenas móvil, giró para ver a su esposa.

Todos quedaron estáticos.

-"Shikkon no Tama…Desaparece y para siempre, no regreses nunca más!"

Náraku reía a carcajadas

-"Síiiii Yo gané, ajajajajajaja eres una estúpida y maldita joya nunca serviste para nada y ahora, tú sola te has sentenciado desaparecer! Jajajajajaja"

La perla comenzaba a desaparecer, Náraku reía, Inuyasha abrazaba a Kikyo, Sesshomaru era liberado de las cadenas por Kagome y se abrazaban. Todo terminaba de la mejor manera…

Pero la perla habló

-"Yo me desvaneceré de éste y todos los tiempos… Pero…"

La mirada de Kagome clavada en la de Sesshomaru, sus corazones latiendo aterrados, nada bueno saldría de eso. Los del Oeste se reunían…

-"Pero tú Náraku, regresarás al infierno asqueroso que te vio nacer y tú, Sacerdotisa de Shikkon, perra, maldita y malnacida, víbora traidora, tú permanecerás pero este tiempo, tú tiempo y todo lo que posees y conoces se desvanecerá con migo ya que soy yo quien los creó. Quedarás en el vacío oscuro de la nada, con tu cachorro en el vientre y nadie más a tu alrededor, vivirás eternamente en soledad, rodeada de tus recuerdos, las almas de tus seres queridos y de oscuridad"

Y al decir eso la perla se desvaneció creando un agujero negro como el de Miroku que se había cerrado hace siglos, el vórtice comenzó a tragarse todo a su paso.

Casi sin voz Miroku dijo

-"Kazaana…"

Los del Oeste se miraron y corrieron afuera del recinto del concejo, Náraku gritaba en lo que era consumido por la oscuridad, todos corrían y escapaban. En la huída algunos tomaron sus autos otros volaban con su youki, Kagome y Sesshomaru escapaban montando a Ah Un.

-"Hacia el Templo Higurashi!"

Gritó Sesshomaru y todos se dirigieron a toda velocidad hacia allí. Al llegar mientras corrían subiendo las escalinatas del Templo, volteaban a ver el enorme agujero negro que tragaba todo, edificios, casas, calles, alumbrado eléctrico, seres vivos, Youkai, humanos… TODO.

Todos sabían por qué Sesshomaru los había hecho venir al Templo. Salvar a Kagome. No había nada que hacer con ellos, desaparecerían, pero ella debía sobrevivir, el enorme Kazaana los alcanzaba de a uno

-"Corre Kagome! No te des vuelta! Corre!"

-"No pienses ve al pozo corre!"

Corría y sentía que las voces de sus amigos enmudecían, eran tragados, Inuyasha la empujaba más cerca del pozo junto a Sesshomaru antes de ser devorado por la oscuridad.

Kagome gritaba desesperada, Sesshomaru tomó la cara de Kagome y la besó para callarla Kagome estaba sobre el pozo, Sesshomaru la abrazaba y la besaba y acariciaba su vientre

-"Estoy muy feliz de haberte conocido, y de que me amaras, ahora se buena niña y regresa a casa"

-"NOOOO, no te dejaré, no puedo TE AMOOO!"

El grito desgarrador y Sesshomaru empujó a Kagome dentro del pozo, con su rostro frío la sostenía de los brazos

-"Saiai…Saiai, cálmate, debes vivir por ese cachorro que amo tanto."

-"Pero no podré hacerlo sin ti"

Con las uñas clavadas a las manos de Sesshomaru, ella se negaba a dejarlo ir. Cuando el vórtice comenzó a girar sobre ellos el pozo comenzó a brillar. Sesshomaru supo lo que debía hacer y le dijo con voz firme

-"Antes fui un necio por negar mis sentimientos y dejarte ir. Ahora te dejo ir para aceptar mis sentimientos y vivir un milenio de felicidad a tu lado, y al lado de nuestro hijo…"

-"Sesshomaru?..."

-"Ve con él, búscalo y hazlo… No, HAZME feliz para siempre"

Y sin más la dejó caer hacia la luz azul que brillaba en el fondo del pozo…

A medida que la luz azul la envolvía, y Kagome gritaba desesperada, Sesshomaru no apartaba la mirada de ella, con una leve sonrisa mantenía los ojos firmemente fijos en ella. Casi con lo último de su vista antes de quedar cegada por el brillo del pozo devorador de almas, Kagome alcanzó a escuchar la voz de su amor. Tranquila y llena de esperanza

-"YASHAMARU, es el nombre de ese niño"

Y con la misma sonrisa, todo se volvió azul.

Al igual que Inu No Taisho, el legendario general perro, reconoció y nombró a Inuyasha antes de morir, el poderoso heredero del Oeste, reconoció y nombró a su primogénito con todo el amor que pudo, honrando a su padre y a su medio hermano, marcando el legado de la sangre Taisho para toda la eternidad, bendiciendo así a la mujer que le daría un heredero.*

*El regreso…Ya en el Sengoku era de noche, la luna creciente se alzaba en el cielo, estaba teñida de un leve color azul, Miroku y Kaede habían orado toda la tarde desde que el cielo se tornó extraño y el ambiente pesado. Hacía unos minutos habían sentido un extraño impulso energético proveniente del pozo y hacia allí corrían…

-"Kaede Sama usted cree que pueda ser…"

-"No lo sé, pero si es Kagome, nada bueno viene con ella, algo terrible pudo haber sucedido"

Al llegar se encontraron con el cuerpo de Kagome a medio colgar del borde del pozo, sostenía el arco Azuza en una mano, numerosas y extrañas orbes brillantes de diversos colores arremolinaban sobre ella. Detrás de ellos llegaban corriendo Inuyasha, Sango, Shippou, Rin y Kikyo.*

Al ver y revivir cada situación, Sesshomaru estaba destrozado sus ojos sangraban y sus garras temblaban sosteniendo a su hijo. Apretando los dientes con furia su youki se liberaba y sostenía a su esposa dulcemente. Shippou y Rin lloraban desesperados abrazados por Sango las imágenes continuaban

*La cueva*

*Escondiéndose de Sesshomaru*

*Shippou y su amor por su madre*

La sonrisa llena de lágrimas del pequeño Kitsune

*La huida a la isla*

*Sesshomaru y su búsqueda implacable*

*Las vivencias, el descubrimiento de la realidad.*

*Yashamaru en camino*

*La unión de Sesshomaru y el orbe, dos Sesshomaru y dos bestias*

Ante eso los traidores sentían que iban a morir. Tan poderoso para contener dos almas inmensas y dos bestias aterradoras. A quién se enfrentaban? Al mismísimo hijo del amo del inframundo, aquel que murió y regresó. Kami se apiade de ellos

Algunos de rodillas cubrían sus rostros suplicando perdón

La película de horror se continuaba en el firmamento dentro del ojo Meidou

Los ancianos derrotados en el piso intentando encontrar palabras para lo que veían.

Los traidores arrepentidos de mil maneras intentaban disculparse a sí mismos sin lograrlo

*El emparejamiento*

*El regreso*

*El frenesí , La pareja perfecta*

*Nacimiento del heredero del Oeste…*

Y finalmente la profunda voz del Meidou

-"PRESENCIEN AHORA LA IMAGEN DEL FUTURO …"

Todos se ponían de pie lentamente

Los ancianos secaban sus lágrimas y sin poder evitarlo miraban a la sacerdotisa de Shikkon que continuaba flotando etérea con sus ojos cerrados sus brazos extendidos y su cabello revoloteando, de esos sagrados ojos caían lágrimas de sangre

Los rugidos en el cielo, el ojo que se abría cada vez más y la imagen…

La nada, absolutamente nada.

El murmullo y algunos llantos. Gemidos lastimeros y disculpas…

El enorme Meidou mostraba simple y vasta oscuridad, nada.

Los más valientes intentaban hablar, sus voces simples susurros

-"Onegai…Onegaishimasu…Gomennasai…PERDÓN KAGOME SAMA!"

-"Piedad, Miko Sama…Piedad…"

-"No puedo verte a los ojos mi Señora…Perdóname…"

Finalmente el Meidou comenzó a cerrarse y Kagome a descender

-"HE AQUÍ EL FUTURO DESPUÉS DEL FUTURO"

Y sin más se cerró, Kagome caía claramente inconsciente, Sesshomaru dejó a Yashamaru en brazos de Inukimi y corrió.

Más rápido de lo que había hecho jamás para recibir a su amada en sus brazos

-"Kagome…"

Los demás se acercaron rodeándola y así cada uno de ellos le rogaban.

-"Miko Sama…"

-"Mi Lady"

-"Kagome Sama"

La Señora del inframundo se abría paso entre los youkai

Inukimi tomaba el medallón del cuello de la joven.

La piedra una vez chispeante era semejante a un trozo de arcilla seca y sin vida

-"Está muerta"

Los rostros de espanto

-"Qué dices Madre!"

-"La piedra Meidou…está muerta"

Sesshomaru miraba horrorizado a la mujer inánime en sus brazos, desvanecida, pálida y laxa

-"Por qué ella no reacciona! Por qué Madre!"

-"Ella y el Meidou se conectaron, el medallón mostró lo que guardaba su alma junto con los otros sucesos…Eso las desgastó, drenó completamente sus energías…

El poderoso macho colocaba su rostro sobre el de la joven

-"Tensseiga…Tensseiga!"

Tensseiga no latía en su costado

-"Te lo ruego Tensseiga…Te lo ruego!"

-"Saiai!"

La joven no respondía

-"Padre…"

El general perro estaba mudo, no podía creer que Tensseiga se negara a ayudar

Yashamaru se abrió paso entre los brazos de la manada y se colocó sobre el pecho se su madre llamando a su reiki y youki envolvió a Kagome en una cálida luz. Sesshomaru al verlo llamó a su inmenso youki y cubrió todo el cuerpo de su esposa, Inukimi, Touga seguidos por Kikyo, Noriko, Miroku, Inuyasha, Kouga, Danaka y así de a uno sagrados y demonios le daban su energía a la Joven sacerdotisa que lo había dado todo por todos. Uno a uno los ancianos se fueron acercando y dando su energía también.

-"Perdónenos Mi Lady"

Y la tierra tembló.

Y las chispas locas comenzaron a salir del medallón y a rebotar contra las paredes del recinto

Y la piedra Meidou reaccionó.

Sus destellos comenzaron a iluminar la sala de las rosas y tiñendo sus lúgubres paredes con brillantes colores.

Sesshomaru se alejó un poco para ver el rostro de Kagome sonrosado y pacífico y sus ojos comenzar a pestañear para abrirse finalmente y verlo

-"Kami, eres hermoso…"

El Daiyoukai explotó en una carcajada

-"Bueno, gracias Saiai, tu también eres hermosa"

-"Keh! Todos somos hermosos menudo cagaso nos diste Kagome"

La algarabía de todos y la poderosa hembra Inu llorando a mares sobre el hombro de Touga.

Desde que había recuperado su corazón, sus llantos eran cada vez más habituales, Inu No Taisho por su parte, disfrutaba contenerla en sus brazos

-"Ya…Ya mi amor…Kagome regresó con nosotros"

Sesshomaru levantó a Kagome en brazos y ella abrazó a su cachorro

-"Qué valiente eres Yashamaru"

Sesshomaru los llevaba y los mantenía junto a él

Al diablo con el protocolo, esos eran su mujer y su cachorro, le importaba un bledo lo que pensaran si era débil o no.

Si alguno dudara de su fortaleza que venga y lo rete a ver cuán débil es el Señor del Oeste.

Aunque después del despliegue de ese día no habría duda alguna sobre quién es el más poderoso, Taisho Sesshomaru

De pie sosteniendo a su familia y con su manada respaldándolo nunca tan solemne y majestuoso

-"Este concejo se termina aquí y ahora"

Y sin decir más se volteó y comenzó a caminar para abandonar el recinto

Los youkai disidentes se acomodaban las ropas y reverenciaban la salida de los Señores de la Luna, Touga abrazando a Irasue, Inuyasha a Kikyo

-"Alguna objeción al desmembramiento del concejo propuesta por las Casas Cardinales?"

Silencio…

-"Hn. Entonces Miroku San onegai acérqueles el rollo protocolar para que lo firmen…Con su sangre"

Todos tragaron duro, la firma con sangre no daba pie a ningún tipo de traición sin la muerte como castigo, una lenta, amarga y dolorosa muerte.

Sesshomaru detuvo su salida y aún de espaldas los miró de reojo

-"Una vez firmado el pacto, no quiero ver un solo traidor en mis tierras, Inuyasha"

-"Hai"

-"Asegúrate de que así sea"

-"Pff. Será un placer"

Los ancianos y sus seguidores se apresuraban a terminar sus asuntos en el Oeste, se asegurarían de caminar recto, bien recto de ahora en más y por supuesto no cruzarse con el InuDaiyoukai o la poderosa manada el Oeste, cualquier cosa era mejor que lo presenciado ese día acerca del futuro perdido. De a uno y sin titubear, los ancianos firmaron el acuerdo de desmembramiento. Cortaban su dedo pulgar y lo presionaban en el rollo luego escribían su nombre con la misma sangre.

Cada Lord Cardinal ya había hecho lo propio cuando redactaron el decreto.

Una vez terminado de firmar en grupo y ordenadamente se fueron encaminando hacia los portales del Palacio.

Inuyasha los arriaba como a ganado, Danaka, Miroku y Kouga acompañaban al segundo de Occidente en su labor

-"Vamos, vamos, despejando"

-"Apúrate sarnoso, hay mucha basura que sacar"

El general tigre y el monje se miraban y negaban con la cabeza, pero Miroku no resistió la tentación de hacer sonar los aros de su báculo lo que asustó sobremanera a los youkai que se apresuraban agolpándose en la salida.

Así era, todos se iban retirando agradeciendo a Kami por ver un nuevo día y jurándose a sí mismos que no equivocarían el camino nunca más

Todos menos Kokàtsuna que permanecía en el ahora multicolor salón de las rosas, de rodillas y con las manos en su rostro cubriendo toda su vergüenza

El Meidou mostró todas sus bajezas presentes pasadas y futuras, y encima había traicionado a sus hijos

Touga observaba a los herederos del Este y a Kleinez

Los tres veían al viejo zorro humillado en el piso del salón

-"Dadas las…Circunstancias, Hiroki Sama, podrían usted y los Señores del Sur encargarse de este asunto?"

Los ojos vidriosos de los hijos del Kitsune demostraban su enorme rabia y tristeza

-"Por supuesto Touga Sama, a los traidores se los juzgará debidamente en el palacio de Oriente, sin embargo necesitaré sus mazmorras ya que permaneceremos unos días aquí para que Krisstal Sama descanse"

-"Por supuesto, eso será arreglado de inmediato"

Caminando hacia su dormitorio los Señores del Oeste y su cachorro mantenían silencio. Un reconfortante silencio pleno de dulces miradas y cariños, de sonrisas tímidas y emotivas. Afuera la estrella tríada iluminaba el camino de los traidores que regresaban a sus hogares. Era el tercer aniversario del regreso de Kagome al tiempo de mirai. Ese día la recibieron brazos amargos y fríos, esos mismos brazos que ahora la cargaban cálidamente junto a su pequeño confortándola y llenándola de amor.

El concejo se había desmembrado, la vida se abría camino y la familia de Occidente tenía toda la vida por delante para construir un futuro ideal para todos ellos y su descendencia.

El corazón del futuro comenzaba a latir, día a día, paso a paso… Una historia nueva se comenzaba a escribir…